Un regalo diferente

Puede que algunos recordéis aquella entrada de principios del verano en la que os hablaba de una exposición colectiva en la que participaba mi hermana. Como allí podéis ver, la inauguración fue un éxito y sus ilustraciones llamaron la atención de los muchos curiosos que pasaron por allí (algo de lo que pude ser testigo directo aquella tarde) pero la exposición terminó y la vida continuó.

Durante este interludio de tiempo Estela se ha dado de alta como autónoma y gracias a ello le han ido saliendo algunos trabajos para diversas empresas. Por cierto, me hace especial ilusión comentaros que el último de ellos ha consistido en ilustrar los libros que la alianza entre McDonalds y Top Chef está regalando en estas fechas cuando compras un par de menús. Yo, por supuesto, me he hecho con ambos ejemplares.

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El caso es que ahora (inquieta que es ella) se ha animado a abrir una tienda online bajo la plataforma ETSY donde tiene a la venta reproducciones de alta calidad y en diferentes tamaños de algunas de sus ilustraciones; de modo que si queréis hacer un regalo diferente estas Navidades puede ser una buena opción. Os dejo un enlace a continuación por si queréis echar un vistazo, ya que enseguida vais a ver que sus obras tienen un estilo muy peculiar y están llenas de vivos colores:

Estela Perez Illustration

Estela Perez Illustration

Comentaros también que realiza envíos a todo el mundo y que en mi casa ya cuelga una de sus ilustraciones que, precisamente, retrata a su forma y a su modo el que sin duda es mi rincón favorito de Madrid. Por cierto, las ilustraciones se envían sin enmarcar para que así vosotros podáis ponerle luego el que mejor case con el rincón donde vaya a estar colgado.

Madrid

Sólo os pido que le echéis un vistazo a la tienda y se lo comentéis a quien consideréis que pueda estar interesado, ya que es un proyecto que acaba de empezar su andadura y ya se sabe que los inicios siempre son complicados.

¡Muchas gracias por vuestro tiempo!

Los megapixels son lo de menos

Para estas épocas de compras navideñas en las que las cámaras digitales ocuparán los primeros puestos en la lista de los regalos más populares he pensado que sería de utilidad comentaros un tema que espero contribuya a desmentir el mito de los megapixels.

Amanece (que no es poco)

Si os acercáis a cualquier centro comercial y echáis un vistazo al stand donde están las cámaras digitales veréis que en muchos casos el único dato que se da de cada modelo es la cantidad de megapixels de las fotos que es capaz de captar del mismo modo que en multitud de ocasiones he escuchado a gente decir que una cámara es mejor que otra simplemente por tener más megapíxels.

La carrera comercial de los megapixels

Hace una década se estilaban las cámaras de uno y dos megapixels, que fueron aumentando poco a poco hasta plantarse en los siete u ocho millones de pixels allá por el año 2006 y aumentar hasta los diez megapixels dos años más tarde; cifra que ha aumentado hasta los doce o incluso catorce megapixels en algunos modelos recientes pero que, en general, se ha mantenido más o menos estable desde entonces.

Edificio España

Los megapixels son lo de menos

Pues bien, si tenéis en cuenta que la densidad de fotocaptores del sensor influye directamente en la nitidez de la imagen por culpa de la difracción, entenderéis que en una compacta no conviene pasarse con el número de megapixels si no queremos que nuestras imágenes aparezcan emborronadas; especialmente en los bordes que es donde las ópticas «sufren» más.

De hecho, vistas a escala 1:1 observo mayor nitidez en las imágenes que captaba allá por el 2005 con mi Canon Powershot A75 que con las últimas compactas que he tenido. Cierto es que en los modelos actuales contamos con sistemas avanzados de enfoque, exposición precisa incluso en situaciones de iluminación complicada, sensibilidades elevadas, zooms ópticos cada vez más potentes, sistemas electrónicos de reducción de ruido… pero en lo que respecta a la nitidez general de la imagen me da la sensación de que en los modelos con mayor densidad de pixels hemos dado un ligero paso atrás; algo que no me hace ninguna gracia dado que en mis fotografías siempre intento que el motivo principal aparezca perfectamente definido.

