Estrenando mi nuevo ordenador

Todo comenzó por culpa de un catálogo.

El viernes, al llegar de trabajar, cayó en mis manos un panfleto de Carrefour en el que aparecía una oferta muy tentadora de un monitor Acer de resolución full HD (1920 x 1080), 22″ de tamaño y formato 16:9. El caso es que ya llevaba unos días pensando en lo de hacerme con un ordenador nuevo por dos motivos: el incómodo formato 4:3 de la pantalla del portátil y la lentitud de proceso de dicho equipo con programas de edición de fotografía y vídeo. Aunque la duda inicial consistía en si ampliar la memoria de lo que ya tenía o directamente comprar un nuevo ordenador, al final opté por la segunda opción, pues la memoria salía bastante cara en comparación con el ligero aumento de rendimiento que iba a obtener; y eso sin tener en cuenta que seguiría limitado por su pantalla.

Escritorio

El escritorio de Windows Vista

Pues bien, leyendo el catálogo que os digo se me ocurrió una idea: ir a por el monitor aprovechando su bajo precio (149€) y, cuando dentro de un tiempo me comprara una nueva CPU, estrenar las dos cosas a la vez. Después de comer me acerqué al Carrefour de Alcalá, lo compré y lo que ocurrió es que una vez que me vi con el monitor en el maletero del coche me dije: «¿Y por qué no me quito ya de encima lo de la CPU y así dejo finiquitado el tema del nuevo ordenador?».

Total, que me acerco a un conocido centro comercial de Alcalá de Henares y me dedico a dar vueltas por diversas tiendas en busca de una CPU que tuviera al menos 3 GB de RAM, disco duro SATA, que ocupara poco espacio y sin necesidad de tener una excesiva potencia gráfica, pues jamás uso el PC para jugar. Tenía claro que el nuevo ordenador sería para navegar por internet, escuchar música y, sobre todo, edición digital de fotografía y vídeo; por lo que buscaba sobre todo un buen monitor y un equipo que moviera Adobe Lightroom con soltura. Por supuesto, el presupuesto era limitado, pues no está la economía como para andar tirando el dinero y siempre es bueno ahorrar un poco todos los meses para cualquier gasto imprevisto que pueda surgir en el futuro. De todos modos, contaba con que junto con el ordenador me tendría que comprar también una tarjeta Firewire para poder conectar la cámara de vídeo y así montar mis propias creaciones como hacía hasta el momento con el portátil (que incluía dicha conexión «de serie»).

CPU

La pequeña CPU

Pero volviendo a la búsqueda del nuevo ordenador, al final, tras casi desesperarme porque todas las CPUs eran del tamaño habitual (excesivo para el espacio del que dispongo en mi mesa) me encontré en Mediamarkt un equipo Acer Aspire X1700 (curiosamente del mismo fabricante que el monitor) que me llamó poderosamente la atención por tener un tamaño bastante contenido y un aspecto atractivo para mis ojos, por lo que me acerqué a echarle un vistazo con detenimiento y fijarme en sus características técnicas:

– Micro Intel Core 2 Duo E7300

– 3 GB memoria RAM DDR2 800 MHz

– HDD SATA de 320 GB

– Grabadora de DVDs

– Tarjeta gráfica Nvidia GeForce 7100

– Tarjetas de sonido y red integradas en placa

– 5 puertos USB frontales y 3 traseros

– Salida de sonido 7.1 óptica y analógica

– Conexión HDMI trasera

– Conexión IEEE 1394 (Firewire) frontal

– Lector de tarjetas integrado

– Conector de auriculares y micrófono frontal

– Windows Vista Home Basic preinstalado

Todo ello por 419€, por lo que el equipo al completo me salía por algo menos de 600€ (568€ si somos rigurosos). De todos modos, antes de tomar una decisión definitiva opté por charlar un rato con el vendedor para ver qué me contaba de este ordenador y me dijo (sin yo decirle nada previamente sobre el uso que le iba a dar) que es un ordenador que lleva ya unas semanas a la venta, que no ha dado problemas y que es ideal para todo menos para jugar a los juegos más recientes porque la gráfica no es demasiado potente.

No sé si es que el vendedor me vio cara de «jugón empedernido» o qué; pero me dijo aquello como quien reconoce un pecado mortal que le llevará a los infiernos de cabeza. Debió pensar que en cuanto escuchara lo de la gráfica saldría corriendo de allí, pero curiosamente aquello fue lo que me convenció del todo para comprar este equipo; pues más que potencia bruta buscaba fiabilidad, y por lo que este hombre me dijo es lo que me iba a encontrar tras aquella pequeña carcasa metálica.

En fin, el resto ya os lo podéis imaginar: llegué a casa a media tarde, hice una foto de las cajas, la colgué en el blog y a continuación empecé a montar todo y posteriormente a configurar Windows hasta tenerlo a mi gusto y con los programas que empleo habitualmente instalados. Una labor que terminé hoy a la hora de comer y tras la que hice unas cuantas fotografías para compartir con vosotros en esta entrada.

