Review: iPod Touch 3ª generación (8 GB)

Tras usar durante infinidad de tiempo mi iPod Nano de tercera generación (que ahora emplea mi hermana en su aventura Erasmus por Bruselas) y el Classic de sexta generación, llevo unos días pegado a un iPod Touch de tercera generación con una capacidad de 8 GB que viene conmigo a todas partes. Desde que este modelo del icónico reproductor musical apareciera en el mercado allá por el 2007 siempre me han llamado mucho la atención, de modo que cuando el otro día ofrecían en el foro de Elotrolado.net uno apenas desprecintado por sólo 110 euros no me lo pensé mucho antes de aceptar.

iPod Touch 3ª gen (8 GB)

¿Qué tiene de particular un iPod Touch?

El iPod Touch es un gadget que mezcla la reproducción de música, vídeo y podcasts con otras características más avanzadas como la conectividad inalámbrica, navegación por Internet, gestión del correo electrónico, integración con Google Maps… así como la posibilidad de instalar las aplicaciones disponibles en la App Store de Apple. De todos modos, una definición muy empleada para hacernos una idea del concepto básico de este aparato es que se trata de «un iPhone sin phone».

Nada más abrir la caja del iPod Touch uno se encuentra en la mano con un aparato muy ligero y sobre todo muy esbelto: es tan fino y suave en los bordes que parece que se va a deslizar entre nuestros dedos. Del mismo modo, la cubierta trasera es del mismo material y estilo habitual en los reproductores de la firma de la manzana: acero cromado que se raya con mirarlo. De hecho, tras unos días de uso y sabiendo lo cuidadoso que soy con mis cosas, empiezan ya a aparecer en ella las típicas marcas que con el tiempo dejarán esta superficie prácticamente mate; que es como está ahora esa parte de mi iPod Classic.

En todo caso, me niego a emplear ningún tipo de funda en mis aparatos: pagamos una pasta por un teléfono un poco más delgado que el anterior o por un MP3 que podamos llevar en el pantalón sin notarlo y le cascamos una gruesa funda de silicona que multiplica su volumen por dos y hace que sacar el gadget del bolsillo se convierta en un sufrimiento. Yo lo siento por los arañazos de la cubierta trasera, pero no veréis un gadget de mi propiedad envuelto en una fea funda de silicona; aunque sí que es verdad que ya procuro que en el bolsillo donde va el iPod o teléfono de turno no haya ninguna otra cosa (llaves, monedas…). Y es cierto que hubo una época en la que compré un par de fundas para mi iPod Nano e incluso hice una comparativa entre ambas; pero sopesando los pros y los contras al final opté por llevarlo «a pelo» en el bolsillo.

iPod Touch 3ª gen (8 GB)

Como os decía el reproductor es realmente delgado: bastante más que el iPod Classic y más o menos en la línea de grosor del iPod Nano de tercera generación. Sus medidas en concreto son 110 × 61 × 8 mm. En cuanto al peso, se queda en 115 gramos. El reproductor, visto desde arriba es un poco más alto que un Classic, pero en su delgadez es donde reside su gran ventaja en cuanto a la portabilidad del mismo.

iPod Touch 3ª gen (8 GB)

La filosofía Touch

La filosofía del iPod Touch es muy diferente a la de los reproductores más clásicos de la marca de la manzana equipados con la típica rueda táctil. En este caso, el aparato sólo tiene tres botones físicos: un botón de inicio bajo la pantalla, otro de bloqueo en el borde superior y un pulsador doble en el lateral que sirve para subir y bajar el volumen sin tener que andar trasteando con la pantalla. En la parte inferior se puede encontrar el típico conector para sincronizar y cargar los iPod así como el jack estándar de 3,5mm para conectar los auriculares.

Por lo demás, todo el manejo del iPod Touch se basa en el empleo de la pantalla multitáctil de 3.5 pulgadas y resolución de 320 x 480 píxels. Pulsando sobre sus iconos arrancaremos las aplicaciones que nos permitirán escuchar música, ver vídeos, navegar por Internet, acceder a la tienda virtual de Apple, consultar el e-mail, acceder a Google Maps, mirar las cotizaciones de la bolsa, la previsión meteorológica… y todo lo que podamos imaginar mediante la instalación de aplicaciones externas como luego veremos.

iPod Touch 3ª gen (8 GB)

Actualmente el iPod Touch se comercializa en 3 tamaños: 8 GB, 32 GB y 64 GB; si bien el más pequeño no es más que uno de segunda generación con firmware actualizado a la última versión; y de ahí su bajo precio (oficialmente cuesta 179 euros; mientras que las versiones de mayor capacidad se van a los 269 y 359 euros respectivamente). Exceptuando algún detalle, la funcionalidad es la misma, por lo que todo aquello que os comente sobre el modelo básico se puede extrapolar a los dos modelos superiores.

En cualquier caso, no es la capacidad de almacenamiento lo que más me llama la atención del iPod Touch; sino el conjunto de todas sus características. Para llevar encima toda mi música y mis podcasts ya tengo los 80 GB del iPod Classic, por lo que el Touch lo tengo para emplear sus caracterísiticas multimedia y llevar una selección de unos veinte discos que me puede apetecer escuchar en cierto momento. Selección que voy cambiando de vez en cuando en función de mis gustos musicales o los álbumes que más esté escuchando en una época determinada. Más o menos lo mismo que hacía cuando el iPod Nano era mi único reproductor portátil.

La importancia del Wi-Fi

Sobre el papel, el Touch promete muchas cosas que hay que coger un poco con pinzas: si estamos bajo una red Wi-Fi a la que podamos conectarnos disfrutaremos de todas sus funciones, pero fuera de su cobertura la funcionalidad del Touch queda un poco mermada. Podemos arrancar la aplicación del correo (compatible con la mayoría de las cuentas POP3 e IMAP, por cierto) y escribir un borrador estemos donde estemos; pero no podremos mandarlo hasta que nos conectemos a una red Wi-Fi. Del mismo modo, Google Maps también toma los datos de Internet, por lo que sin conexión a la red de redes no podremos consultar ningún dato. Si necesitáis consultar todas estas cosas estéis donde estéis, vuestras necesidades van más enfocadas a un iPhone o similar; es decir, un dispositivo que se conecte a Internet mediante la red de telefonía móvil, pues así no dependeréis de encontrar una red Wi-Fi abierta; algo que en España todavía no es tan común como en EEUU o Japón.

iPod Touch 3ª gen (8 GB)

Como estáis viendo, la conexión Wi-Fi es el eje central de todas las funciones de conectividad del iPod Touch, por lo que siempre estaremos limitados a encontrar una red inalámbrica a la que conectarnos si queremos aprovechar todo su potencial. En caso contrario, el iPod Touch es un reproductor multimedia fantástico que además cuenta con una gran autonomía; pero no podremos disfrutar del resto de sus características al 100%.

