Cinco días en Oropesa del Mar

Hace ahora poco más de un mes que estuve pasando cinco días en Oropesa del Mar. No había vuelto allí desde que regresé a trabajar a Madrid y la verdad es que el cuerpo ya me iba pidiendo una escapada por aquellas tierras para ver qué cosas habían cambiado (o no) durante mi ausencia.

Oropesa del Mar

He de decir que aunque ha pasado ya año y medio de mi marcha, pocas cosas diferentes hay por allí. No hay nuevos edificios, las playas siguen como siempre, las tiendas son más o menos las de entonces, el puerto deportivo está exactamente igual… Atrás quedaron aquellos años de boom urbanístico en los que verano tras verano veía florecer edificios por cada rincón de la costa de Oropesa.

Oropesa del Mar

Puesto que he pasado dos años de mi vida allí, conozco bien el clima de esa zona y sabía que la mejor época para pasar unos días de tranquilidad es en octubre; una vez que se han ido las primeras lluvias del otoño.  El tiempo es bueno, hay muy poca gente y todavía hay bastantes horas de luz. Luego ya, una vez que llega el frío invierno, Oropesa del Mar es un lugar triste, oscuro y solitario que puede acabar con la paciencia de más de un urbanita.

Cierto es que el primer día me cayó una tormenta de las que hacen época, pero el resto de los días todo fueron cielos despejados y temperaturas agradables hasta el punto de que una mañana bajé a la playa e incluso me pegué un buen baño en el mar.

Oropesa del Mar

Oropesa del Mar

En cualquier caso, la idea principal de pasar allí unos días era volver a recuperar parte de la «inspiración fotográfica» perdida en los últimos tiempos. Y es que si me pongo a repasar todas las imágenes que he ido captando a lo largo de mi vida, me doy cuenta de que muchas de las mejores las he realizado en estas tierras castellonenses, de modo que agarré la D300, un par de objetivos y me puse a retratar aquellos rincones una vez más en busca de esa luz del Mediterráneo que uno no puede encontrar en Madrid por mucho que la busque.

Oropesa del Mar

Oropesa del Mar

Además de las fotografías hechas en Oropesa, también me acerqué una mañana de sol a la vecina Benicassim; de donde salieron algunas imágenes realmente pintorescas y que os muestro a continuación:

Benicassim

Benicassim

Benicassim

Y poca cosa más, la verdad. Esos cinco días pasaron volando y cuando me quise dar cuenta ya estaba devorando de nuevo los 450 Km que separan Madrid de Oropesa. Aquí puede que no sea capaz de captar paisajes tan bellos como en la costa mediterránea; pero cuando llego a Madrid me invade la sensación de estar en casa y eso vale más que todo el oro del mundo.

Oropesa del Mar

¡Nos leemos!

Rincones: Vistas nocturnas desde la azotea del Círculo de Bellas Artes (Madrid)

Si hace unos días os presentaba unas fotografías de Madrid tomadas desde una perspectiva algo más elevada de lo habitual, hoy me gustaría compartir con vosotros otras imágenes que, si bien están hechas desde una altura similar, esta vez tienen la peculiaridad de estar captadas rondando la medianoche.

Madrid 29/08/2014

El lugar desde donde están hechas las fotografías que ilustran esta entrada no es otro que la azotea de la sexta planta del Círculo de Bellas Artes. Un pintoresco lugar al que podemos acceder por tres euros a cualquier hora del día y que durante los fines de semana se convierte en uno de los locales más pijos cool de Madrid.

Madrid 29/08/2014

Al margen del precio de las copas y la fauna que pulula por este lugar a ciertas horas de la noche, lo cierto es que la azotea del Círculo de Bellas Artes siempre es un buen lugar desde el que observar Madrid. Desde aquí, tenemos una perspectiva fantástica de la capital y de algunos de sus edificios más emblemáticos.

Madrid 29/08/2014

Para tocar también un poco el tema técnico, os diré que las fotografías están hechas a pulso con mi fiel Nikon D300 empleando un objetivo fijo AF-S Nikkor 35mm F/1.8 G. Como algunos ya sabréis, se trata de mi óptica favorita para «todo uso» porque es ligera, luminosa y aporta un punto de vista muy natural.

Madrid 29/08/2014

¡Hasta las próximas fotos!

Algunas fotografías recientes de Oropesa del Mar

En esta entrada eminentemente gráfica me gustaría mostraros un póker de fotografías que he echo en Oropesa del Mar durante las últimas semanas y en las que el buen tiempo es el denominador común de todas ellas.

Color

Un día claro

Safari

Un día lleno de color

¡Espero que os hayan gustado!

Desfile de moda en Oropesa del Mar

No me enteré hasta esta misma mañana que pocas horas después se iba a celebrar un desfile de moda en la plaza del pueblo de Oropesa del Mar. En esta ocasión el trasfondo era de tipo solidario, pero eso no evitó que el desfile tuviera una buena dosis de elegancia y glamour.

Desfile de moda en Oropesa del Mar

He de confesar que era la primera vez que asistía a un acto de este tipo. De un tiempo a esta parte he estado en concentraciones de vehículos clásicos, carreras de burros, campeonatos de cross… pero nada que tuviera que ver con el mundo de la moda.

Y aunque había una tribuna para fotógrafos situada al final de la «pasarela», esta se encontraba tan atestada de gente que preferí mezclarme entre el público y buscar así ángulos más originales que la típica foto con el cartel del evento al fondo y la modelo caminando hacia la cámara.

Desfile de moda en Oropesa del Mar

Pese a que la iluminación no era ninguna maravilla, que se nos echó la noche encima a las primeras de cambio y que no me resultaba fácil hacer fotografías cuando la gente no paraba de mover sus cabezas delante de mí (y eso que el 80-200 f/2.8 ayuda a hacerse hueco), he de reconocer que he quedado contento con el resultado.

