Review: Olight Obulb

A primera vista la Obulb parece uno de esos proyectos creativos ideados durante las horas libres de algún ingeniero de la marca tanto por su filosofía de uso como por los detalles diferenciadores que posee. Sea como sea, esta última creación de Olight es un producto práctico, liviano y muy original que puede cumplir perfectamente tanto para uso personal como para regalar.

El cuerpo

A diferencia de todas las linternas que han pasado por aquí la Olight tiene forma de bola contando con una base plana para darle estabilidad. La semiesfera superior es de plástico blanco traslúcido que no permite ver su interior, que es precisamente donde se alojan los LEDs que producen la luz que emite este modelo.

Por su parte, la mitad inferior está forrada de goma (con el logo de la marca, el nombre del modelo y el número de serie escritos sobre su superficie) y en ella reside tanto la electrónica de control como el sistema de carga magnética y también la batería de polímeros de litio de 630 mAh que le otorga la autonomía necesaria para que este modelo cobre pleno sentido.

Esta base se une herméticamente con la semiesfera superior en un anillo de apariencia metálica del típico azul brillante tan presente en esta marca de linternas. Hablando de colores, la Obulb está disponible con la base en colores rojo, verde, naranja, gris, morado y rosa.

Las dimensiones de la Obulb son de 54 mm de anchura por 48 mm de altura, por lo que podemos decir que es sólo ligeramente más grande que una bola de golf para que así os hagáis una idea mental de lo que abulta. En cuanto al peso, es bastante liviana porque son apenas 55 gramos.

Ya os adelanto que no hay posibilidad de abrir la Obulb sin romperla y que todo lo que se puede tocar está en su base; y es que si le damos la vuelta lo primero que nos va a llamar la atención son los tres contactos metálicos de color dorado que no son otra cosa que su sistema de carga magnético. Como es lógico esto necesita de un cable de carga especial, que es el mismo que emplea la Baton 3 de la misma marca (referencia MCC 1A) y que se alimenta a través de un puerto USB.

Este cable de carga tiene una pequeña superficie transparente junto a la base que se acopla a la linterna que se iluminará en rojo mientras dure el proceso de recarga (el cual se realiza a razón de 5V y 0,65 A y dura unas dos horas en el caso de que la batería esté completamente agotada) y pasará a color verde una vez que esté totalmente llena de energía.

Aprovechando esa característica de carga magnética podemos colocar la Obulb sobre ciertas superficies metálicas de forma bastante firme. No la pondría en el capó de un coche circulando por la autopista pero sí que aguanta perfectamente en la puerta de un frigorífico o si le acoplamos un gancho metálico y la colgamos boca abajo de una cuerda (esto lo sugiere la propia Olight en las promos de este modelo para su uso en tiendas de campaña y similares) gracias a su bajo peso. Comentar que este modelo no cuenta con ningún tipo de anilla, anclaje o similar en el poder poner una correa directamente, dependiendo toda sujección de la mencionada base magnética.

Por último, el único botón de control con el que cuenta la Obulb también está en su base, aunque más que un botón es un área gracias a la cual podemos presionar en buena parte de la superficie central de la base, con lo cual nunca fallaremos una pulsación porque además tiene muy buen tacto. Luego hablaremos de la funcionalidad de este botón, pero de momento lo que quería es que viérais que todo lo que tiene esta linterna se encuentra en su cara inferior.

En cuanto a resistencia a los elementos, según la propia marca la Obulb aguanta caídas de hasta 1,5 metros de altura sin romperse y posee certificación IPX7, que la convierte en resistente a salpicaduras y, lo que es más, por su diseño podemos usarla a modo de «vela flotante» para montarnos un SPA en casa. Eso sí, nunca debemos ponerla a cargar sin secarla previamente, pues podríamos cortocircuitar los contactos del cargador quemándolo.

Como os decía antes, la linterna posee un imán en su base que sirve tanto para acoplar su cargador como para que la Obulb pueda fijarse sobre materiales ferromagnéticos; pero si por lo que sea tenemos la necesidad de ponerla muy habitualmente sobre una superficie en la que el imán no funcione, en la caja viene una «moneda» con adhesivo en una de sus caras que podremos pegar sólidamente en vídrio, madera, cemento… sobre la cual la linterna se queda pegada perfectamente. Eso sí, esta placa metálica circular es de un sólo uso, y una vez pegada si la queréis reutilizar tendréis que buscaros la vida para quitarla, retirar los restos de adhesivo y aplicar algo que le permita volver a fijarse con firmeza.

La luz

La luz que emite la Obulb es, en general, cálida y difusa. Muy buena para iluminación ambiental y suficiente para alumbrar suavemente una estancia a oscuras incluso en su modo más bajo. Hablando de modos, os describo los cuatro que tiene a continuación junto a sus autonomías:

  • Bajo (3,5 lumens): 56 horas
  • Alto (55 lumens): 3,5 horas
  • Rojo fijo (7 lumens): 7 horas
  • Rojo parpadeante (7 lumens): 30 horas

Los dos modos principales (Bajo y Alto) serán los que utilizaremos con mayor frecuencia, y en mi caso es el Bajo el que empleo la mayoría de las veces, ya que tengo la Obulb en la mesilla de noche y la utilizo como iluminación ambiental cuando, por ejemplo, le tengo que dar el biberón al niño y no quiero despertar a mi chica. Con esos 3,5 lumens y los ojos acostumbrados a la oscuridad tengo luz de sobra como para ver lo que estoy haciendo en toda la habitación y no tropezar con nada de camino a la cuna ni meterle al niño la tetina del biberón en un ojo. Además, la autonomía en este modo es de más de dos días seguidos, lo cual está más que bien y me permite despreocuparme de la carga durante bastante tiempo incluso si me la dejo encendida la mayor parte de la noche, que es lo que me suele pasar en muchas ocasiones.

En cuanto a los otros tres modos, el Alto está bien si la estancia a iluminar es muy grande (tipo salón) o tenemos que hacer alguna tarea que requiera algo de precisión visual, pero para el uso que yo le doy apenas lo empleo. No dudo que habrá quien le vea más ventajas a éste, pero no es mi caso.

Y el modo de iluminación roja es típico en tiendas de campaña y similares por dos motivos: no deslumbra y además no atrae a los mosquitos, así que tendrá su público. El modo parpadeante se supone que es para llamar la atención en caso de que queramos que nos vean en la oscuridad, pero ojo que aunque se ve bastante no os recomiento confiar vuestra vida a él en caso de que os quedéis tirados en la carretera; que no es una señal V16 homologada ni mucho menos.

El encendido de la linterna se realiza con una pulsación breve del botón de la base y para alternar cíclicamente entre los cuatro modos hay que mantener pulsado ese mismo botón estando la Obulb encendida. Por cierto, la linterna posee un modo de bloqueo que consiste en mantener pulsado el botón durante un par de segundos cuando la linterna está apagada, de modo que es útil para que no se nos encienda si la llevamos apretada en un bolso o similar. Comentar también que en todo caso el último modo empleado quedará en memoria y al volver a encender la Obulb será el que emplee.

Las sensaciones

Lo primero que entra por los ojos de la Obulb es, sin duda, su diseño molón. Entre su tamaño, la viveza de los colores de la base y el anillo azul de aspecto metálico hay que reconocer que los diseñadores de Olight han conseguido un producto que llama la atención nada más sacarlo de la caja.

Como podéis ver en la fotografía anterior, en la caja de la Obulb viene, además de la propia linterna, el cable de carga, la «moneda» adhesiva para superficies no metálicas (que va a juego con el color de la base) y un pequeño manual de instrucciones multiidioma que explica además de cómo cargar la linterna y demás, que no debemos usarla como juguete para mascotas o dársela a niños pequeños.

Al margen de consideraciones estéticas personales, el diseño de este modelo tiene una gran ventaja, y es que la luz que emite se expande uniformemente en todas direcciones, lo que la hace estupenda para iluminación ambiental de baja intensidad. Si la ubicamos en el centro de la estancia irradiará luz hacia todos los rincones de tal modo que no nos hará falta moverla para nada mientras hagamos uso de ella.

