Nuevos aires para mi PC

Estaba claro que tras mis últimos escarceos con las curvas de los ventiladores y vista la importancia de la renovación del aire dentro de la caja del PC tenía que conseguir un chasis mejor ventilado sí o sí. Por tanto, el artículo de hoy va a tratar de cómo cambié todos los componentes de mi ordenador a una nueva caja y cómo ha influído esto en las temperaturas de sus elementos principales.

Tres premisas fundamentales

Las premisas en esta ocasión fueron las siguientes: caja con frontal mallado, posibilidad de meter ventiladores de 140 mm y disponer de mayor espacio interior para la correcta circulación del aire; así que vamos a ir detallando uno por uno cada uno de estos tres puntos.

  • Frontal mallado

Mi anterior caja tenía una abertura en el frontal por la que entraba el aire fresco del exterior, pero tenía dos problemas: realmente no entraba demasiado por si mismo de modo que le coloqué un par de ventiladores frontales, los cuales al forzar el paso del aire por la abertura provocaban cierto ruido aerodinámico que, si bien por el día no se apreciaba demasiado, ahora que tengo un bebé de 7 meses en casa cada decibelio que pueda rascar cuenta.

Por tanto, mi opción para la nueva caja no podía ser otra más que la de un frontal mallado que permita el paso del aire silenciosa y libremente para de esta forma enfriar los disipadores de gráfica y CPU. Teoricamente este tipo de cajas son las más adecuadas para esto, de modo que comprobaré por mí mismo si la diferencia es apreciable o no.

  • Ventiladores de 140 mm

Aunque tan sólo sean 20 mm más de diámetro, en general los ventiladores de 140 mm son capaces de mover mucho más aire que los de 120; o dicho de otra forma, para mover una misma cantidad de aire giran a menos RPM y por tanto el ruido producido es menor. Y es que, como os decía antes, ahora el silencio es una prioridad para mí.

Hay cajas que usan ventiladores de hasta 200 mm, pero eso ya empezaría a parecerse a una subestación eléctrica y quería algo que fuera, además de funcional, discreto. Por lo tanto, 140 mm me parecía una buena medida y a día de hoy hay multitud de cajas que los aceptan. Por supuesto tendrían que estar controlados mediante PWM para poder regular su velocidad en función de la temperatura interior de la caja.

  • Amplitud interior

Para que en el interior de la caja pueda haber un movimiento fluído de aire frío y caliente ha de existir espacio libre, y eso en una caja microATX es complicado porque, para empezar, la fuente de alimentación está a escasos centímetros de la entrada de aire de la tarjeta gráfica si esta es de las que ocupan entre dos y tres slots PCIe como es mi caso.

Sé que en su momento dije que las cajas ATX me parecían unos mamotretos enormes, pero también es cierto que para mis necesidades actuales además de bien ventilada quería la caja tuviera espacio de sobra para que las corrientes de aire se movieran con libertad en el interior del chasis. Por tanto esta vez opté por una caja grande (más alta pero también más ancha) pese a que la placa base iba a seguir siendo una B450M de MSI.

Buscando caja y ventiladores

Ya con la idea bien definida en mi cabeza me puse a buscar una caja con las características que os comentaba. La verdad que la anterior Aerocool Bolt Mini, pese a ser barata y sencilla me pareció muy bien resuelta, de modo que busqué dentro de la misma marca un modelo como el que tenía en mente y enseguida di con la Graphite, la cual la hay en dos versiones: una con RGB y otra sin él. Esta vez elegí la más discreta, que tiene un precio que ronda los 50 euros e incluye el lateral izquierdo en forma de puerta completa de cristal templado (esta vez no es de material plástico como en la anterior, que se raya con facilidad).

En cuanto a los ventiladores, la idea inicial era colocarlos como en la caja anterior: dos delante metiendo aire, uno detrás sacando y dos arriba también sacando aire caliente para ayudar a ventilar el habitáculo. El modelo elegido buscando un buen compromiso entre silencio y caudal y, por supuesto, con regulación mediante PWM fue el Arctic F14 PWM PST; en concreto en formato pack de 5 ventiladores que salía por poco más de 30 euros.