Urban style

Y ojo, que no estoy diciendo que desempolvar una de aquellas primeras Sony Mavica que hacían las fotos a 1024 x 768 y se grababan en diskettes sea una buena opción; pero sí que es verdad que empleando una cámara de «tan sólo» 6 ó 7 megapíxels tendremos más que de suficiente para obtener fotos de calidad sin comprometer la calidad general de imagen ni el espacio ocupado en la tarjeta de memoria.

Además, el incremento de tamaño de las fotografías es cada vez menos perceptible a medida que aumenta el número de megapíxels porque, por ejemplo, pasar de 10 Mpixels (3648 x 2736) a 14.7 Mpíxels (4416 x 3312) supone un salto no demasiado perceptible en cuanto al tamaño de la imagen; ya que para duplicar tanto la altura como la anchura de una imagen necesitaríamos cuadriplicar el número de pixels de la misma, lo que os dará una idea del sensor que necesitaríamos para lograr este propósito.

Los sensores grandes ofrecen mayor nitidez

En el caso de las cámaras réflex tenemos algo más de margen porque sus sensores son mucho más grandes que en el caso de las compactas; y de ahí que las equipadas con sensores APS-C se muevan actualmente entre los doce y los catorce megapixels sin demasiados problemas y las que llevan sensor Full Frame puedan aguantar resoluciones de más de veinte megapixels sin que se aprecie difracción en las imágenes empleando aperturas intermedias.

Lechuza

Es por esto que, en términos generales, cuanto más grande es el sensor que lleva una cámara digital más nitidez y calidad vamos a obtener en nuestras fotografías y por ese motivo para fotografías de paisaje y de moda se suelen emplear cámaras de medio formato que llevan sensores mucho más grandes que los de cualquier réflex del mercado y que dan una calidad de imagen espectacular.

Obviamente un minúsculo sensor de menos de un centímetro cuadrado y catorce megapixels no es lo más adecuado para obtener una calidad de imagen impactante; pero aun así hay vendedores y encargados de marketing empeñados en meternos en la cabeza la falsa idea de que cuantos más megapixels tenga una cámara mejores fotos haremos.

Lo importante es la resolución (y no tiene nada que ver con los megapixels)

Como conclusión de todo esto, me gustaría que después de lo aquí expuesto no confundierais megapíxels con resolución; porque la resolución tiene que ver con esa nitidez de la que os hablaba antes y, como habéis visto en este artículo, los megapixels poco tienen que ver con este publicitado parámetro que no es, ni mucho menos, el más importante a la hora de decantarnos por uno u otro modelo.

Escalera

Bajo mi punto de vista, más vale tener una fotografía con pocos píxels pero muy nítida a otra de tropecientos mil megapíxels en la que los colores y las texturas aparezcan de forma sucia y poco definida. Y como os digo, un sensor de pequeño tamaño y/o poca calidad unido a una densidad de fotocaptores desmesurada van a degradar la calidad de la imagen considerablemente.

* Todos los artículos de este tipo en https://luipermom.wordpress.com/fotografia

Review: eBook Sony PRS-350

Dado que me gusta mucho la lectura y que siempre busco el lado práctico de las cosas, llevaba tiempo dándole vueltas a la idea de hacerme con un eBook; aunque he de decir que los modelos que había visto hasta ahora no me habían convencido del todo.

Tal y como marca la ley que rige el mercado de la electrónica de consumo, cuando aparece una nueva tecnología lo hace un precio elevado y ofreciendo una serie de características bastante básicas, de modo que durante los primeros meses no es muy recomendable subirse al carro. Sin embargo, una vez pasada la novedad, los fabricantes empiezan a «afinar» sus productos y es cuando estos empiezan a merecer la pena para el gran público.

El caso es que ya hace unos meses estuve echando un vistazo a algunos lectores de libros electrónicos, pero la verdad es que ninguno terminaba de convencerme: las pantallas no tenían demasiada resolución, en la mayoría de las ocasiones sólo poseían cuatro niveles de gris, las carcasas eran de plástico, la interfaz era muy tosca, la compatibilidad con PDF no siempre era todo lo buena que sería deseable…

No obstante, ojeando un catálogo hace unos días vi que Sony acababa de lanzar al mercado un nuevo modelo que ofrecía por un lado características técnicas bastante interesantes y por otro un precio contenido; así que sin darle muchas más vueltas al tema me fui a por uno.