Aunque se supone que la Obulb está preparada para resistir caídas de hasta 1,5 metros de altura, hay un detalle que me transmite cierta intranquilidad a la hora de usar esta linterna, y es que ya me ha pasado alguna que otra vez que se me resbala de las manos por el tacto tal suave de la parte superior y me ha tocado cazarla al vuelo. Sé que en parte es culpa de mi torpeza y que si la agarrara por la base no pasaría esto, pero si me despierto en la madrugada y quiero encenderla mis dedos la agarran por donde primero tocan. No se me ha ido al suelo en ninguna ocasión, y si ocurriera en teoría debería de aguantar el tipo, pero quedáos con este detalle si no animáis a haceros con una y tened cuidado al agarrarla.

Si la ponemos junto a un par de linternas más tradicionales de la marca (i5T EOS CU y i3S EOS) podemos apreciar su reducido tamaño y la forma que posee que poco o nada tiene que ver con lo que hasta ahora ha pasado por este blog desde que me he puesto a hablar de linternas. Original es un rato, desde luego.

Conclusión

Estamos ante un modelo discreto y que sorprende por la cantidad de luz que ofrece cuando se emplea en las condiciones adecuadas (iluminación de interiores por la noche) y que son para las que se ha diseñado. Está claro que no es un producto pensado para llevarlo al campo y hacer una carrera nocturna alumbrando los senderos con él, pero en una mesilla de noche o en el borde de una bañera puede ser un buen compañero.

Lo bueno

  • Iluminación ambiental suave en un tamaño mínimo
  • Buena autonomía en modo Bajo
  • Base magnética
  • Flota en el agua

Lo malo

  • Batería no reemplazable
  • Cable de carga especial
  • Usabilidad bastante específica

Más información

Review: Olight Baton 3

Guardo muy buenos recuerdos de la Olight S1 Baton porque fue la primera linterna «seria» que me compré. Hasta el momento tuve modelos de poca potencia que funcionaban con pilas alcalinas, pero esta fue la primera con la que me di cuenta de lo mucho que eran capaces de iluminar modelos más pequeños que un mechero con una batería de litio en su interior y un LED a modo de emisor.

La más reciente iteración de este modelo es la Olight Baton 3 que hoy vamos a repasar punto por punto y ver qué tal funciona en las tareas cotidianas; si bien sus 1200 lumens máximos en un cuerpo del tamaño del dedo pulgar son ya una buena carta de presentación.

El cuerpo

La Baton 3 posee un cuerpo cilíndrico fabricado en aluminio anodizado con detalles en un bonito azul cobalto (hay otra versión en color rojo con los detalles en dorado, pero a mí estéticamente me gusta mucho más esta) cuyas dimensiones son 63 mm de largo por 21 mm de diámetro máximo, contando con un peso de 53 gramos batería incluída.

Un detalle que me ha gustado mucho y que creo que es un paso adelante con respecto al modelo original de la saga es el texturizado de la zona de agarre de la linterna; ya que tiene un diseño que auna comodidad, firmeza y capacidad de disipación de calor. Éste consiste en una serie de «aletas» ligeramente puntiagudas que consiguen que la Baton 3 no se nos resbale de las manos aunque haga frío y/o vayamos con guantes y que además maximiza la superficie de contacto con el aire de forma que es capaz de disipar más eficazmente el calor generado en su interior cuando funciona en los modos más potentes.

En el bisel de la parte frontal aparece escrita la luminosidad máxima que alcanza el modelo así como una inscripción referida a la tonalidad de la luz emitida (entre 6000 y 7000 ºK). Más allá de tener los datos a la vista, es un detalle elegante ver lo cuidadosamente grabados que están los caracteres en una superficie tan estrecha, lo cual dice mucho de la precisión de construcción que logra Olight en su fábrica. La única pega que puedo sacarle es que su color no coincida plenamente con el de la pinza de sujección; algo más saturado.

Este bisel enmarca un reflector TIR transparente que es capaz de controlar muy bien la dispersión del haz de luz; si bien esto es algo de lo que hablaremos en el apartado correspondiente. No es tan bonito como esos reflectores texturizados que cada vez usan menos modelos pero hay que reconocer que son muy eficientes.

En la parte trasera tenemos un polo central y un anillo concéntrico que no son otra cosa que la interfaz de carga de la Baton 3. Y es que el encargado de recargar la batería interna de la linterna es un cargador USB de formato propietario que se adhiere magnéticamente a esta porque su diseño imantado nos permite conectar el cargador casi sin querer y además poder colocar la linterna de forma en ángulos imposibles sobre superficies férricas.

Cuando ponemos la linterna a cargar, un pequeño LED presente en el propio cargador se ilumina en color rojo para cambiar a verde cuando el proceso ha finalizado; cosa que lleva aproximadamente cuarenta minutos si la batería ha quedado muy descargada tras la última sesión. El indicador es muy elegante, pero veo que en situaciones de mucha luz (cargando la linterna a pleno sol) es apenas visible a no ser que hagamos sombra con las manos. De normal no es un problema porque solemos cargar estas cosas en interiores, pero debéis tenerlo en cuenta si, por ejemplo, os la lleváis a la montaña con algún powerbank para recargarla.

Como siempre ocurre con los cargadores de formato propietario, si lo perdéis os tocará comprar otro a la propia marca, ya que no es algo que se pueda comprar en la ferretería de la esquina. Es una desventaja, pero hay que reconocer que el cargador que trae la Baton 3 es una cosa muy cómoda y además tiene una corriente máxima de 1 amperio, que no está mal para una linterna de este tamaño.

La batería que incluye es una IMR16340 de 550 mAh y 3,7 V fabricada por la propia Olight, cuya principal diferencia con respecto a las habituales CR123A que suelen emplear este tipo de linternas es un anillo plástico en el polo positivo que le permite tener ambos polos en la misma cara (el positivo en el resalto central y el negativo en el anillo metálico circundante) simplificando así la carga para la electrónica situada en la cabeza de la linterna y evitando un cortocircuito interno en caso de que haya algún tipo de mal contacto en el interior.

Por cierto, en las instrucciones de la linterna indican claramente que no se puede usar ningún otro tipo de batería, ya que la alta corriente de descarga necesaria para el modo Turbo puede hacer pasar mal rato a una batería que tenga un factor de descarga bajo.

La pinza, siguiendo la tónica de otros modelos recientes de la marca como la i5T EOS Cu es «de ida y vuelta». Es decir, que por su diseño en S estrecha nos va a permitir colocar la linterna cabeza arriba o cabeza abajo sin tener que cambiar nada. Aunque no soy muy amigo de las pinzas, al menos esta parece estar sólidamente acoplada al cuerpo y si la engancho en el borde de un bolsillo o el tirante de una mochila no tengo la sensación de que se vaya a caer al más mínimo golpe que se lleve.

La Baton 3 tiene certificación IPX8 que la convierte en sumergible (pero sólo hasta 2 metros, que no es una linterna para buceo). Con respecto a las caídas, según Olight debería de soportar impactos desde metro y medio sin dañarse; aunque como de costumbre es una prueba que prefiero no hacer para no arriesgar la integridad del modelo sin necesidad.

Junto al cargador se incluye en la caja (además de una bonita funda de terciopelo con el logo de la marca grabado) una correa ajustable para la muñeca hecha de silicona. Visualmente es muy atractiva porque no es la típica cinta de tela, pero a la hora de ponerla y usarla es algo más rígida que, por ejemplo, la que venía con la S1 Baton que estaba fabricada en una especie de neopreno muy cómoda y funcional. También he de añadir que no soy muy fan de las correas de mano para las linternas y que en pocas ocasiones las utilizo; pero aun así creo que el elegido en esta ocasión no es el mejor material para este tipo de elemento. Eso sí, la gran ventaja es que es completamente resistente al agua y en caso de sumergirla se secará en un momento.

El único botón que posee la Baton 3 (rodeado también por un fino bisel de color azul y algo sobreelevado respecto a la superficie de la linterna) tiene un tacto blandito, un click definido y además posee un minúsculo LED en su centro que nos dirá el estado de la linterna durante su uso: si se ilumina en rojo unos segundos al encenderla y permanece apagada es que se encuentra bloqueda; pero si durante su uso permanece verde significa que la batería tiene más de un 60% de carga, en naranja que estamos entre un 60% y un 10%, y si se ilumina en rojo es que andamos escasos de energía y debemos ir buscando un modo de recargar.

