La casa del loco

Todos los alcalaínos que ahora tenemos entre veinte y treinta años y hemos pasado nuestra infancia en el barrio de Nueva Alcalá tenemos claro cuál es el lugar más tenebroso de la ciudad: la casa del loco. Un lugar ahora en ruinas y lleno de graffitis cuyo interior albergaba secretos que sólo los más valientes se atrevieron a descubrir en los joviales tiempos del colegio, pues la mayoría de nosotros habíamos escuchado historias tan terroríficas sobre ese lugar que jamás nos atrevimos a poner un pie ni siquiera en sus inmediaciones.

La casa del loco (II)

Lo que se conoce en Alcalá de Henares como «la casa del loco» no es más que un viejo caserón en las inmediaciones de Nueva Alcalá (concretamente frente al túnel que da entrada al parque de La Chopera) que desde hace muchos años está completamente abandonado y semiderruido tal y como muestra Google Maps. Si os fijáis en las fotos que ilustran esta entrada, las paredes están llenas de grandes agujeros y plagadas de graffitis; tampoco hay tejado bajo el que guarecerse en ese lugar que, por lo tanto, es poco más que un montón de piedras dejadas de la mano de Dios en medio de un campo de cultivo sin utilidad alguna hoy en día, pues la hierba crece a sus anchas sin nadie que cuide de esos terrenos junto al río.

El lugar, visto fríamente no es capaz de infundir ningún temor a nadie; y menos aún viendo la alegre y multicolor capa de pintura que cubre con enormes letras los muros del lugar. Sin embargo, todavía no he olvidado las historias que se contaban en el colegio sobre ese sitio: que si en ella vivía un psicópata, que si estaba lleno de drogadictos, que si había perros rabiosos, que si habían desaparecido no se cuántos niños en su interior… Y aunque todo aquello no era más que el producto de la calenturienta mente de los niños de la EGB, la primera de esas leyendas era la que daba su denominación al lugar, y aunque hay que reconocer que estaba muy exagerada, sí que era la única que poseía una cierta veracidad.

La casa del loco (I)

Muchos años después de haber dejado atrás la época del colegio me enteré de que en aquel oscuro lugar malvivía un hombre al que siempre veía rebuscar por los cubos de basura del barrio. Aquel tipo no hablaba; sólo extendía la mano para pedir unas monedas y emitía aullidos cada vez que alguien le decía cualquier cosa, sacando a continuación del carro que siempre le acompañaba una barra de metal que agitaba en el aire a modo de contundente amenaza.

Esa persona era Cipriano; más conocido como «El Cipri» por los chavales del barrio. Él era el que daba su nombre a aquel lugar misterioso; él era «el loco». Pero la historia de Cipriano no tiene que ver con crímenes, rituales demoníacos ni nada que se le parezca. Cipriano sólo buscaba cobijo en aquella casa y quería que le dejaran vivir en paz; que no se metieran con él. De hecho, lo que no mucha gente sabe es que «El Cipri» tenía un montón de dinero en el banco y que era una persona como otra cualquiera hasta que  una enfermedad mental le hizo lanzarse a la calle para llevar una vida vagabunda llena de miseria y suciedad.

La casa del loco (III)

Sé del pasado de Cipriano de buena tinta porque da la casualidad de que el padre de un buen amigo mío lleva toda la vida viviendo aquí y le conocía cuando era una vecino como otro cualquiera. De hecho, hay una anécdota muy buena sobre esto en la que un conocido de esta persona que os digo hace muchos años vio a Cipriano y sintiendo pena por él le dio 100 pesetas al ver su mano extendida. Cuando unos segundos después el padre de mi amigo le dijo que ese tío seguramente tenía más dinero que él en el banco, éste se indignó y se pensó un par de veces volver calle arriba para pedirle sus veinte duros a Cipri; y aunque finalmente lo dejó correr, tardó un buen rato en cambiar el gesto de sorpresa que se le quedó en la cara ante aquella sorprendente revelación.

En la casa del loco no se cocinaban niños, no era una puerta al infierno y tampoco salían zombies a medianoche por debajo del puente que da acceso al lugar. En aquel edificio en ruinas sólo había un pobre hombre que sobrevivía a costa de lo que encontraba en los cubos de basura y que un buen día desapareció sin dejar rastro. No sé qué habrá sido de Cipriano, pero sin él la casa del loco ya no merece seguir llevando ese nombre, pues él se lo dio y él se lo llevó junto a todas las cosas que siempre guardaba en aquel carro chirriante.