Ya sabéis que lo que más me gusta fotografiar son pueblecitos de casas viejas, tractor en la puerta y olor a leña quemada; pero he de decir que la experiencia de esta tarde me ha resultado fotográficamente muy instructiva y de hecho incluso me ha dado un par de ideas para futuros artículos técnicos que publicaré por aquí.

Y ya sin más os dejo con las fotos del desfile, las cuales no sólo se centran en las modelos y sus vestidos; sino también en otros detalles del evento que captaron mi atención por uno u otro motivo. Espero que las disfrutéis.

Desfile de moda en Oropesa del Mar

Desfile de moda en Oropesa del Mar

Desfile de moda en Oropesa del Mar

Desfile de moda en Oropesa del Mar

Desfile de moda en Oropesa del Mar

Desfile de moda en Oropesa del Mar

Desfile de moda en Oropesa del Mar

Desfile de moda en Oropesa del Mar

Desfile de moda en Oropesa del Mar

Desfile de moda en Oropesa del Mar

Desfile de moda en Oropesa del Mar

Desfile de moda en Oropesa del Mar

Desfile de moda en Oropesa del Mar

Por cierto, para los amigos de la técnica os diré que todas las fotografías están hechas con una Nikon D300 acompañada del AF 80-200 f/2.8 ED que tantas alegrías me da. No he empleado ni trípode ni flash en ninguna de ellas y he tenido que echar mano de ISO 400 y la máxima apertura en casi todos los disparos para así conseguir cierta nitidez.

Campeonato de España de cross en Oropesa del Mar

Este año la real federación española de atletismo ha celebrado el campeonato nacional de cross por clubes en las praderas existentes junto a Marina D’or en Oropesa del Mar; y como ya os estaréis imaginando esta mañana he sacado tiempo de debajo de las piedras para acercarme por allí a hacer unas fotos.

Salida

Si hace ya tres años disfruté bastante haciendo fotos en una carrera popular que se celebró por las calles de Oropesa, he de reconocer que durante la mañana que he pasado entre atletas y cámaras de televisión me lo he pasado como un crío. Por cierto, comentaros que todas las fotografías que ilustran esta entrada han sido realizadas con la Nikon D300  junto a mi querido Nikkor AF 80-200 f/2.8 ED; que sé que os gusta saber ese tipo de detalles.

Desilusión

Me gustaría comentaros también que he tratado de centrar las imágenes en las expresiones de los corredores y las corredoras que participaban en las diferentes categorías, pues considero que los atletas, concentrados en su esfuerzo, se muestran de una manera natural que cuando están posando delante de un fotógrafo. Por eso no vais a encontrar imágenes de los podios o posados oficiales de los vencedores, ya que me gusta mucho más retratar a la gente «en su salsa».

Rostros

En cualquier caso, no sé mucho de atletismo y por tanto no tengo mucho más que añadir. Tan sólo dejaros con las fotografías que he ido haciendo esta mañana mientras daba vueltas por los alrededores del circuito cargando con mi cámara. Espero que os gusten.

Ambición

¿Gemelas?

Soledad

Frustración

Perseguidoras

Directo

Escapado

Recuerdo

Determinación

Cansancio

Esfuerzo

Meta

NOTA: El diario «Faro de Vigo» se ha puesto en contacto conmigo pidiéndome permiso para emplear una de mis fotos en su artículo; algo a lo que he accedido encantado. Aquí tenéis un enlace a la noticia publicada.

Review: Olympus E-PL1

Al final no pude resistirme a la tentación que suponen las cámaras EVIL (prometen calidad de réflex en cuerpo de compacta) y para adentrarme en ese mundillo me he hecho con una Olympus E-PL1; que es uno de los últimos modelos de la familia PEN de la que también hablé en su momento.

Olympus E-PL1

Aunque es verdad que antaño solía redactar unas reviews kilométricas sobre cámaras y objetivos; de un tiempo a esta parte noto que he llegado a un punto en el que prefiero comentar aspectos muy generales, comentar algunos detalles que me hayan llamado la atención (para bien o para mal) y, por último, ilustrar el artículo con un buen puñado de imágenes, ya que al final es lo que mejor puede dar una idea de lo que podemos conseguir con determinado equipo.

Vamos pues con el análisis de esta cámara llegada a mis manos hace un par de semanas y con la que ya he disparado casi un millar de imágenes.

Kit básico

Aunque junto con la cámara me regalaron una tarjeta SD de 4GB, una funda y un pequeño trípode tipo «gorila»; en lo esencial el kit se compone del cuerpo de la cámara y el objetivo M.Zuiko Digital ED 14-42mm f/3.5-5.6 L

Ambos elementos llaman la atención por su pequeño tamaño (especialmente el objetivo; aunque tiene truco, ya que se repliega sobre si mismo) si estamos acostumbrados a manejar cámaras réflex aunque sean de gama baja. A continuación os dejo con unas imágenes en las que comparo el tamaño de la E-PL1 con las tres cámaras que suelo emplear.

Olympus E-PL1 y Nikon D300

Olympus E-PL1 y Ricoh R10

Olympus E-PL1 y Nikon D40

Como veis, por su tamaño la Olympus tiene más que ver con una cámara compacta que con una réflex; si bien en su interior tiene un sensor que cumple con la especificación micro cuatro tercios (m4/3) que implica un factor de recorte de 2x con respecto a una cámara full frame. Eso sí, si bien en las compactas el objetivo suele retraerse en el interior, en el caso de las EVIL éste siempre va a sobresalir algo por llevar el sistema de ópticas intercambiables mediante bayoneta. Quiere esto decir que no es una cámara para llevar en el bolsillo trasero de un vaquero; siendo más cómodo llevarla en el bolsillo de una chaqueta amplia, en algún tipo de bolso o directamente en la mano.

