Los hangares abandonados de la U.A.H.

Hoy me gustaría que os pusierais cómodos para escuchar la historia que os voy a contar: existe un lugar en Alcalá de Henares que me ha fascinado desde la primera vez que lo vi hace ya muchos años. Desde entonces, cada vez que he pasado por sus alrededores no he dejado de admirarlo y sentirme embrujado por esa extraña sensación que se tiene cuando uno se para a pensar en la historia de los hangares abandonados del campus de ciencias de la universidad de Alcalá de Henares.

Hangares abandonados UAH (I)

Recuerdo la primera vez que vi estos hangares: me había matriculado recientemente en mi ingeniería y en una de esas idas y venidas por el campus bajé por la cuesta adoquinada que comunica la facultad de farmacia con la de ciencias. Y en punto indeterminado del camino, a mi izquierda, como si el tiempo se hubiera detenido para siempre, envejecía bajo el sol una inmensa mole de hormigón armado que, si bien nunca tuvo la gloria que se le puede presuponer, hasta el más despistado se preguntaría qué diablos hacía aquello allí.

Hangares abandonados UAH (IV)

Pues bien, esa estructura gris de 157 metros de largo por 13 de alto que a día de hoy poco a poco se va desintegrando por el paso del tiempo y las inclemencias meteorológicas es un hangar cuyo origen desconocen muchos de los estudiantes que día tras día pasan junto a él para coger el tren que les devuelva a su hogar.

Precisamente por eso, para saciar la curiosidad de aquellos que un día quieran saber algo más de esta extraña edificación y por si un día estos hangares sencillamente dejan de existir es por lo que hoy quería hablaros de ellos durante este rato que vamos a compartir.

Hangares abandonados UAH (V)

La cosa es que hacia 1936 se inauguró un aeródromo (en realidad poco más que un páramo y una torre de control) en las inmediaciones de este lugar llamado «Aeródromo de Barberán y Collar», que durante la guerra civil española sirvió de base de operaciones para los primitivos cazas que en aquella época sobrevolaban los cielos de Madrid y sus alrededores.

Veloces aviones soviéticos que debían ser manejados por manos de aquellas frías tierras debido a que en España todavía no habíamos alcanzado el nivel tecnológico necesario para desarrollar y pilotar máquinas capaces de volar a velocidades que para la época parecían de ciencia-ficción. Puede que precisamente por eso a alguien se le ocurriera que podría ser una buena idea formar a jóvenes aviadores y ahí resida la primera piedra de lo que se propondría tres años después.

Hangares abandonados UAH (VIII)

Dada la importancia del enclave, al término de la contienda se decide ubicar en él la sede central de la recién fundada Academia General del Aire, de modo que en 1943 se empieza a edificar la propia academia junto a las vías del tren (sí, es la actual facultad de ciencias ambientales) así como los hangares que protagonizan este artículo y una capilla que a día de hoy todavía permanece en un aceptable estado de conservación situada entre el hospital Príncipe de Asturias y las residencias universitarias.

El problema es que nunca se llegó a terminar el ambicioso proyecto porque al final la academia se llevó a tierras murcianas sin que nadie tuviera muy claro qué hacer con lo que ya se había levantado en Alcalá. Y es que aunque tanto el edificio donde se impartiría la formación a los alumnos como el propio hangar se usarían durante bastantes años con fines militares, en realidad las obras quedarían a medias y no sería hasta la década de los setenta cuando los terrenos pasarían a ser propiedad de la universidad y se aprovecharía la infraestructura existente para construir algunos de los edificios que conformarían el futuro campus de ciencias.

Hangares abandonados UAH (IX)

Sin embargo, al igual que la torre de control y el edificio principal se restauraron para cobijar algunas instalaciones universitarias, del hangar nadie quiso saber nada. Cierto es que además de las múltiples fiestas universitarias que se han celebrado bajo su techo desde los años ochenta, a lo largo del tiempo han surgido ideas para dotarlo de cierta funcionalidad (hubo un proyecto del que recuerdo haber leído algo en mi época de estudiante sobre aprovecharlo para el jardín botánico) pero la realidad es que a día de hoy los hangares son un esqueleto renqueante del que la universidad se ha desentendido por completo, limitándose a usarlo como mero almacén de contenedores de papel y residuos vegetales.

Hangares abandonados UAH (X)

Confieso que siento cierta pena cuando paseo entre sus columnas y veo cómo poco a poco el hormigón se va resquebrajando y desmoronando a pasos agigantados. Caminando por el centro de la nave en un día tranquilo uno puede verse sobresaltado incluso por el eco de sus pisadas; y es que esa sobrecogedora sensación que te invade cuando miras a sus cubiertas laterales bajo las mismas te hace sentir muy pequeño en comparación con ese mastodonte herrumbroso que parece mirarte en silencio.

