Russian Red

Bajo el nombre de Russian Red (tomado de la denominación del color de pintalabios que siempre emplea) se esconde Lourdes Hernández: la última sensación musical en nuestro país y parte del extranjero. La primera vez que leí algo sobre ella fue hace ya unos meses en el blog del señor pollo, y su disco «I love your glasses» me pareció una pequeña maravilla: sencilla, cercana e intimista.

La verdad es que no sólo su voz es adorable, sino que toda ella lo es; y para que lo podáis comprobar con vuestros propios ojos os dejo un vídeo de ocho minutos extraído del programa de TVE «No disparen al pianista» donde responde a algunas preguntas y canta dos temas: su primer single titulado Cigarettes y una versión acústica del Girls just wanna have fun de Cyndi Lauper (a partir del minuto 5:30 del vídeo) que pone los pelos de punta. Los grandes artistas demuestran serlo cuando se enfrentan al público armados sólo con su voz y una guitarra; y hay que reconocer que Russian Red lo hace con un desparpajo impresionante para sus 23 añitos.

Paseo por Alcalá (5ª parte)

Seguimos con la serie de imágenes de ayer centrándonos hoy un poco más en los colores de las calles del centro durante el fin de semana de Carnaval, aunque sin descuidar detalles de algunos elementos de la ciudad y fotografías de personas anónimas que uno se puede cruzar en cualquier rincón de la ciudad.

Ya no me atrevo a decir que es la última entrada de este tipo como hice en la tercera, pues creo que es mejor bautizar este tipo de posts bajo el mismo título y que así sean más fácilmente reconocibles. Lo más probable es que dentro de nada vuelva a pegarme otro paseo por las calles de la ciudad con la consecuente tira de imágenes, así que os emplazo a una futura sexta entrada que muestre más rincones de esta ciudad.

Women in red

Cabaret

Paseo azul

Paseo azul

Rosquilla

La rosquilla gigante

Cadenas

Sin cambios desde que tengo memoria

Cigüeñas de metal

Cigüeñas de metal

Excursión

Excursión

Extrañas proporciones corporales

Extrañas proporciones corporales

Alcalá en Technicolor

Alcalá en Technicolor

Vigilando el campanario

Esperando el anochecer

A contracorriente

A contracorriente

Paseo por Alcalá (4ª parte)

Viendo que las tres primeras entregas de esta serie de imágenes alcalaínas han tenido bastante éxito entre vosotros, voy a aprovechar que esta semana apenas tengo tiempo para redactar textos largos (precisamente por culpa de algo que podréis leer a principios de la semana que viene) para crear dos entradas más con algunas imágenes que capté en el fin de semana de Carnaval y que publicaré entre hoy y mañana. ¡Espero que os gusten!

Miradas divergentes

Miradas divergentes

Buenos días

Buenos días

Asomado a la fuente

Espiando a la fuente

Tiempos pasados

Restos del pasado

Flores al sol

Flores universitarias

Un día fue un hogar

Aunque no lo parezca, hace tiempo fue un hogar

El tiempo no perdona

El tiempo no perdona

Reflejos partidos

Reflejos partidos

La larga y solitaria espera

La larga espera

En busca de la libertad

Buscando un poco de libertad

¿Qué es y cómo se utiliza un filtro polarizador?

Las lentes polarizadas siempre me han llamado la atención: hace ya tiempo publiqué en este mismo blog un artículo sobre gafas de sol de este tipo y hoy me gustaría centrarme en un elemento indispensable en fotografía y que tiene más utilidades de las que en principio se podría pensar: los filtros polarizadores circulares.

filtropola

Para ahorrarnos un buen rato de charla sobre los fundamentos de una lente polarizada os recomiendo que le echéis un vistazo a la entrada que os comentaba antes sobre las gafas polarizadas. El enlace es el siguiente: El maravilloso mundo de las gafas de sol polarizadas. En ella podréis ver qué ventajas tienen las gafas polarizadas sobre las «normales» e incluso visualizar un vídeo que muestra los inconvenientes que nos podemos encontrar a la hora de mirar ciertas pantallas con ellas. Una vez puestos al día sobre cómo funciona y qué efectos tiene una lente polarizada nos vamos a centrar en el filtro fotográfico que tiene esa mágica cualidad: el polarizador.

