La fotografía como visión personal del mundo

Hay una cosa que siempre he tenido muy clara: Si ponéis frente una misma escena a media docena de fotógrafos obtendréis seis imágenes totalmente diferentes.

Tour de force

Eso es, para mí, lo más especial de la fotografía, ya que permite a cada uno de nosotros mostrar el mundo desde su particular punto de vista sacando a relucir de algún modo sus inquietudes, obsesiones, fobias y filias; que son las que en realidad hacen que ciertos detalles nos llamen la atención o nos pasen completamente desapercibidos.

En mi caso particular, los edificios abandonados, las calles desiertas, la soledad o los efectos del paso del tiempo son elementos habituales en mis imágenes; pero estoy seguro de que si hubiera alguien a mi lado con su propia cámara, en sus fotografías hubiera captado otros detalles y/o perspectivas que le darían a las imágenes una connotación muy diferente pese a plasmar en ellas el mismo motivo principal.

Horizontes

Por supuesto, en las fotografías también se muestran los estados de ánimo de aquellos que estamos detrás de la cámara; ya que nuestra capacidad de percibir lo que nos rodea viene condicionado por cómo nos encontremos ese día. Y es que, como dijo Ortega y Gasset, «yo soy yo y mis circunstancias»; porque no es lo mismo coger la cámara un soleado domingo de primavera que un lunes a última hora de la tarde después de un duro día de trabajo.

El sol se marcha

Por tanto, es cada uno en su fuero interno quien ha de decidir cuáles son sus mejores imágenes. Está claro que las críticas de los demás son importantes porque siempre nos van a ayudar a mejorar tanto a nivel técnico como compositivo; pero al final has de ser tú mismo quien encuentre su estilo personal y las temáticas en las que se encuentre más a gusto. vamos, que como suelo decir siempre: lo importante es que te guste a ti.

Algo que parece sencillo; pero que consiste básicamente en practicar todo lo posible para, casi de forma automática, ir encontrando nuestro mejor registro.

* Todos los artículos de este tipo en https://luipermom.wordpress.com/fotografia

Dos tercios de mi vida haciendo fotografías

Luis disparando

Mi afición por la fotografía no me viene de ahora; todo comenzó cuando me regalaron por mi comunión (a la tierna edad de 9 añitos) una cámara de fotos de marca Werlisa de lo más simple pero con la que hice multitud de carretes.

Con ella conseguí realizar algunas fotografías bastante buenas de puestas de sol y vistas de la playa (dos temas que han seguido repitiéndose con el paso de los años) pero pronto se me quedó un poco «corta» aquella cámara sin ajustes de ningún tipo y me hice allá por 1992 con otro modelo (también de carrete, claro) que contaba con autofocus, flash integrado y motor de arrastre.

Aquella cámara fue con la que hice todas las fotografías de mi juventud (amigos, vacaciones, cumpleaños…) hasta que allá por el año 2000 me hice con mi primera cámara digital y comencé a darme cuenta de las ventajas de poder ver las imágenes poco después de disparar y seleccionar las mejores tranquilamente en casa para después ir a una tienda y sacar en papel únicamente las que yo quisiera.

Como ya ha pasado mucho tiempo desde aquello y varios modelos de cámaras han llegado hasta mis manos, creo que podría ser interesante hacer una retrospectiva (como ya hice con mis teléfonos móviles) y contaros cuáles son esos modelos y algunas de sus características principales:

· Medion Digital Camera

Más que una cámara digital propiamente dicha aquello era una webcam que llevaba un par de pilas AAA de tal modo que podíamos capturar hasta 40 fotografías a una resolución de 640 x 480 pixels sin tener que estar conectada a ningún PC. Vendría a dar una calidad más o menos como la de la cámara del Motorola RAZR V3 y sus dos grandes problemas consistían en que al gastarse las pilas se perdían todas las fotografías almacenadas y que no contaba con ningún tipo de pantalla en la que ver las imágenes capturadas, por lo que hasta que no las veías en el PC no sabías si habías conseguido una imagen decente o no.

· Genius D-211

En su momento me parecía pequeñísima y a años luz de la anterior. Estaba en lo cierto, pero en aquella época nos encontrábamos un poco en la primera era de las cámaras digitales «de consumo» y poco me podía imaginar que con el tiempo esta cámara sería casi de juguete. No obstante fue el modelo de cámara que me hizo ver que lo mío era la fotografía digital. Comentar que no tenía zoom óptico y que el modo macro enfocaba siempre las fotografías a una distancia de unos 20 cm, por lo que las limitaciones eran evidentes.

Con 1.3 Mpixels y sensor CMOS daba unas capturas con colores muy falseados y sobre todo un balance de blancos que era tan pésimo que arruinaba cualquier imagen que por su temática pudiera parecer medianamente interesante. También grababa vídeo pero sin sonido.

· HP Photosmart 635

Una cámara que ya conseguía hacer fotos medianamente decentes y con la que empecé a asimilar conceptos como apertura, profundidad de campo, exposición y demás términos relacionados con la fotografía. Tenía 2.1 Mpixels y zoom óptico de 3x.

Sin embargo, precisamente por familiarizarme con ese tipo de términos, empecé a echar muchas cosas en falta en aquella cámara: era prácticamente automática y lo único que se podía elegir era emplear flash o no y utilizar el enfoque en modo macro o normal.

La estuve utilizando durante casi dos años, pero al final me cansé de no poder sacar partido a las ideas que se me ocurrían y opté por hacerme con una cámara con más prestaciones. También aprendí gracias a esta HP que a la hora de hacerse con una cámara digital lo mejor es optar por marcas que lleven toda la vida metidas en fotografía analógica, pues si no los resultados obtenidos son más bien mediocres.

También entendí que las pilas recargables eran a la larga mucho más económicas que las alcalinas, pues por muy «Duracell» que estas fueran al final duraban poco menos que un suspiro por su poca capacidad para entregar grandes cantidades de corriente (que es lo que precisan las cámaras digitales para la alimentación de sus componentes y especialmente del flash).

