Haciendo balance del 2008

La tarde del día de fin de año es un momento propicio para echar la vista atrás y hacer un balance de lo que hemos vivido en los últimos 365 días (366 en este caso). Precisamente por eso he decidido dejar de cortar turrón, tomarme un rato para sentarme delante del ordenador, volver al 1 de Enero y empezar a repasar los últimos doce meses. Una costumbre que tengo desde que en mis épocas de fan de Mecano (allá por 1990) escuchaba siempre por estas fechas la canción «Un año más» cuya letra, entre otras cosas, decía:

Y en el reloj de antaño
como de año en año
cinco minutos más para la cuenta atrás
hacemos el balance de lo bueno y malo
cinco minutos antes
de la cuenta atrás

2008 ha sido un año bastante intenso en lo profesional: aprobé la última asignatura de la carrera, tuve mi primer verano sin preparar exámenes desde hacía bastante tiempo, comencé a trabajar en Komatsu… en este aspecto de mi vida ha habido muchos cambios y todos ellos para bien. En el año que comenzará dentro de unas horas presentaré mi proyecto de fin de carrera, lo que implicará que en ese momento ya tendré el título de ingeniero técnico industrial que tantos quebraderos de cabeza me ha dado.

En lo personal hay que reconocer que ha sido un año de muchos cambios: he potenciado todavía más mi afición a la fotografía y he entrado tímidamente en el mundillo del vídeo digital. También he descubierto un montón de grupos musicales que me han llegado muy dentro, se terminó una relación que duró un año, aparecí brevemente en el telediario de TVE, dejé ultimONivel porque me di cuenta de que había llegado el final de un ciclo…  Además, el 2008 que ahora termina ha traído sorpresas de última hora que presagian un 2009 con muchas alegrías. Como veis, ha sido un periodo de tiempo en el que ha habido un poco de todo pero que a nivel global ha sido muy enriquecedor.

El final de la tarde

Con respecto a este blog, he de reconocer que estoy sorprendido de cómo ha crecido en los últimos doce meses. Semana a semana este rincón de internet ha ido recibiendo más y más visitas hasta el punto que este mes de Diciembre ha sido el más visitado desde que lo inauguré.  No sé cómo seguirá evolucionando en los tiempos venideros ese aspecto, pero os aseguro que no me esperaba ese gran crecimiento en tan poco tiempo. Sea como sea, me alegro de que lo que escribo cada día llegue a más gente y os sintáis identificados con algunas cosas que expreso por aquí. Precisamente con respecto a esto he de comentaros que hay dos cosas que me llaman la atención:

Por un lado, las entradas que más visitas tienen suelen ser las que explican algo útil o bien consisten en una review de algún producto de consumo (lo más leído es siempre la review del Asus Eee 701). Esto me hace ver que en el futuro debo potenciar este tipo de artículos porque al fin y al cabo es algo útil para vosotros y yo también disfruto mucho redactándolos, de modo que ambas partes nos beneficiamos.

Por otra parte, compruebo con gratitud que muchos de vosotros ya sois fijos de muchas entradas de tipo personal y cada dos por tres me encuentro vuestros comentarios, e-mails e incluso alguna que otra felicitación de Navidad en el buzón. Sería injusto comenzar a nombraros porque seguro que me dejaría en el tintero varios nombres; pero como ya sabéis de sobra quiénes sois, vaya desde aquí mi saludo agradecido.

¿Qué podéis esperar de No sé ni cómo te atreves en los próximos doce meses? Pues más o menos lo que habéis encontrado hasta ahora: entradas sobre fotografía, más entregas de Alcalá de Henares ayer y hoy, subidones mentales, sueños, música, las pequeñas cosas de cada día, filosofía barata… en general todo aquello que se me pasa por la cabeza y que trato de plasmar aquí del mejor modo posible por los dos motivos principales que os explicaba hace unos días. No soy una persona que cambie de costumbres cada dos por tres, y ya llevo siguiendo esta «línea editorial» durante demasiado tiempo como para cambiar ahora. Creo en la cercanía con vosotros, en las cosas explicadas con sencillez y en que la constancia y el buen hacer es lo que lleva al éxito; así que si os sentís cómodos leyendo este blog, no temáis porque apenas nada cambiará en el futuro.

De todos modos, aprovecharé para comentaros que para este año que ahora empieza quiero potenciar el relato corto, pues es una disciplina que me gusta mucho y que no practico tanto como quisiera. Dentro de unos días tendréis noticias más concretas sobre aquella idea que ya os adelanté sobre una serie de escritos de ese tipo que publicaré por aquí, así que permaneced atentos a vuestras pantallas.

Pues bien, después de toda esta reflexión llena de recuerdos, he de reconocer que no me puedo quejar en absoluto de cómo ha ido este 2008. Si el año nuevo comienza tan bien cómo ha terminado éste me doy más que por satisfecho, pero eso no quiere decir que me vaya a quedar aquí sentado esperando a ver las cosas pasar. Para buscar el futuro hay que salir ahí fuera, trazar el camino por uno mismo, aprender de las cosas malas que nos iremos encontrando y disfrutar de las buenas como si no hubiese a haber más hasta el fin de los días.

¡Un abrazo, mil gracias por estar ahí y feliz año 2009!

En el balcón del edificio del COIE (II)

Fotografiando las nubes (II)

Fotos de atardeceres invernales tomadas hace unos meses en los alrededores de Alcalá de Henares. Una buena forma de ir despidiendo el año. No está de más recordar que una vez que el sol se oculte, no lo volveremos a ver hasta 2009; así que… ¡disfrutad de los últimos rayos de este año! (aunque con tanta nube poco sol hemos visto hoy  😛 ).

