¿Veis a toda esa gente que hay en la cola del supermercado del barrio? ¿En la panadería? ¿En el atasco de cada mañana para ir a trabajar? ¿Verdad que no conocéis a ninguno de ellos? ¿Nunca os habéis planteado por qué si siempre acudimos a los mismos sitios las personas que vemos cada día son diferentes?
La respuesta es sencilla: todos ellos en realidad no existen. Son fantasmas; seres etéreos creados para dar sentido a nuestras vidas y que no nos demos cuenta de que vivimos en la más absoluta soledad. Llevan siglos entre nosotros y siempre son diferentes porque cada noche, cuando la ciudad duerme y en las calles sólo se escuchan los maullidos de los gatos, se marchan a otras ciudades para ser relevados por nuevos espíritus al salir el sol.
Algunos de ellos son fijos; y lo son porque ese es el premio a haber llevado una vida honesta. Ahí están los comerciantes, la familia, los carteros, nuestros vecinos y amigos… Sin embargo, esa otra gente con la que nos cruzamos cada día sin intercambiar ni una palabra no son más que meros espíritus vagando de ciudad en ciudad por toda la eternidad y jugando un papel más importante de lo que parece en nuestra propia existencia.
Precisamente por eso siempre nos ocurre algo tan habitual como que al día siguiente de pensar en alguien a quien no vemos desde hace años nos lo cruzamos nada más bajar a la calle: porque en el preciso instante en el que esa persona aparece en nuestro pensamiento una alarma se activa en algún lugar y ese espíritu hace acto de presencia pocas horas después para que no nos demos cuenta de que algo raro está ocurriendo.
No me digáis que nunca os habíais fijado…
Hace tiempo que lo sé. Precisamente por eso no entiendo por qué seguimos insistiendo en ver el asesinato como algo negativo, como algo feo. No es como si realmente estuviéramos matando a alguien, por el amor de dios. Son sólo fantasmas, espíritus, espectros… puro attrezzo. ¿Por qué entonces no puedo configurarlo a mi gusto y quitar de en medio a los que molesten?
Cuánta hipocresía… :-p
Me gustaMe gusta
LOL!
No sabía si meter esta entrada en la categoría de subidones mentales; pero tu comentario sí que iría de cabeza a dicha categoría
¡Saludos!
Me gustaMe gusta
que bonito te ha salido el post, Luis! 😀
Me gustaMe gusta
…a mi me da miedo pensar eso!
Me gustaMe gusta