Siguiendo con los detalles estéticos, comentar que en uno de los lados de la linterna tenemos grabado en color blanco el logo y el nombre de la marca, mientras que al otro podemos observar su denominación y número de serie. Si lo miráis muy de cerca os daréis cuenta de que no es simplemente pintura; sino que el aluminio ha recibido un proceso de rebaje, de unas micras de tal modo que las inscripciones no se borrarán fácilmente.

Por cierto, la versión que yo tengo no lo incluye, pero hay disponible un cargador tipo estuche de bolsillo con batería integrada de 3500 mAh en el que guardando la linterna en su interior esta se recarga automáticamente muy al estilo de los auriculares TWS que tan de moda están últimamente. Es un modo práctico de tener la linterna siempre al 100% especialmente en largas excursiones de montaña y lugares en general donde no hay acceso sencillo a un conector USB.

La luz

Según pasan los años vamos viendo cómo las linternas cada vez son capaces de sacar más luz a igualdad de tamaño y, de hecho, los 1200 lumens de pico que es capaz de arrojar este pequeño modelo de Olight es algo que hace no demasiado tiempo sólo estaba al alcance de modelos no de bolsillo como esta sino de mano.

A día de hoy desconozco la marca y el modelo del LED empleado en la Baton 3, pero sí he podido comprobar que el haz de luz se distribuye de forma potente y uniforme en un punto central y luego hay una zona ténue pero bastante amplia. Estamos por tanto ante una linterna más centrada en el alcance puro y duro que en rellenar de luz los alrededores; y esto es algo buscado a conciencia por la marca mediante el diseño de la lente TIR que podéis ver a continuación.

Con respecto a los modos, su potencia lumínica, alcance y autonomía, os lo resumo en la siguiente tabla:

  • Moonlight: 0,5 lumens (20 días)
  • Bajo: 12 lumens, 18 metros (33 horas)
  • Medio: 60 lumens, 38 metros (7,5 horas)
  • Alto: 300 lumens, 82 metros (95 minutos)
  • Turbo: 1200 lumens –> 300 lumens, 166 metros (1,5 minutos –> 75 minutos)

Tal y como os indico en la última línea, el modo Turbo no puede funcionar ilimitadamente para así proteger la linterna de las altas temperaturas que se generan en si interior; de modo que al cabo de un minuto comenzará a bajar su intensidad para pasados treinta segundos más situarse en los 300 lumens del modo Alto, el cual sí que puede funcionar sin parar hasta que se agote la batería.

El modo estroboscópico funciona a la máxima intensidad de la linterna, y lo hace a una frecuencia de 13 Hz por lo que se hace bastante visible y está bien si queremos hacernos notar en la lejanía y/o en la oscuridad.

Y ya que hablamos de frecuencias no quiero pasar por alto que la Baton 3 no presenta indicio alguno de PWM en ninguno de sus modos; ni tan siquiera en el Moonlight, que al ser de tan poca intensidad es habitual que muchos fabricantes lo implementen con una frecuencia de conmutación que llega a ser incluso molesto para la vista. Muy bien por Olight en este sentido, la verdad.

Por cierto, indicaros que al encender la linterna esta lo hará en el último modo que hayamos estado usando a excepción de los modos Turbo y Estroboscópico, que quedan fuera de la ruleta de modos «normales». Si cuando apagamos la linterna estábamos en uno de estos dos modos, al encederla de nuevo lo hará en el modo Alto y si han pasado más de 10 minuto lo hará en el Medio.

El cambio entre modos se realiza manteniendo pulsado el botón de la linterna, mientras que el encendido y apagado de la misma se hace con un click breve. Con ella apagada, pulsando durante un segundo encenderá en el modo Moonlight y seguimos manteniendo pulsado el botón aproximadamente un segundo más activaremos el bloqueo de la Baton 3; así que para volver a encenderla tendremos que mantener pulsado el botón un par de segundos. Para acceder al modo Turbo debemos hacer una doble pulsación sobre el botón y para acceder al estroboscópio haremos una triple pulsación.

Disponemos también de un par de temporizadores para el apagado automático de la linterna que se activan con la linterna encendida haciendo un doble click y luego manteniendo pulsado el botón. Cuando parpadea una vez significa que hemos activado el temporizador de 3 minutos, mientras que si seguimos manteniendo el botón al hacer dos parpadeos significará que hemos activado el temporizador largo de 9 minutos.

Las sensaciones

He de reconocer que la Baton 3 es uno de esos modelos que me gusta llevar en la mano aunque no la esté usando: el agarre es muy bueno, el diámetro es adecuado y la calidad de sus acabados hacen que tocarla con la yema de los dedos sea una delicia. Me gusta especialmente lo que han conseguido con el knurling del cuerpo, pues combina agarre, estética y disipación de calor en un diseño que considero todo un acierto. Además, el detalle de la pinza en color azul «abrazando» el cuerpo de la linterna me parece que queda muy elegante.

Cuando he abierto la linterna para sacar su batería y curiosear un poco sus interiores me he dado cuenta de que la rosca tiene un tacto estupendo y que además posee una junta tórica para garantizar su estanqueidad. A diferencia de otros modelos, la linterna no trae junta de recambio; pero es que al no tener que sacar prácticamente nunca la batería, esta no debería de estropearse con el tiempo.

Ese detalle del tacto de la rosca es más importante de lo que parece, pues Olight no tenía necesidad alguna de currarse tanto esa parte de la linterna que la mayoría de la gente sólo verá una vez en la vida (para extraer el plástico protector que se instala en fábrica sobre la batería para prevenir encendidos accidentales).

La base magnética es muy práctica, pues el imán tiene potencia suficiente para amarrar la linterna con firmeza y no andar temerosos de que se pueda caer. Es una prestación que he usado muchas veces en las linternas que la poseen, sobre todo a la hora de hacer algún trabajo menor a oscuras teniendo las manos libres como cambiar un enchufe, revisar el cableado de un cuadro eléctrico… No perdemos nada por tener un imán en la base y a cambio ganamos en prestaciones (además de la comodidad de la conexión del cargador, que nos permite olvidarnos de andar lidiando con clavijas y similares).

No me acaba de gustar del todo el emplazamiento del agujero para pasar la correa de mano, ya que si la colocamos en la posición prevista la linterna cuelga boca arriba y a la hora de volver a agarrarla para hacer uso de ella nos vemos obligados a girarla 180 grados en la mano. Entre esto y que el tacto de la correa de silicona no me acaba de gustar del todo, al final es una linterna que empleo con su pinza pero sin ningún tipo de agarre adicional.

Si la ponemos junto a la iniciadora de esta saga de linternas (la ya mencionada S1 Baton) podemos apreciar claramente sus similitudes en forma y dimensiones. Ahora bien, aquella funcionaba con una batería de litio recargable CR123A que teníamos que cargar externamente; por lo que la comodidad del modelo que hoy analizamos radica en buena medida en la facilidad de conseguir autonomía.

Como veis, las principales diferencias entre ambos modelos están en la foma de la pinza, el relieve de la zona de agarre, en que el cuerpo de la Baton 3 se desenrosca justo bajo el grabado con la marca (en la S1 se sacaba la batería por la tapa roscada inferior) y que la batería del modelo nuevo va con el polo positivo hacia la cabeza, ya que en la S1 iba insertada al revés.

En lo que a luminosidad se refiere, además de la mayor potencia máxima de la Baton 3 se nota que esta tiene una tonalidad ligeramente más cálida; lo que en teoría hará que los objetos iluminados por ella se vean con unos colores más parecidos a los que apreciamos a la luz de día. Pero vamos, como ya he dicho más veces, a no ser que vayamos a pintar cuadros alumbrándonos con una linterna no me parece una característica que deba hacernos decantar por uno u otro modelo puesto que nuestra vista se acaba acostumbrando a la temperatura de la luz del emisor.

A la hora de caminar por el campo los modos intermedios de la Baton 3 son más que suficientes para ver el camino que estamos recorriendo, quedando el modo Alto y, sobre todo, el modo Turbo para momentos puntuales en los que necesitamos ver algo en la lejanía.