Olympus E-PL1

Cosas a tener en cuenta

1. La E-PL1 no lleva ruletas de control como las cámaras réflex, por lo que los cambios de ajustes no son tan rápidos como en el caso de estas. De hecho, el sistema de control de la Olympus es más parecido al de una compacta que al de una réflex como tal.

2. No hay visor óptico; de modo que tendremos que emplear la pantalla para todo.

Olympus E-PL1

3. Por lo dicho en el punto anterior la autonomía palidece en comparación con cualquier réflex. Lo normal es que haciendo unas 250 fotos sin flash la batería empiece a pedir con urgencia una recarga.

4. El objetivo del kit es… un objetivo de kit. Parece una perogrulada; pero lo que quiero decir es que no abarca ninguna focal «extrema» (equivale a un 28-84 en formato full frame) ni tiene una apertura demasiado amplia. Por tanto, se trata de una óptica adecuada para paisajes generales y cosas así. Si necesitáis cosas más extremas tendréis que buscar ópticas aparte compatibles con el sistema m4/3. Eso sí, por los resultados obtenidos, el objetivo parece mejor de lo que en realidad es debido a que la propia cámara corrige por software los defectos ópticos como la distorsión, el viñeteo o las aberraciones cromáticas como lo haría Lightroom 3.

Olympus E-PL1

5. La correa de cuello que trae me parece «demasiado» para el tamaño de cámara que es. Yo os recomiendo colocar una correa de muñeca para llevarla por la calle.

6. Tenemos modos de disparo manuales, semiautomáticos y totalmente automáticos. A mí me gusta disparar en prioridad a la apertura (modo A) pero tened en cuenta lo que os decía antes de que se tarda un poco en cambiar los parámetros con respecto a una cámara réflex.

7. El menú parece muy simple; pero si activáis una opción que anda un poco escondida, veréis todas las posibilidades de configuración que tiene esta pequeña cámara. Os recomiendo un buen vistazo al manual antes de empezar a toquetear todo eso.

Peces de mil colores

8. La pantalla no se ve demasiado bien en exteriores cuando hay mucha luminosidad (la de mi D300 se ve bastante mejor). Digo esto porque «en directo» os parecerá que las fotos están oscuras; pero al llegar a casa veréis que, en general, la cámara expone bastante bien incluso en condiciones algo complicadas. Podéis usar el histograma para verificar la exposición en exteriores.

9. Una de las cosas que más me gusta de la E-PL1 es la buena gestión del ruido a ISOS altos. Podemos emplear hasta ISO 3200; pero en general os recomiendo no pasar de 1600. Eso sí, disparando en JPG veréis que incluso a ese nivel de ISO la imagen apenas muestra ruido.

Oropesa al anochecer

10. Acostumbrado al balance de blancos de las cámaras réflex de Nikon veo que la Olympus tiende a anaranjar la escena en días nublados. Si disparamos en RAW (la cámara ofrece esta posibilidad) podemos modificar esto en el ordenador; aunque dado que la cámara saca unos JPGs bien expuestos y bastante nítidos casi veo más recomendable pasar del formato RAW y emplear el JPG. Cierto es que en mi D300 y mi D40 siempre disparo en RAW, pero en la E-PL1 lo estoy haciendo exclusivamente en JPG.

11. Al poseer un sensor de menor tamaño que una réflex (recordemos que emplea un factor de recorte de 2x frente al 1,6x y 1,5x de las cámaras más habituales de Canon, Nikon o Sony) la profundidad de campo resultante es mayor, lo que unido a la escasa apertura máxima del objetivo que trae la cámara no la hacen recomendable para fotografías en las que los desenfoques sean el argumento principal de la imagen. Sin embargo, para paisajes es una cámara que puede jugar un buen papel.

Olympus E-PL1

12. Se pueden emplear objetivos de cámaras réflex de diversas marcas (hay adaptadores para ópticas Nikon, Canon, Leica, Sony…) pero perderemos el enfoque automático y una de las principales razones de la existencia de las cámaras EVIL: el menor tamaño y peso de sus ópticas.

13. Además de los consabidos modos de escenas predefinidas contamos con seis modos creativos del que mi favorito es uno que simula un tilt-shift. Os dejo con un par de ejemplos de ese modo que os digo así como de algún otro.

Fake tilt-shift

Fake tilt-shift

Efecto estopenoico

My feet

14. El enfoque se realiza por contraste (como en las compactas) por lo que es considerablemente más lento que en una cámara réflex. No es la mejor cámara para seguir águilas en vuelo o guepardos por la sabana.

15. Por el momento no hay demasiadas ópticas disponibles para el formato m4/3. Seguramente más fabricantes se irán incorporando al carro de esta nueva tecnología; pero de momento son Olympus y Panasonic las que tienen más objetivos disponibles, si bien la oferta sigue siendo escasa en comparación con sistemas más asentados en el mercado.

16. Tanto el cuerpo como el objetivo tienen una calidad de construcción correcta. Es plástico sólido y el ajuste de las piezas es bueno; pero realmente parece una cámara de juguete si estamos acostumbrados al tacto sólido de una D300 y un objetivo como el 80-200 f/2.8. Una comparación más justa podría ser con la D40 y su habitual 18-55; sacando en este caso también ventaja la cámara de Nikon si bien con menos diferencia. Eso sí, no me arriesgaría a ponerme a hacer fotos en medio de una tormenta, pues estoy seguro de que entraría agua en su interior y la cámara tendría los días contados.

17. La E-PL1 posee un buen rango dinámico, ya que incluso en escenas con cierto contraste conserva bien el tipo impidiendo la aparición de amplias zonas empastadas y/o quemadas en la imagen.