Un filtro polarizador consta de dos partes: una fija que se enrosca en el objetivo de la cámara y otra móvil que podemos girar para buscar el ángulo adecuado, pues el resultado final va a ser completamente distinto en función del ángulo que demos al polarizador como luego veremos con unas imágenes ilustrativas.

El filtro polarizador nos va a permitir bloquear la luz que venga en una determinada dirección; y en base a esto vamos a obtener dos aplicaciones prácticas a este pequeño pero utilísimo elemento.

1. El efecto más característico en un polarizador es el realce del cielo y el aumento de contraste de las nubes. Si hacemos una fotografía de paisaje en la que queramos dar protagonismo a un cielo con claros y nubes, este tipo de filtro va a ser nuestro mejor amigo, pues vamos a bloquear la luz que viene del cielo dejando el resto intacto de tal modo que las nubes parecerán mucho más blancas y el azul mucho más oscuro. Vamos a ver un ejemplo práctico:

Utilizando un filtro polarizador (VIII)

Cielo sin polarizador

Utilizando un filtro polarizador (IX)

Cielo con polarizador

2. La segunda utilidad del filtro polarizador se basa en el hecho de que la luz se polariza fuertemente al reflejarse en superficies lisas. Gracias a esto vamos a poder emplear este pequeño artilugio para eliminar molestos reflejos de ventanas, chapas y demás elementos planos. Vamos a ver un par de ejemplos ilustrativos:

En el primero de ellos tenemos unos coches aparcados a plena luz del día que ofrecen unos feos reflejos de los edificios que hay en las proximidades.

Usando un filtro polarizador (I)

Coches aparcados fotografiados sin polarizador

Si utilizamos el filtro polarizador vamos a poder eliminar los reflejos de uno de los planos; en este caso el más visible, que es del los techos de los vehículos.

Usando un filtro polarizador (II)

Podemos eliminar los reflejos del techo con el polarizador

Con un simple giro de 90º del polarizador vamos a eliminar el reflejo del lateral de los vehículos (se puede apreciar con claridad en la luna tintada de la furgoneta).

Usando un filtro polarizador (III)

Con un giro del polarizador podemos eliminar los reflejos de los laterales

En cristales también vamos a poder eliminar esos molestos reflejos, de tal modo que el vidrio parezca realmente vidrio. Fijaos en los dos siguientes ejemplos ilustrativos:

Usando un filtro polarizador (IV)

Molestos reflejos en las ventasnas al hacer la fotografía sin polarizador

Usando un filtro polarizador (V)

Con el polarizador la cosa mejora bastante

Del mismo modo que podemos eliminar reflejos de cristales y chapas, también lo podemos hacer de una superficie tan deslumbrante como el agua. Ya os decía en la entrada de las gafas de sol que los cristales polarizados están prohibidos en los concursos de pesca, y con el ejemplo que os muestro a continuación entenderéis a la perfección por qué es así:

En la primera imagen nos encontramos con que la superficie del agua refleja tanta luz que apenas nos deja ver el fondo de la misma.

Usando un filtro polarizador (VII)

La superficie del agua sin emplear un polarizador refleja demasiada luz

Sin embargo, podemos echar mano de nuestro filtro polarizador para, dándole el ángulo adecuado, eliminar gran parte del reflejo y ver el fondo perfectamente. En el ejemplo que os he puesto no se puede eliminar completamente el reflejo porque el agua está en constante movimiento, pero en una superficie lisa como un cristal el reflejo quedaría bloqueado prácticamente al completo.

Usando un filtro polarizador (VI)

Empleando el polarizador vamos a bloquear el reflejo que viene de la superficie y podremos ver el fondo con claridad

Como veís, los filtros polarizadores son de gran utilidad para ciertos tipos de fotografías. La pega que tienen es que oscurecen bastante la fotografía, de tal modo que tendremos que aumentar el tiempo de exposición, abrir más el diafragma o subir la ISO con la que disparamos tal y como os comenté hace tiempo en una entrada que trataba de explicar cuatro principios básicos de fotografía.

