Review: Trustfire Mini-08

Si en la introducción de la review de la Trustfire Mini-07 hablábamos de parentescos, al modelo de hoy sí que la podemos considerar la hermana mayor de aquella ya que por material, tamaño, peso, funcionamiento, lumens y nomenclatura parece claro que hoy estamos ante una versión a escala ampliada: vamos a echar un vistazo a la Trustfire Mini-08.

Como iremos desgranando en este artículo, estamos ante una linterna que aunque con algunas diferencias estéticas, es como si simplemente hubieran inflado a la Mini-07 para crear un modelo con una batería más grande y una capacidad lumínica mayor. De hecho me llegaron las dos en el mismo paquete y me hizo mucha gracia pensar que podría meter una dentro de la otra como si de Matrioshkas se tratara.

Y aunque parezca que con esto ya estaría todo listo, sería muy triste dejar la review así; de modo que vamos a ir repasando los apartados habituales.

El cuerpo

La Mini-08 está fabricada en acero inoxidable 304 y tiene unas dimensiones de 74 mm de largo por 20 de diámetro. El peso se queda en 60 gramos, lo que hace que si la echamos al bolsillo notemos su peso. Lo bueno es que la solidez de esta linterna no deja lugar a dudas y tiene toda la pinta de que podemos usarla para cascar nueces en Navidad.

En cuanto a la estructura constructiva, al igual que su hermana pequeña, podemos separarla en cuatro piezas: cabeza, cuerpo, batería 16340 recargable de 880 mAh (que se incluye con la linterna) y tapa trasera; todo ello en acero inoxidable y con unas roscas estupendamente torneadas.

La recarga de la batería se realiza a través de un puerto microUSB y os puedo decir que durante la carga de la misma el cuerpo de la linterna se calienta hasta niveles casi alarmantes durante la hora y media que dura el proceso. Lo curioso del tema es que si en ese momento desenroscas la tapa trasera y sacas la pila, esta no está tan caliente como el propio cuerpo de la linterna, por lo que aunque sea una cosa muy llamativa no parece algo peligroso. Por cierto, el LED que indica el estado de la carga pasa de rojo a verde cuando ha terminado de cargar.

El relieve de la linterna consiste en ranuras longitudinales regulares en la parte central y la tapa trasera y una serie de rebajes en la cabeza junto a un anillado transversal en la zona delantera. El agarre es bueno gracias a la propia naturaleza del acero inoxidable, aunque el ranurado tambien ayuda a que no se nos resbale de las manos.

La resistencia a los elementos viene dada por una certificación IPx4 que la hace apta para poco más que una lluvia torrencial y en cuanto a caídas si se nos cae desde una altura máxima de 1,5 metros en teoría no debería de pasarle nada.

La luz

El LED que incorpora la Mini-08 es un Creed XP-G2 y en esta ocasión contamos con un reflector liso en lugar de la cada vez más habitual lente TIR de casi todos los modelos de pequeño tamaño. Y aunque siempre digo que los reflectores me parecen elementos mucho más estéticos, he de decir que me estoy acostumbrando a las TIR y veo que la proyección del halo de luz de este modelo no es nada regular, teniendo una serie de anillos concéntricos que no puedo dejar de ver si la luz da en una superficie lisa.

En cuanto a los modos de luz, tenemos tres que vamos a ir recorriendo en bucle: arrancamos en un modo Alto de 300 lumens con una autonomía de unos 45 minutos. Si soltamos y apretamos la cabeza pasaremos a un modo Medio de 150 lumens y 90 minutos de duración a base de un PWM de unos 200 Hz. Un nuevo giro nos llevará al modo Estroboscópico que no sé cuánto durará ni tengo ganas de comprobarlo para no sufrir un ataque epiléptico.

Las sensaciones

Lo mejor de la Mini-08 es enroscar y desenroscar tanto su cabeza como la tapa trasera por el delicioso tacto de sus roscas. Sé que es un punto de vista un poco friki, pero es que para mí es así. La luz que emite este modelo no es muy suave por el diseño del reflector, los dos modos que tiene son demasiado potentes para lo que yo suelo emplear y encima para mi gusto tiene exceso de peso; pero al menos podemos usarla para jugar con ella como si fuera una especie de totem o de fidget-toy.

Si le busco un rival sólo se me ocurre la Olight S1 Baton tanto por dimensiones como por intensidad lumínica y la batería que emplea, pero en la que hoy nos ocupa echo en falta el modo moonlight que tanto aprecio en cualquier linterna.

