Aunque la importancia de la luz en fotografía es un concepto al que me he referido unas cuantas veces en este blog, hoy me gustaría redactar un artículo más inspirador que teórico; ya que aunque la luz se puede medir de diversas maneras (longitud de onda, intensidad…) más allá de números y ecuaciones una acertada iluminación hará ganar muchos puntos a nuestras imágenes.
De hecho, si nos paramos a pensar en la esencia del arte de la fotografía, esta no es más que la posibilidad de captar la luz que refleja el motivo que tenemos delante de nosotros; por lo que entenderéis que si la luz que lo ilumina es la adecuada mejor será la que éste refleje y, por tanto, la que captará nuestra cámara.
«Buena luz»
Aunque el concepto de buena o mala luz sea incluso un poco filosófico podemos afirmar que, en lo que a fotografía ser refiere, una buena luz es aquella que por su dirección, su suavidad o su calidez realza los relieves y texturas de aquello que vamos a fotografiar al tiempo que suaviza los contrastes. Por eso se suele considerar que para fotografía de exteriores las mejores horas del día son los instantes posteriores al amanecer y anteriores al atardecer porque los rayos del sol llegan hasta nosotros de forma más difusa gracias a la atenuación de la atmósfera.
Para fotografía de interiores, retratos de estudio y demás de lo que se trata es de emplear flashes y balancear la iluminación desde diferentes frentes con ayuda de pantallas sincronizadas con los flashes y el empleo de reflectores; pero eso queda fuera de mis aspiraciones, ya que si me seguís de forma más o menos habitual ya sabréis que el tipo de fotografía que más me hace disfrutar es aquel que tiene como escenario campos, ciudades, naves industriales y, en general, espacios abiertos.
«Mala luz»
Por el contrario, siempre se ha considerado como mala la iluminación exterior en las horas centrales del día; ya que hace que las transiciones entre zonas iluminadas y en sombra sean muy fuertes, llegando a sobrepasar el rango dinámico del sensor de la cámara y, por tanto, dando lugar a zonas quemadas y empastadas en la imagen respectivamente.
Pero más allá de la buena o la mala luz, al final todo es cuestión de experimentar y probar nuestras propias ideas. A veces a las doce de la mañana los rayos del sol caen tan perpendiculares sobre la calle que podemos descubrir interesantes formas en las cornisas de las ventanas o en otros elementos arquitectónicos que en cualquier otro momento del día jamás captarían nuestra atención.
De todos modos, si queréis un consejo muy sencillo para acertar con el tema de la iluminación os diré que probéis a hacer vuestras fotos a primera hora de la mañana o última de la tarde dejando el sol a vuestra espalda (o como mucho a un lateral).
Si disparáis con el sol de frente a esas horas tenéis muchas posibilidades de obtener reflejos indeseados, flares, zonas sobreexpuestas y pérdidas de contraste locales o generales; pero dejándolo detrás tendréis el motivo de vuestra fotografía bañado con una suave luz que siempre resulta de lo más favorecedora (aunque vuestra propia sombra puede acabar siendo la protagonista de alguna que otra imagen).
En fotografía no existen los milagros
Y que nadie piense que una fotografía hecha con una iluminación horrorosa puede mejorar radicalmente a base de postproceso (Photoshop, Lightroom, GIMP o similares) porque si bien es cierto que podemos corregir algún defecto y jugar con las curvas de nivel haciendo uso de este tipo de programas, si no partimos de una buena base fotográfica no hay forma de obtener resultados decentes. Al fin y al cabo, si todo se corrigiera a base de software ¿dónde estaría el mérito del fotógrafo?
No quiero decir que haya que tener una iluminación perfecta para conseguir una buena fotografía; pero si algo he podido comprobar desde hace ya mucho tiempo es que una fotografía que de primeras nos parezca mala (o que técnicamente sea un completo desastre) no llegará a ser buena por muchas horas que nos pasemos manos al ratón.
Y ya poco más me queda por deciros con respecto a este tema. Tan sólo, como de costumbre, que agarréis la cámara y os deis una vuelta con ella en busca de inspiración y buenas fotos.
* Todos los artículos de este tipo en https://luipermom.wordpress.com/fotografia
Excelente artículo. Estoy de acuerdo contigo en todo. Efectivamente, creo que sea la luz que sea, se le puede sacar partido con imaginación y ojo fotográfico. Saludos.
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Eres un artista Luis, aunque recuerda que tb se utiliza el flash en exteriores, no sólo en interiores y por la noche u oscuridad. Cuentas todo de forma muy cercana, vamos sin irnos más lejos como si estuviéramos tomando algo en el Perro Verde, Lo que sí me gustaría alguna vez es ver en un post de todos los amaneceres y atardeceres que tienes. Creo que son uno de tus temas preferidos.
Un abrazo de otro fotógrafo.
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Hola Luis (oscar desde Colombia)
De nuevo felicitaciones por tu blog, !el mejor de fotografia en la web¡
Luis, tengo una pregunta: despues de leer tu articulo sobre la importancia de la luz en la fotografia, que ventaja o desventaja tienen las camaras con espejo translucido (sony serie alfa)?
Gracias y excelente articulo.
Oscar
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Lo del espejo translúcido sirve para que la cámara pueda enfocar continuamente durante la grabación de vídeo o el uso del Light View. El problema de las réflex «clásicas» es que con el espejo subido (es decir, cuando la luz se desvía hacia el sensor principal) la luz no llega a los sensores encargados del enfoque; mientras que con un espejo semitransparente, parte de la luz va al sensor principal y parte a los sensores de enfoque.
Ahora, lo que no sé es qué pasa con la exposición dado que un porcentaje de la luz «se pierde por el camino» cuando el sensor de la cámara la capta para hacer la fotografía usando LV o grabando un vídeo.
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