De todos modos, para no alargar demasiado este artículo os voy a enumerar algunas características del Touch que me han gustado especialmente para luego puntualizar otras que no me han hecho demasiada gracia. Creo que será mejor hacerlo así, porque si voy enumerando características párrafo tras párrafo esto puede acabar siendo el artículo de nunca acabar; y lo que quiero es dar una visión muy general del Touch con sus pros y sus contras.

Cosas que me gustan del iPod Touch

+ Conectividad Wi-Fi: soy un enamorado de la conectividad inalámbrica. El primer dispositivo Wi-Fi que entró en mi casa fue mi portatil Toshiba hace ya unos cinco años; y desde entonces cada vez hay más cosas que se conectan de este modo a Internet. Si un ordenador está fijo en un lugar de la casa soy el primero que lo conecta por cable porque es más rápido e inmune a interferencias; pero para dispositivos móviles el Wi-Fi es lo mejor que les ha podido pasar.

+ E-mail: la aplicación que gestiona el e-mail funciona estupendamente. Es rápida, fácil de usar y muy funcional. Me gusta mucho poder escribir un mail en cualquier lugar con facilidad y comodidad. Si tengo conexión a Internet lo puedo mandar en ese preciso instante; pero si no, se almacena y se envía en cuanto me conecte a una red Wi-Fi.

+ Google Maps: una de las aplicaciones más útiles que existen. Es raro el día que no uso Google Maps en mi ordenador para localizar alguna dirección, por lo que su inclusión en el iPod Touch me parece todo un acierto por si necesitamos encontrar algún lugar «sobre la marcha». Por cierto, me parece impresionante que tengamos disponible el modo Google Street View.

+ Precisión de la pantalla: el teclado (y en general todo lo que se maneja en pantalla) tiene una precisión envidiable, y lo mejor es que no hay que usar ningún tipo de lápiz táctil para ello. Usaremos los dedos para manejar todos y cada uno de los aspectos del aparato y veremos que su precisión es grande. Y no creáis que hay presionar mucho; un sutil toque con la yema del dedo basta para que el Touch se entere de nuestras intenciones.

+ Navegador integrado: el Touch viene con el navegador Safari integrado y funciona muy bien. No tiene soporte para Flash, pero en general las páginas web cargan con rapidez y uno se puede mover con soltura por ellas. Me encanta que con un doble click sobre una parte de la web se hace un zoom para pasar a ocupar todo el ancho de la pantalla. Si ponemos el Touch en horizontal el navegador se adapta a dicho formato.

+ Aplicaciones externas: la posibilidad de instalar cualquier aplicación desarrollada para el iPod Touch aumenta las posibilidades del aparato. Las hay enfocadas a todo tipo de cosas; desde una que nos permitirá estar al tanto de las misiones de la NASA o consultar el plano del Metro hasta otras tan frívolas como convertir el Touch en una espada de Star Wars o en un nivel de burbuja. Del mismo modo, también hay gran cantidad de juegos disponibles, siendo algunos de ellos técnicamente bastante buenos. Aunque muchas aplicaciones son de pago, hay también un buen número de ellas que son completamente gratuitas (de hecho todas las que aparecen en la siguiente captura lo son).

Las aplicaciones que tengo instaladas en el momento de escribir este artículo. La de la NASA se está descargando en este instante

Aplicación de Metro de Madrid (¡muy útil, currada y encima gratuita!)

El juego Racing GTI (carreras en 3D)

Dentro de su sencillez, Labyrinth 3D tiene unas físicas impresionantes

Cosas que no me gustan del iPod Touch

– Autonomía de la batería: si bien la autonomía como reproductor de MP3 es excelente (la marca dice que una carga completa nos dará 36 horas de audio), esta se reducirá considerablemente si empezamos a trastear con todas las funciones multimedia, Wi-Fi y demás hasta el punto de que si lo usamos intensivamente tendremos que ponerlo a cargar prácticamente todos los días.

– Agarre: hay que tener cuidado al coger el iPod Touch para que no se nos resbale de las manos. Sus bordes son muy finos y están tan pulidos que a veces me da la sensación de que el aparato se puede resbalar e ir al suelo. No se me ha caído ni una vez, pero al sacarlo del bolsillo siempre voy con mucho cuidado para no llevarme un susto.

– Sistema de localización: puede que en grandes ciudades como Madrid o Barcelona sea más preciso; y cuando lo pruebe por allí actualizaré este punto con algún comentario al respecto. Sin embargo, mis tests por Alcalá de Henares han sido decepcionantes: al no tener GPS integrado (el iPhone sí lo tiene) la localización del aparato se basa únicamente en la identificación de las redes Wi-Fi que haya en el alcance del aparato (si es que las hay), las cuales tendrán que estar dadas de alta en una base de datos que relaciona el identificador de la red como sus coordenadas geográficas. En un mundo ideal la idea funcionaría; pero la realidad es que las pocas veces que el sistema me ha posicionado he obtenido márgenes de error de varios kilómetros, llegando al extremo en una ocasión de situarme directamente sobre Castelldefels (Barcelona) cuando en realidad estaba en pleno centro de Alcalá.

Trucos y consejos de uso

· Para ahorrar batería os recomiendo desactivar el push para las aplicaciones que hagan uso del mismo (como el gestor de e-mail). Lo del push consiste en que si está activado, el iPod estará constantemente conectado a Internet por si llega un correo de modo que os lo notificará al instante; pero claro, eso implica un gasto de batería considerable y tampoco creo que pase nada si tardamos un cuarto de hora en recibir un e-mail.

En mi caso, lo que hago es desactivar el push y ajustar un intervalo de comprobación del mail de 30 minutos. De este modo, si la pantalla del iPod está activa (trasteamos por sus menús con el Wi-Fi encendido) se estará comprobando el e-mail constantemente; pero en el momento que la pantalla se apague, el Wi-Fi sólo se conectará cada media hora para ver si hay correos nuevos en el servidor y a continuación se volverá a apagar.

