Apacible soledad

Se me hizo raro ver mi urbanización de toda la vida casi en completa soledad durante la semana que pasé recientemente en Oropesa del Mar. Habituado al barullo vacacional de los meses de Julio y Agosto la sensación al sentarme en el jardín después de comer y no escuchar absolutamente nada a mi alrededor fue toda una novedad para mí.

Rodeado

Prueba de ello es esta imagen que capté en unos de esos momentos de tranquilidad que os comento y que muestra el ambiente reinante durante aquellos días.

¡Cómo me gusta descubrir ese tipo de sensaciones!  ^__^

Fotografías que reflejan paz y sosiego

Desde que he llegado a Oropesa del Mar noto que fotográficamente estoy bastante inspirado y mis imágenes reflejan la paz interior que siento. Y es que os aseguro que mirar a una playa y alcanzar con la vista apenas a tres o cuatro personas dispersas es toda una experiencia que me está permitiendo captar una serie de imágenes serenas y muy representativas de mi estado de ánimo.

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El haber podido desconectar completamente del trabajo y del día a día en la ciudad ha hecho que esté en un perpetuo estado de relajación que se nota en todo lo que hago: camino más despacio, apenas miro el reloj, me fijo todavía más en los pequeños detalles que me voy encontrando cada día… De hecho duermo tan bien por las noches que me levanto a las siete y media de la mañana fresco como una lechuga aunque me acueste tarde. Y claro, al madrugar tanto los días cunden una barbaridad.

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Adoro dar un paseo a las ocho de la mañana por la playa para redescubrirla desierta a esas horas. Me encanta ver cómo se van apagando los últimos rayos de sol a la hora de cenar… Estos días se me están pasando a toda velocidad, pero me están sentando de maravilla.

Por cierto, tengo un montón de fotografías hechas; pero sólo he podido subir a Flickr poco más de quince de las cuales os ofrezco una breve selección junto a estas líneas. Si ocurre un milagro con mi conexión a Internet os iré ofreciendo algunas más; pero de momento mis intentos están siendo infructuosos. En el peor de los casos subiré todas las restantes al regresar a Alcalá.

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Por cierto, al pasarme el día dando vueltas por la playa en apenas tres días me he puesto «como un conguito». Si el tiempo no cambia de aquí al fin de semana y sigo pasando las horas dando vueltas bajo el sol, al llegar a Alcalá no me va a reconocer ni mi hermano  😀

Fotografías que reflejan estados de ánimo

Aunque ya os adelanté el otro día que tenía la sensación de haber dejado atrás una época un poco «oscura», he de reconocer que estos días de vacaciones me han sentado estupendamente y me reafirman en esa idea. La semana anterior fue bastante aciaga por una serie de acontecimientos tanto en lo personal como en lo profesional que dejaron mi ánimo un poco tocado; pero tras estos días de buen tiempo en los que la cabeza me pedía que me dedicara tiempo a mí mismo, me siento de nuevo con las pilas cargadas (y hasta parece que vuelvo a tener fe en la especie humana  ^__^ ).

Que la salud de una compañera de trabajo de un vuelco de la noche a la mañana te afecta, que te encuentres por la vida con gente capaz de hacer las cosas con una premeditación nunca vista también te afecta… pero estos días de sol y fotos han sido mano de santo, en serio. Buena prueba de ello son las imágenes que hoy me gustaría compartir con vosotros.

Los colores de la primavera

Curvas de metal

La torre de la magistral

Perfiles cervantinos

A ver qué hizo el Madrid...

Verde y azul

Empiezan a florecer las terracitas

Red tower

La presa del río Henares detrás de la ciudad deportiva El Val

Sucesión oxidada

Detalles

Además, en estos días de relax he aprovechado también para esbozar un par de artículos técnicos sobre fotografía (aparte del que trata sobre el derecheo del histograma) que creo pueden tener una buena acogida entre vosotros; así que poco a poco iré «puliéndolos» para publicarlos lo antes posible.

Por lo demás, pido perdón a todo aquel que esperaba algo de mí estos días: no he mirado el correo ni los comentarios del blog porque quería desconectar de todo brevemente y acabo de ver que tengo algunas cosas pendientes. A lo largo de la tarde de hoy iré poniéndome al día; pero espero que entendáis que mi desaparición temporal obedecía a la necesidad de ver las cosas con un poco de perspectiva. Algo que me ha venido realmente bien.

¡Un saludo y gracias por estar ahí!

