Abandono definitivamente el equipo de ultimONivel

Puede que a algunos de vosotros esto no os pille por sorpresa, ya que en los últimos meses apenas he redactado un análisis y dos reportajes para ultimONivel y es algo que se veía venir porque llevaba un tiempo bastante «desaparecido»; pero después de estar dándole vueltas al tema durante las últimas fechas he tomado la decisión de dejar oficialmente el equipo de redactores y colaboradores de la web dado que ahora mismo no me veo capacitado para aportar nada interesante a un proyecto del que he formado parte durante tres largos e intensos años.

Sé que ya hubo una ocasión a finales de 2008 en la que anuncié mi salida del equipo por motivos parecidos a los que hoy os voy a exponer; pero el caso es que al final me lo pensé mejor y volví a mis labores como redactor. Sin embargo, desde aquello no he vuelto a ser el mismo y no he sido capaz de mantener un ritmo de publicación ni remotamente parecido al de mis épocas más prolíficas, lo que me da a entender que tenía razón en aquello que planteaba hace algo más de un año.

Esto que ahora os estoy contando es algo muy meditado, absolutamente firme y que saben los miembros del equipo desde hace un par de días comprendiéndolo al 100% debido a que se trata de una decisión fundamentada en una serie de principios que tengo bastante claros y que ahora os resumiré un poco. Como os digo, es algo que para mí tiene toda la lógica del mundo; pero de cualquier modo se agradece enormemente la comprensión del resto del equipo.

Pues bien, en términos generales la cosa es que no creo que sea útil para la web tener como colaborador (no digamos ya como redactor) a una persona que ahora mismo está completamente fuera de la órbita del mundo del videojuego. Veo que de unos meses a esta parte desconozco por completo las últimas novedades que han salido al mercado y que el único medio especializado en estos temas que consulto es ultimONivel más que nada por las vinculaciones personales que me unen a ello. Preguntadme por cualquier tema de fotografía y seguro que os puedo responder algo coherente; pero si por ejemplo queréis saber cuál será el próximo título de Capcom os diré que no tengo ni la menor idea. Y que conste que esto es algo de lo que ya me di cuenta hace unos meses y que me llevó a adoptar un cambio de rol en la web.

Echando un poco la vista atrás me doy cuenta de que este cambio de perspectiva se inició según terminaba mi etapa universitaria: durante los años de clases, prácticas, laboratorios y demás, al llegar a casa me apetecía mucho ponerme a los mandos de la consola y echarle horas a algún título que me tuviera entretenido sin preocuparme mucho de lo que deparara el futuro.

Sin embargo, cuando aprobé la última asignatura de la carrera y entré a trabajar en Komatsu, comencé a preocuparme por otro tipo de cosas. Seguía disfrutando con los videojuegos, pero no tanto como antes debido a que al entrar en el mercado laboral ciertas cosas empezaron a cambiar en mi modo de ver el mundo. Al fin y al cabo, nuestra forma de ser viene determinada por las circunstancias que nos rodean; y las mías habían variado mucho en los últimos tiempos.

Y así, poco a poco llegué a la situación actual en la que los videojuegos no me llaman en absoluto la atención debido a que en mi tiempo libre lo que más me llena es salir a la calle a caminar y hacer fotos, conocer gente y escribir historias personales, relatos o artículos sobre fotografía en este blog.

Sea como sea, después de todo lo vivido durante estos años en relación con los videojuegos en general y con ultimONivel en particular, aunque ahora mismo lo veo como algo remoto, es posible que en el futuro me vuelva a picar el gusanillo y retome un poco esta afición por los videojuegos que empezó cuando tenía siete años; pero si hoy por hoy dispongo de un rato libre, he de reconocer que la opción de agarrar una videoconsola es una de las últimas de mi lista. Además, una de las cosas que más me gustaba de mi labor en ON era la asistencia a presentaciones y eventos varios; pero además de que el ambiente en estos actos se ha enrarecido un poco de un tiempo a esta parte, por incompatibilidad de horarios me es imposible cubrir nada de esto en la actualidad.

Durante el tiempo que he formado parte del equipo de redacción he escrito un centenar de artículos que ahí quedarán como testigo de mi paso por la web; pero si miro en mi interior me doy cuenta de que en esta etapa de mi vida no me siento capaz de escribir con propiedad sobre un tema por el que he perdido todo el interés que tenía en épocas pasadas.

De todos modos, no quiero finalizar esta entrada sin dejar claro que los amigos hechos en ON perduran en el tiempo del mismo modo que seguiré pasando asiduamente por el foro como hasta ahora. En ese sentido nada va a cambiar, porque más allá de ser redactor, colaborador o un simple forero más, el espíritu y la ilusión que fundaron ese proyecto permanecen intactos esté donde esté cada uno de nosotros.

Mucha suerte a todos los miembros pasados, presentes y futuros de una comunidad de amantes de los videojuegos que no tiene comparación con ningún otro rincón de Internet.

Por último, y como homenaje a todo este tiempo como miembro del ON Team, aquí dejo el avatar que hasta hoy he llevado en el foro de esa maravillosa familia que es ultimONivel para tenerlo siempre a mano y no olvidar al carismático Manny Calavera que mucha gente identifica conmigo. A partir de ahora mi imagen tendrá más que ver con la fotografía que con los videojuegos, pero el protagonista de Grim Fandango siempre estará en mi recuerdo.

Review: iPod nano 3G

Os anuncié hace unos días que me había hecho con un iPod nano de tercera generación y tras unos días trasteando con todas sus características creo que ya estoy en disposición de contaros mis impresiones sobre él, así que vamos a ello aunque advirtiéndoos antes de que esta entrada va a ser de las más largas de este blog hasta el momento (ya me conozco y hoy tengo muchas cosas que contaros sobre este «cacharrito» 😉 )

Dimensiones

Por si no habéis oído hablar de estos reproductores de Apple os comentaré que el nano es un miembro de la familia iPod que almacena la música en memoria flash y que es de un tamaño más reducido (tanto físicamente como en capacidad de almacenamiento) frente a los iPod classic que almacenan los datos en discos duros.

El iPod nano está disponible en tamaños de 4 y 8 GB a unos precios recomendados de 129€ y 179€ respectivamente, aunque en algunos comercios recientemente estaban de promoción con descuentos del 15% (que es lo que me impulsó finalmente a hacerme con uno).

ASPECTO EXTERNO

Visualmente el nuevo nano es el MP3 más bonito que he visto. De hecho supe que acabaría teniendo uno el día que salieron a la luz las primeras fotografías del nuevo reproductor, ya que me dejaron impresionado. Hay gente que prefiere el de la generación anterior, pero para mi particular gusto éste, aunque más ancho, es más estilizado y con unas proporciones más agradables para sostenerlo en la mano (al no ser tan estirado el agarre es más cómodo).

El nano en la mano

En esta versión de 4 GB de capacidad no hay posibilidad de elegir el color: es del tono plateado que Apple ha elegido para sustituir al mítico blanco en toda su gama de productos. La versión de 8 GB está disponible en plateado, negro, rojo, verde, rosa y azul, pero como digo la de 4 GB es plateada «por narices». La verdad es que es bonito, al menos más que los tonos rojos, verdes y azules (y sobre todo el rosa) pero a mí particularmente me gusta más la versión en negro (como el iPod classic de mi hermano).

Las dimensiones del nano son muy contenidas y su aspecto es como si hubieran encogido a un iPod «grande», estando más proporcionado que las dos primeras generaciones del reproductor. Cabe destacar que tras el aspecto de «tubo aplastado» de los nanos de segunda generación se ha vuelto a la típica trasera cromada de los iPod que se raya con mirarla. Una funda se hace imprescindible si queremos que nuestro reproductor mantenga la apariencia del primer día.

En el frontal, la pantalla de dos pulgadas con 320 x 240 píxels de resolución (la pantalla con más densidad de píxels de un producto de Apple hasta el momento) y la mítica rueda táctil de los iPod (aunque un poco más estrecha en comparación con los modelos con disco duro) son los únicos elementos presentes. El nano (y en general todos los iPod) son reproductores de líneas muy simples y suaves, y de hecho en el nano no hay una sola esquina por ningún lado de tal modo que sostenerlo en la mano proporciona una sensación realmente agradable.

Frontal

En la parte inferior contamos con un jack estándar de 3.5mm (odio los jacks de 2.5mm porque luego hay que andar haciendo chapuzas para colocar unos auriculares de calidad) el puerto para cargar la batería y sincronizarlo con el ordenador y también está presente el imprescindible interruptor de bloqueo del que luego os hablaré.

Por lo demás, en la parte trasera contamos con la serigrafía típica de la manzanita de Apple y diversas referencias al número de serie, capacidad y demás datos grabados en una cubierta metálica cromada que, como os decía hace un momento, se raya con sólo meter el nano al bolsillo del pantalón.