Manos a la obra

Una vez recibidos los nuevos componentes tocaba desmontar al completo la caja anterior; operación que no me llevó más de media hora. Con todo sobre la mesa luego la cosa fue ir metiendo los componentes en la nueva caja (aunque el conjunto placa+micro+disipador+RAM fue de una pieza, lo cual me ayudó a ganar algo de tiempo), colocar los nuevos ventiladores y organizar todo el cableado por la parte trasera.

Una vez terminado me di cuenta de dos detalles: los cables principales de la fuente eran un poco feos con esas terminaciones rojas, naranjas y amarillas junto a los conectores, de modo que compré unas extensiones de 30 cm en color negro para darle un aire más elegante. Y ya que estaba compré también un soporte tipo columna para la tarjeta gráfica, ya que aunque había fabricado uno provisional con una espuma muy densa, la verdad es que era un poco indigno.

Aprovecho para daros un par de consejos rápidos: si no usáis discos duros mecánicos podéis extraer la «jaula» que hay en el habitáculo inferior y aprovechar ese hueco para meter todo el cableado sobrante (imprescindible en el caso de usar extensiones). Y relacionado con esto, os recomiendo encintar los conectores que no uséis (especialmente los Molex) porque a veces sus contactos quedan algo expuestos y al estar todo arremolinado por los rincones oscuros de la caja podrían llegar a tocar algo metálico provocando un corto.

Con estos elementos añadidos di por finalizado el montaje de la nueva caja y he de decir que de aspecto quedé muy satisfecho. Sólo me chirría un poco el ventilador del disipador, que es de color blanco y canta bastante. Dado que compré el NOX Hummer H212 limitado por la estrechez de la caja anterior, seguramente me haga con un Cooler Master 212 Black Edition o algún modelo similar tanto por estética como por capacidad de enfriamiento. Eso siempre que previamente compruebe que no haga demasiado ruido, pues la ventaja del NOX es que incluso a su máxima velocidad su sonido es apenas perceptible y es capaz de mantener perfectamente a raya las temperaturas del Ryzen 7 3700x.

Ah, y hablando de ruido, para tratar de ganar un poco más de silencio de momento he decidido no poner los dos ventiladores superiores, ya que al tener una superficie de rejilla muy grande también en ese panel creo que el aire caliente saldrá con cierta facilidad y más si tenemos en cuenta que hay dos ventiladores metiendo aire y uno sacando, de tal modo que en el interior de la caja se produce una presión positiva que ayudará a la evacuación del aire por las rejillas.

Como anécdota, la primera vez que lo arranqué tuve que mirar si los tres ventiladores estaban funcionando porque el ordenador prácticamente no se escuchaba. Y sí, estaban funcionando a unas 500 rpm, siendo su máximo de 1300. A esa velocidad apenas los escuchaba, pero quedaba ver hasta dónde acelerarían cuando empezara a hacer pruebas con benchmarks y videojuegos exigentes.

Midiendo temperaturas

Tras un rato en idle, las temperaturas se estabilizaron en torno a 23 ºC para la gráfica, 31 ºC para el micro y 27 ºC para la caja, que son algo más frescas que con el chasis anterior. Buen comienzo, pero ahora empezaban las pruebas de verdad:

El día antes de desmontar el ordenador lancé el test Kombustor y lo mantuve en ejecución hasta que se estabilizaron las temperaturas de gráfica, micro y caja (para esta última se necesitan unos 20 minutos hasta que se mantiene estable) arrojando el siguiente resultado:

Gráfica: 73 ºC (aunque Afterburner da 72 ºC, cosas del redondeo) // Micro: 63 ºC // Caja: 55 ºC

Una vez finalizado el montaje hice la misma operación manteniendo las curvas de configuración de ventiladores en BIOS y Afterburner obteniendo las siguientes temperaturas:

Gráfica: 65 ºC // Micro: 52 ºC // Caja: 48 ºC

Esto representa una ganancia de unos 8 grados en la gráfica, 11 en el micro y 7 en la caja (todas las pruebas anteriores están hechas con una temperatura ambiente de unos 20 grados) pero lo que más me ha sorprendido es que incluso durante la ejecución de las pruebas el ruido generado por el ordenador es mucho menor que antes, hasta el punto de que fuera de la habitación con la puerta abierta es inaudible. De hecho es que con la caja a 48 grados los ventiladores de 140 mm giran a unas 650 rpm, que es el 50% de su velocidad nominal. Es decir, que funcionan en una zona en la que todavía no hacen casi ruido, pues siempre se ha dicho que en general los ventiladores empiezan a escucharse a partir de 750 u 800 rpm.

