Si algo he aprendido de todos los años que llevo visitando estas tierras de Levante es que por aquí no suele llover demasiado; pero cuando lo hace suele ser en forma de aguaceros que se forman en pocos minutos y descargan agua de forma torrencial.
Precisamente ayer sábado tuve la ocasión de asistir “en directo” a la formación de uno de estos fenómenos meteorológicos; y es que cuando a media tarde caminaba con mi cámara por el paseo de la playa de La Concha me di cuenta de que en el horizonte se estaba formando una masa de nubes que precipitaba de forma intensa al tiempo que el mar se embravecía por momentos.
Por supuesto no me quedé allí esperando a ver si la tormenta se metía en tierra o se perdía en el mar; e hice bien, porque apenas media hora después de hacer estas fotos la imponente nube cargada de humedad tocaba tierra y Oropesa tuvo que soportar unas horas de lluvia intensa que, si bien no ha tenido consecuencias (de hecho hoy hace un día de playa digno de primeros de Julio) fueron una buena prueba de la fuerza que tiene la naturaleza. Eso sí, las ha habido peores…
Por cierto, aprovecho para dejaros el mismo consejo que el doy a todo el que viene a Oropesa y me pregunta si llueve a menudo por aquí:
Las nubes no suelen pasar de las montañas y por tanto llueve poco; pero si pasan y ves que se empiezan a acumular sobre el mar… ¡corre!
Yo siempre lo he dicho, en el mediterráneo no cae el agua, lo tiran. besos
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