El PC de sobremesa que he usado hasta ahora tiene ya más de 9 años y aunque es verdad que me seguía dando muy buen servicio, estas Navidades decidí renovarlo porque en los últimos tiempos han ido surgiendo avances en la informática que quería probar y si algo he aprendido de todos los años que llevo trasteando con este tipo de cacharros es que actualizar un ordenador que tiene más de un lustro suele ser a base de «parches» que no le permiten sacar todo el rendimiento posible y es mejor hacer una renovación total del mismo.
Es decir, podría actualizar el microprocesador, pero sólo a uno de la tercera generación Core de Intel (actualmente van ya por la undécima) debido al socket 1155 de la placa, por lo que pasaría de un i7 2600 a un i7 3770 en el mejor de los casos. También podría cambiar la tarjeta gráfica Radeon HD6450 pero el bus de la placa es PCIe 2.0 y el conector de alimentación de la fuente es de seis pines, podría ampliar la RAM pero estoy condenado a que sea DDR3 a 1333 MHz, también podría meter un disco M.2 pero tendría que montarlo en una placa adaptadora a PCIe 1x con el cuello de botella que esto supone… Vamos, que sería una actualización parcial que enseguida vi que no merece mucho la pena porque al final el incremento de rendimiento no era demasiado elevado.
Con esto en mente decidí por tanto hacerme un ordenador a medida empleando para ello componentes que iría comprando en diversos proveedores; si bien ya os adelanto que no he conseguido todo lo que quería y habrá alguna cosa que actualizaré en los próximos meses si las circunstancias lo permiten. Os iré desarrollando todo esto a lo largo del artículo porque creo que es interesante, no os preocupéis.
Sea como sea, mi intención con esta renovación es seguir usando el ordenador como de costumbre para escribir, edición fotográfica… pero también para ejecutar algún que otro juego de vez en cuando porque si algo tengo claro es que de momento no me voy a meter en la nueva generación de videoconsolas y la PS3 la tengo ya muy trillada.
No es que sea yo un hardcore gamer, pero sí que le estoy cogiendo el gustillo a echar alguna partidilla de vez en cuando si el resto de obligaciones laborales y personales me lo permiten. Por tanto, al igual que con mis dos últimos sobremesas pasé olímpicamente de la tarjeta gráfica porque para jugar usaba videoconsolas, en este caso sí que quiero una GPU digna que me permita jugar con soltura a lo que hay ahora mismo en el mercado.
Planificación
A la hora de plantearme este tipo de cosas hay un aspecto que disfruto especialmente, que no es otro que la planificación. Con esto lo que consigo es acotar de una forma bastante precisa qué necesito y hasta dónde estoy dispuesto a gastar para evitar así despilfarrar a lo loco y comprar cosas que no voy a emplear.
Por tanto, lo primero que hice fue crear una hoja de cálculo en la que planteé tres configuraciones diferentes especificando los componentes principales al detalle junto a sus precios: una muy básica, una media y una extrema. Al final viendo los presupuestos y rendimientos decidí que partiría de la base de la media, ya que para crear la básica casi que me quedaba con el ordenador que tenía y la extrema se iba completamente de madre en términos económicos (Core i9 10900K, 64 GB RAM 3600 MHz, RTX 3080, placa gaming de gama alta, SSD M.2 2 TB…). Y es que, como en la vida misma, la virtud se encuentra en el punto intermedio.
Os dejo a continuación la tabla con la configuración más bestia que se me ocurrió y que, como os decía, se va totalmente del presupuesto que podría estar dispuesto a gastar, de modo que quedó desechada.
Por tanto, el plan inicial adoptado para el nuevo ordenador consistía en un procesador Intel Core i5 de décima generación, una placa microATX con su caja correspondiente (las torres ATX me parecen un mamotreto), 16 GB de RAM DDR4, disco duro SSD de 240 GB para el SO y aprovechar el HDD de 1 TB que ya tenía para datos. En cuanto a la tarjeta gráfica la idea era hacerme con una Nvidia GeForce RTX 2070 o similar y también comprar un nuevo monitor Full-HD con altavoces incorporados porque el Acer que tenía desde hace más de 10 años sólo tenía conector VGA y estaba un poco harto de tener que hacer apaños con conversores y demás. Y bueno, ya que estaba quería darme el capricho de poner algún detalle de iluminación en color azul, cosa que haría con un par de ventiladores de caja. Ah, y también iba a necesitar una licencia de Windows 10, pues la que tenía el HP era OEM y por tanto no se podía transferir al nuevo PC.
Buscando los componentes
Con esta configuración en mente comencé a buscar componentes a principios de diciembre y me encontré con que el mercado de los procesadores, la memoria RAM y, especialmente, las tarjetas gráficas estaba completamente arrasado. Y no es una forma de hablar, es que las tarjetas gráficas más altas de gama que encontraba en stock eran las GeForce GT 730 o como mucho alguna GT 1030 suelta. La recién aparecida serie 30 no estaba ni se la esperaba a medio plazo salvo que estuvieras dispuesto a dejarte casi 2000 euros en una de las pocas RTX 3090 disponibles, pero es que pasaba lo mismo con la serie 20 e incluso con la 16. Sé que existe la opción de las gráficas de AMD que también van muy bien, pero habiendo pasado por ambas marcas en el pasado me quedo con Nvidia por pura preferencia personal.
Como os digo, lo de los procesadores también estaba muy complicado en esos momentos. Placas con socket LGA 1200 había bastantes disponibles, pero los microprocesadores estaban fuera de stock en la mayoría de los casos excepto los i3 10100 y similares, así que empecé a replantearme ciertas cosas y a pensar por primera vez en más de 20 años en comprar algo que no fuera de Intel.
Y así, buscando información en muy diversas fuentes llegué a dar con un microprocesador que para mí conseguía una buena relación precio/prestaciones y que además tenían en stock en una conocida tienda online de componentes de PC: el AMD Ryzen 5 3500X.
Claro, esto implica conseguir una placa con socket AM4, pero esto no fue un problema porque en la misma tienda eché al carro una B450M PRO-M2 MAX de MSI. Primero estuve mirando sus especificaciones y vi que se adecuaba perfectamente a lo que necesitaba: soporte directo de la familia 3000 de Ryzen (y de la 5000 con una próxima actualización de firmware), 2 ranuras de memoria DDR4 de hasta 4133 MHz y 32 GB, un zócalo M.2 NVMe, 4 puertos SATA y una BIOS que permite trastear bastante con los parámetros de velocidad de microprocesador, memoria y ventiladores.
En cuanto a la RAM, después de mucho mirar compré un pack de dos módulos de 8 GB cada uno de Corsair, en concreto las Vengeance LPX de 3000 MHz con disipador incorporado. Me hubiera gustado comprarlas de 3200 MHz, pero estuve esperando casi dos semanas y no había stock por ningún lado así que viendo que las diferencias de rendimiento iban a ser mínimas opté por las de 3 GHz y si en el futuro veo que merece la pena a lo mejor las sustityo por 32 GB de más velocidad, pues la placa soporta hasta 4133 MHz.
El disco duro elegido fue un Kingston A2000 NVMe de 240 GB conectado en el puerto M.2 de la placa en el que irá instalado únicamente el sistema operativo y los programas que uso habitualmente. El resto de programas, librerías, descargas y demás irá en un segundo disco duro que en principio pensé en que fuera el HDD de 1 TB del PC anterior, pero al final descarté esta opción y compré un SSD de 480 GB también de la marca Kingston conectado por SATA. Bueno, y también dediqué otro SSD Crucial SATA de 240 GB que tenía por casa exclusivamente para almacén de material multimedia y copias de seguridad. Por tanto en este ordenador han quedado desterrados los discos de tipo mecánico, que siempre ralentizan mucho el trasiego de datos de acá para allá.
En cuanto a la caja, compré una Aerocool Bolt Mini, que me gustó tanto por el panel lateral transparente (es metacrilato; no cristal templado) como por la línea quebrada que tiene en la parte frontal que se puede iluminar en diferentes tonos o bien que haga algunos efectos pintones. Ya os dije que me apetecía hacer la frivolidad de darle un toque de color a mi PC para que no sea la típica caja negra, sosa e invisible bajo la mesa.
El monitor es un Philips 243V7QDAB de 24″, FHD, 16/9, 75 HZ, con altavoces incorporados (hay cosas para las que no necesito gran calidad de sonido, y para las que lo necesito uso auriculares) y que dispone de conexiones HDMI, DVI y VGA. Un monitor sencillo pero en consonancia con el espacio de la casa que estaba dispuesto a asignar al ordenador, pues veo una tontería hacerse con un monitor 4K si no es de al menos 32 pulgadas, y en mi mesa algo de ese tamaño me iba a devorar.
Viendo que localizar la gráfica que quería iba a ser un jaleo y que no iba a encontrar en mucho tiempo un modelo como el que tenía pensado, decidí hacer otra cosa porque si no mi proyecto de nuevo ordenador no iba a arrancar en meses. Estuve mirando mi librería de Steam y vi que realmente para lo que tenía pendiente de jugar podía hacerlo con un modelo de hace unos años que podría comprar de segunda mano y mientras tanto esperar a que se normalice la situación y de aquí a un tiempo comprar una gráfica más actual para poder entonces empezar a hacerme con títulos «de ahora».
Siendo el monitor FHD 75 Hz vi que una GeForce 750 Ti podía hacerme el apaño y di con una MSI de doble ventilador nuevecita por apenas 50 euros, de modo que no me lo pensé mucho y fui a por ella, ya que tampoco es que hubiera muchas a la venta en el mercado de segunda mano. Se ve que el mundillo de las gráficas está muy parado y estamos todos esperando a que haya stock para renovar nuestro hardware. Por cierto, nada más llegar a casa con ella le desmonté todo el conjunto de radiador y ventiladores, le limpié el poco polvo que tenía y aproveché para cambiarle la pasta térmica porque vi que estaba algo reseca.
Relacionado con esto de la gráfica, de momento decidí mantener la fuente de alimentación del antiguo PC, ya que es de 500 W y tiene potencia de sobra para mover todo esto. Cuando vuelva a haber stock de tarjetas gráficas compraré una fuente acorde con la GPU que compre; aunque puede que pille antes una con potencia y conectores de sobra para cualquier modelo actual y eso que llevo por adelantado.
Un capricho de última hora
Y bueno, ya que me estaba montando un ordenador a mi gusto, aparte del tema de los detalles de la iluminación LED, tenía ganas de probar algo que me llamaba la atención desde hacía mucho tiempo: una refrigeración líquida para el microprocesador. Y en concreto elegí la MasterLiquid Lite 120 de Cooler Master. Un modelo AIO sencillo de instalar, fiable y que ya lleva tiempo en el mercado.
Al final estos sistemas funcionan como el radiador de un coche: hay una bomba que mantiene el líquido refrigerante dando vueltas en un circuito hermético y éste pasa por el disipador del procesador absorbiendo el calor que emite. Líquido que se vuelve a enfriar al pasar por el radiador que montamos en la parte trasera del PC y por el que pasa aire impulsado por un ventilador que girará más rápido cuanto más se caliente el micro.