· Canon Powershot A75

Por fin una cámara que me permitía hacer más o menos todo lo que quería: tenía modo manual, exposición de hasta 30 segundos, 3.2 Mpixels, una óptica bastante decente y la calidad de una marca como Canon.

Con ella hice más de 10000 fotografías (muchas de las cuales han sido publicadas en este mismo blog) y a día de hoy todavía es capaz de hacer fotografías muy buenas incluso comparada con cámaras actuales.

Recuerdo que en el momento de hacerme con ella estuve dudando mucho entre esta y otro modelo del que luego hablaremos, pero al final el bolsillo impuso sus razones y la Canon se vino a mi casa para iniciar una bonita amistad.

Junto con la cámara me compré un buen trípode y una bolsa de fotografía que actualmente todavía empleo con mi cámara actual. Como curiosidad comentar que esta cámara se la regalé hace poco a mi padre cansado de que muchas de las fotografías que hacía se le arruinaran por la poca calidad de la cámara que él tenía hasta ese momento.

· Sony DSC P200

La cámara que (hasta hoy) me ha acompañado a todas las presentaciones de ultimONivel, pues hice mis primeras fotos con ella el día que asistí a la de Gothic 3 (¡mi primera presentación! 😉 ). Sus 7.2 Mpixels me permitían captar bastantes detalles y la gran duración de su batería conseguía que me despreocupara de cargar pilas y llevar otro juego de recambio.

Tenía un zoom óptico de 3x (nótese que el zoom digital siempre lo ignoro, y de hecho en cuando estreno una cámara lo primero que hago es desactivarlo) y una óptica que si bien era de bastante calidad en condiciones de mucha luz daba bastantes problemas en entornos oscuros como pude comprobar en la presentación de Juiced 2.

La mayor pega de esta cámara es el uso de tarjetas Memory Stick, pues en comparación con las habituales SD o CF eran mucho más caras. Recuerdo haber pagado casi 50€ por una tarjeta de 2 GB cuando su equivalente en SD rondaba los 20€ en sustitución de la Lexar de 1 GB que traía originalmente y que se estropeó poco tiempo después de estrenarla.

Es una cámara que cabe en un bolsillo y que graba vídeo a 640 x 480 a 30 fps, por lo que me ha servido para grabar multitud de recuerdos en movimiento, algunos de los cuales están grabados en Youtube y Google Video.

Pese a que ahora cuento con otra cámara que posee más posibilidades pienso seguir utilizando ésta a menudo gracias a su autonomía, su capacidad de apuntar y disparar y a sus reducidas dimensiones.

· Konica-Minolta Dimage Z2

La última en llegar, aunque en realidad tendría que haberme hecho con ella mucho antes. En concreto ésta es la famosa cámara que me provocó tantos dilemas a la hora de hacerme con la Canon A75. Siempre me quedó la espinita clavada de tenerla y al final me he podido hacer con una a un precio mucho menor del que me hubiera costado en su momento.

Cuenta con 4.2 Mpixels, zoom óptico 10x y un modo super-macro capaz de enfocar a sólo 3 cm de distancia; pero todo esto y mucho más ya lo comenté hace unos días en la entrada correspondiente a su estreno y la cual os remito.

Podría pensarse que esta Dimage Z2 es un «paso atrás» con respecto a la P200 de Sony, pero a mi modo de ver es todo lo contrario, ya que es una cámara que cuenta con prestaciones bastante avanzadas y que me vienen muy bien para las presentaciones de ultimONivel así como todo tipo de fotografías «artísticas»: los 4 Mpixels son suficientes para captar suficiente detalle, pero esa falta de resolución con respecto a la máquina de Sony se compensa con una óptica muy luminosa, un zoom mucho más potente y un control bastante más preciso (la Sony es muy de «apuntar y disparar»; útil para fotos de cumpleaños, pero una lata en entornos «raros» o fotografías un poco «caprichosas»).

De ella de momento no os puedo contar mucho más porque todavía no llevo ni 100 fotografías disparadas, pero de momento estoy muy contento con su adquisición y ya estoy deseando tener algún «sarao» para probarla en condiciones «de batalla».

Y hasta aquí (de momento) mi historial de cámaras digitales. Como veis es una afición que me viene de lejos y que ya me ha hecho pasar por unos cuantos modelos. Tengo claro que lo próximo que me compraré será una réflex digital, y aunque recientemente he estado tentado de gastarme una pequeña fortuna en una creo que es mejor que disfrute con lo que tengo y aprovechar que poco a poco están saliendo modelos con mayores prestaciones y a menores precios, porque seguro que si ahora mismo me hago con una DSLR dentro de unos meses me arrepentiré de haber corrido tanto.

Por el momento tengo muchas fotografías que hacer con la reciente Z2 y con la ya veterana DSC-P200, de modo que ya habrá tiempo de meterse de lleno en el mundo de las réflex con sus objetivos, sus flashes y toda la parafernalia propia de un estudio de fotografía.

¡Qué recuerdos!

¡Yeah! Ha sido encontrarme con esta imagen (en una de las revistas de las que os hablaba hace un par de días) y retrotraerme a los tiempos del Spectrum, cuando miraba con envidia a la NES con sus gráficos, sus músicas y sus títulos que jamás salían para mi máquina (aunque el Mario Bros original sí que apareció y de hecho lo tenía en mi juegoteca).

Con los años la NES acabó por llegar a mi casa (ya cuando era pieza de coleccionista) pero aun así todavía recuerdo perfectamente las sensaciones que despertaban en mí este tipo de anuncios.

De cualquier modo, hasta hace unos días todavía tenía pendiente una cuenta con mi infancia y los videojuegos que ya ha sido «pagada». Os hablaré de ello dentro de poco 😛

¡Un saludo!

Un encuentro de lo más enriquecedor

Esta mañana me dirigía a la Calle Mayor de Alcalá de Henares a comprar el pan como muchas mañanas y a medio camino me fijé en una persona que me llamó mucho la atención: iba con una bolsa de fotografía al hombro y salía de una calle cuyo nombre no me era desconocido. Se trataba del mismísimo Baldomero Perdigón Puebla, autor de las fotografías del libro Alcalá en Blanco y Negro (1960 – 1970) y la persona responsable de que a menudo me dedique a recorrer las calles de la ciudad con la cámara a cuestas para hacer esas comparaciones entre el pasado y el presente en la serie «Alcalá de Henares ayer y hoy».