Parte inferior

Parte trasera

Para mí el nano resuelve el apartado estético con un sobresaliente, si bien estas concesiones a la belleza van a hacer que el reproductor sea algo incómodo de usar en determinados aspectos que luego os explicaré.

Y ahora, para finalizar este apartado un par de preguntas con sus respectivas respuestas:

– ¿Por qué te compraste un iPod nano de 4 GB cuando por 100€ más tenías un classic de 80 GB en el que poder meter toda tu colección de música?

Pues bien, principalmente por el diseño: en más de una ocasión os he comentado que me encantan los diseños minimalistas, y si bien cuando mi hermano se compró su iPod classic flipaba con su enorme capacidad de almacenamiento y la interacción con iTunes, lo que no me gustó fue su peso y lo grande que es para llevar en el bolsillo del pantalón.

Sin embargo, del nano me atraía enormemente su diminuto tamaño y que poseía todas las funciones del classic (no como el iPod shuffle). Además, al ser memoria flash no había problemas de golpes ni vibraciones para el disco duro por mucho que se caminara o se dieran saltos con él a cuestas.

Familia iPod

– ¿Y por qué no te decantaste por la versión de 8 GB cuando además el color negro te gustaba más?

Pues por el sencillo motivo de que 8 GB de capacidad tampoco me solucionaban la vida: estoy pasando mi colección de música a iTunes y ya llevo 12 GB en total. Por lo tanto con un nano de 8 GB igualmente tendría que estar seleccionando qué música llevar encima, así que decidí ahorrarme los 50€ de diferencia entre un modelo y otro porque al fin y al cabo no iba a notar mucha diferencia a la hora de andar sincronizándolo con los discos que fuera seleccionando.

No hay duda de que la principal baza de los iPod classic es el poder llevar encima TODA tu música, pero como digo, el factor diseño y portabilidad ha primado en este caso (además de la economía, pues el iPod classic de 80 GB se va ya hasta los 219€ y el de 160 GB sale por 319€).

CONECTIVIDAD CON EL ORDENADOR

A la hora de escuchar música en cualquier iPod es fundamental que conozcamos los pilares sobre los que se cimenta iTunes y su sistema de sincronización, así que vamos a darle un ligero repaso a todo ello.

iTunes es una librería en la que podemos colocar toda nuestra música añadiéndola desde nuestros propios CDs o empleando los MP3 que ya tengamos anteriormente. Hay que aclarar que, pese a que alguna gente lo crea así, iTunes NO es un sistema que sólo funciona con la música comprada a través de internet, sino que es compatible con todo el material sonoro que tengamos a mano.

Lo más importante a la hora de manejar iTunes es que las etiquetas ID3 de los archivos MP3 estén correctamente puestas. Para que todo funcione correctamente hemos de indicar en todas las pistas al menos el artista y el álbum, pues que lo habitual es que ordenemos nuestra colección de música por los álbumes agrupados por artistas. De ese modo por muchos discos que tengamos archivados llegar a cualquiera de ellos será cosa de un par de clicks.

Itunes es todo un mundo sobre el que podríamos divagar durante horas, pero hoy nos vamos a centrar en el iPod y su funcionamiento, de modo que vamos a lo práctico: sincronizar nuestro reproductor con el programa de Apple.

Como os decía hace un rato, si nuestra colección musical ocupa menos espacio que la capacidad del iPod no tendremos que seleccionar nada: bastará con conectar el reproductor al ordenador mediante el cable que viene incluido y el programa copiará la música y las listas de reproducción a la memoria.

Una vez en el reproductor, todo cambio que realicemos sobre la música ya sea en el propio aparato o en iTunes se verá reflejado en ambos. Y cuando digo todo, es TODO, porque tanto uno como el otro llevan contadores que indican el número de reproducciones de cada canción, la fecha de la última reproducción, la puntuación que le damos a cada pista… Toda esta información es muy útil para crear las llamadas «lista de reproducción inteligentes», que no son otra cosa que listados de nuestras canciones definidos mediante condiciones booleanas que nos permitirán obtener siempre una lista adaptada a nuestros gustos particulares.

Por ejemplo podemos hacer una lista con las 50 canciones más escuchadas de toda nuestra librería, otra con las canciones de Los Planetas que tienen cuatro estrellas o más, o una lista de las canciones que hemos añadido más recientemente… y así las posibilidades son infinitas (o más 😛 ).

Jack de audio

En el caso de que nuestro iPod «se nos quede pequeño» (como en mi caso con el nano) lo que hay que hacer es crear una lista de reproducción a la que arrastraremos la música que queramos pasar al reproductor y sincronizar esa lista. De ese modo, en iTunes nuestra música del nano será la contenida en esa lista de reproducción, y todo cambio realizado en ella se verá reflejado en la librería «global» de iTunes.

Sé que explicado con palabras no parece muy sencillo, pero os aseguro que una vez cogido el truco es de lo más simple (siempre que coloquemos correctamente las etiquetas de los MP3).

PRESTACIONES SONORAS

Que quede claro desde el principio que los iPod no son los reproductores digitales que más calidad dan, así que si eres un audiófilo es mejor que mires otros como los iRiver o los Sony Walkman (la gente en los foros asegura que son de lo mejorcito que hay en cuanto a calidad sonora) . Sin embargo, veo estúpido comprarse un MP3 de una calidad brutal cuando lo vamos a emplear para caminar por la calle con sus coches, su gente hablando, sus motores de autobús, sus ambulancias, sus obras públicas y sus megafonías a todo volumen. Yo estoy más que satisfecho con la calidad de sonido que me da el nano y la verdad es que ahora mismo no lo cambiaría por otro reproductor.

Y sí, es verdad que podemos ponernos a escuchar música en casa con total comodidad y en completo silencio, pero para eso ya existen los equipos Hi-Fi con mucha más calidad de sonido y potencia. El hábitat de los MP3 (y por lo tanto los iPod) son las calles de las ciudades, los transportes públicos, las carreras por el parque y demás, y por ello una leve diferencia en la calidad del sonido va a ser encubierta por todos los factores que os enumeraba anteriormente.

Los auriculares del iPod no son malos del todo, pero a mí desgraciadamente no se me sujetan correctamente en mis orejas. Tienden a «caerse» un poco y por tanto no escucho nada en cuando hay un poco de ruido ambiental. Mi solución ha sido colocarles unas «esponjillas» de espuma de otros auriculares que tenía por casa, pero haciendo eso haremos que suenen un poco más graves de lo que deberían.

Por lo tanto, para la gente que tiene los mismos problemas que yo con los auriculares de botón les recomiendo que o bien se compren unos in-ear (los que se meten en la oreja) o unos de botón que estén diseñados ya con la «esponjilla» en mente (como los Sennheiser MX-400). Yo ando detrás de unos in-ear que me gustan bastante, pero están a 40€ y la verdad es que me duele un poco gastarme eso en unos simples auriculares cuando los que vienen «de serie» no se escuchan mal (no tienen nada que ver con los que vienen con muchos MP3 baratos, esos sí que son lo peor de lo peor hasta el punto de que el bajo ni se distingue en la mayoría de las canciones) y tienen los 15 días que tiene el reproductor.

Auricular en detalle

Por cierto, para reproductores portátiles como este (y cualquier otro) a la hora de comprar unos auriculares fijaos en el parámetro de la impedancia que posean, pues una impedancia muy alta (más de 32 ohmios) hará que se escuchen bastante bajo. Los auriculares Hi-Fi de diadema suelen tener impedancias de 80 ohmios o más, pero es que están diseñados para ser conectados a amplificadores potentes que no tienen restricciones de corriente ni tensión porque están conectados a la red eléctrica. Para los iPod van bien los de 32 ohmios, que además es la impedancia que tienen los auriculares que vienen de serie con el reproductor.

USO DIARIO

Una vez aclarado en el punto anterior que para mí un MP3 es para echarlo al bolsillo y salir a la calle con él puesto os voy a comentar mis impresiones sobre el iPod nano en el día a día:

La mayoría de las veces que escuchamos música lo hacemos porque nos apetece escuchar un disco determinado, así que en Apple han tomado buena nota y han creado el interface Cover Flow que nos permite navegar entre las portadas de los discos que tengamos en el iPod simplemente deslizando el dedo por la rueda táctil del reproductor.

Cover flow

Puede parecer una tontería, pero os aseguro que cuando quieres escuchar un disco dentro de la variedad que llevas en el iPod es una verdadera maravilla. Por supuesto para que Cover Flow tenga el aspecto correcto hemos de meter las imágenes de las carátulas de los discos en las etiquetas ID3, cosa que se realiza fácilmente con iTunes, ya que si no una fea imagen estándar en gris sustituirá a la colorista carátula de turno.

