Curiosidad felina

Lo habitual es que la gran mayoría de los gatos salga huyendo en cuanto te acercas a más de dos metros con intención de hacer una inocente fotografía.

Sin embargo hay felinos más osados cuya curiosidad vence al temor causado por esa extraña máquina negra que de vez en cuando hace click-clack y esto da lugar a imágenes de lo más entrañables.

Curiosidad felina

Por cierto, comentaros que se trata de un gato toledano y que la fotografía está hecha con el Panasonic 14mm f/2.5 acoplado a mi Olympus E-PL1.

Mirada felina

Una vez más, no me queda más remedio que maravillarme ante la expresividad de los felinos domésticos

Maine coon

Éste en concreto es el Maine Coon de mi hermana que aunque por lo general no se está quieto ni cinco segundos en esta ocasión pude retratarle mientras contemplaba extasiado el atardecer a través de la puerta de la terraza.

Y es que, en ocasiones, los gatos parecen más humanos que muchos de nosotros…

Las primeras luces de un sábado en Oropesa

No tenía previsto hoy ni madrugar ni ir a hacer fotos; pero el caso es que a las siete de la mañana abrí los ojos y viendo que todavía era de noche me pegué una ducha, desayuné y me lancé a la calle acompañado de mi cámara y mi 80-200 f/2.8 dispuesto a cazar las primeras luces del día.

Entre nubes

7:46 AM

Calles vacías

Al amanecer

Eso sí, no todo el mundo lleva igual de bien que yo eso de madrugar…

Malas pulgas

El gato noctámbulo

Hace unos días, paseando después de cenar por las calles de Oropesa, sentí que un par de ojos me observaban curiosos. Dirigí mi vista hacia una cornisa que había sobre mí y allí me encontré con un gato noctámbulo que no disimulaba su curiosidad ni siquiera cuando apunté mi cámara hacia él y pulsé el disparador.

Gato noctámbulo

Para los (como yo) aficionados a la técnica os diré que la foto está hecha a pulso empleando ISO 3200 con la Nikon D300 y el objetivo AF-S Nikon 16-85 VR y, como podéis observar, apenas se aprecia ruido en la imagen resultante. Gracias a la elevada sensibilidad empleada el tiempo de exposición se mantuvo a 1/4 de segundo empleando una apertura de f/5.6.

Es verdad que de un tiempo a esta parte he hecho alguna foto con trípode; pero sigo valorando mucho la libertad que da el ir con la cámara en la mano de tal modo que en apenas un segundo puedes capturar para siempre un instante fugaz.

Aquel tranquilo gato de ojos azules

Si hay un animal que me llama especialmente la atención es el gato. Cierto es que los perros derrochan inteligencia y son capaces de mostrar emociones y sentimientos con la gente que les rodea que ya quisieran muchos humanos; pero esa forma de ser tranquila, paciente y con ese aire de independencia que tienen los felinos me parece fascinante.

Pues bien, precisamente una tarde de hace escasos días me acerqué con mi hermano al parque La Chopera situado en las afueras de Alcalá de Henares con intención de dar una vuelta y recordar viejos tiempos (hacía años que no pasábamos por allí) cuando nada más cruzar la barrera que impide el acceso a los coches nos encontramos con un gato que nos miraba a través de sus intensos ojos azules.

Blue eyes (II)

Pensé que nada más sacar la cámara se asustaría y se marcharía corriendo; pero me equivoqué y el gato parecía encantado posando para mí, de tal modo que me fui acercando cada vez más a él hasta que estaba casi pegado a sus bigotes con la cámara. Recuerdo que entre foto y foto le dije: «Venga gatito, sonríe un poco, que vas a salir en mi blog»; y en ese momento el gato levantó la mirada dando lugar a una fotografía bastante expresiva.

Blue eyes (I)

Tras un par de fotografías más, el felino decidió que se acabó la sesión fotográfica e inició su marcha con paso elegante pasando a escasos centímetros de mí sin inmutarse lo más mínimo. ¡Pero qué gato más tranquilo!

