Recuerdos de Oropesa (XXII)

Uno de mis grandes descubrimientos cuando estuve viviendo en Oropesa del Mar fue el mirador que hay en el parque natural del desierto de las palmas y que está situado en las montañas que hay frente a Benicassim.

Desde él, además de poder contemplar varios kilómetros de costa, tendremos a nuestros pies las ruinas del antiguo monasterio de la orden carmelita, que es lo que tenéis reflejado en la siguiente fotografía que ahora contemplo de nuevo y no me trae más que buenos recuerdos.

De cuento

El día que hice esta fotografía era la segunda vez que estaba allí, y fui precisamente porque la primera vez me gustaron tanto estas ruinas que me arrepentí de no haber llevado la cámara en el maletero.

Aquel primer encuentro tuvo lugar una tarde de primavera. Recuerdo que fue un jueves de mucho trabajo y al salir de la oficina tenía que ir a hacer unas compras a Castellón de la Plana. De repente, mientras recorría la N-340 hacia el centro comercial La Salera, reparé en un cartel que había visto decenas de veces antes: «Desierto de las Palmas», decía, pero esta vez, siguiendo un impulso inexplicable, decidí hacerle caso y tomé el desvío indicado.

Poco a poco, siguiendo una carretera en constante y serpenteante subida por la que me crucé con algún que otro osado ciclista, fui dándome cuenta de que estaba empezando a divisar el litoral desde una altura considerable. A lo lejos, en la montaña, divisé una cruz de piedra, y bajo ella lo que parecía una explanada en la que poder parar el coche y echar un vistazo con tranquilidad a los alrededores.

Fui hacia allí, paré sobre la grava, me bajé del coche y una vez que mis ojos se acostumbraron a la grandeza del mar y dejé de mirar hacia todos lados a la vez, bajé la vista y descubrí esas ruinas que parecían salidas de un cuento de caballeros, dragones y princesas. Lo vi, pero no a través de mis ojos, sino en realidad a través del objetivo de mi cámara. Entonces supe que en cuanto tuviera ocasión volvería allí para captar la foto que acababa de hacer en mi cabeza.

Rincones: Palacio de Cibeles (Madrid)

Hace unos días estuve dando una vuelta con mi chica por el centro de Madrid cuando se nos ocurrió visitar el conocido Palacio de Cibeles. Un emblemático edificio situado en la plaza del mismo nombre y en el que existe un mirador desde el que se puede contemplar toda la ciudad.

Palacio de Cibeles (I)

Para los que somos aficionados a la fotografía, subir a ese mirador de la octava planta y disfrutar de sus vistas es ya de por si toda una experiencia; pero a esto hay que añadir que el interior del edificio también es de lo más pintoresco, ya que en él encontraremos exposiciones de arte moderno, salas de lectura, cafetería… Comentar que el interior del palacio es de acceso libre y que la única zona de pago es el mencionado mirador para el que tendremos que desembolsar dos euros que nos darán derecho a estar allí durante media hora.

Como sabéis, este tipo de entradas del blog es eminentemente fotográfico, de modo que os voy a dejar con las imágenes que capté ese día y que he dividido en dos grandes grupos: interior del palacio y vistas desde el mirador. ¡Espero que os gusten!

Interior del palacio

Como os decía antes, en el interior del palacio os encontraréis exposiciones temporales, obras de arte moderno, fotografías expuestas… La idea del palacio de Cibeles es ofrecer a los ciudadanos un espacio cultural abierto a todos en el que quepan diversos tipos de manifestaciones artísticas, lo que unido a la peculiar arquitectura del edificio da lugar a curiosas composiciones bastante fotogénicas.

Os ofrezco a continuación algunas imágenes que capté en diversos rincones del palacio.

Palacio de Cibeles (IV)

Palacio de Cibeles (VI)

Palacio de Cibeles (VII)

Palacio de Cibeles (V)

Palacio de Cibeles (III)

Palacio de Cibeles (II)

Vistas desde el mirador

El interior del edificio es pintoresco; pero para mí, como amante de la fotografía que soy, el mayor aliciente de esta visita al palacio de Cibeles era la vista panorámica de Madrid que se divisa desde el mirador de la octava planta. Desde allí tendréis un punto de vista privilegiado de la capital y podréis apreciar muchos detalles y relieves que «a ras de suelo» pasan desapercibidos.

