Después de varias semanas de lluvias incesantes parece que el sol empieza a hacer acto de presencia. A la hora de comer caminar por la calle es una experiencia agradable porque su calor empieza ya a sentirse sobre la piel; pero lo mejor es que a media tarde es el encargado de que los cielos de la ciudad se tiñan de bellos colores ante los que no hay amante de la fotografía capaz de resistirse.
Me encanta, fotón 😉
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Me alegro, sobre todo porque sé que eres toda una enamorada de Alcalá.
¡Un besito, Natalia!
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Otro contraluz muy hermoso, ahí vamos al menos falta una por entrar al buzón, yeiiiiiiiiiiii beso inmenso Mompi 😀
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Efectivamente, a ver si esta semana me llevo otra alegría al abrir el buzón. ¡Ya te contaré! 😉
¡Besos grandes desde Alcalá!
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