Review: RS PRO Rechargeable USB Pocket Tool-Light

Un día estuve a punto de perder la Rovyvon Aurora A1 que hasta hace poco iba en mi llavero porque usándola en el trabajo casi se me cae a una arqueta. Tuve suerte y la pude agarrar al vuelo, pero por un instante la vi en el fondo de un pozo de cinco metros lleno de agua sucia. En ese momento decidí hacerme con una linterna específica para usar en mi trabajo aprovechando que uno de nuestros proveedores dispone de una amplia gama de dispositivos de iluminación, así que mi elección fue esta de la que hoy os voy a hablar y que desde entonces va en mi maletín a todos lados: la Rechargeable USB Pocket Tool-Light de RS PRO.

El cuerpo

El modelo que hoy nos ocupa tiene un aspecto bastante clásico, si bien hay un detalle que salta a la vista en cuanto la ves que se sale un poco de lo común; pero vamos primero con lo que es la linterna como tal y luego nos meteremos con los «complementos».

Como os decía, la linterna tiene un cuerpo cilíndrico fabricado en aluminio anodizado color negro a expeción de un bisel frontal del mismo material pero plateado, contando con un botón de control lateral hecho de goma traslúcida, batería interna de 3,7 V 650 mAh (no reemplazable por el usuario) recargable por puerto microUSB y un potente imán en la parte trasera para poder fijarla en ciertas superficies metálicas y de ese modo trabajar con las manos libres.

En cuanto a dimensiones, la longitud es de 94,5 mm y el diámetro de 26,5 mm. El peso se queda en 110 gramos, que es bastante alto para lo que estoy acostumbrado en las linternas que uso a modo personal, pero que no me parece excesivo puesto que estamos ante una herramienta de trabajo.

Lo único que viene en la caja además de la propia linterna es un cable microUSB para su carga, prescindiendo de clips, correas, fundas o similares. Lo que sí que acompaña a la linterna es una herramienta multifunción que va anclada directamente en el cuerpo y que nos permitirá trastear con pequeñas tuercas y tornillos hexagonales y con tornillos tanto de cabeza lisa como de estrella; si bien con bastantes limitaciones.

A la hora de iluminar, la Pocket-Light dispone de cinco modos de funcionamiento que se van recorriendo de forma cíclica a base de pulsaciones del único botón que posee:

  • Apagado
  • Alto: 600 lumens (50 minutos)
  • Bajo: 165 lumens (110 minutos)
  • Estroboscópico: 60 minutos
  • SOS: 80 minutos

La linterna posee un grabado en su frontal que nos advierte del peligro por alta temperatura de esa zona, pero como he podido comprobar en otras ocasiones es casi una cosa más de postureo que de riesgo real, ya que he tenido la linterna encendida en el modo alto durante un buen rato y tan sólo la notaba templada al tacto.

Por cierto, este modelo no posee ningún tipo de bloqueo para evitar encendidos accidentales, así que habrá que tener un poco de cuidado dónde la guardamos, ya que si va en una funda muy apretada junto a otros elementos es posible que cuando tengamos que echar mano de ella nos encontremos la batería agotada.

La linterna posee certificación IPx4, lo que la hace resistente a salpicaduras y poco más. En cuanto a las caídas, el fabricante no dice nada, aunque por otros modelos de construcción semejante que han pasado por mis manos apostaría a que aguanta hasta un metro de altura sin grandes destrozos más allá de algunos arañazos en el anodizado.

La luz

No dispongo de información técnica sobre el LED que emplea esta linterna, pero sí os puedo decir que la luz que emite es de un blanco bastante puro y que se concentra en la parte central del haz en parte por el reflector pulido con el que cuenta tras la lente lisa frontal la cual, por cierto, va a rosca y es desmontable. No hay por tanto lente TIR ni reflectores de piel de naranja; y de ahí que la distribución de la luz sea bastante desigual formando anillos pero, como os decía antes, concentrándola principalmente en la zona central.

Rodeando el punto central que os decía tenemos un halo amarillento y de forma más extrerior una corona donde la intensidad lumínica es menor y más allá de ella unos anillos concéntricos que dan paso a la oscuridad. Como veis, una mezcla de luces y sombras que a mí no me acaba de convencer del todo por sus múltiples discontinuidades.

Para mi gusto deslumbra un poco de más por ese potente punto central donde se concentra la mayor parte del haz luminoso, pero también es verdad que si la estamos usando para buscar algo en una oscura lejanía esta característica hace que pueda llegar más allá que una en la que la luz esté distribuida de un modo más uniforme.

No es, por tanto, una linterna con la que vayamos a obtener una calidad lumínica para tirar cohetes, pero sí que es cierto que los dos modos principales están bien dimensionados para la finalidad que va a tener: localizar algo en la oscuridad o avanzar en una instalación a oscuras para el modo Alto (600 lumens, 50 minutos) y trabajar sobre un equipo en condiciones de baja visibilidad usando el modo Bajo (165 lumens, 110 minutos).

Eso sí, comentar que hay una fuerte presencia de PWM tanto en el modo Alto como en el Bajo. Y encontrarlo en modos poco potentes no es raro por la propia concepción de la regulación mediante PWM; pero es que en este caso se nota bastante incluso en el Alto, lo cual me indica que el LED podría sacar más lumens si en dicho modo la corriente por el emisor fuera constante. Cosas de los diseñadores y del ahorro de costes, supongo, porque en modelos como las Trustfire Mini-07 y Mini-08, los modos más bajos tenían mucho PWM, pero en el más alto la emisión de luz era constante. Y es que, vuelvo a insistir, se trata de la primera linterna con la que me topo que emplea PWM en su modo más potente.

Las sensaciones

Por su diámetro y construcción se trata de una linterna que se nota muy sólida en la mano; aunque también algo pesada, algo a lo que contribuye el generoso imán de neodimio de su base. Se sujeta cómodamente y además la herramienta adjunta sirve de mosquetón por si queremos colgarla de alguna argolla o similar.

Lo peor de esta linterna (que también ocurre en muchos modelos enfocados al trabajo) es que los modos van avanzando secuencialmente y por tanto si estamos usando el modo Alto, para apagarla tendremos que pasar antes por el Bajo, el Estroboscópico y el SOS; lo cual a mí se me hace muy cansino en la mayoría de las ocasiones y nos hace parecer un foco de discoteca andante.

Por suerte (por la cantidad de veces que nos toca pulsarlo) el tacto del botón es bastante bueno y resulta agradable de presionar gracias al click definido que hace y la goma que lo recubre. A la hora de usarlo me recuerda mucho al que lleva la Olight S1 Baton y además tiene un LED bajo su superficie que se ilumina en verde o en rojo para señalar el estado de carga.