Aun así, creo que la Olight juega en un escalón superior por acabados, funcionalidad y elegancia, ya que aunque soy muy fan del acero inoxidable he de reconocer que empleado en las linternas creo que el acabado es demasiado basto, y que puestos a elegir un aspecto plateado prefiero el del titanio.

Igual que en la Mini-07 las líneas transversales para mejorar el agarre tenían un buen grosor, en esta curiosamente son muy finas y para mi gusto estéticamente no quedan muy bien; sobre todo en la tapa trasera donde la apariencia es que las han hecho con una microradial.

Aun así la Mini-08 tiene detalles chulos como los anillos en el extremo de su cabeza o los rebajes que tiene a continuación, los cuales de alguna manera le dan un acabado que me recuerda un poco a los sables laser de Star Wars. La veo un poco recargada, pero es que hacer un simple cilindro metálico tampoco tendría mucha gracia, ¿no?

Sea como sea, al igual que en el caso de la Mini-07 la veo orientada a un entorno profesional donde podamos necesitar un modelo robusto y que nos de bastante luz; y es ahí donde este modelo que estamos analizando hoy puede que encaje mejor.

Conclusión

Me compré la Mini-08 junto a su hermana pequeña porque me pareció interesante hacerme con dos linternas que parecen hechas una a semejanza de la otra pero en diferentes tamaños, fabricadas en acero inoxidable y además a un precio bastante económico. Es curioso, pero pese a ser de mayor tamaño la Mini-08 es algo más económica que la Mini-07, costando entre 10 y 12 euros según dónde la compremos. Por cierto, os dejo con una imagen en la que aparecen las dos linternas de Trustfire y en el centro mi adorada Thrunite Ti Hi.

¡Nos leemos en la siguiente review!

Review: Trustfire Mini2

Como ya os anuncié en la entrada sobre la Olight i1R 2 EOS Desert Tan, tenía pensado hablaros de algún otro modelo de parecidas dimensiones. Pues bien, la que vamos a ver hoy es una de las linternas más pequeñas que existen en el mercado y capaz además de dar una intensidad lumínica sorprendente: la Trustfire Mini2.

El cuerpo

El cuerpo de la Mini2, fabricado en aluminio con recubrimiento anodizado de tipo III en color negro, tiene una longitud de 39 mm y un diámetro de 14 mm, contando con un peso de tan sólo 11 gramos incluyendo la batería tipo 10180 de 80 mAh como la que equipan casi todas las linternas de esta categoría. Según Trustfire cuenta con certificación IPx8 (lo que la hace sumergible hasta un metro de profundidad) y soporta caídas de hasta un máximo de 2 metros de altura.

Aunque es cierto que la miniaturización de la electrónica sigue en constante evolución, no veo factible que alguien pueda fabricar una linterna con unas dimensiones muy inferiores a esta que hoy os presento. Lo mismo dentro de un par de años me tengo que comer mis palabras, pero creo que reducir más las cotas haría que manejar la linterna fuera una tarea exclusiva para manos de relojero.

En este caso, a diferencia de la Olight, la batería es reemplazable por el usuario desenroscando la tapa trasera de la linterna, de modo que podemos desguazarla en cuatro partes como podéis apreciar en la siguiente fotografía:

Como veis, con la linterna así desmontada se corre el riesgo de perder cualquiera de sus piezas porque son tremendamente pequeñas (fijaos en la moneda de dos euros a modo de comparación). Podéis cargar la batería en un cargador externo si sois capaces de dar con uno que acepte baterías tan pequeñas; pero lo mejor creo que es cargar la batería en la propia linterna y de ese modo sólo tendréis que desacoplar la cabeza, ya que el conector microUSB está en la rosca plateada de la parte superior del cuerpo.

Durante la carga se encenderá en color rojo un discretísimo LED alojado bajo una lámina blanca que pasará a verde cuando esta haya finalizado. Si habéis dejado la batería seca la carga de la misma durará aproximadamente una hora y durante el proceso la linterna no se calienta lo más mínimo.

Ya conocía este pequeñísimo formato de batería por la Wuben G338 que analicé hace tiempo aquí, pero no dejo de sorprenderme cada vez que la saco de la linterna y la sostengo en mi mano: su tamaño es como el de una judía blanca y parece mentira que algo así pueda almacenar energía como para sacar luz (a pocos lumens, claro está) durante horas.