Comentar que la sensación al atravesar la puerta de la terraza por primera vez es una especie de saturación de los sentidos porque hay tantas cosas que ver que al principio no sabemos muy bien dónde mirar (aunque yo lo tengo claro: la confluencia de la calle de Alcalá con Gran Vía es mi debilidad en esta gran ciudad que es Madrid).

Os dejo con unas cuantas fotografías captadas desde allí arriba recordándoos que el edificio es accesible a todos los públicos y que podéis disfrutar de este mirador por tan sólo un par de euros.

Mirador del palacio de Cibeles (III)

Mirador del palacio de Cibeles (I)

Mirador del palacio de Cibeles (II)

Mirador del palacio de Cibeles (VI)

Mirador del palacio de Cibeles (VIII)

Mirador del palacio de Cibeles (V)

Mirador del palacio de Cibeles (IV)

Mirador del palacio de Cibeles (VII)

¡Hasta la próxima entrada!

Rincones: alrededores de Sigüenza (Guadalajara)

Recientemente mi chica y yo pasamos un par de días en la provincia de Guadalajara (dudo que existan palabras con más aes que esta, por cierto) aprovechando para visitar algunos pueblos, ya que hacía tiempo que no hacíamos una «escapada express» como las que solíamos organizar cuando vivía en Oropesa del Mar.

Embalse de Pálmaces (III)

Concretamente estuvimos alojados en Atienza y en Pálmaces de Jadraque; localidades todas ellas relativamente cercanas a Sigüenza; lugar que también visitamos así como algún que otro pueblo más que luego comentaré.

Fruto de esos dos días que os comento son las fotografías que ilustran esta entrada y que, como siempre os digo, no tienen otro fin más que el de mostraros rincones pintorescos que a veces nos quedan bastante cerca de nuestros hogares o lugares de trabajo.

Perro en Atienza

En Pálmaces estuvimos alojados junto al embalse del mismo nombre, y desde la ventana de la habitación se divisaba un bonito paisaje que se teñía de vivos colores al amanecer y al atardecer; de modo que no hubo más que abrir las hojas de vidrio para captar alguna fotografía especialmente llamativa.

Embalse de Pálmaces (I)

Llama la atención de este pequeño pueblo el hecho de que cuente con un sólo bar, lo que os dará una idea de la extensión y la población del lugar. Eso sí, por las noches se duerme a placer, ya que no se escucha ni un ruido aunque abras las ventanas de par en par.

Atienza es algo más grande, aunque no mucho más. Destacan especialmente sus tres museos; sólo que tuvimos la mala suerte de que en fin de semana no abren y, por tanto, nos quedamos con las ganas de verlos. En cualquier caso, merece la pena darse una vuelta por el pueblo y encontrarse con iglesias de estilo románico por las que apenas parecen haber pasado los años.

Monasterio en Atienza (I)

Monasterio en Atienza (II)

 Como suele ser habitual en esta zona de la provincia, los inviernos son fríos y húmedos. Un entorno ideal para el crecimiento de líquenes y hongos como podéis ver en la siguiente imagen.

Humedad

Mención aparte merecen las salinas de Imón, ya que dimos con ellas de pura casualidad y nos quedamos maravillados de cómo una estructura tan extensa puede ser un completo desconocido para la mayoría de la gente. Las salinas son, en esencia, unas piscinas donde se almacena agua salada de tal modo que al evaporarse queda en el fondo una capa de este versátil material.

Salinas de Imón

Siguiendo nuestro camino llegamos a Jadraque, localidad en cuyas afueras se encuentra en lo alto de una colina un imponente castillo desde el que podemos disfrutar de unas vistas fantásticas. Es una pena que la mañana en la que visitamos este lugar no fuera especialmente clara; pero aun así era un sitio perfecto para sacar el teleobjetivo y disfrutar del paisaje.En el castillo de Jadraque

Jadraque

Paisaje desde el castillo de Jadraque

Castillo de Jadraque

De Sigüenza muchas cosas nos llamaron la atención: desde su espectacular catedral hasta el castillo-parador que corona el pueblo pasando por la plaza Mayor que es la que tenéis en la fotografía que tenéis unas líneas más abajo. Esta es ya una localidad bastante grande en la que la vida fluye por sus calles. Sigüenza ya no es tan silenciosa ni tan tranquila como los otros pueblos que visitamos; pero sigue teniendo ese encanto especial de esos lugares que han mantenido su arquitectura tradicional y al pasear por ellos parece que hemos retrocedido en el tiempo algunas décadas.