Detalle monitor

Detalle de la enorme resolución del monitor

De momento he de decir que Adobe Lightroom vuela (no en vano aprovecha las capacidadades multinúcleo del nuevo microprocesador), que Vista no me ha hecho ninguna cosa rara (posiblemente porque le he amenazado diciendo que a la mínima de cambio formateo e instalo el XP de mi antiguo portátil) y que trabajar con un monitor a 1920 x 1080 pixels de resolución es una auténtica delicia. Ya os comentaré algún que otro detallito más adelante, pero hoy me apetecía contaros un poco por encima mis primeras sensaciones a los mandos de la nueva máquina  😉

Lightroom

Abobe Lightroom 2.2 en todo su esplendor

¡Un saludo!

De acuerdo, me uno al retoque fotográfico creativo

¡Vaya tela! No sé cuántos años declarándome enemigo del retoque fotográfico y ahora, en apenas un par de semanas, empiezo a hacer fotos en RAW, descubro Adobe Lightroom y alucino con los resultados que se pueden obtener teniendo un poco de maña y paciencia.

Cierto es que si la imagen capturada originalmente no es buena no hay nada que hacer, y de ahí la importancia de la sensibilidad y los conocimientos técnicos subyacientes detrás de toda buena fotografía; pero no es menos cierto que estos programas son una herramienta alucinante para transmitir sensaciones y sentimientos a quienes se quedan mirando detenidamente las imágenes… ¿y no es eso acaso lo que busco en todo lo que hago?

A continuación cuatro ejemplos rápidos que he generado «jugando» un poco con la saturación selectiva de los colores. Otro día os doy una charla sobre el formato RAW y sus ventajas / desventajas 😉

Azul

Azul

Verde

Verde

Rojo

Rojo

Amarillo

Amarillo

Paseo por el campus

Aprovechando que ayer tenía que pasar la mañana en las inmediaciones de la escuela politécnica de la universidad de Alcalá de Henares, me llevé la cámara de fotos para hacer tiempo fotografiando aquellas cosas que me llamaron la atención por los jardines del edificio. Si estudias ahí y a media mañana viste a un tipo cámara en mano persiguiendo a los pájaros y sentándose en el suelo en busca de perspectivas originales, ese era yo :mrgreen:

Apuntando a las alturas

Simetria

Contraluz

Buscando tréboles

Geometria

Colores

Siguiendo el camino

Red Wins!

Buscando alimento

El hogar de los pájaros

Sol y sombra

¿Cómo se mide la luminosidad de un objetivo?

En todo objetivo fotográfico hay dos parámetros fundamentales grabados en alguna parte de su cuerpo. El primero se refiere a la distancia focal y viene dado en milímetros; pero hay un segundo dato que, pese a ser de vital importancia, mucha gente ignora ya sea por desconocimiento o porque, en general, se hace más hincapié en la distancia focal a la hora de venderle una lente a una persona que no esté habituada a estos temas: la apertura máxima.

Nikkor 18-55 II (frontal)

¿QUÉ ES ESO DE LA APERTURA?

La apertura máxima de un objetivo nos va a dar una idea de lo luminoso que éste puede llegar a ser, ya que se refiere al diámetro máximo que puede adoptar el diafragma; que no son más que unas laminillas que se cierran y se abren en función de los parámetros que les pase la cámara de una forma muy parecida a cómo reaccionan nuestras pupilas ante los cambios de luz.

La apertura expresa una relación entre dos parámetros ópticos; y para un valor de, por ejemplo, 3.5 nos podemos encontrar una representación del tipo f/3.5 (la que suelo emplear yo), en la forma 1:3.5 o directamente con el número 3.5 sin ningún otro acompañamiento. Las tres expresiones quieren decir exactamente lo mismo, pero lo que significan lo veremos dentro de unos párrafos  😉

Trasera Nikkor 50mm 1.8D (f/11)

El Nikkor 50mm f/1.8D visto desde su montura (f/8)

Trasera Nikkor 50mm 1.8D (f/22)

El Nikkor 50mm f/1.8D visto desde su montura (f/22)

El dato que se nos da se refiere a la apertura máxima; pero esto no quiere decir que sea la única, ya que, al menos en las cámaras reflex y las compactas de gama media/alta, vamos a tener muchas otras más pequeñas para elegir a la hora de disparar nuestras fotografías que vienen definidas por la tabla del número f de la que os pongo un extracto bastante significativo en el que aparecen algunos pasos de apertura y los tamaños relativos entre ellos.

aperture_diagram2

Relación entre número f y apertura del diafragma (extraído de Wikipedia)

