Disfrutando del sol en el parque Juan Carlos I

Como tantas otras veces, aproveché una mañana de fin de semana para levantarme temprano y dirigir mis pasos a uno de mis lugares favoritos de Madrid: el parque Juan Carlos I.

Juan Carlos I

Sé que ya os he hablado alguna que otra vez de este lugar incluso de algún rincón en concreto; pero una vez más no me resisto a compartir con vosotros algunas imágenes capturadas con la inestimable ayuda de mi cámara. Espero que os gusten y que si nunca habéis estado allí os animéis a conocer este inmenso espacio verde de Madrid.

Juan Carlos I

Juan Carlos I

Juan Carlos I

Juan Carlos I

Juan Carlos I

Juan Carlos I

Juan Carlos I

Juan Carlos I

Juan Carlos I

Juan Carlos I

Bonus: Geometría Escheriana en las cercanías del acceso peatonal al parking del auditorio

Rincones: Pazo de Oca (Pontevedra)

No muy lejos de Santiago de Compostela existe una finca a la que algunos llaman «El Versalles gallego» que destaca por la belleza de sus jardines. Y es que el Pazo de Oca es un idílico lugar en el que mi chica y yo pasamos una tarde entera caminando por sus rincones y que hoy me gustaría daros a conocer a través de algunas fotografías que hice aquel día.

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Tras acceder al recinto, un patio bastante sencillo os dará la bienvenida y una vez curioseados sus recovecos pasaréis a través de una puerta junto a una fuente para dar a la zona principal del pazo: unos grandes jardines con caminos llenos de parras, un estanque con patos y cisnes de lo más bucólico, zonas con flores de muy diversos colores…

150710_185800150710_195348Como podéis ver en las imágenes, el agua es uno de los puntos fuertes de este lugar; y es que estando en el norte de España no tendréis ocasión de ver muchos secarrales, cauces sin agua y cosas similares como sí ocurre en lugares situados en la mitad sur de la península (especialmente durante el mes de julio, que es cuando estuvimos por allí).

150710_191441150710_190612Creo que no os he comentado que la entrada al Pazo de Oca cuesta seis euros y os da derecho a campar a vuestras anchas por los jardines. Si queréis ver el interior del pazo, tendréis que contratar una visita guiada; cosa que nosotros no hicimos (así que no sé deciros si merece la pena o no).

150710_184107150710_191410Después de la maravillosa visita a las Islas Cíes que realizamos unos días antes, pensábamos que ya nada nos iba a sorprender en aquellas tierras; pero reconozco que estábamos equivocados y la visita a este lugar tan especial nos gustó casi tanto como aquellos paseos entre acantilados y gaviotas.

Si estáis cerca de Santiago de Compostela y tenéis ganas de visitar un lugar con un encanto especial, el Pazo de Oca es una opción de lo más recomendable.

150710_190052¡Nos leemos!

Rincones: Un paseo cualquiera por Madrid

No tiene otro fin este artículo que el de narrar de una forma principalmente visual un paseo por Madrid que empezó a media tarde de un sábado y terminó pasada la medianoche. Durante el mismo, mi chica y yo estuvimos caminando por los alrededores del Templo de Debod, la siempre bulliciosa Puerta del Sol y la Plaza Mayor, acabando nuestros pasos en la azotea del Círculo de Bellas Artes donde fueron captadas las imágenes que ilustraban la entrada anterior.

El Metro

Pese a la abundancia de parkings de pago en el centro de la ciudad, siempre que voy a Madrid dejo el coche en las afueras y uso estos trenes subterráneos que no entienden de atascos, conductores incívicos ni humos; y es que Madrid no sería Madrid sin su Metro. Un medio de transporte rápido, eficaz y por el que desde niño siento una especial predilección. Todavía recuerdo cuando de pequeño le pedía a mi abuelo subirnos en la línea 6 para así poder dar varias vueltas a su recorrido durante las mañana de las vacaciones de Navidad. ¡Santa paciencia!

Madrid 29/08/2014

Plaza de Oriente

Situada en un entorno muy especial, entre el palacio real y el teatro de idéntica denominación, se encuentra la plaza de Oriente. Un sitio tranquilo, silencioso y de lo más pintoresco donde esta vez no nos paramos a hacer muchas fotografías porque el sol pegaba de lo lindo.

