La luz y las texturas: dos conceptos inseparables

Que una buena iluminación es un elemento decisivo a la hora de hacer una fotografía es algo incuestionable. En el pasado hemos hablado de las formas de plasmar un atardecer o de la importancia de elegir el instante preciso; pero hoy me gustaría abordar una cuestión algo más técnica: las texturas.

Secrets

A simple vista, un elemento se distingue por tres factores: forma, color y textura. A la hora de retratar ese elemento, podemos «modificar» su forma variando nuestro punto de vista o la distancia focal empleada. Del mismo modo, podemos alterar el color en mayor o menor medida empleando para ello el balance de blancos; pero ¿qué pasa con la textura?

Pues bien, para modificar la textura de un objeto sólo hay un modo de hacerlo (aparte de usar una lija, claro está) y es jugando con la luz que lo ilumina.

Vacaciones

A grandes rasgos se puede afimar que una luz que incida de manera oblicua sobre el elemento fotografiado va a resaltar el relieve de su superficie; mientras que si incide de forma perpendicular va a hacer que esas mismas rugosidades se aprecien en menor medida debido a las zonas de sombra y luz generadas por los resaltes de la superficie en función de la posición de la fuente de iluminación.

Metal

En la imagen anterior tenéis una simple tapa metálica de registro fotografiada a última hora de la tarde, justo cuando los rayos del sol incidían sobre ella lateralmente. Esto hace que se aprecie claramente el característico relieve antideslizante de la misma; algo que sería mucho menos visible si esa misma fotografía estuviera hecha a mediodía dado que no se proyectarían las sombras que veis en ella.

En cualquier caso, que una imagen esté captada en las horas centrales del día no implica ni mucho menos que no pueda tener definición en sus texturas, ya que si los rayos del sol inciden desde lo alto serán los elementos verticales los que resalten el relieve de su superficie.

Calvicie

Es decir, que lo importante para resaltar una textura es que la luz incida de forma oblicua sobre la superficie en cuestión, de modo que hemos de tener en cuenta para ello tanto la posición en el espacio del objeto como la de la fuente de luz empleada.

Como podréis ver, en los ejemplos que ilustran esta entrada he empleado como fuente de luz el propio sol (ya sabéis que no soy muy amigo del flash) pero esto mismo se puede aplicar a luces artificiales y, en general, a cualquier fuente de iluminación que nos podamos encontrar a la hora de plasmar una escena con nuestra cámara.

Tour de force

En todo caso, os recuerdo que si no podéis modificar la posición del objeto ni de la fuente de luz, también podéis recurrir a elementos como los reflectores o el uso del flash de relleno (siempre siendo conscientes de sus limitaciones) para adecuar a vuestro gusto la iluminación del motivo a retratar.

Como siempre, todo es cuestión de echarle imaginación y probar todo lo que se os ocurra.

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Review: Panasonic Lumix G 14mm f/2.5 ASPH

Ya sabéis lo mucho que me gustan los objetivos de focal fija. Sin ir más lejos, el 35mm f/1.8 suele ser la pareja de mis réflex Nikon en muchas ocasiones ya sea por estas tierras o en algún que otro viaje a Madrid.

Precisamente por eso la compra hace aproximadamente un año de la Olympus E-PL1 sólo tuvo un «pero»; y es que no encontré en aquel momento el kit que venía con el 17mm f/2.8 de la misma marca, teniendo que conformarme con un 14-42 de prestaciones básicas.

Sin embargo, desde hace un tiempo le tenía puesto el ojo encima al Panasonic Lumix G 14mm f/2.5 ASPH, de modo que al final conseguí hacerme con uno que, dicho sea de paso, no he desmontado de la cámara desde el momento en que lo recibí.

Análisis Panasonic G 14mm f/2.5 ASPH

Ya os comenté hace poco que lo bueno del estándar micro cuatro tercios es que mientras los objetivos se ajusten a dicha especificación podemos montarlos en el cuerpo que tengamos ya sea de una marca u otra. Por eso aunque esta óptica esté firmada por Panasonic funciona al 100% en los cuerpos Olympus y viceversa (las ópticas Olympus funcionan perfectamente en cuerpos Panasonic).

Tres Oreos apiladas

Había leído que el tamaño de este objetivo es más o menos como el de tres galletas Oreo apiladas; y aunque de primeras pensé que sería una exageración, en cuanto lo tuve en la mano me di cuenta de que la comparación es bastante acertada, porque de verdad que la óptica es realmente diminuta.