Lo que no me gusta nada es la idea de la herramienta multifunción acoplada al cuerpo de la linterna porque con ella puesta se hace muy incómoda de llevar encima y quitándola (hay que girar el anillo posterior hasta alinear una circunferencia que permite extraerla) queda un hueco en el cuerpo de la linterna tan antiestético como inútil.

Además, es que la herramienta no sirve apenas para nada, ya que aparte de estar fabricada en un aluminio bastante endeble, el destornillador plano es demasiado grueso y las «llaves exagonales» son sólo para tornillería M5 y M6, así que su uso está bastante limitado. El que veo algo más práctico es el destornillador Phillips, pues es de acero y es de un tamaño bastante habitual.

Conclusión

El que hoy analizamos no es un modelo ni especialmente cómodo de llevar siempre encima ni da una calidad de luz especialmente destacable; pero sí que está bien diseñada para ir en una caja de herramientas y servirnos de fuente de luminosa cuando nos toca trabajar en entornos oscuros.

Pese al marcado PWM, sus dos modos principales están bien dimensionados para el uso habitual de una linterna como esta. A los otros dos (estroboscópico y SOS) no les veo gran utilidad, y el problema es que tendremos que pasar por ellos cada vez que queramos apagar la linterna porque el acceso a ellos es siempre secuencial.

Por lo demás, se agradece la carga por USB (siempre es mucho más cómodo que las pilas) y el imán de la base para fijarla a superficies metálicas. Aun así, no pasará a la historia de las linternas porque tampoco ofrece mucho más que otras que hay a la venta en ferreterías y tiendas de bricolaje por su mismo precio.

Más información

Un año en Oropesa

Por estas fechas se cumple un año desde que me vine a vivir a Oropesa del mar. Parece mentira, pero ya han pasado doce meses desde que en el puente de mayo de 2011 cogí mis bártulos y dejé la ciudad que ha sido mi casa durante prácticamente toda mi vida.

Un vistazo al mar

Se dice pronto; pero ya he pasado aquí mi cumpleaños, el día de la hispanidad, la festividad de los Reyes Magos, las cuatro estaciones, las fiestas locales, la mayoría de competiciones deportivas que se disputan por temporadas… Y, aunque sean cada cuatro años, también unas elecciones generales.

Un año en el que considero que he crecido mucho en lo personal y en lo laboral, ya que saber compaginar trabajo, tiempo libre y tareas domésticas es todo un arte en el que a día de hoy me defiendo bastante bien. Gracias a la independencia de la que disfruto me estoy convirtiendo en un pequeño Arguiñano y además he aprendido a organizarme mucho mejor que cuando vivía en Alcalá.

Sigilo

Como os podréis imaginar, gestionar todo esto yo sólo tiene una contrapartida que es la ausencia casi total de tiempo libre. Algo que se nota en el ritmo de actualizaciones del blog, pues durante los últimos meses no he podido publicar tanto material por aquí como hubiera deseado. Lo que ocurre es que, como bien comprenderéis, si tengo que racionar el tiempo de ocio del que dispongo, obviamente prefiero coger la cámara y salir a hacer fotos durante un par de horas antes que sentarme al teclado, pues bastante tiempo me paso ya delante del ordenador en la oficina como para seguir en casa en el mismo plan.

Sea como sea, he de reconocer que estoy contento con la vida que llevo. Cierto es que la gente a la que quiero está un poco lejos de aquí y que a veces me siento como un bombero esperando a que suene la alarma para salir a sofocar un incendio; pero mi trabajo me gusta, me motiva y me hace sacar lo mejor de mí y, además de todo eso, el bajar a la calle una mañana de Febrero y disfrutar del mar en completa soledad es un auténtico placer que compensa los días aciagos que acechan cuando a todos os da por venir aquí a la vez.

Paraisos cercanos (Benicassim)

Siempre he pensado que lo que hacemos hoy va marcando el camino hacia el futuro; y estoy seguro de que todo el esfuerzo invertido y todas las enseñanzas que estoy sacando de esta experiencia me servirán para seguir mirando al mañana con optimismo tanto en el aspecto personal como en el profesional.

Ser feliz es lo mínimo a lo que uno ha de aspirar en la vida, y para eso has de ponerle humildad, ganas e ilusión a cada uno de tus actos.

¡Gracias por leerme!

Primavera

En el preciso instante en que se publican estas líneas dejamos atrás el invierno y entramos en la estación más alegre y colorida del año: la primavera.

Almendros

Curiosamente hoy también es el día en el que daré carpetazo a dos asuntos muy importantes en mi trabajo que han hecho que todo lo que no tenga que ver con lo laboral lo haya dejado muy de lado en los últimos meses. Una época de mucho trabajo en la que he tenido que renunciar a muchas cosas pero de la que me siento tremendamente orgulloso al recoger ahora los frutos de todo ese esfuerzo.

Quiero decir con esto que de ahora en adelante veréis algo más de vida por este blog, ya que aunque durante los últimos tiempos se me han ocurrido unas cuentas ideas para dar base a nuevos artículos, mi falta de tiempo libre ha hecho que muy pocas de ellas se hayan llegado a materializar en algo tangible.

Piedras

Con la llegada de la recién estrenada primavera aumentan las horas de luz, la temperatura es más agradable y los colores del campo sirven de inspiración al fotógrafo, de modo que ya iré reflejando por aquí con ayuda de mis imágenes cómo cambia todo por estas tierras castellonenses en las que ya llevo casi un año viviendo.

Pisadas

¡Nos leemos!

Haciendo balance del 2011

El 2011 terminará dentro de unas horas y, como de costumbre, creo es una buena ocasión para echar la vista atrás y ver qué ha pasado durante los últimos doce meses para así afrontar el nuevo año con perspectiva.

That's me!

En otras ocasiones he desglosado el año por meses; pero en esta ocasión voy a hacer una disección más global en la que la secuencia de los acontecimientos no es tan importante como la conclusión a la que me gustaría llegar, de modo que me gustaría empezar esta historia hablando del que hasta hace poco ha sido mi lugar de residencia.

Alcalá de Henares

Alcalá es la ciudad donde está mi casa, el sitio en el que he crecido y donde reside mi familia y mis mejores amigos. No pasa un día en el que no me acuerde de Alcalá y siempre que tengo ocasión de volver me gusta perderme por sus rincones y encontrarme con toda esa gente que me ha visto a lo largo de todos estos años.

La ciudad de los chapiteles

Sin embargo, pese al cariño que le tengo a mi ciudad, 2011 ha sido el año en el que me he ido a vivir a Oropesa del Mar. Un lugar donde tengo un trabajo que me apasiona, una vida que construyo con mis propias manos y un escenario idóneo para la fotografía que tanto me gusta practicar. A lo mejor algunos de vosotros está pensando que vivir en un lugar de playa donde en invierno no te cruzas con nadie por la calle debe de ser algo insoportable; pero ya os adelanto que yo allí estoy encantado y que lo único malo de es que estoy a 450 Km de la gente a la que quiero.