Un paso  implica un cambio del doble o la mitad en la cantidad de luz que entra por el objetivo. Si nos pusiéramos a calcular las áreas de los círculos representados veríamos que f/2 es exactamente la mitad que f/1.4; pero es el doble que f/2.8 y ocho veces más que f/5.6. Lo que ocurre es que como son variaciones muy grandes las que se dan entre un paso y otro, lo habitual es que en las cámaras actuales los incrementos se produzcan en tercios de paso para que podamos afinar mejor a la hora de componer nuestra fotografía. En la siguiente tabla (extraída de Wikipedia) tenéis todas las aperturas que tendríamos disponibles en una cámara que tuviera un objetivo con apertura máxima de f/1 y mínima de f/22.

tablatercios500

En general, cuanto más bajo sea el número indicado, más luminoso va a ser el objetivo porque mayor va a ser la apertura de su diafragma. En el caso de un objetivo de focal fija (28mm, 50mm, 80mm, 300mm…) se nos va a dar una sola cifra de apertura máxima; pero en el caso de objetivos zoom (18-55mm, 55-200mm…) la mayoría de las veces nos vamos a encontrar con dos dígitos: uno para la distancia más corta y otro para la más larga. Supongo que a estas alturas ya os habréis dado cuenta de que en un objetivo con una apertura f/1.4 entra 16 veces más luz que en uno de apertura f/5.6, con la ventaja que esto implica a la hora de disparar en condiciones de iluminación escasa (teóricamente podríamos pasar de disparar a una velocidad de 1/10″ a 1/160″; aunque luego veremos que no es conveniente usar por sistema las aperturas más extremas).

¿QUÉ SIGNIFICAN ESAS CIFRAS?

Lo que esos números grabados en el objetivo indican no es más que una relación entre la distancia focal y el diámetro de apertura del diafragma de la forma siguiente:

N = distancia focal / diámetro del diafragma

Despejando el diámetro del diafragma en la ecuación anterior vamos a obtener la siguiente expresión:

diámetro del diafragma = distancia focal / N

Es decir, que el diámetro del diafragma va a ser el resultado de dividir la distancia focal entre la apertura. Traducido a ejemplos prácticos nos encontramos con que en un objetivo de 18mm con una apertura de 3.5 significa que el diámetro máximo que puede tomar el diafragma es de 5.14mm; mientras que en uno de 85mm con apertura 1.4 quiere decir que el diafragma se puede abrir hasta abarcar un diámetro de 60.7mm.

Como ejemplo concreto que conozco por mí mismo os puedo hablar del Nikkor AF-D 50mm 1.8 llegado a mis manos hace muy pocos días: su diámetro máximo de diafragma será de 50 / 1.8 = 27.7mm; del mismo modo que el diafragma más pequeño (f/22) será de 2.27mm; existiendo un buen número de aperturas intermedias entre esos dos valores extremos (ver tabla en tercios de paso un poco más arriba).

50mm 1.8D (f/8)

f/11

En el caso de los objetivos zoom os decía antes que hay dos aperturas máximas para los dos valores extremos de distancia focal. Por ejemplo, en el Nikkor AF-S 18-55 3.5-5.6 tenemos que para los 18mm el diámetro máximo del diafragma será de 18  / 3.5 = 5.14mm y para los 55 será de 55 / 5.6 = 9.82mm. La mayor distancia focal implica pérdida de luz debido a la longitud del cuerpo, y por tanto hay que tratar de compensarla mediante una apertura generosa; pero no se puede agrandar demasiado o el objetivo oscurecería las esquinas de la imagen en un efecto denominado viñeteo por la profundidad a la que está el diafragma en este tipo de lentes.

Los objetivos zoom más luminosos suelen ser los que mantienen una apertura de 2.8 a lo largo de todo su recorrido. En el caso del 70-200 2.8 VR que comercializa Nikon a unos 1700 euros, esto nos da unos diámetros máximos de 25mm para la distancia más corta y 71.4mm para la más larga; lo que implica unos elementos ópticos de un tamaño más que considerable para lograr una calidad de imagen prácticamente perfecta. Otro ejemplo extremo de objetivo muy luminoso es el Canon 600mm f/4, cuyo precio es de unos 7300 euros y que deja a los objetivos a los que estamos acostumbrados a la altura de simples juguetes.

fenice

De todos modos, si tenéis tanto dinero que no sabéis en qué gastarlo podéis hacer feliz al dueño de vuestra tienda de fotografía favorita dándole 99000 euros para que os los cambie por un Canon 1200mm f/5.6 que, hasta donde yo sé, es el objetivo más caro del planeta y que, para colmo, acabará con nuestra espalda con sus más de 16 Kg de peso y sus 83cm de largo; ideal para las excursiones al monte, vaya.

Evidentemente, la lente frontal del objetivo (la más grande) ha de tener un diámetro como mínimo del tamaño de la apertura máxima, por lo que en un hipotético (imposible de construir) objetivo de 600mm f/1.2 necesitaríamos una lente frontal (y un diafragma) de… ¡medio metro de diámetro! Además, las aperturas grandes representan un auténtico dolor de cabeza para los ingenieros a la hora de evitar aberraciones cromáticas y otros defectos visuales. Debido a ello, hablando en términos generales, cuanto más grande es la distancia focal de un objetivo más pequeña será su apertura.