El nuevo eBook de Sony

En concreto se trata del PRS-350 comercializado por Sony a un precio de 200 euros. Un modelo con pantalla táctil de tinta electrónica tipo Pearl de 5 pulgadas, resolución de 800 x 600, 16 niveles de gris, carcasa de aluminio, dimensiones de 108 x 159 x 10 mm y 155 gramos de peso.

Sony PRS-350

Cabe destacar que posee 2 GB de memoria interna no expandible de ningún modo y que no cuenta con ningún tipo de conectividad inalámbrica; por lo que el único modo de introducirle información es a través del puerto USB 2.0 que equipa en su parte inferior. Como veis, no cuenta con las capacidades 3G o WiFi de otros modelos que nos permiten descargar publicaciones alejados de un ordenador; pero si lo que se quiere es darle uso como «simple» lector de libros esto no es ningún problema.

Los archivos se cargan en el PRS-350 de dos modos: podemos emplear el programa que Sony suministra con el aparato y que recuerda en cierto modo a iTunes por su concepción o bien podemos pasar de cualquier software y directamente «pinchar» el eBook en el ordenador, comportándose en tal caso como una memoria USB en la que podremos copiar los libros que queramos llevar con nosotros.

Una vez que tenemos contenidos en el lector, éste nos permitirá elegir el que queramos leer a través de su pantalla táctil y una vez abierto nos mostrará su primera página a pantalla completa. En función del tamaño de la letra tendremos que emplear uno u otro tamaño, y para ello cuenta con seis tamaños diferentes que, como la ropa, van marcados desde la talla XS hasta la XXL. Os comento que lo habitual es emplear la M para los archivos en PDF, ya que para la mayoría de la gente se trata de un tamaño cómodo de leer desde una distancia normal. No obstante, lo más recomendable es utilizar publicaciones en formato EPUB, ya que ha sido creado expresamente para este tipo de dispositivos y en la mayoría de las ocasiones no tendremos necesidad de variar el tamaño de letra ni ninguna otra cosa.

La pantalla

La pantalla se ve de maravilla; pero como todo dispositivo basado en tinta electrónica no posee retroiluminación y, por tanto, como si de un libro de papel se tratara debemos de procurarnos una fuente de luz. En cualquier caso, nada tienen que ver este tipo de pantallas con las de los ordenadores, teléfonos móviles y demás, ya que son completamente mates y cuanto más intensa sea la iluminación mejor veremos el texto sin ningún tipo de molestos reflejos.

Sony PRS-350

La única pega que le veo a las pantallas de tinta electrónica (aparte de lo de no poder emplearlas a oscuras) es que tardan unas décimas de segundo en refrescar la imagen que muestran. En el caso de un libro electrónico no hay ningún problema porque se trata de contenido estático; pero dado que el PRS-350 trae un sencillísimo programa de dibujo y toma de notas a mano alzada, el retardo se hace bastante incómodo cuando trazamos una línea en pantalla y tarda unos instantes en visualizarse.

En cualquier caso, los 16 tonos de gris que es capaz de mostrar este modelo hacen que incluso las imágenes se muestren de un modo bastante natural y no se aprecien a simple vista degradados y bandas como sucede en las primeras pantallas que eran capaces de mostrar tan sólo cuatro tonalidades. Aun así, el asunto de los colores no es un problema a la hora de leer una novela, ya que básicamente va a ser texto negro sobre fondo blanco; sin embargo, si lo que estamos consultando es un libro con ilustraciones los 16 tonos de gris nos van a ayudar a la hora de ver las cosas con más claridad.

En cuanto a sus cinco pulgadas de tamaño, al tener una resolución de 800 x 600 pixels, estos son de un tamaño tan pequeño que es imposible apreciarlos a simple vista, de modo que aunque las letras no sean demasiado grandes su visualización siempre será nítida y sin extraños dientes de sierra. Yo desde luego, durante los días que llevo usándolo no he echado en falta ninguna pulgada más.

Leyendo en el PRS-350

Está claro que por muchos extras que se incluyan, la función fundamental de un eBook es la de leer libros; y este modelo de Sony cumple perfectamente con este cometido. Las fuentes de texto se ven perfectamente; sin dientes de sierra ni desalineaciones extrañas. Además, el gesto de deslizar un dedo sobre la pantalla para cambiar de página es de lo más intuitivo y la respuesta es excelente. Rara vez tendremos que dar una segunda pasada para que el aparato nos haga caso, pues con un simple roce de la yema del dedo avanzaremos a la siguiente hoja de nuestro libro.