En cuanto a las pruebas de funcionamiento en exteriores os dejo a continuación un par de imágenes. En la primera de ellas tenéis una vista del lugar donde ahora pruebo las linternas en el cual no hay iluminación de ningún tipo, y a continuación otra tomada desde el mismo lugar y condiciones pero con la linterna encendida en modo Turbo. Creo que es una buena manera de que veáis hasta donde puede llegar el potencial de este modelo.

Como podéis apreciar, el alcance es bastante grande (si la pista fuera recta llegaríamos a ver más metros, pero al girar hacia la izquierda perdemos la referencia visual) y las copas de los árboles que hay a unos 20 metros de distancia desde mi posición se ven con gran claridad.

Por cierto, sé que en las reviews publicadas en los últimos meses usaba siempre una arboleda como «pista de pruebas», pero recientemente descubrí este lugar a escasos 5 minutos de mi casa y me resulta mucho más cómodo que el anterior para acceder al mismo (al otro tardaba una media hora caminando en llegar y otro tanto para regresar).

Dentro de casa lo habitual es usar los modos Moonlight y Bajo para movernos a oscuras y como mucho el Medio si tenemos que buscar algo bajo un sofá o atinar con el cable HDMI detrás de la tele. Lo bueno es que en esos modos la automía es tan elevada que nos podemos olvidar de recargar en muchos días. En cualquier caso también os diré que para usar dentro de casa es más práctica una linterna con más capacidad de inundar de luz la estancia que de concentrarla en un haz estrecho.

En este caso no se trata de un modelo pensado para llevar en el llavero como otros más reducidos y ligeros; pero bien es verdad que en un bolsillo amplio apenas la vamos a notar ni por tamaño ni por peso. Ah, una cosa: no debéis cortocircuitar con algo metálico los contactos de carga de la Baton 3 porque aunque lleva una protección que evita el cortocircuito de la batería, sí que va a circular una pequeña corriente en esas circunstancias que hará que poco a poco vayamos perdiendo carga. Por tanto, bolsillo sí, pero mejor sin las llaves.

Conclusión

Olight ha vuelto a mejorar uno de sus modelos con mejor relación tamaño / prestaciones. La Baton S2R ya fue un buen avance sobre la S1 original por su capacidad de recargar la batería sin necesidad de sacarla de la linterna; pero en este caso sus prestaciones van un poco más allá y además se ha mejorado su superficie tanto a nivel técnico como práctico.

Su gran autonomía en sus modos intermedios, el trabajado modo Moonlight sin atisbo de PWM y la capacidad de lanzar ráfagas momentáneas de 1200 lumens la hacen una buena compañera de paseos por el monte al atardecer. En mi llavero tengo siempre una linterna de menor tamaño y prestaciones; pero cuando se haga de noche y me haga falta una iluminación consistente y fiable será la Baton 3 la que alumbre mi camino.

Actualización: Oferta flash 27-05-2021 a 29-05-2021

Hoy 27 de mayo de 2021 Olight, a través de su tienda oficial, ha lanzado unas ofertas especiales en muchos de sus modelos, incluyendo la Baton 3 en sus ediciones normal y premium. La promoción ha comenzado a las 10:00 y terminará el día 29 a las 2:00, por lo que la ventana de tiempo es limitada. ¡No lo dejéis pasar!

Más información

Código de descuento del 10% para los lectores del blog

Por cierto, comentaros que si en la tienda oficial de Olight utilizáis el código Luis10PereZ tendréis un 10% de descuento; si bien no es acumulable a otras promociones ni a la linterna X9R. Todo un detalle por parte de Olight que agradezco un montón y del que os podéis beneficiar si tenéis pensando comprar una linterna de la marca.

Un regalo diferente

Puede que algunos recordéis aquella entrada de principios del verano en la que os hablaba de una exposición colectiva en la que participaba mi hermana. Como allí podéis ver, la inauguración fue un éxito y sus ilustraciones llamaron la atención de los muchos curiosos que pasaron por allí (algo de lo que pude ser testigo directo aquella tarde) pero la exposición terminó y la vida continuó.

Durante este interludio de tiempo Estela se ha dado de alta como autónoma y gracias a ello le han ido saliendo algunos trabajos para diversas empresas. Por cierto, me hace especial ilusión comentaros que el último de ellos ha consistido en ilustrar los libros que la alianza entre McDonalds y Top Chef está regalando en estas fechas cuando compras un par de menús. Yo, por supuesto, me he hecho con ambos ejemplares.

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El caso es que ahora (inquieta que es ella) se ha animado a abrir una tienda online bajo la plataforma ETSY donde tiene a la venta reproducciones de alta calidad y en diferentes tamaños de algunas de sus ilustraciones; de modo que si queréis hacer un regalo diferente estas Navidades puede ser una buena opción. Os dejo un enlace a continuación por si queréis echar un vistazo, ya que enseguida vais a ver que sus obras tienen un estilo muy peculiar y están llenas de vivos colores:

Estela Perez Illustration

Estela Perez Illustration

Comentaros también que realiza envíos a todo el mundo y que en mi casa ya cuelga una de sus ilustraciones que, precisamente, retrata a su forma y a su modo el que sin duda es mi rincón favorito de Madrid. Por cierto, las ilustraciones se envían sin enmarcar para que así vosotros podáis ponerle luego el que mejor case con el rincón donde vaya a estar colgado.

Madrid

Sólo os pido que le echéis un vistazo a la tienda y se lo comentéis a quien consideréis que pueda estar interesado, ya que es un proyecto que acaba de empezar su andadura y ya se sabe que los inicios siempre son complicados.

¡Muchas gracias por vuestro tiempo!

Review: OUYA

Como no sólo de fotografía vive el hombre, hoy os contaré que llevaba meses siguiéndole la pista a la microconsola OUYA y que por fin me he hecho con ella. En mi andadura por los videojuegos, que comenzó allá por 1987 con un ZX Spectrum +2, he jugado a cientos de títulos y por mis manos han pasado decenas de máquinas de todo tipo y condición. Sin embargo, desde hace unos años pocas cosas de este mundillo han conseguido captar mi atención como lo ha hecho esta pequeña máquina a la que hoy me gustaría dedicar unos párrafos.

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Además de sus diminutas dimensiones, lo más llamativo de OUYA es que fue financiada a través de una plataforma de crowfunding, siendo todo un éxito y recaudando varias veces la cantidad inicial que el desarrollador necesitaba para echar a andar el proyecto. Del mismo modo, otra cosa que la diferencia de las consolas «al uso» es que cualquier persona con conocimientos de programación puede crear aplicaciones para ella y prueba de esto que os digo es la cantidad de software de desarrolladores independientes existe para OUYA a día de hoy.

Indicaros que la consola está disponible en España desde finales de marzo del presente año y que tiene un precio oficial de 99 €. Ahora mismo, si os hacéis con ella en la cadena de tiendas Game (que es donde la compré yo) os regalarán un vale de 10 € para descargaros juegos y aplicaciones en la tienda online de OUYA. Ignoro si en otras tiendas también regalan ese vale o es una promoción exclusiva de Game.

DISEÑO

He de reconocer que el diseño de OUYA me encanta por minimalista, sobrio y elegante. Se trata de un cubo metálico gris mate de 7,5 cm de arista con las esquinas redondeadas en su parte inferior y cuya cara superior posee un único botón de encendido y apagado. En el frontal está grabado el nombre de la consola y en el propio botón de encendido (que se ilumina con un LED blanco cuando la máquina está funcionando) aparece el logo de esta. Un aspecto sencillo, sin estridencias y tremendamente zen que a mí particularmente me parece delicioso.

OUYA II

En la parte trasera se encuentran los conectores para audio/vídeo (HDMI), datos (USB, microUSB y Ethernet) y alimentación eléctrica. Si levantamos la consola para mirarla por debajo veremos una pequeña rejilla circular que sirve para tomar aire fresco del exterior y así refrigerar sus componentes electrónicos internos que se reducen a una minúscula placa electrónica con un disipador de calor sobre el integrado principal y un pequeño ventilador sobre éste. Si os pica la curiosidad, podéis ver al detalle cómo es internamente esta máquina en el despiece publicado por Ifixit hace unos meses.