Aparte de Cover Flow tenemos la posibilidad de ordenar y buscar nuestra música por artista, por título de canción, por año, por género, por número de BPM… en definitiva, que conociendo cualquier dato de una canción podemos encontrarla rápidamente por muy grande que sea nuestra librería.

Lo más básico a la hora de llevar el iPod en un bolsillo es emplear el interruptor de bloqueo para que no se nos suba el volumen de golpe o se encienda la pantalla cada dos por tres mermando la autonomía del reproductor. El problema derivado de esto es que cada vez que queramos pasar pista o modificar el volumen deberemos mover el interruptor, cambiar lo que queremos y volverlo a dejar en la posición de bloqueo. Estando en casa con el MP3 encima de la mesa no es ningún problema, pero si lo llevamos en el bolsillo tendremos que sacarlo en cada ocasión.

interruptor de bloqueo

Reconozco que la ruedecita táctil de los iPod es un gran invento y se ha convertido en todo un icono de la sociedad tecnológica en la que nos encontramos, pero he de decir que en algunas circunstancias he echado de menos los simples clicks para subir y bajar el volumen de mi Creative Zen Stone.

Uno de los mejores aspectos del iPod nano es su gran autonomía: en teoría podemos estar 24 horas seguidas escuchando música sin tener que recargar la batería. En mi caso no he podido comprobar este dato, pero por pruebas en algunas webs que he leído en los últimos meses sé que no es un dato demasiado exagerado. Lo que sí he podido constatar es que tras 6 ó 7 horas de reproducción continua de música el indicador de batería había bajado muy poco cuando mis dos anteriores reproductores ya estarían con el indicador de la batería en color rojo.

Si hacemos un uso normal del iPod nano (ir a clase, al trabajo, salir a pasear…) no tendremos necesidad de recargarlo ni mucho menos todos los días. Además, a no ser que lo conectemos al ordenador con la batería muy muy descargada (en tal caso nos llevará unas tres horas) su recarga va a ser bastante rápida y antes de que nos demos cuenta el proceso habrá concluido.

La calidad de sonido es lo bastante buena como para pensar que suena maravillosamente bien en medio del tráfico de la ciudad y sus múltiples ruidos ambientales como os comentaba anteriormente. La separación de canales es muy acusada y aunque tengamos el sonido casi al máximo apenas escucharemos distorsión ni ruidos de fondo. Puede que los reproductores de algunas otras marcas suenen algo mejor como os señalaba, pero hay que reconocer que estos nanos se escuchan lo suficientemente bien como para no arrepentirnos de nuestra compra nada más estrenarlo.

Menús

Ahora bien, os tengo que recomendar que no activéis en el iPod la opción de igualar el volumen de toda la música, pues en general va a bajar el volumen de la mayoría de ellas hasta dejarlo al nivel de la más baja de todas, por lo que teniéndolo activado vamos a ver que habrá que poner el volumen al máximo en el caso de pasear por una calle muy transitada. Ese modo es cómodo para escuchar música en casa, pues todo sonará al mismo nivel, pero ya os digo que en la calle el nivel del sonido puede que se nos quede un poco corto.

RESUMIENDO, QUE ES GERUNDIO

Si alguno de vosotros me preguntara si merece la pena hacerse con un iPod nano os imaginaréis que no os respondería nada definitivo porque para lo que unas personas es sí para otras es no y viceversa, de modo que nunca me ha gustado decir «verdades universales» porque sencillamente no existen.

Sin embargo sí que tengo una «fórmula mágica» para recomendar o no la compra de un iPod, y no es más que probéis iTunes durante una temporada y veáis si os convence su sistema de ordenar la música por tags y su filosofía de uso. Si os sentís cómodos con el programa entonces valoraréis lo que un iPod os puede ofrecer, pues al fin y al cabo llevar un iPod encima es como llevar iTunes en el bolsillo.

Sin embargo, si os da pereza tener vuestra colección musical con todas sus etiquetas correctamente colocadas y sólo queréis escuchar algún disco suelto de vez en cuando, cualquier reproductor de tipo «drag & drop» os resultará menos engorroso (y más barato) que un nano o cualquier otro reproductor de la marca de la manzana.

Y hasta aquí el análisis del reproductor con el que estoy bastante contento desde hace ya un par de semanas. Sé que se me han quedado bastantes aspectos en el tintero como la reproducción de vídeo (que no voy a emplear, ya que para eso tengo la PSP) o las características avanzadas de iTunes, pero creo que bastante largo es ya esta entrada como para alargarla todavía más. Es posible que dentro de un tiempo aborde alguno de esos temas en una entrada independiente, pero por el momento esto es suficiente para que os hagáis una idea de lo que este reproductor os puede ofrecer.

Manzanas al sol

¡Un saludo! 😉

Review: Nokia 6630

Hoy os voy a hablar largo y tendido (más que en aquella primera toma de contacto, ya os lo advierto 😛 ) de las posibilidades que brinda un teléfono como el Nokia 6630. A día de hoy ya llevo un par de semanas de “trasteo” con él y creo que me he podido hacer una idea bastante global de las posibilidades que ofrece este móvil. De todos modos, antes de entrar en faena vamos a hacer un pequeño repaso histórico de este modelo en particular así como de su antecesor y predecesor.

UN POCO DE HISTORIA
Cuando Nokia sacó a la venta el 6630 la firma finlandesa ya tenía un teléfono de similares características en la calle: el 6600, que gozó de una gran popularidad en aquella época (apareció en el año 2003) y fue uno de los principales responsables de la gran expansión del sistema operativo Symbian y los smartphones en general.

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El 6600 había dejado el listón bastante alto gracias a las posibilidades de expansión que poseía (6 MB de memoria interna, slot para tarjeta MMC, Bluetooth, puerto de infrarrojos…) y de hecho estuvo a la venta durante más de tres años contando con los favores del público; todo un record para un producto de electrónica de consumo. Sin embargo, el 6630 que saldría pocos meses después de éste intentaría llegar todavía un poco más lejos.

Si bien la forma del 6600 era bastante peculiar, la del 6630 es de las más fácilmente distinguibles de todo el catálogo de Nokia. Su diseño ovalado en la parte inferior y sus líneas rectas en la superior lo hacen perfectamente reconocible incluso en la distancia. No era la primera vez que Nokia realizaba un diseño como éste, pero en esta ocasión se buscaba la elegancia en sus formas más allá de estridencias y diseños juveniles.

Por supuesto, el tema de la belleza o fealdad del modelo comentado es algo completamente subjetivo, pero en lo que a mí respecta me parece uno de los teléfonos móviles más bonitos que han pasado por mis manos (con permiso del Motorola RAZR V3, que me sigue pareciendo un ejemplo perfecto de diseño industrial). Sus formas son armoniosas, sus carcasas intercambiables tienen todas las esquinas redondeadas y el gran objetivo de la cámara en la parte posterior termina de definir las peculiares formas de este terminal.

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El 6630 fue sustituido con el tiempo (apareció a mitad del 2005) por el 6680; de un diseño más convencional y unas características algo superiores; si bien no logró el éxito y la popularidad de sus dos antecesores.

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CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS
Las principales características del 6630 son las siguientes:

  • Smartphone 3G con capacidades de videollamada operando bajo el S.O. Symbian serie 60
  • CPU ARM9 a 220 MHz: la CPU más potente incluida en un teléfono en el momento de su lanzamiento
  • Cobertura global en todo el mundo (Japón incluído)
  • Aplicaciones incorporadas para lectura de email, navegador web, reproductor de MP3 y visor de archivos de MS Office
  • Cámara digital de 1.3 Mpixels (1280 x 960) capaz de grabar vídeo a una resolución de 176 x 144
  • Pantalla TFT-LCD de 176 x 144 píxels a 65000 colores
  • Conectividad por Bluetooth
  • 10 MB de memoria de serie. Ampliación de la misma mediante tarjetas DV-RS-MMC de hasta 2 GB de capacidad
  • Medidas de 110 x 60 x 21 mm con un peso de 127 gramos

Pero más allá de las pesadas y espesas especificaciones de los fabricantes, lo que pretendo es daros a conocer mi punto de vista sobre una tecnología a la que hasta el momento no había puesto la mano encima y que me está haciendo pensar muy seriamente que en el futuro no querré otro teléfono que no corra bajo Symbian, así de claro 😉

IMPRESIONES Y SENSACIONES
Bueno, pues como os decía, voy a intentar transmitiros las sensaciones de estos primeros días con el teléfono: en primer lugar he de decir que cuando lo tuve por primera vez en las manos pensé que era un teléfono bastante grande, pero no tanto como lo había imaginado. Ya se lo había visto alguna vez a alguna persona por la calle, y también en escaparates y tal, pero no lo había tenido nunca en mis manos hasta la tarde del pasado 10 de Enero.