Madrid 29/08/2014

Templo de Debod

No es la primera vez que el Templo de Debod aparece en este blog, ya que se trata de uno de los rincones más pintorescos de Madrid. No es sólo el hecho de que se trate de un templo egipcio que se trasladó piedra a piedra hasta la capital de España; sino que el lago que lo rodea hace que las fotografías hechas en sus alrededores siempre tengan una luz muy especial.

Madrid 29/08/2014

Madrid 29/08/2014

La Gran Vía

Siempre que paso por la Gran Vía no puedo evitar fijarme en la arquitectura de sus edificios. Es verdad que nada tienen que ver los unos con los otros; pero sin embargo parece haber un denominador común entre todos ellos. No sé si es la mezcla de líneas rectas y curvas, la abundancia de recursos arquitectónicos recargados (como corresponde a la época de su construcción) o que simplemente impresiona al peatón porque los edificios parecen otearle a uno desde las alturas; pero si paso por allí y llevo la cámara encima siempre aprovecho para inmortalizar el momento.

Madrid 29/08/2014

Puerta del Sol

Si os sentís solos en Madrid os recomiendo que sea la hora que sea os deis una vuelta por la puerta del Sol, ya que a buen seguro que os encontraréis con un montón de gente por todas partes. Por cierto, me resulta especialmente curioso que como no hay bancos allí, la gente se sienta en el bordillo de las dos fuentes circulares que hay en el centro de la plaza siendo en ocasiones muy complicado llegar a encontrar un sitio para ello.

Como os digo, la puerta del Sol es un gentío constante que en parte es alimentado por el río de personas que bajan por la calle Preciados procedentes de la cercana (y también muy concurrida) plaza de Callao. Mención especial al cartel de «Tio Pepe» que tras una profunda restauración recupera el papel protagonista que siempre tuvo en este lugar.

Madrid 29/08/2014

Madrid 29/08/2014

Madrid 29/08/2014

Plaza Mayor

La plaza Mayor, soportada y de planta cuadrada, nos dio una buena sorpresa este día, ya que nada más poner un pie en ella nos encontramos con la orquesta de RTVE tocando los primeros compases de la ópera Carmina Burana, de modo que miles de personas nos mezclamos con los clientes habituales de las terrazas del lugar y los pocos vecinos que viven en este bonito rincón de Madrid.

Madrid 29/08/2014

Madrid 29/08/2014

Madrid 29/08/2014

Confluencia de las calles Gran Vía y Alcalá

Este es, sin duda, uno de mis lugares favoritos de Madrid y siempre que tengo ocasión me acerco por allí con intención de hacer alguna fotografía que mejore las que he hecho anteriormente. Esta vez, aprovechando que llevaba mi adorado 35mm f/1.8 traté de captar una perspectiva muy parecida a la que tendría cualquier persona que estuviera paseando por los alrededores del edificio Metrópolis en ese momento.

Madrid 29/08/2014

Y hasta aquí nuestro paseo por Madrid. Un paseo, como veis, sin grandes pretensiones pero que dio pie a unas cuantas imágenes pintorescas. Y es que mucha gente camina por Madrid mirando hacia el suelo y con toda la prisa del mundo, pero mi consejo es que de vez en cuando invirtáis un instante en admirar algunos de sus pequeños-grandes detalles ya sea de día o de noche. Merece la pena, os lo aseguro.

Madrid 29/08/2014

¡Hasta las próximas fotos!

Rincones: Valencia

De Valencia sólo conocía la ciudad de las artes y las ciencias, así que aprovechando que recientemente mi chica vino a Oropesa a pasar unos días decidimos invertir una jornada entera en pasear por sus calles descubriendo multitud de rincones que a los dos nos encantaron.

Excursión a Valencia (7/7/12)

Por supuesto, no iba a dejar la cámara en casa en una ocasión tan especial, de modo que me gustaría compartir con vosotros una buena cantidad de imágenes que os ayudarán a haceros una idea de lo que vimos en ese día.

Estación norte

Recordaba el andén de la estación del norte porque cuando de pequeño venía en tren a Oropesa del mar, éste entraba en Valencia procedente de Madrid y allí hacía una maniobra de cambio de sentido para encarar la vía que recorre el litoral costero; lo que implicaba hacer aquello tan característico del Intercity de darle la vuelta al respaldo de los asientos para ir así en el mismo sentido de la marcha.