* Todos los artículos de este tipo en https://luipermom.wordpress.com/fotografia

Paseo fotográfico por Alcalá (3ª parte)

Tras las dos primeras entregas (aquí y aquí), finaliza hoy por el momento nuestro maratón por las calles de Alcalá con la última serie de imágenes por el momento. Fotografías que abarcan multitud de lugares; algunos muy conocidos así como otros no tan publicitados. Sea como sea, la verdad es que Alcalá de Henares es una ciudad muy agradecida con aquellos que decidimos salir de casa con la cámara a cuestas sin tener una idea preconcebida de qué vamos a retratar.

El caz del Henares

El caz del río Henares a su paso por el recinto ferial

Toda la vida en el mismo lugar

Hay cosas que no han cambiado en las últimas décadas

En medio del tráfico

Dos valientes ciclistas entre el tráfico de la mañana

Detalle de la fachada de la universidad

Un detalle de la fachada de la universidad

Oteando el horizonte

Paloma cabreada

Volare

Una ciegüeña fotografíada en pleno vuelo

El cofre suspendido

El extraño caso del cofre del tesoro colgado en las alturas

Curvas

Las curvas de la carretera

Parque, chalets, coches

Un colorido paisaje en uno de los nuevos barrios de la ciudad

Las agujas de la ciudad

Las agujas de la ciudad

El rastro que lleva a la fuente

Camino a la fuente

El camino

Todavía quedan senderos por recorrer en esta ciudad

Descampado campestre

El descampado más campestre de Alcalá

Ramas de invierno

Los supervivientes del invierno

De paseo

El final del paseo

Alcalá ante los ojos de Baldomero Perdigón

Balomero Perdigón Puebla es un conocido fotógrafo alcalaíno cuya obra refleja las cosas cotidianas de la ciudad complutense. Personaje querido y entrañable, es habitual verle acompañado de sus bártulos fotográficos en todo evento de importancia que tenga lugar por estas calles; y si hoy escribo esto es precisamente porque reconozco en él una profunda inspiración a la hora de salir con mi cámara y ponerme a retratar los más variopintos rincones del lugar donde llevo viviendo 25 años.

Baldo

Si me pongo a recordar, hay un elemento que marcó para siempre mi visión de la fotografía: el libro «Alcalá. Blanco y Negro. 1960-1970» del propio Baldomero (la obra que me dio la idea para realizar Alcalá de Henares ayer y hoy), pues en él se puede ver que la belleza de una ciudad no radica en sus plazas y esculturas más conocidas; sino en todas esas callejuelas, soportales y tiendas ante las que pasamos cada día casi sin darnos cuenta de que están ahí.

Sin embargo, una mañana recorremos el mismo camino como tantas otras veces y echamos en falta algo: aquel portal, aquella farola, aquella parada de autobús… Cualquier rincón de la ciudad está a merced de la piqueta, y es importante que alguien retrate esos lugares tan sencillos y a la par tan especiales para poder mirar las fotografías dentro de muchos años y recordar el pasado de un pueblo que nunca ha dejado de cambiar.

Gracias Baldomero por enseñarme que las ciudades hablan a través de sus piedras. Tal vez si no hubiera conocido tu obra hoy en día los paisajes urbanos pasarían completamente inadvertidos para mí; pero tu libro me hizo ver que es importante retratar el presente para que la gente del mañana conozca su ciudad del mismo modo que a través de la magia de tus imágenes puedo viajar siempre que quiero a la Alcalá de los años 60 que nunca conocí.

Seguramente por sentirme algo abrumado ante aquel breve encuentro que tuvimos hace unos meses, no acerté a decirte todo esto que hoy se me viene a la cabeza; pero no me cabe duda de que si volvemos a encontrarnos algún día mi agradecimiento esta vez será personal e intransferible, pues sería una pena que nunca supieras que aquellas fotos que realizaste a lomos de tu Vespa cambiaron la visión del mundo de un aficionado a la fotografía cuatro décadas después.

¡Siempre son los cuatro mismos acordes!

Para comenzar el Domingo con un rato de buen humor, os dejo la demostración de que muchas de las canciones más exitosas de la historia de la música se basan siempre en las mismas cuatro notas:

Por supuesto, también tenemos una versión de canciones de nuestro país (aunque en esta ocasión los que cantan no afinan tanto como en el vídeo anterior :mrgreen: ).

