Una visita muy especial al I.E.S. Alonso Quijano

A mediados de la década de los noventa acababa de terminar octavo de EGB en un colegio de mi barrio. Tras el correspondiente verano de sol, juegos y playa llegó el momento de retomar las clases; sólo que esta vez en un centro que nada tenía que ver con el lugar que me vio aprender a leer y escribir. Comenzaba primero de BUP; algo que marcó el comienzo de una etapa de mi vida que configuraría en gran parte mi forma de ser, pues la personalidad del Luis que salió de aquel instituto se parece bastante a la del que os podéis encontrar hoy en día.

IES Alonso Quijano (I)

Patio delantero

Mi única referencia de los institutos por aquellos años era lo que se veía en películas como Regreso al Futuro y series americanas de la época. Gracias a ello tenía el concepto de que en estos centros educativos todo el mundo tenía coche propio aparcado en la puerta, había un pasillo lleno de taquillas metálicas en las que los estudiantes (siempre apuestos y bien vestidos) guardaban sus libros y que todos los cursos terminaban con un gran baile en el que se juntaban los chicos más populares con las chicas más guapas.

Sin embargo, lo que me encontré cuando crucé por primera vez la puerta del I.E.S. Alonso Quijano en Alcalá de Henares nada tenía que ver con esa idónea visión cinematográfica: aquel instituto no parecía ser tan diferente a mi colegio, y la gente que había allí tampoco parecía tan mayor ni tan diferente a la que me había encontrado hasta el momento a lo largo de mi vida estudiantil. No había taquillas, los alumnos iban a clase caminando (o como mucho en autobús) y, en general, lo que más se estilaba eran pantalones vaqueros y camisetas. Por supuesto, a final de curso se entregaban las notas y a volar; ni rastro del famoso baile.

IES Alonso Quijano (IX)

El hall de entrada decorado por los alumnos del instituto

Entre los muros de aquel instituto que acaba de cumplir 25 años de actividad docente viví años inolvidables: allí conocí a Joe, que enseguida se convertiría en un amigo ejemplar (y en el novio de mi hermana años más tarde) así como a otra gente con la que he tenido mayor o menor trato en épocas posteriores. Todavía recuerdo muchas anécdotas muy divertidas, profesores con un carisma especial cuyas explicaciones  nunca olvidaré, algunos amores en general poco corresopndidos y un ambiente que no he vuelvo a vivir en ningún otro lugar. Sin embargo, prefiero dejar la narración de alguna de esas anécdotas para próximas entradas y centrarme hoy en la visita al instituto.

Como os digo, al término de mi formación me fui del instituto con pena porque sabía que dejaba atrás unos años que no se repetirían jamás, pero también con un montón de recuerdos; siendo uno de ellos esta fotografía en la que aparezco con tres grandes amigos (soy el segundo por la derecha) realizada el último día de COU, momento a partir del cual tomamos caminos diferentes en nuestras vidas.

cap-2

IES Alonso Quijano (XII)

¡Qué frondosos están los árboles!

Sé que con los años uno tiende a ver el pasado de forma bastante optimista, pero en realidad nunca he perdido del todo el contacto con el Alonso Quijano: suelo encontrarme bastante a menudo con profesores que me dieron clase y de ahí la idea de pasarme por allí cámara en mano para hacer algunas fotos con las que ilustrar este artículo y, por su puesto, ya de paso hablar con algunas de esas personas que me dieron clase hace unos cuantos años.

Y, lo que son las casualidades de la vida, resulta que en jefatura de estudios me contaron que hace unos meses se realizó una exposición de fotografía en el centro que consistió en colocar unas imágenes que les había pasado un profesor sobre los cambios que habían acontecido en la ciudad de Alcalá en las últimas décadas. Les dije que ese es un tema que me interesa mucho, y que de hecho suelo ir por la ciudad retratando los lugares que aparecen en los libros de fotografía antigua para compararlos con el tiempo presente.

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Patio trasero. Mi clase de COU eran las ventanas de la parte superior derecha

Cuando me mostraron las fotos de la exposición me llevé una gran sorpresa, pues eran las imágenes de las veinte primeras entradas de Alcalá de Henares ayer y hoy. Yo, con los ojos abiertos como platos, no pude reprimirme y dije en voz alta: «¡Pero si son mis fotos!». La sorpresa, evidentemente, pasó a ser general, y a partir de ese momento no hicimos otra cosa que hacer proyectos de futuro pensando ya en una segunda exposición con más y mejores fotografías. Dentro de un tiempo, cuando las cosas empiecen a estar más o menos definidas, os iré contando alguna cosilla; pero creo que después de todo lo vivido en aquel instituto, poder colaborar con ellos de una manera tan especial puede ser una buena forma de devolver todo lo que el Alonso Quijano me dio en su momento.

IES Alonso Quijano (VIII)

Porche trasero. Obviamente se llenaba de gente en los días de lluvia.