Lamentablemente no tengo por aquí tres galletas de la conocida marca para hacer la comparación; pero sí una moneda de dos euros y mi Nikkor AF-S 35mm f/1.8 para que veáis lo poco que abulta esta pequeña creación de Panasonic.

Análisis Panasonic G 14mm f/2.5 ASPH

Análisis Panasonic G 14mm f/2.5 ASPH

La bayoneta es metálica, el cuerpo (sin las tapas protectoras) mide apenas un par de centímetros de grosor y la lente frontal ni sobresale ni es de gran tamaño; por lo que estamos ante una óptica de lo más discreta que no atraerá demasiadas miradas ajenas como ocurre, por ejemplo, cuando llevo la D300 con el Nikkor 80-200 f/2.8.

Todavía recuerdo cuando una pareja pasó a mi lado mientras hacía fotos del triatlón que se celebró recientemente por aquí y ella dijo «Uy mira, parece que esto va a salir en el periódico» mientras me señalaba claramente a mí.

Análisis Panasonic G 14mm f/2.5 ASPH

Una cámara m4/3 con este objetivo de tipo pancake montado en ella dará lugar a un conjunto ligero y de pequeño tamaño que cabrá en cualquier bolsillo amplio (desde luego no en unos vaqueros ajustados) y que nos permitirá captar imágenes de buena calidad siempre que sepamos lo que tenemos entre manos (ya sabéis de mi insistencia en conocer las limitaciones de nuestro equipo).

Para que os hagáis una idea, mi Olympus E-PL1 con el objetivo montado, batería y tarjeta de memoria pesa exactamente 400 gramos; mientras que una Nikon D40 con el 35mm f/1.8 que os decía antes sube hasta los 780 gramos.

Análisis Panasonic G 14mm f/2.5 ASPH

Es un angular

Como ya sabréis, el formato m4/3 tiene un factor de recorte de 2x, de modo que este 14mm va a darnos un ángulo de visión similar al de un 28mm montado en una cámara full frame: una focal de lo más clásica que siempre ha sido un referente para la fotografía social dado que al entrar en el terreno del angular nos permitirá situar en su contexto al motivo principal de la imagen.

De todos modos, como siempre os digo, vale que el ángulo de visión sea similar al de un 28mm en una cámara FF; pero en lo que respecta a la percepción «cerca-lejos» es un 14mm y eso es algo que tendremos que tener en cuenta (si lo usamos para hacer un retrato en primerísimo plano la nariz aparecerá más grande de lo normal ocurriendo justo lo contrario con las orejas; aunque eso no siempre tiene por qué ser un problema).

Renault 4

Como ya os he comentado alguna vez, los angulares son mucho más complejos de utilizar que los teleobjetivos, ya que mucha gente tiende a emplearlos para que «entren más cosas en la foto» y esto sólo da lugar a imágenes vacías de contenido dominadas en gran parte por cielos y suelos sin ningún interés.

Un angular sirve para jugar con los conceptos de cerca y lejos; algo para lo que tendremos forzosamente que llenar el encuadre con el motivo principal de nuestra fotografía. Y, claro, con un ángulo de visión tan amplio si queremos hacer eso no nos queda más remedio que acercarnos mucho a lo que queramos retratar (principal motivo por el que no son las mejores ópticas para ir de safari a Kenia).

Agua

Por tanto, mi recomendación es la misma que a la hora de emplear cualquier distancia focal corta: acercarse mucho al motivo a fotografiar para llenar el encuadre con él y lograr así un punto de vista muy distinto al que estamos acostumbrados cuando vemos el mundo a través de nuestros ojos.

Características técnicas

Aunque en los primeros párrafos ya os he comentado a grandes rasgos las características de este objetivo, voy a enumerarlas a continuación de una forma más ordenada para aquellos amantes de los datos técnicos. Un aspecto del que yo cada vez paso más para centrarme principalmente en la composición y en jugar con la luz.

