Haciendo balance del 2011

El 2011 terminará dentro de unas horas y, como de costumbre, creo es una buena ocasión para echar la vista atrás y ver qué ha pasado durante los últimos doce meses para así afrontar el nuevo año con perspectiva.

That's me!

En otras ocasiones he desglosado el año por meses; pero en esta ocasión voy a hacer una disección más global en la que la secuencia de los acontecimientos no es tan importante como la conclusión a la que me gustaría llegar, de modo que me gustaría empezar esta historia hablando del que hasta hace poco ha sido mi lugar de residencia.

Alcalá de Henares

Alcalá es la ciudad donde está mi casa, el sitio en el que he crecido y donde reside mi familia y mis mejores amigos. No pasa un día en el que no me acuerde de Alcalá y siempre que tengo ocasión de volver me gusta perderme por sus rincones y encontrarme con toda esa gente que me ha visto a lo largo de todos estos años.

La ciudad de los chapiteles

Sin embargo, pese al cariño que le tengo a mi ciudad, 2011 ha sido el año en el que me he ido a vivir a Oropesa del Mar. Un lugar donde tengo un trabajo que me apasiona, una vida que construyo con mis propias manos y un escenario idóneo para la fotografía que tanto me gusta practicar. A lo mejor algunos de vosotros está pensando que vivir en un lugar de playa donde en invierno no te cruzas con nadie por la calle debe de ser algo insoportable; pero ya os adelanto que yo allí estoy encantado y que lo único malo de es que estoy a 450 Km de la gente a la que quiero.

Contrastes del amanecer

Vida personal

Reconozco que esta nueva vida que ahora llevo me ha hecho crecer como persona, me ha dado mucha libertad, me está enseñando unas cuantas cosas y me está haciendo madurar mucho. Si siempre he sido alguien que concede especial importancia a los pequeños detalles, a lo largo de los últimos meses ese rasgo mío se ha acentuado todavía más; y es que cuando sales un domingo a las ocho de la mañana a dar una vuelta en completa soledad, un amanecer en tonos pastel, una flor desafiando a los acantilados o un gato que te mira con curiosidad desde su escondrijo son cosas que te llenan bastante.

Gato en éxtasis

Y es verdad que hay días en los que es duro llegar a casa y que sólo te espere una pila de platos por fregar; pero eso también hace que los fines de semana en los que puedo escaparme a Alcalá o vienen a visitarme mi chica o mi familia a Oropesa los disfrute con una especial intensidad. De todos modos, como os decía en el párrafo anterior, estoy contento con esta vida que llevo porque siento como si en lo personal hubiera avanzado varios años en tan sólo ocho meses.

Marcos torcidos

Blog

En lo que al blog se refiere, 2011 ha sido un periodo de tiempo en el que han disminuido considerablemente las horas que invierto en este rincón de Internet. Cierto es que sigo publicando artículos con cierta regularidad y que de vez en cuando me siento a responder las dudas que vais planteando en los comentarios; pero hay muchos días en los que no me puedo permitir dedicarle ni un minuto a esto que, al fin y al cabo, no deja de ser una afición como otra cualquiera.

El caso es que entre semana ando siempre liado con temas laborales, y una vez que llega el fin de semana me gusta aprovechar el tiempo libre para hacer fotos, pasear, salir a dar una vuelta en bicicleta… cosas que no impliquen estar delante de un ordenador y me permitan disfrutar un poco de la vida al aire libre.

Tierras altas

Fotografía

Fotográficamente hablando este año ha sido muy continuista: apenas me he comprado nuevos componentes para mi equipo (aunque sí que llegó recientemente la Olympus E-PL1) y lo que he hecho en buena medida es visitar lugares de mi entorno para retratarlos de la mejor manera posible. De cara al año que comenzará en breve me gustaría ampliar horizontes un poco y visitar lugares algo más lejanos que creo que pueden tener un encanto especial. Lo más seguro es que con la llegada de la primavera aproveche algunos fines de semana para moverme por lugares de la provincia con un encanto especial y crear algunas entradas que, como siempre, podréis ir leyendo por aquí.

Por los campos

De cualquier modo, si me siento a ver las fotos que he hecho desde el pasado mes de Enero sí que noto una cierta evolución a lo mejor no tanto a nivel técnico como compositivo; y es que como siempre digo, el mejor consejo para mejorar como fotógrafo es, precisamente, tratar de hacer todas las fotografías posibles y disfrutar al máximo de cada una de ellas. Puede que parezca que el resultado final es lo más importante en una imaegn; pero nunca hay que olvidar que para los que no nos dedicamos profesionalmente a esto es muy importante disfrutar del camino.