Me da mucha rabia no haber usado el sonómetro que tengo para haber medido el sonido del equipo antes y después del cambio de caja y ventiladores y tener así unos números de cómo ha cambiado la cosa, pero es que no imaginaba que la mejora iba a ser tan radical y por eso ni se me había pasado por la cabeza hacer la medición. Estoy contento con la bajada de las temperaturas, pero mi mayor alegría es el drástico decremento en la sonoridad del equipo, en serio.

 

Y ya está, poco más que contaros, puesto que el resto del hardware es el mismo. Aparte de la mejora de temperaturas y sonoridad del equipo esto también me ha servido para cacharrear un poco, que es algo que de unos meses a esta parte cada vez me puedo permitir en menos ocasiones por la cantidad de tiempo y energía que requiere el cuidado del pequeño terremoto que ya ha empezado a gatear por la casa y al que no puedo quitar el ojo de encima ni cinco segundos.

¡Nos leemos!

Los silencios del amanecer

Hay gente que pone cara rara cuando digo que tengo por costumbre madrugar los fines de semana y dar una vuelta por las calles de Alcalá. Muchas veces voy con mi cámara en busca de imágenes que reflejen la tranquilidad de los rincones por los que paso, pero mi mayor motivación está en el silencio que se respira cuando un sábado o un domingo el sol acaba de salir por el horizonte.

El trasluz del amanecer

Si doy una vuelta por la tarde es posible que me lleve algo de música para animar mi caminata; pero a primera hora de la mañana el verdadero placer está en escuchar mis propios pasos retumbando en el asfalto, en disfrutar del canto de los pájaros que parecen extrañarse de la presencia de alguien a esas horas, en sobresaltarme con el crujido de algunas persianas levantándose poco después del despertar de sus dueños…

En esas circunstancias es cuando más disfruto de la ciudad, porque durante toda la semana estoy tan acostumbrado a los atascos, las prisas y el bullicio que, en realidad, los silencios del amanecer hacen que Alcalá parezca un lugar mucho más pequeño de lo que en realidad es.

Review: iPod Touch 3ª generación (8 GB)

Tras usar durante infinidad de tiempo mi iPod Nano de tercera generación (que ahora emplea mi hermana en su aventura Erasmus por Bruselas) y el Classic de sexta generación, llevo unos días pegado a un iPod Touch de tercera generación con una capacidad de 8 GB que viene conmigo a todas partes. Desde que este modelo del icónico reproductor musical apareciera en el mercado allá por el 2007 siempre me han llamado mucho la atención, de modo que cuando el otro día ofrecían en el foro de Elotrolado.net uno apenas desprecintado por sólo 110 euros no me lo pensé mucho antes de aceptar.

iPod Touch 3ª gen (8 GB)

¿Qué tiene de particular un iPod Touch?

El iPod Touch es un gadget que mezcla la reproducción de música, vídeo y podcasts con otras características más avanzadas como la conectividad inalámbrica, navegación por Internet, gestión del correo electrónico, integración con Google Maps… así como la posibilidad de instalar las aplicaciones disponibles en la App Store de Apple. De todos modos, una definición muy empleada para hacernos una idea del concepto básico de este aparato es que se trata de «un iPhone sin phone».

Nada más abrir la caja del iPod Touch uno se encuentra en la mano con un aparato muy ligero y sobre todo muy esbelto: es tan fino y suave en los bordes que parece que se va a deslizar entre nuestros dedos. Del mismo modo, la cubierta trasera es del mismo material y estilo habitual en los reproductores de la firma de la manzana: acero cromado que se raya con mirarlo. De hecho, tras unos días de uso y sabiendo lo cuidadoso que soy con mis cosas, empiezan ya a aparecer en ella las típicas marcas que con el tiempo dejarán esta superficie prácticamente mate; que es como está ahora esa parte de mi iPod Classic.