  • Construcción: 6 elementos en 5 grupos (3 elementos asféricos)
  • Distancia focal: 14 mm
  • Rango de aperturas: f/2.5 – f/22
  • Diafragma: 7 palas redondeadas
  • Distancia mínima de enfoque: 18 cm
  • Ratio máximo de magnificación: 0,10x
  • Ángulo de visión: 75 grados
  • Diámetro de filtro: 46 mm
  • Peso: 55 gramos
  • Dimensiones: 55 mm de diámetro por 21 mm de grosor (sin tapas)

Haciendo fotos

Aunque parezca una perogrullada, no debemos olvidar que la función de un objetivo es hacer fotos (a no ser que esté estropeado, en cuyo caso podría servir como vistoso pisapapeles) y éste es el punto al que ya tenía ganas de llegar. Nada más tener la óptica en mis manos y alucinar con su pequeño tamaño la monté en la cámara y desde entonces toda la luz que he captado con la E-PL1 ha pasado a través de los cristales del pequeño Panasonic.

Textura

Lo primero a destacar con respecto al 14-42 f/3.5-5.6 que venía originalmente con mi cámara es la precisión y la velocidad al enfocar. Una apertura mayor implica que llegará más luz hasta el sensor de la cámara y, por tanto, todo lo que tenga que ver con la evaluación de la imagen en tiempo real por parte de la electrónica interna funcionará mucho mejor.

Es como si nos ponemos a leer un libro bajo la luz del sol o en penumbra. En el primer caso veremos las letras con total claridad y nitidez, mientras que si no disponemos de mucha luz siempre tendremos que forzar más la vista y a veces podemos confundir ciertas letras que tengan trazos similares.

Alpargatas

Con respecto a las aperturas disponibles (de f/2.5 a f/22) he de decir que aunque los resultados a plena apertura son bastante buenos, no son uniformes en todo el encuadre. Disparando a f/2.5 el centro de la fotografía aparece nítido y brillante, pero en las esquinas se aprecia cierto viñeteo y pérdida de definición que si bien no son demasiado graves (cuando disparamos a plena apertura es porque queremos centrar la atención del espectador en el motivo principal de la fotografía, que ocupará seguramente todo el centro del encuadre) sí que restan algo de nota a esta óptica.

Si disparamos entre f/3.5 y f/6.3 obtendremos mejor comportamiento en las esquinas; pero entonces obtendremos las mismas imágenes que podríamos captar con el 14-42 que venía originalmente con la cámara. Estamos de acuerdo en que todo objetivo mejora su comportamiento si cerramos ligeramente el diafragma; pero el caso es que si nos compramos un objetivo de apertura generosa será para sacarle partido a esa característica, ¿no?.

Derecha

Lo que no os recomiendo como norma general es disparar por encima de f/9 aproximadamente porque la pérdida nitidez debida a la difracción empieza a hacerse evidente a simple vista. Ya sabéis que cuanto más pequeño es el tamaño del sensor a mayor apertura (número f más pequeño) comenzará a aparecer la difracción. Además, con una focal tan corta no es necesario cerrar mucho el diafragma para tener una buena profundidad de campo.

Desde mi punto de vista, lo mejor de este 14mm es la ligereza y la discreción que otorga a la cámara; y eso que la E-PL1 no es precisamente una de las m4/3 más pequeñas que hay en el mercado. Me gustaría ver esta misma óptica montada en una E-PM1 porque el conjunto resultante debe de ser del tamaño de una compacta avanzada, sólo que con un sensor de mayor tamaño.

Agua

Como podréis ver en algunas fotografías que ilustran este artículo, este 14mm montado en una cámara m4/3 no da ningún tipo de distorsión óptica. Las rectas son rectas aunque discurran cerca de los bordes del encuadre, si bien esta linealidad es producto de la corrección por software que realiza la propia cámara; ya que de no aplicarse las imágenes sí que mostrarían un acusado efecto de barril por lo que he leído en algunos análisis más técnicos de esta óptica.

Del mismo modo, me gusta comprobar que pese a disparar contra fuentes de luz intensas (el sol, sin ir más lejos) no suelen aparecer flares ni reflejos fantasma. Esto nos permitirá captar bellas puestas de sol que lucirán de una forma muy natural. Tampoco parecen apreciarse excesivas aberraciones cromáticas aunque forcemos algunos contraluces.

Sol y nubes

Conclusiones

Me apetecía mucho hacerme con esta óptica por varios motivos. Uno de ellos es que una focal fija siempre te obliga a moverte más y trabajar los encuadres. No sé si tendréis la misma opinión que yo, pero a veces los zooms nos hacen vagos y en lugar de acercarnos o alejarnos del motivo a fotografiar en busca de nuestra propia perspectiva, nos situamos en un mismo punto y nos limitamos a variar la distancia focal del objetivo. Con un fijo, si queremos acercarnos al motivo a fotografiar tendremos que emplear lo que yo llamo pedestrian zoom.

