Aquellos maravillosos años de la infancia: 1987

Lo reconozco: de pequeño me daban miedo las bengalas; y de ahí que en la fotografía que ilustra esta entrada no sea capaz de apretar más mis labios.

Enero de 1987

Esta imagen fue tomada en las Navidades de 1987 mientras pasábamos aquellas fiestas en familia en casa de mis abuelos incluida mi hermana nacida apenas un par de meses antes. Recuerdo bien que una mañana mi padre compró un sobre de aquellas pequeñas bengalas chispeantes y que a mi madre le pareció una buena idea que sujetara una de ellas encendida para hacerme una fotografía que diera cuenta del momento.

Por eso, a diferencia de otras imágenes de mi infancia, aquí no sonrío; y es que mi mueca representa más miedo que otra cosa. Lo que se me pasaba por la cabeza en esos momentos era que una de las chispas de la bengala prendería mi ropa y tendríamos un accidente. Y aunque al final nada de eso ocurrió, durante aquellos interminables segundos no podía evitar pensar en el inminente desastre mientras mantenía el incesante chisporroteo lo más alejado posible de mí.

No recuerdo mucho más de aquellas Navidades porque los recuerdos se mezclan con las de otros años al ser unas fiestas que más o menos siempre siguen el mismo guión. Sin embargo, sí que me acuerdo de que una tarde pusieron El Imperio Contraataca en la televisión y vi la película (que en aquellos días me pareció un rollo) yo sólo tumbado sobre la alfombra del salón mientras en el exterior caía una fuerte tormenta con rayos, truenos y centellas. No obstante, por mucho ruido que hiciera el cielo, a mí me acobardaba mucho más una simple bengala que costaba apenas diez pesetas.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.