Alcalá en Blanco y Negro (1960 1970)

Os podéis imaginar que no iba a desaprovechar una oportunidad como esta de hablar con él; y más cuando ayer mismo dejó un comentario en una de las entradas de la serie haciéndome una observación sobre la autoría de las imágenes originales, así que me acerqué a él e iniciamos una breve charla (Baldomero iba con la hora justa). Hablamos del sentido de las fotografías publicadas, futuros proyectos, la mítica Vespa con la que iba de punta a punta de la ciudad y sobre todo de cómo ha cambiado Alcalá de Henares desde la década de los 60.

Aunque parezcan muchas cosas, todo esto no nos llevó más de dos minutos, pero como nos quedamos con ganas de hablar acordamos ponernos en contacto más adelante para «filosofar» sin prisas sobre la ciudad, la fotografía y los pequeños cambios del día a día que sólo se ven con la perspectiva de los años.

La verdad es que el encuentro me ha alegrado mucho, así que acabé caminando hacia casa con las dos barras de pan bajo el brazo y una sonrisa en la cara. Las imprevisibles casualidades de la vida: ¿qué sería de nosotros sin ellas? 😉

Review: Motorola RAZR V3

¡Hola a todos!

Después de casi un año de uso de mi actual teléfono me he animado a hacer una pequeña review para contaros mis sensaciones con él. Espero que os sea útil y os entretenga. Vamos con ello:


HISTORIA:

El Motorola RAZR V3 (inicialmente conocido como «MOTORAZR») es un teléfono móvil con ya bastante tiempo a sus espaldas. Desarrollado en el año 2003 y aparecido en el mercado mundial a finales del año 2004 rápidamente se convirtió en un objeto codiciado por ser un auténtico símbolo de status social. A esto contribuía decisivamente un precio astronómico (unos 800 dólares en sus primeros meses de vida) y un diseño y materiales poco habituales en el mundo de la telefonía móvil hasta ese momento.

Con el paso de los meses este modelo ha ido reduciendo su valor de mercado a la vez que aparecían nuevos modelos hasta llegar al nivel de precios de cualquier teléfono móvil de gama media/baja a día de hoy. Por un lado esto plantea su adquisición a la gente que siempre ha mirado al V3 desde lejos por su elevado precio; pero al mismo tiempo nos hace pensar cómo es posible que el mismo elemento pase a costar ocho veces menos en un plazo de tres años. ¿No será que el de ahora es el coste real del teléfono y todo lo que se ha pagado de más tiempo atrás es «el precio del glamour»?


Un aspecto muy futurista

EL TELÉFONO:

Físicamente el V3 es un teléfono de formato plegable (flip-phone como lo llaman los americanos; palabra registrada por Motorola y que por tanto no puede emplear ningún otro fabricante) fabricado en aluminio, sin antena externa y con un teclado también metálico iluminado mediante electroluminiscencia (como los relojes Casio) en su característico azul eléctrico. Tiene un peso de 95 gramos y unas dimensiones de 99 x 53 x 14 milímetros; ligero y muy estrecho, pero tal vez un poco ancho para lo que se estila hoy en día. De cualquier modo en el bolsillo ni se nota gracias a su forma. También cuenta con una pequeña pantalla externa en la que aparece el número de la persona que nos está llamado aunque también puede ser utilizada como visor de la cámara de fotos.

A nivel técnico el teléfono no es nada del otro mundo, contando con capacidades GPRS, cámara de resolución VGA (640×480), 5.5 megabytes de memoria interna sin posibilidad de ampliación y con comunicación por bluetooth con otros dispositivos y teléfonos y mediante un puerto mini-USB para comunicarse con un PC y cargar la batería.

El teclado es amplio, se ve perfectamente en la oscuridad gracias a su uniforme iluminación, tiene un tacto realmente bueno (hay gente que criticaba esto en el V3 pero a mí me resulta de lo más agradable) y su mayor problema es que se mancha muchísimo en cuanto ponemos un dedo encima. Es el problema de emplear una lámina metálica pulida a modo de teclas; su aspecto es muy futurista pero como digo las huellas dactilares son el precio a pagar por ello.


El teclado del V3 cubierto de mis propias huellas dactilares


El teclado en plena oscuridad

Respecto a la pantalla, esta tiene una resolución de 176×220 y se ve muy bien en interiores. En un día soleado por la calle apenas veremos nada en la pantalla interior y absolutamente nada en la exterior. No sé muy bien por qué Motorola no ha cuidado más ese aspecto en un teléfono tan caro como este (recordemos que aunque ahora esté a un precio muy asequible en su día costaba un pastón).

También contamos con unas teclas en la mitad superior del teléfono que dan acceso a diversas funciones; entre ellas está el silenciar el timbre de llamada entrante, ajustar el volumen de una conversación, alternar entre los diversos perfiles de sonido o utilizar la cámara de fotos sin tener que abrir el teléfono.


La teclas laterales de uno de los lados del teléfono

PEQUEÑOS DEFECTOS A PULIR:

Aparte de los problemas que hemos comentado (poca visibilidad de la pantalla en exteriores y rápido ensuciamiento del teclado) habría que comentar algún detalle más que no acaba de encajar en un teléfono como éste:

– Por una parte está la escasa memoria disponible y la imposibilidad de ampliarla. Es curioso que el teléfono sea capaz de reproducir MP3 (incluso cuenta con controles dedicados para ello mediante el firmware del móvil) pero apenas pueda contener un par de canciones completas. En su momento no era una función muy habitual para un teléfono móvil, pero si se implementa deberíamos tener una mayor cantidad de memoria disponible.

– Por otro lado la pantalla llega a rozar en las finas tiras de goma que separan las teclas y hacen que estas queden marcadas en la pantalla del teléfono al cerrarlo. No es un defecto muy grave, ya que con pasar un paño la pantalla queda como nueva, pero con haber dejado una décima de milímetro de separación entre ambos elementos se habría evitado este efecto de estampación en la pantalla.