En cuanto a la estación como tal, tanto la fachada exterior como el curioso vestíbulo son dignos de ver, y de hecho se consideran un importante punto de interés turístico de la ciudad. Para situaros os diré que la estación se encuentra junto a la plaza de toros y a escasos metros de la plaza del ayuntamiento.

Excursión a Valencia (7/7/12)

Excursión a Valencia (7/7/12)

Excursión a Valencia (7/7/12)

Plaza de la virgen

Éste es, sin duda, el lugar que más nos gustó de toda la ciudad. Una plaza amplia desde la que se pueden contemplar fachadas de muy diferentes estilos y que además cuenta con una gran fuente en uno de sus extremos. Un lugar lleno de gente a todas horas en el que siempre se pueden captar imágenes entrañables.

Excursión a Valencia (7/7/12)

Excursión a Valencia (7/7/12)

Excursión a Valencia (7/7/12)

Excursión a Valencia (7/7/12)

Excursión a Valencia (7/7/12)

Excursión a Valencia (7/7/12)

Excursión a Valencia (7/7/12)

Excursión a Valencia (7/7/12)

Excursión a Valencia (7/7/12)

Avenida del reino de Valencia

Una de las calles principales de la ciudad de Valencia que parte de la estación norte y acaba en los jardines del Turia (de los que luego hablaremos). Tiene dos carriles en cada sentido y en la parte central hay un amplio paseo con palmeras porque el que da gusto caminar.

Excursión a Valencia (7/7/12)

Excursión a Valencia (7/7/12)

Gulliver

Justo a la entrada de los jardines del Turia por la avenida del reino de Valencia nos encontramos con una curiosa atracción: un gigantesco Gulliver acostado en el suelo cuyas formas configuran diversos toboganes y escaleras que pueden disfrutar tanto niños como adultos. Comentaros que si bien en algún momento debieron de cobrar entrada (hay unos tornos y una taquilla en la puerta que están en desuso) actualmente podéis acceder a esta curiosísima atracción sin coste alguno.

Excursión a Valencia (7/7/12)

Excursión a Valencia (7/7/12)

Jardines del Turia

Los jardines del Turia son una enorme extensión de terreno transitable por la que hace décadas discurría el río del mismo nombre. El río se encauzó en su momento por otro lugar para evitar inundaciones y el cauce seco se aprovecho para crear un «cinturón verde» que rodea la ciudad y por el que podéis caminar o montar en bicicleta sin preocupaciones y pasando bajo numerosos puentes. Comentaros que uno de sus extremos está en la ciudad de las artes y las ciencias y que el otro se encuentra en la parte noréste de la ciudad.

Excursión a Valencia (7/7/12)

Excursión a Valencia (7/7/12)

Callejeo por el centro histórico

El centro histórico de Valencia es un conjunto de calles estrechas de estilo gótico junto a plazas de lo más acogedoras, amplias avenidas y comercios de todo tipo. Algo que pudimos ver mientras nos caminamos entre los diferentes lugares que queríamos ver por la ciudad (muchos más de los que aparecen en las imágenes que ilustran esta entrada).

De esas caminatas surgieron algunas fotografías de las que os ofrezco a continuación algunas de ellas, destacando especialmente la zona de la plaza del ayuntamiento, pues sus edificios majestuosos y coronados casi siempre por los típicos tejados valencianos de azulejos le dan al lugar un encanto especial.

Excursión a Valencia (7/7/12)

Excursión a Valencia (7/7/12)

Excursión a Valencia (7/7/12)

Excursión a Valencia (7/7/12)

Excursión a Valencia (7/7/12)

Como os decía, pasamos todo un día caminando por las calles de Valencia (zampándonos una paella a mediodía como manda la tradición, claro está) y regresamos a casa bastante cansados. Sin embargo, los dos coincidimos en lo bonita que es la ciudad y la enorme cantidad de monumentos y rincones especiales que posee. Si no conocéis Valencia os sugiero que organicéis una pequeña excursión porque estoy seguro de que os va a encantar.

Excursión a Valencia (7/7/12)

Rincones: Sagunto

Pese a que desde que era pequeño tenía muy buenas referencias de la cercana localidad de Sagunto (un amigo valenciano se encargaba de ensalzar sus virtudes verano tras verano) hasta hace escasamente unos días no había tenido la oportunidad de acercarme por allí aprovechando una semanita de vacaciones junto a mi novia para contemplar con nuestros propios ojos los paisajes que se divisan desde el castillo que preside el lugar.

