Volando una Cessna RC cerca de Camarma

Hace unos días Joe y yo compramos un nuevo avión después de las buenas sensaciones obtenidas con el Falcon RC del que os hablé hace un tiempo. En esta ocasión se trata de la replica de una avioneta Cessna que vuela mediante un motor eléctrico colocado en su parte frontal y un sistema de servomotores que modifican la inclinación del timón de cola tanto en vertical como en horizontal y le permiten moverse en el aire con bastante soltura.

Volando aviones cerca de Camarma

El K-10 de la compañía "Joe & Bob Airlines"

Para estrenarlo nos acercamos a una zona de campo situada entre Alcalá de Henares y Camarma de Esteruelas en la que no había rastro de civilización en kilómetros a la redonda, de tal modo que podíamos hacer el indio todo lo que quisiéramos poniendo en peligro tan sólo nuestra propia integridad física (sobre todo después de ver como la última vez que volamos un avión mi cabeza corrió bastante peligro). Por cierto, en esta ocasión se unió mi hermano para hacer de «apoyo logístico» y comprobar en primera persona de qué va esto del aeromodelismo.

Volando aviones cerca de Camarma

Las cuatro torres de Madrid se ven casi desde cualquier sitio

Volando aviones cerca de Camarma

En aquella meseta del fondo se encuentra Santos de la Humosa

Por desgracia la experiencia de los primeros vuelos duró bastante poco porque en uno de los primeros aterrizajes se dañó la reductora del motor, lo que provocó que la hélice se quedara sin potencia. Se trata de un engranaje que cuesta poco más de un euro, pero como no tuvimos la precaución de comprar un par de ellos de recambio junto con el avión (y ese día era domingo) a las primeras de cambio nos vimos en medio de un inmenso trigal con la avioneta «fuera de servicio». Ah, os comento a modo de curiosidad que durante los intentos de reparación del avión fue cuando hice la fotografía de las espigas que salió en El Tiempo de TVE.

Volando aviones cerca de Camarma

El K-10 en plena revisión mecánica

Volando aviones cerca de Camarma

¡Luis a los mandos y a punto de despegar!

De todos modos, aun con nuestra poca previsión con el tema de recambios, el nuevo avión promete bastante ya que gracias al timón de cola se mueve con una agilidad pasmosa en el aire. De todos modos, también es cierto que es bastante más complicado de controlar que el anterior, así que nos tocará practicar todo lo posible en los pocos ratos que podamos sacar durante las próximas semanas para «ir a volar». A ver si la próxima vez os puedo ofrecer algún vídeo; porque de momento os tendréis que conformar con las fotografías que ilustran este artículo…

Volando aviones cerca de Camarma

Los colores del campo a media tarde

Volando aviones cerca de Camarma

Primer vuelo del K-10

Volando aviones cerca de Camarma

Mi hermano entre los trigales

Volando aviones cerca de Camarma

Derrotados y cabizbajos emprendemos el largo camino de regreso a casa...

¡Espero que hayáis disfrutado del viaje! 😉

Volando aviones con Joe

Hacía tiempo (bastante, además) que no me lo pasaba tan bien cómo esta tarde. Ahora mismo me duelen los pies de correr entre pedregales, tengo un corte en un dedo de la mano derecha que me escuece bastante y he pasado más calor que si hubiera estado una semana en el Sahara; pero he de reconocer que lo que ahora os voy a contar ha merecido la pena y ha sido toda una experiencia.

Volando aviones en las cercanías del cerro del viso

Todo comenzó ayer, cuando Joe me llamó por teléfono a primera hora de la tarde para proponerme comprar un avión de aeromodelismo a medias y así comprobar qué tal se nos daba el tema. El caso es que me pareció una idea bastante buena, de modo que nos acercamos a una tienda especializada en estas cosas y salimos de allí con un modelo muy sencillo impulsado por un par de motores eléctricos y, se supone, bastante sencillo de manejar. Por cierto, hemos decido bautizarlo con el nombre de Diploya.

Volando aviones en las cercanías del cerro del viso

De vuelta a casa de Joe lo montamos en poco menos de una hora y dejamos las baterías cargando, lo que nos obligó a postergar al día de hoy el estreno del avión. Y claro, con lo deseosos que estábamos los dos de probar qué tal iba «nuestro nuevo juguete» nada más terminar de comer pusimos rumbo al Cerro del Viso con el avión en el maletero y un montón de dudas e hipótesis sobre su manejo.

En teoría teníamos muy claro lo que había que hacer para que el avión despegara, volara y aterrizara; pero pronto comprobaríamos que sobre el terreno las cosas no iban a ser tan sencillas.

Volando aviones en las cercanías del cerro del viso

Volando aviones en las cercanías del cerro del viso

El caso es que tras unos vuelos de prueba sin motores para ver si las alas y demás elementos aerodinámicos estaban más o menos equilibrados, comenzamos a degustar ese extraño sabor de controlar un aparato en el aire. Los vuelos iniciales fueron básicamente dando tumbos de un lado a otro, pero poco a poco parece que le fuimos cogiendo el truco de tal forma que al final logramos trazadas cada vez más elaboradas y acrobacias dignas de la patrulla águila (bueno, puede que esté exagerando un poco  xD ).

Volando aviones en las cercanías del cerro del viso

Volando aviones en las cercanías del cerro del viso