Pocas fotos en un tercer día que amaneció lluvioso y que sólo tuvo unos minutos de tímido sol entre nubes a media tarde. No fue una jornada muy inspirada con la cámara, así que aproveché sobre todo para escribir unos artículos en el ordenador. Sin embargo, aunque el tiempo seguiría bastante mal, las cosas iban a cambiar mucho al día siguiente (fotográficamente hablando).
Marcas de neumáticos en la playa de La Concha
Líneas verticales
Me encantaron estas flores, pero con el tratamiento de color mejoraron todavía más
Con vistas al mar (este edificio lleva toda la vida ahí)
Buscando mensajes en la arena
Una hiedra brillando bajo el sol de la tarde
¿En busca del tesoro? (vaya, no es Komatsu)
¡Se están llevando la arena de la cala!
Mi madre entusiasmada con el paisaje
Un colorido dique del puerto deportivo; se ve que lo acaban de pintar
Alisando la arena para que no se note mucho el desastre...
Mirando hacia arriba
No sé ni cómo te atreves 
Como dirían en South Park ¡Han matado a la cala! hijos de puta! 😉
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Matar, no sé si la habrán llegado a matar; pero la han saqueado vilmente… Y por el rastro de los camiones diría que esa arena ha ido a parar a la playa de Marina D’Or; sí, esa que es una mezcla de piedras y tierra de obra sobre la que depositan una capa de arena de playa.
Lo sé porque personas que viven todo el año en Oropesa me lo han comentado y porque el rastro de arena que iban soltando los camiones iba directamente hacia Marina D’Or (aunque no lo seguí hasta el final, claro).
¡Un saludo!
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Claro! todos los años hacen lo mismo, y todos los años la mar devuelve las cosas a su sitio (jijijiji risa diabólica).
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Me encanta la foto de las flores…….es………..esos colores……preciosa
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Tere, de todos modos es que las flores son muy agradecidas con el fotógrafo y nunca se quejan si tardas en hacer la foto y puedes repetir la toma tantas veces como quieras… Las personas a los diez segundos ya estamos protestado, jejejeje.
¡Un besito, Tere! 😉
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