Review: RS PRO Rechargeable USB Pocket Tool-Light

Un día estuve a punto de perder la Rovyvon Aurora A1 que hasta hace poco iba en mi llavero porque usándola en el trabajo casi se me cae a una arqueta. Tuve suerte y la pude agarrar al vuelo, pero por un instante la vi en el fondo de un pozo de cinco metros lleno de agua sucia. En ese momento decidí hacerme con una linterna específica para usar en mi trabajo aprovechando que uno de nuestros proveedores dispone de una amplia gama de dispositivos de iluminación, así que mi elección fue esta de la que hoy os voy a hablar y que desde entonces va en mi maletín a todos lados: la Rechargeable USB Pocket Tool-Light de RS PRO.

El cuerpo

El modelo que hoy nos ocupa tiene un aspecto bastante clásico, si bien hay un detalle que salta a la vista en cuanto la ves que se sale un poco de lo común; pero vamos primero con lo que es la linterna como tal y luego nos meteremos con los «complementos».

Como os decía, la linterna tiene un cuerpo cilíndrico fabricado en aluminio anodizado color negro a expeción de un bisel frontal del mismo material pero plateado, contando con un botón de control lateral hecho de goma traslúcida, batería interna de 3,7 V 650 mAh (no reemplazable por el usuario) recargable por puerto microUSB y un potente imán en la parte trasera para poder fijarla en ciertas superficies metálicas y de ese modo trabajar con las manos libres.

En cuanto a dimensiones, la longitud es de 94,5 mm y el diámetro de 26,5 mm. El peso se queda en 110 gramos, que es bastante alto para lo que estoy acostumbrado en las linternas que uso a modo personal, pero que no me parece excesivo puesto que estamos ante una herramienta de trabajo.

Lo único que viene en la caja además de la propia linterna es un cable microUSB para su carga, prescindiendo de clips, correas, fundas o similares. Lo que sí que acompaña a la linterna es una herramienta multifunción que va anclada directamente en el cuerpo y que nos permitirá trastear con pequeñas tuercas y tornillos hexagonales y con tornillos tanto de cabeza lisa como de estrella; si bien con bastantes limitaciones.

A la hora de iluminar, la Pocket-Light dispone de cinco modos de funcionamiento que se van recorriendo de forma cíclica a base de pulsaciones del único botón que posee:

  • Apagado
  • Alto: 600 lumens (50 minutos)
  • Bajo: 165 lumens (110 minutos)
  • Estroboscópico: 60 minutos
  • SOS: 80 minutos

La linterna posee un grabado en su frontal que nos advierte del peligro por alta temperatura de esa zona, pero como he podido comprobar en otras ocasiones es casi una cosa más de postureo que de riesgo real, ya que he tenido la linterna encendida en el modo alto durante un buen rato y tan sólo la notaba templada al tacto.

Por cierto, este modelo no posee ningún tipo de bloqueo para evitar encendidos accidentales, así que habrá que tener un poco de cuidado dónde la guardamos, ya que si va en una funda muy apretada junto a otros elementos es posible que cuando tengamos que echar mano de ella nos encontremos la batería agotada.

La linterna posee certificación IPx4, lo que la hace resistente a salpicaduras y poco más. En cuanto a las caídas, el fabricante no dice nada, aunque por otros modelos de construcción semejante que han pasado por mis manos apostaría a que aguanta hasta un metro de altura sin grandes destrozos más allá de algunos arañazos en el anodizado.

La luz

No dispongo de información técnica sobre el LED que emplea esta linterna, pero sí os puedo decir que la luz que emite es de un blanco bastante puro y que se concentra en la parte central del haz en parte por el reflector pulido con el que cuenta tras la lente lisa frontal la cual, por cierto, va a rosca y es desmontable. No hay por tanto lente TIR ni reflectores de piel de naranja; y de ahí que la distribución de la luz sea bastante desigual formando anillos pero, como os decía antes, concentrándola principalmente en la zona central.

Rodeando el punto central que os decía tenemos un halo amarillento y de forma más extrerior una corona donde la intensidad lumínica es menor y más allá de ella unos anillos concéntricos que dan paso a la oscuridad. Como veis, una mezcla de luces y sombras que a mí no me acaba de convencer del todo por sus múltiples discontinuidades.

