Review: OUYA

Como no sólo de fotografía vive el hombre, hoy os contaré que llevaba meses siguiéndole la pista a la microconsola OUYA y que por fin me he hecho con ella. En mi andadura por los videojuegos, que comenzó allá por 1987 con un ZX Spectrum +2, he jugado a cientos de títulos y por mis manos han pasado decenas de máquinas de todo tipo y condición. Sin embargo, desde hace unos años pocas cosas de este mundillo han conseguido captar mi atención como lo ha hecho esta pequeña máquina a la que hoy me gustaría dedicar unos párrafos.

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Además de sus diminutas dimensiones, lo más llamativo de OUYA es que fue financiada a través de una plataforma de crowfunding, siendo todo un éxito y recaudando varias veces la cantidad inicial que el desarrollador necesitaba para echar a andar el proyecto. Del mismo modo, otra cosa que la diferencia de las consolas «al uso» es que cualquier persona con conocimientos de programación puede crear aplicaciones para ella y prueba de esto que os digo es la cantidad de software de desarrolladores independientes existe para OUYA a día de hoy.

Indicaros que la consola está disponible en España desde finales de marzo del presente año y que tiene un precio oficial de 99 €. Ahora mismo, si os hacéis con ella en la cadena de tiendas Game (que es donde la compré yo) os regalarán un vale de 10 € para descargaros juegos y aplicaciones en la tienda online de OUYA. Ignoro si en otras tiendas también regalan ese vale o es una promoción exclusiva de Game.

DISEÑO

He de reconocer que el diseño de OUYA me encanta por minimalista, sobrio y elegante. Se trata de un cubo metálico gris mate de 7,5 cm de arista con las esquinas redondeadas en su parte inferior y cuya cara superior posee un único botón de encendido y apagado. En el frontal está grabado el nombre de la consola y en el propio botón de encendido (que se ilumina con un LED blanco cuando la máquina está funcionando) aparece el logo de esta. Un aspecto sencillo, sin estridencias y tremendamente zen que a mí particularmente me parece delicioso.

OUYA II

En la parte trasera se encuentran los conectores para audio/vídeo (HDMI), datos (USB, microUSB y Ethernet) y alimentación eléctrica. Si levantamos la consola para mirarla por debajo veremos una pequeña rejilla circular que sirve para tomar aire fresco del exterior y así refrigerar sus componentes electrónicos internos que se reducen a una minúscula placa electrónica con un disipador de calor sobre el integrado principal y un pequeño ventilador sobre éste. Si os pica la curiosidad, podéis ver al detalle cómo es internamente esta máquina en el despiece publicado por Ifixit hace unos meses.

Si bien la consola como tal me encanta (recuerdo que el primer día que la tuve en la mano no podía dejar de mirarla desde todos sus ángulos) el mando es un poco el «patito feo» del conjunto: aunque su diseño recuerda al de los mandos de la familia Xbox, pronto comprobaremos que su construcción y su tacto no son tan refinados como el de estos.

Para empezar, el mando necesita dos pilas AA para funcionar, situándose estas en las zonas laterales del mismo, de tal modo que hay que levantar la carcasa magnética que hay a cada lado para poder insertarlas. Esto es una de las mayores pegas que le encontré a Wii en su momento; aunque reconozco que llevo ya bastantes horas de uso de la OUYA y todavía no he tenido que cambiarlas, de modo que parecen tener una buena autonomía. Sigue sin convencerme el uso de pilas en un mando de videoconsola a estas alturas de la película; pero al menos parece que con OUYA no voy a tener que invertir mis ahorros en acciones de Duracell.

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Deciros a grandes rasgos sobre el mando que éste posee dos «setas» analógicas, una cruceta digital, cuatro botones de disparo, cuatro gatillos en su parte posterior, un botón de sincronismo con la consola y una zona táctil por la que podemos deslizar nuestro dedo para controlar un cursor en pantalla. Su conexión es a través de bluetooth, no dispone de vibración ni de acelerómetros y podemos conectar un máximo de cuatro mandos a la videoconsola simultaneamente.