Atardecer II

Atardecer III

Atardecer

PD: ¡a las 18:00 el resumen del año que se va!  😉

Aprovechando las excursiones al monte para hacer tilt-shifts

Algunas de las imágenes que tomé en la excursión al cerro del viso de la que os hablaba el otro día me han servido para hacer algún que otro tilt-shift. ¿Os apetece ver las imágenes resultantes para pasar la mañana de este día de fin de año?  😉

Nueva Alcalá desde el cerro del viso

Carretera del cerro del viso

Poligono industrial desde el cerro del viso

El cerro del viso

La depuradora de Alcalá desde el cerro del viso

¡Luego por la tarde nos leemos un ratito por aquí!  😉

Nacho Vegas: «En la sed mortal»

nacho2Si en su día os hablé de la canción «El hombre que casi conoció a Michi Panero» del excelentísimo Nacho Vegas y os dije que me parecía una auténtica obra maestra, desde hace un par de meses hay otra composición de este hombre que ocupa el primer peldaño de mi podium musical personal: En la sed mortal.

La historia de cómo descubrí esta canción es una de tantas otras; pero tuvo la particularidad de que fue en un inmenso atasco una mañana de camino al trabajo: tenía conectado el iPod a la radio y viendo que la cosa iba para largo empecé a canturrear la canción fijándome en sus letras y sus detalles. Para cuando llegué a la oficina ya no me la pude sacar de la cabeza en toda la mañana… aunque la verdad es que todavía no lo he conseguido.

Puesto que no hay videoclip oficial de esta canción, os ofrezco un vídeo que alguien grabó en un concierto que dio el señor Vegas en Guadalajara. En él se escucha bastante bien la canción, pero hay que reconocer que esa gente que va a los conciertos pequeños a ponerse de charla debería cerrar la boca un rato para no fastidiar a los que van a disfrutar de la música.

En fin, sin más que decir os dejo con el vídeo que os decía. Si tenéis tiempo y ganas de descubrir buena música fijaos bien en todo lo que dice la letra de esta pequeña maravilla que mucha gente (entre los que me incluyo) considera una de las más grandes canciones compuestas en nuestro idioma. A ver si hay suerte y en Enero me puedo acercar a Madrid a ver a Nacho en concierto. Ya os contaré  😉

Tutorial: Tilt-Shift con Photoshop

Como ya os dije el otro día al hablaros de la técnica del falso tilt-shift, hoy os voy a presentar un breve tutorial para que vosotros mismos seáis capaces de crear vuestras «maquetas» a partir de las fotografías que hagáis. Para ello voy a dividir esta entrada en dos partes bien diferenciadas: por un lado el proceso de creación de la imagen propiamente dicha mediante Adobe Photoshop y por otro los parámetros a seguir para elegir una fotografía con la que podamos conseguir un resultado creíble para el espectador.

NOTA: Recordad que pulsando sobre las capturas de pantalla podréis verlas a su resolución normal, ya que en el tamaño adecuado para el blog (500 píxels de ancho) no se aprecian bien los detalles.

-.- EFECTO TILT-SHIFT CON ADOBE PHOTOSHOP -.-

1. Abrimos la imagen elegida en Photoshop

Poligono industrial de Zanussi

Lo que tenemos aquí es la imagen que hemos elegido para hacer nuestro proceso de tilt-shift. Como veis, la fotografía esté tomada desde un lugar elevado y con un ángulo considerable, gracias a lo cual tenemos un plano sin elementos verticales en primer término sobre el que trabajar con cierto desahogo.

2. Elegimos la máscara rápida (tecla ‘Q’)

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Una pulsación sobre la tecla ‘Q’ activará una máscara rápida que modificaremos en el siguiente paso. Lo único que vais a ver al pulsar dicha tecla es que la barra de título de la imagen cambia para mostrar el modo en el que nos encontramos ahora (como podéis ver en la imagen) pero nada más. La «chicha» viene en el siguiente apartado  😛

3. Empleando la herramienta de degradado (tecla ‘G’) seleccionamos la zona que dejaremos nítida en la imagen final

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Tal vez sea este el paso más delicado de todo el proceso: se trata de elegir la zona (en realidad es una banda horizontal) que va a quedar nítida en la imagen, por lo que se supone que es donde vamos a centrar nuestra atención, quedando el resto más o menos desenfocado en función de la intensidad del filtro que luego aplicaremos.

Para seleccionar dicha banda vamos a elegir la herramienta de relleno degradado (tecla ‘G’ o haciendo click sobre el icono que os he señalado en la imagen) configurándola en el modo de degradado «bilineal» para que la transición sea suave (cuarto modo comenzando por la izquierda en la barra de herramientas superior). Ahora, para elegir la zona de la imagen que quedará enfocada, pincharemos con el ratón justo en el centro de lo que será dicha banda y trazaremos una línea vertical que marcará el final de la misma.

Veremos que en el momento que levantemos el dedo del ratón aparece una zona roja suavizada que será la que marque los límites del filtro que emplearemos a continuación. Daos cuenta de que si pincháis y trazáis una línea de tres centímetros, el centro de la banda enfocada estará en el lugar del «pinchazo» y sus límites estarán tres centímetros por arriba y por debajo de dicho punto (simetría pura y dura  😉 ).

En nuestro ejemplo práctico vamos a dejar nítida esa empresa que tenemos a los pies de la montaña desde donde disparé la fotografía original.

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Lo mejor para dominar la definición de esta banda es probar una y otra vez hasta que veamos que el resultado es el deseado; pero no está de más que os de un par de consejos sobre su elección:

– Por lo general, si la banda está muy cerca de la parte superior o inferior de la imagen, el resultado no será demasiado espectacular. Lo ideal es situarla en la zona central o al menos dejar libre el cuarto inferior o superior de la fotografía, pues así la sensación de profundidad es más real.

– Fijaos en que si hay un elemento vertical que ocupe gran parte de la imagen nunca vamos a poder crear una «maqueta» 100% creíble, ya que al estar en el mismo plano de enfoque todo ese elemento debería quedar enfocado; y al crear la banda lo que vamos a hacer es que una zona lo esté y otras no; por lo que es algo a evitar.