Las marcas que el teclado deja en la pantalla

BATERIA:

La duración de la batería no es en absoluto mala a no ser que se le de un uso muy intensivo al teléfono. En las primeras cargas durará algo menos que en las siguientes, pues las baterías de litio no alcanzan el 100% de rendimiento hasta que no transcurren unos diez ciclos de carga-descarga, pero aun así veremos que han de pasar unos cuantos días hasta que el teléfono se apague por falta de batería. Parece mentira cuando vemos lo minúscula que es dicha batería (cuya capacidad es de 780 MAh/h) pero parece que el consumo de este móvil está bien estudiado.

Por supuesto, si se emplea intensivamente el bluetooth, las aplicaciones Java, la cámara y demás historias tendremos que recargar la batería casi cada día, pero con un uso más o menos normal la batería aguanta casi una semana sin excesivos problemas.

IMPRESIONES:

El RAZR V3 es un teléfono de aspecto sólido aunque da la sensación de ser frágil ante caídas sobre suelos duros. No he tenido la ocasión de comprobarlo, pero el material del que está hecho, aunque es muy resistente da la sensación de poder abollarse ante un impacto fuerte.

A la hora de hablar con él cubre perfectamente la distancia boca-oreja y permite charlar cómodamente aunque llevemos bastante tiempo con el auricular pegado al oído. La calidad de sonido es muy buena (como en todos los Motorola modernos) y el volumen es suficiente como para poder escuchar sin problemas aunque el ambiente sea medianamente ruidoso.


El potente altavoz trasero

El tecleo de mensajes SMS es ágil una vez que se le «coge el truco» al teclado. Como decía antes, el tacto es diferente al del resto de móviles del mercado, así que necesitaremos un pequeño «periodo de adaptación» al V3 para estas cosas, pero una vez acostumbrados teclearemos rápidamente y no encontraremos más que ventajas a este tipo de teclado. Eso sí, como es habitual en los teléfonos de Motorola vamos a notar que la aplicación para escribir tarda bastante tiempo en «validar» la letra una vez que la hemos tecleado antes de pasar a la siguiente, así que los acostumbrados a escribir en Nokias y demás han de mover los dedos un poco más despacio 😛

Comunicación por bluetooth sin problemas con todo tipo de dispositivos, manejo básico de la cámara (graba fotos y vídeo, pero sin ningún tipo de «lujos»; no te lo compres por estas características porque acabarás por no utilizarlas), posibilidad de usar MP3 como timbres de llamada y que se escuchan a un volumen muy alto gracias al altavoz presente en la parte trasera de la carcasa, agenda, calendario, calculadora, grabadora de notas de voz… y en definitiva todas las aplicaciones habituales de los móviles actuales.


El conector mini-USB presente en el teléfono

CONCLUSIÓN:

El V3 es un teléfono que revolucionó el mercado de los móviles; hoy en día no tiene el poder simbólico que tenía cuando apareció hace ya más de tres años (una eternidad en el mundo de la electrónica de consumo) pero sigue teniendo el mismo atractivo para los que mirábamos con la lengua fuera las primeras reviews que aparecieron en Internet. A mí particularmente me parece que no ha habido otro teléfono de la serie RAZR tan bonito como este, y es que su sencillez de líneas y su diseño minimalista siempre me han atraído.

Comprar un RAZR hoy en día es como aquel que busca un determinado modelo de coche clásico y un día se lo encuentra con una buena oferta en el parabrisas. Por el mismo precio habrá coches incluso mejores, pero el poder tener en tus manos ese coche con el que tanto has soñado es algo que te impide pensar con frialdad.

De cualquier modo, el V3 es un teléfono altamente recomendable a no ser que queramos única y exclusivamente lo último de lo último en telefonía móvil. En ese caso hay modelos que podrán satisfacer por completo nuestras ansias, porque el V3 es para gente que busca este modelo en concreto y le da mucha importancia a su diseño.

Bueno, espero que al menos todo esto os haya entretenido. ¡Un saludo y gracias por leerme! 🙂

NOTA: esta review está basada en unas «primeras impresiones» que escribí en el foro de ultimONivel hace unos meses las cuales han sido ampliadas y corregidas para la ocasión.

Los restos de la batalla y el silencio del primer día del año

Los restos de la batalla

Esta fotografía la tomé en una calle de mi barrio el pasado 1 de Enero sobre las 10 de la mañana. Como podéis ver los restos del fin de año todavía estaban sobre las aceras y lo que más me llama la atención a esas horas es el absoluto silencio que reina en la ciudad.

Cualquier día, incluso un domingo cualquiera a primera hora, puedes bajar a la calle y escuchar muchas cosas: coches en la lejanía, una conversación entre dos personas, alguien llamando por teléfono, un perro ladrando en un balcón… pero en la mañana del 1 de Enero todo el mundo duerme y no hay ningún sonido que perturbe la paz del momento. Ya los U2 decían en su canción New year’s day «All is quiet on new year’s day», y es que todos los primeros de año por la mañana me gusta bajar a dar una vuelta pronto para experimentar esa extraña sensación de absoluta soledad que sólo se puede encontrar durante unas pocas horas al año.

Me encanta fijarme en las pequeñas cosas que se salen de lo habitual, y esta es una de ellas  😉

OpiniON: El boom de los juegos sociales

El boom de los juegos sociales

Seguro que te has juntado con algunos amigos y has echado alguna partidita a alguno de esos juegos con los que todo el mundo se divierte sin muchas complicaciones. ¿Estamos ante un fenómeno transitorio o este tipo de juegos han llegado para quedarse?

(Un artículo para ultimONivel)

Otro año más que se nos va

El año se nos escapa entre los dedos como la fina arena de una playa que intentamos en vano retener en nuestras manos. Dentro de pocas horas habremos estrenado el 2008 con un montón de buenos deseos y propósitos de enmienda que no siempre se cumplirán con el paso de los meses.

