Acudes a trabajar como todos los días de este invierno. Con el día recién estrenado, el coche va avanzando entre tierras de cultivo, acequias y casitas de labranza mientras piensas en la de cosas que te esperan en la oficina y esa reunión tan importante de mañana.
De repente algo llama tu atención y para confirmar lo que crees que has visto frenas en seco, das marcha atrás unos metros y te detienes junto a un árbol.
Una pista más que nos confirma lo que os decía recientemente: que la primavera está más cerca de lo que parece…