En todo caso, me niego a emplear ningún tipo de funda en mis aparatos: pagamos una pasta por un teléfono un poco más delgado que el anterior o por un MP3 que podamos llevar en el pantalón sin notarlo y le cascamos una gruesa funda de silicona que multiplica su volumen por dos y hace que sacar el gadget del bolsillo se convierta en un sufrimiento. Yo lo siento por los arañazos de la cubierta trasera, pero no veréis un gadget de mi propiedad envuelto en una fea funda de silicona; aunque sí que es verdad que ya procuro que en el bolsillo donde va el iPod o teléfono de turno no haya ninguna otra cosa (llaves, monedas…). Y es cierto que hubo una época en la que compré un par de fundas para mi iPod Nano e incluso hice una comparativa entre ambas; pero sopesando los pros y los contras al final opté por llevarlo «a pelo» en el bolsillo.

iPod Touch 3ª gen (8 GB)

Como os decía el reproductor es realmente delgado: bastante más que el iPod Classic y más o menos en la línea de grosor del iPod Nano de tercera generación. Sus medidas en concreto son 110 × 61 × 8 mm. En cuanto al peso, se queda en 115 gramos. El reproductor, visto desde arriba es un poco más alto que un Classic, pero en su delgadez es donde reside su gran ventaja en cuanto a la portabilidad del mismo.

iPod Touch 3ª gen (8 GB)

La filosofía Touch

La filosofía del iPod Touch es muy diferente a la de los reproductores más clásicos de la marca de la manzana equipados con la típica rueda táctil. En este caso, el aparato sólo tiene tres botones físicos: un botón de inicio bajo la pantalla, otro de bloqueo en el borde superior y un pulsador doble en el lateral que sirve para subir y bajar el volumen sin tener que andar trasteando con la pantalla. En la parte inferior se puede encontrar el típico conector para sincronizar y cargar los iPod así como el jack estándar de 3,5mm para conectar los auriculares.

Por lo demás, todo el manejo del iPod Touch se basa en el empleo de la pantalla multitáctil de 3.5 pulgadas y resolución de 320 x 480 píxels. Pulsando sobre sus iconos arrancaremos las aplicaciones que nos permitirán escuchar música, ver vídeos, navegar por Internet, acceder a la tienda virtual de Apple, consultar el e-mail, acceder a Google Maps, mirar las cotizaciones de la bolsa, la previsión meteorológica… y todo lo que podamos imaginar mediante la instalación de aplicaciones externas como luego veremos.

iPod Touch 3ª gen (8 GB)

Actualmente el iPod Touch se comercializa en 3 tamaños: 8 GB, 32 GB y 64 GB; si bien el más pequeño no es más que uno de segunda generación con firmware actualizado a la última versión; y de ahí su bajo precio (oficialmente cuesta 179 euros; mientras que las versiones de mayor capacidad se van a los 269 y 359 euros respectivamente). Exceptuando algún detalle, la funcionalidad es la misma, por lo que todo aquello que os comente sobre el modelo básico se puede extrapolar a los dos modelos superiores.

En cualquier caso, no es la capacidad de almacenamiento lo que más me llama la atención del iPod Touch; sino el conjunto de todas sus características. Para llevar encima toda mi música y mis podcasts ya tengo los 80 GB del iPod Classic, por lo que el Touch lo tengo para emplear sus caracterísiticas multimedia y llevar una selección de unos veinte discos que me puede apetecer escuchar en cierto momento. Selección que voy cambiando de vez en cuando en función de mis gustos musicales o los álbumes que más esté escuchando en una época determinada. Más o menos lo mismo que hacía cuando el iPod Nano era mi único reproductor portátil.