Por otra parte, la sensación de que estamos leyendo sobre una hoja de papel está absolutamente conseguida: aquí no hay parpadeos, reflejos, frecuencias de refresco… Tan sólo miles de partículas como polvo de grafito que se pegan a la pantalla siguiendo las órdenes que dicta la electrónica del aparato. Un pequeño milagro que al final produce la ilusión de que lo que hay dentro del lector es una hoja impresa.

Sony PRS-350

Por otra parte, disponemos de otras características secundarias como la inclusión de diccionarios en varios idiomas con la idea de que si estamos leyendo un libro y desconocemos el significado de alguna palabra, un «doble click» sobre ella nos llevará a su definición; lo que es una buena idea si estamos consultando algún documento en un idioma con al que no estemos del todo acostumbrados. Del mismo modo, en el libro que estemos leyendo podemos hacer anotaciones, subrayar palabras y colocar marcadores gracias a la inclusión de la pantalla táctil.

Pantalla táctil que, por cierto, también podemos manejar con un stylus que se incluye en el lateral derecho del lector. Sin embargo, se trata de un complemento que apenas he utilizado en un par de ocasiones, ya que me siento mucho más cómodo empleando las capacidades táctiles con las yemas de mis dedos porque la respuesta es perfecta incluso a la hora de pulsar sobre pequeños iconos.

Autonomía casi infinita

La autonomía de la batería es extremadamente alta gracias al bajo consumo del aparato. Sony dice que su duración es de dos semanas completas de lectura, aunque en este tipo de dispositivos el consumo de energía viene dado por los cambios en la pantalla; de modo que, por lo que tengo entendido, cada carga de batería de este lector de libros da para unas 10000 páginas. Es decir, que Sony está suponiendo que leemos una media de setecientas páginas al día; algo que me parece un poco excesivo para alguien que no sea un auténtico devorador de libros.

En cualquier caso, he de decir que después de unos cuantos días usando intensamente el PRS-350 el icono de la batería sigue marcando el máximo de capacidad, y teniendo en cuenta que tiene cuatro tramos, parece que podemos despreocuparnos en buena medida de cargar la batería (algo que se realiza a través del puerto USB) incluso aunque tengamos varias sesiones de lectura por delante.

Sony PRS-350

¿Dónde está mi funda?

Un detalle que no me ha gustado es la falta de algún tipo de funda para llevar el eBook en un bolsillo o en una mochila sin dañarlo. El aparato viene acompañado nada más que de un cable USB para conectarlo al PC y si queremos una funda oficial tendremos que adquirirla aparte al módico precio de cuarenta euros, lo cual me parece un atraco a mano armada. Por el momento estoy usando a modo de funda la bolsa de fieltro en la que venía envuelto el aparato dentro de su caja; pero está claro que en unos pocos días esta se empezará a romper y tendré que buscar alguna solución. Eso sí, ya os digo que ni se me pasa por la cabeza adquirir la funda oficial a ese precio, así que trataré de hacerme con alguna de neopreno o material similar.

El futuro de la edición impresa

Parece claro que el futuro de la literatura pasa por el formato digital, y la profusión de eBooks en el mercado así lo demuestra. En realidad está ocurriendo lo mismo que pasó en su momento con la música en formato digital, pues tras unos primeros reproductores toscos y de poca capacidad enseguida comenzaron a aparecer en el mercado aparatos mucho más evolucionados que acabaron por meterse en los bolsillos de todos nosotros y revolucionando por completo el mercado.

En el mundillo de los libros está ocurriendo esto mismo y a partir de ahora veremos cómo las librerías de toda la vida se adaptan a los nuevos tiempos o estarán abocadas a cerrar sus puertas como han hecho muchas tiendas de música en los últimos años. Son los peligros de unos modelos de negocio que cambian de arriba a abajo en muy poco tiempo.

Conclusiones

En general el nuevo lector de libros electrónicos de Sony mantiene un buen compromiso entre precio y prestaciones. Por 200 euros nos llevaremos a casa un aparato con un diseño compacto y elegante, funciones táctiles y con una pantalla de una claridad envidiable. Leer en él es un gustazo, pesa menos que un libro en edición de bolsillo y nuestra vista siempre estará descansada.