Blue eyes (III)

Tendré que pasar más a menudo por allí, pues esa tarde salieron algunas fotos bastante chulas. El fin de semana os pondré alguna  😉

Retratando las calles de Alcalá desde abajo y desde arriba

Las nubes se juntaban en el cielo como niños en un patio de colegio. Miro hacia arriba y noto que empieza a refrescar; sin embargo, lejos de querer refugiarme en el calor del hogar pienso en lo mucho que estoy disfrutando de la tarde. Una vista desde los pies de la torre de la iglesia magistral de los Santos Niños me hace sacar la cámara de su funda para no volver a ser guardada de nuevo en todo lo que falta de recorrido.

La torre de la iglesia magistral

Hacía tiempo que no cogía la cámara para perderme por la ciudad, así que me propongo aprovechar hasta el último instante antes de que la lluvia haga acto de presencia sobre las aceras de Alcalá y me obligue a buscar un lugar resguardado. De hecho todavía quedan charcos como mudos testigos del agua caída unas horas atrás y en los que se ven reflejadas algunos edificios. No es la primera vez que la fotografía charquística hace acto de presencia en este blog, pero es que cuando veo nubes, edificios y una lámina de agua soy incapaz de resistirme a buscar una composición más o menos armoniosa entre los tres elementos.

Alcalá en un charco

Algunas fotos más para la nueva entrega de Alcalá de Henares ayer y hoy (que poco a poco va tomando forma en el disco duro de mi ordenador) terminan de rellenar una tarde que se acerca a su fin con truenos en la lejanía y unas nubes negras aproximándose desde Madrid. Sin embargo un gato plácidamente tumbado en la acera llama mi atención y detiene mi rápido paso encaminado ya con decisión hacia casa.

Mi curiosidad no parece molestar al blanco felino, así que aprovechando sus ganas de colaborar enciendo la cámara para llevarme de recuerdo una bonita mirada. Me encanta lo dispuestos que están siempre los perros y los gatos para ser fotografiados, aunque de vez en cuando algunos de estos animales se muestran un tanto tristes.

El gato tranquilo

Estoy cansado y me duelen los pies de tanto caminar, pero he aprovechado la tarde de uno de los modos que más disfruto: capturando instantes en el tiempo para que no se pierdan jamás. Ahora es el momento de compartirlos con vosotros en este humilde rincón de internet.

¡Un abrazo grande!  🙂

El gato deprimido

Hace un par de días, en los exteriores de la Torre del Rey, me encontré un curioso gato que con el atardecer parecía ponerse de lo más triste. Me llamó la atención su expresión de estar deprimido, así que aprovechando que llevaba la cámara encima (menuda novedad) le hice una fotografía para luego comentarlo por aquí. La imagen la tuve que hacer con flash, y como no es que estuviera muy cerca del gato la fotografía quedó con bastante ruido al usar un ISO un poco alto (aprovecho para recordaros el artículo sobre los cuatro principios básicos de fotografía que publiqué hace unos días 😉 ).

¡Os dejo con las imágenes del gato!

El gato triste

El gato deprimido.

El gato triste (detalle)

La cara del gato ampliada.

Por cierto, no sé si estoy llevando lo del blogueo a extremos ya un poco preocupantes, pero a veces veo cosas por la calle y ya empiezo a pensar cómo lo voy a contar aquí… :mrgreen:

¡Un saludo!

Alcalá de Henares a vista de gato

El pasado fin de semana paseaba por una calle de Alcalá de Henares (para variar 😀 ) y un gato que se movía grácilmente unos metros por delante de mí me hizo pensar en cómo se verá la ciudad casi pegado al suelo.

Evidentemente no me iba a quedar con la duda, así que aprovechando una calle desierta (domingo por mañana más o menos temprano) me senté en el suelo y este es el resultado: Alcalá de Henares a vista de gato.

Alcalá a vista de gato

¡Gracias por la idea, minino, pero me quedo con mi metro setenta y dos! 😛