La importancia del Wi-Fi

Sobre el papel, el Touch promete muchas cosas que hay que coger un poco con pinzas: si estamos bajo una red Wi-Fi a la que podamos conectarnos disfrutaremos de todas sus funciones, pero fuera de su cobertura la funcionalidad del Touch queda un poco mermada. Podemos arrancar la aplicación del correo (compatible con la mayoría de las cuentas POP3 e IMAP, por cierto) y escribir un borrador estemos donde estemos; pero no podremos mandarlo hasta que nos conectemos a una red Wi-Fi. Del mismo modo, Google Maps también toma los datos de Internet, por lo que sin conexión a la red de redes no podremos consultar ningún dato. Si necesitáis consultar todas estas cosas estéis donde estéis, vuestras necesidades van más enfocadas a un iPhone o similar; es decir, un dispositivo que se conecte a Internet mediante la red de telefonía móvil, pues así no dependeréis de encontrar una red Wi-Fi abierta; algo que en España todavía no es tan común como en EEUU o Japón.

iPod Touch 3ª gen (8 GB)

Como estáis viendo, la conexión Wi-Fi es el eje central de todas las funciones de conectividad del iPod Touch, por lo que siempre estaremos limitados a encontrar una red inalámbrica a la que conectarnos si queremos aprovechar todo su potencial. En caso contrario, el iPod Touch es un reproductor multimedia fantástico que además cuenta con una gran autonomía; pero no podremos disfrutar del resto de sus características al 100%.

De todos modos, para no alargar demasiado este artículo os voy a enumerar algunas características del Touch que me han gustado especialmente para luego puntualizar otras que no me han hecho demasiada gracia. Creo que será mejor hacerlo así, porque si voy enumerando características párrafo tras párrafo esto puede acabar siendo el artículo de nunca acabar; y lo que quiero es dar una visión muy general del Touch con sus pros y sus contras.

Cosas que me gustan del iPod Touch

+ Conectividad Wi-Fi: soy un enamorado de la conectividad inalámbrica. El primer dispositivo Wi-Fi que entró en mi casa fue mi portatil Toshiba hace ya unos cinco años; y desde entonces cada vez hay más cosas que se conectan de este modo a Internet. Si un ordenador está fijo en un lugar de la casa soy el primero que lo conecta por cable porque es más rápido e inmune a interferencias; pero para dispositivos móviles el Wi-Fi es lo mejor que les ha podido pasar.

+ E-mail: la aplicación que gestiona el e-mail funciona estupendamente. Es rápida, fácil de usar y muy funcional. Me gusta mucho poder escribir un mail en cualquier lugar con facilidad y comodidad. Si tengo conexión a Internet lo puedo mandar en ese preciso instante; pero si no, se almacena y se envía en cuanto me conecte a una red Wi-Fi.

+ Google Maps: una de las aplicaciones más útiles que existen. Es raro el día que no uso Google Maps en mi ordenador para localizar alguna dirección, por lo que su inclusión en el iPod Touch me parece todo un acierto por si necesitamos encontrar algún lugar «sobre la marcha». Por cierto, me parece impresionante que tengamos disponible el modo Google Street View.

+ Precisión de la pantalla: el teclado (y en general todo lo que se maneja en pantalla) tiene una precisión envidiable, y lo mejor es que no hay que usar ningún tipo de lápiz táctil para ello. Usaremos los dedos para manejar todos y cada uno de los aspectos del aparato y veremos que su precisión es grande. Y no creáis que hay presionar mucho; un sutil toque con la yema del dedo basta para que el Touch se entere de nuestras intenciones.

+ Navegador integrado: el Touch viene con el navegador Safari integrado y funciona muy bien. No tiene soporte para Flash, pero en general las páginas web cargan con rapidez y uno se puede mover con soltura por ellas. Me encanta que con un doble click sobre una parte de la web se hace un zoom para pasar a ocupar todo el ancho de la pantalla. Si ponemos el Touch en horizontal el navegador se adapta a dicho formato.

+ Aplicaciones externas: la posibilidad de instalar cualquier aplicación desarrollada para el iPod Touch aumenta las posibilidades del aparato. Las hay enfocadas a todo tipo de cosas; desde una que nos permitirá estar al tanto de las misiones de la NASA o consultar el plano del Metro hasta otras tan frívolas como convertir el Touch en una espada de Star Wars o en un nivel de burbuja. Del mismo modo, también hay gran cantidad de juegos disponibles, siendo algunos de ellos técnicamente bastante buenos. Aunque muchas aplicaciones son de pago, hay también un buen número de ellas que son completamente gratuitas (de hecho todas las que aparecen en la siguiente captura lo son).