Plaza Mayor de Sigüenza

Y a grandes rasgos eso es todo. Como os decía, esta entrada no pretende ser una guía de viajes ni nada por el estilo, sino tan sólo un conjunto de imágenes que a aquellos que nunca han visitado estas tierras les permitan hacerse una idea de lo que se pueden encontrar por aquí.

En cualquier caso, para finalizar este artículo quería mostraros otra imagen del embalse de Pálmaces en cuya orilla estábamos hospedados y que a primera hora de la mañana parece un espejo de lo tranquilas que están sus aguas.

Embalse de Pálmaces (IV)

Todo un placer para los sentidos y un remanso de paz donde recuperar las energías gastadas en la gran ciudad.

Rincones: Onda (Castellón)

Recientemente realicé junto a mi novia una breve visita a la localidad de Onda. Se trata de un lugar bastante próximo a Oropesa (a poco más de media hora de trayecto en coche) a la que nunca antes había ido pese a que, como os digo, no me pilla muy lejos de casa que digamos.

Excursión a Onda (Julio 2012)

Se trata de un municipio con claras influencias musulmanas coronado por un castillo desde el que se puede divisar toda la localidad así como sus alrededores. Y hablando de los alrededores del municipio, desde un lugar elevado (como lo es el castillo que os digo) podemos apreciar cómo Onda se encuentra rodeado de vegetación, destacando sobre todo la sierra de Espadán con su vegetación de pinos y alcornoques entre otras muchas especies.

Excursión a Onda (Julio 2012)

Nuestra visita fue eminentemente turística y, de hecho, fuimos acompañados por un par de guías teniendo la suerte de que no había nadie más conformando el grupo de excursionistas; por lo que podemos decir que tuvimos a dos guías en exclusiva para nosotros. Gracias a ello pudimos recorrer bastantes rincones del municipio con tranquilidad y aprendiendo muchas anécdotas interesantes.

Excursión a Onda (Julio 2012)

Precisamente por eso no hice demasiadas fotos esa mañana, ya que al ir casi «en familia» y darnos los guías explicaciones durante todo el tiempo, me daba un poco de cosa parar el ritmo de la visita sacando la cámara y deteniéndome a hacer fotos. Y es una pena, porque rincones fotogénicos por el pueblo los había a montones; pero ya os digo que para lo de hacer fotos prefiero ir a mi ritmo y deteniéndome el tiempo que crea necesario para sacarle partido a la cámara y a las vistas.

Excursión a Onda (Julio 2012)

Onda nos gustó y nos sorprendió a partes iguales, de modo que no descarto acercarme de nuevo por allí un día de estos y hacer unos cuantos cientos de fotos que hagan justicia a la belleza de esta bonita ciudad castellonense, pues las cuatro imágenes que ilustran esta entrada no son más que un «aperitivo» de todo lo que le espera por allí al visitante.

Rincones: monasterio antiguo (desierto de las palmas)

Hay un paraje en la zona interior de Castellón (a la altura de Benicassim) donde podéis encontrar un monasterio abandonado que fue construido hacia 1700 y que es un lugar de clara inspiración fotográfica.

De cuento

Este lugar es otro de los rincones del desierto de las palmas que, al igual que la ermita de Les Santes, se encuentra en una zona en la que se respira tranquilidad por todos lados. De hecho, este parque natural castellonense siempre ha sido un lugar de retiro y espiritualidad, y de ahí que diseminadas por él haya multitud de pequeñas capillas con imágenes en su interior.

Oración

Al margen de la religiosidad dominante en el lugar, en lo que a fotografía se refiere hay que reconocer que el sitio es espectacular. No sólo porque nos encontramos a los pies del monte Bartolo; sino porque desde estos parajes tendremos una visión privilegiada de Benicassim y Castellón.

Benicassim y Grao de Castellón desde el desierto de las palmas

Sí que es cierto que al estar al lado del mar, en días muy calurosos os podéis encontrar con bastante bruma que puede restarle nitidez y claridad a las fotografías, por lo que mi consejo es que subáis en uno de esos días en los que hay algo de viento que limpia la atmósfera y deja la línea del horizonte que casi parece trazada con un tiralíneas.

Camino

Indicaros que para acceder a los lugares desde donde están hechas estas fotografías lo más fácil es coger la carretera CV-147 y seguir su trazado hasta llegar a una explanada en la que hay una gran cruz de madera (os dejo enlaces a los recorridos desde el acceso Benicassim Norte y desde el acceso Benicassim Sur). Son en total unos 12 Km de recorrido y os aseguro que merece la pena, especialmente si lleváis la cámara encima. Por cierto, cuidado con los ciclistas, que la carretera está llena de curvas y hay mucha gente que entrena por allí.