· En el momento que encendamos la pantalla, si había algún correo nuevo aparecerá una cifra junto al icono del mail para indicar dicha situación. Del mismo modo, los correos que hayamos redactado sin conexión y que tengamos almacenados en la bandeja de salida se mandarán en cuanto el iPod se conecte a Internet.

Pantalla de inicio del iPod Touch. ¡Tengo un e-mail sin leer!

· En Google Maps se queda en caché lo último que hayamos visto en el mapa. Por tanto, si no tenemos claro que en el sitio al que vayamos a ir pueda haber una red Wi-Fi disponible puede ser una buena idea visitar esa localización cuando tengamos conexión a Internet para que así la tengamos en la caché y la podamos consultar una vez allí.

· Podéis hacer una captura de pantalla del iPod Touch en cualquier momento pulsando al mismo tiempo el botón central y el de bloqueo. Así es como he sacado las capturas que ilustran este artículo.

Capturas varias

Para finalizar, os dejo con algunas capturas acompañas de algún breve comentario de cosas que se han quedado «en el tintero» a lo largo del artículo pero que no quiero dejar pasar por alto.

Aplicación de Youtube integrada en el Touch. En ella podemos ver vídeos igual que en el PC de casa (pero tenemos que estar conectados a una red Wi-Fi, claro)

Calculadora científica (en vertical se simplifica)

En la mayoría de las aplicaciones, si colocamos el Touch en horizontal el teclado adopta esta disposición para escribir con más comodidad

Aplicación para ver las cotizaciones de la bolsa. ¡Vaya día para los inversores!

Podemos navegar entre nuestros discos a golpe de dedo

Los controles del iPod durante la reproducción (esto se puede "minimizar" y seguir haciendo otras cosas mientras escuchamos música)

Podemos visitar la App Store desde el propio iPod Touch

Y lo mismo con la iTunes Store por si queremos comprar música directamente desde el reproductor

La aplicación de predicción meteorológica. Hasta el momento ha acertado en sus predicciones

Conclusiones

Podemos resumir todo lo visto anteriormente diciendo que el iPod Touch es un dispositivo capaz de cubrir unas cuantas necesidades en un aparato que apenas se nota en el bolsillo. Sin embargo, la mayoría de sus funciones dependen de que podamos estar conectados a una red Wi-Fi; por lo que el Touch será más útil cuantas más redes de este tipo haya en el entorno por el que nos movamos. En medio del campo el iPod Touch es un fantástico reproductor de música, podcasts y vídeo que también hará funciones de bloc de notas; pero poco más.

Sin embargo, en medio de una gran ciudad, con muchas posibilidades de conectarnos a una red Wi-Fi abierta, el iPod Touch se convierte en un pequeño ordenador que nos va a permitir navegar por Internet, consultar el correo y hacer prácticamente todo lo que podemos hacer con el ordenador de casa (salvando las distancias, claro está).

La conectividad a Internet es la clave del Touch; pero… ¿no es precisamente ese el futuro de la informática? De hecho, Google con su Chrome OS plantea algo similar: un sistema operativo para ordenadores personales que necesita Internet para funcionar al 100% y que sin esa conexión no es capaz más que de ejecutar algunas funciones básicas. Está claro que Internet no es nada sin la informática; pero en un futuro cercano la informática tampoco será nada sin Internet.

Especial Shock y análisis de Bioshock en ultimONivel

Hace 14 años se creó un videojuego que aún si saliera hoy en día seguiría siendo revolucionario. Un juego que muchos no recordarán porque no tenían edad o ni siquiera habían nacido. Corría el año 1994 cuando surgió la revolución. Una de las piedras angulares de la industria en la cual se basarían cientos de videojuegos posteriormente. Dicha maravilla era: SYSTEM SHOCK, además avalado por el peor enemigo jamás creado, tan perfecta que asusta: La I.A. S.H.O.D.A.N. Años más tarde su segunda parte mejoraría lo inmejorable, para al fin, llegarle el reconocimiento a la saga SHOCK (si se nos permite la licencia) con el videojuego que analizamos hoy: ¡BIENVENIDOS al ESPECIAL SHOCK y al análisis de BIOSHOCK PS3!.

El ONTeam ya analizó en su web a Bioshock, pero su salida en PS3 era una fantástica excusa para hacer un homenaje a las anteriores entregas, que aunque inconexas recogen a sus creadores y su talento. Hoy Miércoles 29 de Octubre, de 23:00 a 1:00 en ultimONivel, tu programa de Radio Online sobre videojuegos, dará lugar uno de los homenajes y repasos más merecidos a la historia videojueguil. Porque System Shock fue la punta de lanza de Half-life o Deus Ex. Porque un especial así sólo lo encuentras en ON, porque hoy será una gran noche (tras el fantástico inicio de temporada que nos estáis dando) para escuchar en directo. Y recordad que si no podéis, tras ser volatilizados por S.h.o.d.a.n., lo tendréis disponible  en MP3 desde la web e iTunes, al día siguiente.

Dicen que vuelven los discos de vinilo… ¿Alguien se lo cree?

Ya he leído un par de veces por ahí que los discos de vinilo están volviendo a tomar fuerza después de haber sido devorados por el CD en las dos últimas décadas que las ventas aumentan y que muchos grupos están sacando sus álbumes también en este formato. Sin embargo, dudo que este inesperado resurgimiento vaya mucho más allá del simple coleccionismo, pues actualmente pienso que la música en formato digital es lo más cómodo, práctico y además no ocupa espacio físico.

Vamos a ver; lo que suelo hacer con los discos que me compro es llegar a casa, desprecintarlos, ripearlos en el ordenador y cargarlos en la biblioteca de iTunes. A continuación vuelvo a meter el CD en su funda y por lo general no vuelve a salir de ella más que para algún vistazo ocasional al libreto. Se podría decir, por tanto, que los discos prácticamente los tengo a modo de colección ocupando espacio en la estantería (espacio que, por cierto, cada día se me hace más escaso).