De cualquier modo, es más que probable que estos dos vídeos más o menos recientes estén basados en el siguiente que descubrí hace ya unos meses en el que un tipo demuestra, guitarra en mano, que las míticas ocho notas del famoso Pachelbel Canon pueden llegar a ser una pesadilla que nos perseguirá allá donde vayamos…

Paseo fotográfico por Alcalá (2ª parte)

Seguimos hoy el paseo que comenzamos hace unos días a través de las calles y plazas de la ciudad complutense, dedicando unas cuantas imágenes a ese motivo que tanto me gusta: el agua.

Cuesta abajo

Una de las fuentes más grandes de Alcalá con los edificios de la ciudad del aire al fondo

Agua

¡Mucha agua!

Colores

Colores cálidos en una calle que hay cerca de la puerta de la iglesia magistral

Un refresco

Dan ganas de meterse a darse un baño en las mañanas de calor

Llega el buen tiempo

La potencia de los chorros de agua

Avenidas

Poco tráfico en una mañana de sábado en las proximidades del centro comercial Alcalá Magna

El presente se hace viejo

Uno de los accesos a la puerta del vado tratada para darle un aire antiguo

Hasta el infinito (y más allá)

Las largas avenidas de los barrios nuevos

Vigilando la retaguardia

Vigilando la retaguardia...

La cigüeña espia

La cigüeña que todo lo ve

Cuándo y cómo limpiar el sensor de una cámara réflex

Hace unos días, tras hacer unas fotos en las que un inmaculado cielo azul era el protagonista de la parte superior de la imagen, me encontré con la desagradable sorpresa de que aparecían una mancha circular en la esquina superior izquierda. Esa mancha se encontraba exactamente en el mismo lugar en todas las fotografías, de modo que me tocaba enfrentarme por primera vez a algo que todo usuario de cámaras réflex se ha encontrado alguna vez en su vida: polvo en el sensor.

Para confirmar mis sospechas empleé el método habitual de comprobar estas cosas: hacer una foto al cielo enfocando al infinito y con el diafragma lo más cerrado posible. Haciendo eso y examinando con atención la imagen resultante en el ordenador me encontré con que tenía una mota de polvo bastante apreciable en la esquina superior izquierda y otras más pequeñas en el lado izquierdo y en la parte superior de la fotografía. Podéis verlas en la siguiente imagen:

Polvo en el sensor

De todos modos, puesto que la imagen es grande y puede que no apreciéis bien los detalles, os pongo a continuación un recorte de la esquina donde está la mancha más grande.

detalle

Me gustaría aprovechar para comentaros que todas las cámaras réflex van acumulando algo de polvo en su interior con el paso del tiempo: ya sea por el cambio de objetivos, porque su sellado no es perfecto o porque los objetivos zoom tienden a hacer un «efecto fuelle» al cambiar la distancia focal. Es evidente que no es lo mismo ponerse a cambiar de objetivo en un salón del hotel Palace que en medio de una tormenta de arena del desierto, pero por mucho cuidado que pongamos más tarde o más temprano nos tocará limpiar el sensor si no queremos que nuestras fotografías se vayan llenando de zonas oscuras.

Pues bien, una vez identificado el problema vamos a tratar de solucionarlo sin dejarnos una pasta en llevar la cámara al servicio técnico. En el mercado nos podemos encontrar varios sistemas de limpieza, pero hay que reconocer que hasta hoy ninguno ha podido superar a la clásica pera de aire que podemos comprar en cualquier farmacia. Este método es sencillo y rápido, pero sólo nos va a servir para eliminar partículas de polvo que se depositen sobre el sensor. Es importante limpiar el sensor en cuanto detectemos los primeros síntomas de suciedad, porque ese polvo se puede convertir en una especie de «barro» si ante un cambio brusco de temperatura se condensa humedad en el sensor. En ese caso la pera de aire no nos servirá de nada y habrá que emplear otros métodos más complejos (y caros) o bien llevar la cámara al servicio técnico con el consecuente rascado de bolsillo.

Pera de aire

Seguro que ahora mismo estáis pensando en los sprays de aire comprimido que venden en las tiendas de informática para limpiar teclados y demás; pero yo no os los aconsejo debido a que bajo determinadas circunstancias pueden expeler algo de humedad y «regar» nuestro sensor con el consecuente susto y empeoramiento del problema. Y os lo comento porque a mi cuñado le ocurrió hace unos meses y desde entonces no cambia la pera de aire por nada.

