Vamos a cambiar hoy de escenario con respecto a las últimas entradas que se situaban por los aledaños del antiguo mercado municipal y nos vamos a desplazar hacia la calle Ronda Ancha para mirar desde allí a la calle Encomienda. No estamos muy lejos de la Plaza de los Cuatro Caños, pero a simple vista nadie diría que estamos todavía muy cerca del casco histórico de Alcalá de Henares.
Casas semiderruidas, carros de mano y gente sentada en las aceras son elementos cotidianos de épocas pasadas en las que esta ciudad era poco más que un pueblo perdido entre Madrid y Guadalajara. Sin embargo, precisamente por estar en ese cruce de caminos y gracias a la importancia de la universidad Alcalá poco a poco fue creciendo hasta tener poco que ver con lo que era en aquellos tiempos. Hablamos de los años 60 y muchas cosas han cambiado como bien sabéis los que seguís esta serie de entradas sobre la historia visual de Alcalá de Henares.
“Calle Encomienda desde Ronda Ancha”. 1963. Fotografía de Baldomero Perdigón Puebla. Extraída del libro “Alcalá de Henares en Blanco y Negro (1960 – 1970)”. ISBN: 84-607-1405-5.
La calle Encomienda es una vía estrecha de sentido único en la que actualmente hay pequeños comercios, casas bajas y una empresa de antenas. Como podéis apreciar un coche subido a una acera puede suponer más de un apuro para una furgoneta que quisiera pasar por el lugar, pero tal y como está el tema de aparcar por el centro de la ciudad ésta es de las aberraciones más leves que os podéis encontrar caminando por aquí. Por cierto, comentaros que justo a la espalda de donde hice la fotografía está situada la tienda «El rincón de los aromas», que es donde siempre compro todos mis tés y cafés. Ya sólo con entrar se despiertan los sentidos por el suave aroma que impregna el ambiente.
Calle Encomienda desde Ronda Ancha en la actualidad.
Me hubiera gustado haber «afinado» más la perspectiva desde donde está hecha la fotografía actual, pero con lo que ha cambiado esta calle en los últimos años no era capaz de encontrar el punto exacto desde donde Baldomero disparó su cámara cuatro décadas antes que yo. No obstante en la entrada del jueves os prometo que lo haré mucho mejor.
¡Un saludo! 🙂
No sé ni cómo te atreves 