Claro, si comparamos el 6630 con un teléfono “microscópico” como lo era mi antiguo LG KG275, sí que nos va a parecer un móvil de generosas dimensiones y peso, pero al lado de mi habitual Motorola RAZR V3 la verdad es que este Nokia no destaca demasiado en este aspecto. De cualquier modo os comentaré que el 6630 mide 110 x 60 x 21 mm y que tiene un peso de 127 gramos.

Otro punto a comentar es el de la curiosa parte inferior del teléfono: una zona redondeada con unas teclas dispuestas en ángulo y que están todas muy próximas entre si, no existiendo en la práctica separación entre ellas. No es un teclado incómodo para escribir algún SMS una vez que se le ha “pillado el truco”, pero viniendo del V3 la verdad es que las teclas pueden parecer un poco pequeñas para nuestros dedos.

El volumen que escuchamos a través del auricular es algo escaso, pero en entornos ruidosos podemos activar el altavoz manos libres y así escuchar con claridad a nuestro interlocutor. No sé si será problema del modelo que tengo yo o de todos los 6630 en general, pero me da la sensación de que el sonido que se escucha a través del auricular es demasiado grave; aunque también hay que tener en cuenta que el Motorola V3 al que estaba acostumbrado es uno de los modelos que más alto y claro se escucha a través de su auricular.

La pantalla es de generoso tamaño y se ve bastante bien incluso en exteriores con el sol “en todo lo alto”. En la parte superior derecha del teléfono (junto al auricular) tenemos un sensor de luz que medirá la iluminación ambiental en todo momento y ajustará el brillo de la pantalla y la iluminación del teclado para que tengamos siempre un compromiso aceptable entre calidad de visualización y duración de la batería. En completa oscuridad se ajusta el brillo de la pantalla al mínimo a la vez que activa la iluminación del teclado; mientras que a pleno sol subirá al máximo la retroiluminación del display y desactivará los LEDs del teclado.

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Precisamente hablando de la batería es donde nos encontramos uno de los puntos débiles de este teléfono, y es que debemos recargarlo cada dos o tres días en condiciones normales de uso. Puede haber gente a la que no le parezca nada extraño, pero yo, acostumbrado a mi V3 que recargo más o menos una vez a la semana, encuentro que la autonomía es un poco escasa. Al menos la carga de la batería se realiza de forma más o menos breve, empleando para ello entre una y dos horas en función de lo descargada que se encontrara, pero como digo es mejor no perder mucho de vista el cargador.

Claro, esa escasa autonomía es el precio a pagar por cada función del teléfono, pero aun así creo que el tema de las baterías de los dispositivos móviles todavía han de evolucionar mucho y con el tiempo estos datos nos causarán risa como nos la causan las especificaciones de los terminales de hace una década.

SYMBIAN Y EL MANEJO DIARIO DEL 6630
Como ya dije en su momento, tenía muchas ganas de tener un móvil con sistema operativo Symbian para comprobar por mí mismo sus prestaciones y posibilidades. De entrada he de comentar que el primer día tuve un error que por lo visto es muy común a casi todo el mundo: salía de las aplicaciones con la tecla de “colgar” y lo que ocurre entonces es que en realidad no sales de la aplicación, sino que queda en segundo plano ocupando su porción de memoria.

Claro, haciendo eso mismo con unas cuantas aplicaciones se acabará por llenar toda la memoria RAM del teléfono obteniendo un mensaje de error (en el mejor de los casos) o un precioso cuelgue del sistema. Si algo me quedó claro es que de las aplicaciones hay que salir con la tecla “salir” o en su defecto, si se nos pasa el cerrar alguna correctamente, mantener pulsada un par de segundos la tecla de menú para que se nos abra un gestor de tareas (al estilo ctrl + alt + del en Windows XP) y podamos cerrar la tarea pertinente “a lo bruto”.

Tras esta advertencia inicial he de comentar que Symbian es un sistema multitarea, basado en el sistema incorporado en los ordenadores PSION y presente en multitud de teléfonos móviles de diversas marcas, siendo Nokia la más conocida de ellas.

Symbian va ahora mismo por la versión 9.3 estando la versión 9.5 ya anunciada y en camino. La versión presente en el 6630 es la 8.0a pack 2, cuyas especificaciones técnicas quedan fuera de nuestro ámbito, pues me quiero centrar en contaros cómo se maneja y qué tal funciona en el día a día.

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El menú de Symbian es un poco caótico: no parece haber orden aparente en las aplicaciones del menú principal y las carpetas que contienen otras aplicaciones. Tenemos un visor multimedia en el menú raíz y otro exclusivamente de fotografías (al estilo CoverFlow) en la carpeta llamada “multimedia”. En la carpeta “organizador” hay utilidades para manejar la memoria, en «herramientas» hay utilidades variadas… la verdad es que como digo es un poco caótico y los primeros días serán un poco de “probar” a ver dónde estaba la agenda o el gestor de archivos hasta que empecemos a acostumbrarnos dónde está cada cosa..

No obstante, lo que más me gusta es la posibilidad de asignar funciones a las teclas de dirección del teléfono así como a los dos botones que hay a su lado: en mi caso particular las tengo configuradas de la siguiente manera:

  • Arriba: ajustes de bluetooth
  • Abajo: guía telefónica
  • Derecha: galería multimedia
  • Izquierda: Tom Tom Mobile
  • Acción: – (no le he puesto nada para no activarla por error)
  • Tecla izquierda: mensajes
  • Tecla derecha: cámara

Esto cada uno se lo pondrá a su gusto en función de cómo se sienta más cómodo y las aplicaciones que más utilice. Me hubiera sido útil asignar los perfiles de sonido a alguna de las teclas, pero ya me había quedado sin opciones.

Algo inexplicable (al menos para mí) es que no exista la posibilidad de bloquear el teclado automáticamente una vez pasado cierto tiempo. Si queremos tal posibilidad debemos instalar un programa externo que realice dicha función, pero misteriosamente el sistema no la implementa en modo alguno. Ahora bien, como contrapartida tenemos el fantástico “modo offline” que consiste en que podemos desactivar la función de teléfono móvil pero dejar encendido el aparato de modo que podamos seguir utilizando el resto de sus funciones. Esto es potencialmente útil en aviones, hospitales, gasolineras y todo tipo de lugares en los que los teléfonos móviles están completamente prohibidos.

MULTIMEDIA
El 6630 se vendió como uno de los teléfonos con más capacidades multimedia en aquella época: posee una cámara fotográfica de 1.3 Mpixels capaz también de grabar vídeos (a 176*144 píxels) de hasta una hora de duración. Su calidad es más o menos decente: escasa comparada con una cámara digital de gama media pero sí que es similar a la de las primeras cámaras digitales de precio reducido con sensor CMOS (las fotos que saca me recuerdan un poco a las de mi antigua Genius G-Shot D211).

Desde luego que no os recomiendo la cámara de este teléfono como “cámara única” si sois aficionados a la fotografía, pero hay que reconocer que es práctico llevar encima en todo momento un dispositivo capaz de captar instantáneas de una calidad más o menos decente. Os dejo a continuación un par de fotografías hechas por mí:

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En cuanto a la música hay que decir que el teléfono se escucha con una calidad más bien escasa en este aspecto. Cualquier reproductor de MP3 es capaz de dar mucho más empaque a las canciones que queramos escuchar. Y os hablo de ello empleando el manos libres que se incluye en la caja, porque si es a través del altavoz del teléfono éste se escucha bastante alto pero con una calidad pésima (de lata de Coca-Cola, vaya). No creo que vaya a escuchar a menudo música en el 6630, y la única ventaja de que reproduzca MP3 es que podemos utilizar nuestra canción favorita como tono de llamada.

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El teléfono también es capaz de reproducir vídeos mediante la versión de Real Player incorporada de serie, función que tal vez sí que utilicemos más a menudo debido a que en un determinado momento podemos ver un capítulo de nuestra serie favorita en la sala de espera del médico o en cualquier otro lugar. Evidentemente necesitaremos un programa conversor para pasar a formato 3GP (el que usan los teléfonos móviles) y la calidad no va a ser excesiva, pero bueno, como digo para salir del paso puede servir alguna que otra vez. También contamos con la posibilidad de abrir archivos de Office gracias a una serie de aplicaciones incluidas en el software que acompaña al terminal.

Y creo que poco más me queda por comentar: tal vez decir a modo de resumen que estoy encantado con el teléfono por su capacidad de ser una auténtica «navaja suiza», ya que entre las aplicaciones que trae de serie y las que podemos instalar nosotros mismos siempre encontraremos sumamente útil al 6630 en multitud de ocasiones.

LECTURAS RECOMENDADAS
Nokia 6600 en Wikipedia
Nokia 6630 en Wikipedia
Nokia 6680 en Wikipedia
Symbian en Wikipedia
¿Qué es un móvil Symbian y para qué sirve?
Review Nokia 6630 en Mobile-Review.com

Review: Motorola RAZR V3

¡Hola a todos!