Atrás queda un año que empezó para mí de muy mala manera. No es momento ahora de recordar las cosas malas, pero sí que es verdad que cuando el año comenzaba no creía ni remotamente que terminaría de una manera tan satisfactoria para mí:

Persecucion

Este año ha sido el año en el que comenzó este blog: un cambio de aires que creo que está siendo bastante positivo y que espero que en el año que enseguida empezaremos se consolide todavía más. No sé ni cómo te atreves crece, gana lectores y cada vez tiene más contenidos. Pase lo que pase en el nuevo año os aseguro que no dejaré de actualizar esto como he venido haciendo desde que comenzó el proyecto.

Y hablando de proyectos, tampoco creí al comenzar el año que lo terminaría metido en un proyecto de fin de carrera como el que me ocupa en las últimas semanas. Hasta que no esté finalizado no os hablaré sobre su temática y tal, pero reconozco que es un área que me gusta mucho y que puede dar muchas posibilidades. Todavía estoy en la fase previa de especificaciones, normativas y «papeleos», pero a medida que voy recopilando información veo que el tema tiene multitud de variaciones que lo hacen muy imaginativo y flexible.

Respecto a ultimONivel he de decir que cada día estoy más orgulloso de pertenecer a la «plantilla» de redactores de la página, pues al margen de todas las posibilidades que me da de transmitir mis impresiones sobre el mundo del videojuego y asistir a actos a los que me sería imposible ir de otra manera, he conocido a gente maja de verdad y que son capaces de animarte en los malos momentos incluso desde la aparente frialdad de un e-mail. Gracias desde aquí a todos mis compañeros en la web porque son más que un simple equipo de redactores y colaboradores.

Tampoco pensaba el pasado 1 de Enero que finalizaría el año junto a alguien capaz de hacerme tan feliz: cada día compartido con Sonia ha sido mejor que el anterior, y para el 2008 tenemos previsto seguir con la progresión. No hace falta que diga nada más sobre ella porque ella sabe muy bien todo lo que siento; y lo mejor de todo es que se lo puedo decir en persona todas y cada una de las veces que nos vemos por las calles de Alcalá de Henares  😉

Un recuerdo también para todos los que os habéis pasado durante un rato por aquí: vuestras visitas y comentarios siempre han sido agradecidos; eso os lo puedo asegurar. Sé que por falta de tiempo a veces no he devuelto el comentario en el blog correspondiente y que no os he visitado con la misma asiduidad que vosotros a mí, pero no me olvido nunca de que estáis ahí.

Y bueno, creo que poco más: queda poco ya para ir a cenar y dentro de un rato como quien dice sonarán las campanadas que darán la bienvenida a un nuevo año. A mí ya sólo me queda desearos que el 2008 sea un año lleno de alegrías, felicidad, éxitos, amor e ilusión.

Yo, desde aquí, seguiré contandoos aquellas cosas que se me vayan ocurriendo cada día y cada noche como he venido haciendo en los últimos tiempos.

¡Cuidaos mucho y empezad el año con buen pie!  🙂

Días de descanso (bueno, no tanto…)

Me doy cuenta de que en estos últimos días estoy publicando bastantes menos contenidos debido precisamente a las fechas en las que estamos. Es algo que ocurre en la práctica totalidad de blogs y medios online, así que éste no iba a ser una excepción 😉

No os preocupéis, que las entradas de «Alcalá ayer y hoy» seguirán puntuales a su cita (recordad: los lunes y los jueves a las tres de la tarde) y también iré sacando fotografías de tipo variado entre medias. Puede que incluso me de por escribir algo más o menos extenso sobre cualquier tema, pero vamos, no será lo más habitual. Habrá nuevo material, eso ya os lo digo, pero no con el ritmo que seguía hace, por ejemplo, dos meses.

Estos son días de descanso y de estar con la gente a la que se quiere, pero a la vez de estudio intenso para los universitarios como yo (y más cuando estoy en la recta final de la carrera); de modo que como los días siguen teniendo 24 horas de algún lado hay que cortar y por ello he decidido invertir menos tiempo en escribir aquí hasta que las cosas vuelvan a su ritmo tranquilo habitual.

Bueno, pues sin más me despido por hoy no sin antes desearos unos días felices y unas fiestas en buena compañía (ojo, que antes de fin de año me tendréis por aquí con alguna que otra parrafada).

¡Un saludo!

 

NOTA: en la imagen la felicitación navideña que el forero Golden Lion nos dedicó al equipo de ultimONivel durante el inolvidable último programa del año (pulsad sobre la imagen para verla en grande 😉 ).

Review: Palm Tungsten E

Os prometí hace unos días que pronto escribiría una review hablando sobre la PDA Palm Tungsten E con la que me he hecho recientemente. Pues bien, tras un par de semanas de uso intensivo aquí están mis impresiones sobre el primer Personal Digital Assistant que tengo en propiedad y espero que os resulten amenas de leer.

 

Segmento de mercado

La Palm Tungsten E (a partir de ahora TE) tiene ya sus años: fue presentada a finales de 2003 como el escalón más bajo de la gama «profesional» de dispositivos Palm, quedando justo por encima de la popular gama Zire.

La TE estaba enfocada a profesionales que querían introducirse «en serio» en el mundo de los organizadores personales de bolsillo. La gama Tungsten está compuesta por diversos modelos, siendo el tope de gama la Palm TX, que ofrece comunicación inalámbrica con otros dispositivos, una pantalla de alta resolución y una superior potencia de proceso.

Aspectos comunes a la gama Tungsten son las carcasas metálicas o de aspecto metálico según el modelo, las pantallas de 65K colores en alta resolución de 320 x 320 píxeles o incluso 320 x 480 (lo habitual hasta entonces era 160 x 160) o la inclusión «de serie» del programa Documents to Go (DTG) para leer, crear y editar archivos de Office. La forma de la carcasa también es prácticamente igual en todas ellas, aunque hay algún modelo con teclado deslizante como muchos móviles actuales.

Como os decía, la TE viene a ser el escalón más bajo dentro de la gama alta de Palm, pero antes de que os preguntéis dónde encontrarla os diré que está descatalogada desde hace un par de años y que desde entonces ha sido sustituida por el modelo Tungsten e2, que es prácticamente igual pero con comunicación por Bluetooth incorporada.