Monasterio antiguo (desierto de las palmas)

Añadir también que lo que es el monasterio abandonado está cercado mediante una verja metálica que no se ve hasta que estás casi en la puerta, por lo que no podréis acceder a su interior. Y puesto que para llegar hasta él hay que caminar un buen trecho cuesta abajo, por mi propia experiencia os aseguro que sienta muy mal tener que volver a subir todo lo andado cargando con el equipo fotográfico sin haber podido captar ni una instantánea.

Sosiego

Otro día os hablaré de más rincones en las cercanías de Oropesa que he ido descubriendo en los últimos meses.

¡Nos leemos!

Rincones: la vía verde entre Benicassim y Oropesa del Mar

Aunque ya hablé sobre la vía verde en una entrada de hace un par de años, para los que no sepáis de qué estoy hablando os diré que se trata de un itinerario de unos seis kilómetros que comunica las localidades castellonenses de Oropesa del Mar y Benicassim y que discurre por el antiguo trazado de la vía del tren que seguía la línea natural de la costa.

Este recorrido goza de gran popularidad entre gentes de todo tipo de uno y otro municipio, así que aprovechando unos de mis habituales paseos en bicicleta por allí, el pasado fin de semana me llevé mi Olympus E-PL1 y me dispuse a mostraros de una forma gráfica los paisajes que podréis ver en diferentes puntos del recorrido.

Indicaros nada más que las imágenes están tomadas secuencialmente comenzando el recorrido en Benicassim y terminando en Oropesa. Si habéis pasado por la vía verde en alguna ocasión os sonarán la mayoría de los paisajes que aquí os muestro; y si no es así al menos espero que disfrutéis de las fotografías.

Los paisajes de la vía verde Oropesa - Benicassim

Los paisajes de la vía verde Oropesa - Benicassim

Los paisajes de la vía verde Oropesa - Benicassim

Los paisajes de la vía verde Oropesa - Benicassim

Los paisajes de la vía verde Oropesa - Benicassim

Los paisajes de la vía verde Oropesa - Benicassim

Los paisajes de la vía verde Oropesa - Benicassim

Los paisajes de la vía verde Oropesa - Benicassim

Los paisajes de la vía verde Oropesa - Benicassim

Los paisajes de la vía verde Oropesa - Benicassim

Los paisajes de la vía verde Oropesa - Benicassim

Los paisajes de la vía verde Oropesa - Benicassim

Los paisajes de la vía verde Oropesa - Benicassim

Los paisajes de la vía verde Oropesa - Benicassim

Rincones: Vilafamés

Introducción

Si seguís con cierta asiduidad este blog sabréis que desde el mes de Mayo estoy viviendo en Oropesa del Mar. El que siempre fue mi lugar de vacaciones ahora es mi residencia habitual y la localidad en la que trabajo; y es por ello que desde hace una temporada lo que publicó por aquí siempre tiene como trasfondo estas tierras mediterráneas.

El final del verano

El verano es una época de mucho trabajo en la que apenas me he movido de aquí. De hecho, en los cuatro meses que llevo aquí sólo me he acercado a Alcalá en dos ocasiones (y fue en el mes de Junio) y aunque es cierto que ahora que llega la temporada baja me prodigaré más por allí, también es el momento de dar comienzo a un proyecto personal que tenía en mente desde hace bastante tiempo; exactamente desde que supe que mi futuro laboral estaba ligado a este lugar.

Castellón es una de las provincias más desconocidas de España; y es que aunque a todo el mundo le suenan lugares como Peñíscola, Benicassim, Benicaló o la propia Oropesa, poca gente ha escuchado siquiera el nombre de muchos municipios de la parte interior. De ahí que en su momento se me ocurriera la idea de recorrer algunos de esos pueblos cámara en mano con intención de retratarlos desde mi propio punto de vista perdiéndome por sus rincones en algunos fines de semana que no me acerque a Madrid para ver a mi gente.

Autopista hacia el cielo

Excursión fotográfica a Vilafamés

Pues bien, precisamente hoy he realizado la primera de estas excursiones fotográficas (parecida a aquellas que hice en su día por algunos municipios de Guadalajara) en la que he visitado la localidad de Vilafamés; situada en las cercanías de Cabanes y cuyo principal atractivo es que está emplazada en la ladera de una montaña y en su parte más alta cuenta con un pintoresco castillo y una iglesia que ofrecen unas vistas impresionantes a quien se anime a ascender por sus escarpadas y enrevesadas calles.