She's coming home

Actualización 29/03/2009: Añado algunas fotografías nuevas del lugar (estas un poco más «tétricas» por estar el día bastante nublado).

La casa del loco (V)

La casa del loco (IV)

La casa del loco (VII)

La casa del loco (VI)

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20 pensamientos en “La casa del loco

  1. Que recuerdos! la ‘leyenda del barrio’, cuando iba al colegio no se quien nos contó la historia, pero de vez en cuando nos acercábamos (lo que el miedo nos dejaba claro) para verlo con nuestros propios ojos. Nunca supe que realmente allí vivía alguien y ni mucho menos su historia… creo que ahora ‘la casa del loco’ es un poco más triste para mí.
    No se por qué este lugar era dónde siempre ubicaba mentalmente el cuento de Edgar Alan Poe ‘El corazón delator’, imaginaba el corazón latiendo bajo las tablas del suelo (que ahora sé que ya no existe jiji)… tengo una imaginación demasiado activa !

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    • Laura: demasiado activa o no, tienes imaginación; y eso es un bien preciado en nuestro tiempo que no debes dejar escapar. Y si no acuérdate de la cantidad de «mentes-ladrillo» que había por nuestro instituto… XDDD Ah, y no te preocupes por María Moliner; ya he corregido esa ‘h’ intrusa 😛

      falvarez: Juas, está claro que cada barrio / pueblo tiene su propio lugar de muerte y destrucción lleno de psicópatas y sucesos dignos de «Expediente X». Sería interesante hacer una recopilación; ¿escribimos a Iker Jimenez?

      ¡Gracias a ambos por pasaros!

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  2. Es curiosa la imaginación popular (e infantil). Aquí en mi barrio (Aluche), no había una casa del loco, pero estaba «El Local». El local era un local comercial no sé si abandonado o descuidado, con la pared exterior todavía con el ladrillo visto y cutre que llevan los locales antes de ser utilizados (el típico rasillón que llevan los tabiques de las casas, vamos). Si hiciéramos caso a todo lo que se decía, ahí se podría recopilar un muestrario de crímenes. No me acuerdo apenas de lo que se comentaba, pero sí que tuve el valor (entiéndase) de entrar en «El Local» un día y, como era de esperar, no había nada.

    Un abrazo.

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    • Pues por lo que describes, casi seguro que es él; porque aunque vivía en ese lugar que muestro en las fotografías, el tío se recorría casi toda la ciudad con su carro; y de hecho yo me lo encontré hasta en el más remoto de los lugares.

      ¡Un saludo!

      PD: muy grande tu galería, hay fotos fantásticas. Me ha hecho mucha ilusión encontrarme con algunas de la calle Mayor 😉

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  3. Hola! yo lo que sé de este lugar, es que a parte de que siempre me ha dado muchísimo miedo, mi abuelo me contó que la casa era propiedad de los garcía, (de ahí que se llame isla de los garcía), y que ahora todo el terreno es del ayuntamiento. Del famoso loco no sabía que había existido de verdad… Un saludo!

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    • Somos toda una generación de alcalainos que pasamos nuestra infancia atemorizados con la famosa casa, ¿eh? Hace unos días pasé por delante con la cámara de vídeo y se me pasó por la cabeza meterme dentro a grabar algo; pero como no sabía muy bien lo que me podía encontrar allí al final opté por seguir mi camino y no complicarme.

      ¡Muchas gracias por la información! 😉

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    • Ah, pues no tenía ni la menor idea; y eso que esas historias de la calle suelen correr de boca en boca a toda velocidad. La verdad es que se hace un poco raro no verle con su carro por las calles, pues era un personaje habitual en este barrio.

      ¡Un saludo y gracias por comentar!

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  4. tambien dice k ay un perro k en 1 de agosto y 30 de septiembre en dia kuando hace sol se oye a un perro y x la noche se le ve la kara pero kon ojos sangrados y kuando le oyes o le ves te mareeas……….