The time goes by

Trabajo

En lo laboral, como os decía antes, estoy contento y orgulloso de la tarea que realizo en Oropesa desde que en el mes de Mayo me mudé allí: me gusta mucho lo que hago y además tengo la suerte de contar con un equipo de personas realmente excepcional. En principio no se prevén demasiados cambios de aquí al otoño en este sentido; pero para entonces llegaré a una bifurcación en la que mi vida puede dar un nuevo golpe de timón, aunque para eso todavía falta bastante tiempo y hasta entonces lo único que me preocupa es seguir haciendo bien las cosas.

Agua

Videojuegos

El año que ahora termina ha supuesto para mí un nuevo acercamiento al mundillo del videojuego gracias a la 3DS. No repetiré lo que comenté hace apenas unos días en la entrada que ensalzaba las virtudes de esta consola portátil, pero sí insistiré en que la veo como un soplo de aire fresco en un mercado que considero bastante estancado desde hace tiempo. Obviamente esto es algo que ocupa un papel muy secundario en mi vida; pero creo que la compra de la última portátil de Nintendo ha sido un acierto pese a que mis partidas a Mario Kart, Tetris y similares sean algo bastante esporádico.

A estas alturas tengo claro que nunca volveré a involucrarme en el mundo de los videojuegos tanto como en mi época de redactor de ultimONivel porque mis prioridades en la vida han cambiado mucho desde entonces, pero reconozco que es agradable volver a sorprenderse con algún título que se sale un poco de lo común teniendo en cuenta que llevaba completamente apartado de todo esto desde hace ya un tiempo. Seguramente a lo largo de 2012 volváis a leer alguna entrada sobre esta temática porque es algo sobre lo que me apetece escribir.

Nintendo 3DS

2012

Termina por tanto 2011, que ha sido un año muy intenso y lleno de alegrías del que no me puedo quejar ni lo más mínimo en lo personal ni en lo profesional. Ahora llegará 2012 y aunque sin dudarlo firmaría porque fuera igual que el año que ahora agoniza, en el fondo todos queremos ir siempre a más y yo espero que para cuando hayan pasado sus 366 días (recordad que es bisiesto) pueda volver a mirar hacia atrás y contaros que, pese a que el listón estaba alto, las cosas han ido todavía a mejor.

Horizontes

Cierto es que en estos tiempos la situación económica es complicada, que hay mucha gente que está pasando apuros, que las hipotecas suben y los sueldos bajan… Y está claro que esas cosas yo no las puedo cambiar; pero lo que sí puedo hacer desde este humilde rincón de Internet es ofreceros una dosis de optimismo y, con mis párrafos y mis fotos, haceros pasar un rato entretenido. Al fin y al cabo, la finalidad de este blog no es otra que divertirnos y compartir conocimientos. Eso es lo que he hecho durante este 2011 y lo que seguiré haciendo a lo largo del 2012.

I think it's gonna be a long long time

¡FELIZ AÑO NUEVO!

Abandono definitivamente el equipo de ultimONivel

Puede que a algunos de vosotros esto no os pille por sorpresa, ya que en los últimos meses apenas he redactado un análisis y dos reportajes para ultimONivel y es algo que se veía venir porque llevaba un tiempo bastante «desaparecido»; pero después de estar dándole vueltas al tema durante las últimas fechas he tomado la decisión de dejar oficialmente el equipo de redactores y colaboradores de la web dado que ahora mismo no me veo capacitado para aportar nada interesante a un proyecto del que he formado parte durante tres largos e intensos años.

Sé que ya hubo una ocasión a finales de 2008 en la que anuncié mi salida del equipo por motivos parecidos a los que hoy os voy a exponer; pero el caso es que al final me lo pensé mejor y volví a mis labores como redactor. Sin embargo, desde aquello no he vuelto a ser el mismo y no he sido capaz de mantener un ritmo de publicación ni remotamente parecido al de mis épocas más prolíficas, lo que me da a entender que tenía razón en aquello que planteaba hace algo más de un año.

Esto que ahora os estoy contando es algo muy meditado, absolutamente firme y que saben los miembros del equipo desde hace un par de días comprendiéndolo al 100% debido a que se trata de una decisión fundamentada en una serie de principios que tengo bastante claros y que ahora os resumiré un poco. Como os digo, es algo que para mí tiene toda la lógica del mundo; pero de cualquier modo se agradece enormemente la comprensión del resto del equipo.