Vilafamés (10/09/2011)

Vilafamés (10/09/2011)

Vilafamés (10/09/2011)

Vilafamés es un pueblo donde sus vecinos se levantan con el canto del gallo, donde puedes encontrarte en sus calles tractores y coches de épocas pasadas, donde hay casas asomadas a miradores infinitos y rincones por los que no han pasado las últimas décadas.

Vilafamés (10/09/2011)

Vilafamés (10/09/2011)

Vilafamés (10/09/2011)

Un pueblo de flores en las puertas, de farolillos en las calles y de ropas tendidas a la vista de todos. Un lugar que nos recuerda constantemente su pasado y que recibe al visitante con fachadas imposibles y un entramado de tejados que incita a sacar la cámara y plasmarlo en forma de fotografías.

Vilafamés (10/09/2011)

Vilafamés (10/09/2011)

Vilafamés (10/09/2011)

Vilafamés (10/09/2011)

Vilafamés (10/09/2011)

Vilafamés (10/09/2011)

Vilafamés (10/09/2011)

Vilafamés (10/09/2011)

Todavía no sé dónde ni cuándo será la próxima excursión; pero cuando miro el mapa de la provincia me doy cuenta de que tengo muchos destinos por visitar y muchas fotos por hacer, de modo que de vez en cuando veréis aparecer por aquí imágenes captadas en algunos rincones poco conocidos entre Valencia y Tarragona.

¡Gracias por leerme!

Rincones de Oropesa (I)

Como casi todas las localidades costeras del mediterráneo, Oropesa del Mar tiene una parte eminentemente turística (apartamentos en las cercanías de sus playas) y otra muy diferente que es el pueblo como tal.

El pueblo de Oropesa

En muchas ocasiones os he mostrado imágenes de la zona costera ya sea del mar, de las rocas, de la arena de la playa… Y la verdad es que si bien en el pasado había ido por el pueblo en multitud de ocasiones, es ahora cuando lo estoy «descubriendo» de verdad y apreciando muchos de sus rincones.

El pueblo de Oropesa

Lo que hoy os muestro son tres fotografías tomadas en una zona muy concreta; pero ya tengo en mente otras partes de la localidad que también me gustaría ir mostrándoos por aquí; así que ya os iréis familiarizando con este lugar de Castellón.

El pueblo de Oropesa

Estos rincones podrán tener más o menos encanto; pero cada uno de ellos nos cuenta una historia que merece la pena escuchar.

La típica foto de Oropesa

Playa de la concha

Sé que por aquí han aparecido varias imágenes muy parecidas a la que ilustra esta entrada; pero es que cada vez que vengo por aquí soy incapaz de resistirme al embrujo del monte Bovalar y las espectaculares vistas que hay desde su mirador (conocido por aquí como el balcó).

Fin de semana en Chinchón (3 de 3): Detalles

Para finalizar esta miniserie de tres entradas fotográficas ambientadas en la localidad de Chinchón me gustaría detenerme hoy en esos pequeños detalles en los que tanto me gusta fijarme y que siempre que tengo ocasión trato de captar con mi cámara.

Chinchón (Enero de 2011)

Obviamente en tan sólo un día y medio no es posible extraer la esencia de un lugar y plasmarla en fotos porque para ello hace falta tiempo, paciencia y ganas. Sin embargo, yo he quedado particularmente contento con el resultado obtenido en forma de fotografías, ya que creo que transmiten la tranquilidad y el sosiego de un lugar por el cual el minutero da vueltas mucho más despacio que en la cercana capital.

Chinchón (Enero de 2011)

Chinchón (Enero de 2011)

Chinchón (Enero de 2011)

Chinchón (Enero de 2011)

Chinchón (Enero de 2011)

Madrid y Chinchón: tan lejos y tan cerca al mismo tiempo…

Fin de semana en Chinchón (2 de 3): Paisajes

Además de las calles y los rincones de Chinchón que vimos en la entrada anterior, he de reconocer que una de las cosas que más me gustaron fueron los paisajes que se divisaban desde las partes más elevadas del lugar.

Chinchón (Enero de 2011)

Al estar emplazado en una zona de campos y suaves elevaciones del terreno, las estampas que se veían desde la iglesia o el castillo de Chinchón me resultaban bastante sugerentes, y por supuesto no perdí la oportunidad de retratarlos con mi cámara como muestran las fotografías que ilustran esta entrada.