Estuve a punto de comprar el modelo de 240 mm de largo (radiador con dos ventiladores) pero vi que el Ryzen 3500X no emite mucho calor con su TDP de tan sólo 65 W y que por tanto con el 120 mm iba de sobra, quedando mucho más discreto y silencioso que el modelo grande.
Y sí, algunos me diréis que es mejor un conjunto de disipador y ventilador, que las refrigeraciones líquidas acaban dando problemas de fugas y sedimentaciones, que son nada más que postureo… Todo eso ya lo sé, pero la cosa es que tenía ganas de probar una por mí mismo y para montar el ventilador que trae en la caja el Ryzen puedo hacerlo en cualquier momento, pues lo tengo guardado en el armario.
Montando el nuevo PC
Justo la semana antes de Navidad conseguí la gráfica y también me llegó la placa base, la memoria y el micro; así que con esto ya tenía todo lo necesario para poder empezar a montar el nuevo PC; pues la caja, la refrigeración líquida y los ventiladores ya los había comprado unos días antes y la fuente de alimentación es del antiguo ordenador.
Hay gente que puede considerar que este tipo de cosas son un auténtico tostón, pero en mi caso es algo que disfruto y que me encanta hacer. De hecho comentaba con mi chica el otro día que a un ordenador que tuvimos mi hermano y yo allá por el año 2000 le cambiamos tantas cosas a lo largo de su vida útil que al final la única pieza original que le quedaba era la disquetera. Eramos unos locos del hardware y por aquella época, dentro de lo que nuestros limitados recursos económicos nos permitían, manteníamos el PC acualizado a base de cambiar componentes cada dos por tres.
Así pues, empecé montando micro y memoria en la placa base, luego monté el conjunto en la nueva caja, monté la fuente de alimentación del antiguo PC y pasé todo el cableado por la parte trasera del chasis, monté los discos duros, conecté todas las alimentaciones y cables de datos a la placa y a los discos, monté la refrigeración líquida, la tarjeta gráfica y la tarjeta WiFi (el ordenador está lejos del router y no quiero andar pasando cables por todos lados) y por último instalé Windows 10, detectando todo a la primera y funcionando sin errores desde el primer instante empezando así a actualizar drivers e instalar actualizaciones del SO y mis programas habituales.
Por último, aproveché para comprar una alfombrilla XXL con iluminación LED fabricada por Mars Gaming y ya puestos una tira LED RGB de dos metros para iluminar todo el contorno inferior de mi mesa y así darle un toque más molón. Sé que el ordenador funcionaría igual sin estos dos elementos, pero como ya os he dicho en un par de ocasiones a lo largo de este artículo, me apetecía darle alguna pincelada de estilo tanto al ordenador como al cuarto donde lo tengo ubicado.
Aun así, todavía tengo alguna cosa pendiente como organizar los cables que se ven tras la CPU y cambiar la fuente por una de color negro para que no cante como la gris que tengo montada ahora mismo. Aparte de esto, como ya os dije en algún momento cambiaré la tarjeta gráfica por un modelo actual para alcanzar así el punto al que quería llegar con este ordenador.
Conclusiones
¿Qué he conseguido con este ordenador? Pues además de tener un equipo actual al que sólo le falta una gráfica más moderna y una fuente acorde con ella para mover todo lo que le echen, una motivación para haberme estudiado la arquitectura Zen de los nuevos micros de AMD, descubrir en qué se basan las mejoras de rapidez del conector M.2, conocer de memoria la gama de Nvidia al completo, unas cuantas horas viendo vídeos de hardware en Youtube (mi gran «descubrimiento» de estos días ha sido el canal de Nate Gentile) y un día entero de puro disfrute montando todo el conjunto de hardware y software, pues comencé a primera hora de la tarde montando el Ryzen en la placa base y terminé instalando los últimos drivers de la tarjeta gráfica en Windows a las tres de la madrugada.
Mientras se alinéan los astros para que aparezca una gráfica potente a un precio justo, usaré la 750 Ti con juegos como Metro 2033 Redux, Alan Wake, The witcher, Sleeping dogs o Bioshock 2 por ejemplo, ya que como tienen algunos años puedo ponerlos con el nivel de detalle al máximo corriendo a los 75 Hz nativos de mi monitor. Son títulos que tenía comprados desde hace bastante, pero que por falta de tiempo y/o porque en mi anterior ordenador no iban muy finos hasta ahora no he podido disfrutarlos como merecen. Al fin y al cabo siempre he dicho que las obras de arte son atemporales, así que nunca es tarde para disfrutar de estas cosas.
En cualquier caso, estoy más que contento con el resultado porque es la primera vez que monto un PC completamente desde cero y me ha sorprendido la ausencia de problemas y errores. No os digo más que en el primer arranque tenía una linterna en la mano porque estaba convencido de que al pulsar el botón de encendido pegaría algún chispazo y saltaría la luz de casa, pero no fue así.
Soy consciente de que no es un ordenador bonito en términos absolutos como algunas creaciones que se ven por ahí y que están diseñadas por gente que tiene mucho arte para estas cosas, pero al final es algo que he hecho yo de principio a fin dándole mi propio toque personal y estoy orgulloso de ello.
¡Nos leemos!
Actualización 28-01-2021
He conseguido una Gigabyte GTX 1060 Windforce OC 3 GB por 100 euros, que no es la tarjeta de mis sueños pero que obtiene un rendimiento de algo más del doble que la 750 Ti y eso se nota en algunos juegos como Shenmue III o Project Cars. Aunque con la fuente anterior hubiera sobrado para alimentar todo el conjunto, también me he hecho con una Tooq TQXGEII de 700 W que dispone de dos conectores de 6+2 pines para alimentar tarjetas gráficas (la 1060 sólo usa uno de 6 pines, mientras que la 750 Ti se alimentaba exclusivamente a través del bus PCIe). Sea como sea, el mercado de las tarjetas gráficas nuevas está, a dia de hoy, todavía peor que antes de Navidad. Espero llegar a hacerme con una RTX 3060 algún día, pero creo que la cosa va a estar muy muy complicada.
Por cierto, también he cambiado la tarjeta Wifi por una más rápida, ya que tengo contratada en casa fibra de 300 Mb/s y con la anterior no pasaba de 80 Mb/s. Con la nueva estoy en torno a los 270 Mb/s y eso es algo que se nota cuando toca descargar grandes cantidades de datos (los 68 GB de Doom, por ejemplo).
Un detalle más: en ocasiones, sobre todo cuando los ventiladores giraban rápido, a veces la tapa de metacrilato vibraba un poco y emitía un sonido que, aunque leve, me molestaba bastante. Lo que he hecho para silenciarlo ha sido pegar unos pequeños círculos adhesivos de goma de apenas 0,2 mm de grosor en las esquinas y la parte central de los largueros metálicos del chasis donde apoya el metacrilato. Desde ese momento se acabaron las vibraciones.
Actualización 13-02-2021
Hoy he comprado un nuevo disco duro SSD de 960 GB; concretamente un Kingston A400. Lo he añadido de tal modo que en él irá el grueso de mi biblioteca de Steam, ya que el de 480 GB se estaba quedando muy justo y las rebajas del año nuevo Chino han sido la puntilla.
Todavía queda en la placa base un puerto SATA libre para un quinto disco duro, pero de momento lo descarto, ya que como podéis ver en la imagen anterior el de 480 GB ha quedado vacío, los otros dos están todavía bastante libres y en el nuevo todavía hay unos 320 GB disponibles.
Actualización 22-05-2021
Hace unos días se me puso a tiro una tarjeta gráfica RTX 2060 a precio digno y no me lo pensé dos veces, de modo que me hice con ella y actualicé el ordenador. En concreto es una MSI RTX 2060 Gaming Z 6GB que aunque se come tres slots PCIe, gracias a su generoso disipador y sistema de refrigeración estos hacen que a plena carga no pase de 72 grados.
Más que por la potencia bruta (al jugar en 1080p no necesito un pepino tipo 3090) tenía ganas de actualizarme a la gama RTX por poder utilizar juegos como Quake II RTX o jugar a Control, Battlefield V o Shadow of Tomb Raider en todo su esplendor.
Comentar que tuve algunos problemas al instalarla porque el ordenador no detectaba la gráfica incluso antes de poder entrar a la BIOS, pero trasteando un poco vi que era porque debido a su elevado peso la tarjeta tendía a flexar un poco hacia abajo y alguno de los pines del slot PCIe no hacía buen contacto. Lo que he hecho ha sido introducir una pieza entre la gráfica y el chasis de la caja a modo de calzo y así la tarjeta queda totalmente horizontal y no da problemas.
Actualización 20-09-2021
Aunque estaba más que contento con el Ryzen 5 3500X he cambiado el microprocesador por un Ryzen 7 3700X, pasando de tener seis núcleos y seis hilos a ocho núcleos y dieciseis hilos. ¿Se nota en los juegos? Pues muy poco, la verdad, porque ahí casi todo depende de la tarjeta gráfica. ¿Se nota en los Benchmarks? En 3D Mark sí que se nota algo porque además de la gráfica hay partes de los tests que tiran de procesador puro y duro; pero esto se nota sobre todo en los benchmarks de cálculo tipo CPU-Z o Cinebench; donde el rendimiento en multinucleo duplica al del procesador anterior.
Lo que también ha aumentado son las temperaturas de funcionamiento, rodando los 35 grados en idle hasta los 77 aproximadamente que se alcanzan en pruebas de rendimiento largas en las que se le exige el 100% al procesador. Con el 3500X en idle estaba por un estilo mientras que las máximas rondaban los 63 grados. Sigo manteniendo la misma refrigeración líquida del principio, eso sí.
Actualización 05-10-2021
En parte porque en las últimas semanas me he emparanoiado con que cualquier día mi refrigeración líquida podría tener una fuga liándomela parda en el PC y en parte porque tenía ganas de experimentar, me he pasado a refrigeración a base de aire; aunque bien es verdad que la líquida la tengo bien guardada por si al final vuelvo a ella; que no lo descarto.
El disipador que estoy empleando ahora mismo es el Wrigth Prism de la propia AMD que venía en la caja del Ryzen 7 3700x. Lo tengo conectado nada más que al conector «CPU fan» de modo que muestra iluminación RGB cíclica pero no la puedo controlar a no ser que conecte un cable a uno de los conectores USB de la placa; cosa que de momento no voy a hacer porque primero me quiero asegurar de que el sistema refrigera correctamente.
Los ventiladores azules molones que tenía la caja (los que veis en la fotografía que hay sobre estas líneas) han dejado paso a unos sin iluminación pero regulados por PWM desde la BIOS a través de un hub y capaces de mover mucho más caudal, de modo que ahora tengo control preciso sobre la cantidad de aire que quiero hacer circular dentro de la caja, algo importante si en un espacio tan reducido tienes una tarjeta gráfica y un microprocesador funcionando a temperaturas que pueden rondar perfectamente los 70 grados centígrados. Si no eres capaz de sacar ese aire caliente de ahí dentro en pocos minutos empezarás a tener problemas de thermal throttling y otros fenómenos poco deseables; además de acortar la vida de los componentes del PC. Por tanto, la renovación del aire de la caja es algo de suma importancia.
