Aunque es un tema sobre el que ya os he hablado anteriormente, hoy me gustaría comentaros el motivo principal por el que he decidido tomarme estas vacaciones como una desconexión del mundo de los videojuegos. No me voy a liar a hablaros de desmotivaciones personales ni nada que se le parezca porque sencillamente no van por ahí los tiros. Lo que pretendo es daros una poderosa razón que creía olvidada en los años de mi infancia por la que jamás perdía las ganas de jugar a todo título que cayera en mis manos.
Algunos de vosotros ya sabréis que en el verano de 1987 me regalaron mi primer ordenador: un ZX Spectrum +2 que guardo con cariño en un maletero de mi casa. Aunque en aquellos tiempos no me importaba nada esperar diez minutos para cargar un juego, la verdad es que hoy en día no me veo capaz de tal hazaña y cuando me apetece recordar viejos tiempos me pongo algún emulador de PC que carga los títulos en apenas unas décimas de segundo.
Ya que estamos, aprovecharé para recomendaros el emulador ZXSpin por su fiabilidad al original y recordaros que tenéis una más que impresionante colección de títulos (más de diez mil) en la página de Worldofspectrum.
Bueno, tras este pequeño inciso vamos a lo que nos interesa hoy, que es saber qué tiene que ver el Spectrum, las vacaciones y el gusto por los videojuegos. Y es que el “truco” tiene que ver con que cuando tenía aquel primer ordenador en Alcalá no me dejaban bajo ningún concepto traerlo a la playa. Y claro, aunque tenía aquí el mar, la piscina, muchos amigos, el maldito “Vacaciones Santillana” y mil cosas más, yo echaba de menos mi querido Spectrum hasta el punto que me dedicaba a dibujar pantallas de los juegos que tenía en un cuaderno y dedicarme a puntuarlos y premiar con “la cinta de oro” a los que para mí eran los mejores (se ve que estaba predestinado a ser redactor de ultimONivel 😛 ).
El caso es que cuando pasaba la época de las vacaciones y volvía a Alcalá (que por entonces eran dos meses y pico) me había pasado tanto tiempo sin tocar ni un sólo juego que devoraba sin piedad incluso aquellos que ya me sabía de memoria. Por eso espero que tras este mes de “sequía” vuelva a recuperar la ilusión de siempre por probar nuevos títulos, que la tercera temporada de ultimONivel está más cerca de lo que parece.
¡Un saludo! 😉