Bueno, antes os contaba que había ido al instituto con mi cámara para hacer unas fotos a modo de «homenaje» a este centro que, de hecho, aunque al final me he ido por las ramas eran el tema central de esta entrada; así que aunque ya os he puesto algunas entre los párrafos anteriores, os dejo a continuación con el resto de las imágenes.

¡Espero que os guste la visita! 😉

IES Alonso Quijano (XIV)

Pistas de baloncesto

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En este pasillo estaba mi clase de 1º de BUP

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Otra vista de las pistas de baloncesto

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Actualmente el patio trasero está ajardinado, pero en mí época esto era una explanada de arena

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Escaleras de acceso a la primera planta

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Pistas de fútbol

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Canasta con la iglesia magistral al fondo

IES Alonso Quijano (IV)

Un descanso a la sombra

30 pensamientos en “Una visita muy especial al I.E.S. Alonso Quijano

  1. Me alegro de tus buenos recuerdos del instituto porque yo del primero en el que estuve tengo muy pocos.Ni los profesores eran nada del otro mundo,el centro y los compañeros,salvo uno que conservo como amigo,nada para recordar.Excepto el año de 3º de BUP el resto una verdadera mierda… Iba al Mixto VI o Al-kal`a Nahar.
    Posteriormente pasé dos años más en el Compluentese en el turno de noche y de esos años si que guardo buenos recuerdos en general,tanto es así que pasé de «perdido de la vida» a universitario.

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  2. Que recuerdos…, no he vuelto a pisarlo desde que fuí a recoger las notas de Selectividad. Ya casi no paso por su puerta, me mudé y me queda bastante lejos, pero la verdad es que fué una buena época, lo recuerdo con cariño. Gracias por ponerle imágenes!
    Por cierto, han arreglado los jardines, jeje.

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    • Pues yo te recomiendo que te pases un día por allí, Laura; que ya verás como la práctica totalidad de los profesores se acuerdan perfectamente de ti. Y si te decides a ir, avisa, que me paso yo también y hago una segunda sesión de fotos, que se me quedaron muchos rincones sin retratar 😉

      ¡Un besito!

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      • Pues es buena idea! lo mismo convenzo a otra antígüa alumna , que por cierto también conoces. Al final vamos a parecer una fiesta remember de esas que salen en las pelis americanas: ‘la promoción del 94 (q fue cuando entramos no?) vuelve al instituto’. Si alguna mañana consigo escaparme del trabajo te avisaré.
        Bss!

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  3. Qué época tan curiosa el instituto… para quién más quién menos, el primer enamoramiento, los primeros excesillos con el alcohol, las primeras trangresiones (nada del otro mundo en mi caso)…

    No estuvo mal.

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    • En mi caso tampoco fueron grandes transgresiones, pero sí que es verdad que era un ambiente en el que se respiraba más libertad que en el colegio; donde siempre me sentí un poco como parte de un rebaño.

      ¡Un saludo, Albert!

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    • Para mí, la época de la universidad fue «más sosa» porque la gente iba a más a lo suyo. En el instituto conocí a la mayoría de mis amigos actuales y se formó a grandes rasgos mi personalidad, y de ahí que la recuerde con cariño.

      ¡Saludos desde España! 🙂

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  4. Mi Instituto fue El Complutense pero cuando estaba en la Plaza de San Diego, ya se que a ti te lo habrán contado porque no puedes recordarlo, yo empecé con 10 años, casi como ahora y se extrañan tanto, y estube hasta los 17, se hacía hasta sexto y luego COU. Hice el primer año que se dio idioma en los estudios y el primer año que se hizo Cou, me tocó de conejillo de indias de todo. Además solo había ese Instituto en Alcalá y ese año no entrábamos todos y hubo dos turnos, me tocó en el de tarde y tenía que ir de 3 a 8. Todo me parecía perfecto yo quería estudiar y mis padres no tenían posibles, gracias a un profe del cole, Don Igancio, que me pidió una beca estudie. Lo recordaré siempre con añoranza y mucho cariño.
    Luis tengo unas fotos de Alcalá antiguas que creo que no tienes si quieres nos vemos y las ves. Vivo al lado del Pájaro Grifo de Ronda Ancha podemos tomar una cerveza cuando quieras. saludos

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    • Siempre agradezco estos testimonios personales, pues dan mucha credibilidad a las imágenes que muestro y a lo que cuento, así que muchas gracias, Ángeles. Por cierto, yo fui uno de los últimos cursos en hacer COU, así que si tú lo iniciaste, yo lo cerré (o casi), jeje.

      Con respecto a lo de las fotos, luego te mando un correo y lo hablamos; pero vaya por delante que me parece una idea estupenda y te agradezco mucho tu ofrecimiento.

      ¡Un besito! 🙂

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  5. No sé quien dijo que la patria de uno es el sitio donde estudió la secundaria, y no puedo estar más de acuerdo. Yo recuerdo con gran cariño mis años en el Cisneros, y el núcleo de mi grupo de amigos son de allí.
    Por cierto, mi mujer ha dado clase este año en tu insti, así es que habrá trabajado con alguno de tus antiguos profes.