Vuelve el vinilo

El dueño de este disco tampoco supo verle ninguna ventaja práctica al vinilo

Bajo ese punto de vista yo también me estoy planteando hacerme con algún disco que me interese en formato vinilo, porque al fin y al cabo luce mucho más en casa que un frío CD con su funda cuadriculada. Todavía están en el salón los discos de los Beatles y otros grupos que mis padres escuchaban cuando era pequeño y la verdad es que sería un puntazo tener alguno de mis álbumes favoritos actuales en dicho formato. Se me pasa por la cabeza hacerme con el Rainbows de Radiohead por ejemplo, pues después de haberse erigido como punta de lanza en la música distribuida a través de internet sería una curiosa contradicción tenerlo en el formato menos transportable que existe.

Pero claro, como os digo, en ese caso ni siquiera me molestaría en desprecintar el vinilo. Me descargaría el disco directamente desde internet y así la venta del disco sería real (me habría dejado el dinero en la tienda) pero no lo escucharía jamás, por lo que la venta del vinilo sería ficticia. Y me juego el cuello a que gran parte de las ventas de vinilos actualmente siguen ese mismo esquema, porque no sé yo si en los tiempos que corren estamos por la labor de volver a unos discos enormes, frágiles, que van perdiendo calidad con el número de escuchas y que además precisan de un equipo de gran tamaño para ser reproducidos.

Entre las puntas de las estrellas

«Entre las puntas de las estrellas

la traviesa funambulista

en la punta de la lengua

ahora está tan sola como las cestas que sortean en Navidad».

(El mejor olor. Del disco «Fantástico entre los pinos» de El Niño Gusano)

PD: podéis descargar el CD desde el blog de Señor Pollo MP3.

Pequeña matización sobre las carcasas rígidas para iPod

Quería comentaros brevemente un problema que me ha surgido hace unos días con la carcasa rígida para el iPod nano de la que os hablaba hace tiempo en una comparativa con su homóloga de silicona.

Poco tiempo después de publicada dicha comparativa empecé a ver que había aparecido una casi imperceptible línea vertical en la parte inferior de la carcasa rígida; justo en la zona de material que queda bajo la rueda táctil del reproductor.

Con el paso de los días la raya se fue haciendo cada vez más visible, de modo que al final acabó por convertirse en una fractura en condiciones la cual no afecta para nada al funcionamiento del reproductor ni de la carcasa pero sí que afea estéticamente el conjunto.

Carcasa r�gida rajada

No es un problema excesivamente grave y lo achaco a llevar el reproductor casi siempre metido en el bolsillo del pantalón. Lo más probable es que con la presión de la tela contra la pierna al final la carcasa haya cedido por su parte más débil, pero bueno, por el irrisorio precio que cuesta tampoco ocurre nada y de hecho tengo otra igual en casa que pedí en el momento que apareció la imperceptible línea que luego se convirtió en rotura. De momento sigo con la carcasa «tocada», pero en caso de que los desperfectos vayan a mayores sólo tengo que sacar el iPod nano de esta y meterlo en la otra.

Ah, y que conste que pese a este «incidente» sigo pensando que la carcasa rígida es superior a la de silicona 😛

La historia del iPod (documental en ocho partes)

Ayer por la noche, haciendo tiempo antes de ir al cine, me encontré echando un vistazo a Youtube un documental en castellano sobre la historia del reproductor de Apple dividida en ocho partes (por la famosa limitación de los 10 minutos de la web)

El caso es que me pareció bastante interesante y esta misma mañana he aprovechado para ver el resto de capítulos (anoche sólo pude ver los tres primeros), así que ahora os lo comento aquí por si queréis adquirir un poco de «cultura para concursos», que son esos conocimientos que no nos convertirán en sabios pero sí amplían nuestra visión general de las cosas 😛

Os pongo el primer capítulo directamente aquí y los demás en forma de enlace para no saturar la entrada con demasiados vídeos.

Primera parte (el mismo vídeo que el mostrado, pero también os lo pongo como enlace)

Segunda parte

Tercera parte

Cuarta parte

Quinta parte

Sexta parte

Séptima parte

Octava parte

Protegiendo un iPod: carcasa rígida vs funda de silicona

Siguiendo los consejos de Manu pedí hace unos días a Dealextreme un par de fundas para mi recién adquirido iPod nano. Como tenía mis dudas entre funda rígida o de silicona me decidí a pedir las dos y usar la que más me convenciera, de modo que aunque al final he decidido colocar la rígida he pensado que sería útil comentar aquí mis impresiones:

La gente que me conoce sabe bien que soy bastante «anti-fundas». No me veréis con un teléfono metido en una funda ni loco, pues creo que las cosas están para utilizarlas y al fin y al cabo las marcas del uso diario tampoco son nada malo.

Sin embargo, con el iPod nano he decidido hacer una excepción para paliar lo que os comentaba en la review de que para cambiar cualquier cosa en el nano (y en cualquier iPod) hay que sacarlo del bolsillo, desbloquearlo, modificar lo que sea, volver a bloquear y al bolsillo de nuevo. Con la funda rígida consigo que el reproductor esté protegido y que a la vez pueda llevarlo en el bolsillo sin necesidad de bloquearlo, pero aún así vamos a ver qué ventajas ofrece cada uno de estos modelos de fundas protectoras.

FUNDA DE SILICONA

Carcasa silicona

La funda de silicona tiene una serie de ventajas que me hicieron plantearme su uso frente a la rígida: por una lado es de menor tamaño que la de plástico y queda perfectamente pegada al cuerpo del reproductor además de que nos permite dejar el MP3 sobre una mesa sin temor a que resbale y caiga al suelo. El problema es que mi mayor miedo se convirtió en realidad cuando comprobé que la rueda táctil del nano pierde mucha precisión a la hora de manejarla al quedar cubierta por una capa plástica.

Además, observé con sorpresa que la pantalla no queda en absoluto protegida y que por lo tanto queda expuesta a rayones y golpes. Es lógico si pensamos que una capa de silicona haría que se viera bastante mal, pero no deja de ser un impedimento si lo que queremos es mantener el nano en perfecto estado pese a llevarlo en el bolsillo de la chaqueta.

Parte inferior carcasa silicona

La parte inferior tiene una abertura que nos permitirá conectar los auriculares, el conector de alimentación / sincronización y el interruptor de bloqueo sin tener que sacar el nano de la funda. Puede que sea un poco tosca, pero implementar una «trampilla» sería algo un poco complicado en un material tan blando como la silicona.

