Hace aproximadamente una semana estaba buscando unos documentos antiguos por un mueble de mi casa y de repente me encontré con algo que creía perdido para siempre y que me hizo abrir los ojos como platos al divisarlo entre unas cajas con material escolar de épocas pasadas. No era más que una funda de nylon en color negro con unas bandas amarillas, la palabra WERLISA escrita en el mismo color y una correa medio deshilachada colgando de un lateral, pero lo verdaderamente importante llevaba esperándome en el interior desde hacía muuuuchos años.
Se trataba ni más ni menos que de… ¡mi primera cámara de fotos!. Una Werlisa Club 35 que me regalaron mis padres exactamente el 10 de Mayo de 1989 con motivo de mi primera comunión. Y es curioso que me la encuentre precisamente ahora, pues hice referencia a esta cámara en la entrevista que me realizaron hace unos meses para Diario de Alcalá. Es una sensación muy especial la que le invade a uno cuando piensa que veinte años después de disparar mis primeras fotografías la cámara está de nuevo en mis manos como si no hubiera transcurrido el tiempo.
La verdad es que se me hace un poco raro agarrar de nuevo este modelo: mi mano izquierda apenas entra por la correa que a los nueve años me quedaba incluso holgada y estoy ya tan acostumbrado al peso de mi Nikon D40 que esta parece estar fabricada en cartón piedra. De todos modos, me fascina comprobar que la cámara está intacta (siempre he sido muy cuidadoso con todas mis cosas) y que funciona perfectamente, por lo que mi mente ya se ha puesto a entretejer un plan que va a poner en contacto dos décadas de imágenes y que iré desgranando poco a poco por aquí.
De la cámara os puedo comentar así a nivel medio técnico que se trata de un modelo analógico (como es lógico) para carrete de 35mm fabricado en España por la firma Certex y que está equipada con una óptica fija de 38mm de la que no conozco su apertura, aunque supongo que rondará f/4.5 o así como suele ser habitual en las cámaras de gama baja para mantener enfocado todo lo que esté situado a una distancia superior al metro y medio. El objetivo tiene dos posiciones en función de la luminosidad ambiente y una tercera por si tenemos una unidad de flash conectada a la zapata superior como podéis apreciar en dos de las fotografías que ilustran la entrada.
En la parte trasera disponemos de un visor sin ningún tipo de indicador así como de una rueda de arrastre. Obviamente, la cámara no lleva ningún tipo de pila o batería porque el movimiento del carrete se realiza de forma completamente manual, así que podíamos irnos con ella durante una semana al monte sin más preocupación de no quedarnos sin carretes con los que fotografiar todo lo que se nos pusiera por delante.
Como os digo, este hallazgo ha sido una gran sorpresa que me ha llevado a coger mis álbumes antiguos para poner ponerme a recordar aquellas primeras fotos de papel; algo que, si me lo permitís, me gustaría hacer junto a todos vosotros a lo largo de los próximos días.
😉
Hola Luis!
Mis padres también tenían una camara como esa, que por cierto tampoco se donde esta, y me gustaria encontrarla; al igual que unas fotografias que son importantes; todo esto ocurrio desde que hicimos obra en mi casa. Espero tener tu misma suerte y que aparezcan algún día. Un saludo. Elena
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Yo también tenía una. Me la regalaron por mi comunión y, me imagino, debe de andar todavía por casa de mis padres. Con esa cámara y con la Canon AT-1 de mi padre aprendí lo poco que sé de fotografía.
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Creo que a todos nos debieron regalar nuestra primera camara por la primera comunión. En mi caso fue una olympus compacta con objetivo zoom, que aún guardo por casa.
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Hola,
Jaja.. pues yo también tenía la misma! 🙂
Me la regalaron en 1988, los del Estudio Fotográfico que hicieron el reportaje de fotos de mi comunión.
Recuerdo que nos sorprendió a toda la familia, porque pensábamos que al ser un regalo de la tienda no podía ser algo demasiado bueno, y luego comprobamos que hacía unas fotos bastante decentes.
Supongo que ya no la tendré por casa, en 1992 nos mudamos a Alcalá y sería una de las cosas que no vinieron en las cajas de carton.
Bonito recuerdo…
Un saludo
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Vengaaaaaaaa^ese era el hallazgo a ver. Debes publicar fotos porque sí, de las viejas. Es hermoso ver la evolución del ojo de uno* Mi primera cámara era una Olumpus- Pen EES-2, y esta pesa un montón jaaaaaaaaaaaa*
Un beso bellos encuentros has tenido al parecer.
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Pues ya sabes, sácale provecho y tira unos carretes. Si los tiras en b/n revelártelos tu es muy fácil y es una experiencia fantástica.
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¡Hola Raul!
Esta vez lo llevé al laboratorio, pero para una futura ocasión me apunto lo del revelado casero. Me he estado documentando un poco y no es demasiado complicado, aunque hace falta un equipo que no tengo; pero bueno, tal vez se pueda convertir en una afición más.
¡Gracias por el consejo!
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Si no vas a pasar las fotos a papel, no te hace falta gran cosa, solo un par de liquidos y un tanque de revelado. Si te los quieres pasar a papel ya necesitarias una ampliadora, algún liquido más y el papel claro.
Es engorroso, poco productivo y lento… pero si te digo la verdad… es tan satissfactorio, sientes que realmente haces tu la fotografia, ver cómo aparece cuando la metes en el liquido revelador, usar el primer photoshop de la historia, que es tu reveladora, jugar con filtros, tiempos, etc…
Soy un carca, lo sé!.
Saludos
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Pues sí, supongo que controlar todo el proceso fotográfico de principio a fin tiene que ser algo muy satisfactorio. Si ya me mola lo de disparar en RAW en digital y controlar todas las variables posibles, revelar un carrete por uno mismo tiene que ser ya algo insuperable.
¡Tomo nota para futuras ocasiones! 😉
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Con vuestros comentarios he sacado algo en claro: a todos nos cayó una cámara de fotos en la comunión. Unos hemos seguido con la afición y otros la han dejado un poco más de lado, pero por lo visto todos hemos tenido un punto de partida común.
¡Saludos y muchas gracias por pasaros a comentar! 🙂
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primero noleporgan weris mi nonber esd werys con y derga no megusta q se burlen de mui nonber ok SI LEPONEN WERRLIS NO NO NO MINONBER SE ESCRIBE WERLYS Y NO MEGUTA Q SE BULEN DE MINONBER SI Q SESCRIBE DIFERENTE NO NO NO NO
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JAJAJAJAJAJAJA MENTIRA MINONBER NOSE ESCRIBE ASI SINO PATRISIA era q perdi una apueta jajaja 🙂 losiento pero megusta esa camara
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🙂 😦
:;* :O 😀 O:) -_-
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Hola Luis:
Acabo de hacerme con una Werlisa Club Color igualita que la que muestras en las fotos.
Por favor, ¿podrías indicarme cómo puedo cargar el carrete?. He dado mil vueltas y no veo cómo puedo hacerlo…
Mil gracias.
Un saludo.
Ana
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Hola Ana,
Para liberar la tapa trasera has de pulsar el botón rectangular negro que se encuentra en el lado derecho de la cámara según la sujetas para mirar por el visor (se ve en la segunda foto del artículo). Para poder encajar el carrete en su sitio tendrás también que tirar de la palanca de rebobinado del carrete; pues es la que lo fija en su sitio.
¡Un saludo!
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