El esquema es el clásico de dos ventiladores metiendo aire fresco por el frontal de la caja, uno en la parte trasera para sacarlo fuera y dos en la parte de arriba para ayudar todo lo posible a evacuar el calor de ahí dentro ayudando a la convección natural. Por tanto, el flujo de aire de salida gana al de entrada, lo que quiere decir que estoy generando una presión negativa dentro de la caja y convirtiéndola así en un pequeño aspirador para el polvo que haya en los alrededores de la torre. Aún así, como es una caja muy sencilla de abrir y cerrar de vez en cuando le pego una buena limpieza a todo y Santas Pascuas.
Me estuve pensando si generar una presión positiva o negativa, pero al final me quedé con la negativa porque tengo la sensación de que es más importante sacar todo el aire caliente posible por la parte superior de la caja que meter aire fresco, el cual por la presión negativa buscará cualquier hueco para entrar dentro de la caja.
En cualquier caso, en un uso exigente como es jugar a Cyberpunk 2077 durante un par de horas arroja unas temperaturas estabilizadas de unos 72 grados centígrados para la CPU, 70 para la GPU y 55 para el interior de la caja (no sé en qué punto de la placa base estará el sensor que mide esta última). Pueden parecer elevadas, pero he ajustado las curvas de los ventiladores para que llegados a ese punto todavía no hagan demasiado ruido. Si los subo de velocidad puedo bajar algún grado más, pero para una CPU Ryzen 7 y una gráfica de la serie «Gaming Z» de MSI rondar los 70 grados en una caja de pequeño tamaño y frontal semi-cerrado no es ninguna locura.
Actualización 12-10-2021
Cuando la temperatura de la CPU se dispara, el Wraith Prism es un avión en pleno despegue gracias a sus 3750 RPM de velocidad máxima. Es verdad que refrigera bien y mantiene las temperaturas del 3700X en la media de lo que es normal en este microprocesador, pero el ruido es bastante bestia y con la casa en completo silencio puede llegar a ser incluso molesto; de modo que me he animado a cambiarlo por un NOX Hummer H-212 que tiene fama de eficiente y silencioso.
Con éste modelo mantengo las temperaturas más o menos en rango que daba el disipador de AMD pero a costa de un ruido muy inferior incluso cuando su ventilador (cónico de 120 –> 92 mm) gira a toda velocidad, que son 1600 RPM. Tenía en el punto de mira un modelo de Cooler Master y otro de Noctua, pero la anchura de la caja me limitaba a modelos de como mucho 140 mm de alto, y no tenía ganas de recurrir a modelos de perfil bajo que siempre dan menos rendimiento.
Con esta configuración y una temperatura ambiente de 23 ºC tengo en IDLE el micro a unos 38 grados, la gráfica a 28 grados y la caja a 26 grados. Tras una hora jugando a Cyberpunk 2077 las temperaturas son de 68 grados en el micro, 70 en la gráfica y 53 en la caja, que no lo veo mal para ser microATX, sinceramente.
Y la verdad es que el punto en el que está el ordenador a día de hoy me parece que no le tocaré muchas más cosas. No me planteo un micro más potente ni memoria RAM más rapida, puesto que creo que las ganancias de rendimento no serían muy destacables. Tampoco creo que me meta en una gráfica más bestia, pues tal y como está el mercado prefiero seguir con mi RTX 2060 y ya para el siguiente PC me plantearé algo más actual si los precios de las gráficas han vuelto a sus niveles pre-locura tecnológica.
Lo único que se me pasa por la cabeza a medio plazo es cambiar de caja a una que tenga mejor flujo de aire, porque creo que aunque le metí dos ventiladores en el frontal, por la forma que éste tiene no consiguen que entre mucho más aire fresco del que entraría por aspiración de los otros ventiladores que extraen aire de la caja.
En cualquier caso, no descarto elaborar un par de artículos en base al sistema que he montado de monitorización de temperaturas en tiempo real, la experiencia del paso de refrigeración líquida a aire y el control de curvas de ventiladores a través de PWM; ya que me parecen temas interesantes sobre los que, si mi escaso tiempo libre lo permite, me gustaría explayarme a gusto. A ver si tengo ocasión de sentarme largo y tendido a aporrear teclas un día de estos.
He cambiado la memoria RAM por dos módulos de 8 GB Crucial Ballistix a 3600 MHz CL16. Se nota algo de mejoría en los benchmarks de cálculo puro y duro (en torno a un 5%) pero en videojuegos la diferencia es prácticamente inapreciable, ganando un par de FPS como mucho. No es que me arrepienta porque de no haberlo hecho siempre me hubiera quedado la duda, pero si tenéis módulos de 3000 Mhz ya os digo que no merece la pena subir uno o dos escalones en lo que a velocidad se refiere.
Actualización 17-12-2021
He cambiado la caja del PC por una más amplia y mejor ventilada, lo cual ha supuesto una notable mejora en temperaturas pero sobre todo en la sonoridad del equipo durante su funcionamiento. He escrito un artículo al respecto con todos los detalles que espero os resulte interesante.
Actualización 20-12-2021
Ya que nos ponemos a hacer las cosas las hacemos bien. He adquirido cuatro cables SATA de Corsair que son redondos en lugar de planos y además van forrados en nylon, quedando mucho más acordes con la estética sobia que he buscado aprovechando el reciente cambio de chasis.
Actualización 20-03-2022
Al final no fui capaz de resistirme y cuando se me puso a tiro una RTX 3060 Ti (en este caso el modelo Twin Edge OC de Zotac) me hice con ella sin pensarlo demasiado. Sé que en su momento dije que teniendo una 2060 iba a pasar de la generación 30 para actualizarme directamente a la 40 cuando apareciera en el mercado; pero es que el cacharreo es tan entretenido… Sólo por el hecho de instalar la tarjeta, pasarle toda la batería de tests y benchmarks, ajustar la curva de ventilación y demás a mí ya me merece la pena la inversión. Aparte, claro está, del gusto de ver correr a toda pastilla juegos como Cyberpunk 2077 o Quake II RTX, que a día de hoy son de los más demandantes gráficamente hablando.
Por poner un par de cifras sobre la mesa, en el famoso test de 3DMark llamado «Time Spy» he pasado de los 8213 puntos de la 2060 a los 11429 de la 3060 Ti. Y en el «Port Royal» (un test enfocado a RayTracing) he pasado de 4455 a 6936. En ambos casos esto representa un incremento de rendimiento de entorno al 30%.
En lo estético la tarjeta es mucho más discreta (sólo cuenta con iluminación en color blanco en el logo de la marca) y funcionando es más o menos igual de silenciosa que la 2060 de MSI que tenía hasta ahora. La temperatura no supera los 71 grados en los tests más largos y exigentes, por lo que no parece que el calor vaya a ser un tema muy determinante para su buen funcionamiento; si bien esto es algo que ya busqué concienzudamente cuando estuve eligiendo la nueva caja. Ah, la tarjeta es ligeramente más estrecha que la anterior MSI, ocupando dos slots PCI cuando antes tenía ocupados 2,5 (lo que en la práctica inutiliza el tercero, claro).
Las impresiones iniciales son buenas y jugando en mi monitor de 1080p a 75 Hz todo va a toda pastilla incluso en los niveles más extremos de detalle, de modo que estoy contento con la nueva aquisición. Espero que el tiempo no me haga arrepentirme del cambio.
Actualización 20-04-2022
He sustituido el Stream Deck Mini por la versión estándar de 15 teclas para poder tener así más información a la vista de forma simultánea. Os dejo un par de fotos.
Aunque existen desde hace bastantes años, de un tiempo a esta parte están tomando gran protagonismo una serie de dispositivos informáticos de reducido peso y tamaño pero con prestaciones similares a los modelos de sobremesa a la hora de navegar por internet o usar programas ofimáticos. Desde sus comienzos hasta ahora se ha avanzado mucho en el campo de la informática portátil, pero al fin y al cabo lo que seguimos viendo en un aparato de estas características es una pantalla y un teclado con disposición horizontal.
Seguro que más de uno de vosotros recuerda de la época de los primeros microprocesadores Pentium aquellos modelos miniaturizados comercializados por Toshiba bajo la denominación de Libretto y ante los que babeaba sólo con ver una imagen en los anuncios de las revistas (¡qué tiempos!)
Evidentemente incluso los modelos actuales con menos prestaciones se meriendan literalmente a aquellos primeros Libretto, pero no es menos cierto que el espíritu y la razón de ser de los ultraportátiles que ahora empiezan a ser una opción a tener en cuenta ya estaba presente en modelos como el que podéis ver en la foto anterior.
Cierto es que desde hace años hay PDAs que disponen de estas funcionalidades (de hecho yo dispongo de una Palm Tungsten E de la que en su momento hice una extensa review) pero sus prestaciones por lo general están muy limitadas y habitualmente la entrada de texto se hace mediante un teclado virtual en pantalla, haciendo de esto una tarea lenta y pesada.
Sin embargo, como os comentaba hace un par de párrafos, la gente ha encontrado un punto intermedio bastante bien balanceado entre la portabilidad de una PDA y las prestaciones de un ordenador portátil normal y corriente. Hoy en día hay en el mercado internacional algunas opciones a tener en cuenta, pero tal vez la más exitosa en estos momento sea el Asus 701 por su relación precio / tamaño / prestaciones. Además de que por méritos propios es una opción bastante válida nos vamos a encontrar con la situación de que en nuestro territorio es prácticamente la única a tener en cuenta ahora mismo, pues ya sabéis que en esto de la electrónica «la piel de toro» está a la cola de Europa (no digamos ya del mundo) y mientras en otros países ya está a la venta el modelo 901 (y hay disponibles más modelos parecidos de otras marcas) aquí acaba de salir el anterior.
¿QUÉ ME PUEDE OFRECER UN ULTRAPORTÁTIL?
Si seguís mis aventuras y desventuras a través de este blog, sabréis que desde hace años dispongo de un ordenador portátil que me permite realizar tanto tareas de «blogueo» como la redacción de los artículos para ultimONivel y las tareas propias del desarrollo del proyecto de fin de carrera en el que estoy enfrascado desde hace unos meses.
El caso es que más de una vez he dicho que el término «ordenador portátil» es bastante relativo: si consideramos un portátil como un equipo que podemos transportar de un lugar a otro sin necesitar una furgoneta estoy completamente de acuerdo (un ordenador portátil es un equipo ideal para llevar a nuestro lugar de vacaciones por ejemplo) pero como término que se refiera a que podemos trabajar con él en movimiento no puedo estar más en contra.
Un portátil «normal» pesa entre dos y tres kilos, se calienta bastante y por sus dimensiones es imposible utilizarlo en espacios reducidos como un autobús o la silla de una sala de conferencias. En las distintas presentaciones a las que asisto como redactor de ultimONivel siempre me llevo un bolígrafo y un cuaderno para tomar notas y a veces mi PDA si el reportaje corre prisa y quiero ir preparando algunas cosas en el trayecto de vuelta a casa, pero por nada del mundo me llevaría el portátil debido a que sencillamente sería lo más incómodo del mundo a la hora de escribir directamente en él.
Lo de la PDA no es mala idea, pero como dije en la introducción están diseñadas para tomar notas muy breves y a una velocidad muy baja. No son aptas para tomar multitud de ideas al vuelo, hacer citas de frases textuales o redactar complejos y extensos escritos. En esos casos el papel y el bolígrafo son las mejores armas acompañadas de una grabadora para luego en casa descifrar cada punto de una conversación.