El transformador de corriente es un poco grande si estamos habituados a los que vienen con los móviles o las consolas portátiles. Comentar que da 12 Vcc a su salida y que la consola conectada a un vatímetro no ha consumido más de 7 W siempre y cuando no tengamos conectado un disco duro USB a su parte posterior, en cuyo caso el consumo aumenta ligeramente en función del dispositivo conectado.

Comentar también que en la caja de la consola se incluye un cable HDMI, ya que es un detalle no muy habitual incluso en consolas que triplican el precio de esta OUYA. No es una maravilla ni es demasiado largo, pero nos puede sacar del apuro si no tenemos uno a mano.

Por cierto, si os gusta leer los manuales de los gadgets electrónicos que compráis con OUYA lo lleváis claro, porque lo único que se incluye es una página impresa con los tres pasos que hay que dar para encender la consola por primera vez.

Y ya que hablamos del primer arranque, lo único que podréis hacer en ese momento es conectar la consola a Internet para que ella misma se ponga a descargar el último firmware disponible e instalarlo. Un proceso que en teoría se podría hacer a través de WiFi perfectamente pero por mi experiencia (y la de muchas otras personas) es recomendable hacerlo a través de cable Ethernet si no queréis desesperaros en el intento.

CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS

El hardware de Ouya va acorde al precio de la máquina, y es que básicamente lleva componentes muy similares a los que vais a encontrar en cualquier tablet o smartphone de gama media. Tened en cuenta que se trata de una consola que funciona con Android 4.1, que está diseñada exclusivamente para ejecutar juegos y material audiovisual y que ni siquiera cuenta con pantalla propia, de modo que ese precio de 99€ tampoco es que sea un milagro de la naturaleza.

Metiéndonos en datos más técnicos, el corazón de esta pequeña máquina es un chip Nvidia Tegra 3 (modelo T33) con 1 GB de memoria RAM tipo DDR3 y 8 GB de memoria ROM para almacenamiento de datos y aplicaciones. Su salida HDMI es capaz de enviar 1920 x 1080 pixels a la TV y además del puerto Ethernet cuenta con conexiones inalámbricas mediante WiFi y Bluetooth.

OUYA V

Si queremos ampliar esos 8 GB de capacidad de almacenamiento tendremos que emplear el puerto USB situado en la parte trasera, en el cual podréis conectar un pendrive o un disco duro externo. Si además de para jugar tenéis pensado emplear la OUYA como reproductor multimedia os recomiendo que invirtais en un almacenamiento amplio (preferiblemente de tipo flash por el tema del consumo) y lo dejéis siempre conectado a la consola.

En funcionamiento la consola es muy sigilosa. Al ser el ventilador la única parte móvil de esta, sólo apreciaremos un leve zumbido cuando éste entra en acción debido a que la temperatura en el interior de la máquina ha subido del valor prefijado por el fabricante. Por cierto, me gustaría comentar que no he tenido ningún tipo de problema debido a sobrecalentamientos o similares hasta el momento. Digo esto porque una vez leí en el foro de OUYA que un usuario se quejaba de que al cabo de unos minutos de uso la consola se bloqueaba y no se podía ni tocar el cuerpo de la misma de lo caliente que estaba. Cuando días después puso una fotografía de su OUYA resulta que el tío no había quitado los plásticos transparentes que protegen las entradas y salidas de aire de la consola y de ahí que se calentara de aquella manera. Por tanto, si la consola alcanza una temperatura muy elevada está claro que se bloqueará; pero por lo que he podido comprobar, con un uso normal no hay problemas de este tipo.

El único pero que le pongo a OUYA en funcionamiento es el escaso rango de alcance del WiFi integrado. A no ser que estemos en la misma habitación donde tengamos situado el router, la conexión a Internet se convierte en algo lento, tedioso y con continuos cortes. Con un cable Ethernet todo va como la seda; pero eso penaliza la movilidad de la consola.

FUNCIONALIDAD

Si alguno de los presentes está leyendo este artículo buscando una comparación con las actuales consolas de sobremesa puede dejar de leer y buscar por otro rincón de Internet, ya que aquí no lo encontrará. La filosofía de OUYA es muy diferente a la de Xbox One, PS4 o WiiU, ya que para empezar, a excepción de Final Fantasy III, no encontrará en la tienda de aplicaciones títulos de renombre ni de compañías conocidas; siendo casi todos ellos de pequeños desarrolladores independientes en los que prima la imaginación por encima de los aspectos técnicos.

