Estaba claro que tras mis últimos escarceos con las curvas de los ventiladores y vista la importancia de la renovación del aire dentro de la caja del PC tenía que conseguir un chasis mejor ventilado sí o sí. Por tanto, el artículo de hoy va a tratar de cómo cambié todos los componentes de mi ordenador a una nueva caja y cómo ha influído esto en las temperaturas de sus elementos principales.
Tres premisas fundamentales
Las premisas en esta ocasión fueron las siguientes: caja con frontal mallado, posibilidad de meter ventiladores de 140 mm y disponer de mayor espacio interior para la correcta circulación del aire; así que vamos a ir detallando uno por uno cada uno de estos tres puntos.
- Frontal mallado
Mi anterior caja tenía una abertura en el frontal por la que entraba el aire fresco del exterior, pero tenía dos problemas: realmente no entraba demasiado por si mismo de modo que le coloqué un par de ventiladores frontales, los cuales al forzar el paso del aire por la abertura provocaban cierto ruido aerodinámico que, si bien por el día no se apreciaba demasiado, ahora que tengo un bebé de 7 meses en casa cada decibelio que pueda rascar cuenta.
Por tanto, mi opción para la nueva caja no podía ser otra más que la de un frontal mallado que permita el paso del aire silenciosa y libremente para de esta forma enfriar los disipadores de gráfica y CPU. Teoricamente este tipo de cajas son las más adecuadas para esto, de modo que comprobaré por mí mismo si la diferencia es apreciable o no.
- Ventiladores de 140 mm
Aunque tan sólo sean 20 mm más de diámetro, en general los ventiladores de 140 mm son capaces de mover mucho más aire que los de 120; o dicho de otra forma, para mover una misma cantidad de aire giran a menos RPM y por tanto el ruido producido es menor. Y es que, como os decía antes, ahora el silencio es una prioridad para mí.
Hay cajas que usan ventiladores de hasta 200 mm, pero eso ya empezaría a parecerse a una subestación eléctrica y quería algo que fuera, además de funcional, discreto. Por lo tanto, 140 mm me parecía una buena medida y a día de hoy hay multitud de cajas que los aceptan. Por supuesto tendrían que estar controlados mediante PWM para poder regular su velocidad en función de la temperatura interior de la caja.
- Amplitud interior
Para que en el interior de la caja pueda haber un movimiento fluído de aire frío y caliente ha de existir espacio libre, y eso en una caja microATX es complicado porque, para empezar, la fuente de alimentación está a escasos centímetros de la entrada de aire de la tarjeta gráfica si esta es de las que ocupan entre dos y tres slots PCIe como es mi caso.
Sé que en su momento dije que las cajas ATX me parecían unos mamotretos enormes, pero también es cierto que para mis necesidades actuales además de bien ventilada quería la caja tuviera espacio de sobra para que las corrientes de aire se movieran con libertad en el interior del chasis. Por tanto esta vez opté por una caja grande (más alta pero también más ancha) pese a que la placa base iba a seguir siendo una B450M de MSI.
Buscando caja y ventiladores
Ya con la idea bien definida en mi cabeza me puse a buscar una caja con las características que os comentaba. La verdad que la anterior Aerocool Bolt Mini, pese a ser barata y sencilla me pareció muy bien resuelta, de modo que busqué dentro de la misma marca un modelo como el que tenía en mente y enseguida di con la Graphite, la cual la hay en dos versiones: una con RGB y otra sin él. Esta vez elegí la más discreta, que tiene un precio que ronda los 50 euros e incluye el lateral izquierdo en forma de puerta completa de cristal templado (esta vez no es de material plástico como en la anterior, que se raya con facilidad).
En cuanto a los ventiladores, la idea inicial era colocarlos como en la caja anterior: dos delante metiendo aire, uno detrás sacando y dos arriba también sacando aire caliente para ayudar a ventilar el habitáculo. El modelo elegido buscando un buen compromiso entre silencio y caudal y, por supuesto, con regulación mediante PWM fue el Arctic F14 PWM PST; en concreto en formato pack de 5 ventiladores que salía por poco más de 30 euros.
Manos a la obra
Una vez recibidos los nuevos componentes tocaba desmontar al completo la caja anterior; operación que no me llevó más de media hora. Con todo sobre la mesa luego la cosa fue ir metiendo los componentes en la nueva caja (aunque el conjunto placa+micro+disipador+RAM fue de una pieza, lo cual me ayudó a ganar algo de tiempo), colocar los nuevos ventiladores y organizar todo el cableado por la parte trasera.
Una vez terminado me di cuenta de dos detalles: los cables principales de la fuente eran un poco feos con esas terminaciones rojas, naranjas y amarillas junto a los conectores, de modo que compré unas extensiones de 30 cm en color negro para darle un aire más elegante. Y ya que estaba compré también un soporte tipo columna para la tarjeta gráfica, ya que aunque había fabricado uno provisional con una espuma muy densa, la verdad es que era un poco indigno.