Chinchón (Enero de 2011)

Chinchón (Enero de 2011)

Chinchón (Enero de 2011)

Chinchón (Enero de 2011)

Chinchón (Enero de 2011)

Tres años de atrevimientos

El pasado Martes este blog cumplió tres años de edad; y aunque hasta hoy no he podido sentarme delante del ordenador para redactar estas líneas es un detalle que no quería dejar pasar por alto. Tres largos años que han pasado volando y que comenzaron con una entrada a mediados de Octubre de 2007 en la que os daba la bienvenida a todos los que quisierais acompañarme en este viaje y durante los cuales este rincón de internet ha sido visitado por mucha más gente de la que hubiera podido imaginar en aquellos momentos.

Miradas

No es ni mucho menos mi intención soltaros un rollazo tremendo sobre el pasado, el presente y el futuro porque no es el artículo ni el momento adecuados y porque para ese tipo de cosas están las entradas englobadas en la categoría filosofía barata. Sólo quería agradeceros en estas líneas el tiempo que invertís en pasar por aquí y aseguraros que, esté donde esté y haga lo que haga, no pienso cambiar las directrices de este blog. Del mismo modo, me gustaría sintetizar vuestro seguimiento en cinco datos muy concretos generados a lo largo y ancho de estos 1096 días juntos:

  • 831517 visitas
  • 8644 comentarios
  • 1565 entradas publicadas
  • 228 suscripciones por RSS
  • 49 suscripciones por email

A modo de curiosidad os puedo decir que tras todo este tiempo la portada del blog tiene un total de 247018 visitas; mientras que en lo que a entradas se refiere la más vista es la de la review del Asus EeePC 701 con 29722 visualizaciones seguida muy de cerca por el índice de fotografía con 27055 y en tercer lugar está aquella entrada que hablaba sobre los mitos y leyendas de las baterías de Li-ion con un total de 13632 visitas. En general, como es lógico, los artículos más vistos son aquellos de tipo práctico o bien que tratan de dar respuestas sencillas a problemas y dudas cotidianas, de modo que no descuidaré ese aspecto.

Lechuza (perfil)

Para finalizar, y volviendo a la intención inicial de esta entrada, quisiera daros las gracias a todos por vuestro tiempo tanto si sois seguidores habituales de este humilde rincón de Internet como si habéis llegado hasta aquí por los caprichos de Google. Al fin y al cabo soy yo el que escribe cada palabra que aparece por aquí, pero sois vosotros los que las leéis y las enriquecéis con vuestros comentarios de modo que, en realidad, esto lo construimos entre todos.

Excursión fotográfica a Villar del Olmo

Hoy salí de casa a las ocho de la mañana rumbo a Villar del Olmo (enlace a Google Maps) con mi cámara en el maletero y la idea de pasar unas horas haciendo fotos por allí.

Es algo que tenía planeado desde hace ya unos días, porque cuando atravesé el pueblo camino de la cercana localidad de Ambite enseguida me propuse hacer una excursión en la que pudiera retratar con calma algunos rincones de este lugar así como los campos que hay por sus alrededores.

Un rincón de Villar del Olmo

La paliza ha sido grande porque al final he vuelto a casa prácticamente a la hora de comer; y aunque ahora estoy cansado, con alguna que otra picadura de mosquito y los pies algo doloridos de caminar entre pedregales, reconozco que la experiencia de visitar un pueblo en el que se respira tranquilidad por todos sus rincones bien merece la pena.

Villar del Olmo

Mi idea era dividir la mañana en dos partes: visitar las calles del pueblo a primera hora para aprovechar la luz tan buena que hay a esas horas y ya un poco más tarde dirigirme a los montes que hay en los alrededores para poder hacer algunas fotografías de paisaje desde las alturas.

Así lo hice, de modo que las calles de Villar del Olmo fueron las primeras en verme. Unas calles en las que ni había nadie ni se escuchaba un sólo ruido a las nueve de la mañana y que me sorprendieron por la cantidad de toques de color (flores, remates en las fachadas, toldos…) que hay repartidos por todo el pueblo. También me pareció especialmente bonita la plaza del ayuntamiento, donde todo está limpio y cuidado.