Si le quitáis la anilla que trae en la parte trasera podréis poner la linterna en vertical haciendo tailstanding de modo que podéis lanzar la luz hacia el techo de la estancia para que así rebote y se difunda mejor. Por cierto, en la caja se incluye una segunda anilla (de un tamaño algo superior a la que viene acoplada), una junta tórica de recambio y un cable de carga microUSB de unos 20 cm de longitud.

La luz

Es sorprendente cómo de algo tan minúsculo como este modelo de linterna puedan salir 5 lumens durante la friolera de 7 horas y media sin rastro de PWM o unos bestiales 220 lumens durante 23 minutos. En serio, si la Wuben ya dejaba bocas abiertas cuando la ponías en el modo Alto con sus 130 lumens, imaginaos esta que es capaz de sacar aproximadamente un 70% más de intensidad lumínica. Es como si de la punta de tus dedos surgiera luz como para alumbrar toda una habitación.

Si os fijáis en la lente TIR que recubre el LED (un CA18-3X de la marca Genesis Photonics) veréis que tiene una pequeñísima área central con una textura rugosa para distribuir de forma más uniforme la luz en esa parte del haz. Cuando encendemos la linterna en el modo Bajo veremos que la luz sale únicamente de un pequeño punto, que no es otra cosa que el emisor LED. Sin embargo, cuando cambiamos al modo Alto veremos cómo la lente TIR hace su función y toda ella resplancede con fuerza (ojo, no miréis muy directamente que duele) distribuyendo la luz de forma más amplia.

Aun así, a diferencia de otros modelos similares en los que todo el haz es uniforme, en la Mini2 se aprecia una zona central de perfil cuadrado y bordes amarillentos en la que la luz es algo más intensa y tiene un mayor alcance pero sin que esto implique que el resto del haz (cuyo perímetro exterior es de forma circular) quede en penumbra como ocurre en linternas más orientadas al alcance puro y duro. Como ya os he contado alguna vez, la ventaja de las lentes TIR es que los diseñadores pueden controlar muy bien cómo quieren que se distribuya la luz que arroja la linterna aunque lo malo es que no tienen la bonita estética de los reflectores.

Como suele ser habitual en este tipo de linternas, desde la posición de apagado la encenderemos en modo Bajo girando la cabeza en sentido horario y si seguimos dando vueltas en el mismo sentido pasaremos al modo Alto. Para volver al modo Bajo y posteriormente apagarla sólo tenemos que girar la cabeza (la de la linterna, no la vuestra) en el sentido contrario. Simple y efectivo.

Por último, no quiero dejar de pasar por alto que la Mini2 se calienta bastante cuando usamos el modo Alto. Es lógico porque estamos sacando 220 lumens de un cuerpo muy pequeño y por tanto el calor que se genera en su interior es importante. No llega a quemar pero sí que alcanza un punto cuando ya lleva unos 10 minutos encendida en el que llega a ser molesto. Aun así, lo habitual es que si usamos el modo Alto sea por breves periodos de tiempo, empleando este modelo por su filosofía casi siempre en modo Bajo, donde la linterna no se calienta nada y la batería dura muchísimo más.

Las sensaciones

Me gusta el tacto sólido como una roca de esta linterna y a la vez lo pequeña que se nota en las manos. Creo que es importante en unos modelos que están destinados a convivir en el bolsillo con llaves y monedas que no tendrán piedad ninguna de ellas; y es que si no están fuertemente construidas acabarán prácticamente deshechas al poco tiempo de usarlas por el duro trato al que se las somete.

Desde luego no es el caso de ninguna de las tres linternas de este tamaño que hasta el momento he analizado aquí y que os muestro en las dos siguientes fotografías una junto a otra para que os hagáis una idea de las diferencias y semejanzas que hay entre ellas.

Como podéis apreciar, la más pequeña (por unos milímetros) es la Mini2, seguida por la Wuben y en último lugar la Olight con su sistema de cuerpo extensible para cargar la batería, que es lo que la hace especial respecto a sus compañeras, así como un diámetro ligeramente mayor. Pero como os decía antes, podéis confiar en cualquiera de las tres como fiel compañera de batallas porque están construidas con la resistencia como pilar fundamental.