Las aplicaciones que tengo instaladas en el momento de escribir este artículo. La de la NASA se está descargando en este instante

Aplicación de Metro de Madrid (¡muy útil, currada y encima gratuita!)

El juego Racing GTI (carreras en 3D)

Dentro de su sencillez, Labyrinth 3D tiene unas físicas impresionantes

Cosas que no me gustan del iPod Touch

– Autonomía de la batería: si bien la autonomía como reproductor de MP3 es excelente (la marca dice que una carga completa nos dará 36 horas de audio), esta se reducirá considerablemente si empezamos a trastear con todas las funciones multimedia, Wi-Fi y demás hasta el punto de que si lo usamos intensivamente tendremos que ponerlo a cargar prácticamente todos los días.

– Agarre: hay que tener cuidado al coger el iPod Touch para que no se nos resbale de las manos. Sus bordes son muy finos y están tan pulidos que a veces me da la sensación de que el aparato se puede resbalar e ir al suelo. No se me ha caído ni una vez, pero al sacarlo del bolsillo siempre voy con mucho cuidado para no llevarme un susto.

– Sistema de localización: puede que en grandes ciudades como Madrid o Barcelona sea más preciso; y cuando lo pruebe por allí actualizaré este punto con algún comentario al respecto. Sin embargo, mis tests por Alcalá de Henares han sido decepcionantes: al no tener GPS integrado (el iPhone sí lo tiene) la localización del aparato se basa únicamente en la identificación de las redes Wi-Fi que haya en el alcance del aparato (si es que las hay), las cuales tendrán que estar dadas de alta en una base de datos que relaciona el identificador de la red como sus coordenadas geográficas. En un mundo ideal la idea funcionaría; pero la realidad es que las pocas veces que el sistema me ha posicionado he obtenido márgenes de error de varios kilómetros, llegando al extremo en una ocasión de situarme directamente sobre Castelldefels (Barcelona) cuando en realidad estaba en pleno centro de Alcalá.

Trucos y consejos de uso

· Para ahorrar batería os recomiendo desactivar el push para las aplicaciones que hagan uso del mismo (como el gestor de e-mail). Lo del push consiste en que si está activado, el iPod estará constantemente conectado a Internet por si llega un correo de modo que os lo notificará al instante; pero claro, eso implica un gasto de batería considerable y tampoco creo que pase nada si tardamos un cuarto de hora en recibir un e-mail.

En mi caso, lo que hago es desactivar el push y ajustar un intervalo de comprobación del mail de 30 minutos. De este modo, si la pantalla del iPod está activa (trasteamos por sus menús con el Wi-Fi encendido) se estará comprobando el e-mail constantemente; pero en el momento que la pantalla se apague, el Wi-Fi sólo se conectará cada media hora para ver si hay correos nuevos en el servidor y a continuación se volverá a apagar.

· En el momento que encendamos la pantalla, si había algún correo nuevo aparecerá una cifra junto al icono del mail para indicar dicha situación. Del mismo modo, los correos que hayamos redactado sin conexión y que tengamos almacenados en la bandeja de salida se mandarán en cuanto el iPod se conecte a Internet.

Pantalla de inicio del iPod Touch. ¡Tengo un e-mail sin leer!

· En Google Maps se queda en caché lo último que hayamos visto en el mapa. Por tanto, si no tenemos claro que en el sitio al que vayamos a ir pueda haber una red Wi-Fi disponible puede ser una buena idea visitar esa localización cuando tengamos conexión a Internet para que así la tengamos en la caché y la podamos consultar una vez allí.

· Podéis hacer una captura de pantalla del iPod Touch en cualquier momento pulsando al mismo tiempo el botón central y el de bloqueo. Así es como he sacado las capturas que ilustran este artículo.

Capturas varias

Para finalizar, os dejo con algunas capturas acompañas de algún breve comentario de cosas que se han quedado «en el tintero» a lo largo del artículo pero que no quiero dejar pasar por alto.

