Es bastante posible que alguna vez os hayáis encontrado con imágenes cuyo aspecto sea perfectamente real pero sus colores tengan un aspecto extraño. Puede que los negros tengan una componente azulada, que en los grises aparezca una dominante verdosa o que el cielo aparezca teñido de un rosa muy sutil. Pues bien, lo que estáis viendo es ni más ni menos que una fotografía a la que se le ha aplicado un proceso cruzado.

¿Qué es el proceso cruzado?
El proceso cruzado (cross processing en inglés o simplemente xpro) no es una técnica aparejada a la fotografía digital pese a que durante los últimos tiempos esté en boca de mucha gente, ya que en realidad sus orígenes se remontan al revelado de la película analógica, donde se empleaban unos reactivos determinados en función del tipo de carrete a positivar.
De hecho, se cree que el proceso cruzado se descubrió «por error» allá por los años 60 cuando algunos fotógrafos emplearon reactivos para película de diapositivas en carretes destinados a fotografías en papel y viceversa, obteniendo unos colores en cierto modo irreales y unos contrastes muy marcados que, en algunos casos, daban lugar a imágenes muy atractivas. El resultado variaba en función del reactivo empleado y la película a revelar, pero en general la imagen seguía siendo perfectamente válida después del proceso pese a haber utilizado un producto no adecuado para ello.

El proceso cruzado se ha empleado desde entonces en multitud de imágenes; sobre todo en el mundo de la moda y la publicidad debido al alto contraste y la saturación de los colores que se obtiene. Incluso se han llegado a rodar películas empleando esta técnica para revelar los rollos, dando una idea de la expansión de esta técnica. Es decir, que a partir de un simple error se ha creado una tendencia fotográfica que, basada en él, intenta plasmar el mundo desde un particular punto de vista tonal.

El proceso cruzado en la fotografía digital
Hoy en día es muy sencillo aplicar el proceso cruzado a nuestras imágenes digitales, ya que la gran mayoría de programas de edición gráfica incluyen estos efectos entre sus funciones. Photoshop, Lightroom, GIMP… Todos ellos disponen de filtros para dar a nuestras imágenes esa apariencia que os digo en la que los elementos que aparecen en ellas adquieren unas tonalidades muy diferentes a lo que estamos acostumbrados a captar a través de nuestros ojos.

El proceso cruzado se adapta bastante bien (al menos emulándolo digitalmente en Adobe Lightroom 3) a fotografías bastante luminosas, dando resultados algo pobres para mi gusto en fotografías subexpuestas. Puesto que la gracia del asunto es la variabilidad de los diferentes tonos presentes en la imagen, no conseguiremos gran cosa con una imagen con un claro predominio del negro.
En cualquier caso, como todo en fotografía la cuestión es probar y probar para darnos cuenta por nosotros mismos si la técnica se adapta a lo que queríamos expresar con nuestra imagen. Ya sabéis que en estos artículos acostumbro a presentaros las cosas de modo sencillo y luego sois vosotros los que tendéis que comprobar por vosotros mismos si os son de utilidad o no.
* Todos los artículos de este tipo en https://luipermom.wordpress.com/fotografia
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