Si bien la consola como tal me encanta (recuerdo que el primer día que la tuve en la mano no podía dejar de mirarla desde todos sus ángulos) el mando es un poco el «patito feo» del conjunto: aunque su diseño recuerda al de los mandos de la familia Xbox, pronto comprobaremos que su construcción y su tacto no son tan refinados como el de estos.

Para empezar, el mando necesita dos pilas AA para funcionar, situándose estas en las zonas laterales del mismo, de tal modo que hay que levantar la carcasa magnética que hay a cada lado para poder insertarlas. Esto es una de las mayores pegas que le encontré a Wii en su momento; aunque reconozco que llevo ya bastantes horas de uso de la OUYA y todavía no he tenido que cambiarlas, de modo que parecen tener una buena autonomía. Sigue sin convencerme el uso de pilas en un mando de videoconsola a estas alturas de la película; pero al menos parece que con OUYA no voy a tener que invertir mis ahorros en acciones de Duracell.

OUYA IV

Deciros a grandes rasgos sobre el mando que éste posee dos «setas» analógicas, una cruceta digital, cuatro botones de disparo, cuatro gatillos en su parte posterior, un botón de sincronismo con la consola y una zona táctil por la que podemos deslizar nuestro dedo para controlar un cursor en pantalla. Su conexión es a través de bluetooth, no dispone de vibración ni de acelerómetros y podemos conectar un máximo de cuatro mandos a la videoconsola simultaneamente.

El transformador de corriente es un poco grande si estamos habituados a los que vienen con los móviles o las consolas portátiles. Comentar que da 12 Vcc a su salida y que la consola conectada a un vatímetro no ha consumido más de 7 W siempre y cuando no tengamos conectado un disco duro USB a su parte posterior, en cuyo caso el consumo aumenta ligeramente en función del dispositivo conectado.

Comentar también que en la caja de la consola se incluye un cable HDMI, ya que es un detalle no muy habitual incluso en consolas que triplican el precio de esta OUYA. No es una maravilla ni es demasiado largo, pero nos puede sacar del apuro si no tenemos uno a mano.

Por cierto, si os gusta leer los manuales de los gadgets electrónicos que compráis con OUYA lo lleváis claro, porque lo único que se incluye es una página impresa con los tres pasos que hay que dar para encender la consola por primera vez.

Y ya que hablamos del primer arranque, lo único que podréis hacer en ese momento es conectar la consola a Internet para que ella misma se ponga a descargar el último firmware disponible e instalarlo. Un proceso que en teoría se podría hacer a través de WiFi perfectamente pero por mi experiencia (y la de muchas otras personas) es recomendable hacerlo a través de cable Ethernet si no queréis desesperaros en el intento.

CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS

El hardware de Ouya va acorde al precio de la máquina, y es que básicamente lleva componentes muy similares a los que vais a encontrar en cualquier tablet o smartphone de gama media. Tened en cuenta que se trata de una consola que funciona con Android 4.1, que está diseñada exclusivamente para ejecutar juegos y material audiovisual y que ni siquiera cuenta con pantalla propia, de modo que ese precio de 99€ tampoco es que sea un milagro de la naturaleza.

Metiéndonos en datos más técnicos, el corazón de esta pequeña máquina es un chip Nvidia Tegra 3 (modelo T33) con 1 GB de memoria RAM tipo DDR3 y 8 GB de memoria ROM para almacenamiento de datos y aplicaciones. Su salida HDMI es capaz de enviar 1920 x 1080 pixels a la TV y además del puerto Ethernet cuenta con conexiones inalámbricas mediante WiFi y Bluetooth.

OUYA V

Si queremos ampliar esos 8 GB de capacidad de almacenamiento tendremos que emplear el puerto USB situado en la parte trasera, en el cual podréis conectar un pendrive o un disco duro externo. Si además de para jugar tenéis pensado emplear la OUYA como reproductor multimedia os recomiendo que invirtais en un almacenamiento amplio (preferiblemente de tipo flash por el tema del consumo) y lo dejéis siempre conectado a la consola.

En funcionamiento la consola es muy sigilosa. Al ser el ventilador la única parte móvil de esta, sólo apreciaremos un leve zumbido cuando éste entra en acción debido a que la temperatura en el interior de la máquina ha subido del valor prefijado por el fabricante. Por cierto, me gustaría comentar que no he tenido ningún tipo de problema debido a sobrecalentamientos o similares hasta el momento. Digo esto porque una vez leí en el foro de OUYA que un usuario se quejaba de que al cabo de unos minutos de uso la consola se bloqueaba y no se podía ni tocar el cuerpo de la misma de lo caliente que estaba. Cuando días después puso una fotografía de su OUYA resulta que el tío no había quitado los plásticos transparentes que protegen las entradas y salidas de aire de la consola y de ahí que se calentara de aquella manera. Por tanto, si la consola alcanza una temperatura muy elevada está claro que se bloqueará; pero por lo que he podido comprobar, con un uso normal no hay problemas de este tipo.

El único pero que le pongo a OUYA en funcionamiento es el escaso rango de alcance del WiFi integrado. A no ser que estemos en la misma habitación donde tengamos situado el router, la conexión a Internet se convierte en algo lento, tedioso y con continuos cortes. Con un cable Ethernet todo va como la seda; pero eso penaliza la movilidad de la consola.

FUNCIONALIDAD

Si alguno de los presentes está leyendo este artículo buscando una comparación con las actuales consolas de sobremesa puede dejar de leer y buscar por otro rincón de Internet, ya que aquí no lo encontrará. La filosofía de OUYA es muy diferente a la de Xbox One, PS4 o WiiU, ya que para empezar, a excepción de Final Fantasy III, no encontrará en la tienda de aplicaciones títulos de renombre ni de compañías conocidas; siendo casi todos ellos de pequeños desarrolladores independientes en los que prima la imaginación por encima de los aspectos técnicos.

Si sois unos primerizos en el mundillo de los videojuegos, seguramente OUYA no es vuestra consola, ya que exceptuando algunos títulos punteros como Shadowgun, la mayoría son aventuras gráficas, remakes de juegos clásicos (hay una versión de Another World realmente espectacular), puzzles y arcades muy simplones. Y digo esto porque a día de hoy la gente espera de las consolas unos gráficos hiperrealistas, sonido multicanal, árboles modelados con varios millones de polígonos… y esto es algo que en OUYA no vais a encontrar (al menos de momento).

OUYA III

Los que, como yo, más apreciarán las bondades de esta pequeña máquina son los que crecieron con ordenadores de 8 bits en los que las bandas sonoras de los videojuegos consistían en poco más que un pi-po-pi-pi-po repetido hasta la saciedad y un muñeco creado con una docena de pixels que saltaba y se agachaba según se le acercaban unos cuadrados de colores que, se suponía, eran las balas enemigas.

Para esas personas OUYA representa una vuelta a los orígenes y a la esencia misma de los videojuegos. Los que ya estamos cansados de ver siempre lo mismo, de que la jugabilidad se diluya en los datos técnicos y de que todos los años las grandes firmas saquen títulos basados en los mismos patrones vemos en OUYA un soplo de aire fresco en el que la gente puede crear sus propios títulos y distribuirlos a través de internet.

TÍTULOS DISPONIBLES

Los títulos de OUYA se adquieren a través de la tienda online de la consola. Muy al estilo de las tiendas de aplicaciones de Android e iOS, aunque con un aspecto muy simplificado. A día de hoy tenéis 775 títulos disponibles para esta minúscula consola, si bien poco a poco esta cifra va aumentando.

Algo que gusta mucho en la filosofía de OUYA es que en teoría todo título disponible es gratuito o al menos tiene una demo para probarlo antes de decidirnos a comprar la versión completa. Aun así, en la práctica hay algunos títulos (pocos, eso sí) que no disponen de esa versión de evaluación y, por tanto, si queremos jugarlos tendremos que soltar la pasta correspondiente.