Para mi gusto deslumbra un poco de más por ese potente punto central donde se concentra la mayor parte del haz luminoso, pero también es verdad que si la estamos usando para buscar algo en una oscura lejanía esta característica hace que pueda llegar más allá que una en la que la luz esté distribuida de un modo más uniforme.

No es, por tanto, una linterna con la que vayamos a obtener una calidad lumínica para tirar cohetes, pero sí que es cierto que los dos modos principales están bien dimensionados para la finalidad que va a tener: localizar algo en la oscuridad o avanzar en una instalación a oscuras para el modo Alto (600 lumens, 50 minutos) y trabajar sobre un equipo en condiciones de baja visibilidad usando el modo Bajo (165 lumens, 110 minutos).

Eso sí, comentar que hay una fuerte presencia de PWM tanto en el modo Alto como en el Bajo. Y encontrarlo en modos poco potentes no es raro por la propia concepción de la regulación mediante PWM; pero es que en este caso se nota bastante incluso en el Alto, lo cual me indica que el LED podría sacar más lumens si en dicho modo la corriente por el emisor fuera constante. Cosas de los diseñadores y del ahorro de costes, supongo, porque en modelos como las Trustfire Mini-07 y Mini-08, los modos más bajos tenían mucho PWM, pero en el más alto la emisión de luz era constante. Y es que, vuelvo a insistir, se trata de la primera linterna con la que me topo que emplea PWM en su modo más potente.

Las sensaciones

Por su diámetro y construcción se trata de una linterna que se nota muy sólida en la mano; aunque también algo pesada, algo a lo que contribuye el generoso imán de neodimio de su base. Se sujeta cómodamente y además la herramienta adjunta sirve de mosquetón por si queremos colgarla de alguna argolla o similar.

Lo peor de esta linterna (que también ocurre en muchos modelos enfocados al trabajo) es que los modos van avanzando secuencialmente y por tanto si estamos usando el modo Alto, para apagarla tendremos que pasar antes por el Bajo, el Estroboscópico y el SOS; lo cual a mí se me hace muy cansino en la mayoría de las ocasiones y nos hace parecer un foco de discoteca andante.

Por suerte (por la cantidad de veces que nos toca pulsarlo) el tacto del botón es bastante bueno y resulta agradable de presionar gracias al click definido que hace y la goma que lo recubre. A la hora de usarlo me recuerda mucho al que lleva la Olight S1 Baton y además tiene un LED bajo su superficie que se ilumina en verde o en rojo para señalar el estado de carga.

Lo que no me gusta nada es la idea de la herramienta multifunción acoplada al cuerpo de la linterna porque con ella puesta se hace muy incómoda de llevar encima y quitándola (hay que girar el anillo posterior hasta alinear una circunferencia que permite extraerla) queda un hueco en el cuerpo de la linterna tan antiestético como inútil.

Además, es que la herramienta no sirve apenas para nada, ya que aparte de estar fabricada en un aluminio bastante endeble, el destornillador plano es demasiado grueso y las «llaves exagonales» son sólo para tornillería M5 y M6, así que su uso está bastante limitado. El que veo algo más práctico es el destornillador Phillips, pues es de acero y es de un tamaño bastante habitual.

Conclusión

El que hoy analizamos no es un modelo ni especialmente cómodo de llevar siempre encima ni da una calidad de luz especialmente destacable; pero sí que está bien diseñada para ir en una caja de herramientas y servirnos de fuente de luminosa cuando nos toca trabajar en entornos oscuros.

Pese al marcado PWM, sus dos modos principales están bien dimensionados para el uso habitual de una linterna como esta. A los otros dos (estroboscópico y SOS) no les veo gran utilidad, y el problema es que tendremos que pasar por ellos cada vez que queramos apagar la linterna porque el acceso a ellos es siempre secuencial.

Por lo demás, se agradece la carga por USB (siempre es mucho más cómodo que las pilas) y el imán de la base para fijarla a superficies metálicas. Aun así, no pasará a la historia de las linternas porque tampoco ofrece mucho más que otras que hay a la venta en ferreterías y tiendas de bricolaje por su mismo precio.

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