Además de todo esto, he de reconocer que la estructura del lugar me recuerda poderosamente a la obra de M.C. Escher «Partición cúbica del espacio«, ya que la disposición de las columnas en ángulos rectos formando una estructura de cubos en sus extremos me hace pensar en esa curiosa obra mezcla de arte y matemáticas.

Hangares abandonados UAH (III)

Sinceramente, no creo que con el tiempo se le vaya a dar uso alguno a estos hangares. Dado que la obra necesaria para adecuar la estructura a las modernas normativas de construcción y que en el fondo no son más que columnas y una lámina curvada de hormigón a modo de tejado, me temo que en caso de hacer algo en esa zona se demolerá el hangar y se edificará algo nuevo partiendo de cero.

Por eso paso de vez en cuando por allí con mi cámara: porque cada vez que hago unas fotos allí pienso que podrían ser las últimas, porque puede que mañana aparezca una excavadora y comience a devorar lo que un día iba a ser la envidia de la aviación militar de medio mundo y que ahora no es más que una ruina sucia y olvidada.

Hangares abandonados UAH (II)

Si los hangares se acaban perdiendo (y creo muy a mi pesar que los años me acabarán dando la razón) habremos perdido un trocito de la historia de Alcalá; pero si con estas líneas he despertado vuestra curiosidad y la próxima vez que vayáis a coger el tren levantáis la mirada para fijaros un instante en esta singular construcción, entonces habrá merecido la pena redactar estos párrafos.

Hangares abandonados UAH (VII)

Un día en la ciudad de las artes y las ciencias de Valencia. Museo Príncipe Felipe, Hemisferic y Umbracle

Como os dije en la entrada anterior, he dividido la crónica de la visita a la ciudad de las artes y las ciencias de Valencia en dos partes para no saturaros a fotografías; así que en esta segunda entrega voy a centrarme en el museo Príncipe Felipe, el Hemisferic y las zonas comunes que existen entre las instalaciones.

Arquitectura (X)

Museo Príncipe Felipe

El museo Príncipe Felipe es una sala de exposiciones enfocada a que el usuario interactue con lo que hay allí. No es un museo «al uso» en el que uno va desfilando delante de diversos elementos sin más; sino que todos ellos están diseñados para que el visitante los toque, juegue, huela o los emplee de algún modo.

De primeras uno podría pensar que se trata de un museo enfocado al público infantil; y aunque es cierto que se trata de un lugar en el que los niños lo pasarán en grande al tiempo que aprenderán algunos conceptos científicos básicos, no es menos cierto que tanto mi novia como yo disfrutamos como enanos durante el par de horas largas que nos llevó visitar las tres plantas de las que consta.

Os dejo con algunas imágenes que capté allí dentro esperando que os gusten:

Arquitectura (VIII)

Radio

Deslizarse

Arquitectura (VII)

Volando bajo

Autoretrato conjunto

Hemisferic

Nunca había ido a un cine IMAX y he de decir que aunque me ha gustado mucho, también he pasado algún mal rato por culpa de la inmersión que uno tiene en la película que está viendo.

Me explico: por si no lo sabéis un IMAX es una sala de proyección de cine cuasi-esférica en la que la película se proyecta directamente sobre la semicircunferencia superior de la bóveda que forma la sala. Esto hace que para ver la película tengamos que estar muy reclinados y que la imagen nos rodee por completo dando la sensación de que la vida transcurre a través de un ojo de pez.

Si estamos viendo imágenes más o menos estáticas el efecto es tremendo, pues parecemos estar en medio de la secuencia que narra la película. El problema viene cuando llegan escenas muy movidas como un partido de fútbol entre elefantes o un vuelo en avioneta (ambas pertenecientes a la película que vimos titulada «Nacidos para ser libres») pues al no tener referencia de la sala porque todo nuestro campo de visión está ocupado por las imágenes proyectadas la sensación de mareo es bastante fuerte.

No debo de ser un bicho raro cuando justo antes de comenzar la proyección una voz en off nos dice que si nos sentimos mareados cerremos los ojos unos segundos y la sensación desaparecerá al momento y, de hecho, uno de los comentarios más escuchados al salir de allí era precisamente que a la gente se le iba la cabeza en algunas escenas. Sea como sea, el consejo funciona y si cierras los ojos unos segundos todo vuelve a la normalidad (al menos hasta el siguiente movimiento brusco de cámara).

Por cierto, como podéis observar no hay fotografías del interior de la sala debido a que hay prohibición expresa de captar imágenes allí dentro. Me fastidia porque con una foto hubiera quedado mucho más claro lo que os he contado en los párrafos anteriores y porque la sala es sencillamente espectacular; pero no quería tener problemas con el personal de la sala y decidí dejar la cámara dentro de la  mochila.