Entre los detalles que llamaron mi atención, tal vez el más curioso sea el modo en que han pintado los marcos de la puerta y una de las ventanas en cierta vivienda, ya que nada más verla imaginé que ahí deben de vivir dos personas muy futboleras: una del Atlético de Madrid y la otra del F.C. Barcelona. No sé si tendré razón, pero os aseguro es una casa que llamará la atención de todo el que pase por delante.

Pero bueno, como siempre se ha dicho que una imagen vale más que mil palabras y ya os he aburrido bastante os dejo a continuación con las fotografías que tomé en las calles de Villar del Olmo para hablar después de la segunda parte de la excursión:

Un rincón de Villar del Olmo

Un rincón de Villar del Olmo

Un rincón de Villar del Olmo

Un rincón de Villar del Olmo

Un rincón de Villar del Olmo

Un rincón de Villar del Olmo

Un rincón de Villar del Olmo

Un rincón de Villar del Olmo

Un rincón de Villar del Olmo

Un rincón de Villar del Olmo

Un rincón de Villar del Olmo

Un rincón de Villar del Olmo

Los alrededores del pueblo

Una vez recorridos muchos rincones del pueblo, a eso de las once me dirigí hacia los campos que lo rodean con idea de retratar desde alguna zona más o menos alta los paisajes del valle en el que está situado Villar del Olmo. Ahí es donde pasé calor de verdad, porque si bien en las calles se estaba bastante fresco, una vez que me metí entre viñedos, campos de patatas y senderos pedregosos empecé a sentir el peso del sol dándome de lleno en la espalda (y el de mi equipo fotográfico cuando el camino se empinaba).

Aun así disfruté mucho la subida al monte, trayendo de regreso a mi mente sensaciones e incluso olores (tengo una memoria olfativa prodigiosa) de las excursiones que hacía en Oropesa del Mar hace años al monte Bobalar y sus alrededores para poder disfrutar de las vistas de mi localidad de vacaciones. Parece mentira que con sólo dar un simple paseo por el campo uno pueda sentir tantas cosas agradables, pero por desgracia esto es algo que cuando se está acostumbrado al modo de vida en la ciudad se puede llegar a olvidar.

Al igual que antes, os dejo con unas imágenes que os contarán mejor que yo lo que vi por aquellos lugares:

Un rincón de Villar del Olmo

Un rincón de Villar del Olmo

Un rincón de Villar del Olmo

Un rincón de Villar del Olmo

Un rincón de Villar del Olmo

De regreso a Alcalá

Y así terminó la mañana en Villar del Olmo. La hora de comer se acercaba y mi coche me estaba esperando junto a la carretera. Ya sólo me quedaba llegar hasta él, acomodarme detrás del volante y conducir hasta Alcalá después poco más de media hora de carreteras sinuosas.

Un rincón de Villar del Olmo

Como os decía al principio, llegué a casa bastante cansado pero contento por haber visitado un rincón de nuestra geografía que me llamaba bastante la atención desde hace tiempo. Ah, y no será la última excursión de este tipo; eso seguro… 😉

Rincones, rincones, rincones…

Los que me conocéis de hace tiempo ya sabéis lo especial que es para mí esta localidad castellonense en la que he pasado todos los veranos de mi vida y alguna que otra semana santa. Sus rincones y sus vistas al mar suponen una tentación que no soy capaz de dejar de fotografiar, así que ahí van algunos lugares que estos días me han resultado especialmente pintorescos.

Digamos que es mi pequeño homenaje gráfico al lugar que me ha servido de escenario para mil y una aventuras y al que puede que dentro de poco tenga ocasión de devolverle con creces todo lo que me ha dado en estos años.

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Algodón

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Alcalá desde la torre de Santa María

Existe una torre anexa a la plaza de Cervantes que, junto con las capillas del oidor y de Antezana, es lo único que queda en pie de la Iglesia de Santa María La Mayor, que se erigía en ese lugar hasta que un incendio provocado acabó con la nave central del templo durante los primeros compases de la guerra civil española tal y como os comenté en la entrada número de 86 de Alcalá de Henares ayer y hoy.

A modo de curiosidad os comentaré que pese a que es cierto que una bomba acabó por destrozar del todo la maltrecha iglesia, el incendio provocado al que me refería hace un momento fue lo primero que causó grandes daños al conjunto arquitectónico. Dato que podéis consultar el la página 301 del libro «Alcalá de Henares. Crónica general» de Luis M. de Diego y que yo mismo desconocía hasta que el propio Baldomero Perdigón me lo comentó en uno de nuestros encuentros por las calles de la ciudad (muchísimas gracias desde aquí por el apunte histórico).