Sin embargo, un ultraportátil sí que es útil en esos casos, y os lo voy a tratar de mostrar con un ejemplo práctico: en una presentación llegas a tu asiento y sacas un cacharro que abulta como un cuaderno de tamaño mediano pero que tiene teclado QWERTY «real» para escribir con comodidad. En él llevas las notas de prensa previas a la presentación y que te dan pistas sobre lo que se va a tratar en el evento. En cualquier momento puedes consultar la biografía del invitado o cualquier otra cosa que te haya proporcionado la compañía encargada de la presentación. Podría decir que también te puedes conectar a Internet a través de alguna red WiFi abierta que haya en la zona, pero decir eso en España es demasiado arriesgado, pues ya sabemos que no hay demasiados hot-spots de tipo abierto por estas tierras y no creo yo que vaya a dar la casualidad de que justo en el lugar donde nos encontramos haya uno (la Ley de Murphy es poderosa).
Durante el acto puedes ir tomando notas rápidamente con el procesador de textos de todo lo que ocurre, e incluso con la grabadora de sonidos ir grabando todo el acto para que luego te ayuda a la hora de pulir el reportaje en casa. Es cierto que la pantalla de 7″ no es la ideal para trabajos gráficos minuciosos y detallistas, pero para escribir unos cuantos párrafos con Open Office va más que bien.
Finaliza la presentación y vas de camino a casa en el tren o el autobús. Sentado en tu estrecho asiento durante el trayecto puedes seguir retocando el reportaje que estás escribiendo o también tienes la posibilidad de ir descargando las fotografías de la cámara para ir seleccionando las que han quedado mejor. Es un trabajo que siempre me toca hacer en casa y que me da bastante rabia, pues se tarda un rato que se podría dedicar a la publicación el artículo en si o a pulir algunos detalles del mismo. Evidentemente esto también se puede hacer con un portátil de tamaño normal, pero lo más seguro es que por la poca distancia que tienes con respecto al asiento de enfrente te tuvieras que comer la pantalla y ya de paso darle codazos al tío del asiento de al lado cada vez que pulses el tabulador.
ESPECIFICACIONES TÉCNICAS DEL ASUS EEE 701 4G
Centrándonos en el 701 podemos enumerar sus características técnicas una por una acompañadas de una breve explicación:
Procesador Intel Celeron-M ULV 353: el microprocesador del equipo es capaz de correr a 900 MHz, pero por defecto viene limitado a 630 MHz para limitar el consumo y el calor generado.
Memoria RAM de 512 MB en un SO-DIMM DDR2 400 reemplazable por el usuario.
Disco duro SSD de 4 GB: un sistema de almacenamiento basado en memoria flash y que por lo tanto es resistente a sacudidas, golpes, polvo y demás elementos agresivos con los discos duros «al uso». No es reemplazable por el usuario.
Pantalla de 7 pulgadas (18 cm en diagonal) con resolución de 800 x 480 píxels y retroiluminación LED: su tamaño viene a ser el de la pantalla con la que suelen venir equipados los reproductores portátiles de DVDs. La densidad de píxels es de 133 ppp.
Batería de 4400 MAh: el fabricante asegura que ofrece una autonomía de 3’5 horas.
Chipset Mobile Intel 910GML Express Northbridge.
Tarjeta gráfica Intel GMA 900 con memoria compartida.
Sistema operativo Xandros: una distribución de GNU/Linux que ha sido adaptada a este pequeño aparato para ofrecer una buena velocidad de ejecución. De serie incluye multitud de aplicaciónes como Mozilla Firefox, Mozilla Thunderbird, Pidgin, Skype, reproductores de audio y vídeo, la suite Open Office al completo, adobe Reader… También podemos elegir el Eee con Windows XP instalado, pero pagando un sobrepecio de unos 30€ y notando en general una cierta merma de prestaciones en el uso diario.
Conectividad mediante Ethernet LAN 10/100 y 802.11b/g (WiFi).
Tres puertos USB 2.0
Lector de tarjetas SD/MMC: compatible con tarjetas SDHC de hasta 32 GB.
Conector VGA D-SUB para monitor externo: capaz de dar señal a una resolución máxima de 1600 x 1280
Webcam incorporada de 640 x 480 píxels de resolución a 30 FPS: colocada sobre la pantalla para ser empleada en videoconferencias.
Micrófono y altavoces incorporados en la carcasa: aunque dispone de conectores para ambos elementos en un lateral de la carcasa.
Peso: 920 gramos.
Dimensiones: 22’5 x 16’4 x 2’15~3’5 cm.
Disponible en colores blanco o negro.
Precio: 299€.
DESEMPAQUETANDO EL ASUS EEE 701
Tras gastarse los 299€ que cuesta (precio oficial en España de la versión con Linux) abrir la caja del Eee es una constante sucesión de caras de sorpresa y exclamaciones varias. La primera vez que tienes el ordenador en las manos te das cuenta de que no abulta absolutamente nada y sobre todo que su peso es extremadamente liviano: sus 920 gramos batería incluida parecen muchos menos acostumbrado al peso de mi habitual portátil con pantalla de 15″ (2700 gramos justos pesa el condenado).
El adaptador de corriente llama mucho la atención por ser más parecido al de un teléfono móvil que al de un ordenador portátil. La longitud del cable es de unos dos metros y lleva el típico velcro para recoger la longitud sobrante.
Un detalle que me ha gustado MUCHO es que viene de regalo una funda de tela para el ordenador. Cuando venía a casa con la caja debajo del brazo empezaba a pensar en que me iba a ser complicado encontrar una funda para un portátil de 7″ y me hacía a la idea de que tendría que recurrir a eBay o algo así. Sin embargo al abrir la caja y encontrarme la funda (que está hecha con un tejido parecido al neopreno y ajusta a la perfección) me llevé una buena alegría. Por lo demás, dentro de la caja vienen también un par de CDs, una guía rápida, un manual de usuario, una tarjeta de garantía y la batería envasada por separado del ordenador.
Comentar también que el teclado es realmente minúsculo y no apto para dedos muy grandes, pues nos podemos encontrar pulsando cuatro teclas a la vez. Especialmente la tecla ESC y las teclas de función son de un tamaño reducido a la mínima expresión.
IMPRESIONES BASADAS EN EL USO DIARIO
Nada más pulsar el botón de encendido el ordenador arranca casi instantáneamente sin rastro de ruido mecánico alguno gracias al disco duro SSD. Se hace muy extraño pensar que podemos emplear el portátil en condiciones de vibración fuerte sin riesgo para la integridad de nuestros datos, y es que el disco SSD ha sido una de las razones más poderosas que me han hecho decidirme por este modelo y no otros de mayor capacidad.
En apenas 15 segundos tenemos el ordenador listo para comenzar a ser utilizado en un entorno gráfico vistoso pero que enseguida recuerda a un VTech de esos que venden en Alcampo para los niños. Lo importante de este ordenador son las aplicaciones con las que cuenta, pero es verdad que el sistema operativo da la sensación de ser un poco de juguete. De todos modos luego sobrevolaremos con calma esos terrenos pantanosos…
El touchpad es absolutamente minimalista (más o menos del tamaño de la pantalla de un iPod nano) y lo primero que debemos hacer es elevar su sensibilidad en un buen porcentaje, pues de lo contrario tendremos que «rascar» varias veces a lo largo de toda su superficie si queremos cruzar toda la pantalla con el puntero. Es echarle un par de minutos al correspondiente apartado de configuración, pero gracias a ello ganaremos muchos enteros en comodidad de uso. Lo que no me ha gustado nada son los dos botones de dicho touchpad, pues van bastante duros de accionar y además la superficie es tan pequeña que hay que atinar bastante si no queremos hacer un par de intentos antes de lograr nuestro objetivo.
Pese a lo que su pequeño tamaño pudiera indicar el Eee 701 se caliente bastante al utilizarlo. A los pocos minutos de arrancar el sistema vamos a notar cómo las teclas y la parte inferior del equipo comienzan a desprender calor. Esto se debe a que por un lado existen ranuras de ventilación en la parte inferior de la carcasa del ordenador y a que bajo las teclas se encuentra una rejilla metálica por la que sale el aire caliente generado por los componentes embutidos en el escaso espacio interior.
No es una estufa pero sí que se nota la temperatura en las piernas si lo apoyamos sobre ellas, sobre todo en días calurosos como estos que estamos teniendo. De momento no he podido probarlo en un entorno más fresco, pero sí que hay que destacar que el ordenador es absolutamente silencioso: el ventilador con el que está equipado para evacuar el aire caliente del interior es de pequeño tamaño y apenas emite un leve silbido inapreciable a nada de ruido que haya en el entorno de uso.
No sé si la cosa irá mejorando con el tiempo, pero en las primeras cargas me he encontrado con que la batería no tiene una autonomía demasiado larga: no me he puesto a cronometrar con exactitud lo que tarda en pasar del 100% de carga a apagarse por falta de energía, pero calculo que ronda las tres horas empleando el WiFi, con el volumen de sonido al 1/3, el brillo de la pantalla a la mitad y haciendo un uso no muy intensivo del ordenador (internet y trasteo por los menús principalmente). Cierto es que la autonomía parece más o menos decente, pero los usuarios europeos estamos perdiendo tiempo de uso sin conectar a la corriente gracias a que Asus ha equipado nuestros Eee 701 con unas baterías de 4400 mAh, siendo en otros países de 5200 mAh. Una merma que no consigo explicarme demasiado bien pero que hace que no podamos despreocuparnos del cargador durante demasiado tiempo.
Hablando de la batería no pasaré por alto que al menos el tiempo de carga es más o menos breve: entre hora y media y dos horas será lo que tarde en alcanzar su nivel máximo siempre que no estemos utilizando el mismo tiempo el ordenador, pues en ese caso la carga será bastante más lenta.
El alcance del WiFi es bastante bueno; más o menos como en cualquier portátil actual con dicha tecnología integrada. El programa para la conexión a redes inalámbricas es realmente simple y no debería darnos ningun problema. Eso sí, comentar que en mi caso no pude conectarme a ninguna red Wi-Fi hasta que actualicé el sistema mediante la utilidad que Asus ha integrado en el SO.
Respecto al almacenamiento, que nadie crea que los 4 GB de disco duro están completamente a nuestra disposición, porque el sistema operativo y otra serie de elementos que los ingenieros que han diseñado el 701 han tenido a bien colocar en la memoria fija del dispositivo nos dejan unos exiguos 1.3 GB a nuestra disposición.
Cierto es que podemos almacenar datos en pendrives, tarjetas de memoria SD/MMC (el Eee trae un lector integrado del que luego os hablaré) y discos duros externos; pero hemos de tener en cuenta que el espacio en el disco duro es muy limitado y que por lo tanto hay hábitos que debemos cambiar a la hora de trabajar con el Eee: se acabó el almacenar gigas de música y vídeos en el disco duro. Lo que deberíamos hacer es o bien trabajar siempre con una tarjeta de memoria de generosa capacidad introducida en la ranura destinada a tal efecto o guardar los archivos «de uso» en el disco duro y todo lo demás en unidades externas.