Después de casi un año de uso de mi actual teléfono me he animado a hacer una pequeña review para contaros mis sensaciones con él. Espero que os sea útil y os entretenga. Vamos con ello:


HISTORIA:

El Motorola RAZR V3 (inicialmente conocido como «MOTORAZR») es un teléfono móvil con ya bastante tiempo a sus espaldas. Desarrollado en el año 2003 y aparecido en el mercado mundial a finales del año 2004 rápidamente se convirtió en un objeto codiciado por ser un auténtico símbolo de status social. A esto contribuía decisivamente un precio astronómico (unos 800 dólares en sus primeros meses de vida) y un diseño y materiales poco habituales en el mundo de la telefonía móvil hasta ese momento.

Con el paso de los meses este modelo ha ido reduciendo su valor de mercado a la vez que aparecían nuevos modelos hasta llegar al nivel de precios de cualquier teléfono móvil de gama media/baja a día de hoy. Por un lado esto plantea su adquisición a la gente que siempre ha mirado al V3 desde lejos por su elevado precio; pero al mismo tiempo nos hace pensar cómo es posible que el mismo elemento pase a costar ocho veces menos en un plazo de tres años. ¿No será que el de ahora es el coste real del teléfono y todo lo que se ha pagado de más tiempo atrás es «el precio del glamour»?


Un aspecto muy futurista

EL TELÉFONO:

Físicamente el V3 es un teléfono de formato plegable (flip-phone como lo llaman los americanos; palabra registrada por Motorola y que por tanto no puede emplear ningún otro fabricante) fabricado en aluminio, sin antena externa y con un teclado también metálico iluminado mediante electroluminiscencia (como los relojes Casio) en su característico azul eléctrico. Tiene un peso de 95 gramos y unas dimensiones de 99 x 53 x 14 milímetros; ligero y muy estrecho, pero tal vez un poco ancho para lo que se estila hoy en día. De cualquier modo en el bolsillo ni se nota gracias a su forma. También cuenta con una pequeña pantalla externa en la que aparece el número de la persona que nos está llamado aunque también puede ser utilizada como visor de la cámara de fotos.

A nivel técnico el teléfono no es nada del otro mundo, contando con capacidades GPRS, cámara de resolución VGA (640×480), 5.5 megabytes de memoria interna sin posibilidad de ampliación y con comunicación por bluetooth con otros dispositivos y teléfonos y mediante un puerto mini-USB para comunicarse con un PC y cargar la batería.

El teclado es amplio, se ve perfectamente en la oscuridad gracias a su uniforme iluminación, tiene un tacto realmente bueno (hay gente que criticaba esto en el V3 pero a mí me resulta de lo más agradable) y su mayor problema es que se mancha muchísimo en cuanto ponemos un dedo encima. Es el problema de emplear una lámina metálica pulida a modo de teclas; su aspecto es muy futurista pero como digo las huellas dactilares son el precio a pagar por ello.


El teclado del V3 cubierto de mis propias huellas dactilares


El teclado en plena oscuridad

Respecto a la pantalla, esta tiene una resolución de 176×220 y se ve muy bien en interiores. En un día soleado por la calle apenas veremos nada en la pantalla interior y absolutamente nada en la exterior. No sé muy bien por qué Motorola no ha cuidado más ese aspecto en un teléfono tan caro como este (recordemos que aunque ahora esté a un precio muy asequible en su día costaba un pastón).

También contamos con unas teclas en la mitad superior del teléfono que dan acceso a diversas funciones; entre ellas está el silenciar el timbre de llamada entrante, ajustar el volumen de una conversación, alternar entre los diversos perfiles de sonido o utilizar la cámara de fotos sin tener que abrir el teléfono.


La teclas laterales de uno de los lados del teléfono

PEQUEÑOS DEFECTOS A PULIR:

Aparte de los problemas que hemos comentado (poca visibilidad de la pantalla en exteriores y rápido ensuciamiento del teclado) habría que comentar algún detalle más que no acaba de encajar en un teléfono como éste:

– Por una parte está la escasa memoria disponible y la imposibilidad de ampliarla. Es curioso que el teléfono sea capaz de reproducir MP3 (incluso cuenta con controles dedicados para ello mediante el firmware del móvil) pero apenas pueda contener un par de canciones completas. En su momento no era una función muy habitual para un teléfono móvil, pero si se implementa deberíamos tener una mayor cantidad de memoria disponible.

– Por otro lado la pantalla llega a rozar en las finas tiras de goma que separan las teclas y hacen que estas queden marcadas en la pantalla del teléfono al cerrarlo. No es un defecto muy grave, ya que con pasar un paño la pantalla queda como nueva, pero con haber dejado una décima de milímetro de separación entre ambos elementos se habría evitado este efecto de estampación en la pantalla.


Las marcas que el teclado deja en la pantalla

BATERIA:

La duración de la batería no es en absoluto mala a no ser que se le de un uso muy intensivo al teléfono. En las primeras cargas durará algo menos que en las siguientes, pues las baterías de litio no alcanzan el 100% de rendimiento hasta que no transcurren unos diez ciclos de carga-descarga, pero aun así veremos que han de pasar unos cuantos días hasta que el teléfono se apague por falta de batería. Parece mentira cuando vemos lo minúscula que es dicha batería (cuya capacidad es de 780 MAh/h) pero parece que el consumo de este móvil está bien estudiado.

Por supuesto, si se emplea intensivamente el bluetooth, las aplicaciones Java, la cámara y demás historias tendremos que recargar la batería casi cada día, pero con un uso más o menos normal la batería aguanta casi una semana sin excesivos problemas.

IMPRESIONES:

El RAZR V3 es un teléfono de aspecto sólido aunque da la sensación de ser frágil ante caídas sobre suelos duros. No he tenido la ocasión de comprobarlo, pero el material del que está hecho, aunque es muy resistente da la sensación de poder abollarse ante un impacto fuerte.

A la hora de hablar con él cubre perfectamente la distancia boca-oreja y permite charlar cómodamente aunque llevemos bastante tiempo con el auricular pegado al oído. La calidad de sonido es muy buena (como en todos los Motorola modernos) y el volumen es suficiente como para poder escuchar sin problemas aunque el ambiente sea medianamente ruidoso.


El potente altavoz trasero

El tecleo de mensajes SMS es ágil una vez que se le «coge el truco» al teclado. Como decía antes, el tacto es diferente al del resto de móviles del mercado, así que necesitaremos un pequeño «periodo de adaptación» al V3 para estas cosas, pero una vez acostumbrados teclearemos rápidamente y no encontraremos más que ventajas a este tipo de teclado. Eso sí, como es habitual en los teléfonos de Motorola vamos a notar que la aplicación para escribir tarda bastante tiempo en «validar» la letra una vez que la hemos tecleado antes de pasar a la siguiente, así que los acostumbrados a escribir en Nokias y demás han de mover los dedos un poco más despacio 😛

Comunicación por bluetooth sin problemas con todo tipo de dispositivos, manejo básico de la cámara (graba fotos y vídeo, pero sin ningún tipo de «lujos»; no te lo compres por estas características porque acabarás por no utilizarlas), posibilidad de usar MP3 como timbres de llamada y que se escuchan a un volumen muy alto gracias al altavoz presente en la parte trasera de la carcasa, agenda, calendario, calculadora, grabadora de notas de voz… y en definitiva todas las aplicaciones habituales de los móviles actuales.


El conector mini-USB presente en el teléfono

CONCLUSIÓN:

El V3 es un teléfono que revolucionó el mercado de los móviles; hoy en día no tiene el poder simbólico que tenía cuando apareció hace ya más de tres años (una eternidad en el mundo de la electrónica de consumo) pero sigue teniendo el mismo atractivo para los que mirábamos con la lengua fuera las primeras reviews que aparecieron en Internet. A mí particularmente me parece que no ha habido otro teléfono de la serie RAZR tan bonito como este, y es que su sencillez de líneas y su diseño minimalista siempre me han atraído.

Comprar un RAZR hoy en día es como aquel que busca un determinado modelo de coche clásico y un día se lo encuentra con una buena oferta en el parabrisas. Por el mismo precio habrá coches incluso mejores, pero el poder tener en tus manos ese coche con el que tanto has soñado es algo que te impide pensar con frialdad.

De cualquier modo, el V3 es un teléfono altamente recomendable a no ser que queramos única y exclusivamente lo último de lo último en telefonía móvil. En ese caso hay modelos que podrán satisfacer por completo nuestras ansias, porque el V3 es para gente que busca este modelo en concreto y le da mucha importancia a su diseño.

Bueno, espero que al menos todo esto os haya entretenido. ¡Un saludo y gracias por leerme! 🙂

NOTA: esta review está basada en unas «primeras impresiones» que escribí en el foro de ultimONivel hace unos meses las cuales han sido ampliadas y corregidas para la ocasión.

