Las lentes polarizadas siempre me han llamado la atención: hace ya tiempo publiqué en este mismo blog un artículo sobre gafas de sol de este tipo y hoy me gustaría centrarme en un elemento indispensable en fotografía y que tiene más utilidades de las que en principio se podría pensar: los filtros polarizadores circulares.

Para ahorrarnos un buen rato de charla sobre los fundamentos de una lente polarizada os recomiendo que le echéis un vistazo a la entrada que os comentaba antes sobre las gafas polarizadas. El enlace es el siguiente: El maravilloso mundo de las gafas de sol polarizadas. En ella podréis ver qué ventajas tienen las gafas polarizadas sobre las «normales» e incluso visualizar un vídeo que muestra los inconvenientes que nos podemos encontrar a la hora de mirar ciertas pantallas con ellas. Una vez puestos al día sobre cómo funciona y qué efectos tiene una lente polarizada nos vamos a centrar en el filtro fotográfico que tiene esa mágica cualidad: el polarizador.
Un filtro polarizador consta de dos partes: una fija que se enrosca en el objetivo de la cámara y otra móvil que podemos girar para buscar el ángulo adecuado, pues el resultado final va a ser completamente distinto en función del ángulo que demos al polarizador como luego veremos con unas imágenes ilustrativas.
El filtro polarizador nos va a permitir bloquear la luz que venga en una determinada dirección; y en base a esto vamos a obtener dos aplicaciones prácticas a este pequeño pero utilísimo elemento.
1. El efecto más característico en un polarizador es el realce del cielo y el aumento de contraste de las nubes. Si hacemos una fotografía de paisaje en la que queramos dar protagonismo a un cielo con claros y nubes, este tipo de filtro va a ser nuestro mejor amigo, pues vamos a bloquear la luz que viene del cielo dejando el resto intacto de tal modo que las nubes parecerán mucho más blancas y el azul mucho más oscuro. Vamos a ver un ejemplo práctico:

Cielo sin polarizador

Cielo con polarizador
2. La segunda utilidad del filtro polarizador se basa en el hecho de que la luz se polariza fuertemente al reflejarse en superficies lisas. Gracias a esto vamos a poder emplear este pequeño artilugio para eliminar molestos reflejos de ventanas, chapas y demás elementos planos. Vamos a ver un par de ejemplos ilustrativos:
En el primero de ellos tenemos unos coches aparcados a plena luz del día que ofrecen unos feos reflejos de los edificios que hay en las proximidades.

Coches aparcados fotografiados sin polarizador
Si utilizamos el filtro polarizador vamos a poder eliminar los reflejos de uno de los planos; en este caso el más visible, que es del los techos de los vehículos.

Podemos eliminar los reflejos del techo con el polarizador
Con un simple giro de 90º del polarizador vamos a eliminar el reflejo del lateral de los vehículos (se puede apreciar con claridad en la luna tintada de la furgoneta).

Con un giro del polarizador podemos eliminar los reflejos de los laterales
En cristales también vamos a poder eliminar esos molestos reflejos, de tal modo que el vidrio parezca realmente vidrio. Fijaos en los dos siguientes ejemplos ilustrativos:

Molestos reflejos en las ventasnas al hacer la fotografía sin polarizador

Con el polarizador la cosa mejora bastante
Del mismo modo que podemos eliminar reflejos de cristales y chapas, también lo podemos hacer de una superficie tan deslumbrante como el agua. Ya os decía en la entrada de las gafas de sol que los cristales polarizados están prohibidos en los concursos de pesca, y con el ejemplo que os muestro a continuación entenderéis a la perfección por qué es así:
En la primera imagen nos encontramos con que la superficie del agua refleja tanta luz que apenas nos deja ver el fondo de la misma.

La superficie del agua sin emplear un polarizador refleja demasiada luz
Sin embargo, podemos echar mano de nuestro filtro polarizador para, dándole el ángulo adecuado, eliminar gran parte del reflejo y ver el fondo perfectamente. En el ejemplo que os he puesto no se puede eliminar completamente el reflejo porque el agua está en constante movimiento, pero en una superficie lisa como un cristal el reflejo quedaría bloqueado prácticamente al completo.

Empleando el polarizador vamos a bloquear el reflejo que viene de la superficie y podremos ver el fondo con claridad
Como veís, los filtros polarizadores son de gran utilidad para ciertos tipos de fotografías. La pega que tienen es que oscurecen bastante la fotografía, de tal modo que tendremos que aumentar el tiempo de exposición, abrir más el diafragma o subir la ISO con la que disparamos tal y como os comenté hace tiempo en una entrada que trataba de explicar cuatro principios básicos de fotografía.
* Todos los artículos de este tipo en https://luipermom.wordpress.com/fotografia
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