Como os decía al inicio de este largo análisis, los ultraportátiles no están hechos para todos los públicos y hay que saber bien a lo que uno se enfrenta cuando le pone las manos encima a uno de estos aparatos. Estos pequeños ordenadores están hechos para trabajar con una serie de documentos o navegar por internet, pero no son centros multimedia ni grandes almacenes de archivos. Lo ideal es emplear este tipo de máquinas como «segundo ordenador» para no tener que renunciar a la comodidad y versatilidad de un PC allá donde estemos. De cualquier modo, los vídeos que he probado en él se ven de manera correcta y con bastante fluidez (el formato probado ha sido WMV a 640×480 y 2.1 Mb/s de compresión) aunque estoy pendiente de probar alguno codificado en H264, que suele ser el códec que más recursos necesita para ser descomprimido.
Un feo detalle por parte de Asus es la pegatina que recubre la tapa inferior de la carcasa y que da acceso a ciertos componentes del ordenador: lo más útil que se encuentra bajo dicha tapa es la memoria RAM del sistema, que es de 512 MB de serie y que podemos ampliar sustituyéndola con un SO-DIMM DDR2 667 de 1 GB como máximo, pues si ponemos 2 GB (máximo reconocible por hardware) habrá que recompilar el kernel del SO para que la reconozca.
La operación de ampliación de memoria no tiene complicación alguna, pero en Asus han colocado la mencionada pegatina para que, si metemos mano al ordenador, nos queremos sin garantía. Y es cierto que la filosofía del Asus EEE 701 es «funciona, así que no toques nada» pero de cara a los usuarios experimentados (que son un buen porcentaje de los que han comprado un Eee) no estaría de más un poco más de flexibilidad.
Lo peor del Asus Eee 701 es, como ya apunté hace un rato, el sistema operativo: el Eee funciona con una distribución de GNU/Linux llamada Xandros que lleva ya tiempo en el mercado para PCs. Lo que ha hecho Asus ha sido tomar dicha distribución y modificarla para que funcione sin demasiados problemas en este ultraportátil. Es verdad que no da problemas y que todo va más o menos bien, pero os aseguro que a veces uno tiene la sensación de manejar un ordenador de juguete: las aplicaciones son las de cualquier ordenador de sobremesa y no hay queja en ese aspecto, pero los menús a base de pestañas son de lo peor que he visto.
Una vez más vuelvo a reconocer que estoy de acuerdo con el público del Eee pueda ser gente que no entiende demasiado de informática, pero de verdad que cuando alguien que sabe un poco del tema maneja este ordenador tiene la impresión de que le están llamando tonto.
Si el sistema sobre el que se ejecuta todo es Linux, no sé a cuanto de qué tienen que meterle por encima una capa que lo «Windowsea» (¡toma palabro!) hasta el más mínimo detalle: las ventanas son iguales que en XP, la barra de tareas es casi igual, los accesorios se llaman de la misma manera, no hay posibilidad de tener varios escritorios, para desmontar las unidades hay que dar a un icono llamado «desconectar hardware con seguridad»… y así decenas de detalles que dan la sensación de que los creadores del SO se avergüenzan de Linux y quieren hacer creer a toda costa a la gente que están ante un Windows XP un poco recortado.
Linux antes era un poco tosco, algo complicado para gente sin conocimientos, pero de unos años a esta parte las distribuciones se han dulcificado mucho y a la hora de manejarlas no hoy mucha diferencia con respecto a los sistemas de Microsoft. Sólo hay que acostumbrarse a ciertas cosas que son diferentes como la forma de actualizar los programas mediante el uso de repositorios y poco más, por lo que no entiendo esa fiebre de esconder Linux bajo una capa de pintura roja, verde, azul y amarilla.
Por suerte hay un modo (no documentado por Asus, claro) mediante el que se puede poner el escritorio original de Xandros en el Eee. Sin embargo este análisis está realizado íntegramente con el sistema operativo que la máquina trae «de serie», pues me gustaría dar un punto de vista válido para cualquier usuario y no sólo a los «manitas». Si queréis emplear el llamado escritorio avanzado podéis echar un vistazo a los artículos de esta sección del Wiki de EeeUser.
Una de las cosas que a priori me daba más «miedo» a la hora de utilizar el Eee en el día a día era el tamaño de la pantalla. Ya sabía que era pequeña y que su resolución de 800 x 480 impondría algunas trabas a la hora de hacer ciertas cosas, pero una vez más me he dado cuenta de que cambiando ligeramente el modo de trabajo con respecto a un PC «normal» con el Eee se puede hacer prácticamente de todo (bueno, manejar un programa de CAD puede ser un infierno, pero para tareas habituales no hay grandes problemas).
Navegar por internet no supone un gran problema, aunque es recomendable instalar algún tema minimalista en Firefox (os recomiendo Littlefox) y trabajar en modo «pantalla completa», al que se conmuta con F11. La mayoría de las páginas se verán bien a la resolución nativa de la pantalla, aunque vamos a tener que usar el scroll más de lo habitual, claro está. De ahí la importancia que comentaba antes de que debemos invertir algunos minutos en ajustar a nuestro gusto la sensibilidad del touchpad del equipo. A la hora de trabajar con procesadores de textos, hojas de cálculo y demás programas ofimáticos nos vamos a encontrar más de lo mismo: no demasiados problemas más allá del uso intensivo del scroll.
Donde sí que vamos a tener algún problema más va a ser a la hora de ver PDFs en pantalla, pues al ser tan achatada si optamos por ver los documentos de forma que su anchura sea la de la pantalla, apenas vamos a ver una franja, y en el caso de catálogos y documentos estructurados en marcos nos vamos a volver locos yendo arriba y abajo. Es un problema muy parecido al que nos surgirá creando documentos en Open Office, pero por lo general estos son textos que se leen de arriba a abajo sin más, pero como os digo, la estrechez vertical de la pantalla puede ser un poco perjudicial bajo ciertas condiciones.
Los altavoces integrados en la carcasa no se escuchan mal para un ordenador del tamaño del Eee. No son precisamente unos Harman-Kardon de gama alta, pero al menos se escuchan con nitidez gracias a que están colocados justo enfrente de nuestros oídos. De todos modos, siempre podremos conectar unos auriculares en la salida destinada a tal efecto y escuchar a través de ellos el sonido del ordenador si no queremos molestar a la gente que tengamos por los alrededores. La calidad de audio a través de los mismos no es espectacular, pero cumple de sobra con su cometido, ya que no vamos a tener almacenados en el Eee archivos de audio en formato FLAC. Eso sí, mejor utilizar auriculares de baja impedancia porque por lo general se escuchan más altos y por lo tanto consumiremos menos batería al no tener que subir mucho el volumen.
Por su parte, el micrófono integrado cumple con su papel pero no puede ser usado para aplicaciones «profesionales» por estar embutido directamente bajo el touchpad del ordenador. En el caso de que estemos grabando audio y pulsemos algún botón del dispositivo escucharemos un sonoro «clack» en el audio resultante. Para grabar sonido ambiente o tomar notas de voz vale perfectamente, pero si queremos hacer las cosas bien un micrófono externo es muy recomendable.
Todavía no he comentado nada de la carcasa externa, pero bueno, ese es tal vez el aspecto menos relevante del Eee. Para mi gusto es bonita (al menos en la versión blanco perlado que he elegido yo) si bien parece algo delicada en cuanto a arañazos y marcas. Es verdad que gracias al disco SSD el sistema es (casi) inmune a golpes y caídas, pero la carcasa sí que es delicada y por lo tanto algo de cuidado hemos de poner en el uso del equipo. Se agradece el detalle de la funda que trae «de serie» para evitar rozaduras y demás indeseables elementos antiestéticos.
La conexión de dispositivos USB no tiene ninguna complicación: las pruebas con pendrives y tarjetas de memoria siempre han ido correctamente y lo que sí debemos tener en cuenta es que SIEMPRE hay que desconectar los dispositivos con el icono correspondiente en la barra de tareas (en Windows es importante, pero en Linux lo es todavía más).
El minúsculo teclado también nos desesperará los primeros días debido a que tendremos que «aprender» a escribir de nuevo. Al ser las teclas tan pequeñas cuesta coger agilidad a la hora de redactar párrafos y de vez en cuando es recomendable releer el texto para asegurarse de que hemos escrito todo correctamente. En este teclado tal vez es más recomendable escribir con dos dedos a emplear avanzadas técnicas de mecanografía multidactilar.
El lector de tarjetas SD / MMC es un gran invento: nos permite introducir una memoria del tamaño de un sello, y que al soportar la especificación SDHC nos dará un espacio de almacenamiento adicional de varios gigas. Además, una vez introducida, la tarjeta queda «al ras» de la carcasa y no nos molestará lo más mínimo en el uso del ordenador.
En el momento de introducir la tarjeta esta se montará como si fuera un disco duro y podremos guardar en ella archivos y documentos del mismo modo que hacemos con el disco SSD. Claro, seguro que (como me ocurrió a mí) enseguida habréis pensado en haceros con una tarjeta de 16 GB, dejarla fija en el lector y esquivar así las limitaciones de espacio que os comentaba al hablar del peculiar disco duro que monta esta máquina. La idea es buena y perfectamente factible, pero tenemos el inconveniente de que cada vez que arranquemos el sistema se nos abrirá el diálogo que nos pregunta con qué programa queremos explorar el contenido de dicha tarjeta, lo que es una lata. Posiblemente este inconveniente tenga una sencilla solución realizable por software, pero yo hasta el momento he sido incapaz de dar con ella.
La webcam que el Eee trae incorporada en la parte superior del marco de la pantalla cumple su papel dignamente si la iluminación de la estancia es lo suficientemente brillante; en caso contrario el granulado será evidente y los colores muy poco naturales. No hay aquí lámparas infrarrojas para ayudar a iluminar la cara del sujeto ni virguería técnica alguna, pues la cámara es de lo más sencilla (comparable con la que traen de serie muchos teléfonos móviles) y simplemente nos permitirá capturar tanto pequeños vídeos como fotogramas sueltos además de emplearla en programas de mensajería instantánea. Destacar que cuando está activada un pequeño LED de color verde nos avisará de su estado.
En fin, supongo que os podría contar bastantes más detalles sobre esta maquina, pero todavía tengo muchas cosas que experimentar, mucho uso que darle y sobre todo todavía tengo que escribir bastantes textos en él, pero tras unos días de uso intensivo (sin ir más lejos la mayor parte de este análisis está escrito en el Eee) me siento lo suficientemente «autorizado» como para tener la certeza de haber realizado un análisis en condiciones.
De todos modos, os comento que con el tiempo iré actualizando esta entrada de tal modo que vaya reflejando un poco cómo van evolucionando las cosas con este ultraportátil. Me gustaría ampliar su memoria a 1 GB, ver cómo se comporta la batería tras unos cuantos ciclos de carga / descarga y adquirir destreza con el teclado para que no me lleve tanto tiempo escribir un texto largo. De hecho, ya voy notando que voy más rápido y no cometo tantos errores como al principio, pero aun así todavía queda un largo camino por recorrer hasta que sea capaz de manejar este Asus Eee 701 con la misma facilidad que mi veterano Toshiba Satellite A50.