CARCASA RÍGIDA

Carcasa r�gida

Por su parte, la funda rígida tiene la desventaja de ocupa algo más que la anterior y que es más frágil frente a golpes y caídas. Sin embargo, a la hora de emplear el nano en el día a día le da muchas vueltas a la anterior porque por un lado la pantalla queda completamente protegida y por otro el ajuste en la carcasa es prácticamente perfecto (la rueda táctil no queda perfectamente cuadrada por un milímetro, pero no es nada preocupante ni que vaya a impedir su correcto manejo). Lo mejor es que en esta ocasión la rueda táctil queda sin protección, por lo que no perderemos precisión ni tacto, solventando la principal pega que le saco a la funda de silicona.

Por otro lado, esta carcasa rígida cuenta con una pequeña trampilla en su parte inferior para conectar el reproductor conectándolo al ordenador y para manejar el interruptor de bloqueo. Interruptor que con esta carcasa no necesitaremos emplear ya que la rueda queda algo «hundida» con respecto a la superficie de plástico y aunque llevemos el iPod en el bolsillo no habrá nada que haga contacto con ella (a no ser que llevemos el bolsillo lleno de cosas). Por supuesto a la altura del conector de auriculares hay un orificio que hará que no haya que abrir la trampilla para escuchar música (tendría narices la cosa).

Parte inferior carcasa rigida

Esta trampilla me da un poco de miedo por su aparente fragilidad, pero bueno, en el caso de que se desprenda o se parta la funda sigue siendo igual de práctica, sólo que habrá que tener cuidado de que no entre nada en el conector de sincronización que pueda hacer contacto o impedir la conexión del cable suministrado por Apple con el reproductor.

El caso es que por todo lo anterior al final he decidido emplear la carcasa rígida, aunque me he guardado la de silicona porque me podría venir bien a modo de recambio por si un día se rompe la rígida.

VÍDEO-COMPARATIVA

De cualquier modo, os dejo aquí un breve vídeo en el que se puede ver cómo se coloca y cómo funciona cada uno de los dos modelos que aquí os comento. Supongo que con toda la palabrería y las fotos os habrá quedado claro, pero bueno, he pensado que un vídeo puede ser bastante ilustrativo.

¡Espero que mis divagaciones os hayan sido útiles! 😉

MUSE: creo que me he estado perdiendo algo…

Los que me conocéis un poco ya sabréis que descubrir nuevos grupos es algo que me llena de satisfacción. Me ocurrió con Los Planetas, con El Niño Gusano, con Radiohead, con Lori Meyers, con Niños Mutantes… y todos esos «descubrimientos» han dejado siempre en mí muy buen sabor de boca y un montón de discos que sigo escuchando con mucha frecuencia.

Pues bien, ya hacía tiempo que venía leyendo por diversos sitios que a los que nos gusta la música de Radiohead nos suele fascinar MUSE, y cuando recientemente me dispuse a escuchar el disco Origin of Symmetry del año 2001 de estos británicos no creí que me iba a llegar tan dentro.

Una atmósfera oscura y densa para una música muy directa y contundente. Hay canciones en las que el bajo lleva todo el peso de la composicion muy al estilo de Rage Against The Machine (como el caso de Plug in Baby) y otras en las que parece que estemos escuchando alguna obra de Queen (Megalomanía, por ejemplo).

De momento es el único disco que he escuchado de este grupo a excepción de algunas canciones sueltas de Absolution y Black Holes and Revelations que también me han gustado mucho, así que dentro de poco seguro que también os hablo sobre ellos. ¿Cómo es que me los he estado perdiendo durante todos estos años? 😛

¡Qué grande es la buena música y qué buenos son los grupos que marcan su propio estilo!

Review: iPod nano 3G

Os anuncié hace unos días que me había hecho con un iPod nano de tercera generación y tras unos días trasteando con todas sus características creo que ya estoy en disposición de contaros mis impresiones sobre él, así que vamos a ello aunque advirtiéndoos antes de que esta entrada va a ser de las más largas de este blog hasta el momento (ya me conozco y hoy tengo muchas cosas que contaros sobre este «cacharrito» 😉 )

Dimensiones

Por si no habéis oído hablar de estos reproductores de Apple os comentaré que el nano es un miembro de la familia iPod que almacena la música en memoria flash y que es de un tamaño más reducido (tanto físicamente como en capacidad de almacenamiento) frente a los iPod classic que almacenan los datos en discos duros.

El iPod nano está disponible en tamaños de 4 y 8 GB a unos precios recomendados de 129€ y 179€ respectivamente, aunque en algunos comercios recientemente estaban de promoción con descuentos del 15% (que es lo que me impulsó finalmente a hacerme con uno).

ASPECTO EXTERNO

Visualmente el nuevo nano es el MP3 más bonito que he visto. De hecho supe que acabaría teniendo uno el día que salieron a la luz las primeras fotografías del nuevo reproductor, ya que me dejaron impresionado. Hay gente que prefiere el de la generación anterior, pero para mi particular gusto éste, aunque más ancho, es más estilizado y con unas proporciones más agradables para sostenerlo en la mano (al no ser tan estirado el agarre es más cómodo).

El nano en la mano

En esta versión de 4 GB de capacidad no hay posibilidad de elegir el color: es del tono plateado que Apple ha elegido para sustituir al mítico blanco en toda su gama de productos. La versión de 8 GB está disponible en plateado, negro, rojo, verde, rosa y azul, pero como digo la de 4 GB es plateada «por narices». La verdad es que es bonito, al menos más que los tonos rojos, verdes y azules (y sobre todo el rosa) pero a mí particularmente me gusta más la versión en negro (como el iPod classic de mi hermano).

Las dimensiones del nano son muy contenidas y su aspecto es como si hubieran encogido a un iPod «grande», estando más proporcionado que las dos primeras generaciones del reproductor. Cabe destacar que tras el aspecto de «tubo aplastado» de los nanos de segunda generación se ha vuelto a la típica trasera cromada de los iPod que se raya con mirarla. Una funda se hace imprescindible si queremos que nuestro reproductor mantenga la apariencia del primer día.

En el frontal, la pantalla de dos pulgadas con 320 x 240 píxels de resolución (la pantalla con más densidad de píxels de un producto de Apple hasta el momento) y la mítica rueda táctil de los iPod (aunque un poco más estrecha en comparación con los modelos con disco duro) son los únicos elementos presentes. El nano (y en general todos los iPod) son reproductores de líneas muy simples y suaves, y de hecho en el nano no hay una sola esquina por ningún lado de tal modo que sostenerlo en la mano proporciona una sensación realmente agradable.