En cuanto a los precios de los juegos, la gran mayoría se mueve entre 1 euro y 5 euros. Hay unos cuantos que son completamente gratuitos y algunos que cuestan unos 15 euros; pero en general son precios bastante asequibles. Eso sí, el principal problema de esto es que aunque la consola funciona bajo Android 4.1 sólo puede ejecutar los juegos comprados en su propia tienda online, no existiendo posibilidad de cross-buying. Es decir, que si ya habíamos pagado por jugar a Shadowgun en nuestra tablet o móvil Android, nos va a tocar volver a pasar por caja si queremos tenerlo en OUYA.

ouya

Comentar también que hay disponibles unos cuantos títulos multijugador; pero no penséis que detrás de OUYA hay una comunidad de usuarios tipo Xbox Live o Playstation Network. En este caso tenemos que volver a la metodología clásica (época del Quake 3 y similares) de abrir una partida dentro del propio juego y esperar a que otros jugadores se unan a ella, dependiendo este protocolo de cómo lo haya implementado el programador del título de turno.

Además de los videojuegos, OUYA juega en dos campos más. Por un lado el multimedia, y es que hay disponibles aplicaciones para reproducción de audio y vídeo tan buenas como XBOX Media Center o mi adorado VLC. Esto hace que ese pequeño cubo que podemos colocar junto a la TV del salón sin que desentone se convierta en un reproductor de películas y discos que podemos manejar cómodamente sentados en el sofá.

Por otro lado tenemos disponibles para OUYA emuladores para casi todas las consolas de 8 y 16 bits además de Playstation y Dreamcast. Precisamente gracias a este último estoy rejugando a esa de arte llamada Shenmue casi como en la máquina original. He de reconocer que hay algunos fallos gráficos cuando aparecen texturas superpuestas y tirones puntuales en algunas secuencias con gran carga poligonal; pero para aquellos que disfrutamos con Dreamcast, el emulador Reicast es una muy agradable sorpresa que además funciona realmente bien.

VEREDICTO

Para finalizar este análisis, voy a recalcar la idea que he intentado transmitiros a lo largo de todos los párrafos anteriores: OUYA no está en la órbita de las consolas que venden en los centros comerciales. Se trata de una especie de experimento dirigido a un público algo peculiar y que ya empieza a estar algo quemado de la fórmula habitual de los videojuegos que se ha ido repitiendo una y otra vez en la última década.

Si veis a OUYA desde esa perspectiva os encantará, la disfrutaréis y perdonaréis sus múltiples fallos. Sin embargo, si seguís empeñados en buscar en OUYA una máquina de bajo coste a la que jugar a los FIFA, Gran Turismo, Call of Duty, Los Sims, Need for Speed y similares, no tardará en acabar cogiendo polvo en alguna estantería.

OUYA I

Lo Mejor

  • Diseño fantástico
  • Precio (99 €)
  • Emuladores y remakes clásicos
  • Juegos de bajo precio y con posibilidad de prueba

Lo Peor

  • Conexión por WiFi muy lenta
  • Mando a pilas y de tacto algo tosco
  • Bastantes títulos de dudosa calidad
  • Tienda de aplicaciones propia sin posibilidad de cross-buying

El lanzamiento del Nexus 4: pólvora mojada

Soy usuario de los servicios de Google desde hace muchos años. Creé mi cuenta de Gmail en 2004 gracias a una invitación de mi hermano y desde entonces toda mi comunicación personal «digital» se ha basado en ella por parecerme una herramienta mucho más integrada, fiable y potente que las ofrecidas por la competencia.

Dell Inspiron Mini 10

La evolución de Android

Como aficionado a la tecnología seguí con atención y curiosidad los primeros pasos de Android durante 2009 en aquellas primitivas versiones que ya apuntaban maneras y que han ido madurando hasta la actual Jelly Bean. Parecía imposible plantarle cara a Apple y su sistema iOS pero el tiempo ha demostrado que Android es sistema tan versátil y capaz como el de Cupertino. He visto crecer a Android desde que era poco más o menos que un experimento corriendo sobre un prototipo hasta la popularización que ha tenido en los últimos meses con todo tipo de dispositivos basados en este software y he de decir que la evolución ha sido increíble.

En cualquier caso, viendo lo que prometía este sistema operativo, desde hace aproximadamente dos años y medio poseo un Samsung Galaxy S con sistema Android 2.3.4 al que desde hace poco más de un mes acompaña un Nexus 7 con su Android 4.2.1 con el que estoy encantado.

Del Nexus 7 me gusta especialmente la duración de su batería, la fluidez del sistema operativo al no llevar ninguna capa propia del fabricante así como la política de actualizaciones directa por parte de Google. También su precio es un aspecto rompedor para un producto de este tipo que ha contribuido a potenciar su presencia en un mercado que ahora mismo está en plena expansión.

Precisamente por todos estos motivos tengo muy claro que mi próximo móvil volverá a llevar Android. Concretamente será uno de la gama Nexus y más concretamente el recién lanzado Nexus 4, que es precisamente de lo que quiero hablar en esta entrada.

Lanzamiento fantasma

Al igual que mucha gente, intenté en vano hacerme con un Nexus 4 cuando salió al mercado hace poco más de un mes (el 13 de Noviembre, exactamente) pero debido al caos que sacudió ese día la web de Google Play con miles de personas tratando de hacerse con uno de estos dispositivos simultáneamente y agotando todas las unidades disponibles en apenas quince minutos me fue imposible renovar mi ya veterano Galaxy S.

Nexus4agotado

Era previsible que la demanda inicial iba a ser altísima debido a las características del teléfono y su «bajo» precio (lo entrecomillo porque no dejan de ser trescientos eurazos) pero lo que es inadmisible, y más en una empresa como Google, es que después de tanto tiempo sigamos con el producto agotado y sin saber cuándo se va a reponer el stock de este modelo en nuestro país.

Yo me estoy resistiendo a hacerme con un Samsung Galaxy SIII o algún modelo similar por los dos motivos que os comentaba anteriormente, pero no me parece ni medio normal que miles de clientes queramos adquirir un producto comercializado por una gran empresa y un mes después del lanzamiento todavía no tengamos ni la más mínima noticia del asunto.

No es de recibo que Google no de ni siquiera previsiones de reposición de stock y que incluso haya gente que consiguió adquirir su teléfono el día de lanzamiento y todavía no lo haya recibido; como tampoco es de recibo que el único comunicado oficial haya sido para echar las culpas a LG, que es la empresa que fabrica el teléfono como tal. Al fin y al cabo Google es la que vende el teléfono desde su propia web y empleando su logística interna, de modo que culpar a LG de este descontrol es algo muy poco elegante y que está fuera de lugar. Seguro que si el lanzamiento hubiera sido un éxito ya se encargaría Google de no sacar a relucir el nombre de LG por ninguna parte.

Pese a todo sé que antes o después acabaré haciéndome con un Nexus 4 porque ese es el móvil que quiero por muy diversos motivos y de ahí no hay quien me apee, pero Google ha de tener claro que con este desastroso lanzamiento ha perdido muchos clientes potenciales y, a la vez, ha dañado el prestigio que tenía hasta ahora; pues no ha sabido prever una situación que estaba cantada. Como siempre, dentro de unas semanas la situación se estabilizará y el ratio de oferta y demanda se acercará a la unidad permitiendo comprar el teléfono a todos los que estamos interesados en él, pero para entonces se habrán dejado de vender muchos miles de dispositivos.

Nexus 4

El poder de la información

Google sabe perfectamente lo que buscamos en internet (Google Ads es una prueba de ello) y un simple vistazo a Google Trends muestra que en los días previos al lanzamiento muchos andábamos buscando cualquier información del dispositivo que pudiéramos encontrar, de modo que los encargados de marketing de la empresa sabían perfectamente que la demanda del dispositivo iba a ser tremenda.

¿Por qué entonces tan sólo se pusieron a la venta unos pocos miles de dispositivos? ¿No hubiera sido más lógico haber planeado mejor el lanzamiento para poder cubrir la demanda y más siendo en las fechas previas a Navidad? Tal vez el poco tiempo que separó la presentación del teléfono de la fecha de lanzamiento (un par de semanas aproximadamente) pudo tener algo que ver, pero el caso es que Google apostó por romper el mercado al colocar un precio de 300 y 350 euros a las dos versiones existentes del Nexus 4 y ya se imaginarían que eso iba a provocar una avalancha de peticiones como ya ocurrió en su momento con el Nexus 7.