Aplicación de Youtube integrada en el Touch. En ella podemos ver vídeos igual que en el PC de casa (pero tenemos que estar conectados a una red Wi-Fi, claro)

Calculadora científica (en vertical se simplifica)

En la mayoría de las aplicaciones, si colocamos el Touch en horizontal el teclado adopta esta disposición para escribir con más comodidad

Aplicación para ver las cotizaciones de la bolsa. ¡Vaya día para los inversores!

Podemos navegar entre nuestros discos a golpe de dedo

Los controles del iPod durante la reproducción (esto se puede "minimizar" y seguir haciendo otras cosas mientras escuchamos música)

Podemos visitar la App Store desde el propio iPod Touch

Y lo mismo con la iTunes Store por si queremos comprar música directamente desde el reproductor

La aplicación de predicción meteorológica. Hasta el momento ha acertado en sus predicciones

Conclusiones

Podemos resumir todo lo visto anteriormente diciendo que el iPod Touch es un dispositivo capaz de cubrir unas cuantas necesidades en un aparato que apenas se nota en el bolsillo. Sin embargo, la mayoría de sus funciones dependen de que podamos estar conectados a una red Wi-Fi; por lo que el Touch será más útil cuantas más redes de este tipo haya en el entorno por el que nos movamos. En medio del campo el iPod Touch es un fantástico reproductor de música, podcasts y vídeo que también hará funciones de bloc de notas; pero poco más.

Sin embargo, en medio de una gran ciudad, con muchas posibilidades de conectarnos a una red Wi-Fi abierta, el iPod Touch se convierte en un pequeño ordenador que nos va a permitir navegar por Internet, consultar el correo y hacer prácticamente todo lo que podemos hacer con el ordenador de casa (salvando las distancias, claro está).

La conectividad a Internet es la clave del Touch; pero… ¿no es precisamente ese el futuro de la informática? De hecho, Google con su Chrome OS plantea algo similar: un sistema operativo para ordenadores personales que necesita Internet para funcionar al 100% y que sin esa conexión no es capaz más que de ejecutar algunas funciones básicas. Está claro que Internet no es nada sin la informática; pero en un futuro cercano la informática tampoco será nada sin Internet.

Estimulos audiovisuales que abren el apetito

Aunque este es un tema del que ya llevaba tiempo pensando en contar, un pequeño suceso que me ocurrió ayer en la oficina ha hecho que me ponga «manos al teclado» y os narre una curiosidad que no sé si se os habrá pasado por la cabeza.

El caso es que estaba ayer sentado en mi silla con los ojos puestos en el ordenador cuando mi compañera Marta, que se sienta en una mesa que hay a mi espalda, me dijo «Luis, ¿quieres un chicle?» a lo que respondí con una negativa mientras me giraba 180º porque realmente no me apetecía demasiado. Lo que ocurre es que cuando me encontré mirando en dirección a Marta para comentarle que a esas horas un chicle sólo conseguía darme más hambre de la que ya tenía, resulta que ella sostenía en la mano un gran bote de Orbit de sabor fresa. Ante esa perspectiva, y en escasas décimas de segundo mi respuesta cambio a un «bueno, vale… no soy capaz de resistirme».

Si no hubiera visto ese bote rosa de chicles estoy seguro de que seguiría en mis trece de que un chicle a la una de la tarde es algo poco apetitoso, pero no sé por qué lo que entró por mis ojos me dio ganas de zamparme esa golosina de fresa sin azúcar que al final me sentó de maravilla, por cierto.

Y muy relacionado con esto está el hecho que tanto a mi hermano como a mí nos ocurre que cada vez que escuchamos el característico «fshhhhhhh» al abrir una botella de Coca-Cola nos entran unas irrefrenables ganas de bebernos una. No hay vez que uno de los dos no abra la botella y que el otro no aparezca a los pocos segundos con un vaso vacío en la mano. Es un hecho que nos llama mucho la atención, ya que no importa en qué punto de la casa esté el otro o lo que esté haciendo; en el momento que se escucha ese inconfundible sonido se deja lo que se esté haciendo y se sacan un par de minutos para tomarse una Coca-Cola bien fría.

Está claro que este tipo de cosas están más que estudiadas por parte de los responsables de márqueting de las marcas comerciales; pero no deja de ser curioso que sin darnos cuenta están muy presentes en el día a día.