Si sois unos primerizos en el mundillo de los videojuegos, seguramente OUYA no es vuestra consola, ya que exceptuando algunos títulos punteros como Shadowgun, la mayoría son aventuras gráficas, remakes de juegos clásicos (hay una versión de Another World realmente espectacular), puzzles y arcades muy simplones. Y digo esto porque a día de hoy la gente espera de las consolas unos gráficos hiperrealistas, sonido multicanal, árboles modelados con varios millones de polígonos… y esto es algo que en OUYA no vais a encontrar (al menos de momento).

OUYA III

Los que, como yo, más apreciarán las bondades de esta pequeña máquina son los que crecieron con ordenadores de 8 bits en los que las bandas sonoras de los videojuegos consistían en poco más que un pi-po-pi-pi-po repetido hasta la saciedad y un muñeco creado con una docena de pixels que saltaba y se agachaba según se le acercaban unos cuadrados de colores que, se suponía, eran las balas enemigas.

Para esas personas OUYA representa una vuelta a los orígenes y a la esencia misma de los videojuegos. Los que ya estamos cansados de ver siempre lo mismo, de que la jugabilidad se diluya en los datos técnicos y de que todos los años las grandes firmas saquen títulos basados en los mismos patrones vemos en OUYA un soplo de aire fresco en el que la gente puede crear sus propios títulos y distribuirlos a través de internet.

TÍTULOS DISPONIBLES

Los títulos de OUYA se adquieren a través de la tienda online de la consola. Muy al estilo de las tiendas de aplicaciones de Android e iOS, aunque con un aspecto muy simplificado. A día de hoy tenéis 775 títulos disponibles para esta minúscula consola, si bien poco a poco esta cifra va aumentando.

Algo que gusta mucho en la filosofía de OUYA es que en teoría todo título disponible es gratuito o al menos tiene una demo para probarlo antes de decidirnos a comprar la versión completa. Aun así, en la práctica hay algunos títulos (pocos, eso sí) que no disponen de esa versión de evaluación y, por tanto, si queremos jugarlos tendremos que soltar la pasta correspondiente.

En cuanto a los precios de los juegos, la gran mayoría se mueve entre 1 euro y 5 euros. Hay unos cuantos que son completamente gratuitos y algunos que cuestan unos 15 euros; pero en general son precios bastante asequibles. Eso sí, el principal problema de esto es que aunque la consola funciona bajo Android 4.1 sólo puede ejecutar los juegos comprados en su propia tienda online, no existiendo posibilidad de cross-buying. Es decir, que si ya habíamos pagado por jugar a Shadowgun en nuestra tablet o móvil Android, nos va a tocar volver a pasar por caja si queremos tenerlo en OUYA.

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Comentar también que hay disponibles unos cuantos títulos multijugador; pero no penséis que detrás de OUYA hay una comunidad de usuarios tipo Xbox Live o Playstation Network. En este caso tenemos que volver a la metodología clásica (época del Quake 3 y similares) de abrir una partida dentro del propio juego y esperar a que otros jugadores se unan a ella, dependiendo este protocolo de cómo lo haya implementado el programador del título de turno.

Además de los videojuegos, OUYA juega en dos campos más. Por un lado el multimedia, y es que hay disponibles aplicaciones para reproducción de audio y vídeo tan buenas como XBOX Media Center o mi adorado VLC. Esto hace que ese pequeño cubo que podemos colocar junto a la TV del salón sin que desentone se convierta en un reproductor de películas y discos que podemos manejar cómodamente sentados en el sofá.

Por otro lado tenemos disponibles para OUYA emuladores para casi todas las consolas de 8 y 16 bits además de Playstation y Dreamcast. Precisamente gracias a este último estoy rejugando a esa de arte llamada Shenmue casi como en la máquina original. He de reconocer que hay algunos fallos gráficos cuando aparecen texturas superpuestas y tirones puntuales en algunas secuencias con gran carga poligonal; pero para aquellos que disfrutamos con Dreamcast, el emulador Reicast es una muy agradable sorpresa que además funciona realmente bien.