Sagunto

Cierto es que centramos nuestra visita en el conjunto arquitectónico del castillo y el anfiteatro; pero he de señalar que nos dio bastante pena que se nos echara encima la hora de volver a Oropesa y no pudiéramos perdernos por las calles del pueblo, ya que a los dos nos dio la impresión de que tenían mucho encanto.

Sagunto

Aun así reconozco que disfruté mucho de la excursión. Sagunto está a 80 Km en coche de Oropesa del Mar y en apenas 45 minutos uno se planta allí, por lo que el desplazamiento no es ningún problema.

Sagunto

Luego, en las tres horas que estuvimos por allí pudimos ver todo el conjunto formado por el anfiteatro romano y el recinto amurallado que cuenta con una extensión «de punta a punta» de aproximadamente un kilómetro y que está lleno de detalles curiosos (a mí particularmente me encantó el foro romano, que está en la zona más pegada al mar).

Sagunto

Comentar que la entrada es totalmente gratuita y también que más vale que estéis acostumbrados a subir cuestas y daros bastantes caminatas porque los desniveles son considerables y hay que andar bastante para visitar todos los rincones del recinto).

Sagunto

Además, hay zonas que son un poco «pedregosas», por lo que para ir allí olvidaros de calzado fashion y sacad del armario unas deportivas cómodas y una mochila en la que meter unos bocatas y una botella de agua, ya que no hay ningún bar en todo el recinto. Tampoco hay muchas sombras que digamos, por lo que mejor será que os protejáis del sol si os acercáis por allí en un día despejado.

Sagunto

Si, como a mí, os gusta la fotografía vais a poder disfrutar de unas vistas fantásticas tanto del mar por un lado como de las montañas por otro. Si además os toca uno de esos días de sol y nubes podréis obtener alguna imagen muy resultona como la que encabeza esta entrada.

Sagunto

Por lo demás, sólo me resta comentaros que aprovechéis la subida hacia la parte alta del castillo para entrar en esa especie de caseta alargada que os quedará a la izquierda porque dentro hay un montón de piezas arquitectónicas con inscripciones que en la mayor parte de los casos se encuentran bien conservadas y son curiosas de ver.

Sagunto

Excursión fotográfica a Villar del Olmo

Hoy salí de casa a las ocho de la mañana rumbo a Villar del Olmo (enlace a Google Maps) con mi cámara en el maletero y la idea de pasar unas horas haciendo fotos por allí.

Es algo que tenía planeado desde hace ya unos días, porque cuando atravesé el pueblo camino de la cercana localidad de Ambite enseguida me propuse hacer una excursión en la que pudiera retratar con calma algunos rincones de este lugar así como los campos que hay por sus alrededores.

Un rincón de Villar del Olmo

La paliza ha sido grande porque al final he vuelto a casa prácticamente a la hora de comer; y aunque ahora estoy cansado, con alguna que otra picadura de mosquito y los pies algo doloridos de caminar entre pedregales, reconozco que la experiencia de visitar un pueblo en el que se respira tranquilidad por todos sus rincones bien merece la pena.

Villar del Olmo

Mi idea era dividir la mañana en dos partes: visitar las calles del pueblo a primera hora para aprovechar la luz tan buena que hay a esas horas y ya un poco más tarde dirigirme a los montes que hay en los alrededores para poder hacer algunas fotografías de paisaje desde las alturas.

Así lo hice, de modo que las calles de Villar del Olmo fueron las primeras en verme. Unas calles en las que ni había nadie ni se escuchaba un sólo ruido a las nueve de la mañana y que me sorprendieron por la cantidad de toques de color (flores, remates en las fachadas, toldos…) que hay repartidos por todo el pueblo. También me pareció especialmente bonita la plaza del ayuntamiento, donde todo está limpio y cuidado.

Entre los detalles que llamaron mi atención, tal vez el más curioso sea el modo en que han pintado los marcos de la puerta y una de las ventanas en cierta vivienda, ya que nada más verla imaginé que ahí deben de vivir dos personas muy futboleras: una del Atlético de Madrid y la otra del F.C. Barcelona. No sé si tendré razón, pero os aseguro es una casa que llamará la atención de todo el que pase por delante.