Diseño

A la hora de emplear la PDA se nota que está diseñada con un aspecto «serio» en mente. Para alegres colores en la carcasa ya tenemos a la serie Zire, por lo que en la TE se ha optado por un tono metálico uniforme en toda ella.

La TE también cuenta con una tapa protectora de plástico que intenta simular piel y cuya utilidad es cuidar la pantalla de incómodos rayones. Simplemente se encaja en el lateral izquierdo del aparato y se cierra sobre la pantalla o la parte trasera. Al margen de si se trata de un elemento de más o menos calidad, se agradece que Palm la regale con la PDA sin coste extra para el cliente.

La pantalla táctil es de generoso tamaño (sobre todo comparada con la de casi todos los teléfonos móviles del mercado) con una resolución de 320 x 320 píxeles, 65K colores, un ángulo de visualización bastante amplio y un brillo suficiente como para distinguir el texto bajo la luz del sol. Prácticamente todo el frontal de la TE está ocupado por dicha pantalla.

Además de la pantalla, en el frontal contamos con una cruceta de cuatro direcciones y un gran botón central que sirve para seleccionar elementos en las aplicaciones si no queremos emplear el stylus. También contamos con cuatro botones auxiliares con los que se lanzan las aplicaciones más frecuentes del sistema operativo, aunque podemos reconfigurarlos para ejecutar cualquier programa instalado.

En la parte baja de la pantalla se encuentra el área asignada al reconocimiento de escritura conocida como «Graffiti 2″ así como cuatro botones táctiles que activan ciertas funciones del SO.

En la cara superior de la TE contamos con un slot para tarjetas SD/MMC con una capacidad máxima de 2 GB, un jack stéreo de 3.5 mm al que podemos conectar unos auriculares, un puerto de infrarrojos para comunicación con otros dispositivos y el botón que se encarga de «apagar» la PDA.

En la parte derecha de su cuerpo tenemos la ranura para guardar el stylus y en la parte inferior cuenta con un conector mini-usb para sincronizar la información con un PC y también un pequeño conector circular donde pinchar el adaptador de corriente y así recargar la batería.

Y hablando de batería, no puedo dejar pasar por alto que cuando la PDA llegó a mi casa la batería estaba completamente KO, por lo que me hice con una en una tienda online. La batería original que viene con la Palm TE es de 850 mA/h, dando unas 4 horas de autonomía usándola continuamente. La que compré en www.bateriasdigitales.com es de 1400 mA/h, y con ella obtengo aproximadamente 6 horas de uso continuado. Sé que puede parecer poco, pero las PDA de Palm funcionan de modo que «apagadas» no gastan nada de batería y lo que consume realmente es el tiempo de uso de la pantalla táctil y la retroiluminación. Los primeros días de uso estaremos cargando la batería cada dos por tres con la cosa de la novedad y tal, pero cuando el uso se «estabilice» veremos que en realidad la batería se descarga muy poco cada día.

No deja de resultar curioso (sobre todo cuando se está acostumbrado al mundo del PC) que el «arranque» de la PDA es instantáneo, pues nada más pulsar el botón de encendido ya tendremos la información en pantalla. Esto es debido a que en realidad las PDA de Palm no se apagan nunca, sino que al pulsar el botón de apagado lo que en realidad estamos haciendo es suspenderla hasta que lo volvamos a pulsar.

Palm recomienda cargar la batería de la PDA todos los días durante un rato para maximizar su duración. De este modo nos aseguramos de que siempre tendremos la máxima autonomía disponible y la batería sufrirá menos, ya que las descargas profundas deterioran las baterías de iones de litio de forma irreparable.

En cuanto a dimensiones, la Palm TE mide 120 x 80 x 17 mm con un peso de 156 gramos, todo ello con la tapa que protege a la pantalla incluida, pues llevar una PDA en el bolsillo sin ningún tipo de protección es algo bastante «peligroso» para su integridad. Del mismo modo es muy recomendable el uso de algún tipo de protector de pantalla para evitar el progresivo e inevitable desgaste de la pantalla con el uso.

Aplicaciones

Palm ahora mismo no es la poderosa empresa que era en 2003, pero podemos hacernos una idea de su pasado dominio del mercado (antes de la popularización de Windows Mobile en este tipo de dispositivos) si echamos un vistazo a las aplicaciones que se incluyen con la máquina.

Entre todas ellas destaca especialmente Documents to Go, pues se trata de una «suite» compatible con MS Office que nos permitirá visualizar, crear y editar documentos para Word, Excel y Power Point. Documents to Go está creada por la empresa Dataviz y aunque la versión que acompaña a la TE (la 6) es plenamente funcional, podemos actualizarnos por unos treinta euros a la más reciente y aprovechar así sus nuevas características. De cualquier modo, como digo, la versión 6 que se incluye «de serie» con la PDA es capaz de cumplir sobradamente con cualquier tarea que se le ponga por delante. DTG 6 admite estilos de texto muy variados como cursiva, negrita, subrayado, diversos tipos letra, texto en subíndice y superíndice, viñetas, sangrías, varios interlineados, diversos colores de texto y fondo…

Lo único que añadiré a esta reseña de DTG es que la review que estáis leyendo ahora misma ha sido creada casi al completo en la Palm Tungsten E gracias al mencionado programa. El texto fue redactado en la Palm con todos sus estilos y atributos para una vez pasado a mi ordenador personal añadir las fotografías y publicarlo. Esto os dará una idea de que es posible crear textos más o menos largos y/o complejos en DTG de tal modo que esta vez nos dará igual que la inspiración aparezca en casa o en medio del parque a la hora de escribir. Cierto es que se escribe bastante más despacio que con un teclado de sobremesa, pero no es menos cierto que llevar todo un procesador de textos junto con una hoja de cálculo en un bolsillo es algo tremendamente útil en muchas ocasiones.