Aprovecho para daros un par de consejos rápidos: si no usáis discos duros mecánicos podéis extraer la «jaula» que hay en el habitáculo inferior y aprovechar ese hueco para meter todo el cableado sobrante (imprescindible en el caso de usar extensiones). Y relacionado con esto, os recomiendo encintar los conectores que no uséis (especialmente los Molex) porque a veces sus contactos quedan algo expuestos y al estar todo arremolinado por los rincones oscuros de la caja podrían llegar a tocar algo metálico provocando un corto.
Con estos elementos añadidos di por finalizado el montaje de la nueva caja y he de decir que de aspecto quedé muy satisfecho. Sólo me chirría un poco el ventilador del disipador, que es de color blanco y canta bastante. Dado que compré el NOX Hummer H212 limitado por la estrechez de la caja anterior, seguramente me haga con un Cooler Master 212 Black Edition o algún modelo similar tanto por estética como por capacidad de enfriamiento. Eso siempre que previamente compruebe que no haga demasiado ruido, pues la ventaja del NOX es que incluso a su máxima velocidad su sonido es apenas perceptible y es capaz de mantener perfectamente a raya las temperaturas del Ryzen 7 3700x.
Ah, y hablando de ruido, para tratar de ganar un poco más de silencio de momento he decidido no poner los dos ventiladores superiores, ya que al tener una superficie de rejilla muy grande también en ese panel creo que el aire caliente saldrá con cierta facilidad y más si tenemos en cuenta que hay dos ventiladores metiendo aire y uno sacando, de tal modo que en el interior de la caja se produce una presión positiva que ayudará a la evacuación del aire por las rejillas.
Como anécdota, la primera vez que lo arranqué tuve que mirar si los tres ventiladores estaban funcionando porque el ordenador prácticamente no se escuchaba. Y sí, estaban funcionando a unas 500 rpm, siendo su máximo de 1300. A esa velocidad apenas los escuchaba, pero quedaba ver hasta dónde acelerarían cuando empezara a hacer pruebas con benchmarks y videojuegos exigentes.
Midiendo temperaturas
Tras un rato en idle, las temperaturas se estabilizaron en torno a 23 ºC para la gráfica, 31 ºC para el micro y 27 ºC para la caja, que son algo más frescas que con el chasis anterior. Buen comienzo, pero ahora empezaban las pruebas de verdad:
El día antes de desmontar el ordenador lancé el test Kombustor y lo mantuve en ejecución hasta que se estabilizaron las temperaturas de gráfica, micro y caja (para esta última se necesitan unos 20 minutos hasta que se mantiene estable) arrojando el siguiente resultado:
Gráfica: 73 ºC (aunque Afterburner da 72 ºC, cosas del redondeo) // Micro: 63 ºC // Caja: 55 ºC
Una vez finalizado el montaje hice la misma operación manteniendo las curvas de configuración de ventiladores en BIOS y Afterburner obteniendo las siguientes temperaturas:
Gráfica: 65 ºC // Micro: 52 ºC // Caja: 48 ºC
Esto representa una ganancia de unos 8 grados en la gráfica, 11 en el micro y 7 en la caja (todas las pruebas anteriores están hechas con una temperatura ambiente de unos 20 grados) pero lo que más me ha sorprendido es que incluso durante la ejecución de las pruebas el ruido generado por el ordenador es mucho menor que antes, hasta el punto de que fuera de la habitación con la puerta abierta es inaudible. De hecho es que con la caja a 48 grados los ventiladores de 140 mm giran a unas 650 rpm, que es el 50% de su velocidad nominal. Es decir, que funcionan en una zona en la que todavía no hacen casi ruido, pues siempre se ha dicho que en general los ventiladores empiezan a escucharse a partir de 750 u 800 rpm.
Me da mucha rabia no haber usado el sonómetro que tengo para haber medido el sonido del equipo antes y después del cambio de caja y ventiladores y tener así unos números de cómo ha cambiado la cosa, pero es que no imaginaba que la mejora iba a ser tan radical y por eso ni se me había pasado por la cabeza hacer la medición. Estoy contento con la bajada de las temperaturas, pero mi mayor alegría es el drástico decremento en la sonoridad del equipo, en serio.
Y ya está, poco más que contaros, puesto que el resto del hardware es el mismo. Aparte de la mejora de temperaturas y sonoridad del equipo esto también me ha servido para cacharrear un poco, que es algo que de unos meses a esta parte cada vez me puedo permitir en menos ocasiones por la cantidad de tiempo y energía que requiere el cuidado del pequeño terremoto que ya ha empezado a gatear por la casa y al que no puedo quitar el ojo de encima ni cinco segundos.
¡Nos leemos!
Según te iba leyendo te iba a contestar acerca de las bondades de cajas de presión positiva, pero después te he leido que ya has caido en ello jejeje
Con cajas de presión positiva, además que en general la circulación de aire es mucho mejor, más limpia y llegando a más sitios, lo que se consigue es centralizar en un punto muy concreto la entrada de polvo, por los filtros.
En una caja de presión negativa, sobretodo en las cajas con rejillas por todos lados, terminamos metiendo aire everywhere, entrando muchísimo más polvo y haciendo unos flujos de aire un tanto extraños, como que entre el aire por donde la gráfica y salga directo por los ventiladores traseros y superiores.
Resumen, «hincha el globo» que el aire saldrá por donde quiera y pasando por todos los componentes.
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