Grua

Por otra parte, como ya os decía antes, los angulares son focales más complicadas de usar que los teleobjetivos. Con un tele podemos centrarnos en los detalles obviando todo el resto de la escena; mientras que con focales cortas tendremos que tener especial cuidado con la composición porque van a aparecer multitud de detalles en el encuadre y alguno de ellos puede dar al traste con una buena foto. Un angular es una buena manera de mejorar nuestra técnica y la percepción del entorno a la hora de hacer nuestras fotografías.

Pueblo

Por último, tenía muchas ganas de poder llevar en un bolsillo una cámara que me diera una buena calidad de imagen. No sé si es que me estoy haciendo mayor o es que cada vez le doy menos importancia a la técnica y más a la creatividad; pero el caso es que hay veces en las que hasta la D40 me parece demasiado voluminosa como para llevármela a dar un simple paseo.

Si voy específicamente a hacer fotos no me importa cargar con la D300 y las ópticas que crea necesarias porque el resultado final hace que merezca la pena el esfuerzo; pero para el día a día valoro algo ligero, discreto y de pequeño tamaño que me permita captar escenas de los sitios por los que voy pasando. Para cumplir con estas premisas, este conjunto de cámara y objetivo del que hoy os hablo se adapta perfectamente.

Análisis Panasonic G 14mm f/2.5 ASPH

Más ejemplos

Tal y como os decía antes, un objetivo se usa para hacer fotos, así que considero que puede venir muy bien terminar este análisis con algunas fotografías más captadas a través de esta pequeña y ligera óptica que os ayudarán a haceros una idea de lo que puede ofrecer.

Chalet

8

cactus

Bancos

Piedra

Ventana

Carriles

Naranja

Playa

Suelo

Escalera

Poste

Escalones

Botones

Primera hora

Al final de la vía verde

Otros análisis de este mismo objetivo (en inglés)

Por si queréis ampliar información, os dejo enlaces a algunas reviews que leí en su momento y que me ayudaron a decantarme por esta óptica por encima de otras opciones que hay en el mercado.

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La importancia de la luz en la fotografía de exteriores

La fotografía es el arte de capturar la luz, y ninguna cámara es capaz de hacer una buena foto si olvidamos ese principio básico.

Cuestión de luz

Hoy tampoco me voy a meter en complejas fórmulas matemáticas ni en farragosas explicaciones porque me quiero centrar en un aspecto más artístico que técnico. Es verdad que en estas entradas se agrupan bajo la categoría «artículos técnicos»; pero aun así creo que es muy necesario tratar de vez en cuando aspectos de la fotografía que sólo tienen que ver con lo que hay delante y detrás de la cámara; y uno de los más importantes es el de la iluminación.

Disponibilidad horaria

Cuando salgo a hacer fotografías intento evitar en la medida de lo posible las horas centrales del día. Es cierto que a veces no nos queda mas remedio que salir con la cámara a las doce de la mañana o a las cinco de la tarde en pleno verano (en ese caso más que por la calidad de nuestras fotografías deberíamos de preocuparnos por no deshidratarnos) pero en términos generales vamos a obtener mejores resultados si no empleamos el tramo central del día.

Quebrado

Con el sol en todo lo alto las sombras son muy duras y los colores más fríos que cuando el astro rey está en posiciones más bajas con respecto al horizonte y por eso lo normal es que salga a hacer fotos antes de las diez de la mañana o ya a partir de las siete o las ocho de la tarde en esta época del año en la que anochece pasada la hora de cenar. Luego en invierno lo tendremos algo más fácil, ya que si queremos fotografiar el ocaso tendremos que salir a la calle pasadas las cinco de la tarde porque a las seis ya es de noche cerrada.

Cuestión de luz

Con el sol dando «de refilón» los relieves y las texturas de las cosas se acentúan y el aspecto de todo lo fotografiado tiene algo de especial que la gente no está muy acostumbrada a ver. De hecho, creo que ya os he contado alguna vez que yendo a trabajar a primera hora de la mañana en multitud de ocasiones he echado de menos poder detener el coche en medio de la carretera, sentarme en el arcén y ponerme a hacer fotos aprovechando los primeros rayos de sol bañando la ciudad.

