Si tenemos la suerte de que durante la noche el cielo se puebla de nubes, podéis estar seguros de que a primera hora tendremos un precioso amanecer. Lograr una buena foto ya sólo es cuestión de elegir el momento y el lugar adecuados.
Por cosas como estas merece la pena madrugar un domingo, creedme.
Muy hermosa fotografia; nos invita a relajar el alma.
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