Las caprichosas formas de las nubes

Conclusiones

Ya os adelanto que no se me pasa por la cabeza ni por un segundo renunciar a mi D300 a la hora de ir expresamente a hacer fotos. La E-PL1 no ha venido a sustituirla sino a complementarla; y es que si me voy de viaje un fin de semana no quiero renunciar a hacer algunas fotos, pero tampoco quiero cargar con el mochilón habitual lleno de objetivos para Nikon. Precisamente para eso ha llegado la Olympus; para poder hacer fotografías con cierta calidad en aquellas ocasiones en las que no quiero o no puedo llevarme mi equipo réflex habitual.

Un día de playa en pleno otoño

Los factores en los que sale perdiendo en comparación con una réflex de gama media (enfoque, autonomía, profundidad de campo, disponibilidad de ópticas y resistencia a climatología adversa) la desaconsejan como cámara única si nos tomamos la fotografía en serio; pero si pretendemos ir ligeros de equipaje y tener cierta versatilidad a la hora de hacer fotos, una cámara de este tipo puede ser una buena opción.

Los amantes

Lo mejor

  • Relación tamaño y peso / calidad de imagen
  • Muy poco ruido a ISOs altos
  • Sin distorsiones geométricas apreciables
  • Buen rango dinámico

Lo peor

  • Mayor PDC con respecto a una réflex normal
  • El balance de blancos automático a veces no va fino del todo
  • Modificar parámetros lleva más tiempo que con una réflex
  • Pocos objetivos disponibles por el momento

Más imágenes de ejemplo

El batir de las olas

Paisaje oropesino

Villa Raquel

Fake Tilt-shift

Caños

Por los campos

Rosa, azul y rojo

Oropesa al anochecer (II)

Reflejos

Agua y fuego

Agua

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Concentración de coches clásicos en Oropesa del Mar

Hoy por la mañana ha tenido lugar una concentración de coches clásicos en la playa de la concha de Oropesa del Mar; así que ya os podréis imaginar que no iba a desperdiciar una ocasión tan buena para hacer fotos que se salgan un poco de lo común.

Concentración de clásicos en Oropesa del Mar

Así pues, entre mastodónticos coches americanos, refinados deportivos ingleses y una nutrida representación de vehículos europeos pasé una mañana de Domingo haciendo fotos y disfrutando de un tiempo realmente bueno para estar ya metidos en el mes de Octubre.

Motos

Aunque, como os decía, los protagonistas de la concentración eran coches de todos los tamaños, formas y colores; también es verdad que se dieron cita unas cuantas motocicletas; y entre ellas una que me llamó especialmente la atención: una Moto Guzzi de color rojo realmente bonita; aunque tampoco me puedo resistir a mencionar un modelo que llevaba acoplado un carrito de helados en su parte delantera.

Concentración de clásicos en Oropesa del Mar

Concentración de clásicos en Oropesa del Mar

Fotos generales

Imágenes generales tomadas desde la azotea de un edificio cercano así como un par de tomas de esas que tanto me gustan en las que aparecen elementos alineados longitudinalmente.

Concentración de clásicos en Oropesa del Mar

Concentración de clásicos en Oropesa del Mar

Concentración de clásicos en Oropesa del Mar

Concentración de clásicos en Oropesa del Mar

Clásicos entre los clásicos

Aunque a todos los coches presentes hoy en Oropesa se les podría englobar dentro de la categoría de «clásicos»; había algunos que se podían considerar dentro de un grupo especial, ya que eran clásicos entre los clásicos; como un Ford de 1925 o un Mercedes que parecía sacado de la película Paseando a Miss Daisy.

Concentración de clásicos en Oropesa del Mar

Concentración de clásicos en Oropesa del Mar

Concentración de clásicos en Oropesa del Mar

Concentración de clásicos en Oropesa del Mar

Carrocerías de la vieja escuela

También se pudieron ver algunos coches cuyas formas llaman la atención hoy en día por la elegancia que desprenden y el clasicismo de sus líneas. La mayor parte de ellos son de origen británico; y es que por aquellas tierras lo clásico es más clásico que en ningún sitio.

Concentración de clásicos en Oropesa del Mar

Concentración de clásicos en Oropesa del Mar

Concentración de clásicos en Oropesa del Mar

Concentración de clásicos en Oropesa del Mar

Concentración de clásicos en Oropesa del Mar

El sueño americano

Me sorprendió la cantidad de vehículos típicamente americanos que me encontré en la concentración. Coches que parecían sacados de esas películas que todos hemos visto y de los que parecía que iba a salir de un momento a otro un James Dean o un John Travolta. Reconozco que no son mi tipo de coches ni remotamente; pero reconozco que son espectaculares por sus dimensiones y por el rugido de sus motores atmosféricos de gran cubicaje.

Concentración de clásicos en Oropesa del Mar

Concentración de clásicos en Oropesa del Mar

Concentración de clásicos en Oropesa del Mar

Concentración de clásicos en Oropesa del Mar

Concentración de clásicos en Oropesa del Mar

Concentración de clásicos en Oropesa del Mar

Concentración de clásicos en Oropesa del Mar

Coches europeos

Comparados con los vehículos americanos los coches europeos parecían casi de juguete; pero para mí tienen un encanto especial que no me transmiten los Chevrolet, Pontiac, Buick y similares. Por cierto, entre Minis, Fiats, Porsches, Citroens y Peugeots destacaban unos cuantos Seats que abarcaban desde los clásicos 600 hasta los más recientes Fura que todavía recuerdo ver por mi barrio en mis tiempos del colegio.

Concentración de clásicos en Oropesa del Mar

Concentración de clásicos en Oropesa del Mar

Concentración de clásicos en Oropesa del Mar

Concentración de clásicos en Oropesa del Mar

Concentración de clásicos en Oropesa del Mar

Concentración de clásicos en Oropesa del Mar

Concentración de clásicos en Oropesa del Mar

Toda una sorpresa

Hace unas semanas me crucé por la ciudad de Castellón con un Porsche clásico (e impecablemente cuidado) que me hizo girar la cabeza a su paso. La verdad es que me quedé prendado de dicho modelo y cuando esta mañana apareció en la concentración a punto ya de irme para casa no pude evitar hacerle unas cuantas fotografías porque si me regalaran uno sólo de los coches que había presentes, éste es sin duda el que escogería.