Espero que este extenso análisis haya servido tanto para entretener a los amigos de la tecnología (buscando ese fin siempre intento adjuntar tantas fotografías como puedo) como para ayudar a clarificar las cosas entre aquellos que estén indecisos ante su adquisición o no. Ya os decía hace poco que lo mejor de los blogs es que sus autores cuentan sus experiencias de cada día sin patrocinios ni presiones editoriales de ningún tipo, por lo que en ocasiones son de más ayuda que otros artículos más técnicos hallados en otros medios.
Y no; por si a estas alturas os lo estáis preguntando, no seré yo quien vaya a dictar un veredicto universal sobre si os debéis comprar el Asus Eee PC 701 o no. Si hago unas reviews tan extensas es precisamente para plantear las cosas como son; con sus pros y sus contras, de tal modo que al final seáis vosotros mismos los que, con los datos en la mano, os deis cuenta si el aparato os puede ser útil o no. Yo, a título personal, os puedo decir que estoy bastante contento con la máquina de Asus pese a que tiene sus limitaciones con respecto a un portátil «normal», pero soy muy consciente de que este ordenador a más de una persona le parecerá una frivolidad. Ya se sabe que todo es relativo, y sólo el conocimiento de las cosas será el que nos permita decidir con libertad.
PRIMERA ACTUALIZACIÓN ( 23 de Junio de 2008 )
Tras haber experimentado un poco más a fondo con el Asus Eee PC 701 os voy a comentar algunas conclusiones que he sacado:
– Siguiendo los pasos del wiki de EeeUser he pasado a emplear el escritorio avanzado, el cual «libera» casi todo el potencial de Linux mucho más allá que el sistema VTech que el Asus trae originalmente. El escritorio avanzado nos ofrece una distribución con una apariencia similar a la de cualquier ordenador de sobremesa y elimina la apariencia «juguetil» de los menús con pestañas del Eee.
– Con el escritorio avanzado el ordenador tardará unos segundos más en arrancar (de 15 pasa a 20, por lo que la ralentización no es excesiva). Muy al contrario de lo que pudiera pensarse a primera vista, el sistema con el escritorio avanzado activado va más suelto que con el escritorio simple. Esto se debe a que el escritorio simple lo que hace es meter una capa extra sobre el Xandros original que pretende facilitar las cosas y hacerse pasar por una versión descafeinada de Windows XP, disminuyendo ligeramente el rendimiento de todo el sistema.
– Una vez probado el escritorio avanzado no creo que nadie se vuelva al sencillo; pero por si acaso se conserva la posibilidad de conmutar entre uno y otro tal y como se comenta en el wiki que os enlazaba antes.
– La mayor pega del cambio al escritorio avanzado es la merma en seguridad del sistema debido a que desde ese instante no se nos va a pedir nuestra contaseña en el arranque ni en prácticamente ninguna operación de mantenimiento del S.O. Consultando con una persona experta en Linux conseguimos (modificando ficheros del sistema) que pidiera la contaseña en las tareas de mantenimiento (como es lógico y habitual en Linux) pero descubrimos con sorpresa que el ordenador se quedaba bloqueado en el arranque del entorno gráfico debido a que este se ejecuta en modo superusuario por defecto. Una decisión dificilmente comprensible pero que no tenemos opción de cambiar.
– Otra cosa que he hecho ha sido ampliar la memoria RAM del sistema hasta 1GB. La operación (como ya apuntaba en la review) no reviste más dificultad que la de abrir la tapa inferior del Eee, «despinchar» el módulo que viene de serie e instalar el nuevo. En mi caso ha sido un Kingston SO-DIMM DDR2 667 que no me ha dado el más mínimo problema ni de instalación ni de funcionamiento.
– Asus asegura (esto me lo han comentado los trabajadores de PC BOX, poseedores cada uno de ellos de un Eee como el aquí analizado) que la garantía del equipo permanece intacta incluso en el caso de que arranquemos la pegatina que viene sobre uno de los tornillos de la tapa del equipo. Es un punto sobre el que me he asegurado bastante porque no quisiera que dentro de unos meses tuviera que hacer uso del servicio técnico y que me llevara la sorpresa de que por cambiar un simple SO-DIMM me tuviera que comer el equipo con patatas. Eso sí, en caso de que cambiando el módulo hicéramos algún destrozo, como es lógico sí que nos quedaremos sin garantía.
– El Firefox que viene instalado por defecto se bloquea si vemos vídeos de youtube o contenidos similares a pantalla completa durante un buen rato y a continuación pulsamos el botón de volver atrás. Supongo que será cosa del plug-in de flash instalado por defecto, porque en ninguna otra ocasión se me ha colgado (habiéndole dado bastante caña estos días) y en la situación antes descrita el cuelgue está asegurado. Para salir del apuro podemos pulsar ctrl + alt + supr y matar el proceso del Firefox.
– Hay bastante diferencia en cuanto a consumo energético entre usar el WiFi y tenerlo desactivado. Recomiendo desactivarlo si no vamos a hacer uso de él, pues ganaramos unos cuantos minutos de autonomía. Por ejemplo escribir textos con Open Office es una actividad con la que el consumo de batería es relativamente bajo si dejamos desactivada la comunicación inalámbrica, mientras que con la misma activada el nivel de batería bajará bastante más deprisa.
– Por último, os dejo con algunas capturas que he hecho del escritorio avanzado para que podáis ver las diferencias con respecto al simple:
Escritorio
Centro de control de KDE
Gestor de paquetes Synaptic
Reloj mundial KDE
Menú del sistema
Explorador de archivos
Lanzador rápido de aplicaciones
SEGUNDA ACTUALIZACIÓN ( 28 de Junio de 2008 )
– A través del procedimiento explicado en el siguiente hilo del Foro AsusE3 he podido comprobar que aunque mi batería está etiquetada como de 4400 mAh en realidad tiene una capacidad de 5200 mAh. No sé a qué se debe esta extraña política, pero viendo los resultados de los usuarios se deduce que si en la pegatina pone que la batería es de 4400 puede que sea de esa capacidad o de 5200 (este es mi caso) mientras que si en la pegatina dice que es de 5200 será de dicha capacidad, pues si fuera de menos nos estarían engañando.
TERCERA ACTUALIZACIÓN ( 2 de Julio de 2008 )
En relación a los tiempos de duración de la batería del Eee 701 he realizado dos tests (con el WiFi activado y desactivado) para comprobar su autonomía. Las condiciones de los mismos y sus resultados los detallo a continuación:
Información general de la batería aplicable a los dos tests:
Pegatina batería: 4400 mAh
Capacidad reportada por Linux: 5200 mAh
Condiciones del primer test:
Sistema operativo: Xandros (Escritorio avanzado).
WiFi: ON.
Brillo pantalla: 50 % (retroiluminación encendida durante todo el test).
Sonido: Mute.
No se ejecutó ninguna aplicación durante la ejecución del test.
Temperatura ambiente durante el test: 30ºC.
Nº cargas de la batería en el momento del test: 12
Resultados del primer test:
Aviso del 20% de batería restante: 2 horas 11 minutos.
Aviso de apagado en 3 minutos: 2 horas 30 minutos.
Apagado automático: 2 horas 42 minutos.
Condiciones del segundo test:
Sistema operativo: Xandros (Escritorio avanzado).
WiFi: OFF.
Brillo pantalla: 50 % (retroiluminación encendida durante todo el test).
Sonido: Mute.
No se ejecutó ninguna aplicación durante la ejecución del test.
Temperatura ambiente durante el test: 30ºC.
Nº cargas de la batería en el momento del test: 15
Resultados del segundo test:
Aviso del 20% de batería restante: 2 horas 39 minutos.
Aviso de apagado en 3 minutos: 3 horas 00 minutos.
Apagado automático: 3 horas 10 minutos.
CUARTA ACTUALIZACIÓN ( 8 de Julio de 2008 )
– Tras bastantes horas de uso desde su compra puedo decir que… ¡ya me he acostumbrado al teclado! Es verdad que en el portátil «grande» redacto más deprisa y sin errores, pero he alcanzado un punto con el Eee en el que escribo medianamente rápido y no tengo que borrar demasiados caracteres. En principio pensé que jamás me acostumbraría a unas teclas tan pequeñas, pero al final todo es cuestión de práctica.
– La carcasa del Eee se calienta bastante (hasta el punto de hacernos sudar bastante las manos) si lo usameos en entornos calurosos con aire quieto. Si no estamos bajo los auspicios de un aire acondicionado el aire de un simple ventilador sirve para que el exterior del ordenador se refrigere bastante. Lógico; al ser tan pequeño tiene muy poca «inercia térmica» y cualquier cambio externo afecta bastante (para bien o para mal) a su temperatura.
– Otra foto más (esta con un ligero toque «retro»):
QUINTA ACTUALIZACIÓN ( 16 de Julio de 2008 )
Hoy he descubierto una característica no documentada (al menos yo no la he visto por ningún lado) del Asus Eee PC 701 que consiste en que si tenemos el ordenador conectado a la corriente y hay algo cargando por USB, aunque apaguemos el sistema el dispositivo conectado seguirá alimentado sin interrumpir su carga.
A todos nos ha ocurrido alguna vez poner a cargar el MP3 por USB, apagar el ordenador (o suspenderlo) y que la corriente se cortara de golpe y porrazo dejándonos con cara de tontos. Pues bien, como os digo, esto no nos volverá a ocurrir si tenemos el ordenador conectado a la corriente eléctrica. Eso sí, en el caso de estar empleando únicamente la batería esta característica no se activará para evitar que podamos descargar la batería del ordenador prematuramente y sin control.
SEXTA ACTUALIZACIÓN ( 25 de Julio de 2008 )
Os comento que he realizado otro test de duración de la batería en las mismas condiciones que el anterior para ver cómo había variado este parámetro tras los múltiples ciclos de carga y descarga que he ido realizando con el uso diario del equipo.
LLevo ya más de un mes empleando el Eee a diario (la verdad es que últimamente lo utilizo más que el ordenador «grande» por su tremenda portabilidad) y me he llevado la sorpresa de que la duración de la batería permanece prácticamente invariable: bajo las mismas condiciones en las que la batería aguantó tres horas y diez minutos, esta vez el Asus EeePC 701 ha aguantado tres horas y once minutos.
Eso sí, también me he dado cuenta de que Open Office (al menos la aplicación «Writer») consume bastante batería, pues la autonomía se reduce notablemente cuando estoy bastante tiempo dándole a las teclas. Supongo que el corrector ortográfico, que está siempre ejecutándose en segundo plano, tendrá bastante que ver en esto. Probaré a desactivarlo a ver qué tal.
También he de comentar que, como es lógico, la autonomía del equipo se reduce considerablemente al conectar un disco duro externo de 2.5″ alimentado por USB. No debemos tomar por costumbre conectar un dispositivo de este tipo si no estamos conectados a la corriente, puesto que nos podemos quedar sin batería antes de lo previsto. En el caso de que queramos ver una película o escuchar música que no nos quepa en el disco duro SSD interno es mejor emplear una tarjeta de memoria o un pendrive, puesto que al no ser dispositivos mecánicos consumen bastante menos energía que el mencionado disco duro externo.