Pues bien, en términos generales la cosa es que no creo que sea útil para la web tener como colaborador (no digamos ya como redactor) a una persona que ahora mismo está completamente fuera de la órbita del mundo del videojuego. Veo que de unos meses a esta parte desconozco por completo las últimas novedades que han salido al mercado y que el único medio especializado en estos temas que consulto es ultimONivel más que nada por las vinculaciones personales que me unen a ello. Preguntadme por cualquier tema de fotografía y seguro que os puedo responder algo coherente; pero si por ejemplo queréis saber cuál será el próximo título de Capcom os diré que no tengo ni la menor idea. Y que conste que esto es algo de lo que ya me di cuenta hace unos meses y que me llevó a adoptar un cambio de rol en la web.

Echando un poco la vista atrás me doy cuenta de que este cambio de perspectiva se inició según terminaba mi etapa universitaria: durante los años de clases, prácticas, laboratorios y demás, al llegar a casa me apetecía mucho ponerme a los mandos de la consola y echarle horas a algún título que me tuviera entretenido sin preocuparme mucho de lo que deparara el futuro.

Sin embargo, cuando aprobé la última asignatura de la carrera y entré a trabajar en Komatsu, comencé a preocuparme por otro tipo de cosas. Seguía disfrutando con los videojuegos, pero no tanto como antes debido a que al entrar en el mercado laboral ciertas cosas empezaron a cambiar en mi modo de ver el mundo. Al fin y al cabo, nuestra forma de ser viene determinada por las circunstancias que nos rodean; y las mías habían variado mucho en los últimos tiempos.

Y así, poco a poco llegué a la situación actual en la que los videojuegos no me llaman en absoluto la atención debido a que en mi tiempo libre lo que más me llena es salir a la calle a caminar y hacer fotos, conocer gente y escribir historias personales, relatos o artículos sobre fotografía en este blog.

Sea como sea, después de todo lo vivido durante estos años en relación con los videojuegos en general y con ultimONivel en particular, aunque ahora mismo lo veo como algo remoto, es posible que en el futuro me vuelva a picar el gusanillo y retome un poco esta afición por los videojuegos que empezó cuando tenía siete años; pero si hoy por hoy dispongo de un rato libre, he de reconocer que la opción de agarrar una videoconsola es una de las últimas de mi lista. Además, una de las cosas que más me gustaba de mi labor en ON era la asistencia a presentaciones y eventos varios; pero además de que el ambiente en estos actos se ha enrarecido un poco de un tiempo a esta parte, por incompatibilidad de horarios me es imposible cubrir nada de esto en la actualidad.

Durante el tiempo que he formado parte del equipo de redacción he escrito un centenar de artículos que ahí quedarán como testigo de mi paso por la web; pero si miro en mi interior me doy cuenta de que en esta etapa de mi vida no me siento capaz de escribir con propiedad sobre un tema por el que he perdido todo el interés que tenía en épocas pasadas.

De todos modos, no quiero finalizar esta entrada sin dejar claro que los amigos hechos en ON perduran en el tiempo del mismo modo que seguiré pasando asiduamente por el foro como hasta ahora. En ese sentido nada va a cambiar, porque más allá de ser redactor, colaborador o un simple forero más, el espíritu y la ilusión que fundaron ese proyecto permanecen intactos esté donde esté cada uno de nosotros.

Mucha suerte a todos los miembros pasados, presentes y futuros de una comunidad de amantes de los videojuegos que no tiene comparación con ningún otro rincón de Internet.

Por último, y como homenaje a todo este tiempo como miembro del ON Team, aquí dejo el avatar que hasta hoy he llevado en el foro de esa maravillosa familia que es ultimONivel para tenerlo siempre a mano y no olvidar al carismático Manny Calavera que mucha gente identifica conmigo. A partir de ahora mi imagen tendrá más que ver con la fotografía que con los videojuegos, pero el protagonista de Grim Fandango siempre estará en mi recuerdo.

Nos estamos haciendo mayores

Me llama poderosamente la atención que en los últimos meses unos cuantos «jugones de la vieja escuela» nos hemos posicionado de forma bastante parecida frente al mundo del videojuego. Digo esto porque en un breve lapso de tiempo yo he dejado el equipo de ultimONivel (y desde entonces apenas he tocado videoconsola alguna), Manu se plantea una renovación temática en su blog, Rafa reconoce que hay cosas más prioritarias en su vida, mi hermano (jugón desde que dejó el biberón) también ha dejado muy de lado esa forma de ocio para dedicarse a otras cosas…

Jugando con el Spectrum en Enero de 1988 ante la atenta mirada de mi hermano

Jugando con el Spectrum en Enero de 1988 ante la atenta mirada de mi hermano. ¡Han pasado 21 años!