Contrastes del amanecer

Vida personal

Reconozco que esta nueva vida que ahora llevo me ha hecho crecer como persona, me ha dado mucha libertad, me está enseñando unas cuantas cosas y me está haciendo madurar mucho. Si siempre he sido alguien que concede especial importancia a los pequeños detalles, a lo largo de los últimos meses ese rasgo mío se ha acentuado todavía más; y es que cuando sales un domingo a las ocho de la mañana a dar una vuelta en completa soledad, un amanecer en tonos pastel, una flor desafiando a los acantilados o un gato que te mira con curiosidad desde su escondrijo son cosas que te llenan bastante.

Gato en éxtasis

Y es verdad que hay días en los que es duro llegar a casa y que sólo te espere una pila de platos por fregar; pero eso también hace que los fines de semana en los que puedo escaparme a Alcalá o vienen a visitarme mi chica o mi familia a Oropesa los disfrute con una especial intensidad. De todos modos, como os decía en el párrafo anterior, estoy contento con esta vida que llevo porque siento como si en lo personal hubiera avanzado varios años en tan sólo ocho meses.

Marcos torcidos

Blog

En lo que al blog se refiere, 2011 ha sido un periodo de tiempo en el que han disminuido considerablemente las horas que invierto en este rincón de Internet. Cierto es que sigo publicando artículos con cierta regularidad y que de vez en cuando me siento a responder las dudas que vais planteando en los comentarios; pero hay muchos días en los que no me puedo permitir dedicarle ni un minuto a esto que, al fin y al cabo, no deja de ser una afición como otra cualquiera.

El caso es que entre semana ando siempre liado con temas laborales, y una vez que llega el fin de semana me gusta aprovechar el tiempo libre para hacer fotos, pasear, salir a dar una vuelta en bicicleta… cosas que no impliquen estar delante de un ordenador y me permitan disfrutar un poco de la vida al aire libre.

Tierras altas

Fotografía

Fotográficamente hablando este año ha sido muy continuista: apenas me he comprado nuevos componentes para mi equipo (aunque sí que llegó recientemente la Olympus E-PL1) y lo que he hecho en buena medida es visitar lugares de mi entorno para retratarlos de la mejor manera posible. De cara al año que comenzará en breve me gustaría ampliar horizontes un poco y visitar lugares algo más lejanos que creo que pueden tener un encanto especial. Lo más seguro es que con la llegada de la primavera aproveche algunos fines de semana para moverme por lugares de la provincia con un encanto especial y crear algunas entradas que, como siempre, podréis ir leyendo por aquí.

Por los campos

De cualquier modo, si me siento a ver las fotos que he hecho desde el pasado mes de Enero sí que noto una cierta evolución a lo mejor no tanto a nivel técnico como compositivo; y es que como siempre digo, el mejor consejo para mejorar como fotógrafo es, precisamente, tratar de hacer todas las fotografías posibles y disfrutar al máximo de cada una de ellas. Puede que parezca que el resultado final es lo más importante en una imaegn; pero nunca hay que olvidar que para los que no nos dedicamos profesionalmente a esto es muy importante disfrutar del camino.

The time goes by

Trabajo

En lo laboral, como os decía antes, estoy contento y orgulloso de la tarea que realizo en Oropesa desde que en el mes de Mayo me mudé allí: me gusta mucho lo que hago y además tengo la suerte de contar con un equipo de personas realmente excepcional. En principio no se prevén demasiados cambios de aquí al otoño en este sentido; pero para entonces llegaré a una bifurcación en la que mi vida puede dar un nuevo golpe de timón, aunque para eso todavía falta bastante tiempo y hasta entonces lo único que me preocupa es seguir haciendo bien las cosas.

Agua

Videojuegos

El año que ahora termina ha supuesto para mí un nuevo acercamiento al mundillo del videojuego gracias a la 3DS. No repetiré lo que comenté hace apenas unos días en la entrada que ensalzaba las virtudes de esta consola portátil, pero sí insistiré en que la veo como un soplo de aire fresco en un mercado que considero bastante estancado desde hace tiempo. Obviamente esto es algo que ocupa un papel muy secundario en mi vida; pero creo que la compra de la última portátil de Nintendo ha sido un acierto pese a que mis partidas a Mario Kart, Tetris y similares sean algo bastante esporádico.

A estas alturas tengo claro que nunca volveré a involucrarme en el mundo de los videojuegos tanto como en mi época de redactor de ultimONivel porque mis prioridades en la vida han cambiado mucho desde entonces, pero reconozco que es agradable volver a sorprenderse con algún título que se sale un poco de lo común teniendo en cuenta que llevaba completamente apartado de todo esto desde hace ya un tiempo. Seguramente a lo largo de 2012 volváis a leer alguna entrada sobre esta temática porque es algo sobre lo que me apetece escribir.

Nintendo 3DS

2012

Termina por tanto 2011, que ha sido un año muy intenso y lleno de alegrías del que no me puedo quejar ni lo más mínimo en lo personal ni en lo profesional. Ahora llegará 2012 y aunque sin dudarlo firmaría porque fuera igual que el año que ahora agoniza, en el fondo todos queremos ir siempre a más y yo espero que para cuando hayan pasado sus 366 días (recordad que es bisiesto) pueda volver a mirar hacia atrás y contaros que, pese a que el listón estaba alto, las cosas han ido todavía a mejor.

Horizontes

Cierto es que en estos tiempos la situación económica es complicada, que hay mucha gente que está pasando apuros, que las hipotecas suben y los sueldos bajan… Y está claro que esas cosas yo no las puedo cambiar; pero lo que sí puedo hacer desde este humilde rincón de Internet es ofreceros una dosis de optimismo y, con mis párrafos y mis fotos, haceros pasar un rato entretenido. Al fin y al cabo, la finalidad de este blog no es otra que divertirnos y compartir conocimientos. Eso es lo que he hecho durante este 2011 y lo que seguiré haciendo a lo largo del 2012.

I think it's gonna be a long long time

¡FELIZ AÑO NUEVO!

Una dosis de optimismo para afrontar los exámenes de septiembre

Esta mañana iba conduciendo hacia el trabajo cuando en la radio comentaron lo cerca que queda ya el mes de septiembre con sus correspondientes depresiones post-vacacionales, compras masivas de libros escolares, tormentas a última hora de la tarde… y los temidos exámenes de recuperación.

Paisajes casi tropicales

Enfrascado como estoy ahora mismo en mis tareas laborales, no me había dado cuenta de que estamos ya a menos de diez días de finiquitar el mes de agosto; y al percatarme de esto empecé a recordar que en mi época universitaria a estas alturas de verano estaría ya acelerado pensando en la cercanía del primer examen.