LA IMPORTANCIA DE ELEGIR LA APERTURA ADECUADA

Aunque ya salió el tema en una entrada de este verano hablando sobre términos básicos en fotografía, no está demás recordar que un diafragma muy abierto deja pasar mucha luz al sensor y en consecuencia baja el tiempo de exposición. Por el contrario, un diafragma cerrado va a incrementar ese tiempo de exposición porque la cantidad de luz que dejará pasar es menor.

Lo que ocurre es que no todo es tan simple como como esto, pues los diafragmas muy abiertos o muy cerrados conllevan una serie de «daños colaterales» que me gustaría comentaros.

· APERTURAS GRANDES

50mm 1.8D (f/1.8)

AF-D Nikkor 50mm 1.8 con su diafragma a f/1.8

Emplear una apertura grande nos va a ayudar a fotografiar elementos con iluminación débil; sin embargo, debido a una serie de principios ópticos vamos a encontrarnos con que la profundidad de campo (la distancia por delante y por detrás del sujeto enfocado que permanece nítida) es muy pequeña. A la hora de retratar elementos cercanos, con aperturas extremadamente grandes y a distancias focales largas la profundidad de campo puede llegar a ser de apenas un par de milímetros, lo que puede ser muy útil para retratar ciertas cosas pero una pesadilla para elementos móviles o pulsos temblones.

Por otra parte, las aperturas más grandes de un objetivo suelen dar, por lo general, menos nitidez (por el efecto de la dispersión de la luz) que otras algo más pequeñas. En principio, si las condiciones de luz son escasas y no queremos emplear flash dispararemos a la máxima apertura posible, pero siempre que podamos mantener una velocidad de disparo decente deberíamos cerrar un poco más el diafragma.

Os pongo los recortes de dos imágenes tomadas consecutivamente: una a f/1.8 y la otra a f/8 para que podáis ver lo que digo sobre la pérdida de nitidez en las imágenes, ya que si bien en la imagen completa puede no apreciarse con claridad, en una zona ampliada a su resolución original sí que salta a la vista la diferencia entre ambas.

f/1.8

090124_0302

f/8

De todos modos, pese a sus inconvenientes, las aperturas grandes son un bien preciado en fotografía, y prueba de ello son algunos objetivos famosos en la historia de la fotografía como el mítico Noctilux de Leica, el 50mm f/1.0 de Canon o el 28mm f/1.4 de Nikon. Objetivos que se han convertido en pequeños tesoros y cuyo valor ha ido aumentando con los años.

· APERTURAS PEQUEÑAS

50mm 1.8D (f/22)

AF-D Nikkor 50mm 1.8 con su diafragma a f/22

Emplear las aperturas más pequeñas tampoco es la solución a todos nuestros problemas: en el caso de utilizarlas vamos a comprobar cómo se pierde nitidez en la fotografía debido a la difracción de la luz al pasar por un orificio muy pequeño y aumenta la profundidad de campo (un problema si queremos hacer retratos); además, al entrar menos luz por el objetivo el tiempo de exposición va a ser elevado y nos veremos obligados a emplear un trípode para mantener fija la cámara a no ser que la iluminación sea realmente intensa.

· APERTURAS INTERMEDIAS

Por lo tanto, lo que más nos interesa a la hora de lograr una buena fotografía es emplear una apertura intermedia. En el caso concreto del objetivo AF-D Nikkor 50mm 1.8D, aunque no se comporta mal en todo su rango de aperturas, es preferible usarlo a partir de 2.5 si las condiciones de iluminación no son muy favorables y a partir de 4 si tenemos bastante luz. En cualquier caso, tampoco deberíamos subir de 16 si queremos  conseguir una buena nitidez.

Bandada

Sin ir más lejos os muestro sobre estas líneas un ejemplo de nitidez captado con este objetivo que os digo en una apertura intermedia. Estaba en los alrededores de mi barrio buscando algún elemento que fotografiar para ilustrar esta entrada cuando una gran bandada de pájaros pasó por encima de mi cabeza. No tuve mucho tiempo de pensar en la toma ideal, pues los pájaros iban a toda velocidad, de modo que puse el modo de prioridad a la apertura, cerré el diafragma a f/6.3, enfoqué al infinito, apunté al centro de la bandada y disparé. Al llegar a casa y ver la imagen a su tamaño original aluciné de la brutal definición de los pájaros pese a la distancia desde la que está tomada la fotografía. Tened en cuenta que está hecha con un 50mm montado en una cámara DX, por lo que en realidad las aves estaban más altas de lo que parece.

