Campo y ciudad: tan cerca y tan lejos a la vez

Es cierto que en Madrid no puedo ver salir el sol por el mar y que para visitar rincones especiales me toca hacer unos cuantos kilómetros; pero con un mínimo de sensibilidad también se le puede encontrar el encanto a todo aquello que nos rodea allá donde nos encontremos.

Espigas

Además de que los campos están ahora preciosos por la llegada de la primavera y su delicada luz, me encanta el contraste existente entre los prados de tonos ocres que abundan por la zona y la ciudad de Madrid: tan cerca y tan lejos a la vez.

Campo y ciudad

Por cierto, comentar que estas dos imágenes están captadas a primera hora de la mañana con la Olympus E-PL1 y el 40-150mm que me compré hace unos meses; y viendo el resultado ya estoy deseando pasar por allí al atardecer con mi D300 y el 80-200 f/2.8 que reservo para las ocasiones especiales.

El irresistible encanto de Pankun

El gato de mi hermana (Pankun se llama el susodicho) es, en general, un animal de lo más tranquilo. No es la primera vez que se asoma por este blog, pero es que ayer me acerqué a hacerle unas fotos y no podía resistirme a compartir con vosotros algunas de ellas.

Pankun el conquistador (I)

Es curioso, pero cuando saco la cámara e intento hacerle las primeras fotografías no hay manera de que se esté quieto. Se acerca a la cámara, desconfía, olisquea el objetivo, trata de agarrar la correa…

Pankun el conquistador (IV)

Sin embargo, una vez que se ha acostumbrado a tener cerca ese extraño artilugio que hace «¡click-clack!» de vez en cuando, el felino adopta una pose tranquila y da la sensación incluso de estar posando para el fotógrafo.

Pankun el conquistador (III)

Pankun el conquistador (II)

Para los amantes de los animales, os diré que se trata de un gato de raza Maine Coon que ronda el año y medio de edad y que ahora mismo pesa unos 8 Kg. Para los aficionados a la fotografía comentar que las fotos están hechas con una Nikon D300 y un objetivo AF-S DX 35mm f/1.8 G de la misma marca.

En ocasiones veo caras (II)

No sólo por las tierras de Castellón puede uno ver caras en diversos elementos arquitectónicos. De hecho, ayer mismo paseando por el madrileño barrio de La alameda de Osuna me di de bruces con una fachada que prácticamente me obligó a sacar la cámara y retratarla.

En ocasiones veo caras (III)

A este paso, esto de los rostros ocultos de las ciudades se va a convertir en una sección fija del blog…