Por suerte solía ser un alumno aplicado y, aunque tenía amigos que se dedicaban a jugar a las cartas de Octubre a Junio y luego en Septiembre recuperaban todo lo que no habían aprobado durante el curso, yo solía sacar la mayoría de las asignaturas en Febrero y en Junio para que, aunque llevara alguna para las recuperaciones, al menos pudiera desconectar un poco durante el verano.

Oxidado

Pero el caso es que me pongo a recordar ahora aquellas tandas de exámenes y se me viene la cabeza la sensación de desánimo que me invadía cuando pese a echarle un montón de horas a una asignatura la suspendía con un cuatro y pico o cuando en un laboratorio la práctica final fallaba justo a cinco minutos de la evaluación. Momentos de impotencia que seguro habréis sufrido todos los que conozcáis de primera mano la vida universitaria y que a veces pueden llevarnos a pensar que estamos perdiendo el tiempo o que nos deberíamos haber dedicado a plantar guisantes en el fondo de algún valle perdido.

Un sentimiento que hace ya unos cuantos años traté de plasmar en este vídeo que grabé con una simple cámara compacta, una frenética canción de El niño gusano  y un poco de imaginación.

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No obstante, lo que pretendo con esta entrada es daros ánimos a todos los que estéis a punto de comenzar vuestros exámenes de recuperación. Las temporadas de exámenes en la universidad son épocas duras en las que cuesta conciliar el sueño y durante las que tenemos los músculos más tensos de lo habitual. De hecho, son tantas las horas de estudio que, por lo general, la espalda y/o el cuello acaban resintiéndose; así que no os olvidéis de hacer un descanso de vez en cuando.

Sin embargo, pese al dolor, la frustración, la ansiedad o el desánimo os aseguro que al final merece la pena todo el esfuerzo realizado. No ya sólo por el día en el que presentas tu proyecto de fin de carrera y te das cuenta de que ya tienes tu título (es una sensación indescriptible) sino por la perspectiva que adquieres a partir de ese momento. Tener una carrera no te hace más listo que nadie; pero sí que te abre una serie de puertas que de otro modo permanecerían cerradas; y eso es algo que tal y como están las cosas hoy en día no es ninguna tontería.

I think it's gonna be a long long time

Y es que a todas las facetas de mi vida les aplico la misma filosofía: ser metódico, constante y tener en mente que «si se hace algo es para hacerlo bien». Esto es algo que a mí hasta el momento me ha dado muy buenos resultados y, de hecho, ahora mismo estoy recogiendo el fruto de todo lo que sembré en su momento y considero que me encuentro en la mejor época de mi vida.

También me acuerdo de algunos compañeros de instituto que dejaron los estudios en plena época de vacas gordas para arrimarse a la cultura del pelotazo y el dinero fácil. Y si bien es verdad que mientras yo iba a clase en un coche viejo y pasaba las tardes peleándome en la biblioteca con ecuaciones diferenciales ellos iban a los sitios de moda en un BMW último modelo, ahora la mayoría de ellos se arrastra de empresa en empresa en busca de algún empleo que les permita llegar a fin de mes si es que no han vuelto a las aulas en busca de alguna formación que les abra aquellas puertas que ellos mismos se cerraron años atrás.

¿Cerrado?

Como os decía, desde mi punto de vista es fundamental trazarse una línea de trabajo y seguirla durante todo el tiempo que sea necesario. Sólo así algún día (seguramente más tarde que pronto) llegaremos a alcanzar nuestros objetivos o incluso a superarlos. Sin embargo, aquellos que van buscando atajos al final lo único que consiguen es ir de lado a lado picoteando de aquí y de allá, dándose cuenta al cabo de los años de que en realidad han estado dando vueltas en círculo y están en el mismo lugar desde el que partieron.

Cada loco con su tema

En definitiva: a aquellos que esteis a punto de meteros de lleno en los exámenes de septiembre os mando mucho ánimo y una buena dosis de optimismo porque, aunque es verdad que las cosas ahora mismo pintan mal en el plano laboral, si tenéis ganas y una actitud valiente ante el futuro las buenas noticias acabarán llegando.

Ya lo veréis. Al fin y al cabo, nunca llueve eternamente.

Haciendo balance del 2010

Como cada tarde del 31 de diciembre, llega el momento de echar la vista atrás y hacer balance de los últimos doce meses en una costumbre que viene ya de lejos y que considero imprescindible para afrontar el nuevo año con perspectiva.

Enero de 1987

Un año para recordar

He de admitir que 2010 ha sido el mejor año de mi vida en todos los aspectos: laboralmente las cosas han ido francamente bien y en lo personal el año comenzó con un viaje por Bruselas y alrededores que me dio una perspectiva muy interesante. Durante aquellos cuatro días, además de visitar lugares fantásticos, me conocí mejor a mí mismo y afiancé todavía más mi idea de que la felicidad reside en las pequeñas cosas. Como os digo, aquel viaje lo aproveché al 100% y prueba de ello es que de él vienen recuerdos a mi memoria prácticamente a diario.

A medida que fue pasando el año prosiguieron las buenas sensaciones por unas cosas o por otras (vacaciones, amigos, cafés…) y ya casi terminando el 2010 sentimentalmente también me llevé una buena alegría conociendo a una persona maravillosa con la que me encanta compartir el tiempo y junto a la que me siento plenamente feliz.

La fotografía

En temas fotográficos, si miro mi evolución a lo largo del año me doy cuenta de que he aprendido y he mejorado mucho durante los últimos doce meses. En este momento me siento fotográficamente completo y con el equipo del que actualmente dispongo puedo plasmar las cosas desde mi particular punto de vista sin echar grandes cosas en falta. La llegada de la D300 supuso un buen impulso a mis aspiraciones fotográficas; algo a lo que también contribuyeron decisivamente los diferentes objetivos que han ido llegando a mis manos y a los que cada día saco más partido.

Prohibido...

Sin embargo, más allá de las cámaras y los objetivos que pueda tener, lo que más me gusta es ver que día a día se me ocurren nuevas ideas para hacer fotografías y gracias a ello cada vez que salgo a la calle de safari fotográfico disfruto como un auténtico niño.

El blog

Y en cuanto al blog, pues no podría estar más contento: vuestra afluencia sigue al alza, compruebo que los artículos de fotografía son apreciados y valorados, mucha gente enlaza a este rincón de Internet en foros y en otros blogs… Si bien tengo la espinita clavada de llevar tiempo sin responder a los comentarios pendientes y el hecho de que tengo una buena colección de consultas realizadas por email a la espera de contestación (pido perdón por ello). Quisiera poder llevar todo eso al día, pero en los últimos meses dispongo de tan poco tiempo libre que si saco un rato para el blog lo invierto en crear nuevos artículos. Sea como sea, espero encontrar una solución a esto en breve plazo de tiempo porque ya os digo que para mí es el único «pero» relacionado con el blog.