Primavera e inspiración

Ya estamos metidos de lleno en la primavera. Es verdad que gracias al cambio de hora de la semana pasada al levantarse hace bastante frío; pero cuando el sol comienza a calentar hay que reconocer que en la calle se está de lujo. Y bien que me alegro por ello, porque esta es posiblemente la época del año que más me gusta al ver que cada día los campos están más verdes y vamos más ligeros de ropa.

Flores de primavera

Gracias al buen tiempo reinante en estas fechas y a que por fin he dejado atrás unos días de trabajo francamente estresantes, parece que vuelve la inspiración perdida. En los días anteriores muchas veces me iba a la calle a hacer fotos y volvía a casa con apenas una docena de imágenes que acababan todas descartadas porque sencillamente me daba la impresión de que ninguna de ellas contaba algo de interés.

En las últimas semanas también me he dado cuenta de que en multitud de ocasiones me sentaba al ordenador con intención de escribir algo y no salía absolutamente nada: escribía un renglón… lo borraba… dos renglones más… borraba uno… borraba el otro… y al final pasaba del tema esperando a un momento más creativo. En definitiva, una falta total de inspiración que me resultaba bastante extraña, ya que por lo general todos los días se me ocurren varias cosas sobre las que escribir de tal modo que incluso algunas de ellas las guardo como borradores para emplearlas más adelante.

Pero el caso es que anteayer, entre que era el primer día «tranquilo» en la oficina desde hace ya un tiempo y que el sol calentaba con fuerza a media tarde, comencé a darme cuenta de que yendo con la cámara por la calle se me ocurrieron mil cosas que fotografiar del mismo modo que nuevos temas para el blog acudieron a mi cabeza en varias ocasiones. Digamos que volvieron las sensaciones habituales, y la verdad es que lo celebro, porque llevaba una temporada en la que mi creatividad estaba francamente bajo mínimos.

Monumento al deporte

De hecho, estoy preparando un artículo sobre fotografía que sacaré dentro de poco y que aunque no tiene una utilidad práctica demasiado elevada, sí que me parece que es muy ilustrativo acerca de cómo funcionan las cámaras digitales y el modo en el que capturan los datos.

¡Nos leemos!

Mi ratito fotográfico de cada tarde

Aquí en la playa todos los días intento sacar un rato antes de cenar para salir a la calle a hacer fotografías, pero con la particularidad de llevar nada más que el AF-S DX Nikkor 35mm f/1.8 G montado en la cámara. Ni angulares, ni teleobjetivos, ni leches en vinagre; sólo una óptica fija y luminosa con la que componer las fotografías acercándome o alejándome al motivo y que me permite plasmar en forma de imagen todo lo que veo tal y como lo observo.

Lo hablaba ayer con mi hermano: si tuviera que ir a una ciudad que no conozco y sólo pudiera llevar un objetivo sería este 35mm. Si pudiera llevar dos añadiría el 18-55 VR, y si pudiera cargar con tres, entonces también cogería el 55-200.

La polivalencia que da esta óptica que me compré hace menos de un mes (y que se ha convertido por méritos propios en mi favorita) ha hecho que sea el único con el que me atrevo a salir a la calle sin miedo a perder una fotografía por no llevar el objetivo adecuado. Al fin y al cabo, ya os comenté en la review que su ángulo de visión similar al humano es uno de sus puntos fuertes: si ves algo que te llama la atención, saca la cámara, apunta, enfoca y dispara; el resultado seguro que es más que satisfactorio.

Bicis de verano

Esa media horita escasa que me regalo cada día mientras el sol se esconde es un oasis de tranquilidad en el que sólo existimos mi cámara, yo y lo que estoy fotografiando mientras que el resto del mundo desaparece por unos instantes.

Unos días de relax…

Desde el verano pasado han ocurrido bastantes cosas en mi vida, pero si hago un rápido balance me doy cuenta de que no he tenido demasiado tiempo para dedicármelo a mí mismo. Precisamente por eso, y aprovechando que durante las próximas semanas no hay nada que me “ate” a Alcalá, me he venido con mi hermano al apartamento de la playa para terminar el proyecto de fin de carrera que presentaré a finales de Septiembre y a disfrutar de un poco de esa tranquilidad que muchas veces no se encuentra en la ciudad.

¡No te muevas, Luis!

Tranquilidad que, de cualquier modo, tampoco es completa aquí puesto que nuestros padres ya se encargan de llamar por teléfono cada dos por tres desde Alcalá para comprobar si seguimos vivos y/o la casa continua en pie (por lo que he indagado creo que es una actitud general de todos los padres… 😦 ).