Review: Palm Tungsten E

Os prometí hace unos días que pronto escribiría una review hablando sobre la PDA Palm Tungsten E con la que me he hecho recientemente. Pues bien, tras un par de semanas de uso intensivo aquí están mis impresiones sobre el primer Personal Digital Assistant que tengo en propiedad y espero que os resulten amenas de leer.

 

Segmento de mercado

La Palm Tungsten E (a partir de ahora TE) tiene ya sus años: fue presentada a finales de 2003 como el escalón más bajo de la gama «profesional» de dispositivos Palm, quedando justo por encima de la popular gama Zire.

La TE estaba enfocada a profesionales que querían introducirse «en serio» en el mundo de los organizadores personales de bolsillo. La gama Tungsten está compuesta por diversos modelos, siendo el tope de gama la Palm TX, que ofrece comunicación inalámbrica con otros dispositivos, una pantalla de alta resolución y una superior potencia de proceso.

Aspectos comunes a la gama Tungsten son las carcasas metálicas o de aspecto metálico según el modelo, las pantallas de 65K colores en alta resolución de 320 x 320 píxeles o incluso 320 x 480 (lo habitual hasta entonces era 160 x 160) o la inclusión «de serie» del programa Documents to Go (DTG) para leer, crear y editar archivos de Office. La forma de la carcasa también es prácticamente igual en todas ellas, aunque hay algún modelo con teclado deslizante como muchos móviles actuales.

Como os decía, la TE viene a ser el escalón más bajo dentro de la gama alta de Palm, pero antes de que os preguntéis dónde encontrarla os diré que está descatalogada desde hace un par de años y que desde entonces ha sido sustituida por el modelo Tungsten e2, que es prácticamente igual pero con comunicación por Bluetooth incorporada.

Diseño

A la hora de emplear la PDA se nota que está diseñada con un aspecto «serio» en mente. Para alegres colores en la carcasa ya tenemos a la serie Zire, por lo que en la TE se ha optado por un tono metálico uniforme en toda ella.

La TE también cuenta con una tapa protectora de plástico que intenta simular piel y cuya utilidad es cuidar la pantalla de incómodos rayones. Simplemente se encaja en el lateral izquierdo del aparato y se cierra sobre la pantalla o la parte trasera. Al margen de si se trata de un elemento de más o menos calidad, se agradece que Palm la regale con la PDA sin coste extra para el cliente.

La pantalla táctil es de generoso tamaño (sobre todo comparada con la de casi todos los teléfonos móviles del mercado) con una resolución de 320 x 320 píxeles, 65K colores, un ángulo de visualización bastante amplio y un brillo suficiente como para distinguir el texto bajo la luz del sol. Prácticamente todo el frontal de la TE está ocupado por dicha pantalla.

Además de la pantalla, en el frontal contamos con una cruceta de cuatro direcciones y un gran botón central que sirve para seleccionar elementos en las aplicaciones si no queremos emplear el stylus. También contamos con cuatro botones auxiliares con los que se lanzan las aplicaciones más frecuentes del sistema operativo, aunque podemos reconfigurarlos para ejecutar cualquier programa instalado.

En la parte baja de la pantalla se encuentra el área asignada al reconocimiento de escritura conocida como «Graffiti 2″ así como cuatro botones táctiles que activan ciertas funciones del SO.

En la cara superior de la TE contamos con un slot para tarjetas SD/MMC con una capacidad máxima de 2 GB, un jack stéreo de 3.5 mm al que podemos conectar unos auriculares, un puerto de infrarrojos para comunicación con otros dispositivos y el botón que se encarga de «apagar» la PDA.

En la parte derecha de su cuerpo tenemos la ranura para guardar el stylus y en la parte inferior cuenta con un conector mini-usb para sincronizar la información con un PC y también un pequeño conector circular donde pinchar el adaptador de corriente y así recargar la batería.

Y hablando de batería, no puedo dejar pasar por alto que cuando la PDA llegó a mi casa la batería estaba completamente KO, por lo que me hice con una en una tienda online. La batería original que viene con la Palm TE es de 850 mA/h, dando unas 4 horas de autonomía usándola continuamente. La que compré en www.bateriasdigitales.com es de 1400 mA/h, y con ella obtengo aproximadamente 6 horas de uso continuado. Sé que puede parecer poco, pero las PDA de Palm funcionan de modo que «apagadas» no gastan nada de batería y lo que consume realmente es el tiempo de uso de la pantalla táctil y la retroiluminación. Los primeros días de uso estaremos cargando la batería cada dos por tres con la cosa de la novedad y tal, pero cuando el uso se «estabilice» veremos que en realidad la batería se descarga muy poco cada día.

No deja de resultar curioso (sobre todo cuando se está acostumbrado al mundo del PC) que el «arranque» de la PDA es instantáneo, pues nada más pulsar el botón de encendido ya tendremos la información en pantalla. Esto es debido a que en realidad las PDA de Palm no se apagan nunca, sino que al pulsar el botón de apagado lo que en realidad estamos haciendo es suspenderla hasta que lo volvamos a pulsar.

Palm recomienda cargar la batería de la PDA todos los días durante un rato para maximizar su duración. De este modo nos aseguramos de que siempre tendremos la máxima autonomía disponible y la batería sufrirá menos, ya que las descargas profundas deterioran las baterías de iones de litio de forma irreparable.

En cuanto a dimensiones, la Palm TE mide 120 x 80 x 17 mm con un peso de 156 gramos, todo ello con la tapa que protege a la pantalla incluida, pues llevar una PDA en el bolsillo sin ningún tipo de protección es algo bastante «peligroso» para su integridad. Del mismo modo es muy recomendable el uso de algún tipo de protector de pantalla para evitar el progresivo e inevitable desgaste de la pantalla con el uso.

Aplicaciones

Palm ahora mismo no es la poderosa empresa que era en 2003, pero podemos hacernos una idea de su pasado dominio del mercado (antes de la popularización de Windows Mobile en este tipo de dispositivos) si echamos un vistazo a las aplicaciones que se incluyen con la máquina.

Entre todas ellas destaca especialmente Documents to Go, pues se trata de una «suite» compatible con MS Office que nos permitirá visualizar, crear y editar documentos para Word, Excel y Power Point. Documents to Go está creada por la empresa Dataviz y aunque la versión que acompaña a la TE (la 6) es plenamente funcional, podemos actualizarnos por unos treinta euros a la más reciente y aprovechar así sus nuevas características. De cualquier modo, como digo, la versión 6 que se incluye «de serie» con la PDA es capaz de cumplir sobradamente con cualquier tarea que se le ponga por delante. DTG 6 admite estilos de texto muy variados como cursiva, negrita, subrayado, diversos tipos letra, texto en subíndice y superíndice, viñetas, sangrías, varios interlineados, diversos colores de texto y fondo…

Lo único que añadiré a esta reseña de DTG es que la review que estáis leyendo ahora misma ha sido creada casi al completo en la Palm Tungsten E gracias al mencionado programa. El texto fue redactado en la Palm con todos sus estilos y atributos para una vez pasado a mi ordenador personal añadir las fotografías y publicarlo. Esto os dará una idea de que es posible crear textos más o menos largos y/o complejos en DTG de tal modo que esta vez nos dará igual que la inspiración aparezca en casa o en medio del parque a la hora de escribir. Cierto es que se escribe bastante más despacio que con un teclado de sobremesa, pero no es menos cierto que llevar todo un procesador de textos junto con una hoja de cálculo en un bolsillo es algo tremendamente útil en muchas ocasiones.

Del mismo modo, el resto de aplicaciones incluidas en el sistema operativo PalmOS 5 nos serán en su mayor parte de gran utilidad, pues contemplan calendarios, listas de tareas, contactos, toma de notas a mano alzada… y por supuesto la posibilidad de instalar cualquier aplicación que creamos oportuna, pues en la red hay multitud de ellas puestas a disposición del público. Es curioso comprobar la gran cantidad de programas completamente gratuitos que podemos obtener en multitud de páginas web. A modo de ejemplo os voy a comentar muy brevemente los que yo tengo instalados en el poco tiempo que llevo trasteando con la Palm Tungsten E:

– Fuel Record: para medir los consumos de gasolina del coche. Simple y efectivo.

– Kinoma Player: permite ver vídeos (previamente convertidos a formato propio) en la Palm.

– Solfree: el mítico solitario de Windows; ideal para pasar los ratos de espera en cualquier lugar.

– Converter: conversor de todo tipo de unidades. Fantástico para estudiantes de ciencias.

– Artelope V : permite crear gráficos vectoriales de forma rápida y simple.

– Battery Graph: debería venir de serie. Permite monitorizar en todo momento el estado de nuestra batería y mirar las gráficas de cargas y descargas. Absolutamente genial.