4. Quitamos la máscara rápida (tecla ‘Q’ de nuevo) y elegimos el filtro «Lens Blur» (Filter –> Blur –> Lens Blur)

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Una vez definida la banda de enfoque vamos a volver a pulsar la tecla ‘Q’ para modificar nuestra máscara original y aplicar sobre ella el filtro de degradado. En realidad el filtro va a ser aplicado a todo lo que no está en la banda, pues lo que vamos a hacer es dejar inalterada la zona seleccionada y difuminar el resto para dar sensación de profundidad al conjunto.

Por lo tanto, elegimos el filtro «Lens Blur» (Filter –> Blur –> Lens Blur) y nos vamos al siguiente paso para ver los parámetros a aplicar.

5. Elegimos los parámetros del filtro

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El filtro lens blur tiene una serie de parámetros de los que vamos a tocar en la mayoría de las veces sólo uno y, si queremos afinar más, tres de ellos; así que este paso no nos llevará demasiado tiempo una vez que le cojamos el truco.

El parámetro principal es el radio a aplicar al efecto; cosa que podemos traducir como «cuando más alto sea el valor, más desenfoque». En cada imagen vamos a necesitar un valor distinto en función de la distancia, el tamaño de la imagen, la cercanía a los ojos del espectador… aquí lo mejor es ir probando valores hasta encontrar el que más nos satisfaga. Por cierto, el efecto en la imagen de ejemplo está hecho con un valor bastante alto para que podáis apreciar bien lo que hace. En realidad emplearemos valores entre 10 y 20 en la mayoría de las ocasiones (en este caso he usado al final un valor de 12); pero como os digo, todo es probar.

Los otros dos parámetros a los que hacía referencia se refieren al brillo (que suelo dejar en un valor de 10 siempre) y al del número de hojas del diafragma de la lente con el que, en teoría, se hizo la fotografía. Ese valor por defecto es 6 pero si queremos una mayor calidad del desenfoque deberíamos ponerlo en 8; aunque a decir verdad la diferencia es prácticamente inapreciable.

Una vez que la preview está a nuestro gusto (se actualiza en tiempo real) pulsamos OK y en breves instantes aparecerá en pantalla algo que ya empieza a tener más aspecto de maqueta que la fotografía original.

6. Quitamos la máscara definitivamente (crtl + ‘A’)

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Lo que nos queda por hacer va a afectar a toda la imagen por igual (retoque de los colores para dar apariencia sintética a las cosas) así que vamos a pulsar ctrl + ‘A’ para seleccionar toda la fotografía y a partir de ahí comenzar a «trastear» con el apartado cromático.

7. Subimos la saturación de los colores (ctrl + ‘U’) entre 20 y 40 puntos

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Para tratar de dar a la imagen un aspecto sintético vamos a subir bastante la saturación de los colores (el diálogo correspondiente se abre con ctrl + ‘U’). En las fotografías que he hecho hasta ahora me he dado cuenta de que en caso de imágenes a la sombra con colores apagados es mejor no subir mucho este valor (no pasarlo de 20) porque si no todo se teñirá de un tono azulado que no quedará nada convincente. En el caso de imágenes a pleno sol con colores muy vivos como la que estamos empleando podemos subir la saturación sin miedo. Sobre todo, si hay hierba muy verde, un valor de 40 ó incluso un poco más dará una sensación de miniaturización a la zona enfocada muy particular como podéis ver en esta imagen.

7. Ajustamos la curva de color (ctrl + ‘M’) trazando una S muy abierta

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La modificación de la curva de color (su cuadro de diálogo se abre con ctrl + ‘M’) va a dar a la imagen ese toque final que simulará la presencia de un foco cercano que se encarga de iluminar nuestra maqueta. Si lo hacemos con cuidado nos dará unos matices de iluminación muy chulos y un aumento del contraste que complementará a la perfección a la modificación de los colores que hicimos en el paso anterior.

Después de haber probado mil y una combinaciones, en general, lo que mejor queda es trazar una especie de S muy abierta mediante la adición de dos puntos intermedios en la curva que podéis ver en la imagen de arriba; pero una vez más os digo que cada imagen es un mundo y leves variaciones darán al traste con lo que llevamos hecho hasta el momento o bien le darán la perfección final que andábamos buscando.

8. Esta es nuestra imagen ya finalizada

Poligono industrial (tilt shift)
Aquí tenemos la imagen definitiva. Ahora sólo nos queda grabarla en el disco duro y mostrársela al mundo. ¿Verdad que no es ni la mitad de complicado de lo que parecía al principio? Eso sí, lo que os he contado hoy es el modo más simple de obtener este efecto, y es que la gente que lleva mucho tiempo haciendo estas cosas en lugar de emplear una simple banda de enfoque, coge un pincel y aplica una máscara a mano a todo lo que está en el plano que pretende enfocar. Yo ahora estoy empezando a probar ese tipo de técnicas, y si consigo buenos resultados no dudéis que os contaré por aquí alguna cosilla interesante para que vosotros también podáis hacer mejores imágenes.

Os dejo ahora con una serie de consejos rápidos que he preparado para elegir una imagen que consiga dar al final un resultado creíble y espectacular al mismo tiempo. Después de haber creado más de ochenta imágenes de este tipo, nada más mirar por el visor de la cámara ya empiezo a darme cuenta de qué tomas pueden ir bien para este fin y cuales no darán el pego en absoluto, así que espero que mi experiencia os sirva de algo  😉

-.- ELIGIENDO UNA IMAGEN ADECUADA -.-

Pese a que por su espectacularidad se podría pensar que la técnica del falso tilt-shift es muy complicada, en realidad es bastante sencilla como habéis podido ver hace un momento; y lo que va a determinar si el resultado final es creíble o no es la imagen que elijamos como base para nuestra creación. Si bien casi cualquier imagen podría servir para nuestros propósitos, los mejores resultados (y además los más sencillos de conseguir) los obtendremos con imágenes que cumplan las siguientes características:

– Fotografías tomadas desde un lugar elevado y apuntando hacia abajo. Esto es debido a que cuando miramos una maqueta lo solemos hacer desde su parte superior, y por lo tanto a la hora de engañar al ojo siempre va a ser más creíble que si la hacemos a ras de suelo (aunque todo es probar).