Es curioso comprobar que mientras miles de personas jóvenes y no tan jóvenes descubren cada día una manera divertida de pasar el tiempo con las últimas consolas disponibles en el mercado; muchos de los que comenzamos a saber lo que eran bits, sprites, vectores, scrolls y variables con el mítico Spectrum en la década de los 80 estamos empezando a sentirnos un poco cansados de esto. No sé si es que el mundillo del videojuego se está profesionalizando demasiado (cada vez mueve más dinero y por lo tanto hay muchos intereses en sobre la mesa) o es que estamos saturados de un mercado en el que cada vez hay menos sitio para la sorpresa y la originalidad. El caso es que sea lo que sea, algo está cambiando en la mentalidad de una generación de personas que rondamos la treintena y compartimos aficiones.

Manu y Rafa son dos personas a las que admiro y sigo diariamente desde hace bastante tiempo gracias a sus blogs; y por lo tanto supongo que por esta situación que hoy os comento estarán pasando también muchas otras personas completamente anónimas para mí. Me cuesta mucho creer que seamos sólo cuatro casos aislados de hastío videojuguil, por lo que me temo que algo se ha perdido en el camino de esta evolución que han sufrido los videojuegos en los últimos años y que los está convirtiendo cada vez más en un producto de usar y tirar.

En mi caso particular este desencanto se ha presentado en dos fases muy bien definidas: por un lado hace ya años que empecé a aburrirme de los juegos al uso. Eso de disparar a todo lo que se mueva o conducir más rápido que los demás empezó a cansarme de sobremanera al llevar desde Julio de 1987 haciendo lo mismo. Empecé a valorar los videojuegos que ofrecían una experiencia diferente y original sin preocuparse de gráficos de última generación, sonidos multicanal o cifras de ventas. Así llegaron a mis manos los Wario Ware, Castlevania, Hot Pixel, Electroplankton, Elite Beat Agents, Shenmue, Hotel Dusk, Animal Crossing, Phoenix Wright, Densha De Go, Echochrome, REZ… y tantos otros títulos que he disfrutado como un enano y que siempre he tratado de dar a conocer por todos los medios posibles.

Sin embargo, ya ni siquiera esos títulos tan especiales me hacen disfrutar como antes. Desde el pasado verano me he dado cuenta de que necesitaba hacer otras cosas que me permitieran expresarme de modos diferentes, disfrutar de lo que me rodea y estar más en contacto con el mundo. Siento que en mi tiempo libre el cuerpo me pide viajar, conocer gentes y lugares, fotografiar todo aquello que me llame la atención, descubrir la buena música que todavía no he escuchado y escribir sobre todas esas cosas. Ya no soy capaz de imaginarme sentado delante de la televisión con un mando entre las manos hasta las tantas de la madrugada como hacía años atrás; pero sí que me puedo ver cogiendo el coche y perdiéndome por algún pueblo desconocido en busca de paisajes pintorescos que me regalen por un rato esa indescriptible sensación de libertad que tanto me gusta.

La verdad es que a estas alturas ya no me preocupa lo más mínimo si la próxima consola portátil de Nintendo tendrá detección de movimiento o si apenas aparecen juegos para la PSP en la actualidad; de hecho ignoro por completo la fecha de lanzamiento de la NDSi en Europa pese a que en Wikipedia estará puesta desde hace semanas. No creo que vuelva a comprar un videojuego porque me he dado cuenta de que hay un mundo hay fuera que merece ser descubierto; y es mucho más interesante que cualquier otro que pueda programar nadie. De hecho, desde el mes de Agosto sólo he usado la DS en dos ocasiones: para pasarme el último Phoenix Wright (terminado de mala gana; pero no porque sea malo, sino porque me aburría de estar tantas horas con la consola en la mano) y para mostraros el Trackmanía en ese vídeo que publiqué por aquí hace unos días. El resto de juegos y consolas sencillamente están criando polvo en las estanterías.

Reconozco que he crecido con los los videojuegos y que estos han sido una parte importante en mi vida; pero cada día me doy más cuenta de que nuestro divorcio es total y ya nada volverá a ser como antes. Hace tiempo que no me siento identificado con ellos y veo que hay cosas con las que me siento mucho más realizado. No me cabe la menor duda de que Sony, Nintendo y Microsoft seguirán amasando fortunas gracias a sus ventas millonarias, pero mucho tendrían que cambiar las cosas para que en el futuro vuelvan a ver un euro sacado de mi bolsillo. Es una época que, sencillamente, ya pasó para mí.