Podría explicaros el método paso por paso con fotografías y demás; pero puesto que ya hay en Youtube un vídeo que lo describe a la perfección lo que voy a hacer es ponéroslo directamente y a continuación os comentaré un par de cosas importantes que no hay que olvidar a la hora de realizar el proceso.

VIDEO: Proper Sensor Cleaning Detailed Tutorial

Recordad cuatro cosas muy importantes:

– Batería completamente cargada antes de comenzar (si se nos cierra el obturador en medio del proceso la podemos liar parda).

– No usar el modo de disparo Bulb para realizar la limpieza; en el menú hay una opción dedicada.

– La cámara ha de estar boca abajo para que el polvo caiga al exterior al desprenderse.

– Apretar la pera con fuerza pero sin que la punta de la pera llegue a tocar la superficie del sensor.

Una vez realizado el proceso realizamos de nuevo la fotografía de prueba (apuntamos al cielo, enfoque a infinito y el diafragma cerrado todo lo posible) y si el resultado es perfecto se acabó la limpieza. Si todavía quedan algunos puntos repetimos todo hasta que la imagen quede completamente limpia tal y como podéis ver a continuación:.

Tras la limpieza del sensor

Lo de la limpieza del sensor es una operación temida por mucha gente y de ello se aprovechan los servicios técnicos (que cobran unos precios abusivos y nos dejan sin cámara durante muchos días) siendo en realidad una labor que podemos realizar en casa por muy poco dinero (la pera de aire me costó menos de cuatro euros). No digo que en ciertos casos no sea necesario el uso del servicio técnico (líquidos en el sensor, polvo pegado…) pero en la mayoría de las ocasiones la limpieza la podemos realizar nosotros mismos en menos de un cuarto de hora. Mi consejo, aplicable a todos los ámbitos de la vida, es que seáis cuidadosos pero no tengáis miedo.

* Todos los artículos de este tipo en https://luipermom.wordpress.com/fotografia

Tubos de extensión + Nikkor 50mm 1.8D

Me estoy dando cuenta de que llevamos unos días de temática fotográfica en el blog; pero es que hoy al fin me llegó el paquete con los tubos de extensión que compré hace unos días por internet y no puedo evitar comentaros algo al respecto.

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Los tubos de extensión no son otra cosa que un cilindro de longitud ajustable por tramos que se interpone entre la cámara de fotos y el objetivo de tal modo que podemos enfocar las cosas desde mucho más cerca (aunque perderemos algo de calidad en la imagen). Los que he comprado son muy sencillos y no los puedo usar con los objetivos AF-S 18-55 y 55-200 porque no puedo regular la apertura del diafragma sin emplear la cámara y el enfoque manual con ellos es un infierno. Sin embargo, el Nikkor 50mm 1.8D sí que posee anillo de diafragmas, y da gusto enfocar a mano con él, por lo que es el compañero perfecto para las fotos en macro que ahora puedo hacer con mi réflex. Dos ejemplos rápidos hechos en cinco minutos hoy a mediodía. Con la práctica espero ir mejorando; ya os contaré…  😉

Estigma

2 eur

Los múltiples colores del atardecer

No sé por qué, pero últimamente me ha dado por los atardeceres. Sin ir más lejos, ayer al salir de la oficina sentí que  me apetecía dejar atrás el asfalto de la ciudad y marcharme un rato al monte para ver ponerse el sol; así que a las seis en punto agarré la cámara de fotos y me encaminé con mi coche hacia los mismos parajes que fotografié hace unas semanas; sólo que aquella vez fue a mediodía y el resultado no me convenció demasiado.

De todos modos, nada más llegar a lo alto del cerro del Viso me llevé una gran decepción, pues el cielo inmaculado que había a mediodía había dado paso a una atmósfera cargada de partículas de contaminación que daban un aire gris al horizonte y pensé que en esta ocasión tampoco iba a poder capturar la belleza que se divisa desde allí.