VEREDICTO

Para finalizar este análisis, voy a recalcar la idea que he intentado transmitiros a lo largo de todos los párrafos anteriores: OUYA no está en la órbita de las consolas que venden en los centros comerciales. Se trata de una especie de experimento dirigido a un público algo peculiar y que ya empieza a estar algo quemado de la fórmula habitual de los videojuegos que se ha ido repitiendo una y otra vez en la última década.

Si veis a OUYA desde esa perspectiva os encantará, la disfrutaréis y perdonaréis sus múltiples fallos. Sin embargo, si seguís empeñados en buscar en OUYA una máquina de bajo coste a la que jugar a los FIFA, Gran Turismo, Call of Duty, Los Sims, Need for Speed y similares, no tardará en acabar cogiendo polvo en alguna estantería.

OUYA I

Lo Mejor

  • Diseño fantástico
  • Precio (99 €)
  • Emuladores y remakes clásicos
  • Juegos de bajo precio y con posibilidad de prueba

Lo Peor

  • Conexión por WiFi muy lenta
  • Mando a pilas y de tacto algo tosco
  • Bastantes títulos de dudosa calidad
  • Tienda de aplicaciones propia sin posibilidad de cross-buying

Lo que se encuentra uno en TV un Miércoles cualquiera de madrugada

Experimento televisivo consistente en un recorrido por los treinta canales que se pueden ver actualmente en mi casa por TDT comentando lo que hay en cada uno de ellos sobre la una de la madrugada de un Miércoles cualquiera:

TVE 1: película pastelosa en la que aparece un bodorrio estilo Sissí emperatriz o peor todavía. Típico pasillo de espadas al final de la ceremonia mientras todos cantan una canción patriótica, así que salto de inmediato al siguiente canal.

TVE 2: noticia sobre el nuevo servicio de Google mediante el cual tus contactos pueden saber dónde te encuentras en todo momento a través del móvil. Aunque el tema está ya un poco trillado (llevan todo el día hablando de lo mismo en todos sitios) al menos es parte de «La 2 Noticias», que es un buen informativo y lo considero bastante imparcial.

TVE 24H: reposición de «Redes» con Eduard Punset hablando con un físico del CERN sobre partículas subatómicas. Son temas muy interesantes, pero a estas horas no estoy para fotones, quarks y demás. ¿Por qué no pondrán este tipo de programas a las ocho de la tarde en TVE 1 sustituyendo al insufrible bodrio de «Gente»?

TVE CLAN: serie americana de protagonista joven con ojos azules de mal rollo con el padre de su novia. No sé por qué pero es un argumento que se repite en toda película / serie dirigida a público adolescente. ¡Siguiente canal!

TELEMADRID: en «Diario de la Noche» hablan de curas y obispos mientras ponen imágenes de la visita del número 2 del Vaticano a España. Ante semejante visión mi subconsciente ordena a mi dedo que pase al siguiente canal.

LA OTRA: videoclip muy ochentero con ambientación de vampiros. Por la voz juraría que se trata de Pet Shop Boys, pero no esperaré al final para comprobarlo…

ONDA 6: «Pop corn»; un programa de cámara oculta entretenido pero en el que muchas veces se pasan con las bromas. En este momento se están haciendo pasar por médicos pidiendo ayuda a transeuntes para levantar a un herido al que se le desprende una pierna ensangrentada cuando tiran de él.

TELEDEPORTE: no soy ningún experto en tenis, pero el partido que están retransmitiendo parece que se está jugando en medio de un solar tanto por el barrizal de la tierra como por el poco nulo público asistente,

VEO7: culebrón pseudo-pornográfico en el que un tío canoso se restriega en una cama grande con una chica morena que debe ser tres veces más joven que él. Ignoro si la serie tendrá algún argumento, pero en los dos minutos que ha durado mi examen no han intercambiado ni una palabra. La música parece hecha para quedarse dormido en el sofá y que te pille tu mujer / madre de marrón con el canal puesto cuando se levante de madrugada a beber un vaso de agua.

SONY TV: típico concurso-timo telefónico en el que un tío de camisa azul y vaqueros dos tallas más grandes pide a la gente que llame y diga nombres que contengan una ‘S’. Es curioso que no paran de llamar (pese a ser un 905) y nadie acierta. Acaban de decir «Luis» y no está premiado. No entiendo cómo pueden existir «»»programas»»» como éste (y lo peor es que no será el único que me encuentre; eso seguro).