Dell Inspiron Mini 10

El futuro

No soy adivino y por lo tanto no tengo ni la menor idea de cómo será este 2011 que comienza en apenas unas horas; pero sí que os puedo decir que en No sé ni cómo te atreves seguiréis encontrando nuevos contenidos porque por mucho trabajo que tenga siempre sacaré unos minutos para hablaros de alguna técnica fotográfica, contaros alguna historia cotidiana o mostraros alguna imagen de la que me sienta orgulloso. Además, si todo sigue los cauces previstos, durante este 2011 habrá muchas vivencias que contaros de un tipo que siempre le pone ganas e ilusión a todo lo que hace.

Tonos pastel

Muchas gracias por vuestras visitas (mañana os daré algunas cifras tanto del mes de diciembre como del 2010 al completo), estrenad el año en buena compañía, sed constantes en todo lo que hagáis y empeñaos en ser felices todos los días de vuestra vida.

Después de todo esto ya sólo me queda desearos…

¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!

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Amanece, que no es poco (en realidad es muchísimo)

Pese a las tres semanas que ya llevo en Oropesa del Mar todavía no he conseguido acostumbrarme a los amaneceres de ensueño que este rincón del Mediterráneo ofrece a los ojos de quien se detiene a contemplarlos. Disfrutar de estampas como la que os muestro a continuación me hace darme cuenta una vez más de que algo tan aparentemente simple como la salida del sol es un auténtico espectáculo que merece la pena contemplar.

Amanecer entre nubes

Y el caso es que aunque todavía no me he ido ya echo de menos estos amaneceres.

La Oropesa más solitaria que he conocido nunca

Hola a todos/as:

Como ya habréis podido comprobar, estos días no tengo demasiado tiempo de actualizar el blog. De cualquier modo, me gustaría comentar que estoy disfrutando mucho de lo que estoy haciendo aquí, que el tiempo está siendo impresionante (lástima que entre semana no pueda sacar un rato para dar un paseo por la playa) y que los fines de semana estoy aprovechando para sacar la cámara y hacer algunas fotos de un lugar que ahora mismo transmite paz y sosiego.

Playa de la concha

Sin ir más lejos, las imágenes que ilustran esta breve entrada han sido tomadas durante estos dos últimos fines de semana y dan buena cuenta de lo que se puede uno encontrar por aquí en esta época del año: una soledad casi absoluta y puestas de sol impresionantes. Os aseguro que un simple paseo por sus calles al caer el sol es una auténtica terapia relajante que le deja a uno completamente nuevo.

Atardecer

De todos modos, aunque se hace un poco rara la sensación de no ver apenas a nadie por las calles, no os podéis imaginar lo mucho que valoro la tranquilidad que reina a cualquier hora (algo muy diferente al habitual colapso de Agosto en cualquier sitio de playa). A ver si puedo ir sacando un rato de vez en cuando para ir escribiendo algunos artículos, porque la verdad es que el entorno es muy «inspirador» y tengo ya en mi libreta unas cuantas ideas que se me han ocurrido a lo largo de estos diez días que llevo por aquí.

Sol de otoño

¡Un saludo desde tierras castellonenses!  😉

Alguno estaba deseando jubilarse

Curioso cartel el que me he encontrado hace apenas un rato en la luna de un bar del paseo del Val que tenía el cierre echado.

Siempre he pensado que cuando alguien lleva manteniendo un negocio durante toda su vida, la jubilación tiene que un trago amargo; pero por lo que veo los hay que lo llevan estupendamente. Vamos, que el último día seguro que hubo incluso unas cuantas rondas a cargo de la casa…

Carreteras

Al fin y al cabo, las carreteras menos transitadas son las que llevan a los lugares más bellos.

M-230, Km 3

La vida es una carretera de montaña en la que nunca se sabe lo que vendrá detrás de cada curva. En ocasiones una placa de hielo nos pillará desprevenidos y nos dará un buen susto; pero otras veces tendremos ante nuestros ojos un paisaje de ensueño que merecerá la pena contemplar.

Sea como sea, mi filosofía de vida consiste en no tomar atajos, circular a la velocidad adecuada e ir con los ojos bien abiertos para aprender todo lo posible durante el trayecto. De ese modo, cuando uno llega a su destino lo hace con una sonrisa en la cara y la sensación de que cada kilómetro ha merecido la pena.

Compañeros de viaje

Hay algo bello y romántico en el arte de escribir a mano. Nunca negaré que los sistemas electrónicos tienen la ventaja de la inmediatez y la facilidad para mandar las palabras de un lado a otro en apenas unos segundos; pero el encanto que tiene un bolígrafo y una hoja de papel es algo que no ha sabido suplir ninguna otra cosa y precisamente por eso hace un tiempo me hice con dos elementos que desde entonces me acompañan durante buena parte del día:

Compañeros de viaje

Ese Moleskine negro que tenéis en la imagen es mi diario de viaje en el que de vez en cuando me pongo a anotar ideas, pensamientos, esbozos y cosas así. Gracias a él he descubierto lo mucho que se despierta la imaginación en la mesa de un bar, en el banco de un parque o en un tren de cercanías y lo importante que es plasmar las ideas en el momento que se presentan porque, como los sueños, instantes después comienzan a deshilacharse y acaban por perderse para siempre. Pero esto que os digo no es más que una especie de entrenamiento para un proyecto que tengo en la cabeza y que mezcla geografía, fotografía y literatura a partes iguales.

Por otra parte, el cuaderno azul que tenéis debajo del Moleskine es una libreta que me sirve como diario de trabajo. En ella voy apuntando el día a día en mi trabajo para así tener todas mis ideas organizadas y poder consultarlas en cualquier momento. Esta libreta la tengo siempre a mano para anotar cualquier cosa que me llame la atención o considere de importancia porque se trata de cosas que siempre puede venir bien tener a mano.

¡Gracias por leerme!

Interruptores magnetotérmicos y diferenciales

Por diversos motivos estoy acostumbrado a tratar con diversos dispositivos eléctricos y electrónicos; y precisamente por eso uno puede perder un poco la noción de las cosas y creer que todo el mundo tiene ciertos conocimientos sobre estos temas.

Sin embargo, el otro día me di cuenta mientras hablaba con mis padres de que hay mucha gente a la que le suena eso del magnetotérmico y el diferencial, pero sólo sabe que son unas teclas que están en el cuadro eléctrico de la entrada de la vivienda y poco más.

