El pasado de Oropesa en postales (VI)

Os traigo hoy una postal de Oropesa que si bien no es demasiado adecuada para observar en ella las huellas del paso del tiempo sí que es curiosa tanto por su diseño gráfico como por ser de finales de los años 70.

Playas de la concha y morro de gos. Finales años 70

Playas de la concha y morro de gos. Finales años 70

Obviando la parte izquierda de la imagen, donde unos winsurfistas y una hilera de banderas pretenden darle un aire cool a la postal, vamos a centrarnos en las dos mini-fotografías que tenemos en la parte derecha, las cuales pertenecen a la playa de La concha y a Morro de gos.

La superior retrata la playa en la que vivo actualmente pero está hecha a finales de los años 70. Desgraciadamente no hay fechas en casi ninguna de las postales que tengo, de modo que el año en el que está disparada la fotografía lo tengo que deducir a partir de los edificios que están construidos y detalles por el estilo.

Si os fijáis bien en ella veréis que hay pocas edificaciones en comparación con otras postales de años venideros y que en la playa no hay demasiada gente pese a que debe de estar hecha en pleno verano y en las horas centrales del día. Al fondo tenemos dos de los edificios más característicos del paisaje urbanístico de esta zona de Oropesa como son el edificio 2000 y el Grimaca.

Aprovecho para comentar que cuando era pequeño recuerdo ver el lateral del edificio 2000 con su nombre escrito en letras inmensas y pensar en coches voladores, gente con escafandras y demás arquetipos de la ciencia-ficción barata; pero el caso es que al final el año 2000 llegó y todo siguió más o menos igual que antes.

En otro orden de cosas, en primer plano tenemos unas rocas que ya aparecieron en las dos postales nocturnas de la entrada anterior pero de las que no hablé, de modo que aprovecharé la ocasión para comentar que por aquellos tiempos se podían encontrar allí pequeños cangrejos que mi hermano se encargaba de meter en un cubo y volver a soltarlos al final de la mañana. Hoy en día la arena ha avanzado unos metros y las rocas suelen estar secas la mayor parte del tiempo (la construcción de puertos con sus diques y espigones suele variar ligeramente la orografía de las playas cercanas debido a la influencia sobre las corrientes de agua y su arrastre de sedimentos) pero en los años 80 era habitual que se encontraran prácticamente sumergidas y de ahí que habitaran en ellas pequeños cangrejos, moluscos y otras especies marinas.

Por lo demás, llama la atención la pinada tan verde que asoma por la parte izquierda de la imagen, ya que hoy en día existe ahí un gran edificio de apartamentos y apenas han quedado unos pocos árboles en la zona ajardinada del mismo.

Centrándonos ya en la mini-fotografía de la parte inferior (correspondiente a Morro de gos) lo que tenemos es la montañeta de San José, donde hoy en día la maleza crece sin control en las zonas donde no se han construido chalets. La zona de prado que tenéis en primer término está ocupada actualmente por el paseo que comunica las dos playas por la zona de los acantilados, ya que antes de su construcción para ir de una playa a otra no quedaba más remedio que adentrarnos «campo a través» por la citada montañeta o bien ir por la calle Teruel que conecta las dos playas que aparecen en la postal. Por cierto, no sé vosotros, pero yo a dicho paseo lo conozco con el nombre de La muralla china.

En cuanto a las edificaciones que se pueden observar, podéis ver que apenas hay edificios en la parte de la playa más cercana al fotógrafo mientras que se empieza a ver una mayor densidad de bloques de apartamentos en las inmediaciones del hotel Koral (incluyendo el mítico «Edificio Rana»). Me imagino que esto es debido a que en aquellos tiempos existía un paso a nivel sobre la vía del tren a esa altura de la costa (justo donde hoy se encuentra un paso subterráneo) y, por tanto, era más sencillo ir del pueblo a esa zona de morro de gos siguiendo la Avenida del mar que llevaba al citado hotel Koral que a otras más apartadas y de peor acceso.

Por lo demás, comparando esta vista con una imagen más actual sorprende ver que Marina D’or no era por aquel entonces ni siquiera un proyecto y que en la playa no hay prácticamente gente ni en la arena ni en el agua; y es que el rápido desarrollo urbanístico que aconteció en la década de los 90 en todo el Mediterráneo en general cambió el perfil urbano de una forma radical.