VER-T: una especie de puzzle en pantalla consistente en noticias de Antena 3 sin sonido, cotizaciones de bolsa, resultados deportivos, previsiones meteorológicas y todo tipo de gráficos e iconos. Demasiada información para estas horas.

TELECINCO: «el juego de tu vida». Me sorprende que este bodrio siga en antena, pues cuando lo vi anunciado por primera vez pensé que no duraría más de tres semanas en el aire. La pregunta que le acaban de formular a la concursante es «¿Crees que tu marido tiene un serio problema con las flatulencias?». Surrealista.

FDF TELECINCO: otro concurso similar al de Sony TV. Hay unas monedas en pantalla y una tía sin ropa entre ellas (se supone que para despistar). El objetivo es decir la cantidad de dinero que suman todas las monedas, pero debe ser complicado porque nunca acierta nadie. El premio se supone que son 7100 euros.

TELECINCO 2: Redifusión de «Agitación Masiva». Salen unos tíos viciadísimos a una Nintendo 64 moviendo el mando en el aire como si se tratara del de la Wii mientras la novia de uno de ellos aparece en la habitación con una caja de condones en la mano. Se ve que para el tema de atrezzo no disponen de mucho presupuesto.

DISNEY CHANNEL: serie de niñas practicando equitación y dándose ánimos unas a otras con frases del estilo «¡Muy bien, Brenda!», «¡Me gustaría poder montar como lo hace ella!» (esta expresión puede llevar a equívocos) o «Algún día seré tan buena como tú, Paula». El colmo del pijerío, vaya. Me raya mucho que el logo de la cadena sean unas orejas gigantes de Mickey Mouse. Por cierto, las niñas también hablan con sus caballos, lo cual a mí me preocuparía si fuera su padre. Antes de cambiar de canal me pregunto qué hace una serie de este tipo emitiéndose a la una de la madrugada de un Miércoles.

ANTENA 3: anuncios de descargas para móviles. Llevo meses viendo al puñetero osito repelente de la guitarrita cantando «Tú eres guapa, tú eres guapa… enamorada» y por lo que veo todavía no se han cansado de emitirlo. ¡Arg!

ANTENA 3 NOVA: Están poniendo el programa «Impacto total» en el que la gente manda vídeos de catástrofes, caídas, accidentes… la misma fórmula (y casi el mismo nombre) que el mítico «Impacto TV» de hace un millón de años. De hecho juraría que la voz en off de los vídeos es la misma…

ANTENA 3 NEOX: un capítulo de «Aquí no hay quien viva». Jamás me ha hecho la más mínima gracia esta serie, y que conste que la he intentado ver con buenos ojos un par de veces pero sin éxito. No puede ser; una de las actrices es Lina Morgan, así que nada más descubrir este detalle salto al siguiente canal raudo y veloz.

LA SEXTA: tonos musicales para el móvil bendecidos por la SGAE como demuestra el logo que aparece abajo a la derecha. Bajarse una canción sale por unos dos euros más el tráfico GPRS necesario, lo que me lleva a pensar: ¿la gente no sabe que puede pasar MP3 al móvil por bluetooth?

HOGAR 10: otro cutre concurso-timo. Piden un nombre de chica que se pueda formar con algunas de las letras P G L T E N C V I M U V S A R O.  Me hace gracia el abanico de billetes de 500 que la presentadora vestida de color rojo tiene en las manos para animar a la gente a llamar y el teléfono de los años 80 que hay sobre una mesa y que va a juego con el traje de la chica.

CUATRO: La película «Mad Max», que en su día tuvo gran éxito y fue una de las primeras en las que apareció Mel Gibson. La he pillado empezada, y como no la he visto antes prefiero cambiar rápidamente de canal antes de comerme algún spoiler.

CNN+: una violinista virtuosa es ahora mismo la dueña y señora del informativo de la cadena, que se cierra con esta noticia y da paso a una tanda de anuncios. Se agradece un poco de cultura entre tanta telebasura.

40 PRINCIPALES LATINO: videoclip del grupo «Calle París» que pillo justo cuando se está terminando. Da paso a «Estrella polar» de Pereza. Es mucho peor en fin de semana cuando hacen auténticas sesiones continuas de vídeos de reggaeton.