Tras aquella charla en la que con un par de esquemas y unas breves explicaciones parece que les quedó claro para qué sirve cada cosa, se me ocurrió escribir esta entrada de modo que entendáis lo que es un interruptor magnetotérmico y un interruptor diferencial sin meterme en detalles técnicos; pues aunque se instalan juntos su función es completamente diferente y creo que son unos conceptos que pueden ser de utilidad a cualquier persona.

Un par de apuntes sobre electricidad

La electricidad es la energía que hace funcionar a la práctica totalidad de los aparatos que tenemos en casa y viene definida por dos magnitudes principales: la tensión y la intensidad. Obviamente hay muchas más, pero para lo que a nosotros nos interesa nos basta con estas que os comento.

rayos (2)

La tensión es la diferencia de potencial que existe entre dos polos o entre el hilo neutro y uno de los polos (dependiendo del tipo de instalación) y se mide en Voltios. Si medimos la tensión existente entre las bornas de cualquiera de los enchufes de nuestra casa obtendremos 220 V, que es la tensión a la que funcionan todos los aparatos domésticos en España.

Por su parte, la intensidad es la medida de la cantidad de corriente eléctrica que está pasando por un cable y viene dada en amperios (A). La corriente eléctrica no es más que un flujo de electrones que se desplazan por un conductor, y la medida de la intensidad cuantifica ese movimiento.

Si lo queréis ver con un símil podemos imaginar la corriente eléctrica como el torrente de un río: la tensión podría ser el equivalente al ancho del mismo, mientras que la corriente sería la cantidad de agua que pasa por su cauce. La combinación de ambas nos daría un determinado caudal, que en electricidad sería la potencia eléctrica (que es el producto de la tensión por la corriente).

Para obtener una misma potencia eléctrica podemos tener un río estrecho pero por el que circule mucha agua o bien uno más ancho pero por el que circule menos agua. En electricidad ocurre lo mismo: para obtener una determinada potencia eléctrica podemos tener una tensión alta y una corriente baja o bien una tensión de pocos voltios pero una corriente eléctrica muy alta.

El pausado discurrir del Henares

En todo caso, aunque la similitud de conceptos entre caudal de agua y corriente eléctrica es acertado, no es tan fiel a la realidad como me gustaría porque la electricidad necesita un circuito cerrado para circular. Es decir, que la corriente sale del enchufe por uno de sus polos, llega hasta la carga (el aparato eléctrico de turno) y regresa por el otro cable para salir por el polo contrario a diferencia del agua del río, que parte de un punto A y llega hasta un punto B sin posibilidad de retorno.

Pero centrándonos en el tema principal del artículo, os indicaré que puesto que en la inmensa mayoría de las instalaciones la tensión permanece constante y con lo que se «juega» es con la intensidad eléctrica, los dos sistemas de protección que vamos a ver en este artículo van a estar basados en esta magnitud eléctrica:

Interruptor magnetotérmico

El interruptor magnetotérmico es un dispositivo diseñado para proteger la instalación eléctrica (y los aparatos conectados a ella) tanto de sobrecargas como de cortocircuitos conectándose en el cuadro eléctrico de entrada a la vivienda. En realidad suele haber varios de ellos, ya que por lo general la distribución eléctrica de la vivienda se realiza en varias líneas, necesitando un interruptor de este tipo para cada una de ellas.

Los magnetotérmicos, como su propio nombre indica, poseen dos sistemas de protección ante el paso de corriente: uno de tipo magnético y otro de tipo térmico.

Protección magnética

El magnético se basa en una bobina que, colocada en serie con la corriente, no se activa a no ser que circule por ella una intensidad varias veces superior a la nominal (habitualmente entre 5 y 10 veces para instalaciones domésticas). Este margen se da para que el magnetotérmico no se dispare durante los arranques de ciertos aparatos con motores potentes (aspiradoras, lavavajillas…) porque suelen meter unos picos de corriente bastante elevados en el preciso momento de su puesta en marcha.

La protección magnética sirve para proteger la instalación ante cortocircuitos (contacto directo entre dos conductores de la instalación), ya que cuando tiene lugar uno de ellos la intensidad aumenta de forma brutal (en teoría se hace infinita) y la bobina a la que me refería antes entra en acción instantáneamente abriendo el circuito y cortando, por tanto, el paso de la corriente eléctrica.

Osciloscopio nocturno

Protección térmica

Por su parte, la protección térmica está encaminada sobre todo a proteger el cableado de la instalación, ya que se trata de una lámina bimetálica que se curvará en mayor o menor medida en función de la cantidad de corriente que circule por ella. Esto es debido a que cuando por un conductor circula una corriente éste se calentará en función de la intensidad, de modo que si esta se mantiene durante unos instantes por encima de la nominal que soporta el interruptor, la lámina bimetálica se curvará más de la cuenta y abrirá el circuito eléctrico evitando que una corriente demasiado elevada pueda quemar los cables de la instalación eléctrica.

El sistema de protección térmica va a dispararse en aquellos casos en los que estamos sobrepasando el consumo máximo de la instalación eléctrica y para el cual han sido dimensionados los cables. Un caso típico de esto es cuando empezamos a poner en marcha varios electrodomésticos de cierto consumo (secador de pelo, aire acondicionado, vitrocerámica, microondas…) y en un momento determinado comprobamos que «se ha ido la luz».

Cuando se dispara cualquiera de las dos protecciones que hay en un magnetotérmico debemos de corregir la situación que ha propiciado su activación y a continuación subir la palanca que posee para así rearmar el circuito. En caso de que la situación que ha provocado su disparo no se haya subsanado como medida de seguridad no será posible rearmar el automático por mucho que lo intentemos.

Dibujando en el aire

Por cierto, si os acercáis al cuadro eléctrico de casa veréis que los interruptores magnetotérmicos son de un tamaño bastante pequeño (poco más que una caja de cerillas, como el que podéis ver al principio de esta sección) y suelen estar calibrados, por lo general, para corrientes de entre 6 y 25 A dependiendo del diseño de la red eléctrica.

Sin embargo, a modo de curiosidad, os puedo decir que el otro día tuve en la mano un magnetotérmico industrial de 250 A perteneciente y su tamaño es similar al de un tetra-brick de litro (y del peso ni hablamos, claro). Si tenemos en cuenta que ese interruptor que os digo es pequeño en comparación con los que os podéis encontrar en los sistemas de iluminación de aeropuertos y cosas así, os daréis cuenta de que lo que tenemos en casa es prácticamente de juguete.

Interruptor diferencial

El diferencial tiene como misión evitar que una persona que toque un conductor de la instalación se pueda quedar electrocutada por conducir la electricidad a través de su cuerpo; y de ahí que sea un componente vital en cualquier instalación eléctrica para garantizar la seguridad de las personas que la utilicen.

Como os decía anteriormente, para que la corriente eléctrica pueda circular es necesario cerrar el circuito por el que transita, y si por lo que sea tocamos un cable eléctrico sin estar aislados del suelo, nuestro propio cuerpo va a hacer de «cable» llevando la electricidad a tierra con el riesgo de electrocución que esto conlleva.

