Existe una torre anexa a la plaza de Cervantes que, junto con las capillas del oidor y de Antezana, es lo único que queda en pie de la Iglesia de Santa María La Mayor, que se erigía en ese lugar hasta que un incendio provocado acabó con la nave central del templo durante los primeros compases de la guerra civil española tal y como os comenté en la entrada número de 86 de Alcalá de Henares ayer y hoy.
A modo de curiosidad os comentaré que pese a que es cierto que una bomba acabó por destrozar del todo la maltrecha iglesia, el incendio provocado al que me refería hace un momento fue lo primero que causó grandes daños al conjunto arquitectónico. Dato que podéis consultar el la página 301 del libro «Alcalá de Henares. Crónica general» de Luis M. de Diego y que yo mismo desconocía hasta que el propio Baldomero Perdigón me lo comentó en uno de nuestros encuentros por las calles de la ciudad (muchísimas gracias desde aquí por el apunte histórico).

Para sorpresa de muchos (entre los que me incluyo) tras el verano comenzaron unos trabajos de restauración en la propia torre con objeto de abrirla al público; cosa que sucedió oficialmente durante la celebración del mercado medieval 2009. Tras muchos años preguntándome cómo se vería la plaza de Cervantes desde aquel lugar al que otros fotógrafos (como el propio Baldomero Perdigón) habían tenido acceso décadas antes, por fin iba a tener la oportunidad de llevar mi cámara a uno de los lugares más elevados de la ciudad.
Pues bien, el día llegó: hoy Domingo a las 12 de la mañana por fin pude subir allí arriba y contemplar Alcalá desde las alturas con mis propios ojos. Ah, y me gustaría que constara en acta que durante mi visita a la torre me acordé varias veces de Ángeles, una fiel lectora de este blog que tenía muchas ganas de que me subiera ahí arriba. Sé que disfrutará viendo estas fotografías tanto como he disfrutado yo al hacerlas 😉
Subiendo a la torre

Lo primero que me gustaría comentaros es que la subida por la escalera de caracol consiste en 109 escalones, que si bien no cansan demasiado (al menos yo llegué arriba del tirón pudiendo hablar con normalidad) sí que marean un poco por obligarnos a estar girando constantemente. En cualquier caso, si tenéis vértigo os recomiendo que no miréis hacia abajo porque toda la estructura está realizada en metal forjado y las planchas sobre las que caminamos son de rejilla metálica. Una vez que estás arriba impresiona bastante observar la cantidad de aire que existe entre la suela de nuestros zapatos y el cemento que hay abajo.

Alcalá desde las alturas
Pero bueno, una vez arriba las vistas son geniales. Además, la persona de turismo que nos acompaña se dedicará a contarnos un poco la historia de la ciudad y algunas curiosidades; por lo que el interés de la visita no se limita únicamente a las espectaculares vistas. De todos modos, lo que quiero compartir hoy con vosotros son las imágenes de los alrededores de la torre que he captado hace apenas unas horas, así que con ellas os dejo asegurándoos que habrá continuación, pues el día estaba bastante nublado y a lo lejos no se veía con demasiada claridad. En un día que luzca el sol volveré allí para centrarme en los horizontes que se pueden contemplar desde lo alto de la torre.




Por cierto, en el momento de hacer las fotografías acababa de terminar una carrera popular que tuvo lugar por las calles de la ciudad, así que todos esos puntos de vivos colores que veis por la plaza no son otra cosa que los corredores reponiendo energías después del esfuerzo.




Información útil para visitar la torre
– Las visitas tendrán lugar durante los Sábados y Domingos de Noviembre y Diciembre.
– Hay trece turnos de visita y en cada uno pueden subir un máximo de seis personas:
Mañanas: 10:00, 10:30, 11:00, 11:30, 12:00, 12:30, 13:00, 13:30
Tardes: 16:00, 16:30, 17:00, 17:30, 18:00
– Las visitas son completamente gratuitas hasta fin de año. A partir del 1 de Enero se supone que se empezará a cobrar por subir a la torre, pero todavía no hay nada definitivo sobre esto.
– Es necesario reservar plaza previamente en la oficina de turismo. Podéis llamar al 91 889 26 94 para informaros.
– Por el tipo de suelo que hay en el interior de la torre no se puede subir con zapatos de tacón (no serías la primera en tener que dar la vuelta por este pequeño detalle, según me comentó la guía de la torre).
– Podéis llevar cámara de fotos o de vídeo; pero no trípode, pues ni el suelo es apto para ello ni hay espacio allí arriba para desplegar sus patas. En cualquier caso, no hay mucho tiempo para hacer fotografías, pues la duración de la visita está calculada de tal modo que poco después de la finalización de la charla hay que ir pensando en regresar para dar paso al siguiente grupo.
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