Es curioso, pero en un mismo día (concretamente el pasado miércoles) me encontré con dos construcciones que nada tienen que ver la una con la otra pero en las que se puede apreciar claramente la forma de una cara.
La primera de ella se encuentra en la entrada principal del castillo de Morella y, vista a contraluz, tiene un cierto aire diabólico como podréis apreciar en la siguiente fotografía:
La otra está en la plaza mayor de Sant Mateu; aunque en esta ocasión el aspecto es más felino o incluso robótico. A mí particularmente me recuerda a algún tipo de cómic japones; si bien no soy capaz de asociarlo con uno en concreto.
No me negaréis que la cosa tiene su punto de gracia, ¿verdad?
Buenísimas las dos, y muy curioso tema fotográfico 🙂
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Un magnífico tema a desarrollar, felicidades por el Blog.
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¿Se han fijado que los frontales de los automóviles siempre han tenido forma de cara?
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Cuánta razón tienes! Hay caras escondidas por todas partes!
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