El pueblo de Torre la sal es como un pequeño oasis donde la vida transcurre siempre tranquila y los atardeceres parecen más coloridos y brillantes. Estando a diez minutos escasos de mi casa, es lógico que me escape por allí de vez en cuando para empaparme de la magia de sus rincones.
Prueba de esto son las fotografías que ilustran esta entrada; y es que hace apenas un par de días vi que a última hora de la tarde el cielo empezaba a cambiar de tonalidad y decidí dirigirme allí en busca de unas imágenes que inmortalizaran el momento y el lugar. Fotos que, por cierto, están hechas con el Panasonic 14 mm del que os hablaba hace unos días
¡Cómo me gusta captar con mi cámara estas pequeñas sorpresas cotidianas!
No sé ni cómo te atreves 
preciosas fotografías!!! enhorabuena!
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Vaya colores tiene ese cielo!
Esa pequeñas cosas cotidianas son muy importantes si se sabe mirar con buen ojo!
Un saludo!
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Estupendas fotos!
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¡Qué bárbaro! qué fotos tan bonitas! son casi mágicas.
Un beso desde México
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Este verano he ido corriendo por esa playa a pesar de las piedras y tb he podido recorrer algo de la zona en bici y es impresionante la paz de ese sitio. Increibles fotografias, me han hecho recordar la sensación de estar alli de nuevo.
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Hola!! cmo estas? hace mucho tiempo que no pasaba por aca y la verdad que las fotos siguen igual de hermosas!!! estas me gustaron mucho!!!! Espero que sigas bien ! saludos!
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Muchas gracias por estas estupendas fotos de Torre la sal y por tu blog en conjunto. He disfrutado un buen rato viendo las imágenes antiguas de Oropesa.
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