Se trata de un Porsche 356 de principios de los años 60 y, como veis en las imágenes, tiene un atractivo innegable que ya quisieran muchos deportivos actuales.

Concentración de clásicos en Oropesa del Mar

Concentración de clásicos en Oropesa del Mar

Concentración de clásicos en Oropesa del Mar

Pues bien, esto es lo que dio de si la sesión de fotos de hoy; aunque si os habéis quedado con más ganas de coches clásicos podéis echar un vistazo a la entrada que publiqué hace unos cuantos meses con imágenes de una concentración similar que se celebró en Alcalá de Henares.

PD: para los que os gustan los datos técnicos referentes a las fotografías, os diré que todas ellas han sido tomadas con una Nikon D300 y los objetivos Nikon AF-S 16-85 f/3.5-5.6 VR y Nikon AF 80-200 f/2.8 D.

Tarde de Abril en el botánico

Fotos de una tarde de Abril en el real jardín botánico de Madrid. Si os pilla a mano os recomiendo la visita, pues la primavera se muestra allí en todo su esplendor.

A la sombra

Rojo pasión

Estático

Primavera

Tulipanes X-ray

Invernadero

Contraluz

¡Buen fin de semana!

Siete días haciendo fotos con una Nikon D40 y un 35mm

Durante la semana pasada estuve haciendo un sencillo experimento fotográfico: saqué de su caja la Nikon D40, cargué la batería, le monté mi AF-S 35mm f/1.8 y con este ligero conjunto que parece casi de juguete en comparación con mi habitual D300 me lancé a retratar todo aquello que me llamara la atención tanto en Madrid como en Alcalá de Henares.

Calle de Alcalá

Y es que aunque los objetivos de focal variable (zooms) son muy útiles y polivalentes; no es menos cierto que una focal fija nos obliga a movernos, buscar encuadres diferentes, jugar con los desenfoques que posibilita su generosa apertura… y por eso me gustan tanto. Una vuelta a los principios de la fotografía en los que las cámaras y las ópticas tenían un papel secundario y el fotógrafo tenía que ingeniárselas con lo que su equipo pudiera ofrecerle.

Luz

Fruto de estos siete días de «régimen forzoso de 35mm» son las imágenes que ilustran esta entrada y que hoy quería compartir con vosotros a modo de resultado de la experiencia; ya que he sacado algunas conclusiones de todo ello y a mí particularmente me ha venido muy bien para reforzar mi concepto de la fotografía.

Mr. Quijote

La gran evasión

Ergonomía

Llevar este «combo» de cámara y objetivo que suma apenas 760 gramos hace que no nos cansemos aunque lo llevemos en la mano durante casi todo el día y de paso estaremos listos para capturar todo lo que se cruce por delante de nosotros sin llamar la atención de la gente. Ya os decía en una entrada de hace unos días que de nada sirve salir a hacer fotos llevamos la cámara metida en una mochila; de modo que aunque yo me siento bastante cómodo con mi D300 más el objetivo que lleve montado (siempre que no sea el 80-200 f/2.8, claro) reconozco que la sensación de llevar la D40 y el 35mm es casi como la de una compacta hipervitaminada.

Eso sí, aunque a la hora de transportarla esa ligereza viene muy bien, cuando se trata de agarrar la cámara para hacer fotografías la ergonomía de la D300 se echa muchísimo en falta porque en el caso de la D40 hay que cogerla casi con la yema de los dedos mientras que la otra prácticamente se «abraza» con las manos.

Misterio

¡Oh, cielos!

un intruso en Serrano

A nivel técnico

Reconozco que lo que más he echado de menos durante estos días ha sido la cantidad de controles externos que tiene mi D300; y es que para algo tan simple como cambiar el modo de medición o de enfoque en la D40 hay que meterse en el menú de la cámara mientras que en las cámaras «grandes» se hace girando un dial. En cuanto a la calidad de imagen se nota de que la D300 tiene más rango dinámico que la D40 porque en esta última enseguida se queman los cielos; pero aun así la D40 es una réflex con todas las de la ley y la verdad es que estoy muy contento con algunas de las imágenes que he obtenido durante estos días.

Desde luego, no seré yo el que vuelva a la D40 teniendo una D300 porque las prestaciones de esta última cada día me sorprenden más; pero reconozco que esta pequeña cámara puede ser una buena opción bajo ciertas circunstancias en las que deseemos ir ligeros de peso y/o pasar desapercibidos con nuestro equipo fotográfico.

Nubes y campos

La sustituta

Un viaje al pasado

En definitiva, estos siete días acompañado de mi veterana D40 y el siempre eficaz 35mm f/1.8 (que además es una focal que da un ángulo de visión muy natural montado en una cámara con sensor APS-C) me han devuelto un poco a mis orígenes fotográficos cuando a finales de los ochenta retrataba mi mundo con aquella primera cámara de carrete en la que el único ajuste que podía cambiar era el que indicaba si el día estaba nublado o soleado para así emplear una de las dos velocidades de disparo disponibles. Por no tener no tenía enfoque ni apertura, ya que todo era fijo; pero aun así es un cacharro con el que hice un montón de fotos de las que me sentí muy orgulloso en su momento.

Un rincón para descansar

Y es que aunque siempre andamos preocupados por megapíxels, nitidez, distancias hiperfocales, formatos de sensor y demás historias, durante estos días he recordado una vez más que al final esta bendita afición consiste en coger la cámara y salir a la calle a pasar un buen rato. Si nos olvidamos de eso entonces estamos perdiendo el tiempo.