8:27

De cualquier modo, tampoco es recomendable esperar a que el sol esté a punto de ocultarse (o nada más salir por el horizonte) si vamos a hacer fotografias de paisajes, ya que nos podemos encontrar con la desagradable sorpresa de que el suelo se nos ha quedado en sombra.

En ese caso, por culpa de la limitación del rango dinámico que impone la cámara, la imagen resultante no va a resultar demasiado estética porque si bien el cielo saldrá de lo más colorido, corremos el riesgo de que en la parte inferior de la imagen apenas se aprecien texturas y/o aparezca ruido debido a la falta de iluminación como me ocurrió en el siguiente ejemplo donde los árboles de la parte baja aparecen completamente negros:

Paisaje urbano

Las luces y las sombras de las ciudades

Los juegos de luces y sombras que los elementos arquitectónicos de las ciudades crean a primera y a última hora del día son una fuente de inspiración para todos los que siempre tratamos de retratar las cosas desde un punto de vista diferente al que la inmensa mayoría del mundo está acostumbrado. Como os dije en una entrada de hace ya un tiempo, hay belleza en todo lo que nos rodea, y la luz es un factor decisivo para sacarla a relucir.

Soportales

Suelo emplear mucho el blanco y negro para centrarme en esos contrastes que realizan los rayos del sol y las sombras que proyectan los más diversos elementos arquitectónicos que hay por las calles. Pueden ser las columnas de la calle Mayor, una señal de tráfico, un semáforo… Todo es susceptible de proyectar una sombra curiosa que nada tiene que ver con la que aparecerá unos minutos después. Por eso a la hora de emplear la luz natural para hacer fotografías es tan importante aprovechar el instante, ya que esas mismas condiciones luminosas pueden no volver a repetirse nunca.

Sombras semaforescas

Todo es cuestión de luz

Además de con las sombras también podemos jugar con la incidencia de la luz sobre diversos elementos. Una simple valla metálica puede adquirir un aspecto de lo más interesante en función de la posición del sol y la luz ambiente que haya, de modo que deberíamos de intentar pasar por aquellos rincones que nos llamen la atención a diferentes horas del día.

Puntos

Las ciudades, los pueblos y los bosques están llenos de lugares pintorescos; y si sabemos mirar con los ojos adecuados nos sorprenderemos ante todos esos detalles y de cómo la luz puede potenciar su belleza si sabemos elegir el momento justo para captarla. Prueba de ellas son las imágenes que ilustran esta entrada y que han sido realizadas en esas horas del día en las que la luz es más favorable.

Dorado atardecer

Agujas

Passport

Banco soleado

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Las réflex Nikon en pocas palabras

Llega el mes de Julio y pensando en las vacaciones de verano mucha gente se plantea comprar su primera cámara réflex o reemplazar la que tiene por un nuevo modelo; y puesto que en los comentarios del blog suelen surgir habitualmente dudas sobre qué cámara comprar, se me ha ocurrido hacer una entrada en la que resumir en apenas un párrafo lo que se puede esperar de cada modelo de Nikon que hay a la venta actualmente.

Lo siento por los que estéis buscando información de otras marcas como Canon, Pentax o Sony; pero como no estoy demasiado familiarizado con ellas prefiero no decir nada. De todos modos, ya sabéis que la clásica elección entre una u otra marca no es tan importante como la gente piensa porque al final lo más importante a la hora de hacer una buena fotografía somos nosotros mismos.

NOTA: todas las imágenes que ilustran esta entrada han sido extraídas de la web oficial de Nikon.

Nikon D3000 (sucesora de la D60 / D40)

El modelo más básico de la marca japonesa y orientada a la iniciación en fotografía réflex ya sea para nuevos usuarios o para aquellos que provienen de cámaras compactas. No posee motor interno de enfoque, por lo que sólo enfocarán automáticamente los objetivos que lo lleven incorporado (siglas AF-S en Nikon, HSM en Sigma, BIM en Tamron). El sistema de enfoque de 11 puntos es el mismo presente en cámaras de gama media, siendo éste el aspecto más destacado de esta cámara junto con su facilidad de manejo. No graba vídeo ni tiene Live View y se suele vender por unos 500 euros con un objetivo 18-55.