Fijaos en este recorte de la imagen a su resolución original y enteréis lo que os digo sobre la nitidez, ya que no estoy acostumbrado a que elementos tan pequeños se vean tan definidos:

090124_040-recorte

CONCLUSIÓN

Hasta aquí nuestra breve charla sobre ese parámetro tan importante en cualquier objetivo y que mucha gente no conoce. La próxima vez que queráis comprar una cámara fotográfica o un objetivo para vuestra reflex tened en cuenta que ese simple numerito nos va a abrir o cerrar puertas para hacer ciertos tipos de fotografías además de su clara influencia en la nitidez de la imagen a la hora de optar por una determinada apertura cuando intentemos capturar una instantánea del mundo que nos rodea.

Reconozco que yo mismo ignoraba este concepto primordial cuando me compré mis primeras cámaras; pero ahora que empiezo a saber algunas cosillas más avanzadas de este peculiar mundillo que es la fotografía no quiero perder la oportunidad de compartir estos conocimientos con vosotros, porque es posible que os sean útiles alguna vez.

* Todos los artículos de este tipo en https://luipermom.wordpress.com/fotografia

Dos nuevos widgets en el blog

Aunque ya llevan algunos días ahí puestos, me gustaría comentaros que he colocado un par de novedades en la barra vertical que tenéis en la parte derecha del blog:

Por un lado podéis ver ese pequeño rectángulo rojo con un número variable que indica el número de personas que hay ahora mismo viendo este blog y que corresponde a una idea llamada whos.amung.us. Puede parecer una tontería, pero creo que es un dato curioso y, además, al utilizar este sistema puedo ver desde cualquier ordenador lo que se cuece por aquí sin necesidad de hacer login en la cuenta de wordpress.com (de hecho incluso tengo puesto un plug-in en Firefox que me muestra esta cifra en todo momento para mayor comodidad).

whosamungus

flickrwidgetSu utilidad principal radica en que monitoriza minuto a minuto las visitas al blog y dice de dónde provienen, qué horas del día son las de mayor tráfico y también sirve para comprobar cómo las visitas entran de golpe cuando alguna web muy leída enlaza cualquiera de los artículos aquí publicados. Si os apetece curiosear un rato podéis acceder a esas estadísticas pinchando sobre ESTE ENLACE que corresponde al perfil público del blog.

Con respecto al segundo widget, se trata de un pequeño visualizador de mis últimas fotografías publicadas en Flickr, pues es un servicio que empleo muchísimo y que alberga la totalidad de las imágenes propias que podéis ver en este blog. El widget se basa en el canal RSS de mi galería personal y por lo tanto va mostrando «en tiempo» real lo que voy subiendo allí.

Los widgets; pequeños programitas que nos hacen la vida más fácil  😉

Nuevo vídeo del Asus EeePC 701: usándolo en el día a día

Ha actualizado nuevamente la review del Asus EeePC 701 porque voy viendo en los múltiples comentarios de la entrada que algunos de vosotros me pedís que narre un poco cómo uso el Eee 701 en el día a día. Pues bien, para que la explicación sea más descriptiva he grabado el siguiente vídeo en el que muestro algunas de las cosas que empleo cada día como puede ser la visualización de fotografías, vídeos, edición de documentos e imágenes así como el uso de internet. Es un vídeo muy en la línea del que publiqué hace ya tiempo en la duodécima actualización, pero que en este caso muestra otros programas y algunos usos más “lúdicos” del equipo.

NOTA: debido al algoritmo de compresión que emplea Youtube el vídeo no se ve muy nítido que digamos y en esta ocasión (no sé en qué se basa) no existe la posibilidad de activar una versión a más resolución como la que se encuentra en otros vídeos que yo mismo he subido en el pasado. Investigaré sobre el tema…

Mi ordenador se empieza a arrastrar

Tengo desde hace algo más de cuatro años un ordenador portátil que no ha hecho más que darme alegrías porque jamás he tenido ni un sólo problema con él y lo considero una de las cosas más útiles que me he comprado. En concreto se trata de un Toshiba Satellite A-50 que originalmente consistía en un microprocesador Intel Centrino a 1.4 GHz, pantalla de 15″ (1024 x 768), 512 MB de RAM y un disco duro de 40 GB que con el tiempo amplié duplicando la memoria RAM, triplicando el tamaño del disco duro, añadiendo un monitor externo de 17″ (1280 x 1024) para trabajar con escritorio ampliado y también un disco duro USB de 250 GB para ir almacenando vídeos y fotos.

Mi zona informática

Lo que ocurre es que ahora que estoy manejando grandes volúmenes de información con las imágenes en RAW de la D40 (unos 5 MB por foto) y los vídeos que suelo grabar con mi cámara (1 GB cada 5 minutos), me doy cuenta de que el pobre ordenador se arrastra cada vez más (es terrible tratar de deslizar con precisión los controles de saturación, contraste y demás ajustes en Adobe Lightroom 2) y que para comprimir un vídeo de 10 minutos se tira un montón de tiempo procesando a tope y dejando al usuario (es decir; yo) sin poder hacer prácticamente nada hasta que termine la titánica tarea.

