El pasado domingo me levanté pronto y me fui al centro a hacer algunas fotos. Es algo que me gusta hacer siempre que puedo por varios motivos: apenas hay nadie por la calle, el silencio reinante en todos los rincones es de lo más relajante y además la luz suele ser bastante propicia para conseguir buenas imágenes. Aparte de eso, el hecho de levantarte pronto el fin de semana permite que el tiempo cunda más y puedas hacer más cosas; algo muy recomendable para empezar el lunes con alegría.
Mirad por ejemplo tres de las muchas fotografías que capté ese día:
Ver la plaza de Cervantes y sus alrededores sin nadie a la vista es algo poco habitual y que se sale de la tónica del resto de la semana, con personas caminando presurosamente en todas direcciones. De hecho, mañana tengo pensado repetir la experiencia a ver qué imágenes puedo obtener esta vez; de modo que si pasáis a primera hora por la calle Mayor es posible que me veáis con la cámara en la mano buscando algún punto de vista original.
¡Qué valor madrugar un domingo! 😉
PD: Me encanta la tercera foto 🙂
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Bueno, por lo general nunca me levanto más tarde de las nueve de la mañana los fines de semana; más que nada porque si me levanto a la hora de comer no me cunde el día y eso me da bastante rabia.
En cuanto a las fotos, tengo una cuarta reservada para una entrada que te va a gustar todavía más que la tercera 😉
¡Un saludo, Ricard!
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