Después de la lluvia tenemos la oportunidad de disfrutar del colorido que la naturaleza adquiere durante unas horas. Después, el sol se encargará de secar todo y devolver a las cosas sus colores algo más apagados; pero mientras la hierba y los árboles están todavía mojados la riqueza cromática es sencillamente espectacular.
Y es precisamente esto lo que he intentado retratar en estas imágenes que, junto con las dos entradas anteriores, intentan demostrar que incluso en los días de lluvia y mal tiempo se pueden conseguir fotografías realmente bonitas pese a la negrura de los cielos.
He de confesar que hasta hace poco yo también odiaba los días de lluvia y, por lo general, trataba de no salir a la calle en ellos a no ser que fuera imprescindible. Sin embargo, gracias a una conversación con Joe el día de la excursión a Brujas me di cuenta de que al ser el clima un factor sobre el que no podemos influir de ningún modo, lo mejor es adaptarse a las circunstancias de cada momento. A partir de ese momento, mis ganas de salir a la calle a dar una vuelta y/o hacer fotos no dependen de si hace sol o si está lloviendo; ya que en tal caso un buen chubasquero junto con mis botas nuevas me permiten ponerle al mal tiempo buena cara.
Luis, ¿como va el tema de la exposición en el Instituto? Estas fotos son estupendas, besos
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¡Hola Ángeles!
Tengo que mandar un mail a la persona que se encarga de ese tema, pues ahora por temas de trabajo me es imposible acercarme por las mañanas al instituto. En cuanto sepa algo lo comento en el blog, por supuesto.
¡Un besito!
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Parece mentira el colorido que tenemos a veces en cosas a las que no solemos prestar atencion, pero que cuando nos hacemos aficionados a la fotografia, empezamos a descubrir como un mundo nuevo…como pueda ser la primera foto, la del tocon, ese verde, me parece una foto preciosa, y que sin duda paseando alrededor quizas no hubieramos reparado en ello…(bueno tu si…porque a traves de un objetivo se ve un mundo maavilloso) 😉
un saludo!
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Sí, tienes toda la razón. Y también está esa sensación de «mierda, no llevo la cámara encima» cuando de repente te encuentras con una escena interesante. A mí me ocurre a menudo cuando voy a primera hora de la mañana con el coche de la empresa; así que a ver si un día de estos meto la cámara en el maletero… 😀
¡Saludos!
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Nunca había visto cuatro nevadas,una de ellas copiosa,en Alcalá y tampoco tantos días de lluvia en invierno o el verdor actual en la época del año en la que estamos.Sin embargo,me encanta porque me hace pensar que estamos en el Norte.
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Sí, hay que reconocer que el verdor que tenemos a estas alturas del año no es nada habitual por estas latitudes. Nos espera una primavera muy muy florida (y de pesadilla para los alérgicos…).
¡Un saludo!
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Buenas fenómeno.
Soy nuevo en esto de los blogs, y el tuyo llevo siguiéndolo desde hace bastante tiempo.
Pásate por el mio a ver que te parece 🙂
Estamos en contacto
Un saludo
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¡Buenas!
Me he pasado por tu blog y por tu Flickr y me ha sorprendido gratamente comprobar que tú también te fijas mucho en los pequeños detalles a la hora de hacer fotos.
Muchas gracias por leerme. Estamos en contacto. ¡Un saludo!
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