– Real One: para escuchar música en MP3

– Acrobat Reader: para leer documentos en formato PDF en la propia Palm de tal modo que la podemos emplear como e-book.

– Metro: permite consultar trayectos de las líneas de metro de todo el mundo (y en muchas ciudades también los trenes de cercanías) sin necesidad de una conexión a internet. Una pasada de programa y que además es de los más útiles que se pueden instalar en una Palm si viajáis en este medio de transporte más o menos frecuentemente.

Al margen de estas aplicaciones existen una infinidad más que cubren los más diversos ámbitos, pero como os decía estas son las que he descubierto en el tiempo que llevo “trasteando” con la TE. Seguro que cada usuario encuentra aquellas que le son más útiles, pues como digo, la oferta (tanto de programas de pago como gratuitos) es bastante amplia.

Uso diario

Las ventajas de utilizar una PDA como la TE van en función de la forma de ser de su dueño. En principio las PDAs tienen una característica que las hace especialmente poderosas y prácticas, y es la capacidad de actualización de su información entre ellas mismas y un PC. Si se hace uso de dicha característica la PDA se convierte en una verdadera aliada para las tareas cotidianas: podemos crear un borrador de un escrito en plena calle y terminarlo en el Word del ordenador de sobremesa o escribirlo rápidamente en casa y terminar de corregirlo y darle “nuestro toque personal” mientras viajamos en el metro por ejemplo.

El uso de la PDA es como complemento del ordenador personal, y no como sustituto del mismo. Si cometemos el error de hacer todo nuestro trabajo en la PDA veremos que el rendimiento va a ser muy bajo (evidentemente se escribe más despacio con la PDA) y que se corre un grave riesgo de que todo se vaya al traste en caso de fallo. De nada sirve crear los documentos en la PDA y copiarlos sin más en el PC del escritorio, pues la ventaja es la sincronización, que hará que los cambios que hagamos en unos de los dos equipos se vean reflejados en el otro de forma completamente transparente.

Más allá de estas reflexiones más o menos filosóficas sobre el uso de una PDA he de comentar que me está viniendo realmente bien: tanto para los artículos de ultimONivel como para las cosas de clase y de la vida diaria la TE se está convirtiendo en una aliada que consigue que las ideas que se me ocurren no queden en el olvido porque al llegar a casa ya no soy capaz de recordar qué era aquello que se me había pasado por la mente minutos atrás. Ahora saco este pequeño aparato plateado y en menos de un minuto escribo un par de líneas que me recuerden aquello que no quiero olvidar.

El principal problema de la TE es su falta de conectividad: no posee Bluetooth ni mucho menos WiFi, por lo que su única forma de comunicación con el PC es mediante un cable USB. También cuenta con un puerto de infrarrojos, pero hoy en día es bastante extraño encontrar un ordenador con dicho puerto incorporado de serie. De momento no me quejo, pero me consta que si contara con WiFi para conectarse a Internet y sincronizar con el PC ganaría puntos en comodidad, pero claro, es una máquina de 2003 con las limitaciones técnicas de la época. Si queremos Bluetooth tendremos que hacernos con una Tungsten e2 y si queremos WiFi tendremos que dar el salto hasta una TX.

Por lo demás, me gusta mucho poder apuntar las tareas que tengo pendientes de terminar y las citas importantes en el calendario. De un rápido vistazo puedo ver lo que hay que hacer al día siguiente, las cosas que se han dejado para mañana o esas ideas que se me han ocurrido a media tarde y que ya desarrollaré con calma después de cenar en casa. Creo que la gran ventaja de una PDA es la posibilidad de seguir haciendo las cosas que estamos haciendo en el PC de casa pero con la ventaja de no depender del lugar ni el momento.

 

Bueno, creo que este escrito se está alargando demasiado y si habéis llegado hasta este punto del tirón os merecéis como mínimo un premio. A modo de conclusión he de decir que la compra de una PDA puede ser una pérdida de dinero si no es realmente necesaria; si queremos darnos un capricho será mejor optar por otra solución más trivial. Sin embargo, si se dan las circunstancias adecuadas, el hacerse con una PDA (aquí he hablado de la Palm Tungsten E, pero se puede aplicar a cualquiera) puede ser una gran ventaja que aumentará notablemente nuestra productividad y eficiencia.

¡Un saludo! 🙂

Review: Woxter BT-100

Los que me conocéis un poco sabéis muy bien que me encanta la electrónica de consumo: tecnologías inicialmente desarrolladas para usos muy especializados que saltan cada vez más a menudo al mercado de masas y acceden a todos los hogares: televisión por satélite, ordenadores cada vez más potentes, PDAs, redes inalámbricas, monitores con más prestaciones… En definitiva, elementos que hace años quedaban fuera del alcance de nuestros bolsillos y que ahora se hacen muy cotidianos. Pues bien, hoy os quiero hablar del último «cacharro» que me he comprado y que no es otra cosa que un minúsculo receptor GPS con capacidades de trazado de rutas.

En concreto es el modelo BT-100 de Woxter, que es un receptor GPS mediante Bluetooth de los más pequeños que nos podemos encontrar en el mercado (abulta como el típico mando de puerta de garaje) y cuya principal característica es que dispone de un modo de «datalogger», que es por lo que me lo he comprado principalmente. Como cualquier receptor GPS puede ser conectado a través de Bluetooth o USB a un teléfono móvil, un PDA o un ordenador y mediante el software adecuado ir guiándonos como si de un GPS «de coche» se tratara a través de instrucciones de voz y mapas. Lo que pasa es que no es ese el motivo por el que me he hecho con este modelo, sino más bien por la característica de «datalogger» que hace un momento os nombraba y que ahora os explicaré en detalle:

Un GPS con datalogger va a contar con una memoria interna que irá almacenando las posiciones por las que vayamos pasado cada cierto tiempo para luego volcar esos datos en un ordenador y tratarlos como después veremos. En el caso concreto de este modelo puede ser configurado con un tiempo fijo de entre 1 y 3600 segundos, o bien ir almacenando las posiciones en función de la velocidad (cuanto más rápido vayamos más tiempo pasará entre grabación y grabación), cada vez que nos desviemos más de 10º de nuestro rumbo o cada cierto número de metros recorridos. En cualquier caso, la capacidad de memoria es de unos 25000 puntos almacenados en un buffer circular, de modo que si superamos su capacidad se sobreescribirán sin preguntar los primeros datos almacenados. Yo lo tengo configurado para que grabe la posición cada dos segundos, de modo que echando unas sencillas cuentas vemos que voy a poder grabar como máximo unas catorce horas; más o menos la dúración de la batería (el fabricante promete que el BT-100 consume 65 mA, por lo que en teoría la batería de 850 mA durará cerca de trece horas).

En color verde aparece parte de la ruta desde mi facultad (parte superior a la izquierda) hasta mi casa trazada con el GPS.

El modelo de Woxter (que es exactamente el mismo que el WBT-100 de Wintec; tanto que el firmware más actualizado y su software correspondiente podemos descargarlo directamente desde la web de Wintec) cuenta con una batería de litio exactamente igual a la de muchos teléfonos fabricados por Nokia (creo que es el modelo de batería BL-5 o algo así) por lo que en caso de deterioro podemos sustituirla fácilmente. Podemos recargarla a través del pequeño puerto USB presente en el receptor ya sea mediante un ordenador o un adaptador para enchufe de pared / mechero de coche. De autonomía anda sobre las 11 ó 12 horas aunque en casos muy favorables puede llegar a las 16 por lo que he leído por ahí.

Por cierto, un detalle que me ha gustado mucho en un modelo como este es la cantidad de accesorios que trae «de serie». Lo normal en este tipo de aparatos es que en la caja venga el GPS, el manual y con suerte un cable USB; pero en este caso a esos elementos Woxter ha añadido un adaptador para cargar el GPS en un enchufe cualquiera, otro para cargarlo mediante el mechero del coche y un CD con los drivers y el programa para PC y PPC (cada vez es más habitual tener que descargar el software de la página del fabricante). Un punto a favor de Woxter (y de Wintec, pues como digo es exactamente el mismo producto bajo una marca u otra) que simplifica mucho el tema de cargar la batería de este pequeño receptor GPS.

Y bueno, sobre el terreno he de decir que circulando en coche el aparato lee muy bien los datos de posición y traza a la perfección la ruta seguida. Pierde un poco de precisión cuando se circula entre casas altas, pero en calles amplias y sobre todo carreteras a cielo abierto se puede apreciar incluso sobre qué carril estamos circulando. A la hora de emplarlo para caminar (y en general todo lo que sea a velocidades bajas) se pierde bastante precisión por el propio hecho de ser un GPS y no estar diseñado para esos menesteres. Es perfectamente válido y traza la ruta con bastante precisión también, pero los datos de velocidad y altura no son muy fidedignos y de vez en cuando vamos a ver que la posición da «saltos» para ir corrigiendo el error acumulado.