Lo que no me acaba de convencer del todo en la Mini2 es la sensación de fragilidad de su rosca trasera si andamos quitándola y poniéndola, ya que sus hilos son tan finos que a veces la tapa entra un poco de lado y como intentes hacer fuerza lo mismo te la cargas, que es aluminio y es débil. Una razón más para no cargar la batería fuera de la linterna, ya que esto que os digo ocurre en la rosca de la tapa trasera, necesaria únicamente para extraer la batería. La rosca de la cabeza está hecha con la durabilidad en mente y tiene un tacto mucho más sólido.

Aparte de esto, estéticamente creo que estamos ante una linterna bonita y elegante; sobre todo en la parte del enganche trasero por su sobria combinación de aristas y curvas y también en las discretas líneas que recorren su cabeza en sentido longitudinal. No me parece tan refinada la lente TIR con esos cuatro puntos que tiene y que no sé muy bien para qué están ahí en medio, pero bueno, tampoco es una cosa que vayamos a estar mirando constantemente, así que podré vivir con ello.

Conclusión

La Trustfire Mini2 es una linterna para llevar encima y no darnos cuenta de ello. Lo más seguro es que la utilicemos en su modo Bajo por dar una potencia lumínica suficiente para pequeñas tareas, pero seguro que no nos resistimos a hacer uso de su modo Alto; sobre todo a la hora de mostrar lo que este mini-modelo puede hacer, aunque hemos de ser conscientes de que así nos quedaremos sin batería en poco tiempo.

Yo hubiera metido un modo Alto menos potente pero que llegara a unos 45 minutos de autonomía, ya que los 23 minutos que da (y por mis pruebas ese es el tiempo más o menos que le vamos a poder exprimir a su 10180) se me hace un poco corto; pero he de reconocer que la luz que emite en ese caso es alucinante para ser un modelo tan pequeño. Ya lo decían en Blade Runner: «La luz que brilla con el doble de intensidad, dura la mitad de tiempo».

¡Nos leemos!

Más información

Review: Trustfire Mini-06

Parece claro que Trustfire le puso el ojo encima a la Olight i3E EOS a la hora de diseñar una linterna sencilla, fabricada en aluminio, con un único modo, alimentada mediante una pila AAA y con cabezal giratorio. Como fan que soy de este tipo de modelos, quise ver con mis propios ojos qué tal es y qué puede ofrecer la Mini-06.

Lo bueno de este tipo de linternas es que abultan tan poco que prácticamente desaparecen en el bolsillo y puesto que la i3E ya la tengo en varios tonos (y materiales), opté por el rojo a la hora de comprar la Mini-06, ya que hasta ahora en mi colección tan sólo tenía una linterna de ese color. Sé que no me va a aportar gran cosa, pero tenía ganas de probar esta linterna de Trustfire que además tiene un coste de unos 10 euros por lo que si me sale rana tampoco es una gran pérdida.

El cuerpo

Como os comentaba, el cuerpo de la linterna es de aluminio anodizado (en caso en un color rojo intenso) contando con unas dimensiones de 60 mm de longitud por 14 mm de diámetro y un peso de 7,5 gramos sin pila. Si la memoria no me falla es el modelo más ligero de todas las que poseo y veo complicado poder bajar de este punto en esta gama de linternas sin comprometer la robustez (tal vez usando un grosor del metal tipo lata de Coca-Cola, pero se chafaría a la más mínima presión).

Si conocéis las especificaciones de la Olight que os comentaba antes podéis aplicarlas casi directamente a esta Mini-06: modo único que da 90 lumens durante 40 minutos, LED de la marca Philips, cabeza giratoria, enganche para anilla en la parte trasera, ranuras longitudinales en el cuerpo y la cabeza para mejorar el agarre… ¡Pero si hasta las minúsculas placas electrónicas para controlar el LED parecen calcadas en su diseño!

El anodizado aplicado parece que resistirá más o menos bien el paso del tiempo, pero se aprecian pequeños fallos en las terminaciones en zonas como el enganche trasero para la anilla o alguna de las ranuras longitudinales del cuerpo. Aun así son mínimas rebabas que sólo se ven con lupa y a simple vista no observaremos fallo alguno.

No quiero dejar de pasar por alto que las roscas, aunque perfectamente torneadas, venían sin ningún tipo de lubricación, de modo que antes de estrenarla apliqué un poco de grasa de silicona tanto a las propias roscas como a la junta tórica que va alojada en esa zona porque de no hacerlo al final el material se desgasta del roce y perderemos tanto el buen tacto al girar la cabeza como la estanqueidad de la linterna.