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  5. unos amigos y yo entramos la noche del 29 de febrero, gracias a un «no hay huevos» a lo que contesto el otro y los demas tambien «no hay huevos» asique nos adentramos todos en aquella sinuosa,tenebrosa,ruinosa,lugubre (para los de la logse oscuro) y cochambrosa casa alrededor de las 12 de la noche, no llevabamos linternas y solo veiamos lo que alumbraba la luna, esa noche casi llena.Los integrantes del grupo eramos El Calvo de Don Limpio, Un Tiraflechas, Don Ramon, Perchita, Jack Sparrow, La Rana de los Kellogs, Larry el pajarito de twitter, Il Pulcino Pio y comandados por El Chuky de Zieza y sus 10 pastillones. De fondo sonaba una musica aterradora, «in the ghetto» cantada por El Principe Gitano. Entramos por la parte del puente nada mas entrar escuchamos los ladridos de un perro encadenado, pero decidimos seguir avanzando hacia el interior porque sono de fondo otro «no hay huevos a seguir»,el cual resulto que ninguno de nosotros dijimos pero teniamos que demostrar que no eramos unos acojonados eso si no de manos vacias con unos palos (uno cogio un palo largo por si nos disparaban) y unas piedras como valientes españoles (para sentirnos mas seguros). de repente nos adelanto un conejo gris del tamaño de shaquille o’neal con los ojos inyectados en salmorejo el cual habia soltado aquel «no hay huevos»que nos condujo a traves de una grieta en el suelo hacia el interior de una zona vip, aunque habia como nieblina y el conejo desaparecio habia muy buen ambiente hasta que decidimos craftear una mesa para fabricar antorchas y armas. recogimos palos con nuestros muñones y carbon, con los metales que encontramos nos hicimos espadas y hachas para el mas pequeño y pelirrojo de nosotros, gimli que se me olvido que nos acompañaba. nos adrentramos en una puerta que ponia ropero y aparecimos en un lugar nevado donde nos recibio un personaje que surge entre el amor de un pastor y una cabra(no tenia dinero para prostitutas y amortizo la cabra) nos comento que habiamos entrado en la region de MARNIA (esque la original tiene copyright, y la sgae nos denuncia) alli tuvimos que luchar contra pitufos con hachas, caballeros oscuros y belen esteban. Volvimos a ver al conejo esta vez era blanco debido a la gran nube de humo que habia en el local donde le perdimos, este nos adentro en un bosque por el cual caminamos durante horas y donde nos encontramos con un creeper que nos pidio fuego para «un cigarro de liar» solo perchita tenia mechero y fue el. segun encendio el mechero el creeper salto por los aires dejando solo la gorra de perchita en lo alto del arbol. continuamos andando tras llorar su perdida y pudimos ver una luz entre el frondoso bosque, nos acercamos y resulto ser un chino de alimantacion como los hay por todos lados. pasamos a por viveres ya que no teniamos nada que poder cenar. al tener tambien poco dinero decidimos claramente robar al chino y gastarlo todo en tabaco y condones por si acaso. levantamos un campamento cerca del chino encima de un arbol y alli pasamos la noche. a la mañana siguiente nos despertamos en un gran prado verde el cual yo diria que era el fondo de windows pero resulto ser la comarca. habiamos dormido encima de un ent. Al bajar del arbol nos encontramos con 2 enanos que se hacian llamar hobbits a los cuales robamos sus oros (pal caso solo llevaban una puta mierda de anillo y encima con garabatos que lo maldecian). a todo este infortunio hay que añadir que compramos tabaco y solo perchita tenia mechero, el cual habia muerto. la explosion nos devolvio al mundo real y alli se acabo todo viendo a una pareja de negros follando. FIN
    ESTO FUE FRUTO DE UNA NOCHE CON SETAS ALUCINOGENAS.

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  6. Hola. Seguramente fuímos unas amigasy yo de las primeras personas k entramos dentro de esa casa, ya k tubimos k tirar a pedradas un muro k habia para poder pasar porque no habia otro modo de acceder y por akella época nos mataba la curiosidad y la rebeldia, claro. Dentro todavia habia algún cuadro, el baño, la chimea y algún mueble. Había habitaciones totalmente tabicadas

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  7. Y k no había ninguna forma de pasar a ellas. El el sótano había una gran fábrica de cereales o pienso, no m acuerdo, por lo k nos contó un señor, con grandes mákinas y rodillos gigantes etc…
    Estaba muy bien y a mi me gustaba pasar e imaginarme a la gente k podia vivir dentro.
    Pero después del agugero que hicimos…empezó a entrar mucha gente y acabó destroza
    da…m acuerdo un dia k pasé cerca de la casa y estaba en llamas. M dio mucha pena. Más
    pena k miedo me dió siempre sin duda…..
    La cárcel vieja si k daba miedo!!!. Pero esa es otra historia….

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  8. Tengo 32 años y la casa del loco lo escuchaba ya de niño en el Zulema, y al Cipri y sus perros tengo consciencia de verle a menudo por el barrio siendo yo adolescente y no mucho antes, a si que me parece a mi que no fue el Cipri quien dio nombre a ese lugar.

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