Del mismo modo, el resto de aplicaciones incluidas en el sistema operativo PalmOS 5 nos serán en su mayor parte de gran utilidad, pues contemplan calendarios, listas de tareas, contactos, toma de notas a mano alzada… y por supuesto la posibilidad de instalar cualquier aplicación que creamos oportuna, pues en la red hay multitud de ellas puestas a disposición del público. Es curioso comprobar la gran cantidad de programas completamente gratuitos que podemos obtener en multitud de páginas web. A modo de ejemplo os voy a comentar muy brevemente los que yo tengo instalados en el poco tiempo que llevo trasteando con la Palm Tungsten E:

– Fuel Record: para medir los consumos de gasolina del coche. Simple y efectivo.

– Kinoma Player: permite ver vídeos (previamente convertidos a formato propio) en la Palm.

– Solfree: el mítico solitario de Windows; ideal para pasar los ratos de espera en cualquier lugar.

– Converter: conversor de todo tipo de unidades. Fantástico para estudiantes de ciencias.

– Artelope V : permite crear gráficos vectoriales de forma rápida y simple.

– Battery Graph: debería venir de serie. Permite monitorizar en todo momento el estado de nuestra batería y mirar las gráficas de cargas y descargas. Absolutamente genial.

– Real One: para escuchar música en MP3

– Acrobat Reader: para leer documentos en formato PDF en la propia Palm de tal modo que la podemos emplear como e-book.

– Metro: permite consultar trayectos de las líneas de metro de todo el mundo (y en muchas ciudades también los trenes de cercanías) sin necesidad de una conexión a internet. Una pasada de programa y que además es de los más útiles que se pueden instalar en una Palm si viajáis en este medio de transporte más o menos frecuentemente.

Al margen de estas aplicaciones existen una infinidad más que cubren los más diversos ámbitos, pero como os decía estas son las que he descubierto en el tiempo que llevo “trasteando” con la TE. Seguro que cada usuario encuentra aquellas que le son más útiles, pues como digo, la oferta (tanto de programas de pago como gratuitos) es bastante amplia.

Uso diario

Las ventajas de utilizar una PDA como la TE van en función de la forma de ser de su dueño. En principio las PDAs tienen una característica que las hace especialmente poderosas y prácticas, y es la capacidad de actualización de su información entre ellas mismas y un PC. Si se hace uso de dicha característica la PDA se convierte en una verdadera aliada para las tareas cotidianas: podemos crear un borrador de un escrito en plena calle y terminarlo en el Word del ordenador de sobremesa o escribirlo rápidamente en casa y terminar de corregirlo y darle “nuestro toque personal” mientras viajamos en el metro por ejemplo.

El uso de la PDA es como complemento del ordenador personal, y no como sustituto del mismo. Si cometemos el error de hacer todo nuestro trabajo en la PDA veremos que el rendimiento va a ser muy bajo (evidentemente se escribe más despacio con la PDA) y que se corre un grave riesgo de que todo se vaya al traste en caso de fallo. De nada sirve crear los documentos en la PDA y copiarlos sin más en el PC del escritorio, pues la ventaja es la sincronización, que hará que los cambios que hagamos en unos de los dos equipos se vean reflejados en el otro de forma completamente transparente.

Más allá de estas reflexiones más o menos filosóficas sobre el uso de una PDA he de comentar que me está viniendo realmente bien: tanto para los artículos de ultimONivel como para las cosas de clase y de la vida diaria la TE se está convirtiendo en una aliada que consigue que las ideas que se me ocurren no queden en el olvido porque al llegar a casa ya no soy capaz de recordar qué era aquello que se me había pasado por la mente minutos atrás. Ahora saco este pequeño aparato plateado y en menos de un minuto escribo un par de líneas que me recuerden aquello que no quiero olvidar.

El principal problema de la TE es su falta de conectividad: no posee Bluetooth ni mucho menos WiFi, por lo que su única forma de comunicación con el PC es mediante un cable USB. También cuenta con un puerto de infrarrojos, pero hoy en día es bastante extraño encontrar un ordenador con dicho puerto incorporado de serie. De momento no me quejo, pero me consta que si contara con WiFi para conectarse a Internet y sincronizar con el PC ganaría puntos en comodidad, pero claro, es una máquina de 2003 con las limitaciones técnicas de la época. Si queremos Bluetooth tendremos que hacernos con una Tungsten e2 y si queremos WiFi tendremos que dar el salto hasta una TX.

Por lo demás, me gusta mucho poder apuntar las tareas que tengo pendientes de terminar y las citas importantes en el calendario. De un rápido vistazo puedo ver lo que hay que hacer al día siguiente, las cosas que se han dejado para mañana o esas ideas que se me han ocurrido a media tarde y que ya desarrollaré con calma después de cenar en casa. Creo que la gran ventaja de una PDA es la posibilidad de seguir haciendo las cosas que estamos haciendo en el PC de casa pero con la ventaja de no depender del lugar ni el momento.

 

Bueno, creo que este escrito se está alargando demasiado y si habéis llegado hasta este punto del tirón os merecéis como mínimo un premio. A modo de conclusión he de decir que la compra de una PDA puede ser una pérdida de dinero si no es realmente necesaria; si queremos darnos un capricho será mejor optar por otra solución más trivial. Sin embargo, si se dan las circunstancias adecuadas, el hacerse con una PDA (aquí he hablado de la Palm Tungsten E, pero se puede aplicar a cualquiera) puede ser una gran ventaja que aumentará notablemente nuestra productividad y eficiencia.

¡Un saludo! 🙂

La invasión de los cargadores

Ayer me paré a pensar en la cantidad de cargadores que tengo por casa de los distintos aparatos electrónicos que he ido adquiriendo con el paso del tiempo. Vamos a hacer un pequeño «repaso mental» 😉

En resumidas cuentas, un surtido de cargadores amplio y variado en el que hay clavijas de todo tipo. Eso sí, he de decir que los cargadores «con dos cables» (cable al enchufe, cuerpo y cable al aparato) me ponen de los nervios, pues ocupan muchísimo espacio a la hora de guardarlos y al final siempre se enredan.