Pero bueno, ya que había invertido un rato en llegar hasta lo alto del cerro, me dediqué a hacer algunas fotografías de la ciudad porque desde ese lugar siempre queda bonita, pero tenía la sensación de haberme dado el paseo hasta allí para nada porque no había mucho color en el ambiente. Sin embargo, justo cuando estaba empezando a recoger mis cosas para regresar a casa, todo empezó a tomar un tono anaranjado que me hizo volver a sacar la cámara y capturar algunas imágenes realmente bonitas y relajantes. Las mismas partículas en suspensión que un momento antes apagaban todo se encargaron de reflejar los últimos rayos de sol iluminando el horizonte en unos tonos ocres fantásticos.

Os dejo con la secuencia en la que tomé las fotos para que podáis apreciar el cambio gradual que fue tomando el cielo con el paso de los minutos, pero no sin antes «confesaros» que me siento absolutamente libre cada vez que cojo la cámara y plasmo para siempre lo que mis ojos ven en un instante que no se repetirá jamás.

Komatsu

Las faldas del cerro del Viso

Alcalá desde el cerro del Viso

Simetría

En busca del fuego

Campo

Telecomunicaciones

Rumbo a Barajas

Contaminación

El sol cobarde tras los olivos

Ocre

Madrid bajo un cielo rojo

Testigo del anochecer

Paseo fotográfico por Alcalá (1ª parte)

En estos últimos días he estado haciendo fotografías a diestro y siniestro por muchos rincones de Alcalá de Henares, así que he decidido dedicar tres entradas que iré publicando durante esta semana a presentaros una selección de las mejores imágenes de entre las más de doscientas que disparé en total para confeccionar así una especie de paseo por una ciudad que bajo los rayos del sol luce especialmente bonita.

Verde vs. gris

La puerta principal de la iglesia magistral

Chernobyl en Alcalá

Casa abandonada a escasos metros de la calle Libreros

Escuela de arquitectura de la UAH

Escuela de arquitectura de la universidad de Alcalá

Cigüeñas al atardecer

Dos cigüeñas viendo al atardecer muy cerca de la Plaza de Cervantes

Rio Henares

Las tranquilas aguas del río Henares

Espiando a los patos

Una pareja de patos navegando por el río

Calle del Mercado

La calle junto al ayuntamiento que da al mercado municipal

Llegando al extremo Sur de la Plaza de Cervantes

Llegando a la plaza de Cervantes por la calle Escritorios en una mañana nublada

Callejón de la oficina de turismo

El callejón de la oficina de turismo

Mirando al Norte desde la plaza de Aguadores

Vista hacia el Norte desde la puerta de aguadores

Atardecer en los tejados II

Parte trasera de la iglesia de Santamaría

17ª actualización de la review del Eee701

Rápida actualización de la review del Asus EeePC 701 (¡madre mía, ya van 17!) para comentar que el modo suspendido el pequeño ordenador consume más batería de lo deseable de modo que en apenas 30 horas nos podemos encontrar con que el portátil se apague por si mismo debido a la falta de energía. Tenéis toda la información en la propia review.

No es lo mismo Dual Core que Core2Duo

Si en estos días echamos un vistazo a un catálogo de un centro comercial cualquiera nos vamos a encontrar siempre con una amplia oferta de ordenadores, la mayoría de los cuales cuentan con un microprocesador Intel en su interior ya sea «Dual Core» o «Core 2 Duo». Lo que ocurre es que pese a que la denominación de los dos micros que más se emplean actualmente es muy similar, hay grandes diferencias entre ellos; y por eso me he animado a escribir este pequeño artículo aclaratorio que puede venir bien a aquellos que no estén muy al tanto de este tema y anden pensando en hacerse con un nuevo ordenador.

Intel Dual Core (o Core Duo)

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Los micros Dual Core de Intel (también llamados Core Duo) están basados en la arquitectura del conocido Pentium 4 rebautizada como «Intel Core», y fueron el primer intento de la compañía de crear un procesador de bajo coste con doble núcleo (anteriormente se había empleado una técnica de multiproceso en los P4 llamada Hyper-threading que se fundamentaba en procesar dos hilos de ejecución al mismo tiempo con un sólo núcleo).