Frontal

En la parte inferior contamos con un jack estándar de 3.5mm (odio los jacks de 2.5mm porque luego hay que andar haciendo chapuzas para colocar unos auriculares de calidad) el puerto para cargar la batería y sincronizarlo con el ordenador y también está presente el imprescindible interruptor de bloqueo del que luego os hablaré.

Por lo demás, en la parte trasera contamos con la serigrafía típica de la manzanita de Apple y diversas referencias al número de serie, capacidad y demás datos grabados en una cubierta metálica cromada que, como os decía hace un momento, se raya con sólo meter el nano al bolsillo del pantalón.

Parte inferior

Parte trasera

Para mí el nano resuelve el apartado estético con un sobresaliente, si bien estas concesiones a la belleza van a hacer que el reproductor sea algo incómodo de usar en determinados aspectos que luego os explicaré.

Y ahora, para finalizar este apartado un par de preguntas con sus respectivas respuestas:

– ¿Por qué te compraste un iPod nano de 4 GB cuando por 100€ más tenías un classic de 80 GB en el que poder meter toda tu colección de música?

Pues bien, principalmente por el diseño: en más de una ocasión os he comentado que me encantan los diseños minimalistas, y si bien cuando mi hermano se compró su iPod classic flipaba con su enorme capacidad de almacenamiento y la interacción con iTunes, lo que no me gustó fue su peso y lo grande que es para llevar en el bolsillo del pantalón.

Sin embargo, del nano me atraía enormemente su diminuto tamaño y que poseía todas las funciones del classic (no como el iPod shuffle). Además, al ser memoria flash no había problemas de golpes ni vibraciones para el disco duro por mucho que se caminara o se dieran saltos con él a cuestas.

Familia iPod

– ¿Y por qué no te decantaste por la versión de 8 GB cuando además el color negro te gustaba más?

Pues por el sencillo motivo de que 8 GB de capacidad tampoco me solucionaban la vida: estoy pasando mi colección de música a iTunes y ya llevo 12 GB en total. Por lo tanto con un nano de 8 GB igualmente tendría que estar seleccionando qué música llevar encima, así que decidí ahorrarme los 50€ de diferencia entre un modelo y otro porque al fin y al cabo no iba a notar mucha diferencia a la hora de andar sincronizándolo con los discos que fuera seleccionando.

No hay duda de que la principal baza de los iPod classic es el poder llevar encima TODA tu música, pero como digo, el factor diseño y portabilidad ha primado en este caso (además de la economía, pues el iPod classic de 80 GB se va ya hasta los 219€ y el de 160 GB sale por 319€).

CONECTIVIDAD CON EL ORDENADOR

A la hora de escuchar música en cualquier iPod es fundamental que conozcamos los pilares sobre los que se cimenta iTunes y su sistema de sincronización, así que vamos a darle un ligero repaso a todo ello.

iTunes es una librería en la que podemos colocar toda nuestra música añadiéndola desde nuestros propios CDs o empleando los MP3 que ya tengamos anteriormente. Hay que aclarar que, pese a que alguna gente lo crea así, iTunes NO es un sistema que sólo funciona con la música comprada a través de internet, sino que es compatible con todo el material sonoro que tengamos a mano.

Lo más importante a la hora de manejar iTunes es que las etiquetas ID3 de los archivos MP3 estén correctamente puestas. Para que todo funcione correctamente hemos de indicar en todas las pistas al menos el artista y el álbum, pues que lo habitual es que ordenemos nuestra colección de música por los álbumes agrupados por artistas. De ese modo por muchos discos que tengamos archivados llegar a cualquiera de ellos será cosa de un par de clicks.

Itunes es todo un mundo sobre el que podríamos divagar durante horas, pero hoy nos vamos a centrar en el iPod y su funcionamiento, de modo que vamos a lo práctico: sincronizar nuestro reproductor con el programa de Apple.

Como os decía hace un rato, si nuestra colección musical ocupa menos espacio que la capacidad del iPod no tendremos que seleccionar nada: bastará con conectar el reproductor al ordenador mediante el cable que viene incluido y el programa copiará la música y las listas de reproducción a la memoria.

Una vez en el reproductor, todo cambio que realicemos sobre la música ya sea en el propio aparato o en iTunes se verá reflejado en ambos. Y cuando digo todo, es TODO, porque tanto uno como el otro llevan contadores que indican el número de reproducciones de cada canción, la fecha de la última reproducción, la puntuación que le damos a cada pista… Toda esta información es muy útil para crear las llamadas «lista de reproducción inteligentes», que no son otra cosa que listados de nuestras canciones definidos mediante condiciones booleanas que nos permitirán obtener siempre una lista adaptada a nuestros gustos particulares.

Por ejemplo podemos hacer una lista con las 50 canciones más escuchadas de toda nuestra librería, otra con las canciones de Los Planetas que tienen cuatro estrellas o más, o una lista de las canciones que hemos añadido más recientemente… y así las posibilidades son infinitas (o más 😛 ).

Jack de audio

En el caso de que nuestro iPod «se nos quede pequeño» (como en mi caso con el nano) lo que hay que hacer es crear una lista de reproducción a la que arrastraremos la música que queramos pasar al reproductor y sincronizar esa lista. De ese modo, en iTunes nuestra música del nano será la contenida en esa lista de reproducción, y todo cambio realizado en ella se verá reflejado en la librería «global» de iTunes.

Sé que explicado con palabras no parece muy sencillo, pero os aseguro que una vez cogido el truco es de lo más simple (siempre que coloquemos correctamente las etiquetas de los MP3).

PRESTACIONES SONORAS

Que quede claro desde el principio que los iPod no son los reproductores digitales que más calidad dan, así que si eres un audiófilo es mejor que mires otros como los iRiver o los Sony Walkman (la gente en los foros asegura que son de lo mejorcito que hay en cuanto a calidad sonora) . Sin embargo, veo estúpido comprarse un MP3 de una calidad brutal cuando lo vamos a emplear para caminar por la calle con sus coches, su gente hablando, sus motores de autobús, sus ambulancias, sus obras públicas y sus megafonías a todo volumen. Yo estoy más que satisfecho con la calidad de sonido que me da el nano y la verdad es que ahora mismo no lo cambiaría por otro reproductor.