Umbracle

El conocido como Umbracle no son más que las zonas comunes en la ciudad de las artes y las ciencias por las que se puede circular libremente para moverse entre los diferentes edificios. Se trata de un escenario muy bueno para el fotógrafo, ya que las rotundas formas de los edificios así como el lago que cubre buena parte de la extensión dan lugar a imágenes muy relajantes que muchos de vosotros ya habréis visto una y mil veces.

Arquitectura (IX)

Arquitectura (III)

Precisamente, ya con la noche echándose encima y a punto de volver a casa realicé un trío de fotografías usando diferentes focales al conjunto formado por el Hemisferic y el museo de arte Reina Sofía (que no visitamos) de las que no soy capaz de quedarme con una sola, de modo que he decidido colocar las tres en secuencia y que cada uno decida cuál le gusta más.

Arquitectura (V)

Arquitectura (VI)

Arquitectura (XI)

Como os decía antes, podéis hacer esas mismas fotos que os muestro en este apartado sin tener que pagar ningún tipo de entrada, ya que se trata de una zona de libre acceso. Si estáis haciendo fotos por Valencia y os apetece dar una vuelta por un conjunto arquitectónico bello e innovador podéis acercaros por la ciudad de las artes y las ciencias porque seguro que os llevaréis de recuerdo alguna fotografía que merezca la pena.

Cruce de caminos

¡Nos leemos!

Lugares abandonados (25): el mini-mercado del campus universitario

Ignoro por completo qué ha llevado a un abandono casi total al pequeño centro comercial situado en el campus universitario de Alcalá de Henares. Hace unos años uno podía encontrar allí varios negocios como una copistería, una autoescuela o una tienda de alimentación entre otras cosas; pero a día de hoy lo único que queda es una sucursal del banco Central Hispano y un pequeño estanco en la parte exterior del recinto.

Mini-mercado en el campus universitario

Mini-mercado en el campus universitario

En la parte interna no queda absolutamente nada abierto: todo son cierres metálicos bajados, polvo y penumbra. Ni rastro de actividad en ningún lugar pese a que las residencias universitarias que hay junto a este lugar siguen llenas de estudiantes que, supongo, habrán decidido hacer sus compras en el Mercadona que hay a apenas 500 metros de este lugar.

Incluso el siempre bullicioso gimnasio parece haber perdido toda su actividad desde hace mucho tiempo viendo sus máquinas cubiertas de polvo y los grafittis que hay en los cristales.

Gimnasio abandonado en el mini-mercado del campus universitario

Hacía tiempo que no publicaba fotografías de estos lugares abandonados que siempre me llaman tanto la atención; y espero hacerlo más a menudo porque cuando me pongo a recordar cosas como las que viví en los alrededores de este mercado abandonado (sin ir más lejos una novia de aquellos años se sacó el carnet de conducir en la autoescuela que os decía antes) me traslado por unos instantes a épocas pasadas que ya no volverán.

Paseo fotográfico por Alcalá (7ª parte)

Aprovechando una rápida visita a la escuela politécnica de la universidad de Alcalá de Henares en un día muy soleado, me llevé la cámara de nuevo y retraté algunos lugares pintorescos de por allí. A continuación, cuando me dirigía ya a casa con el coche, opté por aparcar en Ciudad 21 realizando por allí un par de tomas de detalles curiosos que se ven entre tantos chalets. ¡Espero que os gusten!

Campus primaveral

El colorido parque que hay entre la escuela politécnica, el hospital y la facultad de medicina

Paseo bajo los prunos

Entrada al hospital frente a la facultad de medicina

La cuadratura del círculo

El tragaluz que hay en la entrada de la escuela politécnica

Días de primavera

Prunos floridos junto a la escuela de enfermería

La sierra de Madrid vista desde la escuela politécnica de la UAH

Vista de la sierra de Madrid todavía con nieve. Me tuve que ir hasta la carretera de Meco y atravesar unos matorrales para hacer esta fotografía, pero mereció la pena.

Esperando al anochecer

¿Qué miraría tan intrigado este pajarillo?

Ciudad 21

La calle principal de Ciudad 21. Por aquí parece no haber pasado el tiempo...

Primavera a la japonesa

No estoy seguro, pero creo que es un cerezo. Un almendro a pleno sol; gracias Combusso.

El águila petrificada

Adorno en lo alto de la puerta de un chalet

Paisajes (III)

Tres fotillos rápidas antes de irme a dormir. Ha sido un día de Reyes bastante largo (y bueno), pero eso es algo de lo que os hablaré mañana por la mañana, que ahora no estoy yo para escribir grandes historias  😉

Por cierto, la primera imagen que os muestro en esta entrada es de unas rocas de Oropesa del Mar y las otras dos están hechas desde el puente de acceso al campus de ciencias de la universidad de Alcalá. Las vistas desde ese punto son una pasada al atardecer.

Rocas en Oropesa del Mar

El cercanias a su paso por Alcalá de Henares Universidad

Atardecer en Alcalá (campus de ciencias)