LIBERTAD DIGITAL: es alucinante, pero está poniendo el mismo concurso-timo que en el canal «HOGAR 10» sólo que en esta ocasión hay que adivinar un nombre de chico con  las letras F R A N D I M S J U T O C E B L en vez de uno de chica. Es curioso pero aquí tampoco acierta nadie pese a que es todavía más fácil que la otra versión (pista: ver las primeras cuatro letras). Aquí el premio es de 6000 euros y la presentadora es una tía con cara de trasnochada, voz realmente desagradable y un vestido minifaldero de más que dudoso gusto. En un momento han llamado dos personas diciendo «Ramón» y «Alejandro», lo que me deja petrificado. La presentadora ayuda mucho diciendo que la respuesta no es ni Alberto ni Juan; muchas gracias, yo nunca lo hubiera adivinado. Por cierto, el precio de la llamada es de 1,10 euros por minuto más IVA, así que no me quiero ni imaginar la eternidad que te tendrán en espera antes de colgarte.

esMADRIDtv: paseo fotográfico a ritmo de dulzaina por un parque lleno de esculturas que no acierto a identificar. Por el nombre de la cadena deduzco que será en alguna parte de la capital, pero no sé exactamente dónde. El paisaje es invernal, lo que me hace pensar que tal vez haya sido grabado recientemente.

LA TIENDA EN CASA: «Turbo Jam»; un DVD que promete dejarnos un físico atlético como el de los «cuerpos danone» que salen en pantalla con sólo 20 minutos de baile estilo batuka al día. Y yo que en su momento estuve tres años en un gimnasio matándome con las pesas…

APRENDE INGLÉS: dos tíos están en una fábrica industrial de tomate Orlando enseñando frases en inglés. Es lo menos apetitoso que he visto en todo el día… Si mañana para comer tengo macarrones espero que sean con cualquier otro tipo de salsa.

INTERECONOMÍA: en un programa de deportes se están cagando en internet. Es posible que el escozor del reciente owned de Wyoming a esta cadena esté todavía muy presente. No sé si mezclar deporte con política es una buena idea.

PROMO TV: «Xtreme Bra»; un sujetador que sube los pechos de las chicas hasta aproximadamente la altura de la mandíbula. Me pregunto si con eso puesto serán capaces de respirar. Se diría que es la versión actual de los corsés que se usaban en la época que retrataba la película «Lo que el viento se llevó».

CINCO SHOP: en la última cadena del dial me encuentro con un anuncio del «HP portátil»; un ordenador que nos intentan vender diciendo que puede conectarse a internet a través del WiFi de la univesidad (como todos, vaya) y que sale más barato al mes que el abono transporte (lo que no es complicado, la verdad). Me hace gracia que la chica que hace de estudiante en el anuncio primero se muestra muy preocupada por sus estudios pero cuando el maromo que se lo quiere encasquetar le dice que tiene tarjeta de TV integrada se muestra interesadísima en el cacharro. El precio es de 36 euros a pagar en 36 meses; lo que nos da un total de 1296 euros… Por cierto, las especificaciones que dan son «potente procesador, amplia memoria y enorme disco duro»; demasiados tecnicismos para mí, me temo.

En resumidas cuentas: mejor será apagar la tele y ponerse a leer un libro, echar un vistazo a internet o sencillamente irse a dormir; porque ver un rato la televisión de madrugada puede hacernos perder el sueño a las primeras de cambio. Algún canal emite alguna cosa interesante, pero la gran mayoría (y sobre todo en la parte alta del dial) no son más que bodrios que no entiendo cómo pueden financiarse, pues no creo que las llamadas a los concursos-timo sean demasiado abundantes (estoy seguro de que la gran mayoría son ganchos, porque no me explico cómo se pueden fallar semejantes chorradas) y las ventas de las teletiendas no creo que sean tan numerosas como para pagar tantas horas de emisión.

En fin, no me extraña que cada vez vea menos la televisión y dedique mi tiempo libre a otro tipo de actividades. Ahora me voy a la cama de inmediato, pues me gustaría regenerar todas las neuronas abrasadas durante este nocturno recorrido televisivo.

¡Buenas noches!