El pasado de Oropesa en postales (V)

Como ya os dije en la entrada anterior, hoy volvemos a la playa de La Concha; si bien en esta ocasión la vamos a ver desde el punto de vista contrario al de la tercera entrega de esta serie.

Playa de la concha desde "el balcó". Aprox 1985

Playa de la concha desde «el balcó». Aprox 1985

En esta primera imagen, tomada por el día a diferencia de las otras dos que veremos posteriormente, se puede observar que la urbanización Oromar aparece con uno de sus edificios en obras, de modo que podemos fechar la imagen hacia 1985. Además, en ella se puede apreciar la ausencia del puerto deportivo (en ese momento faltaban aproximadamente siete años para su construcción) lo que también nos da una buena pista para situar la instantánea en su época.

Gracias a que la fotografía está hecha desde el balcó podéis distinguir claramente los dos chalets de los que os hablé cuando el otro día mirábamos la playa de La Concha desde su otro extremo: tanto el que está engarzado en el peñasco que hay sobre el mar como el que fue propiedad de Luis García Berlanga y que se encuentra situado en las inmediaciones de la vía férrea. Comentar a modo de curiosidad que en esta época el chalet de Berlanga estaba pintado de color blanco mientras que en la actualidad su tono es naranja oscuro.

La línea de la costa es muy similar a lo que se puede observar a día de hoy desde allí, si bien se echan en falta algunos edificios en las inmediaciones de las torres «Las Vegas», ya que en la postal de ahí arriba todavía se aprecia mucha vegetación en esa zona. Del mismo modo, se hace raro no ver la carretera que pasa junto al puerto y que a continuación sube por la montaña para dar acceso a los numerosos chalets que con los años fueron floreciendo en sus faldas.

Ya os comenté que esta parte de Oropesa era entonces inaccesible y hasta que no se llevó a cabo la construcción del puerto deportivo de la localidad todo aquello era considerado playa salvaje como hoy en día lo es La Renegá. De hecho, a modo de curiosidad os diré que se aprovechó la orografía del terreno para darle forma al puerto en la medida de lo posible, ya que el espigón principal se sitúa precisamente sobre ese primer saliente que se ve en la postal.

Playa de la concha desde "el balcó" por la noche. Aprox 1985

Playa de la concha desde «el balcó» por la noche. Aprox 1985

Playa de la concha. Aprox 1985

Playa de la concha. Aprox 1985

Las otras dos postales que os muestro hoy están tomadas por la noche (o más bien en la blue hour) y aunque datan aproximadamente de la misma fecha que la primera, en ellas podemos ver la localidad cuando tienen todas sus luces encendidas y su característico reflejo sobre la superficie del mar. Daos cuenta de que la primera de las dos está hecha prácticamente desde el mismo lugar que la diurna.

Sé que no son las mejores imágenes para apreciar detalles, pero quería compartirlas con vosotros porque es una buena prueba de que la fotografía nocturna es algo que siempre me ha llamado la atención. Es cierto que no la practico muy a menudo porque nunca he sido muy amigo del trípode, pero reconozco que a veces me lío la manta a la cabeza y busco algún buen paisaje que retratar cuando el sol ha hecho mutis por el foro.

El pasado de Oropesa en postales (IV)

Aunque posteriormente volveremos a la playa de La Concha (ya os advertí de que disponía de abundante material gráfico sobre esa zona) hoy me gustaría acercarme a otra playa de Oropesa donde verano tras verano se dan cita multitud de veraneantes: Morro de gos.

Playa morro de gos. Aprox 1990

Playa morro de gos. Aprox 1990

La playa de morro de gos es más larga y más estrecha que La Concha, discurriendo desde las faldas de la montañeta de San José hasta la desembocadura del río Chinchilla (a la altura de los primeros edificios de Marina D’or). Precisamente la postal que ilustra esta entrada está hecha desde un extremo de la playa observándose al fondo las primeras edificaciones de la famosa «ciudad de vacaciones».

Varias cosas me llaman la atención de esta imagen tomada hacia 1990. Por un lado está el mítico locutorio telefónico situado en la arena de la playa; y es que en aquella época dónde los teléfonos móviles eran cosa de películas de James Bond si quería hablar por teléfono y no tenías uno en casa sólo te quedaban dos opciones: o hacías cola en una cabina o te acercabas al locutorio para charlar un rato y pagar al salir.