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Bendición de San Antón 2011

Casi todos los años suelo pasar por la calle Mayor el día de la bendición de San Antón porque ver cientos de animales entre las plazas de los santos niños y Cervantes es algo realmente curioso; y en esta ocasión la afluencia tanto de público como de animales ha sido la mayor que yo recuerde.

Bendición de San Antón 2011

Precisamente para compartir todo esto con vosotros es por lo que hoy he llevado mi cámara y el Nikon 80-200 f/2.8 (es genial para centrarse en los detalles) con intención de retratar tanto a animales como personas. Fruto de ello es la colección de imágenes que ilustra esta entrada y que espero sea de vuestro agrado.

Bendición de San Antón 2011

Bendición de San Antón 2011

Bendición de San Antón 2011

Bendición de San Antón 2011

Bendición de San Antón 2011

Bendición de San Antón 2011

Bendición de San Antón 2011

Bendición de San Antón 2011

Bendición de San Antón 2011

Bendición de San Antón 2011

Bendición de San Antón 2011

Amantes o no de los animales reconoceréis que es realmente pintoresco ver todo esto en el centro de una ciudad de mas de doscientos mil habitantes, ¿verdad?  😉

Los modos de enfoque en las cámaras réflex

Me hubiera gustado haber tratado antes el tema de los modos de enfoque porque lo considero muy interesante y porque a lo largo del tiempo muchos me lo habéis pedido; pero dado que mi anterior Nikon D40 sólo disponía de tres de ellos, no ha sido hasta la llegada de la D300 con sus 51 puntos y sistema de seguimiento 3D cuando he podido probar por mí mismo la versatilidad que ofrecen los modelos actuales a la hora de jugar con este parámetro y contaros mis propias impresiones.

Agua cristalina

Una breve reseña histórica

En la época de las cámaras con enfoque manual la única ayuda con la que contaba el fotógrafo era un círculo partido en el centro del visor que quedaba alineado cuando el motivo estaba perfectamente nítido. La idea de tener varios puntos de enfoque era totalmente inviable y la técnica para retratar al sujeto de forma descentrada en el encuadre consistía en colocarlo en el centro del visor, enfocar y a continuación realizar la composición deseada.

Nikon EM (1979)

Las primeras cámaras autofocus aparecidas en la década de los ochenta poseían un sólo punto de enfoque en el centro del visor. Por lo tanto a la hora de componer la imagen teníamos que seguir empleando la misma técnica de las cámaras de enfoque manual; sólo que en esta ocasión el disparador de la cámara tenía dos tramos en su pulsación: en el primero se bloqueaba el enfoque y pulsando a fondo es cuando se tomaba la fotografía. Por tanto, la técnica correcta para fotografiar algo consistía en situar el motivo en el centro del visor, pulsar el disparador hasta la mitad, componer la imagen definitiva sin soltar el botón de disparo y una vez conformes con la composición elegida presionarlo por completo para tomar la fotografía.

Sin embargo, los ingenieros de la época pensaron que sería útil tener más de una zona de enfoque de tal modo que pudieramos mostrar de forma nítida a sujetos que estuvieran en otras zonas del encuadre diferente de la central sin tener que andar colocándolos en medio del encuadre. Así surgieron los sistema de enfoque con varios puntos, creciendo cada vez más el número de estos de tal modo que el fotógrafo ahora podía concentrarse en la composición eligiendo posteriormente el punto sobre el que se encontrara el sujeto que quería mantener enfocado en la imagen final.

Los puntos de enfoque en las réflex digitales

Las primeras réflex digitales que aparecieron en el mercado contaban con tres o cinco puntos de enfoque. Posteriormente fueron apareciendo modelos que incorporaban siete puntos y las de gama profesional solían rodar los once hasta la llegada de la Nikon D3, que disparó esa cifra considerablemente.

Visor Nikon D1x (Junio de 2001)

Las cámaras réflex actuales suelen rondar los diez puntos de enfoque en el caso de las más simples hasta alcanzar los 51 de la gama profesional de Nikon o los 45 de la Canon 1D Mk IV. Además, contar con tantos puntos de enfoque nos garantiza una buena cobertura del visor como se puede apreciar en el siguiente diagrama extraído del manual de la Nikon D300.

Visor Nikon D300 (Marzo de 2008)

Ahora bien, tener semejante cantidad de puntos de enfoque puede ser contraproducente si sólo los empleamos para elegir uno de ellos, ya que a la hora de componer la fotografía corremos el riesgo de perder mucho tiempo pegándonos con la cruceta de control para elegir el punto deseado de entre todos los disponibles en el visor. Precisamente para evitar esto en las cámaras que cuentan con un numero elevado de puntos lo habitual es que tengamos la posibilidad de reducir su número a una cifra más contenida (11 en el caso de la D300).

De todos modos, hay que señalar que no todos los puntos de enfoque son iguales, ya que por lo general los centrales son más sensibles que los de la periferia. En mi Nikon D40, de los tres puntos sólo el central es de tipo cruzado y los dos de los laterales están orientados para detectar mejor las líneas verticales; mientras que en la D300 los 15 puntos de la retícula central son de tipo cruzado y los restantes son de un sólo sentido.

Bicicleta otoñal

Eso sí, tampoco os compliquéis mucho la vida porque a efectos prácticos podéis emplear todos los puntos sin preocupación, ya que en la inmensa mayoría de las situaciones todos ellos van a funcionar con mucha precisión; especialmente con objetivos de apertura generosa que siempre proyectan más luz sobre la pantalla de enfoque y por tanto facilitan la labor a los componentes electrónicos encargados de estos asuntos.

Por cierto, me gustaría señalar que si dejamos que la cámara elija por ella misma el motivo principal de la fotografía es posible que se iluminen varios puntos de enfoque pertenecientes todos ellos al mismo plano, ya que como sabréis sólo es posible tener un plano enfocado en la imagen al mismo tiempo.