Detalle de mi paso sobre el puente que hay sobre la autopista A-II al salir del campus universitario de Alcalá de Henares. Fijáos que el error es de poco más de un metro con respecto a la posición por la que pasan los coches. Del mismo modo es asombroso lo precisa que es la medida de velocidades.

No olvidemos que el sistema GPS fue desarrollado originalmente para fines militares y por tanto está más enfocado a vehículos en movimiento que a personas caminando. El sistema GPS consta de una red de satélites situados a algo más de 20000 Km de altura, por lo que un error de tan sólo unos pocos metros en la superficie terrestre me parece algo casi milagroso. Ya el otro día os hablaba de cómo funciona a grandes rasgos el entramado del GPS, porque es algo realmente alucinante y que da cuenta de lo que es la ingeniería aplicada a gran escala. De todos modos, la gran ventaja del GPS es que es válido tanto para rutas «a pie» como para un avion que viaje a varias veces la velocidad del sonido y que en casi cualquier parte del globo terráqueo (en los polos no) vamos a tener siempre satélites sobre nuestras cabezas desde los que recibir las señales que nos posicionen en latitud, longitud y altura sin depender de antenas, coberturas y demás como ocurre en el caso de los teléfonos móviles.

Por cierto, las capturas de Google Earth que ilustran esta entrada están sacadas del trayecto de vuelta desde mi facultad hasta mi casa, puesto que al salir de un examen puse en marcha el GPS y lo usé para trazar toda la ruta y verla luego en casa con calma. Me hizo mucha gracia comprobar que incluso se puede apreciar la parte de la carretera por la que voy, el trazado de las glorietas y la altura, que es detectada metro a metro y en las zonas por las que sé que hay subidas y bajadas va reflejando fielmente dichas variaciones. Eso sí, no sé por qué, pero en el programa que pasa las rutas al PC no consigo configurar la hora correctamente y siempre me marca una hora menos de lo que tendría que marcar (vamos, que parece que estoy en Canarias, jeje). El receptor GPS recoge la hora GMT que le transmiten los satélites y luego en el programa que pasa los datos al PC se configura la zona horaria en la que estamos, pero no sé por qué me la ha fijado en +1 cuando en realidad ha de ser +2 para la zona de Madrid. En fin, un detalle sin importancia que ya puliré cuando tenga un rato.

La misma ruta (esta vez en azul) de las dos capturas anteriores, pero esta vez desde otro punto de vista. Abajo a la derecha mi facultad con su peculiar forma de tablero de parchís.

Para finalizar esta entrada, quería señalar que al ser el BT-100 un modelo tan pequeño y tan simplificado hay que tener en cuenta una serie de cosas a la hora de manejarlo, ya que poco tiene que ver con los habituales GPSs «de coche» con sus LCDs, sus antenas externas en muchos casos, sus altos consumos de corriente y demás:

  • Para hacer el posicionamiento de los satélites en el cielo al encender el aparato es MUY recomendable estar quietos y en un lugar más o menos despejado desde el que tengamos una buena porción de cielo sobre nosotros. De este modo tardará menos de un minuto en posicionarse y empezar a recoger datos de nuestra situación, mientras que si estamos moviéndonos o entre casas el arranque se eternizará y pasarán bastantes minutos hasta que sea capaz de detectar nuestra posición.
  • Este aparato no cuenta con pantalla alguna, por lo que su estado se «lee» a través de tres LEDs presentes en su carcasa. El superior indica el funcionamiento del GPS (Rojo fijo: buscando satélites. Rojo parpadeante: sistema posicionado y funcionando. Verde: modo brújula) mientras que el del centro indica el funcionamiento del Bluetooth y el de abajo la alimentación (Fijo: cargando batería. Parpadeando: batería baja).
  • Para recibir la máxima cobertura el BT-100 debería estar apuntando al cielo con su cara superior (la de los botones y los LEDs) pero he podido comprobar que una vez posicionado funciona exactamente igual de bien si se lleva en el bolsillo del pantalón o dentro de un bolso o de la chaqueta. Parece que el chip receptor y la antena interna que lleva tienen bastante sensibilidad y captan bien la señal de los satélites, porque cuando lo llevo en el coche símplemente lo dejo en el asiento del copiloto y lee la posición perfectamente sin necesidad de situarlo bajo el parabrisas.
  • Aunque sé que lo he comentado anteriormente repito que esta unidad pierde bastante precisión al utilizarlo mientras caminamos. El trazado de la ruta es perfectamente válido, especialmente en campo abierto, pero los datos de velocidad y altitud van a variar enormemente entre punto y punto grabado. Sin embargo, para llevarlo en el coche va perfectamente y sorprende por su precisión en todos los datos recogidos.

Bueno, en definitiva tengo que reconocer que estoy muy contento con mi última adquisición. No he querido hacer una «review» técnica del BT-100 porque no pretendo aburrir a nadie, pero con estas breves explicaciones quería haceros ver que la tecnología está cada vez más al alcance de nuestros bolsillos (nunca mejor dicho).

¡Un saludo!

PD: Os dejo con un vídeo que grabé mostrando el funcionamiento del BT-100 «sobre el terreno». ¡Espero que os guste! 😉

Review: Creative Zen Stone

Algunos de vosotros ya sabréis que en el tema de los aparatos de electrónica de consumo el diseño minimalista es muy importante para mí: me gusta que las cosas sean sencillas, simples en sus líneas y su concepto; que estén hechas para realizar su función y ya está. Hoy me voy a centrar en dos ejemplos de telefonía móvil y reproductor musical que me acompañan a todas partes desde hace un tiempo: un reproductor Creative Zen Stone y un teléfono LG KG275.

DSC05449 Comenzaremos con el reproductor de música, dejando el móvil para una próxima entrada: el Creative Zen Stone es uno de los más pequeños y más sencillos que se pueden encontrar ahora mismo en el mercado. No pasará a la historia por su capacidad (un gigabyte) ni por sus prestaciones (se limita a reproducir música y punto) ya que existen en el mercado reproductores capaces de mostrar en sus pantallas fotos, vídeos y todo tipo de elementos gráficos. En el caso del Zen Stone no existe tal posibilidad porque ni siquiera posee pantalla y todo se realiza por medio de botones que consisten en «avanzar pista», «retoceder pista», «subir volumen», «bajar volumen», «play / pausa / on / off» y un control deslizante para «saltar al siguiente disco / reproducción aleatoria o lineal».

Al margen de las características «visibles» está el hecho de que el reproductor sorprende por la calidad de la música que es capaz de sacar por los auriculares; auriculares que, dicho sea de paso, es mejor dejar en la caja y conseguir unos mejores, ya que si no estamos desperdiciando casi toda la calidad auditiva que puede dar. Con unos buenos auriculares los bajos suenan poderosos y los agudos bastante cristalinos (siempre que el MP3 que estemos esuchando esté codificado a buena calidad, claro) y lo que más me ha sorprendido es comprobar el altísimo nivel de volumen que alcanza el Zen Stone, siendo muy útil para que en las zonas ruidosas de la ciudad nos enteremos de algo de lo que estamos escuchando.

DSC05452 Ahora bien, lo mejor de este reproductor de música es su minúsculo tamaño, y para que os hagáis una idea os comentaré que cuando voy por la calle lo llevo en el típico bolsillo de las monedas que tienen los pantalones vaqueros en su lado derecho. Ni te enteras de que está ahí, porque con sus 18 gramos de peso es un auténtico «peso pluma». Como véis en las fotos puesto al lado de una moneda de 50 céntimos o de la clavija estandar de 3.5 mm de los auriculares se aprecia el pequeñísimo tamaño del reproductor.

DSC05453 El minúsculo Creative Zen Stone lleva conmigo una semana y estoy de lo más contento con él. Ya llevo bastantes cosas encima como para encima andar cargando con cacharros pesados y voluminosos, de modo que este reproductor va perfectamente conmigo. Además, su batería carga en menos de dos horas a través de un puerto mini-USB por el que también se sincroniza con el ordenador y ofrece cerca de diez horas «reales» en reproducción, así que para poner música a mis «safaris fotográficos» por la ciudad va más que bien y no le puedo poner pega ninguna.

Es cierto que no tiene una gran capacidad de memoria, pero el Creative Zen Stone está enfocado a competir con el iPod Shuffle; un modelo de características muy similares al reproductor de Creative pero con un precio del doble que este último, porque casi se me olvidaba comentar que el Zen Stone está a la venta por 39€ en muchos colores (azul, rosa, amarillo, verde, blanco y negro si mal no recuerdo). Puede que como reproductor único a ciertas personas se les quede corto, pero para ir a dar un paseo o llevárselo para hacer deporte sin preocuparnos de nada es genial.

¡Un saludo! 🙂