Comentar también que en la postal se puede ver que no existía todavía el paseo marítimo que se construyó años después y que va precisamente desde el mencionado locutorio hasta el conocido Hotel Koral. Lo que había por aquel entonces no era más que una carretera de asfalto que se unía con la arena de la playa sin acera alguna por la que pudiera transitar la gente. Y es que ya os dije que por estos años Oropesa pasó de ser un pueblecito costero casi desconocido a uno de los puntos fuertes del turismo en España.

Otros pequeños detalles que podemos apreciar son los coches de la época (Renault 11, Seat Ritmo…) o las papeleras, y es que siendo estas últimas todas azules implica que no se hacía recogida selectiva de residuos como en la actualidad, dónde hay recipientes de tantos colores como tipos de residuos se recogen.

En cuanto a los edificios presentes en la imagen, podemos apreciar que hasta llegar al hotel Koral el paisaje urbano apenas ha variado, ya que al estar casi toda la primera línea ya edificada pocas modificaciones se han podido hacer desde entonces. Sin embargo, en el tramo que existe entre el citado hotel Koral y la urbanización Marina D’or sí que crecieron en los años siguientes grandes edificios de extrañas formas geométricas.

El pasado de Oropesa en postales (III)

Ya que en la entrada anterior estuvimos hablando de la playa de La Concha, vamos a continuar hoy viendo postales antiguas de esa zona de Oropesa del mar, pues además de que me siento muy unido a ella, es de la que más material gráfico dispongo.

De las tres postales que hoy quiero compartir con vosotros la que tenéis a continuación es la que más me gusta por ser la que más elementos muestra haciéndolo además mediante el empleo de una vista aérea.

Playa de la concha. Aprox 1985

Playa de la concha. Aprox 1985

Vamos a ir fijándonos poco a poco en los diversos elementos que aparecen en la imagen como el entonces inexistente puerto deportivo que no se construyó hasta 1992. Al no existir dicha infraestructura, la carretera que discurre paralela a la costa terminaba a la par que la propia playa de La Concha, de modo que el acceso a las calas que hay después era muy complejo.

De hecho, por aquellos tiempos no existía la actual ley de costas y nada impedía al dueño de un chalet construido junto al mar, cercar un buen trozo de playa (cuando no la playa entera) y disfrutar de ella como si de un jardín particular se tratara.

Esto mismo es lo que ocurrió en Oropesa con la cala Retor, que fue puesta a disposición del público cuando la ley de costas prohibió expresamente las playas privadas y que anteriormente formaba parte del chalet que Luis García Berlanga tenía allí. Chalet que actualmente pertenece a otras personas pero que sigue siendo digno de admirar tanto por su tamaño como por su especial ubicación.

Como os decía, entre que el acceso era complejo (podéis ver que un saliente de la montaña se sumergía directamente en el mar aislando la zona posterior a él) y que la cala era propiedad de Berlanga, durante muchos años nadie ajeno a aquel chalet pudo poner un pie en esa extensión de arena.

Por cierto, aprovecho que estamos hablando de este tema para aclarar una cosa que mucha gente confunde: el chalet que fue de Luis García Berlanga no es ese construido directamente sobre el peñasco que se adentra en el mar, sino uno que hay metido entre la maleza justo a la izquierda cuando se empieza a bajar la cuesta que da al puerto deportivo. De hecho, para clarificar el tema os voy a poner un enlace a Google Street View donde podéis ver la puerta de madera que da acceso al chalet que fue propiedad de Berlanga (en la parte derecha) y la verja negra de entrada al chalet que hay sobre las rocas al que me refería antes (en la parte izquierda). Como veis son dos construcciones que nada tienen que ver la una con la otra.

Volviendo a los elementos distintivos del paisaje, podemos apreciar también la antigua línea férrea paralela a la costa que actualmente es el trazado de la famosa «via verde» que une las localidades de Oropesa y Benicassim. Cuando se construyó el nuevo trazado del ferrocarril se optó por aprovechar el antiguo itinerario para dar lugar a un paseo que recorren miles de personas cada verano.