Salida

Por supuesto que no soy ningún experto en marketing, pero creo que la jugada que ha hecho Google (apuntar muy alto y disparar con pólvora mojada) le pasará factura si en el futuro piensa seguir comercializando sus propios dispositivos, ya que en ese campo parece quedar claro que su gran rival Apple le lleva siglos de ventaja.

Por descontado, todo mi apoyo a Google y su estrategia de introducir en el mercado dispositivos de gama alta a precio de gama media porque así conseguirán que los fabricantes no nos cobren 700 euros por unos dispositivos que nos les cuesta más de 200 euros fabricarlos; pero si anuncias algo a bombo y platillo has de ser capaz de aguantar el tipo cuando llegue la hora de lanzar el producto y no desentenderte de los clientes que han decidido confiar en ti.

Sorpresas te da la vida: ¡He sido inmortalizado en fieltro!

Hace unas semanas me senté a responder las dudas que había pendientes en los comentarios del blog y al día siguiente recibí un e-mail de Mónica; la remitente de una de esas dudas. En su correo me decía que tanto la respuesta a su duda en particular (que versaba sobre objetivos macro y distancias focales) como los artículos fotográficos del blog le habían sido de gran utilidad y que le gustaría tener un pequeño detalle conmigo como a modo de agradecimiento.

Mónica es una de esas personas que combinan habilidad y arte (algo que a alguien como yo, negado para el dibujo y un auténtico manazas a la hora de afrontar cualquier trabajo manual, le resulta sorprendente) y dedica sus ratos libres a hacer caricaturas de personas y animales en fieltro para exponerlos en su web Pelusillas y trastadas. Lo que me comentó es que le gustaría regalarme un broche personalizado que pudiera poner en la mochila donde suelo llevar la cámara para así darle un toque diferente.

La verdad es que me pareció una curiosa iniciativa y me gustó la idea; de modo que le pasé a Mónica un par de fotos en las que se me viera más o menos bien y ella se puso manos a la obra; dando lugar a la pelusilla (así llama ella a este tipo de creaciones) que tenéis a continuación:

Luipermom en fieltro (I)

Cuando tuve el broche en mis manos por primera vez no pude evitar exclamar un sonoro «¡Qué grande!» y soltar una carcajada al comprobar que el muñequito sí que tenía un cierto parecido a mí así como unos cuantos detalles muy trabajados; de modo que lo puse en un lateral de mi mochila fotográfica que ahora tiene un detalle que la hace más personal y desenfadada.

Luipermom en fieltro (II)

Más allá del cuidado y el esmero puesto en la pelusilla que os muestro, lo que más me ha llamado la atención es que alguien haya tenido un detalle conmigo por el simple hecho de haberle echado una mano. Algo que en cierto modo me recuerda a aquella familia que me quería invitar a comer por haberles hecho una foto de grupo en el pueblo de Torre la sal; y es que este tipo de experiencias le dan un poco de color a la vida, ¿no creéis?.

Por supuesto, además del agradecimiento público a Mónica plasmado en esta entrada me gustaría pediros que, si os ha llamado la atención, os paséis por su web y echéis un vistazo a sus creaciones, ya que seguro que os sorprenden tanto como a mí y lo mismo hasta os animáis a que os hagan una propia. También le podéis echar un vistazo a su blog, donde los animales y las manualidades son protagonistas de la mayoría de las entradas y el optimismo campa a sus anchas entre párrafos y fotografías.

Cuando el PIN no era un número

Me resulta curioso encontrarme ejemplos de cómo cambia un idioma con el paso del tiempo; y es que el otro día paseando por Madrid me topé con una tienda de ultramarinos con aspecto de llevar cerrada unos cuantos años a la que no me pude resistir a hacerle la fotografía que tenéis a continuación.

Ultramarinos "El pin"

Lo primero que captó mi atención fue el nombre de la tienda y acto seguido el entrañable cartel de «Pan Ángel Alonso»; aunque he de reconocer que, en general, siento debilidad por estos mudos testigos de décadas pasadas que todavía siguen en pie por los rincones más olvidados de nuestras urbes.

Lo curioso del nombre de esta tienda es que aunque hoy en día todos asociamos la palabra PIN al número de cuatro cifras que introducimos al encender el móvil o usar la tarjeta en el cajero («Personal Identification Number») hace años un pin no era más que una insignia colocada en la solapa de nuestra chaqueta favorita.

Estoy seguro de que a la hora de bautizar a su tienda, el dueño de Ultramarinos EL PIN no se imaginaba que muchos años después la gente que pasaba delante del luminoso pensaría en tecnología y números de cuatro cifras; pero el caso es que ahí está la prueba de que un idioma es algo vivo que va cambiando con los años y que ciertas palabras pueden vivir una segunda juventud a golpe de diccionario.

Un plagio muy descarado

Dando una vuelta hoy a primera hora de la mañana me encontré en plena calle del Ángel con una estrategia de marketing tan cutre que tuve que detener mis pasos y mirar el cartel de nuevo para creerlo:

Plagio barato

Supongo que ya os habréis dado cuenta del asunto; pero por si andáis despistados os diré que existe una cadena de supermercados llamada AhorraMas con una fuerte presencia en la comunidad de Madrid y alrededores. Raro es el barrio en el que no existe uno de estos comercios, de modo que son más que conocidos por los habitantes de Alcalá y de cualquier otro municipio de la zona.

Pues bien, lo que han hecho los responsables de esta frutería que veis en la imagen es imitar descaradamente la iconografía de estos supermercados que os digo hasta el punto de que a la hora de bautizar el negocio han variado tan levemente el nombre original que la diferencia estriba en una sola letra.

De «AhorraMas» a «Ahora Mas». ¿Se puede ser más cutre?

Lugares abandonados (27): la joyería Suiza en la calle Mayor

Los lugares abandonados no son patrimonio exclusivo de los barrios periféricos y los rincones olvidados de Alcalá. De hecho, en la calle Mayor se pueden ver algunos de ellos en parte propiciados por el progresivo cierre de comercios en esa zona de la ciudad.

Uno de estos ejemplos es la veterana joyería Suiza, que lleva cerrada unos cuantos meses como atestigua su puerta llena de pintadas. Y aunque ignoro si en la vivienda que hay sobre ella vivían los dueños del negocio de la planta baja, antiguamente esto era algo muy habitual y pudiera ser que esta gente hubiera decidido dar un cambio de rumbo completo a su vida echando el cierre a la joyería y poniendo en venta su propia casa. Son pequeñas historias que nos cuenta la ciudad si tenemos tiempo para sentamos a escuchar.

Joyería Suiza (Calle Mayor)

Sea como sea, esta joyería ya no existe como tal del mismo modo que la vivienda que hay sobre ella también es ahora un lugar fantasmagórico. No sé si con el tiempo se abrirá aquí un nuevo comercio, si llegará una familia a habitar esa casa con ventanas rotas o si por el contrario se quedará así indefinidamente como ha ocurrido con la cerería «La Fuencisla» que hay frente a este lugar; pero espero que antes o después la calle Mayor recupere el esplendor de tiempos pasados.

De todos modos, ya que hablamos de la calle Mayor y teniendo en cuenta el cariño que le tengo a este lugar, prometo que en la próxima entrada del blog le haré un pequeño homenaje personal para compensar la sensación de vacío que provocan estas entradas sobre lugares abandonados.

¡Gracias por leerme!

Cuatro millones de móviles acaban de quedar inutilizados

El Sábado me llamó mucho la atención que a las 10:30 de la mañana había una cola de personas que salía de la tienda Vodafone de la plaza de Cervantes y se prolongaba bastantes metros por la acera. En ese momento no caí en la razón por la que estaba allí toda esa gente, pero cuando después de comer escuché en TV que estaban hablando del tema de los móviles prepago caí en la cuenta:

Si tenéis un movil con tarjeta prepago y no habéis sido precavidos, ahora mismo tenéis un bonito trozo de plástico en el bolsillo debido a ley que obliga a tener asociado cada teléfono con su usuario. Una ley que ha contemplado dos años de plazo para llevar a cabo este proceso de identificación; pero incluso así las operadoras calculan que actualmente hay en España unos cuatro millones de móviles todavía sin identificar y que, por tanto, han quedado fuera de servicio hace apenas unos instantes en una especie de apocalipsis tecnológico.

mobile-phones_cmyk

Inicialmente se dijo que todo teléfono no identificado el 9 de Noviembre de 2009 (es decir, hoy) quedaría inutilizado por completo; pero gracias a una negociación de última hora entre las operadoras y el gobierno se ha decidido dar un plazo extra de seis meses durante los cuales aquellos números no identificados no podrán llamar ni ser llamados hasta que sus dueños los registren convenientemente en una tienda de telefonía.