SÉPTIMA ACTUALIZACIÓN ( 26 de Julio de 2008 )
En respuesta a una consulta que Iker dejó en los comentarios de esta entrada os voy a mostrar una serie de imágenes en las que os muestro algunas tareas habituales que realizo con el Asus EeePC 701 para que veáis cómo afectan las dimensiones de la pantalla a nuestras acciones de cada día.
La Wikipedia en el Eee 701. Es muy útil emplear el modo de pantalla compeleta (F11) para poder aprovechar todo lo posible el espacio de trabajo.
Parte de mi galería de Flickr en la pantalla del Asus. El scroll hay que emplearlo continuamente.
Este mismo artículo visto en el Eee. La mayoría de los blogs se ven correctamente.
Pidgin; el cliente de mensajería instantánea que viene preinstalado. Funciona muy bien y sin muchos agobios gracias a que las conversaciones se abren en distintas pestañas dentro de una misma ventana.
He añadido algunos RSS de prueba a Thunderbird (los miro en el ordenador grande) para que veáis que debido a lo que ocupa la aplicación nos queda un minúsculo espacio para leer el cuerpo de los mensajes.
Open Office Writer; el procesador de textos que viene por defecto y que cumple perfectamente con su cometido. Casi el 100% de los artículos de este blog de un tiempo a esta parte los escribo en Writer para luego pasarlos a la web; así que a mí me va perfecto.
Colección de fotografías. Se pueden ver en miniaturas, pero es más cómodo dejar el puntero encima de una fotografía para que se abra un pop-up con información.
Viendo un PDF en Adobe Reader. Se ve muy bien, pero hay que hacer scroll constantemente.
El gestor de paquetes Synaptic. Pasa un poco como en Thunderbird para leer los mensajes; el espacio que tenemos nos hará manejar las barras de desplazamiento todo el tiempo.
El centro de control de KDE. En este caso el apartado encargado de cambiar la distribución de teclado. Volvemos a contar con un espacio bastante reducido apareciendo, como de costumbre, las barras de desplazamiento.
Por cierto, un pequeño apunte: a veces veremos con desagrado que las ventanas ocupan más que la propia pantalla y por lo tanto se nos quedan algunas zonas fuera de nuestra visión. Para mover la ventana debemos hacer click en cualquier punto de ella al tiempo que pulsamos ALT. De ese modo el cursor cambiará a un cruce de flechas y podremos desplazarla a nuestro antojo.
OCTAVA ACTUALIZACIÓN ( 28 de Julio de 2008 )
Compruebo con alegría que mis expectativas sobre el Asus EeePC 701 se están cumpliendo con creces. Actualmente todos los artículos de este blog los estoy escribiendo en él y todas las labores relacionadas con internet que suelo realizar en el portátil «grande» las puedo realizar sin ningún problema aquí también.
Puestos a pedir me gustaría que Asus cuidara un poco más los repositorios que han montado para tener actualizada esta versión de Xandros, pues aparte de que hay muy poco material me he encontrado con numerosos errores de programas que en teoría están pero cuando Synaptic los intenta descargar resulta que en realidad no están disponibles (es el caso de GIMP sin ir más lejos). Del mismo modo me gustaría contar con una versión de Firefox 3 que pudiera instalar sin tener que hacer apaños raros, pues aunque hay tutoriales en internet sobre el tema, no me inspiran demasiada confianza.
NOVENA ACTUALIZACIÓN ( 13 de Agosto de 2008 )
Al final me he armado de paciencia y he descargado los 20 megabytes que ocupa la aplicación Google Earth para Linux con la conexión de 56 Kb que tengo en el apartamento de la playa. Al menos os puedo adelantar que el resultado ha merecido la pena y el programa funciona bastante bien, pero hay que hacer una serie de matizaciones previas porque me ha costado un poco poder hacerlo funcionar correctamente. Vamos a ello:
Por una parte el programa se instala un poco chapuceramente en el sistema de tal modo que se crea una carpeta en el directorio «home» y un acceso en el escritorio como si de un programa de Windows se tratara. No es grave porque en breve comenzaré a probar otros sistemas operativos en el Eee y me tocará borrar Xandros por completo, pero no estaría mal que la instalación fuera algo más elegante que un simple instalador que no sabemos muy bien lo que está haciendo en el sistema.
Bien, el programa está instalado y procedemos a ejecutarlo obteniendo una velocidad absolutamente inhumana hasta el punto de hacerlo completamente inmanejable porque el simple hecho de presionar un botón puede llevar varios segundos hasta obtener una respuesta. Aunque el programa requeriría de un ordenador más potente para funcionar de manera óptima, se supone que no debería ir tan lento en este pequeño ordenador, así que algo no cuadra.
Pues bien, me puse a investigar un poco sobre el tema y rápidamente encontré una solución en el Wiki de EeeUser ( http://wiki.eeeuser.com/howto:fixgoogleearthspeed ) que puso fin a todos mis problemas: todo se debe a una función gráfica que hay en el ejecutable del programa que no se lleva bien con los drivers de pantalla del Asus Eee, de modo que en el propio Wiki han colgado un nuevo ejecutable que debemos copiar sobre el original y darle permisos de ejecución a continuación para que todo se mueva a una velocidad más aceptable. Ahora bien, debemos desactivar también la opción «atmósfera» en el menú «Ver» del propio programa para que la cosa vaya fluida (al menos en la versión 4.2; en las anteriores puede que no estuviera esta opción), pues dicha opción requiere de complejos cálculos que ralentizarán enormemente la renderización de los gráficos en pantalla.
Una vez hecho todo esto ya tendremos un programa completamente funcional del que os pongo a continuación unas capturas. Eso sí, os comento que debido a la resolución de la pantalla (800 x 480) debéis emplearlo a pantalla completa (F11) y ocultar la barra lateral izquierda si queréis «volar» por el mundo con comodidad. Yo ya estaba encantado con el programa desde hace tiempo, pero ahora además me lo puedo llevar a todas partes y en el caso de no contar con una red WiFi cerca siempre podemos ver lo que hay en el archivo de caché (lo que hayamos visitado recientemente, vaya). Caché que, eso sí, ha de ser reducido a una fracción de su valor original, pues por defecto son 2000 MB y no está el pequeño de los Asus para tantas alegrías. Yo lo tengo fijado a 150 MB y me va más que bien. Por cierto, si habéis ampliado la memoria del Eee al menos a 1GB notaréis más soltura a la hora de mover Google Earth.
Nuestro pequeño mundo
La Puerta del Sol de Madrid
El litoral de Oropesa del Mar (mapas de baja resolución en esa zona 😦 )
La puerta de Alcalá en Madrid
El coliseo de Roma
DÉCIMA ACTUALIZACIÓN ( 16 de Agosto de 2008 )
Hoy me gustaría comentaros dos cosas sobre el Asus Eee 701; una más o menos técnica y otra meramente personal. Vamos a ello:
– No he señalado en la review que la versión Linux del Eee viene con una partición oculta a los ojos del usuario que contiene la imagen original del sistema operativo para que podamos restaurarlo en caso de problemas. Este proceso se haría arrancando el ordenador con la tecla F9 pulsada, lo que nos presentará un menú en pantalla con la opción de dejar el sistema tal y como venía al abrir la caja por primera vez.
Es cierto que esta «partición oculta» resta espacio de almacenamiento al Eee y podríamos eliminarla para disponer de él; y más sabiendo que en el CD que viene con el ordenador se incluye una imagen del Xandros para restaurarla desde una unidad lectora externa o incluso desde un pendrive, pero tener esa partición con la imagen del SO hace que podamos llevarnos el ordenador a cualquier parte sin tener que cargar con nada más que el propio ordenador, el cargador y la funda; ni discos de rescate ni pendrives ni historias, lo cual es bastante cómodo.
– Por otro lado me gustaría hablar sobre la «usabilidad» del Eee 701. A lo largo de este verano he tenido ocasión de utilizarlo en diversas circunstancias y me gustaría compartir la experiencia con vosotros, pues creo que puede ser interesante.
Lo primero es decir que efectivamente el Eee es ultraportátil. Cabe en cualquier bolso de tamaño medio y el peso no hará que se nos vaya doblando el espinazo a los cinco minutos, cosa que se agradece pues al cargar con un portátil grande uno se empieza a acordar de la madre del diseñador a los pocos minutos. El brillo de la pantalla al máximo es suficiente como para al menos ver algo en condiciones de mucha luminosidad. Aunque bajo el sol directo no seremos capaces de distinguir casi nada la estrategia es buscar una sombra para poder usar el portátil en condiciones (y de paso no tener mucho calor).
En mi caso particular he empleado el Eee para dar «clases de Open Office» a una amiga en los jardines de la Torre del Rey y mostrarle el programa «Google Earth» con los datos que tenía almacenados en la caché del disco duro así como también para llevarlo a un par de restaurantes y mostrar algunos vídeos y fotografías a amigos de por aquí que no conocían la existencia de este blog ni de los proyectos «Alcalá de Henares ayer y hoy» y «Oropesa del Mar ayer y hoy». En ambos casos el Eee se ha mostrado muy versatil, ha cosechado comentarios muy positivos por parte de la gente (especialmente de las chicas, que se han mostrado encantadas con el diseño del Asus) y todos han coincidido en destacar que la pantalla se ve de maravilla. Al ser de pequeño tamaño se puede poner en una esquina libre de la mesa y con el volumen al máximo es suficiente como para que todos los presentes puedan escuchar el audio del vídeo de turno si el entorno no es demasiado ruidoso. La verdad es que me ha venido genial para estas tareas de «promoción», pues de otro modo sólo habría podido mostrar el material en mi móvil y la cosa hubiera quedado muy deslucida.
Con respecto a las capacidades WiFi, aunque son las estándares de cualquier portátil actual, en la playa no he podido conectarme a ninguna red de este tipo porque sencillamente no hay prácticamente ninguna por estas tierras. Hay gente que me ha preguntado si podría usar el Eee 701 para navegar por internet y consultar el e-mail en cualquier sitio; y a esa pregunta he de responder con un rotundo «SÍ», pero claro, si estuviéramos en un mundo ideal en el que las redes WiFi abiertas abundaran y tuviéramos cobertura en casi cualquier lugar (léase Japón; pues allí hay centenares de redes WiFi sin clave a disposición del público). Si estamos en un lugar con cobertura WiFi y conseguimos conectar con ella podremos navegar y ver el correo perfectamente (comprobado en Alcalá de Henares) pero si el lugar en el que estamos es un desierto en cuanto a señales inalámbricas obviamente no habrá nada que hacer.
Por lo tanto, el ordenador es capaz de conectarse a cualquier red WiFi abierta sin problemas, pero el caso es encontrar alguna de esas redes en nuestra geografía; cosa bastante complicada fuera de las grandes ciudades. Eso sí, en cuanto a portabilidad el ordenador no tiene rival salvo una PDA, pero ya os comenté al principio de la review que hay cosas para las que las PDAs no están diseñadas y en las que el Eee les da unas cuantas vueltas.
¿Mi definición del Asus Eee PC 701? Un ordenador ultraportátil orientado a internet y ofimática. La esencia de lo que debería ser un portátil; porque para todo lo demás ya tenemos los ordenadores «grandes», ¿no? 😉
UNDÉCIMA ACTUALIZACIÓN ( 25 de Agosto de 2008 )
Cansado de la nula actualización de los repositorios del Xandros que viene de serie con el Eee y pensando en la cantidad de cosas que me estaba perdiendo por emplear un sistema operativo tan “capado” empecé a informarme sobre otras opciones que podría instalar en este pequeño ordenador.