Estos micros consisten básicamente en una modificación de los últimos P4 para dotarlos de dos núcleos en lugar de uno y así obtener una mayor potencia de proceso sin necesidad de elevar la frecuencia de reloj del circuito y, por lo tanto, disparar el consumo de energía (bajar tan sólo un 15% la velocidad del procesador implica un consumo energético del 50%).

El problema de los Dual Core es que, como os digo, su arquitectura es algo antigua y por lo tanto van a estar algo «lastrados» debido a que la tecnología avanza a pasos cada vez más grandes. El hecho de contar tan sólo con 2 MB de memoria caché, un bus de 533 ó 667 MHz y estar construidos con una estructura interna de 32 bits hace que no rindan tanto como pudiéramos pensar de un micro de última generación (porque de hecho no lo son).

Intel Core 2 Duo

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Los Core 2 Duo se basan en una arquitectura completamente nueva llamada «Intel Core 2» compatible con las anteriores pero con un diseño completamente de 64 bits. La tecnología empleada es de 45 ó 65 micras en según qué modelos de microprocesador y tenemos las variantes de una unidad con dos núcleos (Core 2 Duo) o con dos unidades de dos núcleos cada una (Core 2 Quad). Sin embargo nos vamos a centrar en la versión con dos núcleos, pues es la que lleva a confusión con la generación anterior de procesadores por la similitud de nombres. Estos micros están equipados con buses a 800, 1066 y 1333 MHz y cuentan con memoria caché de 2, 3, 4, ó 6 MB.

Los microprocesadores Core 2 Duo no son mucho más caros que los Dual Core y el aumento de rendimiento puede ser bastante evidente en función de lo que vayamos a hacer con el ordenador. Puede que si lo vamos a emplear para jugar no lo notemos demasiado, pues la mayor parte del proceso va a recaer en la tarjeta gráfica; pero si necesitamos potencia de cálculo pura y dura (retoque fotográfico, edición de sonido…) los Core 2 Duo nos van a dar cierta ventaja, sobre todo al poder emplear instrucciones de 64 bits que aprovecharán programas como Adobe Photoshop Lightroom 2 y algunos sistemas operativos actuales; aunque bien es cierto que en esos casos podemos sacar todavía más rendimiento si optamos por un Core 2 Quad.

En resumen

Los Core 2 Duo (también llamados de forma abreviada «C2D») implementan una velocidad de bus mayor, una caché más amplia y un rendimiento general más alto que los Dual Core; siendo por lo tanto mucho más recomendables que estos, pues podremos ejecutar aplicaciones más complejas en menor tiempo. Es cierto que los dos procesadores cuentan con dos núcleos en su interior, pero su concepción y estructura interna son diferentes; siendo el primero de ellos un «apaño» para sacar al mercado un procesador multinúcleo y el segundo una solución ya más estudiada y optimizada.

Un consejo final que me gustaría daros es que hoy en día ya no nos podemos fiar del rendimiento de los microprocesadores sólo fijándonos en el número de megahertzios como hacíamos en los tiempos del 386 y los primeros Pentium. De un tiempo a esta parte veréis que todos los micros de Intel cuentan con un número a continuación de su denominación que indica, a título orientativo, su situación en relación con el resto de modelos de la misma familia (Core 2 Duo, Core 2 Quad, Celeron, Core Duo, i7…) no siendo válido para comparar modelos de distintas familias.

Si, por ejemplo, vamos a la página de Intel y consultamos el listado de micros Core 2 Duo nos vamos a encontrar con una lista que a día de hoy parte del modelo E4300 (el más básico) y termina en el E8500 ; estando entre medias todos los modelos restantes (como por ejemplo el E7300 que equipa mi nuevo ordenador).

En fin, espero que la charla de hoy le sirva a alguien para que cuando coja un catálogo entienda la diferencia que puede haber entre un ordenador equipado con un microprocesador Dual Core y otro con un Core 2 Duo; pues aunque el nombre y el precio pueden ser muy similares, el hecho de elegir uno u otro puede condicionar el rendimiento de nuestro nuevo equipo.

Y os aseguro que hay mucha gente que ignora este detalle, pues yo mismo no sabía nada de esto hasta que me informé de todo antes de comprar mi reciente ordenador y mi cuñado lo descubrió unos minutos antes de comprarse un nuevo portátil hace apenas una semana (menos mal que fui con él y se lo comenté).