Sólo viento

Los modos de enfoque

En cuanto a los modos de enfoque, las cámaras réflex poseen tres diferentes cada uno con una aplicación; aunque ya sabéis que en fotografía nada constituye una norma inquebrantable y todo consiste en probar con las posibilidades que nos brinda nuestra cámara:

Estos modos se eligen mediante el menú de la cámara en los modelos más sencillos o bien mediante un selector físico presente en algún lugar del cuerpo de las cámaras de gama media y alta.

Selector modo de enfoque Nikon D300

· Simple (S): Ideal para sujetos estáticos, paisajes, retratos… en general para cosas que requieren tomar fotografías con tranquilidad y sin prisas. En este modo se pulsa el disparador hasta la mitad y una vez que se fija el enfoque éste queda bloqueado hasta que hacemos la fotografía o bien soltamos el disparador y lo volvemos a pulsar. Por cierto, para este tipo de fotografías que os comento lo habitual es dejar que la cámara fije el foco sobre el motivo más cercano al espectador como en el siguiente ejemplo; si bien para retratos, fotos con muy poca profundidad de campo y casos en los que queremos afinar mucho lo que queremos que aparezca nítido en la imagen es mejor elegir el punto de enfoque por nosotros mismos.

Resistencia primaveral ante el otoño

· Continuo (C): Es el modo más habitual en fotografía deportiva, de naturaleza y, en general, de aquellas modalidades en las que se suele emplear el disparo a ráfagas. En este caso la cámara fijará el enfoque sobre un objeto y esta lo seguirá manteniendo enfocado aunque cambie la distancia a la que se encuentra de nuestra posición. Si os fijáis en la recta de meta de un estadio durante la final de los 100 metros lisos veréis un montón de fotógrafos con tremendos teleobjetivos colocados al fondo del estadio; y lo que suelen hacer es usar este modo de enfoque para disparar varias ráfagas según los corredores avanzan de frente hacia ellos asegurándose de que el corredor al que están retratando aparece nítidamente en todas ellas.

S.P. Cabanillas - C.D.E. Caraquiz (23/10/2010)

· Manual (M): En este caso el enfoque lo realiza el fotógrafo mediante el anillo que para tal fin posee el objetivo que tengamos montado en la cámara. Normalmente se emplea este modo en aquellos casos en los que el enfoque automático no es capaz de fijar el foto correctamente (situaciones de baja iluminación, poco contraste en el motivo…) y por lo general sólo tiene utilidad para sujetos estáticos; ya que es realmente difícil clavar el foco en un objeto en movimiento.

Carrusel nocturno

Las variantes del modo de enfoque continuo

Los modos simple y manual no dejan demasiada libertad de elección al fotógrafo en cuanto a variación de parámetros. Cierto es que podremos elegir el punto de enfoque que queramos de entre todos los disponibles pero como os decía, estos dos modos están pensados sobre todo para motivos estáticos y de ahí que sean bastante sencillos de emplear.

La verdadera «chicha» viene con el modo continuo, ya que ahí sí que tenemos bastante libertad de elección en función de la cámara que estemos empleando. Por ejemplo, en mi D300 puedo elegir varios modos de seguimiento pensados para sujetos que se mueven «en tres dimensiones»: si el sujeto enfocado se mueve con rapidez y se sale del punto de enfoque que lo cazó en primera instancia la cámara es capaz de detectar esta situación y fijar el enfoque buscándolo con los puntos circundantes.

Ferias y Fiestas Alcalá 2010

Persiguiendo al motivo

Si el sujeto se mueve con cierta suavidad como puede ser un ciclista o un patinador, podremos seguirle con cierta precisión y en tal caso con que estén alerta los nueve puntos que rodean al que esté activo es suficiente. Sin embargo, si el sujeto se mueve con rapidez por todo el encuadre (podéis pensar en un jugador de ténis) podemos hacer que la totalidad de puntos estén constantemente ojo a vizor para convertirse en el punto activo si el motivo al que estamos siguiendo cae sobre cualquiera de ellos.

Precisamente en ese tipo de situaciones estuve probando hace tiempo mi cámara y os aseguro que es realmente curioso comprobar cómo el punto de enfoque empleado inicialmente para fijar el foco en el motivo de turno se mueve acompañándolo por todo el encuadre a medida que éste se desplaza de aquí para allá.

Nikkor 80-200 f/2.8

Del mismo modo, en las cámaras de gama profesional también podemos configurar el lapso de tiempo durante el cual, si el motivo principal queda oculto, la cámara entiende que ha desaparecido y pasa a buscar otro motivo. Esto se hace por ejemplo para fotografías de aves en movimiento, ya que es posible que en su recorrido pasen por detrás de árboles u otros elementos y durante esos instantes no nos interesa que la cámara se ponga a buscar un nuevo punto de enfoque como una loca.

En general, por el tipo de fotografía que suelo hacer (urbana y paisaje sobre todo) empleo muy poco el enfoque continuo; y mucho menos el seguimiento activo con varios puntos de apoyo y demás. Sin embargo, contar con tantos puntos de enfoque repartidos a lo largo y ancho de buena parte del visor permite que me centre en la composición de la fotografía siendo el tema del enfoque una tarea mucho más simple que si me tuviera que poner a seleccionar zonas y demás.

Lechuza (perfil)

Una ayudita nunca viene mal

Ya sabéis que al final lo que importa de verdad es la persona que está detrás del visor de la cámara; pero siempre es bueno contar con el apoyo de la técnica para centrarnos en las tareas más artísticas dejando que los automatismos hagan el trabajo sucio por nosotros. No es delegar nuestras decisiones en la cámara (cosa a la que siempre me he opuesto) sino hacer las cosas de un modo más sencillo.