Sea como sea, el caos va a ser bestial: toda esa gente que se levantará de la cama y se encontrará con que su teléfono no funciona se acercará a las tiendas de telefonía para tratar de solventar la situación cuanto antes, por lo que las colas y los problemas están más que asegurados de ser ciertas las cifras de tarjetas prepago no identificados proporcionadas por las operadoras.

Vale que la medida tal vez no contente a todo el mundo; pero señoras y señores, ha habido dos largos años para identificar esas tarjetas, y para que todo el mundo se entere de ello las compañías han estado bombardeando con SMSs a los usuarios; por lo que aquellos teléfonos no identificados a día de hoy están fuera de servicio por despiste o dejadez de sus propietarios.

Espero que no estéis en esa situación, porque por la ley de Murphy hoy el móvil os hará más falta que nunca; pero bueno, al menos sabéis que tenéis seis meses para solventar la situación y que vuestro teléfono vuelva a la normalidad en cuanto os paséis por una tienda de telefonía perteneciente a vuestra compañía para dar vuestros datos personales. Eso sí, no lo dejéis correr; no vaya a ser que se os pasen también esos seis meses de plazo y entonces la cosa no tenga ya remedio.

De todos modos, las largas colas del Sábado por la mañana me demuestan una cosa: dejar las cosas para el último día es el auténtico deporte nacional.

Inspiración vs. horarios

Nunca he visto una forma más elegante de decir «abrimos y cerramos cuando nos da la gana» que la de esta tienda de tatuajes situada en las inmediaciones del parque O’Donell de Alcalá de Henares.

Horario de apertura. El arte tiene estas cosas (I)

Horario de apertura. El arte tiene estas cosas (II)

HORARIO

El arte no tiene un horario comercial, por lo tanto abrimos de lunes a viernes desde las 16:30 hasta las 20:30h, si el tiempo lo permite y el artista se encuentra inspirado.

Alcalá de Henares ayer y hoy (11)

Aprovechando que estamos de rebajas y que precisamente hoy estoy de cumpleaños 😛 y por lo tanto es un buen día para ir de compras, vamos a descubrir cómo hay comercios que por necesidad o por ganas de innovación son capaces de reinventarse manteniendo sus raíces.

El caso de hoy es el de la tienda de deportes Canales, en la Plaza de los Santos Niños de Alcalá de Henares. En ese lugar que hoy dispone de raquetas, mochilas, gorras y todo tipo de material deportivo hace muchos años (la fotografía es de 1928) se reparaba calzado y se hacían también zapatos a medida.

Calzados Guillermo Canales en 1928

«Calzados G. Canales». Guillermo Canales. 1928. Extraída del libro «Alcalá habla, hoy es ayer» de Ramón del Olmo. ISBN: 84-87914-71-3.

Lo más sorprendente de esta fotografía es que si la comparamos con la época actual pocas cosas han cambiado en apariencia: la esquina y la puerta son perfectamente reconocibles, y la única diferencia claramente apreciable es la techumbre que hay sobre la puerta y que protege a la tienda de los rayos del sol en las horas centrales del día.

Calzados canales (actualmente tienda de deportes)

«La tienda Calzados G. Canales en la actualidad: Deportes Canales»

Bueno, pues con estas dos fotos hemos terminado el viaje por el tiempo de hoy. Dentro de nada nos volvemos a dar otra vuelta por la ciudad en busca de más rincones con historia 😉

¡Un saludo y gracias por leerme!

Alcalá de Henares ayer y hoy (7)

Bien, llegó el jueves, así que nos toca un nuevo paseo por la ciudad de Alcalá de Henares: en esta ocasión nos vamos a quedar en un lugar a escasos metros del convento que os mostraba en la entrada anterior de esta serie, de modo que sin más preámbulos cojamos la cámara de fotos y dispongámonos a hacer turismo a través del tiempo 😉

Esquina plaza de San Diego con calle Bedel en 1952 (Santos Yubero)

«Esquina plaza de San Diego con calle Bedel» (Santos Yubero) 1952. Extraída del libro «El archivo y la fotografía de Alcalá de Henares» de Luis Alberto Cabrera Pérez. ISBN: 84-87914-53-5.

Como veis, estamos ante un edificio típico de la zona con sus balcones, su ropa tendida en las cuerdas y su calle muy mal asfaltada (o bien sin asfaltar). Vamos a observar ahora la fotografía comparativa con la actualidad para ver que en este rincón de la ciudad tampoco han cambiado demasiadas cosas pese a que ahora hay una tienda de recuerdos típicos complutenses en la puerta que se ve a la izquierda de la imagen original.

Esquina plaza de San Diego con calle Bedel en la actualidad

Esquina plaza de San Diego con calle Bedel en la actualidad

Bien, y aquí termina nuestro paseo virtual de hoy. El próximo lunes (último día del año) volveremos a recorrer las calles de la ciudad con una comparación «ayer vs. hoy» que os va a encantar. Hasta entonces pasad un buen fin de semana.

¡Saludos desde Alcalá! 😉

www.bateríasdigitales.com

El único problema con el que me enfrenté cuando compré la PDA de la que os hablaba el viernes es que su batería había estado muuuuuchos meses sin ser cargada; hasta el punto de que por mucho tiempo que la conectara a la corriente no era capaz de guardar nada de energía en sus células (aprovecho para hacer mención de este útil post que escribí hace tiempo sobre las baterías de litio) y por lo tanto todo dato guardado en la memoria se perdía irremediablemente en cuanto se desconectaba el cargador del enchufe.

Buscando soluciones a través de internet (la batería oficialmente no es reemplazable por el usuario) me topé con una tienda (tras haber desechado unas cuantas previamente debido a que o bien estaban en Hong-Kong o bien no me daban ninguna buena espina) en la que vendían una batería de recambio para la Palm Tungsten E (modelo 383E562XL) a un precio bastante razonable de 27€ más 3€ de gastos de envío por agencia de mensajería. La tienda como tal se llama Baterías Digitales, y en su web poseen una amplia gama de baterías de recambio para cámaras digitales, videocámaras, ordenadores portátiles y PDAs.

Lo que más me gustó es que la tienda está situada dentro de la Comunidad de Madrid (más rapidez y menor coste para los envíos) que tiene un trato muy directo con el cliente y que posee muy buenas referencias si buscamos un poco por internet. No me fiaba mucho de hacer un pago con tarjeta de crédito a una tienda situada en la otra punta del mundo, así que finalmente me animé a hacer el pedido en esta tienda vecina y pagarlo haciendo un ingreso directamente en su cuenta bancaria de Cajamadrid.

Pues bien, al día siguiente salió mi pedido y antes de 24 horas ya lo tenía en casa a través de Nacex, los cuales me dieron incluso un número de seguimiento para poder «trackear» el paquete. La batería llegó en perfecto estado a mis manos y enseguida me puse manos a la obra para poder instalarla.

La operación de instalación se complicó un poco debido a que la batería era un poco más alta que la «oficial» de Palm y la tapa trasera de la PDA se resistía a encajar correctamente, de modo que antes de forzar nada escribí un correo a la tienda para que me asesoraran un poco, y el caso es que me sorprendió gratamente que antes de dos horas tenía un e-mail en mi bandeja de entrada comentándome alguna cosa útil que al final me vino bastante bien para conseguir colocar la batería con éxito.

En definitiva: una tienda online más que recomendable con una amplia gama de productos (raro es que no tengan una batería de sustitución para tu portátil, cámara o PDA) y con una atención al cliente muy cuidada y esmerada, que al fin y al cabo es algo a tener en cuenta. La próxima vez que necesitéis una batería de recambio acordáos de www.bateriasdigitales.com

¡Nos leemos! 😉