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    • Pues sí, seguro, porque hablando el otro día con tres de ellos me di cuenta de que siguen en el centro la práctica totalidad de los que me dieron clase a mí (lo que pasa es que algunos estaban ya de vacaciones).

      ¡Un saludo!

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  6. Luis acaba de llegar a mis manos una cybershot DSC-S950. dime es una camara que se presta para sacar ventaja de ella? o es mas como la clasica camara para turistas? estoy indecisa entre si me la quedo o no… si bien el precio esta bueno y me tienta, pero no quiero gastar por gastar sino comprar algo que valga la pena, claro que no sera algo tan profesional como las tuyas. para un principiante esta bien?

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    • No conocía esa cámara en concreto, pero buscando información por Internet veo que es la típica cámara compacta de apuntar y disparar que no deja mucho margen a la creatividad. Es decir, que si tienes ya una cámara de este tipo lo único que vas a tener son imágenes de mayor tamaño, porque el resto de características (detector de caras, detector de sonrisas…) son tonterías que al final nunca se usan.

      Si no tienes cámara está bien; pero si ya tienes una de hace dos o tres años va a ser un poco más de lo mismo.

      Espero haber sido de ayuda. ¡Un saludo! 🙂

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  7. Hola Luis, qué sorpresa más agradable. Estaba trasteando para ver qué link pasarles a unos alumnos -ingleses, claro- con los que vamos a hacer un intercambio y mira por dónde me encuentro esta joya de testimonio !con sus fotos y todo! Qué gusto ver que sigues igual , y no por estancado. Yo también igual, torturando al personal con EL idioma extranjero. Recuerdos a Estela.

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    • ¡Hola Raquel! ¡La agradable sorpresa es mutua! 🙂

      Es curioso, pero la semana pasada (no sé si fue el Martes o el Miércoles) te vi en la puerta del instituto cuando pasé por allí delante. Me iba a haber parado a saludarte, pero estabas hablando con otra persona y no era plan de meterme en medio, así que decidí esperar a otra ocasión más propicia, y mira, ahora nos encontramos por aquí, ¡qué cosas!

      Y sí, en ciertos aspectos apenas he cambiado desde la época del instituto: la ilusión por las cosas no se ha perdido por el camino, y eso es algo a lo que no siempre se le da la importancia que tiene.

      En cualquier caso, si te vuelvo a ver un día en la puerta del instituto te saludaré aunque tenga que guardar turno, jeje.

      ¡Un besito, Raquel!

      PD: Estela está de Erasmus en Bruselas para hacer su último año de carrera. Lleva allí poco más de un mes y a estas alturas ya parece una «bruselense» más, jeje. ¡Ya te contaré! 😉

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  8. Hola! Me ha traido muchos recuerdos ver las fotos del insti. Yo termine COU en el año 89-90 (uff mazo de tiempo), y simplemente queria añadir que si que nosotros tuvimos esas maravillosas fiestas «estilo americano» de las que hablabas. Fueron solo dos, pero fueron legendarias y tematicas. La primera fue de los años 70, con sus decorados autenticos, musica de la epoca y todos vestidos estilo hippie.Y la segunda basada en la peli Grease. Hicimos hasta actuaciones…bailes. Todo preparado por los alumnos y algunos profesores que se apuntaban hasta a un bombardeo, como Celeste ( una gran profesora ) y Josefa ( que nos enamoraba con su voz en sus clases de literatura)..Teniamos total libertad y se respiraba un ambiente genial en esa epoca. Que recuerdos…en fin tengo muchas historias del insti donde esperimentamos un monton de cosas y nos hicimos mayores.

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    • Jeje, muchas gracias por el comentario, Lola. Veo que somos muchas generaciones ya las que hemos pasado por el Alonso de Avellaneda.

      En cuanto a lo de las fiestas que comentas, aunque no las viví porque me pillaron en otra época, no me extraña que se hicieran porque era el cliché de la época. ¡Debió ser fantástico!

      ¡Un besito! 🙂

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  9. Hola!! Soy Marco, profesor muchos años en el Luis Vives de Geografía e Historia y luego en el Alonso Quijano. He colgado una carta de despedida para mis alumnos, exalumnos y vuestros padres en el portal del instituto, porque me jubilo en Junio de 2011, os recordaré a todos con mucho cariño. Y no me importaría que me contestárais a la dirección que os dejo en la web. Hasta la vista y buena suerte.
    Marco

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  10. que tiempos, yo fuí de los que lo inaguraron, todavía estaba la granja de Sementales, las escapadas al torrejonero, la tienda de la esquina,… Alguien se acuerda del nombre del Jefe de Estudios de esos años? era profesor de matemáticas, era todo un personaje, pero se aprendía bastante con él.

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