Me paso el día con el iPod puesto: ya sea para escuchar el podcast de ultimONivel o para deleitarme con la música que más me llena el caso es que me paso muchas horas al día con el reproductor en el bolsillo, pues también me acompaña en mis horas de biblioteca y cuando preparo el proyecto de fin de carrera.
Bueno, el caso es que cuando usas algo intensivamente sí que conviene invertir en algo de calidad, de modo que aunque los auriculares que trae de serie el iPod me parecían bastante decentes, he decidido dar un paso más en busca de calidad sonora y me he hecho con unos Denon modelo AH-C351.
Comenzaré diciendo que en principio tenía la idea de comprar unos Sennheiser CX300, que sabía (por opiniones leídas en internet) que sonaban muy bien, pero al llegar a la tienda me encontré con que costaban 45€ y que por 49€ estaban estos Denon, que la verdad es una marca que me inspira más calidad que Sennheiser, pues siempre los he asociado con equipos de música de alta gama.

De cualquier modo se lo comenté al vendedor y me dijo que efectivamente eran unos auriculares un escalón por encima de los Sennheiser, así que por 4€ de diferencia opté por venirme a casa con ellos en vez de el plan inicial.
Nada más sacarlos de la elegante caja me encuentro con que el cable es demasiado corto (apenas medio metro) y que por lo tanto he de emplear el cable extensor de 80 cm que trae de serie a no ser que meta el reproductor en el bolsillo de la camisa. La desventaja es que el conector de dicho cable es en forma de «L» en vez de recto, por lo que difiere con respecto al conector de los auricualares que trae el iPod. El cable de medio metro que traen los auriculares sí que termina en un conector recto, pero como digo es demasiado corto como para poder llevar el reproductor en el bolsillo. Podremos apañarnos con dicho cable sin usar el extensor en caso de llevar el iPod en un brazalete, colgado del cuello o en un bolsillo de la camisa; pero para llevarlo en el bolsillo del pantalón o en una mochila no nos llega ni de casualidad.
Por otra parte el cable de los auriculares es en forma de «J», lo que implica que hemos de pasarlo por detrás del cuello. Esto no me importa en absoluto e incluso lo prefiero, pues si te tienes que quitar los auriculares estos quedan colgando y no hay que andar con ellos en la mano. Ya tuve hace años unos auriculares Aiwa con dicha forma y la verdad es que me agradaba bastante.

Bien, pasando a los auriculares en si he de decir que su tacto es muy suave y gracias a ello podemos llevarlos durante horas sin que molesten lo más mínimo. Vienen con tres tamaños de gomas (lo que nos introducimos en los oídos) y por lo tanto se adaptan a todo tipo de orejas. Una vez puestos vamos a comprobar que aislan bastante bien del ruido externo y que una vez que pongamos música a un volumen moderado no vamos a escuchar prácticamente ningún sonido del entorno (hay que tener cuidado con esto al caminar por la calle).
Este tipo de auriculares los recomiendo para escuchar música por la calle (aunque pueda parecer peligroso por lo que os comentaba en el párrafo anterior) porque nos permitirán escuchar la música sin tener que ir variando el volumen constantemente en función del ruido que haya en el entorno. En el caso de los podcast de voz (como ultimONivel) es especialmente gratificante, pues en una calle ruidosa con unos auriculares normales nos veríamos obligados a tener que llevar el volumen casi constantemente al máximo y aun así muchas frases se nos escaparán (comprobado).
De todos modos, he de comentar que el cable de estos Denon tiene la mala costumbre de transmitir hasta nuestros oídos algo del sonido del roce con la ropa al caminar, cosa que puede llegar a ser un poco desagradable. No hay nada más molesto que ir andando por la calle con algo de música y a cada paso vayamos escuchando superpuesto a las notas un sonoro «raaaaas, raaaaas… raaaaaas, raaaaaaas…». En este caso la goma que recubre los cables transmite algo de rozamiento a los auriculares al caminar, y se nota.

Respecto a las frecuencias reproducen los agudos con una claridad muy muy alta; de hecho hay instrumentos en algunas canciones que con los auriculares estándar de Apple apenas se distinguen y con estos se diferencia claramente del resto de elementos de la composición sonora. Sin duda será un placer volver a escuchar nuestras canciones favoritas mientras vamos descubriendo nuevos matices sorprendentes (y eso que todavía tienen pocas horas de uso, pues es habitual que los auriculares con el tiempo ganen en calidez de sonido).
Sin embargo, esto se puede volver en nuestra contra si tenemos nuestra música codificada con un bajo bitrate, ya que el típico siseo de los agudos que con otros auriculares queda bien disimulado porque apenas son capaces de reproducirlos, en estos Denon sí que es bastante apreciable y puede hacernos recodificar nuestra música a más calidad si somos muy exigentes en esos aspectos.
Las frecuencias graves se reproducen nítidamente y sin estridencias; si bien esto va a variar bastante en función del tamaño de las gomas que pongamos a los auriculares; pues unas demasiado grandes potenciarán en exceso los graves desequilibrando las canciones.
Yo diría que nos encontramos ante unos auriculares capaces de reproducir la música de una manera muy natural y bastante aproximada a lo que el compositor quiso crear en su momento. Si empleamos unas gomas de tamaño adecuado y no utilizamos ningún tipo de ecualización (es algo que jamás hago, pues pienso que «contamina» la composición) descubriremos la música en su verdadera dimensión: rica y llena de matices.

En definitiva, unos auriculares de lo más recomendables si queremos que nuestro reproductor de música gane unos cuantos puntos de calidad sonora, aunque hay que tener en cuenta lo del roce al caminar y el casi siempre necesario cable de extensión.
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