Nikon D5000

En su aspecto externo se trata de una cámara muy similar a la D3000, aunque internamente posee el mismo sensor que cámaras más altas dentro de la oferta de Nikon, de modo que la calidad de imagen será similar a estas. Su característica más llamativa es que posee una pantalla LCD abatible para facilitar su visualización a la hora de encuadrar usando ángulos complicados, por lo que ya podéis intuir que posee grabación de vídeo así como Live View. Digamos que se sitúa en la parte alta de la gama más básica, pues tampoco posee motor de enfoque en el propio cuerpo. También se diferencia de cámaras más avanzadas en que no tiene la cantidad de botones y controles físicos que otras poseen para variar instantáneamente parámetros como el modo de enfoque, la medición de la luz o el balance de blancos. La podréis encontrar por unos 700 u 800 euros con algún objetivo básico o unos 600 si queréis el cuerpo sólo.

Nikon D90 (sucesora de la D80)

Es la cámara estrella de Nikon en cuanto a ventas y, para mi gusto, la que guarda mejor equilibrio entre calidad, precio y prestaciones. Es la primera dentro de la gama actual que posee motor de enfoque en el cuerpo, por lo que si tenemos objetivos de tipo AF y queremos mantener el autofocus debemos de olvidarnos de las dos cámaras anteriores. Fue la primera réflex del mercado en grabar vídeo (también posee Live View) y actualmente representa el escalón inmediatamente inferior a la gama profesional, contando con bastantes accesos directos en forma de palancas y botones para cambiar diversos parámetros sin tener que entrar en los menús. El cuerpo suelto cuesta entre 800 y 900 euros, aunque lo habitual es encontrarla en las tiendas acompañada de un 18-105 VR por aproximadamente 1000 euros. Se supone que va  a ser reemplazada en breve por un nuevo modelo, así que si estáis pensando en comprarla tal vez sea recomendable esperar un par de meses a ver qué presenta Nikon (de hecho es lo que voy a hacer yo).

Nikon D300s (sucesora de la D300)

Esta cámara ya pertenece a la gama profesional de Nikon por detalles como el cuerpo de metal y las presencia de juntas de estanqueidad que nos permitirán disparar en medio de la lluvia o en una tormenta de arena. Por encima de este modelo ya entramos en el terreno de los sensores Full Frame, por lo que la D300s es la cámara de mayores prestaciones dentro de la gama equipada con sensores APS-C (denominados DX en Nikon). Por supuesto posee motor de enfoque, graba vídeo y tiene un montón de características avanzadas para usuarios experimentados. De hecho ni siquiera posee modos automáticos como sucede en las cámaras anteriores. El cuerpo suele costar unos 1400 euros de media.

Nikon D700

La cámara Full Frame más asequible de Nikon, por lo que su respuesta a ISOs altos es todavía mejor que en las cámaras anteriores equipadas con sensores de tipo APS-C. Básicamente tiene las mismas prestaciones y electrónica que la superior Nikon D3 pero en un cuerpo más compacto que, al igual que la D300s, está fabricado en aleación de magnesio y con juntas selladas para evitar la entrada de agua y polvo. No cuenta con grabación de vídeo aunque sí con Live View y su precio no es asequible para todos los bolsillos, ya que el cuerpo se suele encontrar por unos 2000 euros.

Nikon D3 / D3x / D3s (sucesoras de la familia D2)

Las cámaras más punteras de Nikon en construcción y prestaciones. Aunque hay usuarios aficionados que poseen alguna de ellas, en realidad están diseñadas para los profesionales. La D3 fue la primera cámara de Nikon en presentar un sensor de tamaño completo y tiempo después aparecieron tanto la D3x (con un aumento de resolución hasta los 24,5 Mpixels) como la D3s en la que prima la velocidad, ya que posee la misma resolución que la D3 «normal» pero con mejor rendimiento en cadencia de disparo y rendimiento a ISOs altos así como la posibilidad de grabar vídeo. Obviamente sus precios también son para profesionales, ya que estos modelos van desde los 4000 euros que tendremos que pagar por tener una D3 hasta los aproximadamente 6500 euros que cuesta el cuerpo de la D3x. Como curiosidad, ahora mismo son las únicas cámaras Nikon a la venta que no poseen flash integrado.

De cualquier modo, antes de finalizar este artículo me gustaría recordaros que al margen de la cámara que tengáis hay una serie de factores que nos van a ayudar a sacarle todas las prestaciones que alberga en su interior; siendo el más importante de ellos practicar todo lo posible para así conocer las limitaciones de nuestro equipo fotográfico. De nada sirve gastarse los ahorros de media vida para comprar una Nikon D3 si luego no sabemos emplear ni siquiera el 20% de sus funciones.

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