La luz

El encargado de proporcionar la luz es un LED Philips idéntico al que llevan las i3E. Al igual que estas, la linterna incorpora una lente TIR que controla el haz de forma que no hay rebordes brillantes y la luz se distribuye uniformemente en una proyección perfectamente circular. Es una pena, pero en los últimos tiempos este tipo de lentes le están tomando el relevo a mis admirados reflectores en las linternas de pequeño tamaño.

Como en la mayoría de este tipo de modelos, la luz es muy blanca resaltando los elementos de la escena que estamos iluminando; dejando de lado CRI elevados que buscan una reproducción de los colores más fiel a la realidad.

Las sensaciones

La sencillez es la bandera de la Trustfire Mini-06. Sencillez que, al igual que en el caso de la i3E, valoro muy positivamente porque es algo que siempre me da sensación de fiabilidad. No hay muchas cosas que puedan fallar en una linterna como esta, y si llevamos con nosotros una buena cantidad de pilas AAA podemos estar tranquilos ante nuestras posibles necesidades lumínicas.

Al final es una cuestión de prioridades, y si la nuestra es la del uso ocasional un modelo como el que hoy nos ocupa puede ser una buena opción si, como en mi caso, valoráis tener una luz siempre a mano.

Por supuesto, con 90 lumens no podemos pretender alumbrar un sendero de alta montaña en una noche sin luna; pero sí que viene bien tenerla a mano para cosas del día a día que a veces veremos con más claridad si le pegamos una ráfaga de luz: ese salto del automático de casa a la hora de cenar, cuando se nos cae algo y rueda debajo del sofá, alumbrar debajo del coche en el garaje en busca de una fuga de refrigerante…

Eso sí, al no tener modo moonlight ni nada que se le parezca no nos será útil para levantarnos de la cama en mitad de la noche sin molestar, porque en esas circunstancias 90 lumens son demasiados como para pasar desapercibido.

Me encanta lo liviana que es cuando la sacas de su blister (en el que, por cierto, se incluye de regalo una pila AAA recargable de 1,2 V) porque parece hecha de papel. Al final es lógico, ya que se compone nada más que de un cuerpo de aluminio, una minúscula placa de circuito, el LED, la lente TIR y una pequeña anilla; pero es que son siete gramos y medio, y os aseguro que de primeras impresiona.

También, como fan que soy de las i3E, me llama mucho la atención lo idénticos que son ambos modelos hasta el punto de que intenté intercambiar sus cabezas pero el paso de rosca es diferente y no encaja. Sé que poca variedad puede haber en este tipo de linternas que funcionan mediante una pila AAA, pero aun así si os fijáis en las que han pasado por aquí se pueden hacer cosas con formas distintas, materiales alternativos, emplear otros LEDs, reflectores variados, diversos modos de funcionamiento… Pero en el caso de la Mini-06 la gente de Trustfire decidió fusilar directamente el diseño del modelo más sencillo de Olight.

Evidentemente algunas diferencias hay, sobre todo en los relieves del cuerpo, ya que el de la Mini-06 es más recto y con menos oquedades como podéis ver en la foto de aquí arriba. Eso hará que con el tiempo el desgaste del anodizado sea más uniforme y no ocurra como en el modelo negro que está a su lado, que tiene zonas absolutamente devoradas y otras en las que está prácticamente intacto.

De cualquier modo, si en la vista lateral hay parecidos, en la vista frontal de las cabezas sí que la igualdad es absoluta. Y para muestra os dejo a continuación con una foto en la que si no fuera por los colores y los ranurados os costaría diferenciar la Trustfire de las dos i3E. Fijaos en que los LED y los reflectores TIR son exactamente idénticos.

Conclusión

Como os decía al principio, la Mini-06 es una linterna que me apetecía tener para ponerla junto a la Olight i3E y ver sus analogías y sus diferencias. Como habéis visto, son dos modelos prácticamente iguales en forma y prestaciones que sólo se diferencian por pequeños detalles. Más allá de eso, es una linterna muy válida para acompañarnos en un llavero o un bolsillo sin que si quiera nos demos cuenta de que está ahí.

¿Sabéis? Si nunca habéis probado una linterna de este tipo y tenéis ganas de haceros con una, este modelo puede ser un buen punto de partida para iniciaros en una afición que, con el tiempo, puede que os llegue a enganchar tanto como a mí.