Nueva Alcalá

– Por lo anteriormente comentado, si no se ve el horizonte mucho mejor; aunque esto no es tan determinante y yo mismo he hecho bastantes imágenes en las que se ve un cielo profundo y «dan el pego».

– Ya sé que es obvio, pero a mayor resolución de la imagen, más real será el resultado final. Del mismo modo, el efecto que la imagen crea en el espectador es mayor cuanto más grande es el tamaño al que se muestra; si no os lo creéis comprobad la diferencia entre ver la imagen de los coches que tenéis aquí encima a 500 píxels de ancho o a unos más presentables 1024 e incluso a sus originales 2092.

– Los elementos verticales que ocupen gran parte del encuadre en un mismo plano (farolas, muros y similares) van a ser nuestros peores peores enemigos porque la «banda de enfoque» no debe dejar nítida sólo una parte de los mismos: lo ideal es que la imagen esté compuesta por elementos dispuestos en franjas horizontales que no se mezclen entre si. Os lo explicaré visualmente con un par de imágenes y lo entenderéis al instante:

No por la bandera

La bandera nos hace la faena si queremos "enfocar" la papelera. ¿Veis por qué?

Correcta

Tres conjuntos independientes dispuestos en forma horizontal: agua, árboles y montaña. Podemos enfocar cualquiera de ellos sin interferir con el resto.

– Un motivo que siempre va a quedar bien en este tipo de imágenes son carreteras y vías de tren fotografiadas desde lugares elevados en sentido longitudinal. Esto se debe precisamente a que son elementos completamente horizontales que fotografiados desde arriba siempre nos van a dar un plano único del que podemos desenfocar la zona que queramos a voluntad como muestra el siguiente ejemplo:

A2 (III)

– Lo del colorido es algo primordial. Dado que al final vamos a tratar de dar a la imagen una apariencia «de plástico» mediante la saturación de los colores y la variación de la curva tonal, si la fotografía está tomada a pleno sol y tiene unos colores muy vivos al final la escena resultante será más creíble para el espectador. Un consejo: la vegetación en general (y el césped en particular) siempre queda muy bien.

Barcos (III)

* Todos los artículos de este tipo en https://luipermom.wordpress.com/fotografia

Dudando entre dos objetivos para mi Nikon D40

Ya que el haber expresado mis dudas por aquí en voz alta a la hora de decidirme a comprar una cámara reflex ha dado un buen resultado, hoy me planteo una segunda cuestión: ¿Qué objetivo elegir para ampliar las capacidades fotográficas de la cámara? La D40 viene con el conocido objetivo AF-S Nikkor 18-55mm 1:3.5-5.6GII ED que está bien para hacer fotos amplias de paisajes y alguna cosilla más, pero se queda un poco corto a la hora de hacer retratos o captar detalles lejanos.

nikon-18-55

Mi actual objetivo: el Nikkor AF-S 18-55 que viene con la D40

El dilema básicamente está entre dos modelos fabricados por Nikon que no tienen absolutamente nada que ver el uno con el otro y que están dirigidos a funciones muy diferentes. Por un lado está el AF-D Nikkor 50mm 1:1.8 y por otro el teleobjetivo AF-S Nikkor 55-200mm 1:4.5-6 G DX VR.

El primero de los dos consiste en un sencillo objetivo de 50mm fijos con el que tendría que enfocar manualmente en mi Nikon D40. ¿Qué ventaja tiene?, os preguntaréis entonces. Pues simplemente que posee una calidad óptica casi perfecta y una luminosidad bestial. Es un objetivo que a igual ISO me permitiría emplear una velocidad de obturación hasta 10 veces menor que si empleo el objetivo que viene de serie con la cámara en la longitud de 50mm (apertura 1.8 frente a 5.6 respectivamente) lo que me vendría muy bien para las típicas escenas de atardeceres y demás situaciones con poca luz. Además, al tener una apertura tan grande, en primeros planos de objetos y retratos consigue desenfocar muchísimo el fondo, realzando lo que queremos destacar en la imagen.

Candidato 1: Nikkor AF 50mm f/1.8D

Otra ventaja de este objetivo es su precio, pues lo podemos encontrar con facilidad por debajo de los 150€, lo que está más que bien para un objetivo tan luminoso como este gracias a que es un modelo bastante sencillo al ser de 50mm fijos y bastante veterano ya; de ahí que no enfoque automáticamente en las nuevas Nikon de gama baja (D40, D40x y D60). Como os digo, es un objetivo que me tienta mucho y sé que tarde o temprano acabará cayendo en mis manos porque creo que puedo aprender mucho con él.

En el otro lado del cuadrilátero está el teleobjetivo 55-200 que os decía. En este caso se trata de un modelo totalmente compatible con la Nikon D40 y que además cuenta con estabilizador de imagen para situaciones en las que la luz ya va un poco justita para hacer las fotos a pulso. Éste me gusta porque se complementa a la perfección con el objetivo que venía con la cámara y me permitirá poder hacer cosas que ahora mismo no puedo (en la excursión al monte del viernes eché de menos tener algo más de distancia focal para ciertas tomas).

nikon55200-big

Candidato 2: Nikkor AF-S 55-200 VR

Su precio no es demasiado alto (ronda los 200€) y su calidad es bastante aceptable para el precio que tiene por lo que he podido leer en los múltiples análisis que hay por internet; así que aunque no sea un objetivo enfocado a profesionales de la imagen, para el tipo de uso que yo le voy a dar se adapta más que de sobra.

