Recuerdo que a mediados de la década de los ochenta mi padre tenía un Citroen GS y una mañana de domingo, cuando íbamos hacia Madrid para comer en casa de mis abuelos, me dijo orgulloso: «Mira Luis, el coche acaba de cumplir 40000 kilómetros, que es como dar la vuelta al mundo por el ecuador».
En aquel momento aquello me pareció una hazaña digna del mismísimo Marco Polo, pues imaginaba a aquel coche color crema que tenía un extraño velocímetro rotatorio en medio del salpicadero surcando los países que se iba encontrando mientras daba la vuelta al mundo por la línea imaginaria que discurre entre los dos hemisferios del planeta.
Llegar a esa cantidad de kilómetros le llevó a mi padre entre seis y siete años, ya que por aquella época iba al trabajo en transporte público y apenas movía el coche más que en vacaciones y durante los fines de semana. Supongo que a él mismo también le parecería una proeza y de ahí su orgullo al narrarlo en aquel momento.
Han pasado muchos años desde entonces, pero ayer por la noche vino con fuerza este recuerdo a mi mente cuando me di cuenta de que mi coche (un Opel Corsa D Ecoflex de finales de 2010) acababa de superar los 160000 Km, que es como dar cuatro veces la vuelta al mundo por el ecuador. Cifra que, además, he alcanzado en menos de cuatro años, de modo que se podría decir que he repetido aquella gran aventura de dar la vuelta al mundo sobre cuatro ruedas más o menos cada año.
Sé que el hecho de hacer 160000 Km en coche hoy en día no tiene ningún mérito y que la gente que se dedica al transporte realiza estos kilometrajes en apenas unos meses; pero reconozco que me gustó pensar en ese niño que casi treinta años después acabó cuadriplicando aquella vuelta al mundo que tanto le fascinó en su momento.
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Ya llevo yo unos 260000 km con mi pequeño Polo de 70 CV, incluidas un par de salidas por Europa: la primera hasta Frankfurt (zona de) y la segunda una road movie por Venecia, Croacia, Mostar y Sarajevo, Budapest, Praga, Berlín, Amsterdam, Brujas, Paris y San Sebastián (unos 8100 km por unos 550 €). Creo que sin un diesel, habría sido más caro, desde luego.
Un saludo, me ha gustado bastante tu blog.
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