Pero bueno, como siempre se ha dicho que una imagen vale más que mil palabras y ya os he aburrido bastante os dejo a continuación con las fotografías que tomé en las calles de Villar del Olmo para hablar después de la segunda parte de la excursión:

Un rincón de Villar del Olmo

Un rincón de Villar del Olmo

Un rincón de Villar del Olmo

Un rincón de Villar del Olmo

Un rincón de Villar del Olmo

Un rincón de Villar del Olmo

Un rincón de Villar del Olmo

Un rincón de Villar del Olmo

Un rincón de Villar del Olmo

Un rincón de Villar del Olmo

Un rincón de Villar del Olmo

Un rincón de Villar del Olmo

Los alrededores del pueblo

Una vez recorridos muchos rincones del pueblo, a eso de las once me dirigí hacia los campos que lo rodean con idea de retratar desde alguna zona más o menos alta los paisajes del valle en el que está situado Villar del Olmo. Ahí es donde pasé calor de verdad, porque si bien en las calles se estaba bastante fresco, una vez que me metí entre viñedos, campos de patatas y senderos pedregosos empecé a sentir el peso del sol dándome de lleno en la espalda (y el de mi equipo fotográfico cuando el camino se empinaba).

Aun así disfruté mucho la subida al monte, trayendo de regreso a mi mente sensaciones e incluso olores (tengo una memoria olfativa prodigiosa) de las excursiones que hacía en Oropesa del Mar hace años al monte Bobalar y sus alrededores para poder disfrutar de las vistas de mi localidad de vacaciones. Parece mentira que con sólo dar un simple paseo por el campo uno pueda sentir tantas cosas agradables, pero por desgracia esto es algo que cuando se está acostumbrado al modo de vida en la ciudad se puede llegar a olvidar.

Al igual que antes, os dejo con unas imágenes que os contarán mejor que yo lo que vi por aquellos lugares:

Un rincón de Villar del Olmo

Un rincón de Villar del Olmo

Un rincón de Villar del Olmo

Un rincón de Villar del Olmo

Un rincón de Villar del Olmo

De regreso a Alcalá

Y así terminó la mañana en Villar del Olmo. La hora de comer se acercaba y mi coche me estaba esperando junto a la carretera. Ya sólo me quedaba llegar hasta él, acomodarme detrás del volante y conducir hasta Alcalá después poco más de media hora de carreteras sinuosas.

Un rincón de Villar del Olmo

Como os decía al principio, llegué a casa bastante cansado pero contento por haber visitado un rincón de nuestra geografía que me llamaba bastante la atención desde hace tiempo. Ah, y no será la última excursión de este tipo; eso seguro… 😉

Segunda visita a la torre de Santa María

Aunque tuve la oportunidad de disfrutar de las vistas desde la torre de Santa María pocos días después de que se abriera al público allá por el mes de Noviembre, aquella mañana el cielo estaba muy nublado y eso dio lugar a unas fotografías no demasiado nítidas y en las que el horizonte no se distinguía muy bien por lo brumoso del ambiente.

Por tanto, ayer domingo, aprovechando que el día estaba espectacularmente claro, a las diez de la mañana ya estaba al pie de la torre con la cámara en la mano esperando a que abrieran para así poder retratar Alcalá desde las alturas tal y como me hubiera gustado hacer hace ya seis meses.

Segunda visita a la torre de Santa María

Y sin más, os dejo ya con las fotos porque como ya podréis imaginar lo de subir a la torre y demás fue exactamente igual que en la otra ocasión.

¡Espero que os gusten las imágenes!  ^__^

Segunda visita a la torre de Santa María

Segunda visita a la torre de Santa María

Segunda visita a la torre de Santa María

Segunda visita a la torre de Santa María

Segunda visita a la torre de Santa María

Tarde de recuerdos

Ayer por la tarde acudí de nuevo a mi antiguo instituto; sólo que esta vez acompañado de Laura: una antigua compañera a la que había perdido la pista desde hace una década y con la que, gracias a este blog, he recuperado el contacto. Laura no había vuelto a pisar el centro desde 1999, así que hace unos días le propuse hacer una visita al mismo para así recuperar recuerdos perdidos en el tiempo y ella aceptó encantada.