Los diferenciales se basan en un principio muy simple y es que la intensidad que entra por uno de los cables de un circuito eléctrico es igual a la que sale por el otro tal y como muestra el siguiente esquema:

Dentro del diferencial hay una toroidal que se encarga de monitorizar constantemente tanto la corriente de entrada como la de salida. Por tanto, en caso de que esas corrientes no tengan el mismo valor es que se está derivando directamente a tierra por algún sitio (posiblemente a través de una persona que ha tocado una parte de la carga mal aislada) y como medida de seguridad el interruptor se abre cortando la corriente. Esta sería la situación representada por la siguiente figura:

Para instalaciones domésticas se suelen emplear diferenciales de 30 mA y 25 mseg con objeto de garantizar la seguridad de las personas, ya que cualquier derivación a tierra provocará el disparo casi instantáneo del interruptor. En caso de instalaciones industriales se suelen emplear valores más elevados (sensibilidades de 300 mA o incluso algo más para los diferenciales más generales) porque al haber tantos elementos puede darse el caso de que algunos de ellas tengan pequeñas derivaciones a tierra sin que ello suponga un riesgo para la seguridad y evitando así que el diferencial esté saltando cada poco tiempo con los problemas que esto acarrearía.

Lo más importante de un diferencial es pulsar de vez en cuando (hay fabricantes que recomiendan hacerlo mensualmente, mientras que otros indican una frecuencia anual) el botón Test que todos poseen en su frontal. Al presionarlo el interruptor diferencial debería de dispararse instantáneamente demostrando que el dispositivo funciona a la perfección y dándonos la seguridad de que en caso de sufrir una descarga eléctrica estaremos debidamente protegidos frente a sus nefastas consecuencias. Cuando el diferencial se dispara hay que rearmarlo manualmente igual que hacíamos con los magnetotérmicos; pero un disparo no provocado del diferencial representa un problema grave, por lo que se recomienda revisar la instalación eléctrica para evitar riesgos.

La seguridad es lo primero

Como os comentaba al principio de este artículo, mucha gente sabe de la existencia de estos dispositivos de protección pero no tiene demasiado claro para qué sirven. Precisamente por ese desconocimiento es por lo que hay incluso algunas personas que ante repetidos disparos llega al extremo de puentearlos para que así no vuelva a «irse la luz».

Después de haber leído estos párrafos sobre el funcionamiento y la razón de ser de estas protecciones que todos tenemos en casa os imaginaréis que hacer algo así es una auténtica locura; pero aun así os aseguro que hay bastante gente que cada vez que cambia una bombilla se juega la vida porque en caso de tener el diferencial «trucado» lo que sería un simple chispazo se convertiría en una descarga continuada que puede llevar a esa persona incluso a la muerte.

A la electricidad no hay que tenerle miedo porque es una forma de energía muy segura siempre y cuando se cumplan todas las medidas de protección estipuladas. Y si con este artículo he conseguido haceros entender qué son esas palanquitas que hay en el cuadro eléctrico de vuestra casa me doy por satisfecho porque sé que la próxima vez que se os vaya la luz tendréis claro qué es lo que ha propiciado esa situación y trataréis de evitarlo en el futuro.

Tiempo libre y labores blogueras

Aunque hace unas semanas ya os comenté algo sobre esto, quisiera hacer hincapié sobre un aspecto del blog que me gustaría que tuvierais en cuenta: desde hace algo más de un mes he comenzado a trabajar también por las tardes; de modo que de lunes a viernes salgo de casa sobre las ocho, vuelvo a mediodía apenas para comer y descansar media horita, vuelvo a la depuradora y ya regreso definitivamente a casa con el tiempo justo para darme un breve paseo y pegarme una ducha antes de cenar.

Cruce de caminos

Debido a esta ampliación de funciones, mi tiempo libre se ha visto drásticamente reducido; y de ahí que no actualice el blog tan a menudo como antes. Y es verdad que sigo manteniendo una cierta regularidad a la hora de publicar contenidos por aquí, de tal modo que no dejo pasar más de un par de días sin sacar alguna nueva entrada, pero tened en cuenta que el poco tiempo libre del que ahora dispongo he de repartirlo entre todas las actividades que, como cualquier persona, suelo practicar de forma habitual: salir a hacer fotos, leer algún libro, ver a los amigos, escuchar música, ir de compras, estar con la familia, tomar un café, pasear sin rumbo, responder correos pendientes… y, por supuesto, también sigo ideando y escribiendo nuevos contenidos para el blog.

Digo esto porque soy consciente de que a veces se me acumulan unos cuantos comentarios por responder y que algunos de vosotros os impacientáis si habéis planteado alguna consulta y veis que no obtenéis respuesta por mi parte en tres o cuatro días. Entiendo que antes respondía a los comentarios que dejáis prácticamente a diario y tal vez os sintáis molestos con ese retraso que os comento; pero os aseguro que después de estar todo el día en la oficina batallando con mil y una historias no me apetece demasiado seguir mirando una pantalla de ordenador en casa y siempre procuro hacer cosas que no tengan que ver con ello.

Capirote

De todos modos, el tema de los comentarios y los correos lo tengo muy controlado y no se me escapa ni uno, por lo que antes o después obtendréis respuesta por mi parte. Normalmente suelo aprovechar los fines de semana para este tipo de cosas; pero hay algunos en los que apenas paro por casa porque cuando ahora tengo auténtico tiempo libre me gusta invertirlo fuera de cualquier espacio cerrado. Aun así, a partir de ahora voy a tratar de que no se amontonen demasiados comentarios sin responder porque llevándolos más al día al final saldremos ganando todos.

¡Gracias por vuestra comprensión!  ^__^

Abandono definitivamente el equipo de ultimONivel

Puede que a algunos de vosotros esto no os pille por sorpresa, ya que en los últimos meses apenas he redactado un análisis y dos reportajes para ultimONivel y es algo que se veía venir porque llevaba un tiempo bastante «desaparecido»; pero después de estar dándole vueltas al tema durante las últimas fechas he tomado la decisión de dejar oficialmente el equipo de redactores y colaboradores de la web dado que ahora mismo no me veo capacitado para aportar nada interesante a un proyecto del que he formado parte durante tres largos e intensos años.

Sé que ya hubo una ocasión a finales de 2008 en la que anuncié mi salida del equipo por motivos parecidos a los que hoy os voy a exponer; pero el caso es que al final me lo pensé mejor y volví a mis labores como redactor. Sin embargo, desde aquello no he vuelto a ser el mismo y no he sido capaz de mantener un ritmo de publicación ni remotamente parecido al de mis épocas más prolíficas, lo que me da a entender que tenía razón en aquello que planteaba hace algo más de un año.