Desgraciadamente, la conexión de 56kb que tengo en el apartamento no me permite hacer muchas florituras (el simple hecho de subir unas fotos a Flickr lleva un rato largo) pero al menos tengo la posibilidad de acceder a mi correo y escribir alguna que otra cosilla en el blog. Caso aparte es el de mi hermano, que cuatro días antes de venir se compró un iPhone 3G para poder estar conectado everywhere and everytime; pero de eso hablaremos en una próxima entrada.

Bueno, de momento poco más (hoy estoy un poco telegráfico, debe ser cosa del calor y la humedad como diría Nacho Vegas), pero antes de despedirme os anuncio que en apenas un rato publicaré una entrada que muestra las fotos de una excursión que hicimos hace un par de días por una nueva ruta que han abierto entre Oropesa y Benicassim. Tal vez os resulte interesante; a mí me ha encantado.

¡Hasta pronto, Alcalá! 😛

¡Me voy a la playa!

Tal y como os decía en la madrugada del Viernes, me voy a la playa durante un mesecito en las que seguramente sean las últimas vacaciones «clasicas» de mi vida. Mientras estas líneas ven la luz a primera hora del Domingo me encuentro en un punto intermedio del trayecto entre Alcalá de Henares y Oropesa del Mar en busca de un lugar un poco más fresco en el que pasar estos días.

Mar revuelto

Me llevo el trabajo de fin de carrera con la idea de terminarlo para Septiembre u Octubre, y del mismo modo a mi vuelta tengo intención de ir buscando algún trabajo que tenga que ver con mi carrera, de modo que eso de estar de vacaciones en Julio y Agosto se acabó y para el próximo año si tengo quince días libres me podré dar con un canto en los dientes.

Aprovecho para anunciaros que durante este verano no analizaré ningún videojuego, y de hecho ni siquiera me voy a llevar consola alguna. Mi «equipaje tecnológico» consistirá en mis dos portátiles, las cámaras de fotos, el teléfono móvil y el iPod. Tras dos años seguidos analizando título tras título y rompiéndome mucho la cabeza por ultimONivel siento que necesito una especie de cura de desintoxicación de videojuegos y un periodo en el que pensar con calma sobre mi propio futuro y cómo enfocar las cosas para los próximos meses.

Por lo demás, ¿qué espero de este verano? Aparte de pegarle un buen avance al proyecto tengo varias ideas en mente para mostraros en este blog, quiero hacer todo el ejercicio que no he hecho en los últimos meses, fotografías a punta pala y sobre todo inspirarme mucho para volver a encontrar la senda de la escritura un poco perdida en los últimos tiempos.

Día a día iréis encontrando cositas por aquí, aunque no sé si podré seguir mi ritmo habitual de sacar al menos una entrada por jornada. Si lo consigo perfecto; pero si no hay que tener en cuenta que… ¡estamos de vacaciones! 😉

Días de descanso (bueno, no tanto…)

Me doy cuenta de que en estos últimos días estoy publicando bastantes menos contenidos debido precisamente a las fechas en las que estamos. Es algo que ocurre en la práctica totalidad de blogs y medios online, así que éste no iba a ser una excepción 😉

No os preocupéis, que las entradas de «Alcalá ayer y hoy» seguirán puntuales a su cita (recordad: los lunes y los jueves a las tres de la tarde) y también iré sacando fotografías de tipo variado entre medias. Puede que incluso me de por escribir algo más o menos extenso sobre cualquier tema, pero vamos, no será lo más habitual. Habrá nuevo material, eso ya os lo digo, pero no con el ritmo que seguía hace, por ejemplo, dos meses.

Estos son días de descanso y de estar con la gente a la que se quiere, pero a la vez de estudio intenso para los universitarios como yo (y más cuando estoy en la recta final de la carrera); de modo que como los días siguen teniendo 24 horas de algún lado hay que cortar y por ello he decidido invertir menos tiempo en escribir aquí hasta que las cosas vuelvan a su ritmo tranquilo habitual.

Bueno, pues sin más me despido por hoy no sin antes desearos unos días felices y unas fiestas en buena compañía (ojo, que antes de fin de año me tendréis por aquí con alguna que otra parrafada).

¡Un saludo!

 

NOTA: en la imagen la felicitación navideña que el forero Golden Lion nos dedicó al equipo de ultimONivel durante el inolvidable último programa del año (pulsad sobre la imagen para verla en grande 😉 ).