Es por esto que me estoy planteando hacerme con una CPU de sobremesa para sustituir a mi portátil. No me saldría muy caro porque sólo tendría que darle prioridad a la memoria RAM (4 GB) y al disco duro (mínimo 750 GB) por encima de tarjetas de vídeo y sonido (de hecho si encontrara una placa base que las integrara me vendría de maravilla). También me haría con un buen monitor panorámico de al menos 22″, pues para los temas de fotografía y para tener un montón de ventanas abiertas vienen muy bien. Con eso tendría equipo para rato, pues mi habitual portátil sigue siendo un equipo muy capaz para todo lo que hago menos esas dos tareas que os decía antes; pero el problema es que a esas labores dedico mucho tiempo y desespera un poco cuando todo va a velocidad de tortuga.

En fin, ya os contaré, pero cuando le doy tantas vueltas a una idea sé que al final la acabo llevando a la práctica; por lo que puede que un día de estos escriba un post desde un nuevo ordenador anunciando la noticia.

¡Pasad un buen Domingo!  😉

Cuando Los Planetas molaban de verdad

El mítico concierto de Los Planetas en Radio 3 gracias al cual los descubrí en una noche de insomnio de 1998. Ahora son un gran grupo, pero por aquella época eran de lo mejor que uno se podía encontrar por estas tierras.

Playlist:

1. De viaje

2. Segundo premio

3. Desaparecer

4. Cumpleaños total

5. La playa

6. Parte de lo que me debes

7. La caja del diablo

Uno de los mejores videoclips que se han rodado nunca

Componer una gran canción ya es, de por si, algo realmente increíble; pero si a eso le sumamos un videoclip original, delicado e innovador como el que protagonizó el cantante de Coldplay hace unos años para poner imágenes a «The Scientist» estaremos, sin duda, ante un hecho extraordinario (y una buena ocasión de terminar la semana con un gesto de sorpresa en la cara  😉 ).

La historia de la autopista A-2 a su paso por Alcalá de Henares

A estas alturas ya sabréis que soy muy aficionado a la historia reciente de Alcalá de Henares. Es la ciudad en la que resido desde 1984 y a la que tengo bastante apego porque creo que aúna lo mejor de un lugar medianamente tranquilo con las comodidades de una urbe moderna.

Y hablando de Alcalá, precisamente hace unos días mi compañera de trabajo me preguntaba que si la carretera A-2 había pasado alguna vez por el centro de la ciudad, ya que en la mañana anterior alguien le había hablado de «la antigua nacional dos». Pues bien, un par de minutos después y gracias a la ayuda de google maps ya estaba situado sobre la ciudad complutense dispuesto a darle a María una clase teórica sobre trazados de carreteras en la actualidad y en el pasado.

María quedó muy contenta con mi charla, de modo que enseguida pensé en redactar una entrada en el blog hablando del tema, pues considero que puede resultar un tema interesante para cualquier persona, así que… ¡Vamos a ello! 😉

Cruzando puentes con la mirada

La A-2 es la autopista que une Madrid con Barcelona pasando por Guadalajara y Zaragoza en una trayectoria prácticamente recta. A su paso por Alcalá de Henares describe una curva muy amplia de tal modo que si vamos hacia la ciudad condal dejaremos la cuna de Cervantes a nuestra derecha. Cualquiera que no conozca la historia alcalaína pensará que esto ha sido así desde el principio de los tiempos; pero hoy os mostraré que este trazado es relativamente reciente y que hace años la carretera pasaba directamente por el centro de la ciudad.

Que yo sepa, ha habido en total tres trazados diferentes, así que vamos a ir viéndolos en imágenes comenzando por el más antiguo:

EL TRAZADO ORIGINAL DE LA CARRETERA MADRID-BARCELONA

Puerta de Madrid

Resulta sorprendente comprobar que hace varias décadas la ruta que hoy conocemos como «carretera Madrid – Barcelona» seguía el trazado del viejo camino real que atravesaba la ciudad de Oeste a Este. Este trazado data de la edad media y atravesaba la ciudad por su parte central (bueno, prácticamente su única calle en los tiempos posteriores su fundación) de Oeste a Este.

Dicho camino tiene su origen en la antigua calzada romana que recorría el valle del Henares uniendo las ciudades de Mérida, Toledo, Titulcia, Complutum (o lo que es lo mismo: Alcalá) y de ahí a Caesar Augusta (Zaragoza) y a Tarraco (Tarragona) para seguir hasta Barcino y a la frontera con Francia. Como podéis ver, la misma N-II pero en calzada.

primer-mapa

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En el mapa que tenéis aquí encima podéis ver el trazado aproximado de aquella ruta sobreimpreso a las actuales calles de la ciudad. Su discurrir alcalaíno comenzaba en lo que hoy son las ruinas de Complutum y se adentraba en la ciudad por el Camino del Juncal para continuar por la avenida Nuñez de Guzman. A continuación atravesaba las calles Postigo y Victoria, la Plaza de los Santos Niños, las calles Escritorios, Santa Úrsula y Colegios para tomar a continuación el Paseo del Val, desviarse por Lope de Figueroa, tomar el actual Camino de los Afligidos y finalmente, aproximadamente a la altura del centro comercial La Dehesa, seguir por la actual autopista A-2.