Evidentemente lo ideal sería comprar un objetivo 18-200 estabilizado, con una focal de 1.8 constante (y si es 1.4 mejor) y totalmente compatible con la Nikon D40; pero como algo así no existe y si existiera sólo estaría al alcance de multimillonarios, estas dos son mis opciones principales. Algo me dice que acabaré haciéndome con los dos porque ambos me van a venir muy bien y porque voy a poder hacer muchas cosas con ellos; así que como ya me conozco bastante creo que la verdadera duda en realidad radica en decidir cuál me compraré primero 😛

Por cierto, os dejo a continuación tres enlaces a otros tantos análisis (realizados por Ken Rockwell) de los objetivos comentados en el texto:

Nikkor AF-S 18-55mm II

Nikkor AF 50mm f/1.8 D

Nikkor AF-S 55-200mm VR

EDITO: cuanto más veo la fotografía del 50mm más se me cae la baba… creo que ya sé cuál caerá primero; y es que no hay nada como plantear aquí mis dudas fotográficas para que queden automáticamente resueltas pocas horas después  😛

Excursión fotográfica por el cerro del viso

Cuando me fui a trabajar el Viernes pasado decidí a última hora llevarme conmigo mi nueva cámara de fotos. No sabía ni siquiera si al final la usaría para algo esa mañana, así que cuando llegué a la oficina la guardé en el cajón de mi escritorio y empecé con mi faena habitual.

Al final entre pitos y flautas la mañana se me pasó volando y la cámara ni siquiera había salido de su funda, así que ni corto ni perezoso, al salir por la puerta de Komatsu en lugar de dirigirme a mi casa cogí la carretera que sube por el monte Gurugú y me presenté en lo alto del cerro del viso; un lugar que ya ha aparecido más de una vez por este blog por ser un lugar desde donde se divisa una fantástica vista de los alrededores de Alcalá.

Fue una pena que el día no estuviera todo lo claro que estaba a primera hora de la mañana (algo que se explica porque apenas tres horas después se formaron unas nubes de tormenta tremendas, y es que se notaba el aire estaba muy cargado de humedad) y debido a ello el cielo ha salido en las fotos con ese brillo azulado sobreexpuesto que tanto odio (todavía estoy familiarizándome con la cámara; la próxima vez no me sucederá). Pero bueno, al fin y al cabo estaba allí para probar por primera vez en campo abierto la D40, así que apagué el motor del coche, me colgué la cámara al cuello y me lancé a dar vueltas por el monte.

El cerro del viso

Esa meseta que veis al fondo es el cerro del viso. Para llegar a ella hay que coger una estrecha carretera que en su parte final está llena de baches, pero una vez arriba la vista merece la pena

Carretera del cerro del viso

La carretera que os decía antes en la parte donde está en buen estado. Otro día que vuelva haré fotos de los baches que hay en su tramo final de subida

Zona militar junto al cerro del viso

Esto es un tramo a mitad de la subida. Puede que no parezca mucha altura, pero ya veréis en las fotografías que hice desde arriba que las vistas son una pasada (y eso que el día no estaba demasiado claro  😦 )

Campos y más campos

Un inmenso sembrado es lo primero que nos encontramos al llegar a lo alto de esta gran meseta

Madrid desde el cerro del viso

Si miramos hacia Madrid esto es lo que podemos ver. Entre la neblina reinante podemos divisar las famosas cuatro torres de la capital que se atisban casi desde cualquier parte

Poligono industrial desde el cerro del viso

¿Veis esa zona en mitad de la foto llena de cosas amarillas? Son las excavadoras de la campa de Komatsu 😉

Alcalá de Henares desde el cerro del viso

Una vista de Alcalá medio tapada por el propio cerro

Mirando en dirección Sur

Si miramos en dirección Sur nos vamos a encontrar más campo que edificios (cosa muy de agradecer)

Nueva Alcalá desde el cerro del viso (I)

Una vista del barrio de Nueva Alcalá con el monte Ecce Homo al fondo.

Nueva Alcalá desde el cerro del viso (II)

Un poco de teleobjetivo para ver mejor los detalles… (aunque con un 18-55 no se pueden hacer milagros)

El camino

Este es el camino que va dando la vuelta a toda la montaña. Un poco más adelante me esperaba mi coche, y un rato después estaba en casa comiendo y con la cara roja de todo el sol que me dio en el paseo.

¿Os ha gustado la excursión?  :mrgreen:

Hojas en macro (I)

Si sois aficionados a la fotografía no debéis dejar escapar la oportunidad de daros una vuelta por el Real Jardín Botánico de Madrid (junto al museo del Prado) cámara en mano porque la variedad de especies vegetales allí presentes es simplemente abrumadora y en un entorno así es sencillo que la imaginación vuele más allá de las copas de los árboles.

Tal vez no sea esta la mejor época de visitarlo porque el frío hace que muchas plantas no se encuentren ahora mismo «en plena forma», pero cuando dentro de un par de meses los rayos del sol empiecen a calentar un poco más, aprovechad y daos una vuelta por allí para maravillaros ante las pequeñas cosas que tenemos al alcance de nuestros dedos.

Precisamente de una excursión allí de hace un par de años son estas tres fotografías que hoy os muestro. Imágenes sencillas de un helecho, una hoja gigante y la corteza de un árbol; pero que no por ello dejan de ser bellas (especialmente la primera, que fue durante varios meses mi fondo de escritorio  😉 ).

¡Espero que os gusten!

Hojas de helecho

Hoja a tamaño familiar

Puzzle vegetal

PD: de aquella excursión es el siguiente vídeo que grabé. El vídeo es un rollazo del quince y la calidad de imagen es pésima, pero bueno, ahí queda por si a alguien le sobran 5 minutos y no sabe en qué gastarlos… (luego no digáis que no os lo advertí 😛 ).

Paisajes (II)

Tres fotografías de Peñíscola; un bonito lugar que, al no quedar demasiado lejos de Oropesa del Mar, ya he visitado en alguna que otra ocasión. Estas imágenes en concreto son de la última vez que estuve allí: hace tres veranos cuando una tarde hicimos una excursión mi hermana, su novio, mi hermano y yo.

Casas en Peñiscola

Peñiscola desde las alturas

El puerto de Peñiscola

«Tilt-shift»: ¿maqueta o realidad?

Aprovechando que el día de Navidad siempre se hace un poco largo y es para tomárselo con mucha calma, hoy os voy a hablar sobre un tema que me tiene muy enganchado últimamente y del que es posible que hayáis visto algo por internet, puesto que actualmente es una verdadera fiebre como demuestran los grupos de Flickr basados en esta tendencia y la cantidad de imágenes de este tipo que están proliferando por todos los rincones de la red.