Y sí, es verdad que podemos ponernos a escuchar música en casa con total comodidad y en completo silencio, pero para eso ya existen los equipos Hi-Fi con mucha más calidad de sonido y potencia. El hábitat de los MP3 (y por lo tanto los iPod) son las calles de las ciudades, los transportes públicos, las carreras por el parque y demás, y por ello una leve diferencia en la calidad del sonido va a ser encubierta por todos los factores que os enumeraba anteriormente.

Los auriculares del iPod no son malos del todo, pero a mí desgraciadamente no se me sujetan correctamente en mis orejas. Tienden a «caerse» un poco y por tanto no escucho nada en cuando hay un poco de ruido ambiental. Mi solución ha sido colocarles unas «esponjillas» de espuma de otros auriculares que tenía por casa, pero haciendo eso haremos que suenen un poco más graves de lo que deberían.

Por lo tanto, para la gente que tiene los mismos problemas que yo con los auriculares de botón les recomiendo que o bien se compren unos in-ear (los que se meten en la oreja) o unos de botón que estén diseñados ya con la «esponjilla» en mente (como los Sennheiser MX-400). Yo ando detrás de unos in-ear que me gustan bastante, pero están a 40€ y la verdad es que me duele un poco gastarme eso en unos simples auriculares cuando los que vienen «de serie» no se escuchan mal (no tienen nada que ver con los que vienen con muchos MP3 baratos, esos sí que son lo peor de lo peor hasta el punto de que el bajo ni se distingue en la mayoría de las canciones) y tienen los 15 días que tiene el reproductor.

Auricular en detalle

Por cierto, para reproductores portátiles como este (y cualquier otro) a la hora de comprar unos auriculares fijaos en el parámetro de la impedancia que posean, pues una impedancia muy alta (más de 32 ohmios) hará que se escuchen bastante bajo. Los auriculares Hi-Fi de diadema suelen tener impedancias de 80 ohmios o más, pero es que están diseñados para ser conectados a amplificadores potentes que no tienen restricciones de corriente ni tensión porque están conectados a la red eléctrica. Para los iPod van bien los de 32 ohmios, que además es la impedancia que tienen los auriculares que vienen de serie con el reproductor.

USO DIARIO

Una vez aclarado en el punto anterior que para mí un MP3 es para echarlo al bolsillo y salir a la calle con él puesto os voy a comentar mis impresiones sobre el iPod nano en el día a día:

La mayoría de las veces que escuchamos música lo hacemos porque nos apetece escuchar un disco determinado, así que en Apple han tomado buena nota y han creado el interface Cover Flow que nos permite navegar entre las portadas de los discos que tengamos en el iPod simplemente deslizando el dedo por la rueda táctil del reproductor.

Cover flow

Puede parecer una tontería, pero os aseguro que cuando quieres escuchar un disco dentro de la variedad que llevas en el iPod es una verdadera maravilla. Por supuesto para que Cover Flow tenga el aspecto correcto hemos de meter las imágenes de las carátulas de los discos en las etiquetas ID3, cosa que se realiza fácilmente con iTunes, ya que si no una fea imagen estándar en gris sustituirá a la colorista carátula de turno.

Aparte de Cover Flow tenemos la posibilidad de ordenar y buscar nuestra música por artista, por título de canción, por año, por género, por número de BPM… en definitiva, que conociendo cualquier dato de una canción podemos encontrarla rápidamente por muy grande que sea nuestra librería.

Lo más básico a la hora de llevar el iPod en un bolsillo es emplear el interruptor de bloqueo para que no se nos suba el volumen de golpe o se encienda la pantalla cada dos por tres mermando la autonomía del reproductor. El problema derivado de esto es que cada vez que queramos pasar pista o modificar el volumen deberemos mover el interruptor, cambiar lo que queremos y volverlo a dejar en la posición de bloqueo. Estando en casa con el MP3 encima de la mesa no es ningún problema, pero si lo llevamos en el bolsillo tendremos que sacarlo en cada ocasión.

interruptor de bloqueo

Reconozco que la ruedecita táctil de los iPod es un gran invento y se ha convertido en todo un icono de la sociedad tecnológica en la que nos encontramos, pero he de decir que en algunas circunstancias he echado de menos los simples clicks para subir y bajar el volumen de mi Creative Zen Stone.

Uno de los mejores aspectos del iPod nano es su gran autonomía: en teoría podemos estar 24 horas seguidas escuchando música sin tener que recargar la batería. En mi caso no he podido comprobar este dato, pero por pruebas en algunas webs que he leído en los últimos meses sé que no es un dato demasiado exagerado. Lo que sí he podido constatar es que tras 6 ó 7 horas de reproducción continua de música el indicador de batería había bajado muy poco cuando mis dos anteriores reproductores ya estarían con el indicador de la batería en color rojo.

Si hacemos un uso normal del iPod nano (ir a clase, al trabajo, salir a pasear…) no tendremos necesidad de recargarlo ni mucho menos todos los días. Además, a no ser que lo conectemos al ordenador con la batería muy muy descargada (en tal caso nos llevará unas tres horas) su recarga va a ser bastante rápida y antes de que nos demos cuenta el proceso habrá concluido.

La calidad de sonido es lo bastante buena como para pensar que suena maravillosamente bien en medio del tráfico de la ciudad y sus múltiples ruidos ambientales como os comentaba anteriormente. La separación de canales es muy acusada y aunque tengamos el sonido casi al máximo apenas escucharemos distorsión ni ruidos de fondo. Puede que los reproductores de algunas otras marcas suenen algo mejor como os señalaba, pero hay que reconocer que estos nanos se escuchan lo suficientemente bien como para no arrepentirnos de nuestra compra nada más estrenarlo.

Menús

Ahora bien, os tengo que recomendar que no activéis en el iPod la opción de igualar el volumen de toda la música, pues en general va a bajar el volumen de la mayoría de ellas hasta dejarlo al nivel de la más baja de todas, por lo que teniéndolo activado vamos a ver que habrá que poner el volumen al máximo en el caso de pasear por una calle muy transitada. Ese modo es cómodo para escuchar música en casa, pues todo sonará al mismo nivel, pero ya os digo que en la calle el nivel del sonido puede que se nos quede un poco corto.

RESUMIENDO, QUE ES GERUNDIO

Si alguno de vosotros me preguntara si merece la pena hacerse con un iPod nano os imaginaréis que no os respondería nada definitivo porque para lo que unas personas es sí para otras es no y viceversa, de modo que nunca me ha gustado decir «verdades universales» porque sencillamente no existen.