EL ANTIGUO TRAZADO DE LA N-II

Via Complutense

La primitiva carretera fue útil mientras los vehículos que circulaban eran poco más que carromatos tirados por caballos. Cuando los coches y camiones propulsados a motor fueron poco a poco conquistando los caminos y los viajes se empezaron a popularizar, aquella vía que atravesaba la ciudad bajo la puerta de Madrid y que se adentraba por las calles Mayor y Libreros se convirtió en una fuente de problemas y hubo que optar por buscar una solución acorde a los nuevos tiempos.

Calle Carmen Calzado en 1963

En algún instante entre los años 1918 y 1958 (hasta el momento me ha sido imposible fijar una fecha exacta) se construyó el segundo trazado de la carretera N-II a su paso por Alcalá de Henares: una pequeña ciudad que apenas tenía casas más allá de las murallas que la delimitaban. Precisamente por eso aquella carretera se ideó de forma paralela a la muralla Norte y a escasos metros de ella como podemos ver en la siguiente imagen.

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Originalmente esta vía consistía en un simple camino de tierra preexistente (en las fotografías de la zona hacia los años 1910/1915 se puede apreciar con claridad) pero en un momento indeterminado de mediados de siglo, este camino se asfaltó convirtiéndose en una importante travesía que dejaba al trazado original relegado a un uso estrictamente urbano.

Si elevamos un poco más nuestro punto de vista nos vamos a encontrar con una importante calle de dos carriles en cada sentido llamada «Vía complutense» (marcada en color amarillo en la siguiente imagen) que atraviesa la ciudad de izquierda a derecha bordeando el centro histórico de la misma por su parte Norte. Dicha vía no es otra que la antigua N-II, y lo más sorprendente es que hasta el año 1985 todos los vehículos que se dirigían hacia Barcelona procedentes de la capital tenían que pasar forzosamente por allí.

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Tráfico a media tarde

Poco a poco Alcalá fue creciendo en todos los sentidos y lo que era una carretera que bordeaba la ciudad acabó prácticamente atravesándola por su parte central. Evidentemente esto no suponía ningún problema cuando el parque automovilístico en España era escaso (algo que podéis apreciar en muchas de las fotografías originales de la serie Alcalá de Henares ayer y hoy) pero cuando en los primeros compases de la década de los ochenta los coches empezaron a aflorar como las margaritas en primavera, el tráfico por Alcalá empezó a ser una importante preocupación para políticos y ciudadanos que obligó a diseñar un nuevo trazado que es el ahora vigente.

EL TRAZADO ACTUAL DE LA AUTOPISTA A-2

La actual autopista data del año 1985 y es el trazado que está marcado en color naranja en la siguiente imagen. Podéis apreciar cómo evita el centro de la ciudad (como es lógico) atravesando los polígonos industriales de la zona norte de Alcalá y dejando aislado al campus universitario de ciencias (parte superior derecha de la imagen) del resto de la urbe.

Para que veáis la diferencia con la carretera anterior, ésta sigue marcada en color amarillo pálido y se puede distinguir perfectamente porque atraviesa la ciudad por el centro prácticamente en línea recta (sólo hemos subido de altitud con respecto a la captura anterior).

Vista general del trazado de la A-2 a su paso por Alcalá de Henares

Pinchad sobre la imagen para verla a más resolución

¿Os imagináis el tráfico de una carretera tan importante como la A-2 circulando por las estrechas calles del centro de la ciudad? Es cierto que resultaría como mínimo sorprendente, pero si pensáis en esa infinidad de pequeños pueblos atravesados por alguna de las pequeñas carreteras que todavía existen en España comprenderéis que lo que ha sucedido en Alcalá de Henares no es más que una evolución lógica necesaria para adaptarse a los nuevos tiempos.

La calle mayor

Bueno, espero que os haya entretenido este pequeño reportaje y os haya enseñado alguna cosilla que no conociérais. Yo he de reconocer que he disfrutado mucho informándome y recopilando imágenes de las diferentes épocas pese a que se me han ido unas cuantas horas en su confección, pero no importa, y de hecho todavía voy a dar unas cuantas vueltas más para ver si consigo averiguar el año exacto de inauguración del segundo trazado para así dejar el reportaje completamente terminado. Tras muchos libros consultados y muchas personas preguntadas, ese es un dato que todavía no he conseguido sacar a la luz, pero no quiero retrasar más la puesta de largo de estas líneas. Cuando consiga el dato ya actualizaré ligeramente el artículo, pero creo que tal y como está ahora mismo servirá para despertar la curiosidad de algunos de vosotros y por eso he elegido el día de hoy para mostraros esto.