A2 (III)

NOTA: como es habitual en todas mis fotografías, podéis pinchar sobre cualquiera de ellas para acceder a la versión a tamaño grande de la misma. Para ello debéis pulsar, una vez abierta la página de Flickr correspondiente, en el icono de la lupa que aparecerá sobre la esquina superior izquierda de la fotografía.

Todo comenzó para mí cuando no hace demasiado tiempo leí en Microsiervos (blog más que recomendable) un artículo sobre cierto tipo de fotografía que hace que las cosas parezcan modelos a escala. El nombre de dicha técnica es conocido como tilt-shift, y para su empleo hacen falta unos objetivos especiales que cuestan una millonada y que se basan en la descolocación de los planos de visión y enfoque. Lo normal en una cámara del tipo que sea (y en nuestra propia percepción de las cosas) es que el plano de visión y el plano de enfoque sean paralelos, pero si modificamos el ángulo de uno sobre el otro los efectos visuales que se pueden conseguir son realmente sorprendentes gracias al llamado principio de Scheimpflug.

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El uso original de este tipo de objetivos es el de preservar las formas rectas de los edificios en estudios de arquitectura, pero echándole un poco de imaginación pueden salir fotografías muy curiosas. Ya sabéis que cuando hacemos una fotografía de un edificio desde abajo tiende a adoptar una forma trapezoidal porque las aristas de sus lados aparentan converger en un punto imaginario por encima de la altura máxima del edificio; pero empleando un objetivo como el que os comentaba antes, podemos «anular» ese efecto y conseguir que las aristas se vean paralelas entre si. Si queréis información más concisa de este tipo de objetivos y lo que se puede conseguir mediante su empleo os recomiendo que le echéis un vistazo a este enlace, pues posee una extensa explicación técnica (en inglés, eso sí) que considero una buena referencia para entender cómo funcionan estas complejas lentes.

Tal vez la variante más artística de estos objetivos es el poder conseguir que las imágenes del «mundo real» parezcan maquetas basándose en el principio de la profundidad de campo y la capacidad de engañar al ojo humano haciéndole creer que está viendo algo a una escala que en realidad no es tal. Los seres humanos estamos acostumbrados a que al fijarnos en algo con detalle desenfocamos el resto de los planos: en el caso de grandes distancias (paisajes) el desenfoque será pequeño, pero si estamos mirando una parte de una maqueta detenidamente todo lo demás se desenfocará considerablemente. Precisamente gracias a la capacidad de variar el ángulo entre los planos de visión y enfoque que poseen estos objetivos vamos a poder engañar al cerebro haciéndole creer que estamos viendo algo muy pequeño cuando en realidad mide centenares de metros tal y como se puede apreciar en la siguiente imagen de WVS.

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Como os decía, estos objetivos tienen un coste muy alto y evidentemente sólo están disponibles para cámaras reflex, por lo que se alejan de los bolsillos de la mayoría de nosotros. Sin embargo, hay una alternativa para conseguir este tipo de imágenes mucho más barata y al alcance de cualquier persona que tenga una cámara digital y un programa de retoque fotográfico como GIMP o Photoshop: lo que se suele llamar fake tilt-shift (falso tilt-shift).

He descubierto la técnica del falso tilt-shift hace cosa de una semana y ya he creado más de sesenta imágenes que podéis ver en un álbum que he dedicado el tema en mi flickr; y os aseguro que con el tiempo ese número seguirá creciendo porque creo que es algo original, vistoso y espectacular. Si ahora mismo tuviera que elegir una de ellas para mostraros a modo de ejemplo sería una que hice hace un par de días a partir de un paisaje de la laguna de Peñalara que saqué el pasado verano en una excursión.

Peñalara

¿Veis? El césped que permanece enfocado da la sensación de ser el típico musgo que se emplea en los belenes y la valla de la derecha parece estar hecha a base de palillos. Y que conste que la imagen original era casi totalmente nítida porque al hacerla con el obturador bastante cerrado prácticamente todo se mantiene «en foco», pero con el tratamiento adecuado se puede conseguir el sorprendente efecto que se puede apreciar en la imagen haciendo pensar al espectador que está mirando una maqueta muy detallada a escasos centímetros de distancia.

La verdad es que para mí ha sido una gran cosa aprender a tratar las imágenes de esta forma, pues cuando vi las primeras por internet me quedé absolutamente fascinado; y el hecho de que ahora sean mis propias fotografías las que sirven de base para este tipo de creaciones me hace ver las cosas con otra perspectiva. De hecho, desde hace un par de días, no hago más que darle vueltas a la cabeza para ver desde qué lugar puedo disparar la cámara para luego poder hacer otra de estas «maquetas», ya que hasta el momento lo que he hecho ha sido recorrer mi archivo fotográfico en busca de imágenes que se adecuaran a mis propósitos.

Por cierto; es probable que alguno de vosotros esté acordándose en estos momentos de una entrada que publiqué en los primeros días de vida de este blog en la que me mostraba contrario al retoque fotográfico. Pues bien, pese a todo esto que os estoy contando, sigo manteniendo exactamente lo mismo que dije en aquellos párrafos punto por punto, y es que como idea central de aquel texto comentaba que entendía el retoque como un modo de hacer cosas que la realidad no permite; estando mi crítica dirigida al retoque de aquello que se podría haber conseguido simplemente encuadrando mejor la imagen o utilizando las características de la cámara que tenemos entre las manos en el momento de disparar. Es decir, que entiendo el retoque fotográfico como un modo de crear cosas que de otro modo no sería posible, pero nunca como un medio que supla las carencias de la persona que está manejando la cámara. De hecho, copio y pego el siguiente párrafo directamente de esa entrada que resume a la perfección lo que quería decir en ella:

«Creo que esa es la función del retoque fotográfico: dar a los artistas unas herramientas que potencien su creatividad mediante efectos y filtros digitales que se llevan aplicando “a mano” desde que el ser humano inventó el arte»

Pues bien, dicho todo esto y una vez puestos en antecedentes, os pongo a continuación algunas imágenes más que he obtenido con esta técnica, pues como os decía antes, en apenas unos días ya tengo una buena colección de ellas y poco a poco irán aumentando. Espero que os sorprendan, que os gusten y que las disfrutéis tanto como yo realizándolas.

