Esta madrugada ha sucedido algo que en los primeros tiempos del blog nunca creí que llegaría a ver: uno de vosotros, al entrar a leer alguna de las más de mil seiscientas entradas que hay por aquí, ha hecho que este humilde rincón de Internet alcance la contundente cifra de un millón de visitas.
Según ha ido pasando el tiempo me he sorprendido gratamente al llegar a 5000, 12000, 50000, 100000 y 500000 visitas pero esto de hoy (que en un la mayoría de los coches implicaría darle la vuelta al cuentakilómetros) es algo que en los inicios del blog ni siquiera hubiera imaginado: como sabéis por las estadísticas que voy publicando mes a mes, vuestra afluencia va incrementándose progresivamente de un modo más o menos continuo y a ese ritmo ya intuía que más o menos por estas fechas llegarían los seis ceros; pero aun así, la cifra que ahora aparece en ese contador que hay en la columna de la derecha me parece estratosférica para un blog que, al fin y al cabo, sólo refleja los pensamientos y vivencias de un tipo normal y corriente.
Es cierto que trato muchos temas de fotografía y que en buena medida eso es lo que más ha impulsado la popularidad de este pequeño rincón de Internet en sus más de tres años de vida; pero no deja de llamarme la atención que aquellos artículos más «personales» también son leídos y comentados por muchos de vosotros. La fotografía y todo lo que tiene que ver con ella es, posiblemente, mi tema favorito sobre el que escribir; pero desde el primer día tengo muy claro que no quería hacer un blog monotemático que me limitara a la hora de escribir sobre cualquier cosa que se me pueda pasar por la cabeza.
Pero bueno, el caso es que reconozco sentirme muy orgulloso de ir calando entre vosotros y cosas como esta me demuestran una vez más que el ser constante, hacer las cosas desde un punto de vista personal y seguir siempre una misma metodología de trabajo acaba llevando al éxito. Soy consciente de que un millón de visitas es algo irrisorio para las grandes webs que todos conocemos; pero como os decía antes, para un blog personal que no se anuncia en ningún sitio y al que la gente va llegando principalmente por Google y por enlaces diversos en foros, correos y otros sitios de la red llegar a esta cifra de visitas me parece todo un acontecimiento.
Como dijo Sófocles: «El éxito depende del esfuerzo»; y os aseguro que esto es algo que, combinado con un poco de paciencia, se puede aplicar a todos los ámbitos de la vida.
¡Un saludo y muchas gracias por vuestro tiempo!