Nada más atravesar la pesada puerta metálica de entrada (que antes era roja y ahora verde) el hall y los pasillos impresionaron bastante a Laura porque en esencia todo seguía como el último día, pero la gran sorpresa para ambos vino cuando eché mano al picaporte de una puerta y resultó estar abierta. Se trataba de una de las aulas donde habíamos dado clase en la segunda mitad de la década de los noventa, y al encender las luces las caras de estupefacción debieron ser aún mayores:

Aula Alonso Quijano (35mm)

Todo seguía exactamente igual: las mesas, las sillas, las pizarras, el suelo de baldosas, aquellas pesadas persianas, el corcho en la pared, los radiadores, la mesa del profesor… Y el caso es que todo nos pareció de un tamaño minúsculo acostumbrados a las dimensiones de las aulas de nuestras universidades.

– ¿Y aquí nos metían a 40 personas para dar clase? – nos preguntamos Laura y yo al unísono.

Os aseguro que el impacto visual fue tremendo. Hasta ese momento yo había ido unas cuantas veces por el instituto Alonso Quijano, pero no había tenido la ocasión de entrar en una de sus aulas; más que nada porque siempre he acudido por las mañanas y a esas horas todas están llenas de alumnos. Era la primera vez que ponía el pie en una de ellas desde que abandoné aquel instituto tras cursar allí BUP y COU (sí, soy de la ley de enseñanza de 1970) y por un momento me pareció volver a la época en la que habitan algunos de los mejores recuerdos de mi vida.

Aula Alonso Quijano (Fisheye)

Aquello nos trajo a la memoria un montón de anécdotas, así que de allí salimos hacia una céntrica cafetería con la sana intención de excavar en ellas; pero no sin antes sacar mi cámara para tratar de hacer las fotografías que no capté cuando pasé allí mis últimos días de clase y de las cuales he seleccionado dos para ilustrar estas líneas.

De cualquier modo, esta visita me ha hecho pensar mucho; tanto que ayer incluso me costó conciliar el sueño. Pero eso es algo de lo que os hablaré otro día con más calma.

Alcalá desde la torre de Santa María

Existe una torre anexa a la plaza de Cervantes que, junto con las capillas del oidor y de Antezana, es lo único que queda en pie de la Iglesia de Santa María La Mayor, que se erigía en ese lugar hasta que un incendio provocado acabó con la nave central del templo durante los primeros compases de la guerra civil española tal y como os comenté en la entrada número de 86 de Alcalá de Henares ayer y hoy.

A modo de curiosidad os comentaré que pese a que es cierto que una bomba acabó por destrozar del todo la maltrecha iglesia, el incendio provocado al que me refería hace un momento fue lo primero que causó grandes daños al conjunto arquitectónico. Dato que podéis consultar el la página 301 del libro «Alcalá de Henares. Crónica general» de Luis M. de Diego y que yo mismo desconocía hasta que el propio Baldomero Perdigón me lo comentó en uno de nuestros encuentros por las calles de la ciudad (muchísimas gracias desde aquí por el apunte histórico).

Torre de la Iglesia de Santa María La Mayor

Para sorpresa de muchos (entre los que me incluyo) tras el verano comenzaron unos trabajos de restauración en la propia torre con objeto de abrirla al público; cosa que sucedió oficialmente durante la celebración del mercado medieval 2009. Tras muchos años preguntándome cómo se vería la plaza de Cervantes desde aquel lugar al que otros fotógrafos (como el propio Baldomero Perdigón) habían tenido acceso décadas antes, por fin iba a tener la oportunidad de llevar mi cámara a uno de los lugares más elevados de la ciudad.

Pues bien, el día llegó: hoy Domingo a las 12 de la mañana por fin pude subir allí arriba y contemplar Alcalá desde las alturas con mis propios ojos. Ah, y me gustaría que constara en acta que durante mi visita a la torre me acordé varias veces de Ángeles, una fiel lectora de este blog que tenía muchas ganas de que me subiera ahí arriba. Sé que disfrutará viendo estas fotografías tanto como he disfrutado yo al hacerlas  😉

Subiendo a la torre

Torre de la Iglesia de Santa María La Mayor

Lo primero que me gustaría comentaros es que la subida por la escalera de caracol consiste en 109 escalones, que si bien no cansan demasiado (al menos yo llegué arriba del tirón pudiendo hablar con normalidad) sí que marean un poco por obligarnos a estar girando constantemente. En cualquier caso, si tenéis vértigo os recomiendo que no miréis hacia abajo porque toda la estructura está realizada en metal forjado y las planchas sobre las que caminamos son de rejilla metálica. Una vez que estás arriba impresiona bastante observar la cantidad de aire que existe entre la suela de nuestros zapatos y el cemento que hay abajo.