Sony PRS-350

Sin embargo habrá quien eche en falta una pantalla de mayor tamaño y/o conectividad inalámbrica; funciones que debemos de buscar en modelos superiores de esta y otras marcas. En todo caso, lo que es imperdonable es que no venga incluida algún tipo de funda para transportar el eBook, ya que llevar un aparato que básicamente es una pantalla suelto en un bolsillo o en una mochila puede acabar rayándolo sin remedio. Hubiera sido un muy buen detalle que Sony incluyera en la caja un estuche por simple que éste fuera para conservar el PRS-350 en perfectas condiciones.

Aprovecho para indicaros que, junto con este modelo, Sony ha sacado a la venta el PRS-650, que es exactamente igual pero con la diferencia de contar con una pantalla de 6″, un slot para tarjetas de memoria Memory Stick micro, un reproductor MP3 integrado, conector para auriculares y un precio de 250 euros. Si la pantalla hubiera tenido más resolución es posible que me hubiera inclinado por él; pero como en este tipo de aparatos valoro mucho la portabilidad, la versión de 5″ me pareció absolutamente irresistible.

Como os decía al principio de este artículo, al ver las características de este modelo sentí que había llegado el momento de dar el salto a los libros digitales. De momento estoy muy contento con las prestaciones que me da el PRS-350 y no me arrepiento de haberme hecho con él. Su tamaño, su peso, la claridad de su pantalla y poder llevar más libros de los que puedo leer en una sola vida en un aparato que cabe el bolsillo trasero del pantalón me parecen razones suficientes como para haberme hecho con él.

Además, algo me dice que este tipo de dispositivos van a ser, junto con las cafeteras, uno de los regalos estrella de estas navidades; así que espero que esta review pueda ser de utilidad a aquellos que hayáis pensando en hacer algún regalo tecnológico pero todavía no tengáis muy claro por qué decidiros.

Un capricho muy cafetero

Reconozco que me encanta el café. No es que sea un cafetero compulsivo, pero sí que me gusta tomar tres o cuatro repartidos a lo largo del día y hay algunos que no puedo perdonar como el del desayuno o el de después de comer.

Lo que ocurre es que me da una pereza tremenda coger la cafetera italiana, prepararla, ponerla al fuego y esperar pacientemente a que hierva el agua para tomarme una simple taza (y una vez que se enfría ya no sabe igual de bueno); de modo que el pasado fin de semana decidí cortar por lo sano, acercarme a Castellón y hacerme con un pequeño capricho.

La cosa es que llevaba tiempo buscando información sobre este tipo de cafeteras, ya que durante los últimos meses han aparecido en el mercado varios sistemas incompatibles entre si en la mayoría de los casos y no quería pillarme los dedos haciendo una mala elección. De todos modos, lo que las marcas han presentado es una cafetera para casa que permita hacer café en pocos segundos y de forma limpia y sencilla; pero normalmente las dosis de café que se introducen en la máquina son diferentes entre unas y otras, siendo un concepto muy similar al de las impresoras, donde el verdadero beneficio no está en la venta de la máquina como tal sino en los cartuchos necesarios para su funcionamiento.

En principio iba buscando una cafetera Nespresso (supongo que porque con tanta publicidad, inconscientemente uno al final acaba convirtiéndolas en el icono de este tipo de aparatos) pero resulta que las cápsulas que contienen el café sólo se pueden conseguir en tiendas Nespresso o a través de Internet con el engorro que esto supone. Puesto que mi prioridad era que pudiera encontrar el café cómodamente en mi supermercado habitual, la cafetera doméstica más conocida quedó automáticamente descartada.

Al final, echando un vistazo a otras opciones similares me llamó la atención el sistema Senseo (apadrinado por Marcilla y Philips) por ser una cafetera cómoda, elegante, de tamaño contenido y, sobre todo, porque los paquetes de café se venden en cualquier supermercado y a un precio que ronda los 3 euros por cada bolsa de 16 monodosis que hay disponibles en diferentes variedades. Vamos, que cada café que preparamos sale por unos 20 céntimos.