La via del tren

Peñalara (III)

Desde el castillo de Oropesa

Madrid noche (I)

El banco solitario

Derribando el antiguo mercado de Alcalá

Chalets (II)

Torrejón

Barcas en Galicia (I)

Rompeolas

Plaza Chinchon

Patinetes

Playa de Galicia

Patio de la universidad de Alcalá

Madrid noche (III)

Chalets Oropesa

La barca solitaria

Piedras en Morro de Gos

Ávila

¿Os han gustado? Pues si es así os alegrará saber que en breve publicaré en el blog un mini-cursillo para que vosotros mismos podáis realizar vuestras propias imágenes con la técnica del fake tilt-shift 😉

EDITO: ¡Tutorial publicado! https://luipermom.wordpress.com/2008/12/29/tutorial-tilt-shift-con-photoshop/

¡Que paséis una buena noche!

Tras una mañana de sol, y casi sin darnos cuenta, como cada año hemos llegado a la tarde del 24 de Diciembre. Una fecha señalada en la que el olor del asado que se dora en el horno salpica toda la casa y la mesa del salón se viste de gala para juntar en torno a ella a toda la familia.

Mañana de invierno

No me voy a extender demasiado porque hoy no es día para alargarse demasiado; ya habrá tiempo en la tarde de fin de año de hacer balance de este 2008 que está a punto de terminar. Lo único que quiero con esta entrada es desearos a todos una feliz noche en compañía de la gente a la que queréis.

¡Un saludo!

Flores en macro (II)

Sigo sacando a la luz fotografías antiguas, y aprovechando que las flores vistas muy de cerca son algo que siempre queda bien, hoy os enseño estas dos: la primera está hecha en un pueblo de Soria llamado Almajano y para localizar la segunda nos tenemos que ir un poco más al norte; concretamente a Raxó, que es un apacible pueblo gallego en el que estuve hace dos veranos.

Pétalos rayados

Morado y verde

Resumen en vídeo de la cuarta temporada de Alcalá de Henares ayer y hoy

Os dejo el vídeo resumen que he montado con las imágenes que han conformado la cuarta temporada de Alcalá de Henares ayer y hoy mezcladas con el tema «El mejor de sus trabajos» del grupo Lori Meyers. Creo que es una buena forma de ver cómo ha cambiado la ciudad en las últimas décadas sin tener que ir entrada a entrada y en apenas cinco minutos.

¡Nos vemos en la quinta temporada!  😉

Alcalá de Henares ayer y hoy (82)

La cuarta temporada de Alcalá de Henares ayer y hoy termina con esta entrada (aunque en breve os ofreceré el correspondiente vídeo-resumen de la misma  😉 ). No os pillará de susto porque ya os lo vengo comentando desde la semana pasada, pero bueno, ya que nos vamos durante unas semanas he decidido hacerlo con un par de imágenes que desde mi punto de vista son bastante interesantes y un buen modo de resumir cómo ha cambiado esta ciudad en las últimas décadas.

Vamos a sentarnos un rato en la plazoleta que hay junto a la puerta de Madrid para que la imaginación pueda volar por un rato con entera libertad. Vamos a viajar hasta 1920 para contemplar a un grupo de viajeros que acaban de llegar a la ciudad complutense procedentes de la capital en unos destartalados autobuses que eran todo un lujo por aquella época.

La fotografía tiene ya 90 años, pero aún así hay muchos elementos completamente reconocibles a día de hoy. Podríamos comenzar por la cúpula de la iglesia magistral; visible en aquella época desde casi cualquier punto de la ciudad. También son característicos los perfiles de los edificios que conforman la plaza, y es que las viviendas de esta zona no se caracterizan por ser de una altura demasiado elevada.

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“Alrededores de la puerta de Madrid”. Fotografía anónima hacia 1920. Extraída del libro “Memoria gráfica de Alcalá (1860-1970)”. ISBN: 84-87068-06-5.

Sin embargo, otras cosas cotidianas nos han dejado para siempre, como la práctica totalidad de las personas que aparecen en la imagen original, los dos autobuses que años después se oxidarían en algún desguace, la chimenea de la fábrica de ladrillos que había en la actual calle Cardenal Sandoval… todos ellos se convirtieron un día sin previo aviso en pasado y fueron olvidados en algún oscuro rincón del pensamiento.

Sin embargo, fijaos en las casas, en los bancos, en las farolas, en las limpias fuentes y en la alegría de los paseantes. El blanco y negro de hace tantas décadas es hoy luz, color y alegría; y aunque seguramente dentro de otros 90 años este lugar haya vuelto a cambiar de nuevo por completo, el espíritu del pasado seguirá presente por todos los rincones de la ciudad.

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Alrededores de la puerta de Madrid en la actualidad

Bien, con las dos imágenes de hoy hemos llegado al final de la temporada. En estos momentos no tengo ni una sola imagen «en la recámara para ofreceros», de modo que ahora viene una época en la que me tocará salir a la calle cámara en mano para seguir captando rincones de la ciudad que mostraros en el futuro. No sé cuánto durará este lapso de tiempo que os digo, pero de lo que podéis estar seguros es de que la quinta temporada llegará antes o después, pues no me falta material antiguo por casa ni ganas de seguir publicando; siendo el tiempo libre lo que más escasea en estos meses de mi vida.

Un abrazo grande y muchas gracias por estar ahí siempre dispuestos a sorprenderos con estas entradas que tanto disfruto escribiendo. Nos vemos por las calles de Alcalá.

¿Reflex o no reflex? Esa es la cuestión

Habitualmente escribo en este blog sobre asuntos que tengo más o menos claros; pero hoy voy a hacer una excepción debido a que hay un tema al que estoy dando vueltas desde hace unas semanas y resulta que cuantas más vueltas le doy y más me informo, más me «embarullo» y más opciones se me pasan por la cabeza.

