Y llegó la PDA justo cuando más falta me hacía

Llevaba ya tiempo pensando en hacerme con una PDA sencilla, ligera y manejable, pero sobre todo que tuviera una buena autonomía y no me complicara demasiado la vida a la hora de sincronizar datos y demás. No buscaba uno de esos «monstruos» dotados con GPS, pantallas panorámicas y posibilidad de conectarse a internet mediante Wi-Fi; lo que yo buscaba era algo que simplemente me permitiera tomar notas de longitud ilimitada y pasarlas al PC directamente.

Casualidades de la vida, el pasado verano mi novia me dejó un par de meses su smartphone (plataforma Pocket PC de Microsoft) y aunque no tuve ocasión de emplearlo demasiado porque sencillamente no tenía mucho que hacer con ella, sí que me di cuenta de que para el futuro proyecto de fin de carrera me podría venir muy bien una PDA por su capacidad de tomar datos «sobre el terreno». La aplicación que más me llamó la atención fue sin duda Pocket Office, y de hecho uno de los artículos de opinión que publiqué en ultimONivel en esas fechas está redactado con dicha PDA cómodamente tumbado en el jardín y transferido posteriormente a mi portátil vía inalámbrica. La experiencia me gustó mucho, y aunque reconocí que en esas fechas más allá del Word el resto de elementos no me hacían ninguna falta, le vi bastante potencial a eso de llevar un pequeño ordenador siempre encima.

No le perdí el ojo al tema de los PDAs y aunque pasaron varios meses desde aquello, estuve mirando en internet ofertas e información sobre todo tipo de dispositivos. Sin embargo, las cosas llegan cuando menos te lo esperas, y de pura casualidad me encontré con que en un foro que frecuento una persona vendía a muy buen precio un modelo de Palm por falta de uso cuyo estado era impecable.

Pues bien, el caso es que desde hace un par de días tengo en casa una Palm Tungsten E, que es una PDA con unos años ya encima (salió a finales del año 2003) pero que hace la labor que yo buscaba perfectamente: no pertenece a la plataforma Pocket PC, sino que va equipado con Palm OS, y por lo tanto no lleva el Pocket Office como tal instalado, pero la bendita competencia (que recordemos que siempre beneficia al usuario final 😉 ) ha hecho que las Palm de la serie Tungsten vengan equipadas con el Documents to go, que es una suite ofimática compatible con la versión de sobremesa del Office de Microsoft y que permite intercambiar y sincronizar documentos entre ambas con total transparencia.

Ya os estaréis imaginando que cuando tenga un rato y ya la PDA esté más «rodada» haré una review más o menos profunda. Estos días le voy a estar dando caña porque para el proyecto de fin de carrera de la universidad me viene de lujo, así que ya os comentaré mis conclusiones, pues es la primera PDA que tengo y creo que el punto de vista de una persona que se enfrenta por primera vez a un «cacharro» de este tipo puede ser interesante 😉

¡Un saludo!

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