Ayer por la noche estuve en el concierto que Jarabe de Palo dio en Oropesa del Mar dentro de la gira llamada «Adelantando». Si hace tres años vino Fran Perea, en 2006 fue Carlos Baute el artista elegido y el año pasado le tocó el turno a M-Clan; esta vez ha sido el grupo de Pau Donés el encargado de amenizar la noche a los veraneantes oropesinos.

Montando el escenario del concierto
El concierto comenzó con una puntualidad inglesa: su inicio estaba previsto a las 00:30 y fue en ese mismo minuto cuando el grupo salió al escenario. Se me hizo raro, pues en todos los conciertos que he estado siempre suele haber algún retraso en el comienzo y esta fue una excepción que me pilló completamente desprevenido. De hecho las dos personas que me acompañaban y yo decidimos quedarnos hasta eso de la una de la mañana en una terraza tomando algo fresquito para hacer tiempo y cuando nos fuimos acercando a la playa a esa hora nos dimos cuenta de que el concierto ya había comenzado.
Una vez allí (tengo que admitir una vez más que es una pasada ver un concierto desde la arena) nos situamos a bastantes metros del escenario y nos vimos rodeados de familias con niños, parejas jóvenes y demás fauna urbana habitual en estas tierras durante los meses estivales. De todos modos, lo que más se notó es que mucha gente vino en coche con la intención de aparcar en las proximidades de la playa y se encontraron la desagradable sorpresa de que absolutamente todo estaba colapsado y no había manera alguna de deshacerse del vehículo. De hecho la policía local se veía absolutamente desbordada para intentar controlar el impresionante flujo de vehículos que venía de todas partes.
Respecto al concierto hay que decir que estuvo bastante bien: se centraron en los temas más conocidos siendo el punto álgido los primeros acordes de La Flaca; canción que dio la fama al grupo y que todos esperábamos escuchar. Sonaron también como os digo muchos otros éxitos como Bonito, Depende o A tu lado así como algunas composiciones que personalmente no conocía pero que me han gustado bastante, así que ya me encargaré de echar un vistazo a la discografía reciente de Jarabe de Palo, pues sólo he escuchado sus dos primeros discos. El escenario era bastante sencillo, pero al menos la iluminación estaba bastante trabajada: focos direccionales de diferentes colores, luces estroboscópicas y unos potentes focos que iluminaban al público de vez en cuando.
El sonido era bastante bueno, si bien no era muy elevado. Aun así ahí que tener en cuenta las dificultades de lograr una buena acústica en una playa metida entre edificios, pues los ecos pueden ser considerables. Por cierto, no sé qué miembro del grupo se dedicaba a aporrear el micrófono cada dos por tres con el consecuente «¡plom!» por los altavoces, pero es algo que me llamó bastante la atención. Por lo mucho que se movía Pau Donés supongo que sería él, pero vamos, es una anécdota sin más. Hubiera sido mucho más «escandaloso» que se le cayera el micro al suelo o algo así; entonces media playa nos hubiéramos quedado medio sordos del zambombazo de los altavoces.
También me destacó mucho que en una de las pausas entre canción y canción el cantante (el conocido Pau Donés) se dirigió al público y dijo que si alguien quería camisetas o discos de Jarabe de Palo las estaban vendiendo en un puesto que habían montado junto al escenario. Lo de las camisetas sí que es habitual, pero lo de que también vendieran discos no lo había visto todavía. En fin, curiosas maniobras de marketing, pero se nota que el mercado musical tradicional no está pasando por sus mejores momentos y hay que hacer caja con lo que sea. Ah, y hablando de discos, al parecer el concierto de anoche se grabó para sacar posteriormente una recopilación en directo de algunos temas de Jarabe de Palo; por la presencia de cámaras cerca del escenario me imagino que será el típico CD + DVD que veremos en unos meses a la venta.
Y bueno, aparte de bajar a la playa a escuchar música también me llevé la cámara para tratar de sacar alguna foto decente del concierto, pues ya sabéis que disfruto un montón de estas cosas. Al final hice exactamente doscientas catorce fotografías de las que he seleccionado más o menos una decena que os pondré al final de esta entrada, pero entre que había más gente de lo que esperaba, que estábamos situados muy lejos del escenario (bendito teleobjetivo de la Konica MInolta) y que me dejé el trípode en Alcalá muchas de estas imágenes han quedado realmente mal. De todos modos, sea cual sea la situación, sacar fotografías de un concierto siempre es un reto que deja muy buen sabor de boca cuando ves que al menos hay un par de imágenes buenas.
Y poco más os puedo contar; he de decir que me lo pasé muy bien escuchando temas que hacía años que no oía, que la compañía de Itziar y Mikel fue de lo más agradable y que la música en directo siempre te hace disfrutar aunque no conozcas demasiado al grupo que esté tocando. En mi caso sí que conocía la mayoría de las canciones que tocaron, pero cuando he ido a conciertos de absolutos desconocidos para mí, también me lo he pasado fantásticamente bien. Los conciertos siempre tienen un ambiente especial que te hace disfrutar sea cual sea la música que suena.
Os dejo con las fotos. ¡Un saludo! 😉











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