Torre de la Iglesia de Santa María La Mayor

Alcalá desde las alturas

Pero bueno, una vez arriba las vistas son geniales. Además, la persona de turismo que nos acompaña se dedicará a contarnos un poco la historia de la ciudad y algunas curiosidades; por lo que el interés de la visita no se limita únicamente a las espectaculares vistas. De todos modos, lo que quiero compartir hoy con vosotros son las imágenes de los alrededores de la torre que he captado hace apenas unas horas, así que con ellas os dejo asegurándoos que habrá continuación, pues el día estaba bastante nublado y a lo lejos no se veía con demasiada claridad. En un día que luzca el sol volveré allí para centrarme en los horizontes que se pueden contemplar desde lo alto de la torre.

Torre de la Iglesia de Santa María La Mayor

Torre de la Iglesia de Santa María La Mayor

Torre de la Iglesia de Santa María La Mayor

Torre de la Iglesia de Santa María La Mayor

Por cierto, en el momento de hacer las fotografías acababa de terminar una carrera popular que tuvo lugar por las calles de la ciudad, así que todos esos puntos de vivos colores que veis por la plaza no son otra cosa que los corredores reponiendo energías después del esfuerzo.

Torre de la Iglesia de Santa María La Mayor

Torre de la Iglesia de Santa María La Mayor

Torre de la Iglesia de Santa María La Mayor

Torre de la Iglesia de Santa María La Mayor

Información útil para visitar la torre

– Las visitas tendrán lugar durante los Sábados y Domingos de Noviembre y Diciembre.

– Hay trece turnos de visita y en cada uno pueden subir un máximo de seis personas:

Mañanas:  10:00, 10:30, 11:00, 11:30, 12:00, 12:30, 13:00, 13:30

Tardes:  16:00, 16:30, 17:00, 17:30, 18:00

– Las visitas son completamente gratuitas hasta fin de año. A partir del 1 de Enero se supone que se empezará a cobrar por subir a la torre, pero todavía no hay nada definitivo sobre esto.

– Es necesario reservar plaza previamente en la oficina de turismo. Podéis llamar al 91 889 26 94 para informaros.

– Por el tipo de suelo que hay en el interior de la torre no se puede subir con zapatos de tacón (no serías la primera en tener que dar la vuelta por este pequeño detalle, según me comentó la guía de la torre).

– Podéis llevar cámara de fotos o de vídeo; pero no trípode, pues ni el suelo es apto para ello ni hay espacio allí arriba para desplegar sus patas. En cualquier caso, no hay mucho tiempo para hacer fotografías, pues la duración de la visita está calculada de tal modo que poco después de la finalización de la charla hay que ir pensando en regresar para dar paso al siguiente grupo.

Una visita muy especial al I.E.S. Alonso Quijano

A mediados de la década de los noventa acababa de terminar octavo de EGB en un colegio de mi barrio. Tras el correspondiente verano de sol, juegos y playa llegó el momento de retomar las clases; sólo que esta vez en un centro que nada tenía que ver con el lugar que me vio aprender a leer y escribir. Comenzaba primero de BUP; algo que marcó el comienzo de una etapa de mi vida que configuraría en gran parte mi forma de ser, pues la personalidad del Luis que salió de aquel instituto se parece bastante a la del que os podéis encontrar hoy en día.

IES Alonso Quijano (I)

Patio delantero

Mi única referencia de los institutos por aquellos años era lo que se veía en películas como Regreso al Futuro y series americanas de la época. Gracias a ello tenía el concepto de que en estos centros educativos todo el mundo tenía coche propio aparcado en la puerta, había un pasillo lleno de taquillas metálicas en las que los estudiantes (siempre apuestos y bien vestidos) guardaban sus libros y que todos los cursos terminaban con un gran baile en el que se juntaban los chicos más populares con las chicas más guapas.

Sin embargo, lo que me encontré cuando crucé por primera vez la puerta del I.E.S. Alonso Quijano en Alcalá de Henares nada tenía que ver con esa idónea visión cinematográfica: aquel instituto no parecía ser tan diferente a mi colegio, y la gente que había allí tampoco parecía tan mayor ni tan diferente a la que me había encontrado hasta el momento a lo largo de mi vida estudiantil. No había taquillas, los alumnos iban a clase caminando (o como mucho en autobús) y, en general, lo que más se estilaba eran pantalones vaqueros y camisetas. Por supuesto, a final de curso se entregaban las notas y a volar; ni rastro del famoso baile.