* Todos los artículos de este tipo en https://luipermom.wordpress.com/fotografia

D40 junto a D300: una cuestión de tamaño

Vistas por separado puede parecer que no hay gran diferencia de tamaño entre una Nikon D300 y una D40; pero si las ponemos juntas es cuando te das cuenta de que en realidad una parece la madre de la otra.

Lo más curioso del tema es que cuando me compré la D300 me parecía enorme y lo que me ocurre ahora es que la D40 me resulta microscópica. Qué rápido se habitúa el ser humano a las novedades, ¿verdad?  😛

Medición fotométrica empleando objetivos sin CPU

Las cámaras réflex Nikon pertenecientes a la gama profesional tienen una característica que me parece muy útil: la posibilidad de calcular la exposición correcta sin necesidad de que el objetivo cuente con una CPU que se comunique directamente con la electrónica de la cámara.

Eso se hace mediante un «saliente» que posee el anillo de diafragmas de las ópticas antiguas que indica a la cámara la apertura seleccionada en función de su posición. Posición que la cámara interpreta gracias a una pequeña pestaña que posee en la parte externa de su montura y que gira solidariamente con el anillo de diafragmas del objetivo utilizado.

De hecho, esto que os comento no es nada nuevo ya que antes de la aparición de los objetivos con CPU (que se distinguen por los pequeños pines metálicos de sus bayonetas) es lo que se hacía para saber a qué diafragma se iba a disparar la fotografía y hacer así los cálculos de exposición correspondientes. Sin ir más lejos, mi Nikon EM posee este acoplamiento que os digo como podéis apreciar en la parte superior derecha de la montura en la siguiente imagen:

Nikon EM (1979)

Ya sabéis que las cámaras réflex siempre emplean la máxima apertura disponible a la hora de enfocar y componer la imagen, por lo que de algún modo necesitan saber a qué apertura se cerrará el diafragma en el momento del disparo. En las cámaras actuales esto se hace mediante los diales de control del propio cuerpo; pero en los objetivos más antiguos se hacía mediante el anillo de diafragmas que poseen en la base del barrilete y que podéis ver en las fotos de alguna de mis ópticas.

AF Zoom Nikkor 35-70mm f/3.3~4.5S MACRO MK I (II)

Girando ese anillo seleccionábamos la apertura a la que íbamos a hacer nuestra fotografía y de ahí que la cámara necesitara algún medio mecánico para saber en qué posición se encontraba. Precisamente este sistema de notificación física de la posición del anillo de diafragmas es lo que se ha eliminado en las cámaras digitales más sencillas con objeto de ahorrar costes y el motivo por el que usando objetivos antiguos esos cuerpos no son capaces de utilizar el exposímetro.

Eso sí, aunque tengamos una cámara de gama alta que nos permita usar el exposímetro en objetivos sin CPU debemos de indicarle un par de parámetros para que pueda calcular con precisión la exposición: la distancia focal del objetivo a utilizar y la apertura máxima del mismo.

Si introducimos estos dos datos correspondientes a nuestro objetivo (en la D300 disponemos de nueve posiciones diferentes de memoria para ello) podremos disparar nuestras fotografías empleando la medición matricial de la luz, lo que garantiza en la mayoría de los casos una exposición equilibrada incluso en situaciones de iluminación complicadas porque, de hecho, ese es uno de los puntos fuertes de las cámaras Nikon.

Abonando el campo

Si empleaba un objetivo sin CPU en mi D40 tenía que calcular la exposición «a ojo» consultando el exposímetro en la pantalla de la cámara después de cada disparo y haciendo las correcciones pertinentes hasta lograr la exposición deseada. Sin embargo, en la D300 puedo disparar con un objetivo sin CPU sabiendo que la fotografía estará correctamente expuesta. De hecho, me sorprender ver cómo incluso imágenes tan complicadas de exponer de forma equilibrada como las captadas a través de mi ojo de pez quedan perfectas haga lo que haga.

En mi propio encuadre

En definitiva: si disponéis en vuestra cámara de esta característica y contáis en vuestro arsenal con un objetivo antiguo, haced uso de ella y veréis lo bien expuestas que quedan las imágenes. Eso sí, en caso de que no contéis con este tipo de medición tampoco os preocupéis porque lo mejor de las cámaras digitales es que podemos disparar veinte fotografías cambiando diversos parámetros hasta dar con el resultado deseado.

* Todos los artículos de este tipo en https://luipermom.wordpress.com/fotografia

Tres rincones de Alcalá a vista de pez

Hacia tiempo que no montaba mi ojo de pez en la cámara y me iba a dar una vuelta por la ciudad para captar sus rincones desde ese punto de vista tan especial que da una óptica con un campo de visión de 180º. Una distorsión de la realidad mediante la cual el entorno parece rodearnos por completo y hacernos sentir en el mismo centro del universo.

Obras magistrales

Como ya os he dicho alguna vez, no se trata de un objetivo para usar todos los días; pero si sabes reservarte para uno de esos «momentos de inspiración» los resultados pueden tan bellos como llamativos. De hecho, un lunes por la mañana no se me ocurriría salir a pasear con él porque sé que no lograría gran cosa; pero una soleada tarde de domingo puede ser de lo más creativa cuando se juntan una serie de factores.

Trinitarios

Las tres imágenes que ilustran esta entrada son producto de un simple paseo por el centro de Alcalá con la mente bien despierta y los ojos abiertos de par en par. De ese modo, el hecho de buscar el punto de vista deseado y plasmarlo en una imagen se convierte en el acto más simple que existe.

Fuente de la plaza de San Diego

Espero que os hayan gustado las fotografías; sobre todo a los que tenéis la suerte de vivir en Alcalá, pues reconoceréis al instante los lugares aquí retratados.

¡Nos vemos por las calles!   😉