Con respecto al aparato como tal, os diré que consta de un depósito de litro y medio que hay que llenar de agua y poco más. Luego, para cada café que queráis preparar se levanta la tapa superior, se pone la monodosis (es como un disco de fieltro relleno de café molido por el que la cafetera hace pasar agua hirviendo) y en poco más de un minuto tenéis un café humeante y con una buena capa de espuma. Por supuesto, antes de decidirme por este modelo, en la propia tienda me dieron a probar un café recién hecho en una de estas cafeteras y he de admitir que ese fue el empujón definitivo que me hizo decantarme por la Senseo Quadrante, cuyo sobrio diseño me gustó mucho más que el modelo básico de formas redondeadas.

Un capricho

Como veis en la fotografía, además de la cafetera también se vino conmigo un pack de cuatro variedades de café que traía una lata metálica de regalo. Al final el capricho me salió por 111 euros en total: 99 de la cafetera y 12 del pack de cafés. Un precio que a mí me parece bastante bueno sobre todo después de haber degustado ya a lo largo de estos días unos cuantos cafés de diversas variedades y estar encantado tanto por su sabor como por la comodidad que supone su preparación.

Por cierto, viendo el bombo que le están dando en los centros comerciales a estos sistemas de cafeteras estoy convencido de que será uno de los regalos estrella de estas Navidades.

Regalo invitaciones para Google Wave

Hola a todos/as:

Llevo unas semanas usando Google Wave y me acaban de llegar algunas invitaciones, por lo que he decidido regalaros cinco de ellas. Si queréis una de estas invitaciones, podéis dejar un comentario en esta entrada y las repartiré en riguroso orden de petición.

En principio había pensado en sortearlas, pero creo que no sería justo. Como os digo, creo que lo más apropiado es que se las envíe a las cinco primeras personas que pidan una invitación en los comentarios de esta misma entrada. De todos modos, si hay más peticiones que invitaciones, os las mandaré cuando Google me proporcione alguna más (hasta un máximo de 15 en total).

Vuestra dirección de e-mail es el único dato que necesito para mandaros la invitación, pero eso sí; si no queréis dejar vuestro e-mail a la vista de todo el mundo, podéis ponerlo en el campo correspondiente al escribir el comentario y de ese modo sólo yo podré ver dicha dirección.

Para uniros a Google Wave os puedo mandar la invitación a cualquier dirección de correo que me deis (Hotmail, Yahoo, Terra…) pero para poder usar este nuevo servicio de Google debéis tener una cuenta de Gmail (podéis hacérosla de forma totalmente gratuita AQUÍ) porque al pinchar en el link que contiene os pedirá que estéis logueados en Gmail para poder activarla. Vuestra dirección de Google Wave será vuestro nick en Gmail @ googlewave.com

Por cierto, las invitaciones tardan un tiempo en llegar, así que cuando os comente que os la he mandado tened paciencia durante unos días, ya que los de Google dicen que «tienen muchos sellos que pegar»  😀

¡Un saludo!

PD: Por si no sabéis de qué va esto de Google Wave, aquí tenéis una breve explicación en vídeo sobre lo que es…

…y también su artículo correspondiente en Wikipedia (en inglés).

Nota importante: Si os habéis quedado sin invitación podéis poneros en contacto con Manu o Natalia, pues se han ofrecido amablemente a compartir algunas de las que poseen (gracias chicos, sois grandes). En cualquier caso, si me llegan más invitaciones os mandaré un mail y si aún no habéis conseguido una os la mando yo.

Actualización del 9 de Diciembre: Hoy me han llegado unas cuantas invitaciones de parte de Google, por lo que si alguien quiere alguna no tiene más que pedirla, pues ya he enviado las suyas a la gente que había en espera y todavía me quedan unas cuantas más por aquí.

Libros para viviendas reducidas

Mi hermana y su novio son dos viajeros empedernidos, y de sus andanzas por el mundo siempre traen alguna cosa curiosa. En este caso se fueron hace poco menos de un mes a Suecia, Finlandia, Noruega y demás paises cercanos al círculo polar ártico y allí, en una embajada española, se encontraron con unos libros que regalaban a los que se acercaban por allí.

Evidentemente cogieron uno para cada uno de los dos, pero también tuvieron el detalle de acordarse de mí sabiendo que mi cara de sorpresa sería mayúscula cuando lo pusieran en mis manos.

Junto a una tarjeta SD

Mini-impresión

Están impresos en él los derechos fundamentales de los ciudadanos de la Unión Europea, y aunque todo es perfectamente legible la verdad es que cuesta bastante leerlo porque debido a su pequeño tamaño literalmente se escurre entre los dedos.