Sin embargo sí que tengo una «fórmula mágica» para recomendar o no la compra de un iPod, y no es más que probéis iTunes durante una temporada y veáis si os convence su sistema de ordenar la música por tags y su filosofía de uso. Si os sentís cómodos con el programa entonces valoraréis lo que un iPod os puede ofrecer, pues al fin y al cabo llevar un iPod encima es como llevar iTunes en el bolsillo.

Sin embargo, si os da pereza tener vuestra colección musical con todas sus etiquetas correctamente colocadas y sólo queréis escuchar algún disco suelto de vez en cuando, cualquier reproductor de tipo «drag & drop» os resultará menos engorroso (y más barato) que un nano o cualquier otro reproductor de la marca de la manzana.

Y hasta aquí el análisis del reproductor con el que estoy bastante contento desde hace ya un par de semanas. Sé que se me han quedado bastantes aspectos en el tintero como la reproducción de vídeo (que no voy a emplear, ya que para eso tengo la PSP) o las características avanzadas de iTunes, pero creo que bastante largo es ya esta entrada como para alargarla todavía más. Es posible que dentro de un tiempo aborde alguno de esos temas en una entrada independiente, pero por el momento esto es suficiente para que os hagáis una idea de lo que este reproductor os puede ofrecer.

Manzanas al sol

¡Un saludo! 😉

Falso directo del programa del miércoles hoy a las 23:00

Os comento muy brevemente que por un fallo el Miércoles en el streaming de la web de montcadaradio los que seguimos el programa de ultimONivel a través de internet nos quedamos sin escucharlo, de modo que se ha decidido democráticamente realizar un «falso directo» hoy viernes 7 de Diciembre a las 23:00 de tal forma que pese a todo se pueda escuchar el programa como si realmente se estuviera emitiendo en ese momento.

           

La idea es descargar el programa antes de esa hora y pulsar todos a la vez el botón de «play» de tal modo que a todas luces sea como estar escuchándolo «en directo» pero con el añadido de la presencia en el foro de los locutores del programa. Es importante que todos los que participemos en el falso directo pulsemos al mismo tiempo el botón de «play» del reproductor de MP3, de modo que se tomará la hora del foro como referencia.

Tenéis toda la información sobre esta reemisión en el siguiente hilo del foro: http://www.ultimonivel.net/foro/index.php?topic=7203

El archivo lo podéis descargar en dos calidades diferentes desde aquí: http://www.ultimonivel.net/index.php?option=com_content&task=view&id=1156&Itemid=36

Y el hilo con los comentarios del programa (que es donde podéis ir escribiendo vuestras impresiones durante la escucha) es este: http://www.ultimonivel.net/foro/index.php?topic=7174

¡Un saludo!

Review: Creative Zen Stone

Algunos de vosotros ya sabréis que en el tema de los aparatos de electrónica de consumo el diseño minimalista es muy importante para mí: me gusta que las cosas sean sencillas, simples en sus líneas y su concepto; que estén hechas para realizar su función y ya está. Hoy me voy a centrar en dos ejemplos de telefonía móvil y reproductor musical que me acompañan a todas partes desde hace un tiempo: un reproductor Creative Zen Stone y un teléfono LG KG275.

DSC05449 Comenzaremos con el reproductor de música, dejando el móvil para una próxima entrada: el Creative Zen Stone es uno de los más pequeños y más sencillos que se pueden encontrar ahora mismo en el mercado. No pasará a la historia por su capacidad (un gigabyte) ni por sus prestaciones (se limita a reproducir música y punto) ya que existen en el mercado reproductores capaces de mostrar en sus pantallas fotos, vídeos y todo tipo de elementos gráficos. En el caso del Zen Stone no existe tal posibilidad porque ni siquiera posee pantalla y todo se realiza por medio de botones que consisten en «avanzar pista», «retoceder pista», «subir volumen», «bajar volumen», «play / pausa / on / off» y un control deslizante para «saltar al siguiente disco / reproducción aleatoria o lineal».

Al margen de las características «visibles» está el hecho de que el reproductor sorprende por la calidad de la música que es capaz de sacar por los auriculares; auriculares que, dicho sea de paso, es mejor dejar en la caja y conseguir unos mejores, ya que si no estamos desperdiciando casi toda la calidad auditiva que puede dar. Con unos buenos auriculares los bajos suenan poderosos y los agudos bastante cristalinos (siempre que el MP3 que estemos esuchando esté codificado a buena calidad, claro) y lo que más me ha sorprendido es comprobar el altísimo nivel de volumen que alcanza el Zen Stone, siendo muy útil para que en las zonas ruidosas de la ciudad nos enteremos de algo de lo que estamos escuchando.

DSC05452 Ahora bien, lo mejor de este reproductor de música es su minúsculo tamaño, y para que os hagáis una idea os comentaré que cuando voy por la calle lo llevo en el típico bolsillo de las monedas que tienen los pantalones vaqueros en su lado derecho. Ni te enteras de que está ahí, porque con sus 18 gramos de peso es un auténtico «peso pluma». Como véis en las fotos puesto al lado de una moneda de 50 céntimos o de la clavija estandar de 3.5 mm de los auriculares se aprecia el pequeñísimo tamaño del reproductor.

DSC05453 El minúsculo Creative Zen Stone lleva conmigo una semana y estoy de lo más contento con él. Ya llevo bastantes cosas encima como para encima andar cargando con cacharros pesados y voluminosos, de modo que este reproductor va perfectamente conmigo. Además, su batería carga en menos de dos horas a través de un puerto mini-USB por el que también se sincroniza con el ordenador y ofrece cerca de diez horas «reales» en reproducción, así que para poner música a mis «safaris fotográficos» por la ciudad va más que bien y no le puedo poner pega ninguna.

Es cierto que no tiene una gran capacidad de memoria, pero el Creative Zen Stone está enfocado a competir con el iPod Shuffle; un modelo de características muy similares al reproductor de Creative pero con un precio del doble que este último, porque casi se me olvidaba comentar que el Zen Stone está a la venta por 39€ en muchos colores (azul, rosa, amarillo, verde, blanco y negro si mal no recuerdo). Puede que como reproductor único a ciertas personas se les quede corto, pero para ir a dar un paseo o llevárselo para hacer deporte sin preocuparnos de nada es genial.

¡Un saludo! 🙂