Llama la atención también en esta época la escasez de edificios más allá de la urbanización Mediterráneo, ya que actualmente se trata de una zona llena de construcciones a cada cual de mayor altura. De hecho, aunque ya se aprecia en esta postal, luego veremos que incluso la urbanización Oromar (una de las más antiguas de la zona) todavía tenía alguno de sus edificios en construcción.

Del mismo modo, se echan en falta en primer plano dos de los edificios que hoy en día ya forman parte del paisaje urbanístico de Oropesa: el hotel Neptuno y la oficina de turismo. Lo que sí que ha permanecido invariable durante todos estos años es el camping Voramar que sigue funcionando rodeado de edificios. De hecho es el único camping que no se ha rendido a día de hoy en esta zona, ya que el resto fueron vendidos hace ya unos años para levantar gigantescos edificios en sus terrenos.

Pero bueno, una vez repasada esta «vista general» vamos a centrarnos en una postal particularmente curiosa:

Playa de la concha. Urbanización Oromar. Aprox 1985

Playa de la concha. Urbanización Oromar. Aprox 1985

Esta postal de la playa de La Concha tiene la particularidad de que está editada por LUBASA, que es la empresa que construyó la urbanización protagonista de la imagen así como muchas otras infraestructuras de la provincia de Castellón. Si mal no recuerdo, esta postal la regalaban en la oficina que gestionaba la venta de los apartamentos que se estaban construyendo en ese momento (de ahí que aparezca parte de la urbanización en obras) y de ahí que no aparezca el escudo de Oropesa sino el propio logo de la empresa constructora.

En la postal podemos ver una extensión de terreno delante de la urbanización donde unos años después se construirían una serie de locales comerciales que a día de hoy siguen en funcionamiento. Uno de esos locales (que hoy en día es un restaurante) era un salón recreativo llamado Orpesa jocs propiedad del padre de un amigo de la infancia donde solíamos ir a jugar muchas tardes de verano. Más allá de la urbanización casi todo eran campos de almendros, si bien esto lo veremos con más detenimiento en la tercera postal de esta entrada.

Por último, si os fijáis bien, la actual plaza de París ya tenía su forma definida, aunque en 1985 ni se llamaba plaza de París ni tenía los bancos que la caracterizan no siendo más que una simple plazoleta con sauces en su interior.

Playa de la concha. Finales años 80

Playa de la concha. Finales años 80

En esta tercera postal tenemos una vista similar a la anterior, sólo que unos años más tarde y algo más alejada. En ella podemos ver que la urbanización Oromar ya está completamente terminada, que los locales comerciales que antes os comentaba se han levantado ya y que la separación entre la zona de costa y el pueblo de Oropesa está claramente definida. Hoy en día esta separación está muy difuminada, ya que donde antes había campos ahora hay urbanizaciones y chalets de tal modo que entre la playa y el pueblo (podéis verlo al fondo de la fotografía) tenemos un continuo de calles y edificios que antes era poco más que una carreterucha estrecha que pasaba bajo la vía del tren.

Fijándonos expresamente en la playa, podéis ver que a finales de los 80 seguía habiendo barcas sobre la arena de la playa y también unas camas elásticas en las que recuerdo haber brincado en más de una ocasión junto a mi hermano. Por la escasa cantidad de sombrillas y la posición de las sombras deduzco que la fotografía está tomada a principios de verano, pues en esta época la afluencia de gente a las playas de Oropesa ya era más que considerable en plena temporada alta (algo que se puede apreciar en la primera de las tres postales que hoy os ofrezco).

Por cierto, si conocéis Oropesa en la actualidad tal vez os hayan llamado la atención lo bajitas que eran las palmeras del paseo por aquellos tiempos y que donde ahora hay una serie de enormes urbanizaciones antes había un conjunto de árboles que escondían el camping Torrepaquita del que hoy sólo queda una singular edificación propiedad del dueño de dicho camping.

Comentar para finalizar que si bien el desarrollo urbanístico de Oropesa fue notable hasta este punto (finales de los 80) fue en la década de los 90 cuando esta tranquila localidad saltó a la fama y se produjo en ella una cantidad tan grande de cambios que en poco tiempo la aupó a los primeros puestos de popularidad del turismo nacional. Si cuando iba al colegio apenas nadie había oído hablar de Oropesa del mar, en los años del instituto raro era el que no había pasado unos días en esta localidad castellonense.