De todos modos no quisiera terminar este artículo sin dar las gracias a la oficina de turismo de Alcalá de Henares por toda la lata que les he dado a base de preguntas, a la encargada de la biblioteca del distrito IV por mostrarme algunos libros que me han sido de gran ayuda y también a Maza y a Manolo; dos lectores que me apuntaron en los comentarios importantes datos sobre el origen romano de esta carretera y el trazado exacto de la misma respectivamente. Sin su inestimable ayuda muchos datos se me hubieran pasado por alto y el reportaje hubiera quedado bastante «cojo».

Como os decía, espero que estos párrafos hayan sido de vuestro agrado. ¡Gracias por vuestro tiempo!  😉

¡Ya tengo los tres objetivos que quería!

Cuando me compré la Nikon D40 me planteé también los objetivos que me gustaría tener, llegando a la conclusión de que aparte del gran angular que viene con la cámara me haría falta un teleobjetivo moderado y algún objetivo bastante luminoso de focal fija . Como os comentaba hace unos días el tele no tardó en aparecer y ayer, por fin, me acerqué a Madrid para hacerme con el ansiado AF-D Nikkor 50mm 1.8D gracias a un amable forero de Nikonistas que se ofreció a vendérmelo, pues sabía que lo estaba buscando desde antes de Navidad y en las tiendas actualmente es imposible encontrar uno (hay rotura de stock). En general, los que somos aficionados a la fotografía somos muy cuidadosos con nuestras cosas, y no hay más que ver el perfecto estado del «50 1.8» que he adquirido hace apenas unas horas para darse cuenta de que es una teoría bastante válida. La verdad es que da gusto ver que hay más gente cuidadosa por el mundo de lo que podría parecer a primera vista.

Puesto que había bastante tráfico en la carretera regresé a casa prácticamente a la hora de cenar, así que apenas tuve tiempo de colocarlo en mi cámara y probarlo; pero no perdí la ocasión de hacerle alguna fotillo según lo saqué su caja para ilustrar esta entrada. Os pongo a continuación las imágenes del objetivo y de toda la «Familia Nikon» que, por cierto, considero completa a medio plazo porque con estos tres objetivos puedo cubrir muchos tipos de fotografía y en principio no me haré con ninguno más de aquí a unos cuantos meses. De todos modos, junto con esta última adquisición se ha venido también a mi casa un elemento que me será muy útil para retratar paisajes y del que ya os hablaré más adelante  😉

Foto de familia

La "familia Nikon": delante del cuerpo de la D40 de izquierda a derecha podéis ver el AF-S 18-55, el AF-D 50 1.8 y el AF-S 55-200 con su parasol

AF-D Nikkor 50mm 1.8 (I)

La montura del 50mm y sus dos anillos: en primer término el de diafragmas y en el extremo el de enfoque

AF-D Nikkor 50mm 1.8 (II)

La vista desde atrás ya da una pista de la gran luminosidad de este objetivo

AF-D Nikkor 50mm 1.8 (III)

Vista frontal del AF-D a su máxima apertura (f/1.8)

Mis tres primeros objetivos

"Vista aérea" de los tres objetivos, destacando el bonito diafragma (f/22) y la gran apertura del 50mm

Viaje polar a Pastrana

En estos días de frío y mal tiempo no puedo evitar echar la vista atrás y recordar una excursión que hicimos hace ya unos años mi hermana, Joe y yo al cercano pueblo de Pastrana. Aunque lo único que hicimos fue pasar la tarde allí la verdad es que fue un día que recuerdo con cariño esperando que en alguna ocasión volvamos a encaminarnos hacia algún lugar desconocido. Eso sí, dad por hecho que entonces me llevaré mi cámara de vídeo para realizar un vídeo con más calidad que el que ahora os muestro, pero que, aun así, condensa en apenas tres minutos lo que vivimos aquella tarde.

NOTA: música de Family con el tema «Viaje a los sueños polares».

Cómo ampliar la memoria RAM a un Asus EEE PC 701

He publicado una nueva actualización en la review del Asus EEE PC 701 en la que explico mediante un vídeo cómo ampliar la memoria RAM del equipo. No es un proceso complicado en absoluto, pero sé que hay gente que es un poco «miedosa» a la hora de trastear con el hardware informático y he pensando que tal vez viendo con sus propios ojos que el asunto no tiene complicación alguna tal vez se animen a mejorar un poco el rendimiento de este pequeño ordenador.

¡Un saludo!

NOTA I: Una vez colocado el nuevo módulo de memoria no hay que configurar nada en el ordenador, puesto que éste la detecta automáticamente.

NOTA II: es importante comentar que el tamaño máximo de memoria RAM admitido por el EEE 701 es de 1 Gb empleando el Xandros que viene originalmente y 2 GB con el resto de sistemas operativos (Debian, Ubuntu, Windows XP…) porque es lo máximo que soporta el propio ordenador por lo tanto no compréis un módulo de más capacidad porque os va a dar problemas.