IES Alonso Quijano (IX)

El hall de entrada decorado por los alumnos del instituto

Entre los muros de aquel instituto que acaba de cumplir 25 años de actividad docente viví años inolvidables: allí conocí a Joe, que enseguida se convertiría en un amigo ejemplar (y en el novio de mi hermana años más tarde) así como a otra gente con la que he tenido mayor o menor trato en épocas posteriores. Todavía recuerdo muchas anécdotas muy divertidas, profesores con un carisma especial cuyas explicaciones  nunca olvidaré, algunos amores en general poco corresopndidos y un ambiente que no he vuelvo a vivir en ningún otro lugar. Sin embargo, prefiero dejar la narración de alguna de esas anécdotas para próximas entradas y centrarme hoy en la visita al instituto.

Como os digo, al término de mi formación me fui del instituto con pena porque sabía que dejaba atrás unos años que no se repetirían jamás, pero también con un montón de recuerdos; siendo uno de ellos esta fotografía en la que aparezco con tres grandes amigos (soy el segundo por la derecha) realizada el último día de COU, momento a partir del cual tomamos caminos diferentes en nuestras vidas.

cap-2

IES Alonso Quijano (XII)

¡Qué frondosos están los árboles!

Sé que con los años uno tiende a ver el pasado de forma bastante optimista, pero en realidad nunca he perdido del todo el contacto con el Alonso Quijano: suelo encontrarme bastante a menudo con profesores que me dieron clase y de ahí la idea de pasarme por allí cámara en mano para hacer algunas fotos con las que ilustrar este artículo y, por su puesto, ya de paso hablar con algunas de esas personas que me dieron clase hace unos cuantos años.

Y, lo que son las casualidades de la vida, resulta que en jefatura de estudios me contaron que hace unos meses se realizó una exposición de fotografía en el centro que consistió en colocar unas imágenes que les había pasado un profesor sobre los cambios que habían acontecido en la ciudad de Alcalá en las últimas décadas. Les dije que ese es un tema que me interesa mucho, y que de hecho suelo ir por la ciudad retratando los lugares que aparecen en los libros de fotografía antigua para compararlos con el tiempo presente.

IES Alonso Quijano (VI)

Patio trasero. Mi clase de COU eran las ventanas de la parte superior derecha

Cuando me mostraron las fotos de la exposición me llevé una gran sorpresa, pues eran las imágenes de las veinte primeras entradas de Alcalá de Henares ayer y hoy. Yo, con los ojos abiertos como platos, no pude reprimirme y dije en voz alta: «¡Pero si son mis fotos!». La sorpresa, evidentemente, pasó a ser general, y a partir de ese momento no hicimos otra cosa que hacer proyectos de futuro pensando ya en una segunda exposición con más y mejores fotografías. Dentro de un tiempo, cuando las cosas empiecen a estar más o menos definidas, os iré contando alguna cosilla; pero creo que después de todo lo vivido en aquel instituto, poder colaborar con ellos de una manera tan especial puede ser una buena forma de devolver todo lo que el Alonso Quijano me dio en su momento.

IES Alonso Quijano (VIII)

Porche trasero. Obviamente se llenaba de gente en los días de lluvia.

Bueno, antes os contaba que había ido al instituto con mi cámara para hacer unas fotos a modo de «homenaje» a este centro que, de hecho, aunque al final me he ido por las ramas eran el tema central de esta entrada; así que aunque ya os he puesto algunas entre los párrafos anteriores, os dejo a continuación con el resto de las imágenes.

¡Espero que os guste la visita! 😉

IES Alonso Quijano (XIV)

Pistas de baloncesto

IES Alonso Quijano (X)

En este pasillo estaba mi clase de 1º de BUP

IES Alonso Quijano (XIII)

Otra vista de las pistas de baloncesto

IES Alonso Quijano (V)

Actualmente el patio trasero está ajardinado, pero en mí época esto era una explanada de arena

IES Alonso Quijano (XI)

Escaleras de acceso a la primera planta

IES Alonso Quijano (VII)

Pistas de fútbol

IES Alonso Quijano (XV)

Canasta con la iglesia magistral al fondo

IES Alonso Quijano (IV)

Un descanso a la sombra