Torre de la Iglesia de Santa María La Mayor

Para sorpresa de muchos (entre los que me incluyo) tras el verano comenzaron unos trabajos de restauración en la propia torre con objeto de abrirla al público; cosa que sucedió oficialmente durante la celebración del mercado medieval 2009. Tras muchos años preguntándome cómo se vería la plaza de Cervantes desde aquel lugar al que otros fotógrafos (como el propio Baldomero Perdigón) habían tenido acceso décadas antes, por fin iba a tener la oportunidad de llevar mi cámara a uno de los lugares más elevados de la ciudad.

Pues bien, el día llegó: hoy Domingo a las 12 de la mañana por fin pude subir allí arriba y contemplar Alcalá desde las alturas con mis propios ojos. Ah, y me gustaría que constara en acta que durante mi visita a la torre me acordé varias veces de Ángeles, una fiel lectora de este blog que tenía muchas ganas de que me subiera ahí arriba. Sé que disfrutará viendo estas fotografías tanto como he disfrutado yo al hacerlas  😉

Subiendo a la torre

Torre de la Iglesia de Santa María La Mayor

Lo primero que me gustaría comentaros es que la subida por la escalera de caracol consiste en 109 escalones, que si bien no cansan demasiado (al menos yo llegué arriba del tirón pudiendo hablar con normalidad) sí que marean un poco por obligarnos a estar girando constantemente. En cualquier caso, si tenéis vértigo os recomiendo que no miréis hacia abajo porque toda la estructura está realizada en metal forjado y las planchas sobre las que caminamos son de rejilla metálica. Una vez que estás arriba impresiona bastante observar la cantidad de aire que existe entre la suela de nuestros zapatos y el cemento que hay abajo.

Torre de la Iglesia de Santa María La Mayor

Alcalá desde las alturas

Pero bueno, una vez arriba las vistas son geniales. Además, la persona de turismo que nos acompaña se dedicará a contarnos un poco la historia de la ciudad y algunas curiosidades; por lo que el interés de la visita no se limita únicamente a las espectaculares vistas. De todos modos, lo que quiero compartir hoy con vosotros son las imágenes de los alrededores de la torre que he captado hace apenas unas horas, así que con ellas os dejo asegurándoos que habrá continuación, pues el día estaba bastante nublado y a lo lejos no se veía con demasiada claridad. En un día que luzca el sol volveré allí para centrarme en los horizontes que se pueden contemplar desde lo alto de la torre.

Torre de la Iglesia de Santa María La Mayor

Torre de la Iglesia de Santa María La Mayor

Torre de la Iglesia de Santa María La Mayor

Torre de la Iglesia de Santa María La Mayor

Por cierto, en el momento de hacer las fotografías acababa de terminar una carrera popular que tuvo lugar por las calles de la ciudad, así que todos esos puntos de vivos colores que veis por la plaza no son otra cosa que los corredores reponiendo energías después del esfuerzo.

Torre de la Iglesia de Santa María La Mayor

Torre de la Iglesia de Santa María La Mayor

Torre de la Iglesia de Santa María La Mayor

Torre de la Iglesia de Santa María La Mayor

Información útil para visitar la torre

– Las visitas tendrán lugar durante los Sábados y Domingos de Noviembre y Diciembre.

– Hay trece turnos de visita y en cada uno pueden subir un máximo de seis personas:

Mañanas:  10:00, 10:30, 11:00, 11:30, 12:00, 12:30, 13:00, 13:30

Tardes:  16:00, 16:30, 17:00, 17:30, 18:00

– Las visitas son completamente gratuitas hasta fin de año. A partir del 1 de Enero se supone que se empezará a cobrar por subir a la torre, pero todavía no hay nada definitivo sobre esto.

– Es necesario reservar plaza previamente en la oficina de turismo. Podéis llamar al 91 889 26 94 para informaros.

– Por el tipo de suelo que hay en el interior de la torre no se puede subir con zapatos de tacón (no serías la primera en tener que dar la vuelta por este pequeño detalle, según me comentó la guía de la torre).

– Podéis llevar cámara de fotos o de vídeo; pero no trípode, pues ni el suelo es apto para ello ni hay espacio allí arriba para desplegar sus patas. En cualquier caso, no hay mucho tiempo para hacer fotografías, pues la duración de la visita está calculada de tal modo que poco después de la finalización de la charla hay que ir pensando en regresar para dar paso al siguiente grupo.