Si estáis leyendo esto ya sabréis que soy muy aficionado a la fotografía. A los 9 años me regalaron mi primera cámara y desde entonces no he dejado de captar en forma de imágenes todo lo que me rodea. Comencé con un par de cámaras de carrete, luego me pasé al mundillo digital con alguna que otra cámara compacta y hace aproximadamente un año me hice con una cámara de tipo bridge (estilo reflex y con zoom potente, pero sin posibilidad de intercambiar objetivos) con la que estoy muy contento.

Ahora me planteo el paso a una cámara reflex digital, pero ahí ya empiezan las disyuntivas: ¿Canon? ¿Nikon? ¿Pentax? ¿Olympus? ¿Sony?… y aunque creo que al final optaré por una de las dos primeras más que nada por compatibilidad y disponibilidad de información, vuelven a aparecer dudas a la hora de elegir modelo: Por un lado no me quiero dejar el sueldo de tres meses en una cámara tope de gama porque no me dedico profesionalmente a la fotografía; pero al mismo tiempo no hago más que leer que los modelos más básicos tienen ciertas carencias técnicas que escalando un poco en la gama del fabricante quedan solventadas.

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Una cámara reflex (Nikon D3) cortada por la mitad

Mi intención originalmente era elegir una reflex digital más o menos sencilla que me permita hacer fotografías que tengan muy buen aspecto incluso en condiciones de poca luz o enfoques complicados. Al mismo tiempo quería que la cámara no fuera muy voluminosa, pues si la tengo que llevar de aquí para allá no es plan de cargar con un monstruo tipo Nikon D3 o similar. En ese sentido tanto la Canon 1000D como las Nikon D60 / D40 se adaptan perfectamente a lo que busco, pues no son demasiado caras (entre 300 y 500 euros según el modelo) y vienen con ópticas más o menos decentes para lo que es una cámara de gama baja.

Lo que ocurre es que no quiero que dentro de seis meses le haya cogido ya el truco al tema de fotografiar con la reflex y empiece a echar de menos ciertas cosas que no están presentes en estos modelos más o menos sencillos. En las Nikon de gama baja por ejemplo no hay previsualización de la profundidad de campo y sólo disponen de tres zonas de enfoque, pero no tengo claro si esos elementos para mí van a representar una barrera en el futuro o no.

Entonces, a modo de resumen… ¿por qué pasarme a una cámara reflex? Muy simple: por la calidad de imagen; y es que ni la mejor de las bridge o compactas da una calidad de imagen comparable a la de la más simple de las reflex digitales. La explicación es simple, y a grandes rasgos consiste en que en las cámaras digitales el tamaño del sensor es el responsable, entre otras cosas, del ruido en la imagen y la profundidad de campo (la capacidad de desenfocar el fondo de una imagen a voluntad). Los tamaños de sensor en toda cámara bridge o compacta es minúsculo en comparación con una reflex digital, y por lo tanto la densidad de fotocaptores (los elementos encargados de captar la luz que entra por el objetivo) en la superficie de los mismos es brutal. Esto es algo que os voy a ejemplificar con tres cámaras concretas, sus datos de Megapixels por centímetro cuadrado y un diagrama que muestra sus tamaños relativos:

Konica Minolta Dimage Z2: 16 MP/cm2

Sony Cyber-shot DSC P200: 19 MP / cm2

Nikon D40: 1,6 MP / cm2

sensores

Tabla comparativa de tamaños de sensor

Como veis, el sensor de la Nikon es diez veces más grande que el de la Sony DSC P200 y aun más que el de la Konica Minolta Dimage Z2, por lo que la profundidad de campo que se obtiene con ella es mucho mayor además de que al estar los píxels mucho más separados en la superficie del sensor, el nivel de ruido en las imágenes es mucho menor.

Hay un aspecto de las Nikon D40 / D40x / D60 muy criticado, pero que a quienes empezamos en el mundillo de las reflex nos da un poco igual: estas cámaras necesitan objetivos que incorporen motor de enfoque, pues la cámara no cuenta con él en el propio cuerpo; cosa que los modelos antiguos sí.

Debido a esto, muchos objetivos anteriores a 2005 (los que no sean AF-S o AF-I) no van a poder enfocar automáticamente, obligándonos a hacerlo «a mano» con el engorro que ello supone en según qué situaciones. Yo entiendo que puede ser una pega para aquellos que poseen objetivos desde hace tiempo para cámaras Nikon antiguas (todo objetivo Nikon construido desde 1960 encaja en sus cámaras reflex por política de la empresa) pero para quienes no tenemos ninguno todavía nos da un poco igual a no ser que queramos optar por el mercado de segunda mano a la hora de hacernos con alguna óptica, pues los nuevos objetivos comercializados por Nikon ya están preparados para este tipo de cámaras.

De todos modos, yo lo tengo muy claro en ese aspecto: si al final me hago con una Nikon que traiga un objetivo 18 – 55, seguramente me haré más adelante con un teleobjetivo que enfoque automáticamente aunque me salga un poco caro; pero si luego ya me quiero hacer con un ojo de pez o alguna cosa parecida para «fotos raras» no me importará lo más mínimo tener que enfocar en manual, pues será para fotografías tomadas muy de vez en cuando y en condiciones especiales.

nikon18-55mm1

Éste es el objetivo que viene de serie con las Nikon D40

Bueno, no os quiero aburrir más con todo esto, pues más que nada he escrito esto porque quería expresar en voz alta todas las dudas que tengo ahora mismo sobre el tema. De todos modos, si tenéis alguna opinión / sugerencia al respecto ya sabéis que siempre será bien recibida por mi parte.

Por cierto, aunque sólo sea por haber aguantado estoicamente todo este rollo que os he soltado os prometo que mañana voy a sacar una entrada curiosa acompañada de unas fotos bastante chulas que he hecho hace un par de días  😉

* Todos los artículos de este tipo en https://luipermom.wordpress.com/fotografia