Esto que ahora os estoy contando es algo muy meditado, absolutamente firme y que saben los miembros del equipo desde hace un par de días comprendiéndolo al 100% debido a que se trata de una decisión fundamentada en una serie de principios que tengo bastante claros y que ahora os resumiré un poco. Como os digo, es algo que para mí tiene toda la lógica del mundo; pero de cualquier modo se agradece enormemente la comprensión del resto del equipo.

Pues bien, en términos generales la cosa es que no creo que sea útil para la web tener como colaborador (no digamos ya como redactor) a una persona que ahora mismo está completamente fuera de la órbita del mundo del videojuego. Veo que de unos meses a esta parte desconozco por completo las últimas novedades que han salido al mercado y que el único medio especializado en estos temas que consulto es ultimONivel más que nada por las vinculaciones personales que me unen a ello. Preguntadme por cualquier tema de fotografía y seguro que os puedo responder algo coherente; pero si por ejemplo queréis saber cuál será el próximo título de Capcom os diré que no tengo ni la menor idea. Y que conste que esto es algo de lo que ya me di cuenta hace unos meses y que me llevó a adoptar un cambio de rol en la web.

Echando un poco la vista atrás me doy cuenta de que este cambio de perspectiva se inició según terminaba mi etapa universitaria: durante los años de clases, prácticas, laboratorios y demás, al llegar a casa me apetecía mucho ponerme a los mandos de la consola y echarle horas a algún título que me tuviera entretenido sin preocuparme mucho de lo que deparara el futuro.

Sin embargo, cuando aprobé la última asignatura de la carrera y entré a trabajar en Komatsu, comencé a preocuparme por otro tipo de cosas. Seguía disfrutando con los videojuegos, pero no tanto como antes debido a que al entrar en el mercado laboral ciertas cosas empezaron a cambiar en mi modo de ver el mundo. Al fin y al cabo, nuestra forma de ser viene determinada por las circunstancias que nos rodean; y las mías habían variado mucho en los últimos tiempos.

Y así, poco a poco llegué a la situación actual en la que los videojuegos no me llaman en absoluto la atención debido a que en mi tiempo libre lo que más me llena es salir a la calle a caminar y hacer fotos, conocer gente y escribir historias personales, relatos o artículos sobre fotografía en este blog.

Sea como sea, después de todo lo vivido durante estos años en relación con los videojuegos en general y con ultimONivel en particular, aunque ahora mismo lo veo como algo remoto, es posible que en el futuro me vuelva a picar el gusanillo y retome un poco esta afición por los videojuegos que empezó cuando tenía siete años; pero si hoy por hoy dispongo de un rato libre, he de reconocer que la opción de agarrar una videoconsola es una de las últimas de mi lista. Además, una de las cosas que más me gustaba de mi labor en ON era la asistencia a presentaciones y eventos varios; pero además de que el ambiente en estos actos se ha enrarecido un poco de un tiempo a esta parte, por incompatibilidad de horarios me es imposible cubrir nada de esto en la actualidad.

Durante el tiempo que he formado parte del equipo de redacción he escrito un centenar de artículos que ahí quedarán como testigo de mi paso por la web; pero si miro en mi interior me doy cuenta de que en esta etapa de mi vida no me siento capaz de escribir con propiedad sobre un tema por el que he perdido todo el interés que tenía en épocas pasadas.

De todos modos, no quiero finalizar esta entrada sin dejar claro que los amigos hechos en ON perduran en el tiempo del mismo modo que seguiré pasando asiduamente por el foro como hasta ahora. En ese sentido nada va a cambiar, porque más allá de ser redactor, colaborador o un simple forero más, el espíritu y la ilusión que fundaron ese proyecto permanecen intactos esté donde esté cada uno de nosotros.

Mucha suerte a todos los miembros pasados, presentes y futuros de una comunidad de amantes de los videojuegos que no tiene comparación con ningún otro rincón de Internet.

Por último, y como homenaje a todo este tiempo como miembro del ON Team, aquí dejo el avatar que hasta hoy he llevado en el foro de esa maravillosa familia que es ultimONivel para tenerlo siempre a mano y no olvidar al carismático Manny Calavera que mucha gente identifica conmigo. A partir de ahora mi imagen tendrá más que ver con la fotografía que con los videojuegos, pero el protagonista de Grim Fandango siempre estará en mi recuerdo.

Confesiones, pensamientos, ideas

Efectivamente, la entrada sobre mi abandono del mundillo de la fotografía digital para dedicarme de pleno a la analógica era una inocentada propia del 28 de Diciembre; pero ojo, porque lo era sólo parcialmente.

En principio redacté el artículo de tal modo que se notaba a kilómetros que la cosa no iba en serio, pero poco a poco me fui dando cuenta de que lo que estaba contando tenía una buena parte de verdad: siento debilidad por los objetivos fijos, me encanta enfocar manualmente, disfruté mucho con aquellas fotografías en carrete hechas con mi Werlisa… así que lo reescribí de forma que pareciera un artículo que podría haber publicado perfectamente un día cualquiera.

De hecho, lo que os a a sorprender de verdad es que la compra de la Nikon EM es completamente verídica. El enlace que os pasé es de una venta que cerré el día de Navidad, y supuse que al leer la inocentada pensaríais que lo de la adquisición de la cámara clásica también era mentira… pero no es así; y espero que la cámara no tarde demasiado en llegar a casa. Como véis, en cierto modo se trata de una inocentada dentro de la propia inocentada (¿inocentada autocontenida?).

Obviamente no renunciaré a mi D40 ni a la comodidad e inmediatez de la fotografía digital; pero me atrae mucho la idea de poder disparar algún que otro carrete con una cámara que tiene veinte años pero que posee mucho en común con cualquier réflex que podemos encontrar actualmente en el mercado.

Fujicolor

Por cierto, aunque por asuntos laborales ahora tenga más cosas de las que preocuparme, espero seguir escribiendo en el blog con la misma frecuencia que hasta ahora. No sé si lo conseguiré, porque teniendo en cuenta que a partir de ahora estaré seis horas al día delante de un ordenador, supongo que algunos días preferiré ir a dar una vuelta, hacer fotos o simplemente ponerme a escuchar música; pero aun así confío en que mis nuevas obligaciones no afecten demasiado a este rincón de Internet.

Keep walking!

Y bueno, poca cosa más por el momento. Comentaros también, eso sí, que me estoy dando cuenta de que esto parece más una carta abierta que una entrada de blog al uso; pero es que sois tantos los que os pasáis por aquí prácticamente a diario que no es extraño escribir algo así de vez en cuando. Ya sabéis que siempre aprecio mucho esos minutos que me dedicáis cuando os pasáis por aquí a escuchar mis historias del día a día.

¡Besos y abrazos!