Por suerte hay tres aparatos que cargo con el mismo cargador (el del Motorola V3, que emplea una clavija mini-USB) y así al menos no estoy todo el día cambiando de cargador, pero aun así sería deseable que este tema se estandarizara (de hecho los fabricantes de telefonía móvil lo están estudiando) y así un mismo cargador sirviera para todos los aparatos.

En fin, un pequeño ejemplo que ilustra cómo la tecnología nos facilita enormemente la vida diaria pero también conlleva ligeros «efectos colaterales».

FRENDO: la linterna que funciona por tracción animal

Hace unos días me pasé por Decathlon (tienda de deportes que frecuento bastante) con intención de hacerme con unos guantes para estos días de frío que tenemos encima. Lo que ocurre es que una vez allí me di cuenta de que en casa tenía prácticamente todos los tipos de guantes existentes en el establecimiento: de lana, polares, de piel, forrados y hasta de seda; de modo que comprar otro par sería algo un poco redundante.

El caso es que ya que estaba allí me dediqué a echar un vistazo a lo que había por las estanterías y enseguida pasé junto a algo que me llamó la atención. Siempre he pensado en llevar una pequeña linterna encima porque más de una vez he echado en falta algo así, pero nunca lo he hecho porque me da mucha rabia el tener que cargar también con un set de pilas. Pero más que el cargar con las pilas lo que peor llevo es el tema de que si las dejas puestas la linterna se puede encender sin querer gastándolas o lo que es peor, se pueden sulfatar y echar a perder el propio aparato.

Sin embargo, como os digo, esa tarde me encontré de frente con una linterna que me llamó poderosamente la atención y al final me acompañó a caja y todo donde me cobraron 9,90€ por ella. Se trata de una pequeña fuente de luz con tres tipos de iluminación (50% de potencia, 100% y «modo flash») cuya principal característica es que en vez de pilas lleva un condensador (un elemento electrónico capaz de almacenar energía) que se recarga gracias a una pequeña manivela desplegable que debemos girar.

Según las especificaciones del fabricante, si damos vueltas a la manivela durante un minuto obtendremos los siguientes tiempos de autonomía:

– Media potencia: 20 minutos
– Plena potencia: 10 minutos
– Modo flash: 100 minutos

De momento no la he probado mucho fuera de casa (más que nada en la escalera de mi comunidad) pero ya veo que cargada completamente emite una luz muy blanca y brillante que permite ver con claridad en completa oscuridad, sobre todo con el modo que usa toda la potencia posible. Para espacios reducidos con la mitad de potencia es más que suficiente para ver de sobra, reservando el modo de mayor consumo para espacios abiertos y necesidades de mucha iluminación (una avería mecánica en el coche o similar).

El «modo flash» tiene la finalidad de ser localizados si nos perdemos en el monte, pues emite destellos muy luminosos y apenas descarga el condensador de la linterna. También podemos emplearlo para provocarnos un ataque epiléptico, pero en general su uso apropiado es el indicado anteriormente.

Poco más os tengo que contar de este «invento», la verdad. Deciros, eso sí, que tiene un peso de 92 gramos y unas dimensiones de 8 x 5 x 4 centímetros; grande para llevar en un bolsillo del pantalón pero adecuado para que vaya en una mochila o en la guantera del coche.

La gran ventaja de esta linterna es que es capaz de dar luz de manera completamente autónoma, y sólo podría «dejarnos tirados» una avería en el sistema de alimentación (con el tiempo lo veremos) o que se funda el LED, algo que en principio es poco probable.

Bueno, espero que esta pequeña review os haya resultado interesante. ¡Un saludo!  😉

OpiniON: ¿Los últimos días de PSP?

¿Los últimos d�as de PSP?

En los últimos meses estamos asistiendo a una deceleración de todo lo que tiene que ver con la portátil de Sony: la cantidad de lanzamientos ha disminuido drásticamente y los nuevos firmwares lanzados por la propia compañía cada vez se espacian más en el tiempo.

(Un artículo para ultimONivel)

Doble negación

Si en matemáticas «menos por menos es más» entonces cuando decimos «no tardo nada» significa en realidad «voy a tardar mucho», lo que concuerda con el apartado de la Ley de Murphy que dice:

«A la hora de calcular el tiempo que se va a emplear en una tarea multiplicar la cifra por dos y emplear la unidad inmediatamente superior». Ejemplos: Dos minutos -» cuatro horas. Tres semanas -» seis meses…

¡Buenas noches! 😛

del.icio.us

¿Cansado de perder tus favoritos del navegador de internet cada vez que formateas? ¿Estás en el ordenador de la universidad y no recuerdas la dirección de esa web que ahora te vendría tan bien? Si te sientes identificado con este tipo de situaciones del.icio.us puede ser la solución a todos tus males:

Tras esa críptica URL se esconde un servicio que representa a la perfección a la tan traída y llevada Web 2.0, pues consiste en una red social que pone a la vista de todos tus direcciones favoritas de internet. La cosa consiste en que una vez que te registras tienes una dirección personalizada donde se van almacenando las URLs que vas guardando y que queda a la vista de todo el que entre en ella. En mi caso esa dirección es http://del.icio.us/luipermom y si entráis podréis ver mis favoritos y en general toda página que considero mínimamente interesante (si no está la tuya no te enfades, que todavía estoy en proceso de recopilación de links 😉 ).

Lo realmente poderoso de delicious (que quiere decir «delicioso» en español) es su capacidad de búsqueda a través de etiquetas, pues nos permite bucear entre los favoritos de todos los inscritos en el servicio de tal modo que con la cantidad de gente que hay apuntada siempre encontraremos alguna web interesante sobre el tema especificado.

Por otra parte, comentaros que añadir una web a nuestro directorio particular es de lo más sencillo si empleamos Mozilla Firefox, ya que existe un plug-in (o extensión) que nos va a permitir añadir la página en la que nos encontremos con un simple click de ratón para a continuación indexarla mediante tags.

Bueno, pues eso es todo de momento: como veis hay ideas que son de lo más simple pero que funcionan realmente bien. Lo que se me viene a la cabeza cuando descubro algo de este estilo suele ser «¿por qué no lo habré descubierto antes?» 😛

¡Un saludo!