Tras descartar versiones específicas para el Eee (suelen ser proyectos que al final se quedan abandonados) buscaba alguna distribución estándar que contara con un amplio soporte de la comunidad del software libre. Mi elección al final fue Debian por ser una distro muy personalizable, mantenida a diario y sobre todo porque es la que empleo en mi portátil grande (junto con Windows XP). He de reconocer que desde que lo instalé en el Toshiba estoy encantado con Debian y reconozco que lo único que me “ata a Windows» ahora mismo es iTunes y sus estadísticas de canciones. Cuando me de por liarme la manta a la cabeza formatearé completamente el disco duro del Toshiba y me quedaré nada más que con Debian, pues cada día me gusta más y me desenvuelvo mejor con él.
La versión de Debian para el Eee, como os decía, es genérica con todas las ventajas que esto conlleva; pero lo que es específico para el pequeño de los Asus es el instalador. Tenéis toda la información sobre el proyecto en el siguiente wiki: http://wiki.debian.org/DebianEeePC (incluso con traducción al castellano)
Lo que sí os comentaré es que dicho instalador es bastante intuitivo y si sabéis un poco sobre sistemas operativos no tendréis demasiadas dificultades para tener Debian funcionando en el EeePC a los pocos minutos. En cualquier caso, yo preferí cubrirme las espaldas y le pedí ayuda a mi hermano para este proceso, pues lleva bastante más tiempo que yo en el mundillo de GNU / Linux y prefería que me fuera guiando a través de los distintos pasos de la instalación.
Con lo que debéis tener cuidado es con el tamaño de la instalación, pues si os liáis a instalar paquetes os podréis encontrar con que se os llene el disco duro y os toque volver a realizar todos los pasos. Recordad que tenéis 4GB de disco duro, y en mi caso particular después de instalar el sistema con escritorio Xfce, Open Office, Google Earth (que en esta ocasión funciona sin problemas de incompatibilidades) Povray, Iceweasel 3 (que no es otra cosa que Firefox 3) y alguna que otra utilidad más cuento con algo más de 1GB libres para almacenar datos en el disco SSD destacando también que he creado una partición de swap de 512MB.
Una vez todo instalado y configurado (de nuevo os recomiendo encarecidamente la visita a DebianEeePC porque ahí están resueltas casi todas las dudas que os puedan surgir) manejar Debian es como cualquier otro sistema operativo, y el hecho de tener una capacidad de actualización casi diaria es un gustazo. Las actualizaciones de lo que tengamos instalado se hacen a través de Aptitude o Synaptic y tras unos minutos de uso enseguida nos pondremos a buscar software de nuestro interés.
Nuevo Test de Batería
Una vez instalado Debian opté por hacer un test de batería en las mismas condiciones que los anteriores (sistema en reposo, volumen en mute, WiFi apagado, retroiluminación a la mitad con la pantalla encendida todo el tiempo) para ver si el cambio de S.O. conllevaba alguna modificación en la autonomía y me llevé la sorpresa de que el tiempo de batería se estiró hasta las 3 horas y 26 minutos; aproximadamente un cuarto de hora más que en las dos pruebas anteriores.
En definitiva, he de reconocer que estoy encantado con el nuevo sistema operativo: si el cambio al escritorio completo de Xandros ya fue un paso adelante, esta nueva evolución es todo un salto con respecto a lo anterior. El hecho de tener un sistema con el respaldo de una inmensa comunidad como es Debian le da a uno mucha confianza y la tranquilidad de que cualquier fallo será subsanado en pocas horas.
¡Ya os hablaré con más calma de él en una futura actualización! 😉
DUODÉCIMA ACTUALIZACIÓN ( 30 de Agosto de 2008 )
Os comento que he subido un vídeo a youtube en el que podéis ver Debian ejecutándose en mi Asus Eee PC 701 4G. Muestro el arranque del sistema y la ejecución de Iceweasel 3, Google Earth, Open Office Writer y Aptitude. ¡Espero que os resulte interesante!
DECIMOTERCERA ACTUALIZACIÓN ( 18 de Enero de 2009 )
Veo que sois muchos los que llegáis a este artículo buscando información para compraros un Asus 701 o bien porque lo acabáis de estrenar y queréis conocer sus posibilidades. Debido a ello he decidido grabar un breve vídeo en el que muestro cómo cambiar la memoria RAM a este ordenador para aumentar su rendimiento. Espero que os sea útil.
NOTA I: Una vez colocado el nuevo módulo de memoria no hay que configurar nada en el ordenador, puesto que éste la detecta automáticamente.
NOTA II: es importante comentar que el tamaño máximo de memoria RAM admitido por el EEE 701 es de 1 Gb empleando el Xandros que viene originalmente y 2 GB con el resto de sistemas operativos (Debian, Ubuntu, Windows XP…) porque es lo máximo que soporta el propio ordenador por lo tanto no compréis un módulo de más capacidad porque os va a dar problemas.
DECIMOCUARTA ACTUALIZACIÓN ( 19 de Enero de 2009 )
Aprovecho para comentaros brevemente que los que necesitéis los drivers para Windows de los distintos componentes del ordenador los podéis encontrar actualizados en la propia web de Asus; concretamente en ESTE ENLACE. Debéis elegir el sistema WinXP en el cuadro que sale y enseguida veréis todas las categorías de descarga.
DECIMOQUINTA ACTUALIZACIÓN ( 25 de Enero de 2009 )
Por lo que voy viendo en los múltiples comentarios de la entrada, algunos de vosotros me pedís que narre un poco cómo uso el Eee 701 en el día a día. Pues bien, para que la explicación sea más descriptiva he grabado el siguiente vídeo en el que muestro algunas de las cosas que empleo cada día como puede ser la visualización de fotografías, vídeos, edición de documentos e imágenes así como uso de internet. Es un vídeo muy en la línea del que hay en la duodécima actualización, pero que en este caso muestra otros programas y algunos usos más «lúdicos» del equipo.
NOTA: debido al algoritmo de compresión que emplea Youtube el vídeo no se ve muy nítido que digamos y en esta ocasión (no sé en qué se basa) no existe la posibilidad de activar una versión a más resolución como la que se encuentra en otros vídeos que yo mismo he subido en el pasado. Investigaré sobre el tema…
DECIMOSEXTA ACTUALIZACIÓN ( 1 de Febrero de 2009 )
Cinco meses después de haber comprobado la duración de la batería en el ordenador me he animado a hacer un nuevo test con el WiFi desactivado para comprobar si el uso diario que hago del EeePC 701 ha afectado a este delicado componente de los portátiles.
Información general de la batería:
Pegatina batería: 4400 mAh
Capacidad reportada por Linux: 5200 mAh
Condiciones del test:
Sistema operativo: GNU / Linux Debian.
WiFi: OFF.
Brillo pantalla: 50 % (retroiluminación encendida durante todo el test).
Sonido: Mute.
No se ejecutó ninguna aplicación durante la ejecución del test.
Temperatura ambiente durante el test: 22ºC.
Resultados del test:
Aviso del 20% de batería restante: 2 horas 24 minutos.
Aviso de apagado en 3 minutos: 2 horas 45 minutos.
Apagado automático: 3 horas 5 minutos.
Teniendo en cuenta que en el test realizado el 25 de Agosto el ordenador se apagó tras 3 horas y 26 minutos, se puede decir que la batería ha perdido algo de capacidad en estos últimos meses. La pérdida por el momento no es demasiado evidente, pero tendré que estar atento por si la cosa empeora en los próximos meses. Ya haré otro test dentro de un tiempo para ver cómo evoluciona el tema.
DECIMOSÉPTIMA ACTUALIZACIÓN ( 17 de Febrero de 2009 )
La semana pasada dejé el Eee 701 suspendido (tapa bajada) mientras estaba conectado a la corriente. Llegó la hora de ir a la cama y lo desenchufé, sin darme cuenta de que no estaba apagado sino suspendido. La sorpresa vino cuando tras 17 horas abrí el ordenador y me encontré la batería al 40% de su capacidad.
Pensé que no se podía haber descargado tanto la batería al estar suspendido, pues mi Toshiba se ha pasado un par de días en ese estado y la batería no bajó demasiado; de modo que decidí realizar ayer una segunda prueba: cargué la batería al 100%, suspendí el ordenador y así lo tuve durante 13 horas, tras las cuales me encontré la batería al 60%, demostrando que lo de la otra vez no fue casualidad y que el consumo en modo suspendido es bastante alto.
Echando unas simples cuentas vemos que la tasa de descarga es de aproximadamente un 3% por cada hora, lo que implica que si dejamos el ordenador suspendido durante algo más de 30 horas es posible que al tratar de «despertarlo» nos lo encontremos sin batería y que por lo tanto hayamos perdido la información no almacenada previamente.
En fin, que merece más la pena apagar el ordenador y volver a encenderlo que andar haciendo uso del modo suspendido si el cacharrín va a estar varias horas inactivo y alimentado sólo con la batería.
DECIMOCTAVA ACTUALIZACIÓN ( 22 de Mayo de 2009 )
Hoy he decidido hacer un nuevo test de batería al pequeño Asus EeePC 701 aprovechando que el ordenador está a punto de cumplir un año. Durante este tiempo lo he usado prácticamente todos los días dándome un montón de satisfacciones y una «movilidad informática» a la que antes no estaba acostumbrado.
Pero bueno, centrémonos en el test, porque esta vez es algo diferente a los anteriores. Lo que pretendía era medir la duración de la batería del Eee 701 en condiciones de «uso real», de modo que cargué la batería al 100%, desconecté el cargador y comencé a usar el ordenador como cualquier día (en los anteriores test de batería el ordenador estuvo inactivo) hasta que la batería se vaciara por completo.
Las condiciones de funcionamiento del ordenador durante el test han sido las habituales: WiFi activado, brillo de la pantalla al 50% y volumen de sonido al mínimo. Mi actividad durante el tiempo que ha durado la prueba ha consistido en redactar un par de entradas para el blog, casi media hora viendo vídeos en Youtube, edición de textos en Open Office, lectura de un par de manuales de instrucciones en PDF… en definitiva, un uso de lo más habitual para un ordenador doméstico.
Pues bien, el ordenador ha dado un aviso crítico de apagado inmediato (a falta de un 2% de batería para vaciarse por completo) cuando llevaba exactamente 2 horas y 46 minutos de funcionamiento continuo; lo que me parece una autonomía bastante decente para un ordenador de apenas 1 Kg de peso y cuya batería lleva un año de constantes ciclos de carga y descarga.
DECIMONOVENA ACTUALIZACIÓN ( 1 de Septiembre de 2009 )
Nuevo test de batería realizado en las mismas condiciones de retroiluminación, funcionamiento, WiFi y demás factores que puedan influir en el consumo de energía que en la anterior actualización.
Después de poco menos de un año y medio de uso constante del pequeño Asus la batería ha aguantado alimentando al portátil durante 2 horas y 45 minutos, lo que representa apenas un minuto menos que el resultado del test anterior y demuestra que con el paso del tiempo la autonomía que proporciona este elemento permanece prácticamente constante.